24
transporte
Opinión
El arbitraje marítimo en Londres Dr. Miquel ROCA LÓPEZ Managing Partner, Solicitor, LMA Legal. www.lmalegal.co.uk mroca@lmalegal.co.uk
El arbitraje marítimo en Londres es en nuestros días el método preferido por los miembros del sector marítimo mundial para la resolución de sus disputas, surgidas de los más variados tipos de contratos marítimos, ya sean de transporte de mercancías, como de servicios a buques en cualquiera de sus fases de servicio. Hoy en día, son unos 2,500 arbitrajes marítimos que cada año se resuelven en la ciudad de Londres bajo las normas de la LMAA, la Asociación de Árbitros Marítimos de Londres. Ninguna otra ciudad, ni ninguna otra asociación arbitral, en ningún
lugar del mundo, hacen sombra, ni de lejos, al éxito de Londres y de la LMAA. No hay duda de que para la industria marítima de Argentina, el arbitraje marítimo en Londres ofrece una solución adecuada, rápida y económica, para resolver las disputas que eventualmente se le pueda plantear en el día a día de sus negocios. ¿Y por qué en Londres y no en Buenos Aires? La historia ha llevado a que desde hace varios siglos Inglaterra domine los mares y las rutas marítimas, así como la forma en que se hacen los negocios en el sector marítimo. Quizás incluso sin darnos cuenta, los contratos que firmamos en Argentina están fuertemente influenciados por el derecho inglés o, directamente, has sido redactados en Londres. Hoy en día, Inglaterra y el Derecho inglés, ofrecen una seguridad jurídica que no tiene igual en ninguna otra jurisdicción del planeta. Y de ahí que miembros de la industria marítima de cualquier país, prefiera añadir una cláusula en sus
Desafío Exportar | Octubre 2023
contratos, por la que aplique la ley inglesa a los mismos y remita al arbitraje en Londres la resolución de cualquier problema que surja en dichos contratos. El motivo principal de la confianza que despierta Londres es lo que llamamos la doctrina del precedente. Es decir, un árbitro (y un Juez) tiene la obligación de decidir disputas similares con el mismo resultado que lo haya resuelto un juez con anterioridad. Por lo tanto, la uniformidad, seguridad y robustez de la ley, y de sus efectos prácticos, es implacable. Para bien y para mal. Ello permite a un empresario visualizar cuál va a ser el resultado de la controversia en un momento muy inicial, lo cual le permite poder pactar el asunto sin necesidad de incurrir en altos costes legales, cerrar la disputa y seguir adelante con sus negocios. Y es los costes siempre son el gran mito usado por los detractores del arbitraje marítimo en Londres. Londres y sus servicios son algo más caros por lo general que los de Ar-