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El impacto, aprendizaje y desafío que dejó la pandemia. Entrevista Ing. Alfredo Moncayo

Es importante mantener los valores como la integridad, el compromiso, la solidaridad y el servicio a los demás, que son el resumen de lo aprendido en pandemia

El impacto, aprendizaje y desafío que dejó la pandemia por la COVID-19 dentro de la industria farmacéutica ha permitido un cambio de estructura y pensamiento. Alfredo Moncayo Valencia, gerente de SBU farma especialidades de Grupo Difare; especialista en mercadeo y estrategia, con más de 25 años de experiencia dentro del área farmacéutica, conversó con revista Guía Farmacéutica y compartió su perspectiva sobre el impacto de la pandemia.

¿Considera que existe un aprendizaje en el entorno social y dentro de la industria farmacéutica luego de vivir una pandemia?

Desde luego que sí, la pandemia reactivó en todos muchas cosas que las habíamos relegado a un segundo plano en la vida cotidiana; nos volvió humanos nuevamente, porque restauró el valor que tiene la familia, los amigos, la gente con quienes convivimos cada día. Se retomaron las bases de solidaridad, servicio y humildad. La pandemia por la COVID-19 permitió la reflexión del hoy y la inseguridad del mañana; nos enfrentó con la vulnerabilidad y fragilidad que tienen los seres humanos frente a las adversidades donde se generaron altos niveles de miedo, estrés e incertidumbre. Dentro de la industria farmacéutica aprendimos que, cuando hay un propósito común y compartido como fue salvar vidas de esta amenaza, se pueden romper todas las barreras y trabajar juntos como un solo hombre, lejos de políticas que separan, para poder crear salud y bienestar con solidaridad. Además, el tiempo de pandemia dio la oportunidad de que ese reclamo que siempre se manifiesta: “El paciente es lo primero y el centro de nuestra gestión”, sea algo real y palpable; aunque nadie estuvo preparado para una catástrofe como la que se vivió, las empresas que tienen una visión de futuro y se prepararon en diferentes áreas; especialmente en tecnología, fueron las que más se beneficiaron. Me atrevería a decir que, dentro del sector de la salud se reveló el verdadero sentido de entrega y se descubrieron a los verdaderos héroes, aquellos que estuvieron luchando día a día en el frente de batalla, sin esperar ninguna recompensa; sino, el saber que contribuían para salvar vidas y mitigar el dolor.

¿Qué podría mencionar como aspectos positivos y negativos dentro del proceso de reactivación económica y social?

Los aspectos positivos que deja la pandemia son un gran poder de adaptación, una recursividad y creatividad para generar nuevas formas de enfrentar la crisis, brindando oportunidades de emprendimientos, movió el statu quo y sacó a las personas de su área de confort siendo más objetivos y productivos. Los aspectos negativos son la pérdida de vidas, de empleos y aumento de la pobreza, que tomará mucho tiempo en llegar a niveles manejables y que generan más diferencia social y por ende, inconformidad y violencia.

¿Qué falta aún por superar o entender después del contexto de pandemia y cómo hacerlo?

Nos falta mucho por hacer y superar, la reactivación recién se ha iniciado pero lo que sí está claro es que, frente al acortamiento de los tiempos y el progreso de la tecnología, ya no se puede seguir caminando a la velocidad de antes. Es necesario ser más disruptivos, más eficaces y debemos adaptarnos al nuevo entorno con flexibilidad extrema y, con la rapidez que nos demandó la pandemia si queremos subsistir y tener éxito.

De su experiencia, ¿Qué se puede hacer para no dejar de construir y trabajar por los sueños?

Los sueños son maravillosos y reflejan un anhelo que motiva a querer conseguirlos, un sueño sin acción se queda solamente en un lindo deseo. Un soñador que cada día camina para ir construyendo se convierte, primeramente, en un emprendedor y luego realizador y líder. Los sueños se vuelven realidad cuando se tiene un propósito claro, metas planteadas y cada día se trabaja por conseguirlas y superarlas, sin dejarse vencer de los obstáculos y siempre con actitud positiva.

¿De qué manera se debería enfrentar este 2023? ¿Cuál debería ser la clave?

Después de las lecciones aprendidas considero que la clave es el enfoque, la optimización de recursos, el manejo del tiempo en cuanto a organización y reacción, con una productividad orientada en hacer más, con menos; pero sobre todas las cosas volver a las bases, a los principios que sostienen y hacen fuerte a la sociedad; es decir, la familia. Es importante mantener los valores como la integridad, el compromiso, la solidaridad y el servicio a los demás, que son el resumen de lo aprendido en pandemia.

¿Algo en particular que le gustaría compartir?

Los momentos de crisis revelan las verdaderas capacidades de las personas y sus oportunidades, pero lo más valioso es aprender de los errores y no volver a repetirlos. Teníamos una vida antes de la pandemia y hoy tenemos una muy diferente, en la cual la clave del éxito es no retornar a ser los mismos de antes, sino que con lo vivido y aprendido, seguir creciendo y mejorando cada día, pensando que la vida no nos pertenece y que somos apenas una pequeñísima parte en el gran universo en el cual no tenemos el control de nada frente al poder de Dios, que con un suspiro puede transformar lo que creíamos tener; por eso debemos planificar a largo plazo, pero vivir como si cada día fuera el último para ser mejores personas, trabajadores, ejecutivos, líderes y sobre todo, mejores humanos.

LA CLAVE es el enfoque, la optimización de recursos, el manejo del tiempo en cuanto a organización y reacción, con una productividad orientada en hacer más, con menos

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