ACTUALIDAD
La justicia digital es un paradigma que supone ser una solución para propiciar que los tribunales y otras instituciones del Órgano Judicial dejen de ser lentos, tediosos e ineficientes, que les permitan a los justiciables, y a nosotros sus abogados, hacer nuestra labor de forma más eficiente, y porque no, de forma remota.
E
l uso de las tecnologías ya no es novedad, están en todos los ámbitos, desde hace décadas que los ordenadores informáticos, son parte de nuestro día a día, sin embargo, como muchas instituciones, la Corte Suprema de Justicia, ha transitado lentamente con la integración de estas, de una manera eficaz; pues no se trata de comprar equipos de última generación o las últimas versiones de los paquetes de ofimática, si los mismos no saben utilizarse. La pandemia provoco estrepitosamente la denominada “transformación digital del Órgano Judicial”, que ha puesto a disposición del sector jurídico nacional diversas herramientas, tales como: Sistema de Registro Electrónico de Abogados de la República, Sistema de Notificación E l e c t r ó n i c a (SNE), Tarjeta de Identificación de Abogado - Agenda de citas para solicitud, Sección de Notariado - Agenda de citas para trámites, Sección de Investigación Profesional - Consulta pública de procesos administrativos de dicha dependencia y programación de citas, Solicitud de Autorización en Línea de Abogado - Inicio de trámite, Secretaría General - Consulta de entrega de Acuerdo de Autorización de Abogados, y consulta de procesos penales en el sistema llamado PROTEUS; con dichas iniciativas inicia una nueva era en nuestra administración de justicia local.
ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA, TRANFORMACIÓN DIGITAL O CAMBIO DE MENTALIDAD
Luis Héctor Alberto Pérez Aguirre SOCIO LIDER EN LA PRACTICA DE LITIGIOS EN COMPLEX | LAW STUDIO CO-FUNDADOR DE ABOGADOSRED
LPEREZ@COMPLEXLAWS.COM DERECHO Y NEGOCIOS / 26
Lo anterior supone una afrenta al sistema sobresaturado de causas, sobrecarga procesal, la obsolencia estructura de las unidades organizativa, insuficiente personal capacitado y escaso recurso asignado a la labor principal del Órgano Judicial: La Administración de Justicia, en especial la Pronta y Cumplida. Pero no tan deprisa, la primera revolución es la forma de hacer las cosas, y evitar a toda costa el “síndrome
del juguete brillante”, es necesario poner al centro la estrategia, y posterior la inversión en tecnología; de nada sirve tener los mejores servidores, las mejores soluciones informáticas, si el capital humano no está listo para los cambios que la implementación tecnológica implica.
La adquisición de la mejor plataforma de trabajo colaborativo, debe preceder la suficiente concientización de todos los involucrados, transformando en primer lugar, la mentalidad, o como dicen por ahí, el “mindset”; y es que la transformación comienza por la mente: “cambia tu manera de pensar y para que así cambie tu forma de vivir” según la epístola Paulo de Tarso. Una transformación de mentalidad implica querer construir nuevas formas de acceso a la justicia. Nuevos tipos de juzgados. Juzgados que abandonen los viejos esquemas y tradición instrumentalistas, y siempre al amparo del principio de legalidad, puedan diligenciar las causas, por las veredas de la eficiencia, dedicando más tiempo a tareas que generan, valor íntimamente relacionadas con impartir justicia, dejando de lado aquellas que no son productivas, reduciendo tiempos de respuesta, y creando nuevos canales de comunicación desde su realidad; es estar dispuestos a aceptar el uso de las tecnologías con cautela pero sacando el provecho que aportan, potenciando el de economía procesal, apartándose de los ritualismos pero sin rebasar las solemnidades imperativas. El equilibrio es el reto, sabemos que los cambios son duros y difíciles de asimilar, pero necesario para afrontar las nuevas realidades.