Bautista: un hombre de palabra
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Bautista: un hombre de palabra © Copyright 2017 Etel Carpi “Bautista: un hombre de palabra” Hecho el depósito que marca la Ley 11.723 ISBN: 978-987-656-344-4 Reservados todos los derechos. Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita del titular del "Copyright", bajo las sanciones establecidas por las leyes, la reproducción, almacenamiento o transmisión parcial o total de esta obra por cualquier medio mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia u otro procedimiento establecido o a establecerse, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo público.
Carpi, Etel Bautista : un hombre de palabra / Etel Carpi. - 1a ed . Junín : De Las Tres Lagunas, 2017. Libro digital, PDF Archivo Digital: descarga y online ISBN 978-987-656-344-4 1. Memoria. I. Título. CDD A863
Fotos: archivo personal de Bautista Carpi y Etel Carpi. Corrección: Etel Carpi.
Ediciones de las Tres Lagunas España 68 - Telefax 54-236-4631017 - Junín (6000) Pcia. de Buenos Aires - República Argentina E-mail: ediciones@delastreslagunas.com.ar www.delastreslagunas.com.ar
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DEDICATORIA A la memoria de Bautista Carpi: MI PADRE. Papá: a vos dedico este libro donde espero dejar un fiel registro de lo que fuiste y sembraste en mi vida con tu ejemplo magnífico de cómo vivirla. Pronto se cumplirán los 20 años de tu muerte y siento la necesidad que nunca antes había sentido, de indagar en las páginas de tu vida, donde me encontré al hacerlo, con tantas sorpresas, que cuanto más indago en el prolífero material de archivo que me legaste, más grande es la admiración que profeso por vos. Si bien en casi todos mis libros estás presente de una u otra forma, desde que comencé a editar, (aún estabas vos con vida), por lo tanto fuiste testigo de ello; hoy sé que llegó el momento de investigar todos los vericuetos por donde transitó tu existir, algo que nunca antes me animé, quizás porque no me sentía capacitada o con la necesidad interior de hacerlo. Además siempre supe que sería una tarea difícil, titánica, que me llevaría mucho tiempo y esfuerzo y yo no tenía ese tiempo, y tampoco me sentía en condiciones de hacer el esfuerzo. Sin embargo, hoy agradezco haber comenzado, porque es como una caja de pandora donde se puede encontrar de todo. Una tarea que me satisface, me hace sentir plena, y que al final por tu disciplina y tu orden, se me hace menos pesada y tediosa. El material es grande, tus archivos personales son inacabables, pero en ellos dejaste tu
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Bautista: un hombre de palabra huella, tu impronta, y si sabemos revisar una y otra vez, podemos encontrar cada detalle de tu vida y recrearla con rigor histórico como cuando estudiamos un personaje destacado de nuestra historia. Eso sos vos para mí: el personaje, el héroe de mi propia historia. No solo lo hago por mí, quiero legar a mis descendientes el ejemplo de “un hombre de palabra” a quien todos respetaban y valoraban. Sin que faltasen enemigos también, los que intentaron destruirte. En vos, también, deseo rendir un homenaje a todos los hombres y mujeres que llegaron desde lejos a nuestra Patria para “hacer la América”, construir el País que tenemos hoy con el aporte incondicional de su lucha y su trabajo fecundo. Vos fuiste un ejemplo perfecto de culto al estudio, al trabajo y al progreso basado en la perseverancia y la disciplina. Partiste de muy poco, de casi nada… pero con un gran aprendizaje que tu férrea voluntad fue acrecentando desde muy joven hasta obtener un gran desarrollo intelectual que con tu prolija y sana actitud de hombre honesto y sabio forjó su propio destino y marcó con su ejemplo el camino del mío.
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Papá a los 30 años. “Los que salen adelante en este mundo son personas no conformistas, que buscan las circunstancias que ellos desean, y cuando no las encuentran, las crean”. Bernard Shaw.
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Bautista: un hombre de palabra SOBRE EL TÍTULO DEL LIBRO
El título de este libro de la biografía Post Mortem de mi padre, nació de escuchar tantas veces lo mismo a todo aquel que le preguntaba, o simplemente lo recordaban por alguna circunstancia de la vida. “ES UN HOMBRE DE PALABRA”. Me lo decían a mí, a mi ex marido que llegó del exterior unos años antes de su muerte; y luego a mis suegros, cuando les tocó el turno de radicarse en Los Toldos y conocerlo, allá por el año 1992. Por lo tanto, ese y no otro, debía ser el título elegido para el libro dedicado a Bautista Carpi: mi padre. Etel.
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INTRODUCCIÓN Cuando pienso en mi padre, vienen a mi memoria en malón los recuerdos de días felices vividos a su lado, como un largo y fructífero aprendizaje. No era de hablar mucho, y eso me gustaba, porque siempre me gustó el silencio, indagar en mi fecundo mundo interior, y eso, él, lo respetó como nadie. Cuando pienso en mi padre, me invade la misma sensación de plenitud de los días de mi infancia en que salía a la vereda para esperarlo llegar desde su “escritorio” (como él llamaba a su lugar de trabajo), cayendo la noche, cuando lo veía doblar la esquina “de Tresols” (*) mi corazón se sosegaba y podía respirar tranquila. Había una inquietud extraña en mí cuando no estaba; él viajaba mucho a “la capital” y se ausentaba a veces por días. A pesar de que mamá estaba siempre para cuidarme, vivía deseando que papá regresara para sentir esa sensación de seguridad que sólo su presencia me inspiraba; a tal punto, que siempre supe (y no me equivoqué, cuando crecí y nos animamos a los viajes de aventuras) que a su lado nunca podría pasarme nada grave. Con su sola presencia, él daba impulso a todo lo que me proponía, alejando los peligros y posibles fracasos.
(*) Ángel Tresols (Mueblería). En calle Coliqueo, casi esquina con Alsina.
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Bautista: un hombre de palabra Cuando pienso en mi padre, lo recuerdo leyendo los cuentos que alimentaron mi fantasía creativa para un futuro que yo no imaginé entonces en el mundo del arte. Lo recuerdo fomentando el gusto por la pintura, por la poesía, por la música… aunque él estaba en las antípodas de ese mundo. Simplemente, porque seguramente intuía mis aptitudes para ello. También mi amor por la naturaleza nació de su mano, cuando me llevaba siempre “al campo” (ya hablaré en extenso sobre lo que llamé “mi lugar” más adelante), dándome la posibilidad de vivenciar ese contacto con lo simple, noble, puro y supremo que la naturaleza despierta en los seres sensibles, como sin duda él sabía que era yo. Ahí estábamos, caminando solos, en silencio; caminando juntos, escuchando los sonidos del viento y de los pájaros, unidos por el hilo invisible del amor bajo el implacable sol del verano o la crujiente escarcha del invierno. Ahora pienso: “¿qué veía mi padre en mí?, ¿me vería entonces como yo recuerdo esos momentos sublimes?, ¿mi presencia sería una compañía, un orgullo, un alivio?”. Ahí estábamos, lejos de todo, unidos y a gusto. En el pueblo nos esperaba el acogedor espacio del hogar con la mesa servida adornada con la sabrosa comida que nos preparaba mamá, la que sin duda fue “su compañera ideal”.
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Bautista: un hombre de palabra En mi recuerdo, solo acuden momentos plenos, de esos que cuando más pasa el tiempo, más se reconocen como de auténtica felicidad y no es que se añoren, simplemente nos colman de dicha y nos impulsan a seguir el camino elegido en nuestra vida, más allá de cumplir todos los sueños. Cuando pienso en mi padre, viene a mi memoria el terrible dolor que llegó después de su muerte. El día gris de otoño que tuve que despedirme de él en esa deprimente habitación de la clínica donde ya había ingresado varias veces en los últimos días. Aunque la partida de su cuerpo (su alma siempre está conmigo), resultó un alivio que daba fin al sufrimiento, fue difícil acostumbrarme a no tener más su compañía y la seguridad que me inspiraba su presencia. Además, coincidía con otra gran pérdida en mi vida: la separación de mi esposo. Entonces, fue comenzar a barajar de nuevo, parada sobre una ciénaga que quería chuparme y de la que luché varios años hasta poder liberarme y respirar el aire purificador de la superficie. Por todo lo que representó BAUTISTA en mi vida, por su impronta de hombre honesto, disciplinado, trabajador incansable, luchador, íntegro, austero, “de palabra”… hombre cuya sabiduría marcó mi camino, lo que soy; por todo eso y mucho más, es que decidí contar su vida y en esta empresa que durante años imaginé imposible, surgió también una buena porción de la historia de mi pueblo: “mi lugar”, donde nació él un 13 de mayo de 1913. Su muerte: 17 de abril de 1998. Es decir: su vida me permitirá narrar de aquí en más casi un siglo de fecunda historia de LOS TOLDOS, una ciudad hoy, como tantas de nuestra fértil llanura Página 11
Bautista: un hombre de palabra PAMPEANA, donde un montón de inmigrantes llegaron para construir su futuro que soñaron de prosperidad, y que si lo lograron no fue sin grandes sacrificios. Un lugar donde también tuvieron que unirse a la cultura de los habitantes autóctonos u “originarios” como se los conoce ahora, y convivir con ellos con toda la carga de prejuicios que existían en los comienzos del siglo XX.
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FAMILIA
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Primeros lotes vendidos por E. Urquizo del naciente Los Toldos.
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Bautista: un hombre de palabra Los datos de mi abuelo José Carpe (significa “Cosecha el día”, según el poeta Romano Horacio), los pude obtener del libro de Don Electo Urquizo (1914): “LOS TOLDOS, MI HIJO”, recopilación del Padre Meinrado Hux. Vecino del fundador, fue testigo privilegiado de la colocación de la piedra fundamental el día 2 de noviembre de 1892, cuando se inicia la construcción de la casa comercial “EL ARGENTINO” (hoy Estación de Servicio OIL). Dice Urquizo de José Carpe, (apellido que derivó en Carpi o tal vez fue mal anotado por Urquizo), cuando años más tarde le compró unos cuantos lotes del naciente Los Toldos: “Italiano, Jornalero, Comerciante, Casado, nacido en 1860 en POVILIO, provincia de Reggio Emilia”. (Región de la Emilia-Romaña por donde corre el río Po). Hay 45 municipios en la provincia. En el 2012 tenía 534.598 habitantes, en una superficie de 2.293 km2. Una curiosidad: en la provincia de Módena, hay una ciudad de 67.000 habitantes llamada CARPI. Es un centro dedicado a las actividades industriales, artesanales, los intercambios culturales y comerciales. Y se encuentra también en esa ciudad un hospedaje llamado CARPI y un club de fútbol Carpi. El nombre de Carpi deriva de carpinus betulus, un árbol particularmente extendido en la época medieval en la región del valle del Po. En tiempos prehistóricos fue un asentamiento de la Cultura de Villanova. La ciudad recibió una Medalla de Plata al Valor Militar, debido a su participación en la resistencia contra la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial.
En otro fragmento dice E. Urquizo: “Hijo de Bautista Carpe, soldado benemérito de su Patria. José, al llegar a lo que sería Los toldos, fue peón de albañil y más tarde,
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Bautista: un hombre de palabra empleado de la casa MURIEL (a quien el mismo José Carpe le vende el solar que años antes le había comprado a Urquizo, allí estuvo luego LA CHINITA en 1913 -año de nacimiento de mi padre-, la Cooperativa Rural fundada en 1819 y hoy Ferretería y artículos rurales Rey) y luego acopiador”. “Adquirió bienestar debido a su vida austera y a fuerza de ahorrar. Era un vecino pacífico y trabajador, sin duda, uno de los primeros pobladores de Los Toldos”. Justamente, en la reseña de Urquizo, figura como el comprador Nº 47 del 11 de diciembre de 1893. Adquiere el solar 1, manzana 26, 40x40m pagaderos en un año a $200 m/n. En calle Mitre y Coronel Falcon. Y allí es el primer domicilio de mi padre cuando saca su libreta de Enrolamiento en 1931: Bartolomé Mitre 13. Las alturas cambiaron más adelante, por lo tanto ahora no coinciden. Donde sería Mitre 13 en la actualidad, en el primer loteo de E. Urquizo era zona de quintas. Al igual que la zona donde estoy viviendo ahora adquirida por papá en los años ´50. El 9 de diciembre de 1895 compra el solar 1, manzana 111 (calle Avellaneda y Electo Urquizo, 40x40m a $200 m/n con un plazo para pagar de 3 años). Pero en 1897 lo vende en $1.000 m/n a Gallo Llorente y Felipe Muriel. La casa Muriel fue durante muchos años una gran competencia para EL ARGENTINO. Y como dije antes, el abuelo José era empleado en esa casa. El 13 de abril de 1897 compra el solar 2, manzana 107, 40x40m a $ 300 m/n. Calle Eva perón y España.
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Bautista: un hombre de palabra Más adelante le compra a Blas Basile (primer comprador en 1897) de la que durante años se conoció como QUINTA CARPI (quinta nº 1 entre las calles José Hernández, Tacuarí, Aristóbulo del Valle y Falcón. 122x180 m. Pagó en 1903, $1.200 m/n. El 30 de junio de 1904 compra el solar 2, manzana 25, 40x40m a $400 m/n. Hoy calle Mitre y Coronel Falcón (enfrente del que compró primero). Casado con Helena (Elena) Del Águila (Deláguila), Italiana, de Nápoles. Ella tenía 20 años menos que José, quien muere en el año 1941 a los 82 años de edad. En 1965, a los 84 años muere Elena. Yo era muy pequeña entonces, tengo un borroso recuerdo de ella.
La abuela Elena Del Águila.
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Bautista: un hombre de palabra Cuento todo esto porque revisando la vida de mi padre me doy cuenta que siguió bastante el ejemplo de su padre José en cuanto a invertir en tierra, y en el caso de papá, en propiedades también. Mi abuelo José, sin duda, fue una persona muy importante en aquel naciente pueblo y también debe haber valorado mucho a su hijo número 8 porque le puso Bautista, como se llamaba su padre, que viene a ser mi bisabuelo. Yo no llegué a conocer a mi abuelo (a ninguno de los dos abuelos llegué a conocer), pero sí a mi abuela Elena, aunque no por muchos años ya que falleció cuando yo era niña. Pero me queda algún recuerdo de ella. En cuanto a José Carpe (o Carpi), fallece el 4 de julio de 1941 (según consta en su tumba), aunque difiere de lo que dice la partida de matrimonio de mis padres (4-7-1951), donde además dice que fue COMERCIANTE. Y prefiero basarme en la primera, ya que en aquella época vivir 91 años era demasiado. Papá es el octavo hijo del matrimonio. Nace el 13 de mayo de 1913. (El 13 es un número que siempre lo va a acompañar a él, a mí y a mi hija, porque los tres tenemos el 13 en nuestros documentos). Tenía 12 hermanos (todos fallecidos). José, el mayor (nacido a fines de la década de 1890) era comerciante y tenía un boliche (pulpería) justo a la salida del pueblo hacia LA TRIBU, donde hoy está el Monumento al indio. He escuchado versiones que por allí pasaban los indios y criollos, se emborrachaban y se armaban grandes peleas donde no faltaban las armas
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Bautista: un hombre de palabra blancas. José se casó con una mujer mapuche y tuvo 3 hijos, a dos de ellos llegué a conocerlos cuando venían de visita desde Luján donde vivían. Inocencio, nacido en 1901 le seguía a José, muy poco se supo de él porque se fue del pueblo y nunca más lo volvimos a ver. Aunque se encuentra en una de las tumbas de la familia Carpi en el Cementerio local. Carlos fue uno de los tíos mayores que más traté. Era albañil, formó parte de la gente que papá contrató en el año 1950 para la construcción de la casa donde vivió al casarse y donde yo crecí. Hoy: LA ÑATA. Nunca se casó aunque tuvo pareja, no dejó descendencia y recuerdo que ya grande, lo visitábamos en la Granja Hogar donde vivía. Su casa de toda la vida se encontraba donde hoy está MADERARTE en la calle Tapera de Díaz. Dominga y Chocha, las dos hermanas solteras que al igual que José e Inocencio no llegué a conocer. Dominga estaba paralítica, nunca indagué el por qué. Sí me consta, por cartas de mi padre a mi madre que él, se encargaba de su salud e intentó un milagro en las aguas curativas de la Laguna Epecuén donde viajaba en aquel entonces 12 horas en tren para que la trataran, pero sin duda no tuvo éxito. Ella murió joven. Al igual que Chocha, que otra enfermedad que yo desconozco la mató siendo también muy joven. Elena en cambio vivió muchos años, se casó y vivió detrás de la Estación un tiempo, luego se fue a vivir a Buenos Aires, en Devoto. No tuvo hijos. Con esa tía tuve bastante contacto, pues a su casa íbamos a Página 19
Bautista: un hombre de palabra quedarnos en los paseos a la capital y cuando yo ingresé al Conservatorio Nacional paraba en su casa (para entonces ya era viuda), hasta que luego acondicionamos el departamentito “del medio” como le decíamos, cuando el inquilino lo dejó. Eran esos edificios de propiedad horizontal con un pasillo largo: papá los había comprado en Sociedad con el marido de Elena, eran tres departamentos: uno al frente, el del medio y el del fondo donde vivían mis tíos. Recuerdo de ese lugar que tenía un gran terreno con higueras y limoneros, además de un gran parral. A Elena le gustaba hacer quinta, así que guardo gratos recuerdos de una magnífica quinta en Buenos Aires. ¡La panzada de higos que nos hacíamos en verano! Eran maravillosos tiempos aquellos. La uva del parral era la llamada Chinche, muy rica. Mi tía Elena, al igual que Carlos, terminó su existencia en la Granja Hogar, (aún están las boletas de pago que hacía mi padre), pues él se hizo cargo de ella cuando quedó viuda, como también antes se había hecho cargo de Dominga y de Chocha, y más tarde lo haría de Luis. Un dato: el domicilio de esa propiedad es Melincué 4246. Y es éste el último cambio de domicilio que figura en la Libreta de Enrolamiento de papá, data del año 1982. Me acuerdo que lo hizo para poder ser atendido en Buenos Aires por el Pami. El problema fue cuando tuvo que votar en 1983, recuerdo que él votaba temprano allá y viajábamos luego a Los Toldos donde votaba yo a la tarde. Luego, al no tener más obligación por pasar los 70 años, decidió no votar más.
Diferente fue la relación con la otra tía: MARUCA o María. Casada con Idone, tuvo dos hijos varones: Miguel Ángel (el doctor) y Ricardo. Cuando quedó viuda, su inclinación al alcohol la llevó a tener
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Bautista: un hombre de palabra problemas con la familia. Durante un tiempo Elena le dio albergue en su casa de Buenos Aires, barrio de Devoto, pero cuando no la pudo controlar más, terminó en la Granja Hogar. Mi relación con ella no fue la mejor. Más chico que papá era Luis (1918), comerciante, casado, con dos hijos varones: Juan Carlos y José Luis. Con él también tuve más relación y lo veía seguido, incluso comprábamos en su negocio de la Avenida San Martín. Falleció joven y al igual que María, tuvo problemas con el alcohol. De su salud cuando estuvo internado en Buenos Aires y de su traslado después de su muerte se hizo cargo papá, para entonces, estaba separado de su mujer. El otro hermano más chico era Ángel. Un tío muy presente para mí; casado, con un hijo: Daniel. Siempre vivieron en Junín, y era empleado de Vialidad Provincial. Nuestra relación con su familia fue muy estrecha durante años en los que visitábamos frecuentemente su casa y donde jugaba con mi primo Daniel, quien tiene un año más que yo. Guardo muy gratos recuerdos de nuestra infancia y hoy, después de años separados, nos pudimos reencontrar, y ambos compartimos la pasión por las letras. Mi primo tiene 4 libros editados de relatos y poemas. Por último, los mellizos: Enrique, nacido en 1920 (su mellizo Juan Carlos falleció a los 16 años); también comerciante, como Luis, tenía su negocio en la Avenida San Martín, antes de las vías del ferrocarril. Casado, con una hija: Marta. Él era el hermano con el que más tiempo estaba papá, compartían muchas cosas en
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Bautista: un hombre de palabra común, hasta los negocios. Enrique fue el tío al que yo siempre podía acudir cuando algo le pasaba a mi padre y sentía que debía pedir ayuda. Él siempre estaba para apoyarme y guiarme por el camino correcto. Esta es la síntesis de la familia de mi padre; a algunos ni los conocí y otros estuvieron más presentes en mi vida, hasta el momento de su muerte.
Elena con su esposo Miguel De Luca en Buenos Aires.
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Dominga, Chocha y María (Maruca) con su hijo Miguel Ángel.
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Enrique con su esposa Élida.
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Ă ngel con su esposa Ida.
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La Villa Epecuén en los años 80. Totalmente inundada por las aguas de la Laguna. Lo que en aquellos años 40/50 era un próspero lugar donde acudía mucha gente a tratarse distintas dolencias, debido a las cualidades curativas de sus aguas, hoy: ya no existe. Foto tomada por mí en el regreso de uno de mis viajes al Sur. (Año 1982).
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ORDENANDO UN POCO SU VIDA
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Bautista: un hombre de palabra Estudiando e investigando las distintas actividades de mi padre en el transcurso de su vida me he encontrado con muchas sorpresas y documentos importantes. No resultó fácil para mí ordenar todo el prolífero material para que el lector entienda el desarrollo de la misma y el vínculo que me une a él. Quien era una persona sumamente reservada, que no contaba sus cosas salvo que uno indagara profundamente. Y eso no se me daba a mí, me bastaba con tenerlo cerca y disfrutar de sus conocimientos y apertura de mente para incorporar nuevos. Por lo tanto, si bien intuía la mayoría de sus gustos y la férrea cultura del trabajo que poseía, muchas cosas las descubrí en los últimos años poniéndome a ordenar la inmensa cantidad de papeles de sus archivos y descubrir documentos invalorables para mí, como son las cartas que se escribía con mi madre cuando se ausentaba frecuentemente del pueblo por razones que ya explicaré, en todo el transcurso del largo noviazgo que vivieron. Con todo el material fotográfico y documentación que me legó, más la investigación que realicé para complementar los datos que no surgían de allí, pude armar una biografía acertada de su vida, que les presentaré de aquí en adelante. Para ello, la voy a dividir en cuatro etapas importantes que tienen que ver con distintos trabajos realizados a lo largo de su existencia. Recordando que se inició muy jovencito en el trabajo. Lo primero que hizo: fue Monaguillo en la Iglesia del pueblo, solía contarme que le gustaba mucho ayudar al párroco a preparar las misas y esas cosas. No era profundamente religioso, pero creía en Dios. Página 29
Bautista: un hombre de palabra Tuvo la suerte de no hacer el Servicio Militar por bolilla baja (así dice en su libreta de enrolamiento). También se dedicó al fútbol, siendo muy joven, algo que detallaré en un capítulo especial. En alguna etapa de su vida coleccionó estampillas de correo, pero solo encontré algunas que usé para un collage. Tenía gran afición por escuchar radios del extranjero en un aparato muy antiguo que captaba la onda corta. Había hecho instalar una antena en el techo de la casa que alguna vez despertó mi curiosidad. Esa afición me la contagió cuando algunos años empecé a escuchar y buscar amistades por todo el mundo con ese medio de comunicación. La antigua radio, cuando él falleció, me la pidió mi primo Víctor, quien hasta el día de hoy la conserva en su casa. Las cuatro etapas importantes que quiero destacar y tratar aquí en forma detallada son: 1- Años 1930 (tenía 17 años), a 1956 (43 años) trabaja en la Municipalidad de General Viamonte. Ingresa como Ordenanza, y va ascendiendo rápidamente hasta ContadorTesorero. 2- Años 1946 (33 años) a 1968 (55 años) funda la “casa de remates” como le decía él; Carpi & Compañía, con dos socios más. Sociedad que termina de liquidar en el año 1970. Negocio ubicado en la esquina de Italia y Uruguay. 3- Años 1968 (55 años), hasta su muerte en el año 1998 (85 años), se dedica a la actividad agropecuaria, cuando al fin (después de varios
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Bautista: un hombre de palabra litigios por ocupación) recupera el campo adquirido en 1947 y que termina de pagar en 1962, con bastantes problemas de por medio. 4- Años 1975 (62 años) a 1989 (76 años), se dedica a los viajes de aventura e investigación en apoyo de su hija que vengo a ser yo. Como podrán observar, ha tenido una vida muy fructífera, basada en una gran constancia y dedicación al trabajo, férreo defensor de la cultura del mismo y de mente abierta para aprender de todo. En el apéndice final transcribiré el texto con que cerró las clases que cuando yo tenía 11 años me impartió de Dactilografía (*) y que ha sido lo más valioso porque me sirvió años después, en distintas actividades periodísticas y de escritura que realicé. He de complementar todo esto, con algunos capítulos dedicados a su etapa de noviazgo y matrimonio con Virginia Amante, su interés e incursión en política, sus conocimientos de la medicina natural, y también la afición que tenía por los autos, y por eso aprendió también mecánica y luego fue tan valioso en los viajes míos de investigación cuando teníamos que andar por lugares solitarios, peligrosos y hostiles, como ya he relatado en mi libro de viajes EVOCACIONES DE UNA VIAJERA, que la mayoría de mis lectores recordarán. Al final del libro, creo importante agregar documentación de interés para la historia de la
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Bautista: un hombre de palabra época en que vivió, costumbres y cosas que hacían a la vida de nuestro pueblo, como así también la importante bibliografía consultada para rastrear la historia de mis abuelos, inmigrantes italianos.
(*)La dactilografía enseña a escribir a máquina (luego el teclado de la computadora), rápido y sin mirar las teclas, ubicando cada dedo en la correspondiente.
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PAPÁ… Y EL FUTBOL
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Bautista: un hombre de palabra Fue un gran aficionado del fútbol, deporte que practicó en su juventud, desempeñándose como arquero del Club Viamonte de nuestra ciudad. Según comentarios de la familia, lo hacía muy bien. De su paso por este deporte he podido rescatar fotos de su desempeño (página anterior), y posando con sus compañeros. Me han comentado que su nombre está grabado en la cancha de Viamonte, junto con otros jugadores.
En el ámbito nacional, su club preferido fue Independiente. Recuerdo muy bien cómo seguía por radio la transmisión de los partidos cuando “El Rey de copas” (como se lo conocía) jugaba la Libertadores y el gordo Muñoz gritaba los goles. Era un gran admirador de éste magnífico relator. Yo compartía con él esos momentos de felicidad o también de frustración, cuando algo salía mal y el equipo no ganaba.
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Bautista: un hombre de palabra Fue sin duda un apasionado de ese deporte, pero no un fanático. Disfrutaba o sufría con la Selección Argentina y me contagió su pasión por los mundiales, realmente guardo gratísimos recuerdos de ver los partidos de la Selección Argentina a su lado, sus comentarios eran muy acertados y aprendí mucho de esos momentos, además de disfrutar en familia los triunfos de la selección en los mundiales del ’78 y del ´86. Aunque también vivimos varias frustraciones por la mala actuación en otros. Siempre me inculcó el amor al deporte, y por eso, en el futuro, pude disfrutar con el juego a pesar de que salí muy poco deportista. Salvo alguna etapa de mi vida donde practiqué algo de tenis y de paddle. Hasta el día de hoy me gusta, me entretiene, me hace bien ver los partidos de tenis por T.V., claro que siempre que puedo estar tranquila un rato largo, lo que no suele ser tan fácil. Pero es sin dudas, mi deporte favorito.
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PAPÁ … Y LA POLÍTICA
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Una de las pocas fotos que encontrĂŠ de un acto en la plaza en los aĂąos 40.
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Bautista: un hombre de palabra Entre los años ´40 y ´50, época que formaba parte del equipo de gobierno de turno en la Municipalidad, cuando a los Intendentes se les llamaba “Comisionados”, con el cargo de CONTADORTESORERO; tuvo oportunidad de participar en política, algo que realmente le apasionaba y que era materia de conversación constante en sus charlas con hermanos y amigos. Sabía mucho, no era fanático de ningún partido político y aunque simpatizaba con el General Perón, también estaba abierto a otras ideas si él las consideraba apropiadas. Admiró mucho a Ricardo Alfonsín, y lo he escuchado hablar muy bien de Arturo Frondizi y tenía sus pensamientos sobre Arturo Illia. A ésta altura, podrían pensar que fue Radical, sin embargo, estuvo afiliado durante años al Partido Peronista. Quizás se debía, más que nada a su relación de amistad con la familia Duarte Ibarguren. Creció cerca de esa familia, conoció a Eva Perón, quien tenía 6 años menos que él, pero se veían porque Bautista era muy amigo de su hermano Juan Ramón Duarte Ibarguren (Juanito, como lo llamaba) quien nace en 1914 (un año después que papá). Por lo tanto, (esto sí me lo contó él), eran compañeros de Escuela en la Nº 1 (que hoy es el Jardín 901, en calle Mitre, frente a la Plaza Bernardino Rivadavia). Hay que tener en cuenta que quedaba muy cerca de su primera vivienda en Mitre 13 (altura del naciente pueblo, luego cambió). Eran también compañeros de juegos en esos primeros años de la infancia, años de la familia Duarte en Los Toldos. Juan Duarte, que fue secretario privado del general Domingo Perón, muere en Buenos Aires en 1952 (año Página 39
Bautista: un hombre de palabra del casamiento de papá y mamá). Y en esos años previos, desde 1946 que asume Perón la Presidencia, mantenía un contacto permanente con mi padre, quien realizaba viajes muy frecuentes a la Capital.
Papá en el Puerto de Buenos Aires, foto del año 1947.
En una carta que mamá le envía en mayo de 1946 le dice que aunque lo extraña mucho, espere la asunción de Perón al gobierno. Él le contesta con otra fechada el 29 de mayo donde le dice que se quedará hasta después del 4 de junio (fecha que asume el General Domingo Perón la primera presidencia con el 83% de participación del padrón electoral). En otra carta de julio en que le escribe a su novia (Virginia-mi madre), está nuevamente en Buenos Aires para participar del desfile militar del 9 de julio.
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Bautista: un hombre de palabra Y así, en varias cartas de esos años previos al casamiento, le va comentando sus pasos por la Capital y también viajes por otros lugares de la provincia de Buenos Aires, realizados por motivos que hacían a la salud de sus hermanas. En el año 1947 se afilia al Partido Peronista. En el año 1952 le dan una libreta. Ambas están en mi poder, y las podrán ver en la documentación de interés general que se adjunta al final del libro. No pude especificar bien las fechas porque hay cartas faltantes con mamá, especialmente las de ella. Pero por conversaciones que tuve oportunidad de tener con mi madre, después de la muerte de papá (1998), supe que entre esos años (1946-1950) Juan Duarte le había ofrecido trabajar en algún cargo importante en el gobierno del General. Tampoco sé si por pedido de éste o por propia iniciativa de su amigo. Cargo, -según me contó mi madre- que él no pudo aceptar ya que enfermó de gravedad y a punto estuvo de morir. Es probable, que por tanto trabajo que realizaba en esos años, a lo que se sumaba las horas que pasaba estudiando por su cuenta en el lugar “escritorio” (según él) que es el mismo lugar que yo llamé después “mi taller creativo” porque allí tenía, (tengo todavía) el taller de pintura y lugar para estudiar y escribir, en Uruguay 116. Fue un autodidacta en abogacía, contaduría, administración, política tributaria, negocios inmobiliarios y sí tenía el título de maestro dactilógrafo, y él mismo decía ser Martillero Público.
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Bautista: un hombre de palabra Según mamá, era una locura tanta actividad. Tal vez, por eso sufrió entonces de una úlcera duodenal con abundante sangrado, tal vez por la perforación en la cavidad estomacal, que puede dar lugar a una inflamación del peritoneo (peritonitis). Si bien hoy, el tratamiento es sencillo y rápido, en aquella época la medicina no contaba con los medios de los que hoy se vale para curarla y prevenirla. Me contó mamá que papá fue enviado de urgencia a la Capital, y que el riesgo de muerte en su traslado era alto, por la hemorragia. Pero el destino quiso que viviese, fue hospitalizado por un largo período de tiempo y cuando obtuvo el alta, estaba muy débil. Recuperarse le llevó meses y un metódico tratamiento a base de leche que él seguía al pie de la letra, incluso, cuenta mamá- sus hermanas o ella le llevaban la leche a su trabajo en la Municipalidad. Por supuesto que debió parar en el estudio, hacer más reposo y olvidarse de la política. Mamá me decía que ese episodio extremo de su vida donde casi la pierde, marcó el final de su carrera política. Porque ella creía, más bien estaba segura, que él hubiese aceptado el cargo que se le ofrecía y entonces… otra sería la historia de vida, no solo de ellos dos, sino también, quizás, la futura mía, si es que llegaba a nacer. De todas maneras, nunca se alejó definitivamente del quehacer político, al menos, acá en el pueblo, y mientras duró su cargo de Funcionario Público. Yo guardo un recuerdo muy especial cuando nuestro País retoma la democracia (1983). En esos años en los
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Bautista: un hombre de palabra que estaba dedicado a los viajes míos por las rutas Argentinas, llegó a nuestra casa, un grupo de afiliados al Peronismo, encabezados por el futuro Intendente Carmelo Cotroneo (*); para hablar con él (quien rondaba los 70 años), para convencerlo de ponerse al frente de no sé qué tarea dentro del partido. Mamá y yo, que estábamos en la cocina, no podíamos escuchar todo. Pero sí escuché claramente cuando papá les dijo muy convencido: “Es un honor para mí que me hayan tenido en cuenta, pero en estos momentos estoy completamente dedicado a acompañar a mi hija en sus viajes de investigación; lo lamento, pero soy un poco grande para dedicarme a dos cosas importantes al mismo tiempo”. Esas palabras no las olvidaré jamás, sus visitantes se fueron bastante decepcionados, pero yo tuve la certificación del compromiso y del amor infinito que ese hombre tenía por su hija y del orgullo que sentía por la tarea que realizaba, aunque fuese tan distinta a la que él, tal vez, hubiera deseado para mí. En esos años, yo estaba entregada a la investigación de nuestra Fauna Austral, a pintar paisajes, a aprender de la naturaleza, a recrearla, a escribir, a estudiar… y en eso no difería mucho de lo que él hacía en su juventud: estudiar duro y trabajar duro. Me llegaban presentaciones diversas de charlas en escuelas y otros lugares, y si no hubiera sido por su apoyo incondicional, nunca sería lo que soy hoy. Por eso mi admiración, respeto y agradecimiento eterno a ese hombre magnífico en todos los aspectos, que fue mi padre, un ser íntegro, honesto, sincero y trabajador. Mi héroe, mi ídolo, el tesoro más valioso que guardo en mi corazón.
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Bautista: un hombre de palabra La mejor herencia que me dejó, es la capacidad infinita para estudiar y trabajar todos los días de la vida con entusiasmo, y siguiendo el camino trazado hasta llegar a la meta. Y que en eso, nada más que en eso, se basa la grandeza del ser humano. Bautista: ser multifacético que me legó ese ejemplo, ejemplo que en todos los actos de mi vida, trataré también de legar a mi hija. (*) Carmelo Cotroneo. Intendente entre el 12/1987 y el 12/1991. Desde el 83 al 87 estuvo Elio Torregiani (Radical). Entre esos años Carmelo Cotroneo visitó a papá con una propuesta.
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PAPÁ…
FUNCONARIO PÚBLICO
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Bautista trabajando en la Municipalidad, y con su grupo de colaboradores.
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Bautista: un hombre de palabra Sin lugar a dudas, considero que la actividad más importante de mi padre ha sido la de CONTADORTESORERO de la Municipalidad de General Viamonte. 60 años después de su alejamiento, me he enterado que su método seguía aplicándose en contaduría. No hay persona que lo haya conocido trabajar allí que no hable maravillas de él. Revisando los periódicos de la época, que aún están en casa (ya que él los coleccionaba), un buen número encuadernado y en perfecto estado, los doné al Museo de Arte e Historia en nombre suyo, con dedicatoria. Sin embargo, tuve el buen tino de conservar los más importantes, donde se comenta sobre su paso como Funcionario Público. Desde el año 1930 hasta el año 1956 que deja la Municipalidad, pasaron unos cuantos COMISIONADOS (como se les llamó en esa época a los Intendentes) y siempre fue mantenido en el cargo, por la eficiencia y confianza plena que se le tenía. En una sola ocasión se habló (y salió publicado) que querían sacarlo, pero por la movida que hubo donde se juntaron muchas firmas, no se llevó a cabo su salida. Fue en la administración del Dr. Eduardo Martínez Boero (20/10/1943 al 16/2/1945). Al final del capítulo haré la lista de todos los Comisionados que pasaron mientras papá ocupaba su cargo.
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Hombre “prolijo y disciplinado” se puede leer en varios artículos que más adelante ampliaré transcribiendo textos que puedan interesar. También agregaré imágenes en la sección de documentos importantes.
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Parte del artículo que salió en el Periódico Acción.
Los datos que paso a detallar los obtuve de un documento que el Instituto de Previsión Social le envía ante un pedido que papá hace en el año 1951 (solicitud de préstamo en el Banco Hipotecario Nacional para edificar la casa que habitaría cuando se casa en 1952, ubicada en calle Alsina). Allí dice que ingresa el 1º de febrero de 1930. Pero más completo es el documento que le otorga la CONTADURÍA de la Municipalidad en el año 1957, cuando lo solicita para agregar al juicio que ese mismo año le inicia el esposo de la vendedora del campo (Sr. Candendo), lo que trataré en extenso en el capítulo correspondiente. Allí dice que ingresa el 1º de noviembre de 1930, como Mensajero del Registro Civil con un sueldo de $40 m/n. Su jefe era Arcadio Eroles. Es muy importante
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Bautista: un hombre de palabra el tema de las fechas, porque si ingresa en febrero, lo hace con 16 años, en cambio en noviembre, tendría 17. De todas maneras, comenzó a trabajar siendo muy joven; para entonces ya jugaba al fútbol en el Club Viamonte. Como dato de color agregaré que en los periódicos de 1940 indican que su ingreso es en el año 1932. Justamente en ese año (1-3-1932), pasa a ser Ordenanza del Honorable Consejo Deliberante, ganando $100 m/n. Era presidente Bartolomé Baulies y Secretario Andrés Iparraguirre. Estos datos son de CONTADURÍA, los que siguen así: -1-10-34. Auxiliar Dactilográfico (*) con un sueldo de $135 m/n. como auxiliar de guías y recaudaciones. (*) Habilidad de escribir a máquina rápido y sin mirar.
-Del 1-8-38 al 31-1-40 no presta servicios en la Municipalidad. La razón: es nombrado por el Ministerio de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires como Auxiliar 5º Registro General y Censo del 8/6/1938 al 26/10/1938 con un sueldo de $250 m/n. Y desde el 9/2/1939 al 31/1/1940 es Auxiliar 10º en el Registro General y Censo Permanente de la Población, su sueldo es de $250 m/n. El día 16/12/1938, el gobierno Provincial le da un diploma como Secretario en el Censo Permanente de la Población. El informe de Contaduría sigue así:
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Bautista: un hombre de palabra -Reingresa el día 1-2-1940. Pero lo hace como CONTADOR-TESORERO. Hasta el 31-12-53, su sueldo inicial era de $240m/n. y terminó con $1.000 m/n. -Del 1-4-1954 al 13-8-1956, desempeñó el cargo solo de CONTADOR con un sueldo de $1.000 m/n. a $1.400 m/n. Cesa en sus funciones el 13 de agosto de 1956 por decreto 183/56. (*) (*) Datos de Contaduría, fechados el 11-12-57 (yo nacería el día 1612-57, 5 días después). En el libro “General Viamonte a los 75 años de su autonomía”. Escuela Ed. Técnica Nº2. 1983 encontré que en esa fecha estaba Ismael Tartaglini, (desde octubre del ´55), quien es el que cesa el 29-10-56. Pero en el libro “Fotografías del Centenario” (2008), figura José María Dorronsoro (5/1955 a 10/1956 cuando cesa en sus funciones). LISTA DE INTENDENTES Y COMISIONADOS -Dr. Luis E. Vicini (Intendente), (1930-1933) y 1933-1935). Secretario Carlos Piñero. -Miguel Lastra (Comisionado), 1936-1938. -Pedro Pernichi (Comisionado interino), 9 al 11-1938. -Dr. Benito De Miguel (Comisionado), (1938-1940), papá estaba en Provincia. -Héctor J. Jáuregui (Comisionado), Secretario Manuel Portela. 1940. -Dr. Ramón Heubert (Comisionado), Secretario Daniel Dilagosto. 1940-1941. -Daniel Dilagosto (Comisionado), Marzo, Abril 1941.
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Bautista: un hombre de palabra -Bernardo Errecarte (Comisionado), Secretario Simón Varela. Abril a Octubre 1941. -Ramón Murganza (Comisionado), Octubre, Noviembre 1941. -Oscar Spiritoso (Comisionado), Secretario Saúl Lisazo. Nov. 1941 a Abril 1942. -Saúl Lizaso (Comisionado), Secretario A. G. Iparraguirre. Abril a Junio de 1942. -Miguel Lisazo (Intendente), Secretario Saúl Lisazo. Junio 1942 a Febrero 1943. -Oscar Spiritoso (Intendente interino). Secretario Saúl Lisazo. Febrero-Mayo 1943. -Adolfo Viana (Intendente), Secretario Saúl Lisazo. Mayo-Junio 1943. -Saúl Lisazo (Comisionado). Julio-Agosto 1943. -J.F. Fernández (Comisionado). Agosto-Noviembre 1943. -Dr. Eduardo Martínez Boero (Comisionado). Noviembre 1943 a febrero 1945. -Clemente Insussarry (Comisionado), Febrero a Junio 1945. -Luis Ricondo (Comisionado), Julio 1945 a Enero 1946. -Rufino Antonio Herce (Intendente). Febrero a Diciembre 1946 y luego 1973-1974. -José María Dorronsoro. (Intendente), 1947 hasta abril 1948. Mayo 1955 al 15 de octubre 1956. -Eduardo Brozzi. (Intendente), Mayo 1948 a abril 1952. -Juan A. Barreiro.( Intendente), Mayo 1952 a abril 1955.
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Bautista: un hombre de palabra -Ismael Tartaglini. (Comisionado), Octubre 15 al 28, 1956. Y luego 2 meses entre octubre y diciembre de 1965.
ARTÍCULOS PERIODÍSTICOS
Artículo del diario “Acción”. Año 1943.
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Bautista: un hombre de palabra EL CIERRE DEL EJERCICIO 1940 EXPRESA QUE HA HABIDO BUENA ADMINISTRACIÓN. Titular de EL MUNICIPIO del 1º DE Marzo de 1941. Allí se publica en la anteúltima página el Balance de comprobación y saldos correspondiente al mes de enero de 1941. Lleva la firma de Bautista Carpi (Contador Tesorero), Daniel Dilagosto (Secretario) y Ramón Heubert (Comisionado). En el balance de Tesorería surge un superávit de $21.990 en Banco Nación y efectivo en caja. “Los comprobantes de entradas y salidas se encuentran a disposición del contribuyente que desee revisarlos en la Contaduría Municipal”. Dice el informe. Dice El Municipio sobre papá: “Dn. Bautista Carpi, contador-tesorero de la municipalidad es un hijo del pueblo que ha hecho suya una sólida experiencia de oficinista. Empleado municipal desde el año 1932 (ya vimos que empezó en 1930), fue llevado durante la administración del Ing. Jáuregui a ocupar el mismo cargo que le confiara luego el Dr. Heubert. Hombre prolijo y disciplinado representa una garantía y una colaboración valiosísima para el Dr. Heubert.”. Luego dice: “HABLAN LOS NÚMEROS”. “El ejercicio 1940, recién cerrado, marca un superávit que prueba que las comunas, habiendo noble empeño de sus funcionarios, no tienen por qué flaquear en ningún instante”.
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Bautista: un hombre de palabra En EL MUNICIPIO del 21 de junio de 1941, en página 2 dedican una extensa nota al Municipio. Titulan: CON ACIERTO Y NOBLE EMPEÑO DE SUPERACIÓN VIENEN ACTUANDO LAS ACTUALES AUTORIDADES COMUNALES. Allí elogian la gestión de los últimos años y hablan de las “7 vacas gordas”. Al referirse a papá dicen: “El cargo de Contador Tesorero lo ocupa un hijo del pueblo, el señor Bautista Carpi, cuyas espléndidas condiciones las hemos resaltado en varias oportunidades”. Destacan también a sus colaboradores: Ramiro Requejo, Esteban Figoni y Raúl Gómez, quienes garanten con su eficiencia el rápido diligenciamiento de los asuntos que entran a Tesorería. Alejo Villaroel también estuvo con él, persona que llegué a conocer, lo unía una gran amistad con Bautista. Incluso mi tío Diego Amante (hermano menor de mamá), entró a la sección Catastro y su agradecimiento a papá fue permanente, porque él lo recomendó. En EL MUNICIPIO del 15 de diciembre de 1944 se preguntan: “¿SE QUIERE SACAR DE LA INTENDENCIA AL SEÑOR BAUTISTA CARPI?” “Ha llegado hasta nosotros el comentario de que se estarían buscando MOTIVOS para sacar de la Intendencia al contador tesorero de la misma Sr. Bautista Carpi. No sabemos el éxito que podrá tener quien se propone dejarlo cesante; pero sí sabemos y lo
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Bautista: un hombre de palabra sabe todo el pueblo, que el Sr. Carpi es uno de los más capaces y competentes empleados que ha tenido y tiene la comuna.” “Prueba esto que decimos, el respeto y la confianza que ha merecido en su cometido a todos los comisionados o intendentes que se han venido sucediendo, como así también, el concepto que mereció a los Contadores del Tribunal de Cuentas que juzgaron su labor con motivo de la compulsa de libros que realizaran en oportunidad de ser transmitido el mando municipal”. “Solamente una política mal interpretada, o lo que es lo mismo, una baja política muy en boga en otros tiempos puede ser la causa por la que se pretenda el despido de un empleado modelo.” “Digamos para refirmar el concepto del Sr. Carpi, que han pasado por la intendencia hombres que profesaban el ideal conservador y otros, cuya fe radical nadie pondrá en duda. Sin embargo, todos, respetaron y le brindaron al Sr. Carpi su confianza. ¡Es claro, que todos estos iban a gobernar para el pueblo y no a servir intereses mezquinos ni de comités, ni de camarillas!”
Me permito agregar para terminar éste capítulo, lo que decía el Comisionado Juan F. Fernández después de tener que abandonar su cargo por problemas de salud. Según lo que le manifiesta a papá en una carta firmada el 23 de octubre de 1943. Le dice:
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Bautista: un hombre de palabra “La fatalidad me priva del alto honor de cooperar con Uds. para llevar al más alto nivel a ese pedazo de nuestra querida Patria”. Más adelante se refiere a su sucesor Eduardo Martínez Boero: “Espero que el nuevo Comisionado luche por la grandeza y bienestar de ese pueblo y tenga la satisfacción de ver colmadas todas las aspiraciones”. También le dice: “Permítame que reafirme de todo corazón que los más sanos propósitos me animaron en todas las circunstancias en que tuve que actuar al frente de esa comuna”. Y se despide: “Acepte las seguridades de mi reconocimiento”.
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Bautista: un hombre de palabra La carta manuscrita del Comisionado Fernรกndez.
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PAPÁ…
MARTILLERO PÚBLICO
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Bautista: un hombre de palabra CARPI & COMPAÑÍA En el año 1946, cuando papá estaba en plena actividad política y ocupando el cargo de CONTADORTESORERO en la Municipalidad, como vimos en los capítulos anteriores; todavía le agregaría una actividad más a su agitada vida: la del comercio. Estudiando su historial he podido comprobar que los años más activos en la vida de mi padre fueron desde 1940 a 1965 (es decir, desde los 27 a los 52 años), etapa en la que consiguió un bienestar económico que le permitió como él solía decir: “un buen pasar” y que trató de inculcarme desde entonces, en la primera etapa de mi infancia, pues en el año 1965 yo tenía 7 años. Repasamos su etapa en la casa comercial CARPI & COMPAÑÍA. Es una Sociedad que nace el 27 de setiembre de 1946 con Bautista Carpi y Manuel Elustondo (ambos Martilleros Públicos). (*) El tercer socio era Alfredo Gowland.
(*) Mi padre se titula en 1950 como Martillero Público, aunque yo no he podido encontrar ningún documento que lo certifique.
El título de la sociedad era: SOCIEDAD COMERCIAL COLECTIVA. El contrato de creación dice lo siguiente:
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Bautista: un hombre de palabra “Para la explotación de una casa de remates, comisiones, consignaciones, representaciones, administración de propiedades y cualquier actividad afín”. Papá y Elustondo eran SOCIOS ADMINISTRADORES y estaban facultados para “adquirir bienes inmuebles, muebles, semovientes, por compra, permutas… los que podrán vender… cobrar y pagar deudas activas o pasivas. Aceptar, otorgar y firmar todas las escrituras públicas e instrumentos públicos y privados que se requieran”.
El 21 de junio de 1949 compran los 4 lotes en la calle Uruguay e Italia donde establecerían el negocio. Es la llamada Quinta 13, y donde hoy está mi casa. Antes de 1949, no tenían un lugar físico donde establecer el negocio; supongo que mi padre tendría su oficina en el domicilio que en esos años tenía en Alsina 702 (la esquina de Alsina y Pte. Perón en su momento, ahora es Alsina e Hipólito Irigoyen, donde está el registro del Automotor). Papá vivía allí desde el año 1943 con su madre y hermanas, los que después del fallecimiento de JOSÉ CARPI en 1941, dejaron Mitre 13, el domicilio que poseían en el primer lote que José compró a Urquizo, como vimos en el capítulo FAMILIA. Allí, en esa esquina, donde aún hoy se puede ver la casa antigua de la familia Carpi, vivió hasta el año 1952, cuando se casa con Virginia Amante (mi madre).
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Bautista: un hombre de palabra En el año 1954 Elustondo decide dejar la Sociedad, se establece en Buenos Aires, entonces el trabajo de administración se duplicó para papá. Por los libros de contabilidad que aún hoy pude encontrar entre sus cosas, el negocio andaba muy bien. Se habían comprado propiedades diversas, campos, terrenos, quintas, etc. Además, papá se dedicaba a la administración de campos, compra y venta de propiedades y terrenos, remates de todo tipo. Justamente en el año 1947 adquiere el campo y otras propiedades a la persona que le llevaba la administración de sus bienes desde el año 1943. Tema que trataré en el capítulo correspondiente. Mis recuerdos de aquellos años de mi infancia son bastante frondosos y entretenidos. Acompañaba a papá a visitar las distintas propiedades: casas, campos, quintas, terrenos, etc. Además de ir en sus periódicos viajes a pueblos vecinos como Bragado, Junín, Mercedes… para ver abogados y tratar con ellos los diversos asuntos que se le presentaban. Resultaría cansador para él, para mí eran paseos agradables donde con mamá caminábamos por las plazas o lo esperábamos en el auto tomando mate con facturas. Cuando ingresé a la escuela secundaria, me llevaba los libros para estudiar las lecciones mientras esperábamos a papá que visitara al abogado de turno en el pueblo vecino de Bragado o Junín. O cuando iba a los Tribunales de Mercedes. En Junín, la visita obligada era la casa de mi tío Ángel donde encontraba a Daniel, mi primo un año mayor que yo, y salíamos a bicicletear por las veredas y calles adoquinadas del barrio donde vivían, cerca del centro, pero en aquella época de gran Página 63
Bautista: un hombre de palabra tranquilidad para pasear y jugar. Eran tiempos de plena felicidad para mí, a pesar de tantos estudios con los que tenía que cumplir (para entonces estudiaba música, además de pintar), nunca dejaba de acompañar a papá, y no atendía las protestas de los maestros. Paralelamente a los negocios que tenía en Carpi & Compañía, Bautista hacía tiempo para llevar y sacar jubilaciones a un gran número de personas que confiaban en él por su eficiencia. He tenido que descartar de los archivos que tenía en casa (su escritorio de Uruguay 116), después que falleciera, pilas de expedientes con los nombres de las personas que obtenían su jubilación. Necesité hacerlo, porque había que hacer lugar en sus bibliotecas para los documentos importantes y para mi propio archivo de actividades que se fue abultando con el paso del tiempo. En eso… nos parecemos bastante. Sin embargo, conservo muchos libros de contabilidad y derecho de la biblioteca de papá. (Al final haré una lista de libros encontrados en su biblioteca). También tenía una colección de Boletines de la DGI (actual AFIP) que él coleccionaba, porque otro de los trabajos “extras” que hacía consistía en preparar sus propias declaraciones juradas de impuestos, de la Sociedad o cualquier otra persona que se lo solicitara. En enero de 1968, Carpi & Compañía cierra, con la muerte del socio Alfredo Gowland. La disolución de la misma tiene fecha del 19-10-1970. En el año 1971 le compra la parte a la viuda de Gowland, quien le cede
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Bautista: un hombre de palabra todo lo perteneciente a la Sociedad, y termina de pagarle en el año 1974. Mis recuerdos de esos años es que frecuentemente visitábamos a la señora Nelly, quien se había mudado a Quilmes. Tenía gran afecto por nosotros y un profundo agradecimiento a papá, por todo lo que él la ayudó después de la muerte de su esposo, ya que ella estaba completamente al margen de las actividades de ellos. Algo muy común en esa época, mamá también estaba al margen de los negocios de papá. Ellos no tenían hijos, era muy afectuosa conmigo; la visitamos hasta el momento de su muerte, años después. Algunas de las propiedades las mantuvo por años, otras las fue vendiendo poco a poco antes de su muerte en el año 1998. URUGUAY e ITALIA La esquina esa fue alquilada a Carlos Garrote (implementos agrícolas, automóviles nuevos y usados) durante algunos años. En 1974 alquila el Salón y los 2 escritorios al Sr. José Villa, para venta de automóviles nuevos y usados. Luego (1993-1996), el salón solo, porque los 2 escritorios estaban en mi poder, los que había convertido en 1982 en “mi refugio de paz” donde tenía el taller de pintura y lugar para escribir; lo alquila a ZAPATEIRO HNOS., ellos exhibían ahí los autos usados.
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Un recuerdo que encontré de cuando estaba Carlos Garrote.
Una de las propiedades adquiridas fuera de la Sociedad por mi padre, es la que solíamos llamar “Casa de la Plaza”, por su ubicación frente a la misma, en calle Sarmiento. Esa casa, de estilo señorial, tiene su historia. Pasó mucha gente por allí y le dio bastantes dolores de cabeza a mi padre. El primer inquilino fue don Rufino Herce, cuando éste se fue pasó por varias manos, que la fueron destruyendo poco a poco.
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Así se veía la “casa de la plaza” cuando la habitaba Herce.
En el año 1973, papá nos consulta a mamá y a mí para trasladarnos a vivir a ese lugar. Yo tenía 15 años, y recuerdo muy bien que las dos nos opusimos porque no queríamos dejar el barrio tranquilo de la calle Alsina e irnos a pleno centro, con lo ruidoso que era. Era una casa muy linda, la verdad que años después lamenté haberme negado aliándome a mamá. Después de la falta de apoyo, la entrega en COMODATO para la instalación de una confitería bailable. Para eso, autorizó una serie de modificaciones, entre ellas, el agregado de baños. Guardo recuerdos de ese momento, hice algunas visitas al lugar para escuchar música, porque nunca me gustó bailar. Solía estar sola sentada en un rincón y muy temprano me volvía a casa. En 1982 vencía el comodato y comenzaron los problemas. Cuando logra sacarlos se queda con algunos muebles. Yo guardo de
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Bautista: un hombre de palabra recuerdo hasta el día de hoy, uno de los banquitos de cuero que forrado en tela adornan “La Ñata”. En el año 1985, vuelve a alquilar en COMODATO al Sr. Omar Gómez, dueño del hotel que estaba donde hoy están los electrodomésticos y la Heladería Mario. No puedo llegar a entender, hasta el día de hoy, la razón por la que hacía eso; mi conclusión es que le gustaba mucho litigar. Sé que pasó por muchos juicios de todo tipo y algunos terminaban en arreglos que no siempre eran ventajosos para él. Con éste Sr. Gómez tuvo un juicio de desalojo que llevó el Dr. Carlos Mac Donnell (hoy colega en la Sociedad de Escritores), juicio que acaba en noviembre de 1994. Fue el peor de todos los inquilinos, porque había realizado modificaciones sin permiso y arruinó la casa. Así fue, cuando papá ingresa con el Dr. Mac Donnell para hacer el inventario de las cosas, la encuentra destruida. Hoy pienso que él mismo se buscaba los problemas con desastroso resultado. Porque aquello resultó muy triste y oneroso para la familia. Puedo recordar muy bien las peleas que tenía con mamá por esa causa. Yo permanecía al margen, pero no me gustaba nada. Entonces se tomó una decisión: venderla de inmediato. La compradora: Mirta Ippoliti, en el año 1996. Y desde entonces habita la hermosa “casa de la plaza”, después de hacerle, con la ayuda de su hijo, los arreglos necesarios y conservando la fachada original. Cada vez que paso por allí, o la visito, no dejo de pensar en todos los momentos (más malos que buenos) que nos deparó esa casa, porque papá parecía tener un imán para atraer malos inquilinos. Página 68
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Mural de Antonio Magliano en la chimenea, restaurado por mí.
Una curiosidad: el hermoso mural de Antonio Magliano (*) que se encuentra en la chimenea, se logró conservar entre los sucesivos desastres. Y tuve el honor de que Mirta me encargara el trabajo de restaurarlo porque se estaba deteriorando bastante. Hoy todo aquel que visite a Mirta, puede disfrutarlo en la versión Etel Carpi. (*) Mi padre era un gran admirador de las obras de Antonio Magliano a quien conoció. Cuando Magliano llegó de Alberti a Los Toldos en 1917, papá tenía 3 años. Su acercamiento a este artista data de los años ´50. Con mi padre recorrí las casas del pueblo en el año 1988 para fotografiar los murales de Magliano y armar el Audiovisual que doné al Museo de Arte e Historia. Trabajo que me encargaron las bibliotecarias del distrito y que se proyectó en el Museo situado en el edificio de la Sociedad Española, donde yo tuve la oportunidad de realizar mi primera exposición en Los Toldos en el año 1982, cuando estaba allí la Escuela Municipal de Bellas Artes.
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VIRGINIA (ÑATA) SU GRAN COMPAÑERA
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Ñata: mi mamá. En su casa de la Ada. San Martín. A los 18 años.
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Bautista: un hombre de palabra Virginia Amante (mi madre) tenía 21 años cuando conoció a Bautista en un baile de lo que ella denominaba “Romería Española y Romería Italiana”. Corría el año 1938 y papá, había concurrido de casualidad a uno de esos lugares en compañía de amigos. Él, no era afecto a fiestas y bailes, nunca aprendió a bailar; y esa era una de las pocas diferencias que tenía con mamá. Lo definían como “un hombre Serio”, la misma expresión que en años de mi adolescencia (y después también) se me tildaba a mí: “Es una chica seria” decían, ya que no me gustaban ni los bailes, ni las fiestas, ni las reuniones bulliciosas. Virginia, en cambio, era una campanita, estaba siempre alegre, coqueta, ella misma se confeccionaba su ropa, cuidaba mucho su aspecto y bailaba muy bien. Sonreía constantemente, atrayendo como imán a los jóvenes del pueblo. Su apariencia menuda, ágil, le confería un aire inquieto y alegre. Conservó ese aspecto juvenil, y la tersura de su piel, hasta el mismo momento de su muerte, a los 93 años. Era muy trabajadora, sus padres provenían de Ancona (Italia), la abuela Virginia tenía 13 años cuando llegó con su madre a nuestro País, aquí conoció a Francisco (el abuelo), quien tenía 18 años más que ella y trabajaba en el Ferrocarril. Se casaron cuando Virginia tenía 17 años y vivieron en un campo en las cercanías de las vías del tren; tenían todo tipo de animales y la pequeña Virginia (mamá) jugaba por los montes cercanos con sus 5 hermanos varones, a cual de ellos más vago. Me contaba que su mamá estaba siempre atenta a que no cruzaran las vías porque el paso de los trenes en esos años (1920-1930) era muy frecuente. Página 73
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Virginia con su nieta Rocío a los 90 años.
Luego de unos años, la familia se trasladó al pueblo, a una casa en la Ada. San Martín y Almafuerte, pasando el paso nivel. Allí, desde el año 1938 la comenzó a visitar Bautista. Francisco Amante tuvo una enfermedad que lo dejó paralítico cuando mamá tenía 12 años de edad, desde ese momento abandonó la escuela y por ser la única mujer tuvo que ayudar a su madre en los quehaceres de la casa. Nunca se cansaba de repetir lo duro que había sido para ella tener que hacer trabajos como cocinar para todos, lavar la ropa en una batea (*) que estaba en el medio del patio con heladas en invierno o grandes calores en verano. Acarrear agua en baldes, barrer, limpiar, siendo tan menuda y pequeña. Tener que quedarse casi sin adolescencia, sin poder completar los estudios.
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Bautista: un hombre de palabra (*) La Batea es una estructura de piedra usada para lavar la ropa.
A pesar de todo, no perdió nunca su alegría, sus ganas de vivir, con su carácter tan agradable, nadie la pasaba mal en su compañía. Tardaron 2 años en ponerse de novios de manera formal, en ese tiempo Bautista puso todo su empeño en conquistarla y fue conociendo a su familia. Por eso mamá me decía que su noviazgo duró 12 años, sin contar los dos anteriores de cortejo. El matrimonio duró 46 años, hasta el momento que papá nos deja en el año 1998. En total vivieron “60 años” juntos, desde que se vieron por primera vez. El casamiento por Civil tuvo lugar el 22/11/1952. Y ese mismo día partieron de Luna de Miel por 11 días a Río Ceballos, parando en el Hotel Lago. Conservo su álbum de fotos y la factura original de ese hotel, además de postales de aquella época, todo se podrá ver en el Apéndice del libro. El casamiento por Iglesia, se realizó al regreso, en la madrugada del 19/12/1952. Fue un hecho insólito por el horario, mamá lo contaba divertida. Papá quería que fuese todo muy privado, y al ser amigo del cura, éste le hizo “el favor” de casarlos alrededor de las 5 de la mañana. Es decir, solo fueron los testigos. Según mamá, tardaron bastante en casarse, porque papá quería consolidarse antes y construir la casa donde desde ese momento vivirían.
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Algunas fotos de su luna de miel en Río Ceballos (Córdoba).
Llegando a este punto, es necesario relatar un hecho que los conmovió profundamente, pero que no los rindió en la esperanza de ser padres, siendo ya, personas de 4 décadas. El día 3 de Mayo de 1956, después de una larga búsqueda, nace Oscar, su primer hijo, en la clínica Médico Quirúrgica Junín (Almafuerte y Francia). Poseo la factura por una semana de internación en ese lugar.
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Factura de la Clínica y de la Cochería.
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Bautista: un hombre de palabra Ese mismo día, Oscar fallece, según me enteré por dichos de mamá, la que no quería tocar ese tema, la cesárea demoró y el niño se ahogó con el cordón umbilical. Este terrible acontecimiento tiene que haber sido muy traumático para ellos, que tenían 43 y 39 años respectivamente. El sepelio tuvo lugar en Junín, la cochería LA ARGENTINA (Borchex) de C. Suárez y Falcon. Conservo el recibo de pago del servicio, como así también el resumen que mi padre hizo (como era su costumbre) de todos los gastos originados en Junín. En ningún momento, a lo largo de su vida, me comentaron que “mi hermanito” estuviese en algún lugar de Junín. Ese secreto se lo llevaron a la tumba y si me enteré fue porque muchos años más tarde comencé a indagar entre los papeles de papá para escribir esta biografía, de lo contrario, nunca lo hubiese sabido. Sí me comentó mamá que para un próximo embarazo, papá consiguió un muy buen médico en Buenos Aires donde ella acudía periódicamente para atenderse. A los 10 meses de aquel episodio, queda embarazada de nuevo y el médico programa la cesárea varios días antes, internándola en una clínica de la Capital,(*) es por eso que yo nací en Buenos Aires el día 16 de diciembre de 1957. Y por varios años, ese médico siguió atendiendo a mamá y a la criatura (que vendría a ser yo). (*) Por desgracia, entre tantos papeles de papá no he podido encontrar el registro de la clínica donde nací, ni los gastos originados. Estoy segura que existían, pero que seguro cuando descarté papeles, se fueron sin que me diese cuenta. Cuando falleció papá me sentí tan abrumada que no sabía qué
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Bautista: un hombre de palabra hacer con tanto material y no me tomé el tiempo de revisar todo minuciosamente como sí lo hice para escribir el libro.
El largo noviazgo de 12 años tiene que ver con el pensamiento de Bautista sobre que primero tenía que consolidarse económicamente y lo más importante: construir la casa donde vivirían, como dije antes. Y el proceso fue extendiéndose en el tiempo, lo que habrá sido muy tedioso para mamá que debía soportar largas ausencias de su novio por diversas y variadas razones (como atender la salud de sus hermanas enfermas, la economía de la casa materna que tenía a su cargo cuando muere su padre, su carrera política, su trabajo en la Municipalidad y luego en la casa de Remates, el deterioro de su propia salud, sus estudios constantes y los viajes a la Capital y a otros destinos en la provincia). Ella lo manifiesta abiertamente en algunas cartas encontradas. Pero la mayor cantidad son de papá hacia mamá, siempre disculpándose por su alejamiento y ratificándole el amor infinito que lo unía a ella. Sin lugar a dudas que ese amor fue mutuo, son cartas muy románticas, que desbordan de sentimientos genuinos. Pero estoy segura que es mamá quien más sufrió en la espera. Más, cuando no recibía noticias y manifestaba su enojo y fastidio en los gestos con los que después lo recibía. Papá tenía días de visitas, con el tiempo ya no se respetaron, porque iba cuando realmente su tiempo se lo permitía. Pero siempre tan correcto, le informaba antes, haciéndole llegar pequeñas esquelas muy cariñosas y especiales.
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Pequeñas esquelas que papá enviaba a mamá para informarle que la visitaría.
Mamá solía contarme cuando yo le preguntaba algo que lo esperaba ansiosa en la vereda y que sabía de su llegada porque escuchaba el trac trac característico del Ford T., ya antes de que cruzara las vías de la Ada. San Martín. El domicilio de ella estaba a tres cuadras de las vías. Al momento de casarse, papá vivía en Alsina y Pte. Perón (ahora Registro Automotor), con su mamá Elena viuda, sus hermanas solteras y una abuela: Filomena Larroca de Basile. Luego se trasladó a la flamante casa de Alsina 765 cuyo historial es el siguiente:
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La casa de mi niñez, su aspecto no ha cambiado al día de hoy, esta foto es de 1960.
La Ñata hoy.
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Bautista: un hombre de palabra Lo que he podido comprobar a lo largo de repasar su vida, es que papá solía asociarse para adquirir los bienes, una buena manera de acceder más fácilmente a ellos. En 1941 compró con Joaquín Amoso, 2 terrenos y la casa de Alsina y Pte. Perón. Pagaron todo $2.000 m/n en efectivo y $ 7.000 m/n a pagar en 10 años con un préstamo del Banco Hipotecario, trámites que por los papeles encontrados se realizó, lo que no me consta es si fue obtenido el crédito, pero estimo que sí, pues en el año 1951, termina de pagar y construye en tiempo record, para casarse en 1952. Mientras tanto, durante esos 10 años, no podían hacer modificaciones y la propiedad estaba hipotecada. Conservo en forma prolija y detallada, tal era su estilo, el detalle de los gastos de la construcción de las 2 casas que hicieron con Amoso y la remodelación de la esquina donde vivía su madre. El total de gastos asciende a: $45.852 m/n. (año 1951). (*) (*) Entre los constructores que tuvieron a su cargo la obra, figura su hermano Carlos (albañil).
Recién en el año 1954 se separan los lotes, quedándose cada uno con uno de ellos, siendo el de Bautista, la casa de Alsina 765 (hoy LA ÑATA). La casa de al lado fue habitada mucho tiempo por Joaquín Amoso y familia. Siendo yo pequeña, recuerdo jugar en la vereda con uno de sus hijos que tenía mi edad. Luego ellos vendieron y se fueron al gran Buenos Aires. Con ese hijo me reencontré muchos años después cuando
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Bautista: un hombre de palabra estaba casada y viviendo en Villa del Parque. La casa la compró Becaris, uno de los hijos la tiene hasta el día de hoy. En cuanto a la esquina que seguía en condominio, la venden el 26 de abril de 1954, la compran los Hermanos Lui pagando $25.000 m/n. Entonces su mamá Elena se traslada a la casa de alto donde vivía María (Maruca) con su marido Vicente Idone, en la avenida San Martín, pegada a las vías. Esa es la casa que yo recuerdo donde visitaba a mi abuela y a mi tía. Para entonces Dominga y Chocha habían muerto y Elena, casada con Miguel De Luca vivía detrás de la Estación donde tenían un almacén. Pegado a esa casa estaba la del hermano menor de papá: Enrique, que tenía almacén y despacho de bebidas en la esquina, hasta su muerte en el año 1992. A una cuadra, en la esquina de San Martín y Falcón tenía otro almacén su hermano Luis, fallecido en Buenos Aires en el año 1978. Muy minucioso fue papá en el equipamiento de la casa de Alsina. Encargó muebles de provenzal en la Casa Roitman (fotos de los mismos podrán encontrar en el Apéndice final). Las arañas con caireles las trajo de Buenos Aires. Guardo todos los detalles de los encargos, giros y notas de protesta cuando le mandaban algo que no era cómo lo había pedido. Toda esa locura tuvo lugar durante el año 1952, por eso el casamiento tuvo lugar a fines de ese año. Es decir: en menos de un año construyó y equipó su casa, la que sería también la mía, la casa que tanto amo y la que hoy (viviendo en mi propia casa, construida por mí en otro de sus lugares tan especiales donde funcionó Carpi & Compañía), sigo disfrutando y conservando. Sus Página 83
Bautista: un hombre de palabra paredes guardan una historia de vida que para mĂ serĂĄ inolvidable.
Tocador provenzal del juego de dormitorio de mis padres. Madera al natural.
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PAPÁ…
AGROPECUARIO
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Bautista: un hombre de palabra Bautista comenzó a interiorizarse de la actividad agropecuaria cuando se crea la Sociedad Carpi & Compañía en el año 1946. Entre los muchos servicios que ofrecían (como vimos en el capítulo correspondiente), estaba la de administración de bienes y entre éstos bienes había campos. Pero la historia del campo que adquiere en La Tribu es larga y compleja, le exigió sacrificios económicos, juicios y pleitos varios. En el año 1943 se hace cargo de la administración de varios lotes de campo pertenecientes a Susana Delfina Coliqueo (bisnieta del Cacique Ignacio Coliqueo), cuando ella tenía 21 años de edad (había nacido el 15 de mayo de 1922), y estaba a cargo de un tutor. Susana Delfina era nieta de Martín Coliqueo, el hijo que el cacique había tenido con Felipa Collil. Su padre se llamaba Antonio Balbino Coliqueo (hijo de Martín con Susana Díaz Medina). (*) Susana Delfina tuvo un solo hermano que fallece, luego se casa con Adolfo Candendo y no deja descendencia.
(*) Datos extraídos del “libro gordo de Petete” (así lo llamé por lo grande y grueso), ahí está todo el historial de la Tribu de Coliqueo y es un material que papá estudió de punta a punta. “La tribu y las tierras de Coliqueo”. La Plata, 1940. Informe de la Comisión especial designada por el poder ejecutivo. 950 páginas, varios mapas.
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Portada del libro “gordo de petete”. 950 páginas.
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Bautista: un hombre de palabra Desde 1943 a 1947, Bautista es administrador de los bienes de Susana Delfina, que consistían en una casa (la casa de La Plaza, que ya hablé sobre ella, hoy propietaria Mirta Ippoliti) y un campo de 125 hectáreas (el actual) y dos lotes más de 40 y 30 hectáreas, todos en el Cuartel II. Ese año 1947 (el 15-2-47), en Mercedes, se realiza la escritura “13” donde Susana Delfina le vende todos sus bienes a mi padre, el que los paga en 2 años. Un dato: en el año 1936, el precio de la hectárea era de $279 m/n. En 1947, papá la paga a $583 m/n.
En esa época, el campo estaba alquilado una parte a los Magán y otra parte a los hermanos Rodríguez. Hay algunos datos que me gustaría destacar por su valor histórico. En un mapa de La Tribu de Coliqueo que tiene fecha junio 1939, La Plata; figura a la entrada del campo (donde ahora está la tapera), un destacamento policial. Edgardo Orejón (actual encargado), lo confirmó cuando lo consulté, al igual que el dato que sigue: En ese lugar, luego, funcionó la Escuela Nº 10 (la que ahora se encuentra 4 kilómetros antes, por el camino Real).
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Escuela Nº 10 en su actual emplazamiento.
“Atardecer en La Tapera”. Óleo que recrea ese lugar donde estuvo la escuela 10. El mismo de la portada del Museo de Arte e Historia Los Toldos, en la Terminal de Ómnibus. Gentileza Cultura 2014.
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Bautista: un hombre de palabra En el contrato de alquiler que papá hace con Luis Rodríguez en mayo de 1947, y que vencía en el año 1952, por 85 hectáreas de adelante, dice lo siguiente: “…en la entrada hay una población de material (hoy la tapera) compuesta por 2 habitaciones (una grande y otra chica) con corredor y alambrado perimetral. Que es la población que ocupa la Escuela 10”. (*) Justamente, el 30 de junio de 1947, Bautista recibe una nota del Consejo Escolar que firma Ángel Pesalovo (Secretario a/c. Despacho); donde le informa que el 1º de julio desocupan el lugar que en el cuartel II funcionara la Escuela 10, fecha que se le entregarán las llaves. Siguiendo con la historia de ese paraje, donde también está la Escuela Hogar Nacional nº 6 (ahora Escuela Secundaria Agraria nº 2), fundada el 19/5/1945; linda con los lotes de 85 hectáreas, aunque en el año 1974 se abre una calle para comunicar con el campo del fondo, (actual Allende). Época en que papá llevó un pleito con la Provincia, porque según él, no correspondía. Lo perdió, y la calle fue abierta. Sólo la usan la Escuela Hogar para entrar a los lotes del fondo, Allende y nosotros que pusimos entrada desde ese lado también para llegar a la zona de la casa principal donde están los corrales, molino, manga, etc. Como dato de color, voy a referirme a una nota que salió en la Revista “La Manuela Molina” Nº 48 de marzo-abril 2012. La nota se titula “EL EXTRAÑO MUNDO DE FRAN”, y se refiere a ese personaje de nuestro pueblo Fran Calarco que vive en la
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Bautista: un hombre de palabra emblemática esquina de la calle Coliqueo, en la salida a la zona de La Tribu. Él manifiesta allí lo siguiente: “Hasta los 16 años viví en La Tribu con mi familia, en el campo de Carpi, al lado de la Escuela Hogar”. Es decir, como nació en 1950, y dice que vivió allí (donde estaba la Escuela 10) 16 años, sería hasta el año 1966. Lo que pude averiguar con Edgardo Orejón, que esto no sería verdadero. En esa época papá mantenía juicios por desalojo con los hermanos Rodríguez que ocupaban esas 85 hectáreas y otras 50 más del fondo. Y éste juicio se resuelve a fines de 1967; Orejón con su suegro (Celestino De Gracia) se hacen cargo del campo en el año 1968. Tal vez no le llegaron noticias de que el tal Fran y su familia hayan vivido allí. Del año 1968 guardo recuerdos de acudir a ese lugar que había dejado (según papá decía) Rodríguez. Lo que más me llamaba la atención, con mis 10 años de vida, era el inmenso ciruelo cargado de jugosas ciruelas coloradas. Yo me hacía un festín allí. Más adelante Fran manifiesta: “Mi meta, lo que yo ando buscando es comprar el pedazo de campo donde me crié y viví esos 14 años… hacer un rancho a dos aguas y que el fin de mi vida sea allí”. (Pág. 34 y 35). Aquí se contradice, pues si vivió allí 14 años, se fue en 1964, cuando papá aún no estaba en posesión del campo. Es decir, todo esto es un gran misterio para mí. (*) Ampliaré sobre la Escuela 10 en el Apéndice.
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Fran Calarco.
Siguiendo el hilo del relato sobre el campo de La Tribu, desde 1947 a 1957 papĂĄ lo tiene alquilado; en el aĂąo
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Bautista: un hombre de palabra 1956 comienza con los problemas en el pago de los alquileres e inicia juicio de desalojo en el que me detendré luego. El año de mi nacimiento (1957), el esposo viudo de Susana D. Coliqueo, llamado Adolfo Candendo, valiéndose de un abogado mafioso de Buenos Aires, lo demanda con un texto extenso, donde se lo acusa de haberse apropiado de los bienes de su mujer en forma alevosa, queriendo anular la escritura “13” de 1947. Se inicia juicio y en él mi padre demuestra en forma impecable que la escritura es válida, (*) juicio que termina el 29 de agosto de 1960 con la Escritura Nº 267 producto de un arreglo bastante oneroso para él. Allí el Sr. Candendo renuncia a todo reclamo que como único heredero le correspondía, y Bautista a reclamar los honorarios por administración adeudados. Además, le cuesta $400.000 m/n. que en ese tiempo era mucha plata. El pago lo realiza en 3 cuotas anuales con intereses semestrales del 10% anual. El último pago data del 19 de octubre de 1962 y fue de $157.000 m/n. En el recibo que firma el abogado-apoderado de Candendo Dr. Carlos M. Couto, dice: “Con dicho pago la deuda ha quedado saldada”.
(*)Encontré la carpeta completa con todo el proceso del juicio.
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Bautista: un hombre de palabra
Último recibo de pago.
En esos tres años, existió una hipoteca sobre 80 hectáreas, la que se levanta en 1961 y es ahí donde papá vende los dos lotes de campo más chicos de 40 y 30 hectáreas. Calculo que con ello hacía frente a los últimos pagos que le permitieron conservar la “casa de la plaza” y el campo lindero a la Escuela Hogar (hoy Rocío Anahí).
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Bautista: un hombre de palabra En cuanto a la redacción de la escritura 267, es en todo concepto impecable y me consta que fue hecha por papá (un abogado sin título), porque encontré el modelo que él preparó en forma previa al arreglo, donde todos los puntos especificados allí, los encontré en la escritura que firma Mario Roccatagliata. Paralelamente a ese problema, papá llevaba adelante juicios de desalojo. El juicio con Luis Rodríguez y otros se resuelve en 1967, 2 años antes había salido la declaratoria de herederos de Susana Delfina Coliqueo. Por lo tanto, a partir de 1968 pudo entrar al campo y tomar posesión del mismo. Ese fue el momento en que comienza en su trabajo de PRODUCTOR AGROPECUARIO. En la parte final del libro transcribiré, porque es muy interesante para determinar los cambios que se han producido en el clima del lugar, un informe que mi padre pide para adjuntar al expediente en el juicio de desalojo.
A partir de 1968, comencé a visitar el campo con él y Julio Pérez (ayudante de papá, español, que yo adopté como mi abuelo, una persona maravillosa, incondicional, que no tenía hijos). Contaba Celestino De Gracia, el socio con el que papá se inicia en la actividad agropecuaria, que el campo estaba lleno de sorgo de Alepo (era tan resistente como lo es hoy la Rama Negra), una verdadera plaga de aquellos años. Tuvieron que hacer un trabajo
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Bautista: un hombre de palabra minucioso para que la tierra produjera lo que esperaban de ella.
Cargador de Hacienda. Zona de corrales.
Cuando consiguiรณ que le entregaran las 40 hectรกreas del fondo, tuvo que construir todos los alambrados. Guardo recuerdo de esos momentos, yo lo Pรกgina 97
Bautista: un hombre de palabra acompañaba en las caminatas para tomar las medidas y ayudar en lo que podía al agrimensor, junto con Julio Pérez, infaltable compañero de la casa de remate y del campo. Me gustaba esa libertad a cielo abierto. Mamá se disgustaba bastante, pero papá era mi aliado y nunca dejé de acompañarlo. En aquel entonces, la casa del fondo estaba habitable y a veces, cuando mamá nos acompañaba la limpiábamos y cuidábamos. Mientras, papá se dedicaba a hacer quinta alrededor del molino. Le ayudaba don Julio. Nosotras regábamos. Eran épocas maravillosas, mi felicidad era plena. Cuando el campo comenzó a producir, Bautista realizó las mejoras para incorporar la ganadería. Manga, corrales, cargador, bebederos… todas las instalaciones que hasta el día de hoy funcionan muy bien, aunque siempre con algún tipo de mantenimiento inevitable. El último contrato que firmó con don Celestino De Gracia vencía el año 1999. Pero en el año 1997, éste deja de ir por su avanzada edad para los trabajos de campo y continúa por orden de Virginia don Edgardo Orejón (su yerno, el que era también su socio en los trabajos de campo). Persona trabajadora y responsable que siguió conmigo cuando me hice cargo de la administración en el año 1998, hasta el día de hoy (2017). Es decir ¡lleva 20 años! Mientras que don Celestino (que tiene unos 96 años), estuvo ¡30 años! al lado de mi padre.
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Bautista: un hombre de palabra
La casa del fondo que alguna vez fue vivienda, hoy sirve para depósito de herramientas.
Admiro la fortaleza de Bautista para luchar por ese lugar, que hoy es “mi lugar”; y por mantenerlo a pesar de las inclemencias constantes del clima que muchas veces lo puso a prueba; con inundaciones y sequías. Él me aconsejaba: “no lo vendas nunca, la tierra es el mayor bien que podemos poseer, ella siempre está allí, aunque haya tiempos malos, siempre vendrán mejores; y es en esos momentos cuando hay que guardar, prevenir y seguir sin claudicar”. Recién muchos años después, cuando tuve que ponerme al frente del mismo, cuando él ya no estaba brindándome esa seguridad que tanto me sostenía, entonces supe lo difícil que es mantener ese bien por el que luchó con tantas cosas en contra: el clima, los gobiernos que poco
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Bautista: un hombre de palabra a poco fueron escalando en la voracidad de llevárselo todo, las personas deshonestas, la falta de palabra, la estafa… cuántas cosas debí aprender sobre la marcha y luchar y seguir adelante porque no podía desviarme del mandato de mi padre. Y hoy, casi 20 años después, creo que el esfuerzo tiene que ser cada día mayor porque las exigencias son mayores. Ese es el ejemplo que deseo dejar a mi hija, el mismo que Bautista me dejó a mí.
Estado del sector de corrales en una inundación.
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PAPÁ …
SU QUINTA LA MEDICINA LOS AUTOS
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Bautista: un hombre de palabra
QUINTA
Quisiera agregar algunas palabras sobre la afición o el Hobby que papá tenía por hacer quinta; su producción era realmente exquisita. Allá en el campo primero, después en un terreno que adquirió en la Avenida San Martín, casi pegado al lugar donde Electo Urquizo fundó “El Argentino”, hoy está la Estación OIL, frente a la Plaza. En ese terreno supo tener una quinta espectacular que no le mostraba a nadie. Cuando le pedíamos de ir, nos contestaba: “No hay que levantar la perdiz”. Yo, igual me colaba y solía caerle en los horarios que sabía estaba trabajando, a la tardecita o a la mañana bien temprano. Mamá se fastidiaba, protestaba porque según ella vivía en la quinta. Pero la verdad que eso de trabajar la tierra y producir las verduras para el consumo le hacía muy bien a su mente y a su cuerpo, en esa etapa de la vida que ronda los 70 años. También plantaba frutales en donde podía. Mi memoria se activa en los colores, las formas y los sabores que disfrutaba cuando lo acompañaba para recoger lo producido y luego en casa, mamá preparaba riquísimas comidas con eso. Era mucho, cajones llenos de tomates, zapallitos, habas, morrones, cebolla, calabaza, papa, rabanito, pepino, remolacha… y después salía a repartir a la familia, la que recibía todo encantada, como un regalo caído del cielo.
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Bautista: un hombre de palabra Otro recuerdo pintoresco que tengo es de los viajes que hacíamos en esa época; él se ocupaba de preparar una heladera de telgopor en el portaequipaje del Falcon llena de verduras frescas que luego preparábamos en los lugares donde hacíamos camping.
Algunas fotos que guardo de su producción.
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Bautista: un hombre de palabra
Como todo lo que emprendía en la vida, lo perfeccionaba día a día. Tenía un cuaderno con el inventario de lo que hacía en la quinta. Al estilo del cuaderno que llevaba con la Hacienda, donde sacaba todos los datos del movimiento y la producción de carne. Allí asentaba la fecha de siembra, de cosecha, tipo de semilla, cantidad de producción, etc. Y cuando mejoraba lo producido se sentía realmente satisfecho. Sin duda que en todo era perfeccionista, disciplinado, exigente y metódico. Había un contraste muy grande en él. Por lo que me contaba mi madre y también por fotos que vi y algún recuerdo que guardo de su imagen en mi infancia; le gustaba estar siempre bien vestido, usaba ropa elegante y sus hermanas y luego mamá se encargaban de tenerle la ropa impecable, con los cuellos de las camisas almidonados, la raya de los pantalones derechitas y planchadas. Sin embargo, cuando se puso al frente del campo, haciendo la quinta y más adelante acampando; me demostró que también podía vestir con “ropa de trabajo”, adaptarse al momento y ser tan eficiente como cuando era oficinista. Nunca le escapó al trabajo duro de la tierra, manejaba la pala, la guadaña, la azada, el hacha, etc. con total naturalidad y sudaba la camiseta en el campo o en la quinta. Ni hablar cuando tuvo que aprender a armar la carpa, preparar el terreno, clavar las estacas, hacer las canaletas para la lluvia o amarrar la lona con todo tipo de clima. Pensar Página 104
Bautista: un hombre de palabra nada más en los terribles vientos de la estepa Patagónica. Y si tenía que dormir sobre el suelo duro, lo hacía sin ninguna queja.
Papá por inflar la colchoneta sobre el Falcon. Mamá cocinando.
También se encargaba del mantenimiento de nuestra casa, pintando las paredes, arreglando una canilla, ocupándose de la electricidad y del constante repaso del techo para evitar las filtraciones. A mí me agradaba subir a los techos con él, resultaba muy divertido. Y también aprendí a pintar; cuando ocupamos el departamentito que se había desocupado en Buenos Aires, lo pintamos entre los dos antes de mudarnos desde el departamento del fondo donde vivía la tía Elena que ya era viuda y estaba sola. Nosotros le hacíamos compañía. Allá también se encargaba de la pintura especial que llevaba la terraza.
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Bautista: un hombre de palabra Otra de las cosas que disfrutaba haciendo era cultivar plantas y flores de jardín. En la casa de Alsina, salir al patio era una fiesta de colores y aromas. Nosotras lo ayudábamos, mientras tomábamos mate los días domingos. Cuando me instalé en Buenos Aires, llenamos de verde el patio interior del departamento donde él había colocado un techo rebatible que se abría y cerraba según necesidad. El microclima que allí se creaba era ideal para que las plantas crecieran lozanas y brillosas. Y todo eso… me lo enseñó mi padre. (*) Ese es el ejemplo que este hombre ejemplar desde todo punto de vista, me dejó. Sin decir palabra, con el silencioso lenguaje del ejemplo. Hoy eso cobra una dimensión mayor, porque son valores totalmente perdidos; especialmente la cultura del trabajo y del esfuerzo. Y solo con eso el hombre logra su dignidad, la verdadera libertad y satisfacción de saber vivir y construir su vida con bases sólidas e indestructibles.
(*) En aquella época (fines de los años ´70), me acompañó también en los contactos con el quehacer cultural de Buenos aires. No sé desde cuándo, pero él visitaba mucho al Centro Toldense (entidad que nació en setiembre de 1964 para apoyar a los Toldenses que vivían en la Capital). Al que recuerdo es al Sr. Abel de La Torre, presidente del Centro en el año 1983. Me dedicó varios de sus libritos que aún conservo. Papá tenía interesantes diálogos con él, yo permanecía al margen, escuchando atentamente.
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Bautista: un hombre de palabra LA MEDICINA Y LOS AUTOS
Hay dos cosas que apasionaban a papá: la medicina basada en la naturaleza y los autos. Con respecto a lo primero, tenía muchos libros médicos y uno muy especial sobre las hierbas medicinales y su aplicación. Libro de consulta permanente; cuando viajábamos a Junín, visitábamos una herboristería que le preparaba las mezclas para toda dolencia. También mamá y yo nos acostumbramos a tomar yuyos. Hasta el día de hoy, consulto su libro y consumo distintos tipos de yuyos en forma de te. Al final del libro haré una lista de los libros que fui encontrando en la biblioteca de papá, los que fueron muy útiles en distintos momentos de mi vida. Bautista tuvo a su cargo la salud de gran parte de su familia. Su mamá, sus hermanas Elena, Chocha y Dominga, sus hermanos Luis y Enrique. Encontré un documento donde hay constancia que en el año 1943 (papá tenía 30 años), pagó por 2 años la atención en la Sociedad Médica de General Viamonte de: Inocencio (hermano), Elena (madre), Dominga, Elena, María (hermanas), Filomena (abuela) y suya propia.
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Bautista: un hombre de palabra
Documento encontrado.
En el año 1949 acompañó al Lago Epecuén a su hermana Dominga, con la esperanza de una cura. Es interesante lo que dice del lugar en una carta que le dirige a mamá el 27 de setiembre de 1949. Tengamos presente que la Villa Epecuén desapareció con las
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Bautista: un hombre de palabra aguas del lago cuando por malos manejos de la cuenca de las lagunas encadenadas se inundó y nunca más se recuperó. Alrededor de la década del ´80. Habla también en esa carta de las muchas horas de viaje que requería llegar hasta allí.
Espigón del Lago. Año 1950. Abajo: Villa inundada. 1982.
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Bautista: un hombre de palabra “El domingo antes del mediodía estaré en esa, pues recién el sábado sale un tren que llega a Bragado el domingo a las 3 de la mañana. De Carhué sale el sábado a las 5 de la tarde. Son 10 horas a Bragado, y ahí tomaré colectivo a la mañana; así que si Dios quiere por la noche estaré contigo, a quien tanto extraño en esta soledad en que me encuentro”. Le sigue contando a mamá (su novia): “El hospital donde está internada mi hermana queda en el paraje llamado Lago Epecuén, distante 2 leguas de Carhué, a 200 metros del hospital se encuentra la famosa laguna que cura a los reumáticos. Es un lugar completamente desolado, pues hay unas 60 o 70 casas, la mayoría hoteles y pensiones que permanecen cerrados hasta fines de noviembre, fecha que se inicia la temporada, recién entonces se pone esto muy lindo, llegan al lugar de 5 a 6 mil personas. Estoy parando en una pensión que está a 300 metros del hospital, es como si estuviera en pleno campo, no hay donde ir a pasar el tiempo. Para ir a Carhué hay que pedir coche de alquiler y cobran $10 para llevar y $ 10 para traer. Así que cuando no estoy con mi hermana, me quedo a descansar, quizás eso me viene bien”. “A Dominga (su hermana), ayer le empezaron con los masajes y hoy le dieron el primer baño termal. “El doctor me dijo que de aquí tiene que salir caminando. Con todos los que he conversado me dicen lo mismo, que se han realizado verdaderos milagros. Espero que esta vez, Dominga tenga mejor suerte”.
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Bautista: un hombre de palabra Sin duda que no fue así, según pude enterarme no se curó. Cuando papá relata esto, Dominga tenía 46 años y unos años después fallece.
Con respecto a los autos, toda su vida los tuvo y era muy minucioso en su cuidado. Tanto, que se puso a estudiar algo de mecánica y era él siempre el que dirigía los trabajos de los mecánicos. Ellos lo respetaban y lo admiraban mucho, y de tanto compartir momentos de charlas y encuentros, se habían hecho amigos. Les encantaba escuchar las anécdotas que papá les contaba sobre los viajes, luego me veían a mí y me lo comentaban, asombrados por las vivencias que acumulábamos con la naturaleza. Y me preguntaban si era verdad todo eso que papá les relataba. Castan, Lara, Vega, Malvido… a los que seguí acudiendo después que papá ya no estaba. Intenté aprender algo de mecánica con él, pero no pude lograrlo, menos aún cuando aparecen los autos computarizados. Aún conservo el libro que me compré sobre los secretos de los autos del A.C.A. que lo leí y estudié de pe a pa, algo aprendí para ayudarlo en los viajes, pero él era el experto. Su primer coche fue un Ford T. Tenía uno de los pocos que había en el pueblo, allá por el año 1930. Se hizo socio del A.C.A. y obtuvo el carnet de Socio Vitalicio. Mis recuerdos se remontan a la infancia, tendría unos 4 años cuando viajábamos en el FIAT 600. Luego vino el 1.100 (1963/64), el 1.500 (1964) y ya luego pasó al FORD FALCON. El primero data de 1966.
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Bautista: un hombre de palabra Los iba cambiando cada 7 años más o menos. Varios Falcons nos llevaron por todo el País; luego pasó al SENDA (auto que tenía cuando falleció) y que luego yo cambié por un POLO. Durante algunos años tuvo una camioneta PEUGEOT que usaba solamente para ir al campo. También yo llegué a usarla. En fin, amaba los autos, disfrutaba manejando (lo que hacía como un profesional) y los cuidaba con verdadera dedicación. También, me enseñó a manejar, sacándome a la ruta 65 que era bastante tranquila en los años ´70. Tenía una paciencia extrema para enseñar. Aprendí bien, solo que nunca pudo lograr que estacionara en espacios pequeños. Para mí fue mi superhéroe, se darán cuenta por qué en el capítulo siguiente.
En medio de la nada, ruta 40, provincia de Santa Cruz. Viendo algún desperfecto en el Falcon. Mamá espera. Año 1978.
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PAPÁ…
VIAJERO EXPLORADOR
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Bautista: un hombre de palabra Esta etapa en la vida de mi padre abarca los años 1975 a 1989. A los 62 años tenía la mente suficientemente abierta como para emprender nuevos desafíos. Si bien, como ya relaté en muchas partes del libro, viajaba bastante y amaba los autos, lo que él emprendió teniéndome a mí como guía en 1975, fue muy distinto. No quiero extenderme demasiado en el relato de cómo logré mentalizarlo a cambiar sus relajados viajes “turísticos” a la costa o a las sierras, por verdaderos viajes de “aventura y exploración”. Me he dedicado a eso en el libro especializado EVOCACIONES DE UNA VIAJERA, primera edición Marymar 1988 o la actualizada de 2016 en forma digital que es un manual de fotografías del recuerdo, lleno de anécdotas y datos sobre los más diversos destinos de nuestro País en esos años en que todavía, muchos lugares no se conocían y mucho menos tenían la difusión que tienen hoy. Sin contar, con los mejores caminos y rutas para llegar. También en mi libro IMAGINARIO DE AMOR (cuentos y relatos), año 2015, Ediciones de las Tres Lagunas, podrán encontrar varios relatos de esa época, como así también, cuentos inspirados en esos viajes inolvidables realizados por los TRES MOSQUETEROS (papá, mamá y quien escribe). Debo reconocer que si pude cumplir ese sueño de viajar en busca de paisajes y lugares para investigar, recrear y pintar, fue pura y exclusivamente por la valentía y eficiencia de Bautista para sortear obstáculos y resolver problemas de la nada.
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Papá en la tapa del libro digital, año 2016. Lugar: Puerto Deseado (Santa Cruz).
A eso, hoy lo llamaríamos “mente en positivo”, espíritu de supervivencia, tener el ingenio necesario para salir de situaciones y circunstancias difíciles que se pueden presentar cuando se sale a la naturaleza.
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Bautista: un hombre de palabra Con orgullo debo decir, que fuimos pioneros en hacer del turismo, didácticos viajes de exploración, 30 años antes de lo que hoy ofrecen como “experiencias turísticas alternativas” en los programas de televisión. Su interés en aprender sobre autos, lo había capacitado para “solucionar” la mayoría de los desperfectos que se podían presentar en los caminos, de manera que nunca tuviésemos que quedar varados en lugares peligrosos y solitarios. Además de ser experto en la preparación previa del vehículo antes de iniciar el viaje. No dejaba nada librado a la suerte, al igual que hacía yo con el estudio previo de rutas, caminos, itinerarios y lugares a visitar. Con el cronograma en la cabeza, el estudio del clima, el terreno, la altura… lo charlaba con él y entonces sabía cómo preparar al Falcon, con la ayuda de sus mecánicos amigos, que trabajaban en el taller de la Ford ZAPATEIRO HNOS., frente al lugar donde guardaba su auto y lo atendía en el patio abierto (hoy patio delantero de casa). A Bautista le gustaba ese clima previo a la partida, lo llenaba de expectativas, al igual que a mí me consumía la ansiedad y a mamá los temores. Son tantas las cosas positivas que guarda mi corazón de aquellos años, como un tesoro invalorable que me acompañará siempre, que el agradecimiento a mis padres es eterno y lo llevaré a la tumba. Mi maestro en ese tipo de viajes fue el explorador Federico Kirbus, que escribía para la Revista del Automóvil Club Argentino que nosotros recibíamos. Página 117
Bautista: un hombre de palabra Varias veces lo visitamos en su departamento de Belgrano, y no solo me admiraba a mí por los ímpetus que tenía para la aventura; también a papá, por su edad y fortaleza para emprender ese tipo de viajes. Cuando lo fuimos a consultar por la ruta 40 y la subida al Nevado del Acay, nos dijo que tuviésemos precaución, pero ante la duda de Bautista, lo animó diciéndole que seguramente lo haría. También solíamos encontrarnos con él en las Ferias del Libro de Buenos Aires, más adelante, cuando yo tenía mis primeros libros y él estaba en su stand vendiendo los suyos. Papá era Socio del Automóvil Club Argentino (en el año 1992 le dieron un diploma de Socio Vitalicio).
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Bautista: un hombre de palabra Fue muy útil para nuestros viajes porque había lugares donde solo estaba el A.C.A. y entonces nos daban permiso para armar la carpa y pasar la noche. Le daban a papá el “Cheque del viajero” para la nafta y podían solucionar la mayoría de los problemas mecánicos que papá les consultaba. Había lugares que disponían de hospedajes, entonces lo tomábamos para descansar mejor y luego seguir. Fueron ellos los que llegaron en medio de la nada, casi de noche, en una desolada ruta de ripio de la Patagonia, el día que volqué el Falcon y yo quedé sola con mamá esperando el auxilio porque papá había sido llevado antes al hospital de Camarones por el hermano del guardafauna que justo pasaba por ahí. Fue un alivio ver aparecer al remolque amarillo del A.C.A. (Leer EL VUELCO, en IMAGINARIO DE AMOR, E. C. 2015).
Por caminos de La Rioja.
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Bautista: un hombre de palabra Me producía una gran felicidad verlo interesarse por la fauna, la flora, los paisajes, costumbres y forma de vida de la gente que encontrábamos en diversos lugares de nuestra extensa Argentina. Le encantaba conversar con los lugareños, con los guardaparques y guardafaunas, era muy amigable y contrastaba con mi forma de ser más solitaria, silenciosa y que se aislaba casi siempre que podía, para encontrar momentos de creación. El día previo a la partida era de gran agitación. Mamá cocinaba para llevar en el camino, yo terminaba de armar la hoja de ruta, apuntes y equipo para fotografías. Él se limitaba a dejar listo el coche y luego a cargarlo de manera que las cosas estuvieran ordenadas. El Falcon daba para todo, hubo viajes que llevábamos libros para donar y vender. Cuadros para distintos lugares a los que yo les debía algún favor. Todo entraba… era mágico. Le gustaba salir de madrugada y que el amanecer nos encontrara en el camino. En algún bonito lugar, parábamos a desayunar debajo de algún árbol y a comer donde nos encontrara la hora. Lo mismo cuando se hacía noche. Siempre con tiempo para armar nuestro equipo de camping. Con el tiempo se volvió experto y tardaba cada vez menos. Y también, si no encontrábamos un lugar o se nos hacía tarde, podíamos quedarnos en lugares insólitos como un tanque de agua en Santa Cruz, en alguna estancia como la ahora famosa LA JULIA (aquellos años funcionaba como establecimiento para explotación de la oveja), en el auto frente al mar en Puerto Pirámides, en la playa de Mar de Ajó con luna llena, en los bosques de pinos Página 120
Bautista: un hombre de palabra de Claromecó, en algún camping de San Juan cuando una tormenta nos arrastró la carpa, al aire libre en lugares diversos de nuestro litoral, en el auto frente al mar en Río Grande, con innumerables conejos en el Parque Nacional de Tierra del Fuego, cerca del glaciar Perito Moreno sin nadie cerca. También en Escuelas, como en las Cataratas cuando una lluvia nos invadió la carpa y tuvimos que refugiarnos en la Escuela cercana. En la Puna desierta cerca de la Laguna de Los Flamencos, en un galpón de YPF en Ischigualasto, en un club de Puerto Deseado recomendados por el Intendente, en unas casillas solitarias que hayamos en Perito Moreno, bajo el manto más numeroso de estrellas que alguna vez pude ver en el cielo nocturno del desierto Sanjuanino, camino al Valle de La Luna. Y así, podría seguir enumerando los lugares. Bautista también fue una gran ayuda para la venta de mis primeros libros. Recorríamos las librerías de todos los pueblos por donde pasábamos y siempre alguno quedaba. Sabía como convencer y no fallaba casi nunca. Resultaba un poco cansador, pero nunca me sentí tan satisfecha y feliz como cuando dejaba mis dos primeros libros: SONETOS y NUESTRA FAUNA MARINA AUSTRAL. Y su orgullo era evidente. En realidad, creo que era mutuo.
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Vista de la luna llena una noche frente al mar.
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Bautista: un hombre de palabra Al regresar al pueblo, después de tanto andar y conocer lugares tan diferentes, nos sentíamos extraños y costaba acostumbrarse a la rutina de siempre. Él tenía que llegar de noche, no le gustaba llegar con la luz del día. Recuerdo las veces que nos quedábamos a hacer tiempo en 9 de Julio o en Junín, hasta que se hiciese la noche. Hubo un viaje al N.O. que faltaríamos 1 mes y nos llevó 40 días. Como papá tenía la costumbre de no avisar cuando nos íbamos de viaje, Celestino (el encargado del campo) se llegó a preocupar porque no nos encontraba. Al final, se enteró de nuestro viaje por los mecánicos de la Ford que prepararon el auto. Así era él: discreto para todo. Después, ya de regreso, se divertía con los amigos contando las anécdotas del viaje. Eso lo hacía feliz. Satisfecho de sus logros y contento por mí, por la realización de mis sueños. Gracias a ellos (Bautista y Virginia), seres maravillosos que me dejaron y ayudaron a desplegar las alas de los sueños. En el Apéndice transcribo una nota que mi ex marido (*) le hizo un día, nota que salió publicada en el Periódico El Comercio de Lima, el 4 de diciembre de 1994. Allí se destacan sus cualidades de Viajero y Aventurero. “A los 82 años disfruta las bondades del turismo ecológico”. (*) Juan A. Sánchez Ortíz, era periodista en varios periódicos de Lima, antes de llegar a Argentina.
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Bautista: un hombre de palabra Dice allí: “Recién jubilado, a los 62 años, Bautista Carpi se convirtió en explorador. En compañía de su esposa y su única hija, una multifacética adolescente, se encontró frente a una nueva etapa de su vida que le significó muchas satisfacciones y recuerdos”. Dice papá: “Apoyar al hijo único con cualidades es un desafío para todo padre”.
La nota que salió en Perú en el año 1994. Papá tenía 81 años.
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FOTOS
DOCUMENTOS
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Radio onda corta usada por mi padre y TelĂŠgrafo.
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Mis padres en la luna de miel en RĂo Ceballos (1952).
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El Hotel Lago. Abajo: varias imágenes de su estadía en Río Ceballos.
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Ford T. Primer auto de papá.
Fiat 1500. 1964, con mi abuela Virginia y mis muñecas.
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Fiat 1100 (1963) y primer Ford Falcon (1966).
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Balance de tesorería, año 1940, publicado en El Municipio (marzo 1941).
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Vista de la quinta del terreno de la Avenida San MartĂn.
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Juan A. Sánchez Ortíz dialogando con papá para la nota del diario El Comercio de Lima (Perú). Año 1994.
Papá con su producción de girasol.
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AquĂ mostrando el maizal.
Uno de mis primeros viajes de turismo a Sierra de Los Padres. (1960).
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Aquí está papá con su equipo de trabajo.
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Uno de los titulares encontrados en su archivo.
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Certificaciรณn de su trabajo en la Municipalidad.
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Nombramiento en la Provincia de Buenos Aires.
Detalle de los muebles comprados en Casa Roitman.
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Recibo de gastos en el Hotel Lago.
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Su Ăşltima licencia de conducir y sus carnets del A.C.A.
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Carnet y libreta del Partido Peronista.
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Su libreta de empleado pĂşblico.
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Modelo de libreta de datos sobre sus autos, conteniendo litros cargados, consumo, kilรณmetros y apuntes de servicios realizados.
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Carta de mamรก a papรก.
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Carta de papá a mamá. Lago Epecuén.
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Libreta de anotaciones sobre el movimiento y origen de la hacienda del campo.
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Papรก con un guardafauna en Formosa. Parque Nacional Pilcomayo.
Virginia y Bautista. 1952.
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Acto en la Plaza Bernardino Rivadavia. Foto sin fecha.
Conmigo en el Glaciar Perito Moreno.
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Juego de sillones que pertenecĂan a mi abuela Elena. Ahora en mi casa.
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Muebles de Provenzal de mis padres. Ahora en mi casa.
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Mรกquinas de escribir de papรก.
Calculadora Olivetti, en muy buen estado y papel original.
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Alhajero de Virginia. Provenzal.
Pisapapeles y ahujereadora aĂşn en uso.
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Escritorio de Carpi & Compañía con sillas de comedor de provenzal. Atrás Bargueño.
Biblioteca de Bautista, ahora sin cortinas.
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EPÍLOGO A Bautista y Virginia. (Prosa poética). El agua fresca se derrama musicalmente sobre el verdor exuberante de las plantas. La luz del amanecer dominical cae en resplandores suaves sobre las calles desiertas de la ciudad dormida. En la cocina de la casa vieja donde transcurrió mi infancia y juventud, cobijo el alma en la calidez de los recuerdos. El mate de yerba devaluada descansa sobre la mesa cubierta de misterios y secretos. Afuera, la lluvia de verano salpica de sonidos la mañana, rompiendo en pequeños pedazos la magia del silencio. Evoco la voz de mi padre y disfruto del momento que se sostiene con la dulzura de su mirada. Rememoro el andar inquieto de mi madre y la cajita de música con dos bailarinas danzando sobre el espejo. Me protegen, me guían, me besan como un suspiro leve, mis dos ángeles mojados. Mientras me sumerjo en un mar de sensaciones vintage, pregunto… ¿Habré vivido a la altura de tus sueños, papá? Es una pregunta que no puedo contestar.
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Bautista: un hombre de palabra Esa pregunta será contestada en el futuro cuando “alguien” hurgue en mis papeles. Así, como hoy lo hago con tu archivo de sorpresas que se van revelando a mis ojos. Caja de Pandora, un mundo inimaginado de lucha y de sueños invade mi alma y entonces… me siento bien. No tengo una respuesta. Solo tengo profundas sensaciones de amor. Mientras… La lluvia de verano, continúa su música en el jardín. Etel Carpi. En La Ñata. Enero 2017.
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DE LA BIBLIOTECA DE MI PADRE Medicina: -El Médico en casa. -Higiene y alimentación del niño. -Varios libros sobre Maternidad y métodos de fertilización naturales. -Siete mil recetas Botánicas a base de mil trescientas plantas medicinales. -La salud por medio de la botánica. -El médico en casa para la mujer. -El amor y el matrimonio. -El secreto de la buena mesa. -Buenas rutas (guía práctica de la salud). Otros títulos: -La educación de la palabra. -La educación del estilo. -Normas de Sociabilidad. -Como ganar amigos e influir sobre las personas. -Como obtener mi jubilación. -Consultor práctico del comerciante.
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Bautista: un hombre de palabra -Motor a nafta (manual de instrucciones catálogo de repuestos). -El libro del automóvil del A.C.A. -El dominio del destino. -Aspectos de la edad atómica. -Mil años pasados. -La razón de mi vida de Eva Perón. -Los hijos de la selva. -Catamarca en cielo y tierra de Luis Franco. Con pinturas y poemas. 1944. -Martín Fierro de José Hernández, edición gigante con dibujos de Juan C. Castagnino. Editorial Universitaria de Buenos Aires. 1962. -Diccionarios de contabilidad, organización, administración, control y ciencias afines. Varios tomos. -Libros sobre derecho y contabilidad varios. Códigos, etc.
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BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA -Los Toldos mi pueblo. Don Electo Urquizo. 1914. Estudio preliminar, revisación y ampliación. P. Meinrado Hux. 1992. -La Tribu y las tierras de Coliqueo, informe de la Comisión designada por el Poder Ejecutivo. La Plata. 1940. -General Viamonte a los 75 años de su autonomía. Escuela de Ed. Técnica Nº 2. 1983. -Fotografías del Centenario. 2008. Municipalidad de General Vaimonte. -Periódicos de época. Archivo personal.
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APÉNDICE SOBRE EL TRABAJO (Texto de José Esteban Echeverría) (*) El trabajo tiene por objeto la producción. Hay dos clases de producción, fruto del trabajo: una material y la otra intelectual, las que corresponden a los modos de trabajo o acción, de las facultades humanas. El trabajo material del hombre se aplica a la industria, al comercio y a las artes mecánicas y en general a aplicar la materia bruta y aplicarla al trabajo. El trabajo intelectual se consagra a la cultura de las ciencias y las letras, y las cosas de la vida en que es indispensable la acción de la inteligencia y de la razón. Uno y otro trabajo son igualmente legítimos y necesarios porque ambos tienden al bienestar y conservación del individuo y la sociedad. Generalmente hablando, el trabajo material satisface con sus productos las necesidades físicas del hombre, como el alimento, el vestido, etc. Y el trabajo intelectual, las necesidades morales como la educación, la ciencia, los goces del espíritu. El trabajo se resuelve como producción en riquezas de la producción (plata), el mercader sus géneros, el abogado sus escritos, y cada cual producto de las labores por monedas o cosas que la valga.
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Bautista: un hombre de palabra No hay vida, pues para el hombre ni para la sociedad sin trabajo; es la condición primera para la conservación de la sociedad, del bienestar social o individual. Debes por esto considerar al trabajo no solamente como una necesidad, sino como una virtud. Nadie debe permanecer ocioso, porque el ocioso ni se sirve a sí mismo ni a los demás. El que no trabaja es pobre, el pobre está sometido de espíritu y cuerpo a la voluntad del otro. La ociosidad es madre de todos los vicios. El trabajo produce oro; el oro enriquece al hombre no solo al satisfacer sus necesidades y gustos, sino que hace bien y ejerce la caridad del prójimo. En suma, el trabajo por sí solo, asegura la independencia personal del hombre. (Ejemplo que me dio mi padre para ejercitar en la máquina de escribir).
(*) Escritor y poeta, autor de LA CAUTIVA Y EL MATADERO. Perteneciente a la generación del 37. Fue muy relevante por sus obras de contenido político más que el literario. Escribió el Dogma Socialista, inspirador de la Constitución de 1853. (1805 Buenos Aires- 1851 Montevideo).
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Bautista: un hombre de palabra DATOS SOBRE LA ESCUELA 10
“Esteban Echeverría”- Cuartel II. Campo de La Tribu. (Texto del libro: -General Viamonte a los 75 años de su autonomía. Escuela de Ed. Técnica Nº 2. 1983.) Fue la segunda escuela en el Cuartel II de nuestro distrito. Fue inaugurada en 1915, el día 6 de agosto. Donó el terreno la Sra. Luisa Pascual Vda. de Simón Coliqueo, e hizo construir una pieza de 8 x 10 y una dependencia para el maestro. Su maestra fue doña Juana Zoila Vázquez. Esta escuela sufre la disminución de su población escolar, posiblemente al hecho de haber sido trasladada, en 1916, más cerca del pueblo, a la casa del Sr. Antonio Rumbo, bajo la dirección de la Sra. Garín y luego de Silvia J. Bernardini. Entre 1926/27 hasta 1946 lo es don Octavio Marambio Catán. La escuela es trasladada hacia el interior de La Tribu, a 8 km de Los Toldos (julio de 1933, por Ley 4814/45). (Aclaración personal: son 10 kilómetros). Campo Carpi. La dirección General de Escuelas mandó construir en el campo de La Tribu tres escuelas rurales, entre ellas la Nº 10. Su licitación lleva fecha del 2 de mayo de 1945 y el nuevo edificio se inaugura en 1947. (Aclaración personal: es ahí cuando papá recibe la notificación del traslado de la Escuela al actual lugar).(Junio 1947). Desde 1946 a 1955 la dirige la Sra. Ibis Canizo de Requejo. En 1975 se le impuso el nombre de Esteban Echeverría. Con las ampliaciones realizadas cuenta con
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Bautista: un hombre de palabra una superficie cubierta de 300 metros cuadrados, sobre 20.000 metros cuadrados de terreno. La Asociaciรณn Cooperadora y el Club de Madres apoyan constantemente la obra de la escuela. Ir a Papรก Agropecuario. Pรกg. 91.
Escuela 10, a 6 kilรณmetros del pueblo.
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DESCRIPCIÓN DEL CAMPO UBICACIÓN: Provincia de Buenos Aires, Partido de General Viamonte, Cuartel II, a 10 km de la Ciudad de Los Toldos. PROPIETARIOS LINDEROS: Al NE. Marcela Coliqueo de Salvo, al NO. el camino a Neild, al SE. Escuela Hogar, al SO. Escuela Hogar y Eulalio Manuel Rodríguez. SUPERFICIE: 85 HAS. CLIMATOLOGÍA: Precipitación media anual: 880 mm sobre estación General Viamonte. Distribución de las precipitaciones: se producen en el momento de mayor vegetación, de octubre a marzo, en forma abundante, por lo que los cultivos tienen un elevado porcentaje de seguridad en las cosechas de semillas. Temperatura media anual: 15º C. Máxima absoluta de 35º C. Mínima absoluta: -4ºC. Las heladas no producen generalmente daños en los cultivos, salvo excepciones. TOPOGRAFÍA: Campo llano. Campo alto: 100% SUELO: Muy fértil, textura franco-arenosa, con un espesor de 25 cms. de humus, permeable, fácil de trabajar con los implementos agrícolas comunes en la zona. Subsuelo: textura arenosa, permeable, profundo. FLORA: Cebadilla, Raygras, trébol, septaria, altamisa, cardos.
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Bautista: un hombre de palabra AGUA SUBTERRÁNEA: Profundidad de la napa freática: 7-9 m. De buena calidad y abundante en su napa. Apta para riego. APTITUD AGROPECUARIA: De acuerdo a la ecología del campo es muy bueno para su explotación agrícola. Esta es la parte del informe que interesa. Luego sigue haciendo una estimación de los valores del arrendamiento año por año desde el año 1956. Informe que hace María Cristina Bibiloni, Ingeniera Agrónoma, de Bragado, designada como perito agrónomo en los Autos Caratulados Carpi Bautista c/ Rodríguez Luis Alejandro y otros s/cobre de pesos. Expediente Nº 2956. Este juicio se resolvió en el año 1967 a favor de papá. Lo interesante del informe son los datos del clima. Como dato de color, en el año 2016 llovió 1.096 mm. Quizás haya aumentado levemente. En cuanto a la temperatura máxima. En los últimos años se ha registrado hasta 39º. Y las mínimas pueden haber subido algo. Raramente llegan a -4º, cuando antes era más común, como también las heladas que caían. En cuanto a que es un campo alto 100%, aquí hubo mucho cambio. Después de sucesivas inundaciones se ha ido bajando. En ese lote se ha formado una lagunita que es casi permanente y hasta fauna acuática la visita.
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Bautista: un hombre de palabra Y en el lugar de la casa del fondo, donde hay corrales, se suele llenar de agua cuando cae agua abundante. Pero a pesar de ello, el agua sigue siendo muy buena como lo decía el informe, y apta para beber. El Sorgo de Alepo se eliminó, pero ahora llegó la Rama Negra, nueva maleza muy resistente, difícil de combatir y que no es propia de la zona. Sin duda, el cambio climático ha tenido que ver. También se nota cambios con respecto a la fauna. Entre abril de 1988 y abril de 1989, hice una serie de observaciones de pájaros casi diarios. Un cambio importante es la cantidad, hay menos. Y la existencia ahora de cotorras en buena cantidad, haciendo sus nidos en los altos eucaliptus de la entrada; en aquellos años no existía la cotorra, la que yo veía más al norte cuando viajaba. Son ellas las responsables de que nunca más sembrásemos girasol como era bastante frecuente en aquellos años.
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EXPERIENCIA “A los 82 años disfruta las bondades del turismo ecológico” Recién jubilado, a los 62 años, Bautista Carpi se convirtió en explorador. En compañía de su esposa y su única hija, una multifacética adolescente, se encontró frente a una nueva e impensada etapa de su vida que le significó muchas satisfacciones y recuerdos. Aquello empezó en 1975 y se prolongó hasta 1989. Carpi, nacido en Los Toldos, hijo de inmigrantes italianos, creció en una localidad de la provincia de Buenos Aires muy especial, tierra de Eva perón, muy amigo de su hermano que trató de plegarlo a la política. Sin embargo, prefirió seguir desempeñándose como tenedor de libros y funcionario municipal (es la persona que ideó el sistema actual de contabilidad de la municipalidad de General Viamonte). También se desempeñó en negocios y agricultura, alternando todo con viajes por el interior. “La mayoría de la gente de la tercera edad debería viajar para estar en contacto con la naturaleza. Después de los 60 años podemos acercarnos más a todo y descubrir muchas cosas de nosotros mismos y de quienes nos acompañan. Teníamos el auto familiar ( un Ford falcon), aprovechábamos al máximo el tiempo
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Bautista: un hombre de palabra porque acampábamos, cocinábamos donde nos encontrábamos, y los tres compartíamos las tareas, éramos un “clan”. Algunas veces las temperaturas eran muy bajas o elevadas, cosa que a veces la salud no soporta, sin embargo pudimos…”, comentó. Etel, su hija, es una notable pintora, fotógrafa, ecologista y pianista, además de poeta con varios libros en su haber, cuyas bases se fundamentan en esos largos recorridos realizados por el territorio Argentino que le permitieron visitar las diferentes reservas ecológicas para trabajar en “su arte”. “Apoyar al hijo único con cualidades es un desafío para todo padre”, señaló Bautista. Precisamente, haber podido efectuar tantas salidas en familia y lo que más tarde se tradujo en la realización de su hija en el campo del arte, es la mejor recompensa que ha superado con creces cualquier esfuerzo o riesgo. Actualmente, Bautista tiene 82 años. Dentro de unos meses se convertirá en abuelo. Su salud a veces le causa problemas, pero recobra energías cuando rememora las aventuras vividas, revisa las fotografías y tiene en sus manos la producción bibliográfica de su hija.
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Bautista: un hombre de palabra LAS ESCUELAS ALEJADAS Una de las satisfacciones que también alberga, es haber dialogado con los maestros de las escuelas más alejadas de la vasta geografía Argentina. A ellos les entregó el primer libro escrito por Etel, el mismo que hoy forma parte de bibliotecas escolares de los lugares recorridos. Es muy posible que en el futuro don Bautista visite el Perú, su yerno es el abogado y periodista peruano, Juan Alfredo Sánchez Ortiz, quien realiza una labor integracionista. Aunque ya no con la agilidad de esos tiempos, cuando emprendió el turismo ecológico, pero sí con la experiencia de los años, el cariño y reconocimiento de su familia, completará otra etapa de recorrido por la vida más pausado. Por Cármen Silvia Pictot Guzmán, periodista Gerontóloga. Colaborador en Buenos Aires: Juan A. Sánchez Ortíz. El Comercio. Lima, domingo 4 de diciembre de 1994.
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Bautista Carpi en la quietud de su hogar en Los toldos, Argentina.
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ÍNDICE GENERAL Dedicatoria
Pág. 5
Introducción
Pág. 9
FAMILIA
Pág. 13
ORDENANDO SU VIDA
Pág. 27
PAPÁ… Y EL FÚTBOL
Pág. 33
PAPÁ… Y LA POLÍTICA
Pág. 37
PAPÁ… FUNCIONARIO PÚBLICO
Pág. 45
PAPÁ… MARTILLERO PÚBLICO
Pág. 59
VIRGINIA SU GRAN COMPAÑERA
Pág. 71
PAPÁ… AGROPECUARIO
Pág. 85
PAPÁ… SU QUINTA LA MEDICINA LOS AUTOS
Pág. 101
PAPÁ… VIAJERO EXPLORADOR
Pág. 113
FOTOS DOCUMENTOS
Pág. 125
EPÍLOGO
Pág. 155
DE LA BIBLIOTECA DE MI PADRE
Pág. 157
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
Pág. 159
APÉNDICE
Pág. 161
Hacemos realidad el sueño de todo escritor. Publicar su libro. Ediciones de las Tres Lagunas España 68 - Telefax 54-236-4631017 - Junín (6000) Pcia. de Buenos Aires - República Argentina E-mail: ediciones@delastreslagunas.com.ar www.delastreslagunas.com.ar
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