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Síndrome de las piernas inquietas, un trastorno del sueño
El síndrome de las piernas inquietas (SPI) es un trastorno neurológico caracterizado por la aparición no dolorosa en las piernas de sensaciones desagradables como la impresión de que algo zigzaguea, de que algo camina, de hormigueo o tironeos. Estas sensaciones se producen en la pantorrilla, pero pueden sentirse desde el muslo hasta el tobillo y afectar una o las dos piernas. Algunas personas también pueden tener la sensación en los brazos. El síndrome de las piernas inquietas presenta un deseo inminente de mover el miembro afectado cuando se producen las sensaciones y eso alivia la molestia.1,2 Aún se desconoce la causa del síndrome de las piernas inquietas. En algunos casos se cree que es hereditario y también se lo ha vinculado a daños en los nervios de las piernas como consecuencia de la diabetes, problemas renales o alcoholismo.2
Síntomas que se pueden presentar
Los más comunes son las sensaciones de hormigueo, zigzagueantes o tirones, al acostarse o sentarse, esto provoca la necesidad de mover las piernas para aliviar temporalmente los síntomas, por ello pueden estirar, flexionar o frotarse las piernas, dar vueltas en la cama, levantarse y caminar. En general, los síntomas empeoran cuando la persona está acostada, en especial al intentar conciliar el sueño o durante otras formas de inactividad.2
Diagnóstico y tratamiento
En el proceso de diagnóstico, el médico realiza una historia clínica completa y un examen físico. Además, se pueden efectuar análisis de laboratorio o un estudio del sueño en base a cuatro criterios esenciales:
1. La necesidad irresistible de mover las piernas, acompañada de una sensación molesta en ellas.
2. Inicio o empeoramiento de los síntomas con el reposo o al permanecer acostado o sentado.
3. Mejora o cese de los síntomas tras mover las piernas.
4. Aparición o predominio de los síntomas durante la tarde o la noche.
El tratamiento del síndrome de piernas inquietas se enfoca en la causa que lo produce, por ejemplo, se administra hierro cuando se evidencia una disminución de los acúmulos de hierro en la sangre. Por otro lado, el tratamiento con fármacos puede incluir agentes dopaminérgicos, benzodiazepinas y opioides.
Puntos clave a recordar
Considere dentro de su vida cotidiana las siguientes sugerencias para mejorar el síndrome de las piernas inquietas:
• Mantenga buenos hábitos de sueño.
• Evite el consumo de cafeína, alcohol y tabaco.
• Realice ejercicio moderado con frecuencia.
• Procure tener una dieta bien balanceada.
• No esconda los síntomas y consulte con un médico.
• Evite el estrés, el cansancio general y el insomnio.
• No tome vitaminas ni suplementos minerales, sin prescripción médica.
• Mantenga su mente activa puede leer, realizar crucigramas, jugar a videojuegos, etc.