ELLA
Ella era fresca, saltaba como loca por la vida Atravesando jardines de extraños dueños Con sus senos al aire que eran el tormento de curiosos Fruta desprendida del árbol del paraíso Tiraba sus redes por la colina, Seductora, como agua abandonada en el desierto Corría por el sendero que va al bosque Dejando huellas de su cuerpo en el follaje Orgullosa de sus cantos cubiertos sus pies de hermosas sandalias Salía siempre con la luz del día Regresaba a casa sólo cuando las tinieblas Lanzaban sus misterios en la Noche cerrada Y las sombras se alargaban Los campesinos dormían con sus manos sufridas O rendidos por el trabajo y la ebriedad
Ese día, la hora cuando todas las casas estaban Durmiendo la siesta en medio del sopor de una tarde aciaga Oí su canto río abajo, un son adolorido Traía desgarrados sus jóvenes pechos, Como si hubiera salido de una trampa
Ya no era la mujer que conocía el arte de la vida Sino una ola cansada que llegaba a mi orilla Como cierva herida vagando por el bosque Algo había dañado su alegría 64