21 minute read
BICEP
from DJ Mag ES #120
BICEP BICEP BICEP
CUANDO LA GENIALIDAD SE HACE NORMA
ESCRIBIR ESTAS PALABRAS ME TRAE UNA INMENSA SATISFACCIÓN. NO SOLO PORQUE BICEP LO HA VUELTO A REVENTAR CON SU NUEVO DISCO, ‘ISLES’ (NINJA TUNE). SINO PORQUE SOY UN GRAN FAN DE TODO SU TRABAJO, DE ELLOS PERSONALMENTE, Y TRAERLES DIRECTAMENTE A NUESTRA PORTADA EN ESTE SEGUNDO MES DEL AÑO ES, SIN DUDA, UNA ALEGRÍA. UNA ALEGRÍA QUE SEGURO CELEBRARÁ TODO AMANTE DE LA MÚSICA QUE SE PRECIE.
MATT MCBRIAR Y ANDY FERGUSON VUELVEN ESTE 2021 CON DISCAZO DEBAJO DEL BRAZO. LOS COMPONENTES DEL DÚO BICEP HAN CONSEGUIDO A TRAVÉS DE 10 CANCIONES LLEVARNOS EN UN NUEVO VIAJE SONORO, EN EL QUE CONFIRMAN LO QUE PUDIMOS ESCUCHAR EN SU DISCO DEBUT HOMÓNIMO DE 2017: QUE HAN CONSEGUIDO DAR CON LA TECLA DE UN SONIDO ÚNICO E IRREPETIBLE. YA NO SON UN DÚO QUE ENCAJE EN UN ESTILO CONCRETO. AHORA, ELLOS SON LOS QUE MARCAN SU PROPIO CAMINO HACIA EL FUTURO CON UNA PALETA SONORA PROPIA, QUE LES VA A LLEVAR TODAVÍA MÁS ALLÁ.
MELÓMANOS, AMANTES DEL VINILO Y LAS RAREZAS – QUE SIGUEN DESCUBRIENDO EN SU BLOG, FEEL MY BICEP, Y SU SELLO HOMÓNIMO –, NOS SENTAMOS AL OTRO LADO DE LA PANTALLA CON ANDY Y MATT PARA HABLAR DE MÚSICA, DE SU DISCO, DE NINJA TUNE, DEL TERRORÍFICO BREXIT Y DEL FUTURO DE LA INDUSTRIA. ¡MÚSICA, MAESTROS!
¡Hola, Matt! ¡Hola Andy! ¡Tres años después nos volvemos a ver las caras! Aunque esta vez es para nuestra portada de febrero de 2021… ¡Es todo un placer para mí hacer esta entrevista! ¿Cómo estáis? ¿Cómo está empezando vuestro año? ANDY: ¡Muchísimas gracias! Estamos bien, ha sido un año más ocupado de lo que hubiéramos esperado en un primer momento. Hemos pasado encerrados en el estudio casi cada día, trabajando sin parar, en el directo, haciendo entrevistas, el lanzamiento del álbum. Ha sido realmente loco… Nos ha dado un propósito, el poder hacer algo. Si nos hubiéramos quedado viendo las noticias, nos hubiera deprimido ya del todo. Yo ya me he leído 20 libros (risas) que tenía pendientes para leerme cuando viajamos… He completado varias series de podcasts. He llegado al punto en que todas las películas que tenía pendientes también las he visto. MATT: Yo ni siquiera recuerdo cuándo fue nuestra última actuación (risas). Aunque como te decía Matt, estamos ocupados planificando todo para nuestro próximo streaming. Estaremos todo este mes dejándolo listo.
Ha sido bueno mantenernos ocupados… Los fines de semana son duros, porque no podemos ver a familia ni amigos. Un fin de semana en Londres, a día de hoy, es deprimente. Así que está bien poder venir al estudio y pasarlo aquí. ¡He completado YouTube! (Risas)
Os convocamos porque, tres años después, vais a sacar otro bestial álbum: ‘Isles’. Vuestro anterior álbum, ‘Bicep’, aún sigue dando que hablar… ¿Sabíais que ‘Glue’ es usada como sintonía en uno de los programas más vistos de España, El Hormiguero de A3? Lo usan como banda sonora para cerrar sus experimentos científicos… A y M: ¡¿En serio?! (Risas) ¿Nos puedes mandar un video?
¡Claro! Aquí lo tenéis… A Y M: (Carcajadas viendo un video de experimentos de El
Hormiguero) A: ¡Nadie nunca nos había dicho esto! ¡Es una locura!
¿Sabéis de otras sincros famosas de vuestra música? A: Sabemos que nuestros temas han salido en pelis como
Dogman (2018), también en algún anuncio de marcas en Reino Unido. Generalmente nos contactan y nosotros aprobamos su uso, pero algunas veces en TV nacional e internacional tienen una licencia para usar tracks. Como en Ski Sunday, que es un show enorme que hay aquí que ven los niños, en BBC Sport. Para nosotros, que crecimos en Irlanda y solo veíamos 5 canales, era una locura ver un show de esquí, porque aquí no hay montañas ni nada. Y hace unos fines de semana pusieron un corte de ‘Apricots’. Fue una locura para nosotros oír nuestra música allí, porque nadie nos preguntó, ni nada. Es genial que otras personas puedan experimentar nuestra música contextualizada y que, de hecho, funciona con cosas que nosotros no habíamos pensado. Pero es muy loco que nuestro track lo usen en un show de televisión en España. ¡No teníamos ni idea! (Risas)
Volviendo a vuestro último álbum – del que me acaba de llegar la copia limitada que me pedí por Bleep –, conseguí mantenerme libre de spoilers y no escuchar ni un solo single de los que sacasteis antes del álbum. Así, pude hacer una escucha completa del álbum que me envió Ninja Tune y PIAS Iberia antes de esta entrevista. Antes de nada, ¡felicidades! ¿Por qué el título? ¿‘Isles’ (Islas en castellano)? M: Lo titulamos ‘Isles’ porque hemos pasado la mitad de nuestra vida en Irlanda y la otra en Inglaterra, en
Londres. Hasta hace poco, no habíamos considerado la influencia de ambos lugares. Pero cuando terminamos de hacer el disco no teníamos título, nos pusimos a pensar y casi pudimos oír esa influencia de Irlanda, pero también en cierta forma había partes de Londres. Creo que el título resume nuestra vida, en la que hemos vivido en ambas islas. Cuando vives en una isla pequeña, ves el mundo como más grande. Crecimos queriendo viajar, inspirándonos por la música de todas partes del mundo, cosa que pudimos hacer por primera vez cuando nos mudamos a Londres, donde hay influencia de tantísimas culturas diferentes. Creo que eso hace que nuestro sonido sea lo que es hoy.
Comparándolo con ‘Bicep’, suena más experimental, personal… ¿Cómo fue componerlo? A: Creo que en las primeras fases fue mucho más experimental. Hicimos muchos experimentos y acabamos con 150 demos, especialmente comparándolo con nuestro primer disco y su paleta sonora. Con este hemos intentado que sea más introspectivo, más una experiencia de escucha en casa y hemos basado muchas de las canciones en torno a pianos. En el proceso de composición hubo más musicalidad como núcleo de lo que hacíamos, cómo queríamos que cada track sonase, que tuvieran una fuerza interna, también pensando en cómo íbamos a tocarla en directo. El concepto siempre giró en torno a hacer un álbum que pudiésemos tocar en vivo y que cada track tuviese su propia forma, y que cada una pudiese desgranarse a un solo elemento principal, un sentimiento que pudiésemos interpretar en cada directo de forma diferente. Cuando empezamos a armarlo todo y a finalizar el álbum, nos pusimos como objetivo no limitarnos a la pista de baile, sino hacerlo más una experimentación de sonidos. M: Nuestro plan es, cuando vayamos a interpretarlo en directo, rehacer toda la música que ya tenemos para la pista de baile, por lo que tendrá un carácter más techno. De tal forma que el directo sea más festivalero y el disco sea más para escuchar en casa. A: Exacto. El álbum es casi como el primer paso de este proceso. Nos llevó terminarlo como dos años, por lo que queríamos estar contentos con cada canción y que pudiéramos re-contextualizarlas a nuestro antojo,
para que fueran interesantes para nosotros tocarlas o improvisar sobre ellas, a la vez que fueran lo suficientemente diferentes del disco para no estar supeditadas a él.
¿Entonces os llevó terminarlo unos dos años? M: Sí, quizá año y medio. La cuestión que más tiempo nos llevó fue la mezcla, ya que estamos acostumbrados a hacer mixings con tracks más para club, y este disco no está orientado a la pista de baile. El proceso de un disco que está pensado para la escucha en casa fue más largo, conseguir que todo estuviera equilibrado. Fue un aprendizaje interesante, porque normalmente, con música de club, puedes esconder ciertas cosas detrás de la fuerza del track. Pero cuando no tienes esa potencia, tienes que pasar mucho más tiempo puliendo ese delicado equilibrio y el fluir de la música. A: Como nos pasó con ‘Apricots’, pasamos mucho tiempo en ella. Al principio era casi un track de ambient, pero cuando le añadimos la percusión fue como si perdiese esa finura de las melodías de cuerda. Al final fue cuestión de intentar equilibrar todo, porque cuando no piensas en el club puedes bajar el tono de la percusión un poco y darle más espacio a los pads, haciendo que los reverbs y los delays tengan más chispa. Sacasteis varios singles antes, ‘Atlas’, ‘Apricots’,
‘Saku’ y ‘Sundial’; también un filtro de Instagram con un concurso… ¿Cómo ha cambiado el proceso de promoción para el álbum desde 2017? M: Ha cambiado mucho, pero no por la pandemia. Para el artwork, tuvimos la idea antes. Queríamos que fuera algo vivo, no una imagen estática. Queríamos que fuera un proceso, que todo se sintiese como un desarrollo, que estuviera vivo. A: Queríamos capturar momentos específicos. En el último disco tuvimos cinco portadas diferentes porque no pudimos decidirnos, así que con este queríamos no tener que decidir. Por eso las texturas son así. Está genial tener algo así, que no sea igual de un día a otro. M: Lo del filtro fue genial, porque estábamos intentando pensar ideas para que la gente pudiera hacer algo online. Hubiera sido genial hacer algo en la vida real, como proyecciones en diferentes ciudades, pero no pudo ser. Por eso creo que el filtro es genial, porque encaja perfectamente con el artwork del disco.
Totalmente, es super triposo. Por otra parte, para ‘Apricots’ presentasteis un video dirigido por el ganador de un BAFTA, Mark Jenkins. Para ‘Saku’, con Clara La San, que salió hace unas semanas, el
concepto era realmente interesante. ¿Cómo fue el proceso de crear estos videos en pandemia? M: Para el de Mark Jenkins, de quien nos encanta su trabajo, fue una casualidad afortunada. Le contactamos porque nos gusta, pero no pensábamos que fuera a decir que sí. Y resulta que dijo que sí a la primera (risas).
Él vive en Cornualles y por su cuenta salió a rodar y fotografiar lo que veis en el video. Pasó un mes haciendo miles de fotos para componer el video final. A: Es genial que él escuche la música y la interprete a su manera. Con los videos solemos dejar que los directores desarrollen su idea del track, sin condicionarles demasiado, porque cuando alguien tiene una visión clara en su cabeza saca lo mejor de sí. M: Para ‘Saku’, lo hicimos antes de navidades, en noviembre. David Bertrand fue el director e hizo un gran trabajo. En ese momento las cosas con la pandemia se habían calmado un poco – antes de volver a agravarse – y tuvimos la suerte de conseguir a todo a tiempo.
Estamos súper contentos. A: Se filmó en París y como dice Matt, tuvimos mucha suerte de poder hacerlo, especialmente porque nos dimos cuenta de lo difícil que iba a ser movilizar todo el equipo necesario para hacerlo posible. Por eso lo hicimos con la mayor antelación que pudimos y redujimos al máximo posible toda la idea, para evitar que nadie del equipo corriera riesgos o el proceso se cancelase porque alguien de la crew hubiese tenido algún positivo en su circulo cercano, o hubiera dado positivo. Nosotros no pudimos estar presentes, pero la logística fue una locura, teniendo en cuenta cosas que jamás pensamos que tendríamos que tener en cuenta. M: Pero en general, la vida se ha parado. Incluso la idea de subirse a un avión parece loca. Yo no me acuerdo ni siquiera lo que es estar en un aeropuerto (risas). O estar delante de un público… A: Incluso viendo películas, me sorprende hasta ver que un actor abraza a otro (risas). O, joder, acaba de ir al baño y ni siquiera tiene la mascarilla puesta (risas).
Volviendo a la música, mi favorito absoluto es ‘X’, sin duda alguna. Todos los sonidos parecen venir del año 3000… A: (Risas) ¡Muchísima gente nos lo dice! ¡Qué gracia! M: Creo que eso pasa porque viene después de ‘Lido’, que es mucho más calmada. Y luego cuando esa calma se detiene, viene ‘X’, que es quizá la más agresiva del disco. Y también es la que mejor capta esa energía que solíamos poner en hacer el blog, al principio.
¿Cómo fue el proceso creativo? Porque puedes casi sentir como si todo el álbum fuera un viaje, y a partir del sexto track en adelante todo se vuelve más fuerte, que termina a la perfección con
‘Hawk’… A: Siéndote sincero, la idea de secuenciar el álbum de esa forma no estaba en nuestra cabeza, pero acabó siendo así de forma muy natural. El tracklist que hicimos al principio era casi en ese orden, aunque no estaba pensado para que fluyese así. En nuestra cabeza cada track tenía que tener su propia historia, cada una tenía que tener su principio, nudo y final, con ese flujo de energía. M: Es una de esas cosas que ocurre naturalmente. Al final,
hacer un tracklist para un disco es casi como hacer un mix o incluso componer música. Hay que ser críticos, hay que ir moviendo las cosas, hasta que encajen per-
fectamente.
A: Es difícil concebir una idea en la que directamente dices: este track tiene que ir aquí y este allá. Algunas veces no funciona así. Como por ejemplo, hemos estado trabajando en mixes para Apple Music, en los que mezclamos diferentes bpms y tempos, y al final se trata de hacer fluir la energía en la música, ¿si es que eso tiene sentido? M: La energía de cada track es la que dicta el resultado final, no el tempo, o la percusión, o el estilo. Hay que capturar la energía correcta, tiene que ver más con las emociones que con la música en sí.
Justamente, el álbum realmente nos lleva en un viaje profundo, emocional, que termina con ‘Hawk’ y unas melodías y atmosferas que nos invitan a mirar al horizonte, como en una peli de ciencia ficción… A: (Risas) ¡Cómo mola! M: (Risas) ¡Es justamente lo que intentábamos hacer! Queríamos que el disco acabase como una banda sonora de
John Carpenter, o como en una peli de ciencia ficción.
¿Cómo manejáis los estados de animo en vuestra música? ¿Cómo conseguís crear esa narrativa? ¿Es espontánea o lo planificáis? M: Son años de componer música y tocarla. Intentamos pasar mucho tiempo pensando en las emociones que genera nuestra música, el piano, los acordes… La historia que contamos. Especialmente cuando no piensas en un club y puedes componer de una forma diferente. Es algo que disfrutamos. A: Somos muy fans del cine y tomamos ideas de las películas que vemos. Cuando compones música para cine se hace de una forma totalmente diferente, pero nos gusta la forma en la que los compositores cuentan la historia a través de la música, ya que al final hace que todo suene mejor, sea más cohesivo. En el estudio siempre intentamos encajar la parte visual de nuestra música, como el desarrollo de un track, que colores evoca. Y al final todo encaja en la visión que Matt y yo queremos darle a nuestro trabajo.
Lo volvéis a sacar en Ninja Tune. ¿Cómo fue el proceso esta vez? ¿Les llamasteis y dijisteis: “Oye, tengo un disco nuevo”? M: Para nada (risas). Fue un proceso de más de un año mandando y recibiendo demos con sus comentarios.
Ellos y nuestro management han sido partes esenciales del proceso, porque ha habido días en los que nosotros estábamos pensando en una dirección y ellos han sido fundamentales a la hora de decir: “No, esto tiene que ir por allá”. Nos han puesto muchos retos y creo que ha sido muy positivo, porque nos gusta oír buen feedback y criticas constructivas. Todos nos complementamos para
ser mejores. A: Nos hicieron preguntas muy importantes al principio del proceso, como: ¿Qué estáis intentando decir con esta canción? ¿Por qué esto suena así? Algunas veces nosotros no nos hemos parado a pensar en eso, simplemente mandamos el demo. Muchas de estas preguntas incluso nos pillaron fuera de base y eso nos hizo enfatizar mucho en la parte de la historia que queríamos contar con el disco. Además, nos han dado mucha libertad creativa, sin presionarnos, de forma positiva. Al final, nosotros somos los que queremos sacar música en su sello, es su familia, y ellos saben qué es lo que quieren sacar en un perfil como el de Ninja Tune.
¿Cómo ha cambiado vuestro estudio desde 2017? ¿Y vuestro proceso creativo? M: Mucho. A: Todo el proceso ha cambiado. En el último disco grabamos muchos sintetizadores y añadimos los efectos después. Ahora hemos grabado un sinte pasándolo por cuatro o cinco pedales de guitarra. M: Así jamás podemos recrear el sonido exacto que conseguimos. Siempre jugamos con los parámetros. A: También metemos sintetizadores de los 70 en nuestro modular nuevo, con efectos que salieron la semana pasada. Así mezclamos lo mejor del pasado con lo nuevo, obteniendo algo que se basa en la tradición sonora pero con una tecnología moderna. Es algo que nos gusta mucho, por eso modificamos gran parte de nuestros aparatos, haciéndolos totalmente únicos y personales. Como un piano de juguete que tenemos, al que le pusimos MIDI, un modificador de pitch y usamos para grabar voces (risas). Nos encanta la nueva tecnología y experimentar. Es un proceso de nunca acabar.
Estáis preparando una actuación especial en streaming desde la Saatchi Galery para este mes de febrero. ¿Qué podemos esperar? ¿Cómo es hacer algo en una ubicación tan especial? M: Es impresionante. También tiene el valor de que la mayoría de galerías del mundo están cerradas, por eso será genial poder disponer del espacio para nosotros y grabar. Nunca hubiéramos podido hacer algo así en circunstancias normales. A: Quizá lo único positivo de la pandemia ha sido que este tipo de espacios han quedado vacíos y que nosotros podemos usarlos de una forma personal y creativa, que es para lo que fueron creados en un primer momento.
La Saatchi además tiene una lista de espera de más de dos años por sala. Y nosotros vamos a poder tomar casi la galería al completo, porque todas sus exhibiciones están guardadas, y vamos a poder ir por todas sus salas haciendo lo que queramos. Va a ser una experiencia única. M: Podéis esperar versiones mucho más enfocadas al club de todos los tracks del álbum, más pesadas y orientadas al techno. Los visuales también van a ser increíbles.
Los streamings en video se han vuelto parte de nuestro lenguaje habitual en la industria. Es muy loco, pero os pregunté por esto en nuestra primera entrevista, cuando todavía no era un fenómeno como hoy. Vosotros habéis revolucionado un poco el concepto, especialmente con el streaming de pago que hicisteis hace unos meses con DICE, donde creasteis una comunidad interesante, incluso con un grupo de WhatsApp. ¿Es esto el futuro? M: Creo que la música electrónica siempre ha sido y será futurista. Tiene que serlo, porque es en lo que se basa.
Y aunque la mejor forma de escuchar la música es estar en un sitio sin nadie grabando con sus móviles de última generación, y la mayor parte de nuestros aparatos vienen de décadas pasadas, la tecnología es increíble. Nos lo ha demostrado el filtro que acabamos de presentar, por ejemplo, y la forma en la que la gente entra en contacto con nuestra música, que les hace conectar más con nosotros. Creo que lo mismo pasa con el streaming.
Muchas personas ni siquiera viven cerca de un club o de una gran ciudad, y gracias a esas retransmisiones pueden experimentar actuaciones en su casa. Como todo,
tiene su parte buena y su parte mala. A: Yo no creo que vaya a sustituir la experiencia de clubbing real. Definitivamente tiene un propósito, pero en términos de longevidad, es como lo que pasa con la carrera de un músico. Para cualquiera que haya crecido con la experiencia real, o incluso para nosotros que hemos crecido con internet y bajándonos cosas gratis, es difícil de entender, sobre todo cuando existen cosas como Spotify, donde casi ni siquiera pagas por escuchar la música. Cambiar esa forma de pensar es difícil, incluso con la pandemia, que ha provocado que el flujo de dinero baje. Nosotros todavía estamos aprendiendo, sobre todo cuando te toca hacerlo a ti…
¿En qué sentido? A: En el que te das cuenta de todo lo que le cuesta a gente como Boiler Room hacer el trabajo: grabación, edición, iluminación, visuales… Cuando empiezas a sumar todos estos costes te das cuenta de que los de Boiler Room han tenido que trabajar muy duro, y es algo que en la mayoría de los casos ofrecen gratis.
En mi opinión personal, creo que la gente se va a tener que acostumbrar a pagar por este tipo de acciones, como pagamos ahora por Netflix o HBO. ¿Cómo lo veis? M: La cosa es que, a pesar de que nosotros hicimos un streaming de pago con DICE, como bien decías, a penas hay ganancia monetaria de una acción de este tipo. Por eso no nos imaginamos cómo algo así se puede hacer de forma regular. Nosotros, por ejemplo, pasamos tres meses montando nuestro directo. Una vez ha salido en un streaming, la gente lo ve una vez y ya está. Se fue.
Porque normalmente cuando nosotros preparamos un directo, estamos de tour durante un año, tocamos en
Madrid, Barcelona, Paris, Berlín, para que la gente lo vea y experimente en diferentes sitios… A: Es como si te compras el DVD de un monólogo de un cómico. Luego, ¿qué sentido tiene ir a verle en directo contar los mismos chistes? M: No creo que algo así funcione, porque te pegas el trabajo de componer un nuevo directo para cada actuación, con el coste operativo de cada actuación… No sé si funcione a no ser que haya alguna gran marca detrás y eso al final corrompería un poco el arte. Es un buen extra, no podemos negarlo, pero no es una solución. Estamos en un periodo de constante evolución, así que veremos en qué acaba todo esto.
Cambiando de tema, vuestro sello, Feel My Bicep, sigue sacando a artistas interesantes y descubriendo talento, como Brassica, BDB, Hammer o James
Shinra. ¿Cómo está yendo? A: Ahora mismo estamos trabajando con muchos artistas emergentes, jóvenes, ayudándoles y sirviendo de mentores en sus primeros pasos, intentando promoverlos.
Nos enfocamos en la parte creativa y ayudándoles a planificar sus carreras, no solo a sacar en el sello. Estamos en el proceso de firmar más cosas y ahora que hemos sacado el disco nos pondremos más encima del sello.
También, con vuestras mixtapes, habéis conseguido ser prescriptores en lo que a nuevos talentos se refiere. Nosotros hemos tenido a REES en la revista, pero otros grandes nombres incluyen a Kassian,
Hammer, 808 State, Demuja o Bawrut. ¿Cómo es el proceso de curar esta serie? ¿Qué tiene que tener un artista para salir en vuestras mixtapes? M: En ese sentido, nos buscamos enfocar más en el mundo underground, no buscamos que sea una serie de mixes de grandes éxitos, sino que llamamos a artistas que nos parecen interesantes o que nos encontramos por el camino. También es cierto que ya no tenemos tiempo para estar encima del blog de la misma forma que antes… A: Los artistas que elegimos también sirven como curadores en cada uno de sus mixes, por lo que cada uno siempre es especial. Yo, por ejemplo, los tengo todos en mi teléfono y los voy escuchando asiduamente. Es genial hacer una curaduría propia, pero también es cierto que cada uno hace el mix con nuestro blog en mente, por lo que siempre acaba siendo una mezcla de rarezas que nos encanta.
Las autoridades británicas salieron diciendo que los profesionales de la industria tendrían que buscarse otro trabajo. ¿Habéis pensando en volver al diseño gráfico y a la ingeniería química, respectivamente? A Y M: ¡Ni locos! M: Vamos a dejar que se hunda el barco con nosotros dentro (risas).
Otra cosa que os va a afectar a vosotros y a artistas británicos (y europeos que quiera actuar en Reino
Unido) es el Brexit. Todos esperábamos que ocurriera un milagro y no se diese, pero ahora que es una realidad… ¿Qué pensáis? M: Es la peor noticia que nos podían haber dado. Es un infierno, aunque nosotros somos afortunados de tener también el pasaporte irlandés, que es europeo. Pero para vivir en Londres va a ser terrible. Nuestro gobierno nos ha jodido a lo grande. El mero hecho de que hayan negado la posibilidad de tener el visado especial de artistas que ofreció la UE es terrible. No entiendo su antipatía por el mundo de las artes. A: La narrativa en contra de la inmigración ha pesado demasiado y al final va a ser contraproducente para una economía avanzada, como se supone es la británica.
Creo que se han dado un tiro en el pie y tampoco les parece importar. M: Además, Europa ha sido nuestro pan, ha sido quien nos ha dado de comer. Bicep ha sido posible porque hemos podido hacer tours por Europa, de hecho la primera vez que tocamos fue en Barcelona. ¡Tocamos más en Europa que en Reino Unido! Ver que eso pueda ponerse en peligro es simplemente terrible y es algo que va a afectar mucho más a los artistas más jóvenes. Es algo que va a acabar destruyendo la economía de Reino Unido. Ya lo veremos con el tiempo.
Finalmente, chicos, ¿algún plan más para este 2021? M: Seguiremos componiendo música. ¡Mucha música! A: Estamos emocionados de poder empezar a enredar con los nuevos aparatos que nos hemos comprado y esperemos poder volver a tocar en directo lo antes posible.
¡Muchísimas gracias por vuestro tiempo, chicos! ¡Esperamos, de todo corazón, veros pronto viajando, y especialmente por España! ANDY Y MATT: ¡Gracias a vosotros! ¡Ha sido un placer! ¡Esperamos veros en Primavera o algún otro festival más pronto que tarde!