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Calidad del aire

“El ciudadano necesita conocer la calidad del aire que respira”

Los rápidos avances tecnológicos de los últimos años han permitido que millones de datos de una gran calidad, puedan estar disponibles en tiempo real. En este momento, con el impulso de las smart cities y el auge de las tecnologías IoT, están implementándose sistemas de información sobre la calidad del aire enfocados, tanto a la monitorización como a la visualización instantánea de datos. Es el caso de Aireas, una herramienta que convierte en conocimiento los datos sobre contaminación atmosférica de cada territorio, gracias al uso del Big Data y la Inteligencia Artificial.

TexTo: MAri góMez BecerrA

Aireas es una plataforma web, anexa al sistema actual de medida y control de los datos de calidad del aire, que realiza un análisis de la información que tienen todas las Comunidades Autónomas. Esta herramienta permite realizar una visualización en minutos, en tiempo real y con la posibilidad de conocer ese diagnóstico de la contaminación de manera permanente, es decir, transforma en conocimiento los datos sobre la contaminación de cada territorio y su evolución.

“El ciudadano necesita conocer la calidad del aire que respira en el lugar donde vive y trabaja”, afirma Luis Hernández, presidente del Observatorio de la Calidad del Aire. “Así nace nuestro Observatorio. Con el único objetivo de dar a conocer a la sociedad los datos que Aireas extrae. Lo único importante para nosotros es saber si el aire es sostenible o no y trasladárselo al ciudadano para que conozca esta información”, añade.

aireas, biG data e ia Medir la calidad del aire

Esta tecnología permite relacionar de forma automatizada los datos de calidad del aire con las operaciones realizadas en cada momento en el tráfico y emisiones. De esta manera, es posible saber qué actividades están contribuyendo a la contaminación del aire y valorar la efectividad de las medidas correctoras que se activen. El objetivo final es, por un lado, encontrar en los datos patrones ocultos de comportamiento; y, por otro, ejecutar de manera automática tareas complejas o rutinarias que en este momento no se pueden realizar o que suponen una inversión grande de tiempo.

El algoritmo con el que trabaja la aplicación es capaz de aprender de los datos y modificarse a sí mismo mediante Deep Learning. Esta tecnología permite al sistema ejecutar tareas complejas que no podrían ser llevadas a cabo con la programación clásica basada en reglas. Gracias a este proceso, con el tiempo, la aplicación puede realizar predicciones ajustadas, aún en el caso de que los datos de entrada sean diferentes a los datos históricos utilizados para entrenar el algoritmo.

Aireas extrae y analiza grandes cantidades de datos, tanto de procesos y actividades realizadas en entorno de movilidad, como datos meteorológicos y de calidad del aire. También utiliza

Luis Hernández, presidente del Observatorio de la Calidad del Aire

las tecnologías de Big Data para estructurarlos y prepararlos para su consulta. Sobre estos datos, la aplicación realiza análisis inteligentes mediante técnicas de Machine Learning, para encontrar patrones y tendencias que relacionen los datos de actividad y parámetros meteorológicos, con la calidad del aire medida en las estaciones.

“Los análisis de datos y la Inteligencia Artificial se utilizan para conocer las estructuras y las relaciones de un volumen grande de datos que no puede ser gestionado por herramientas más básicas. Aireas es un ejemplo claro de ello. Una nueva fórmula de aplicación de estos análisis en un campo muy concreto: la calidad del aire”, afirma el presidente del Observatorio de la Calidad del Aire. “En muy poco tiempo,

toda la gestión y el control del aire se van a realizar mediante estas aplicaciones. Lógicamente, los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en el campo de la atmósfera, van a pasar siempre por herramientas avanzadas de tecnología y aplicación. Un ejemplo es lo que ocurre en el aeropuerto de Madrid, situado al lado de una ciudad que acoge a más de 3,5 millones de habitantes. Con los sistemas de medición actuales, no se conocen muy bien de donde procede la emisión de gases o partículas. Gracias al análisis de datos, se evalúa el proceso de llegada del contaminante a la estación y se estima a través de los años ese proceso, sabiendo que parte viene del aeropuerto, que parte viene de las autovías, que parte viene de los cruces de calles, etc.

El uso de esta tecnología produce un impacto social positivo y favorable sobre el entorno urbano y contribuye a la mejora de la calidad del aire tanto en las propias ciudades como en los entornos periurbanos. Este aspecto contribuirá a reducir la conflictividad vinculada a la contaminación atmosférica, derivada de las actividades de los centros de las ciudades y, en consecuencia, contribuirá al desarrollo económico y social de los distintos territorios.

una Mala calidad del aire, un ProbleMa de salud a larGo Plazo

“Todavía no existe una demanda colectiva del problema que representa respirar un aire no sostenible. Es lo mismo que ocurrió hace unos años con el tabaco. En este sentido, el papel de los medios de comunicación es muy importante. Es cierto que se ha producido un avance en este sentido y que cada vez dan más información acerca de la calidad del aire, el problema es que se utiliza más como una cuestión política, sin entender que la salud del aire que respiran los ciudadanos nada tiene que ver con la política”, comenta el presidente del Observatorio.

También se muestra tajante cuando responde a la pregunta qué debe cambiar para que el aire que respiramos sea más sostenible. “Fundamentalmente y, en primer lugar, debemos cambiar la movilidad. Las personas que utilizan un coche en una ciudad suponen un 20% de la movilidad y ocupan un 80% de la superficie pública de las ciudades. Cuando vemos en una gran ciudad las obras que se efectúan en las calles y en las autovías, pero no vemos el aumento de los servicios públicos de transporte, estamos viendo que la ciudad no será sostenible. Esto ocurre en muchas ciudades españolas, algunas con avisos de la Unión Europea. Lo primero que debe ocurrir es que exista una clase política, de manera general, preocupada por hacer las poblaciones sostenibles, tanto en la ciudad, como en el resto de los territorios. Si preferimos seguir teniendo vehículos privados y damos más facilidad para que existan, seguiremos siendo muy poco sostenibles”.

Por último, destaca “desde mi propio punto de vista, faltaría que el ministerio para la Transición Ecológica y las Comunidades Autónomas tuvieran el suficiente interés por el aire sostenible. De igual manera que con la pandemia todas las administraciones se han preocupado porque el ciudadano entienda lo que está sucediendo y se proteja del virus, deben preocuparse también por trasladar que una mala calidad del aire, implica una muerte anticipada. Sucede lo mismo que con el tabaco, ocurre más a largo plazo, pero también llega”. .

“No conseguiremos modificar la calidad del aire hasta que no cambiemos la movilidad. Si queremos construir poblaciones más sostenibles debemos empezar por ahí”

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