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La enseñanza centrada en el aprendizaje
E INCERTIDUMBRES
La enseñanza centrada
EN EL APRENDIZAJE
Jesús Carlos Guzmán
Dentro de las reformas curriculares actualmente vigentes
en México se propone que la enseñanza debe estar centrada en el aprendizaje (ECA), lo cual coincide con innovaciones educativas realizadas en otros países. Sin embargo, algunos suponen que la adopción de este enfoque es únicamente agregar una estrategia didáctica más. Considero que no es así ya que su plena adopción implica modifi car la visión que se tiene sobre la enseñanza y el aprendizaje. El maestro no debe dar preceptos sino debe hacer que los halle su alumno.
EMILIO O LA EDUCACIÓN (1762). J. ROUSSEAU.
www.sxc.hu
1. Introducción
Una propuesta curricular solamente se materializará si los docentes la hacen suya, son ellos los que determinan el éxito o fracaso de cualquier reforma educativa. Esto es así debido a que “los cambios en la educación dependen de lo que piensan y hacen los profesores, algo tan simple y tan complejo”.1 El mismo autor afi rma también que las reformas educativas difícilmente se harán realidad si no se dedica una atención especial a la formación y al cambio de las concepciones pedagógicas de los maestros, y una manera de lograrlo es que asuman las nuevas perspectivas sobre su labor que demanda la modifi cación curricular. Así, por ejemplo, dentro de la reforma de la educación básica se ha adoptado que sea por competencias, pero es probable que muchas de sus propuestas no se entiendan hasta que se tengan plenamente comprendidos los principios de una enseñanza activa o centrada en el aprendizaje, al ser ella un ejemplo de este enfoque.
Por las anteriores consideraciones, en este artículo pretendemos mostrar las características
1 Mellado, V., “La formación y el desarrollo profesional del profesorado de ciencias experimentales”, en COMIE (comp.), Conferencias magistrales, Consejo Mexicano de Investigación Educativa,
México, 2009, pp. 141-178.
principales de la enseñanza centrada en el aprendizaje (ECA) y contrastarla con la enseñanza tradicional. Igualmente aclararemos algunos malentendidos surgidos sobre este enfoque.
Los estudiantes aprenden lo que les interesa y recuerdan lo que comprendieron.2
2. Las polémicas didácticas. Dos visiones sobre la enseñanza
El campo de la didáctica durante todo el siglo XX estuvo signado por la polémica entre dos visiones opuestas sobre la manera de concebir la materia; una centrada en el maestro y en los contenidos, denominada enseñanza tradicional y otra la activa o enfocada en el alumno y en los procesos de aprendizaje.
La confrontación didáctica se explica en parte desde el propio sentido que le demos a la educación, ya que este término tiene dos acepciones. Una proviene de educare, que signifi ca “conducir”, “guiar”, “orientar” pero también existe otro signifi cado y es educere, que quiere decir quien “hace salir”, “extrae”, “da luz”.3 Por eso, dependiendo de la orientación que le demos al acto educativo, así será nuestra visión de la enseñanza; es decir, si concebimos que nuestra misión como educadores es intervenir para dirigir al alumno hacia unas fi nalidades consideradas socialmente deseables; o si por el contrario, nuestra prioridad es centrarnos en propiciar el crecimiento personal del educando, ofreciendo las condiciones necesarias para “sacar lo mejor de él” y donde satisfacer sus necesidades personales es lo más importante.
Para distinguir las diferencias entre ambas visiones de una manera esquemática, podríamos decir que la educación denominada tradicional considera que es potestad de los expertos disciplinarios y educadores decidir sobre lo que debe aprender el alumno; sobre las formas de enseñanza, él debe recibir de la mejor manera los conocimientos considerados cruciales para su socialización, desarrollo y vida académica. Por ello, la institución educativa determina los contenidos por adquirir plasmados en el currículo o programas académicos; el ejecutor de estas prescripciones educativas es el maestro, quien planea, controla y evalúa el proceso instruccional. Desde esta perspectiva, la función del maestro es transmitir los conocimientos de la mejor manera, lo cual realiza por medio de una exposición o “clase” y luego evalúa su correcta adquisición, casi siempre con exámenes. Para realizar su labor, el maestro sigue un programa donde se especifi can los contenidos desglosados por temas y subtemas, con asignación de tiempos, utiliza determinado material didáctico y sigue las sugerencias de actividades didácticas para alcanzar los objetivos establecidos. Es síntesis, desde esta visión todo lo que debe aprender el alumno, así como las formas y los ritmos para hacerlo se decide en instancias externas a él; por eso se dice que los alumnos desempeñan un papel pasivo o receptivo, al tener poca o nula ingerencia para incidir sobre estos aspectos, ya que se les considera “incapaces”, “inmaduros” o simplemente “no les corresponde”. Se ha hecho la metáfora para ilustrar los supuestos de la enseñanza tradicional en el sentido de que es como un líquido se que vierte de alguien que sabe a otro que ignora. La autora Ikram Antaki4 expresó la misión del maestro de la siguiente
2 Huba, M. y J. Freed, Learner-center assessment on college campuses. Shifting the focus from teaching to learning, Allyn & Bacon,
Boston, 2000. 3 Sánchez, S., Diccionario de las Ciencias de la Educación, Santillana,
Madrid, 1995. 4 Antaki, I., Manual del ciudadano contemporáneo, Ariel, México, 2000, p. 53
manera: “Educar es el ofi cio más bello del mundo. Su misión consiste en permitir a otros apropiarse de los conocimientos”.
La otra postura, la activa o centrada en el aprendizaje, establece que la enseñanza sólo apoya o estimula lo que el alumno ya trae, ya que educar es básicamente un proceso de tipo interno donde lo exterior sólo estimula lo que el alumno es, pero no lo cambia. Utilizando otra vez una metáfora, se considera que el papel del docente en la enseñanza activa es la de un jardinero, que tiene la misión de cuidar y proporcionar los elementos necesarios para que la planta crezca pero no debe intervenir en este proceso porque los agentes externos tienen poca infl uencia; por ejemplo, siguiendo la metáfora no pueden transformar la fl or en roja si es blanca.
Evidentemente sobre estas posturas han existido a lo largo del tiempo variaciones y énfasis, así como propuestas intermedias, la más reciente es la síntesis realizada por Meirieu.5 Sin embargo, en este documento vamos a profundizar en sus diferencias para que se comprendan mejor las cualidades de la enseñanza centrada en el aprendizaje y en qué se distingue de la tradicional.
Antes de concluir este apartado, quisiera recordar que en nuestro país, en la década 1980, se hablaba del proceso enseñanza–aprendizaje, y el guión en la escritura indicaba que ambos procesos eran igualmente importantes e iban juntos, pero ahora este equilibrio se ha roto, ya que el acento está puesto en el alumno y en los procesos de aprendizaje, con la popular denominación de llamar al docente “facilitador”; por eso muchas de las innovaciones educativas y reformas curriculares aplicadas en diferentes países pugnan por la aplicación generalizada de las metodologías activas o centradas en el aprendizaje y en el desarrollo de las competencias.
5 Meirieu, P., En la escuela hoy, Octaedro, Barcelona, 2004.
Aprender no es un juego donde el estudiante es un espectador. Él no va a aprender mucho si sólo está sentado escuchando al maestro, memorizando respuestas correctas para verterlas en los exámenes y acumulando califi caciones. Los alumnos deben discutir lo que están aprendiendo, escribir sobre ello, relacionarlo con sus experiencias pasadas, aplicarlo en sus vidas cotidianas. Deben hacer suyo lo que están aprendiendo.6
3. ¿En qué se diferencia la enseñanza cen trada en el aprendizaje (ECA) de la tradicio nal? Los nuevos roles de los componentes de la enseñanza.
Basados en los postulados de la enseñanza activa recién descritos, la ECA señala que para lograr una mejor comprensión de los contenidos escolares y favorecer la adquisición de metas educativas, la enseñanza debe centrarse en el alumno y en favorecer sus procesos de aprendizaje.
Un enfoque centrado en el aprendizaje se basa no en lo que hace el maestro, o en preocuparse por transmitir de la mejor manera los contenidos, sino en lo que realiza el alumno. Por eso cambia el papel de los componentes involucrados en el acto docente como: los objetivos, las estrategias, el papel de los contenidos, la planeación, la evaluación y sobre todo, de la propia visión de lo que la enseñanza signifi ca. Si bien en la educación no podemos hablar de absolutos o de aplicaciones “puras” ya que hay mezclas y se comparten actividades, es importante resaltar que las formas y los propósitos de enseñar serán diferentes si el docente tiene una aproximación enfocada en los contenidos o en el maestro; o si está centrada en el aprendizaje.
6 Chickering & Gamson, 1987, citado por Huba, M. y J. Freed, op. cit.
Así en la ECA la labor del maestro consiste en plantear o diseñar situaciones de aprendizaje y crear climas favorables para ello, como el respeto, la tolerancia, la confi anza y el apoyo. En este ambiente, el estudiante comprende y acepta las responsabilidades que le corresponden, ya que su aprendizaje dependerá de sus acciones, compromiso y motivación. Nadie va a aprender por él, pero tampoco va a lograrlo sin la guía del docente. Por ello, desde esta perspectiva el aprovechamiento de los estudiantes depende menos de lo bien que den sus clases los maestros, como de las actividades efectuadas por el alumno en una experiencia instruccional. Por eso los métodos derivados de este enfoque se denominan globalizadores.
Para comprender mejor las diferencias, en el siguiente cuadro contrastaremos las visiones y posturas que plantean la ECA y la enseñanza tradicional en algunos componentes.
Comparación entre la enseñanza tradicional y la centrada en el aprendizaje
COMPONENTES DE LA ENSEÑANZA TRADICIONAL CENTRADO EN EL APRENDIZAJE
METAS DE LA
ENSEÑANZA La adquisición de los contenidos disciplinarios y temas académicos con poco énfasis en su aplicación o uso.
El conocimiento es transmitido del maestro al estudiante.
El conocimiento es único y verdadero y el alumno lo recibe tal cual.
El conocimiento es una “copia” de la realidad. El aprendizaje de los estudiantes y que las metas sean relevantes, es decir, vinculadas a las necesidades e intereses de los alumnos y pertinentes, social y culturalmente importantes.
Su fi nalidad es preparar al educando para la vida, y por ello es crucial conocer la realidad.
El conocimiento es construído por el alumno y cada uno hace una elaboración personal e idionsicrática, que es distinta de la de otro aunque sea el mismo contenido.
El conocimiento no es una copia de la realidad sino una construcción individual del educando.
Para lograr el conocimiento el alumno debe participar en el proceso realizando búsquedas y síntesis de la información, haciendo trabajos, diseñando productos o presentaciones, participando en discusiones grupales, corrigiendo lo señalado por el maestro, etc.
LA VISIÓN SOBRE
EL CONOCIMIENTO
COMPONENTES DE LA ENSEÑANZA
SUPUESTOS
TRADICIONAL
Poca importancia al aprendiz y al contexto donde aplicará lo adquirido.
Hay que dominar el cuerpo disciplinar, sus visiones, sus métodos y sus técnicas.
Buscar la propuesta didáctica más apropiada para el aprendizaje de cada asignatura.
La importancia está determinada por la función social de la enseñanza y de las capacidades por desarrollar, las cuales son decididas por expertos disciplinarios y por los educadores.
El alumno no puede decir nada sobre lo enseñado.
Los estudiantes pasivamente reciben la información.
Hay poca motivación porque se cumplen demandas planteadas por otros.
Aprender es algo aburrido y se hace por obligación. Hay sentimientos de indiferencia, miedo o ansiedad.
La adquisición de conocimiento fuera del contexto donde va a ser utilizado. El centro es el alumno y es imprescindible saber cómo aprende y sus características psicológicas.
Es crucial que lo enseñado se ajuste al contexto o situación donde los conocimientos se utilizarán o deberán mostrarse.
Se busca conocer la realidad e incidir en ella.
Como la realidad no se presenta en disciplinas, los métodos activos pretenden dotar a los estudiantes de las técnicas y herramientas necesarias para poder incidir en ella de manera integral.
El alumno sabe lo que necesita aprender.
Los estudiantes se involucran activamente en el proceso instruccional.
Como lo enseñado se vincula con sus intereses y necesidades, hay alta motivación.
Se comprometen a realizar el esfuerzo que se precisa para aprender.
El usar conocimientos de manera efectiva para poder enfrentar problemas de la vida real y ser personalmente importantes.
CENTRADO EN EL APRENDIZAJE
EL PAPEL DE LOS
ESTUDIANTES
SE ENFATIZA
COMPONENTES DE LA ENSEÑANZA
LA FUNCIÓN DEL
MAESTRO
TRADICIONAL
El papel del profesor es ser un transmisor de la información y evaluador de su correcta adquisición.
Los contenidos son divididos en disciplinas, se consideran valiosos por sí mismos y el maestro debe cubrirlos en el tiempo especifi cado.
El conocimiento se divide en disciplinas y éstas en asignaturas o materias.
El curriculum se organiza por campo u objeto que es el centro, de lo que se aborda o es su referencia fundamental. Por ejemplo, espacio si es geografía o el estudio de los animales si se trata de zoología.
O por campo de estudio. Es diferente para cada disciplina, por ejemplo, son formas para la geometría; materia y energía para la física; comportamiento para la psicología.
Predominante utilización del método expositivo o “dar clases”. El papel del profesor es de apoyo y facilitador. Su tarea es preparar materiales y actividades de aprendizaje, construir en el aula un ambiente estimulador del aprendizaje, corregir sus realizaciones y retroalimentar sus desempeños. Evaluar lo adquirido por los alumnos y conjuntamente acordar acciones para mejorarlo.
Los contenidos son medios, no fi nes. Son usados, no cubiertos.
No se niegan las disciplinas, sino que se les da otro papel.
Los organizan de manera transversal, transdisciplinaria e interdisciplinaria.
Lo importante es el proceso cognoscitivo activado por dominar las matemáticas, física, historia, español y no tanto saber matemáticas, física, historia o español en sí mismas.
Sitúan el objeto de la enseñanza donde las disciplinas no lo son todo.
Partir de una situación, interesante, y que plantee interrogantes que valga la pena responder.
CENTRADO EN EL APRENDIZAJE
EL PAPEL Y LA
ORGANIZACIÓN DE
LOS CONTENIDOS
METODOLOGÍA DE
ENSEÑANZA
COMPONENTES DE LA ENSEÑANZA TRADICIONAL
Generalmente se siguen tres fases:
• Apertura o introducción • Desarrollo • Conclusión o cierre
Evaluar y enseñar son actividades separadas.
La evaluación se utiliza únicamente para asignar califi caciones.
Énfasis en dar la respuesta correcta, que es sólo una.
Castigo a los errores; se genera culpabilidad por eso, los alumnos los ocultan. Se pueden organizar los contenidos desde el enfoque disciplinario, pero en su presentación hay que partir de situaciones cercanas al alumno.
Pueden seguir las siguientes fases:
1) Situación de la realidad. 2) Planteamiento de preguntas. 3) Utilización de instrumentos y recursos disciplinares. 4) Formalización según los criterios científi cos de las disciplinas. 5) Aplicación a otras situaciones.
Las situaciones deben ser lo más signifi cativas posibles y formar para comprender la sociedad donde viven y participar en ella constructivamente.
El maestro puede exponer y corregir, pero la responsabilidad del aprendizaje recae en el alumno.
El docente busca crear atmósferas para aprender no menos, sino más y mejor.
Enseñar y evaluar son actividades interconectadas.
La evaluación se utiliza para promover y diagnosticar el aprendizaje. A partir de sus resultados se emprenden acciones.
Se da igual importancia al proceso como a los resultados del aprendizaje. Es menos importante la califi cación que valorar lo realmente aprendido por el alumno.
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En la enseñanza centrada en el aprendizaje (ECA) la responsabilidad del aprendizaje recae en el alumno, pero esto no le quita responsabilidad al maestro sobre el acto de enseñanza.
CENTRADO EN EL APRENDIZAJE
LA EVALUACIÓN
COMPONENTES DE LA ENSEÑANZA
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TRADICIONAL
Las metas del aprendizaje son evaluadas indirectamente por medio de pruebas objetivas. No hay diversidad en los instrumentos de evaluación.
Generalmente se evalúa sólo el conocimiento teórico.
“Tema evaluado, tema olvidado”. Lo enseñado se olvida fácilmente.
Autoritaria, competitiva e individualista, descalifi cadora acerca de las capacidades de los alumnos.
Los estudiantes son vistos como los únicos que aprenden en la clase. Énfasis en generar mejores preguntas, posibilidad de tener varias respuestas acertadas para una situación o formas diferentes para presentar un trabajo de calidad.
Se destaca el aprender de los errores; la aparición de éstos se considera parte del propio proceso de aprender, por lo que es importante conocerlos para corregirlos.
Las metas del aprendizaje son evaluadas de diferentes maneras, por ejemplo: ensayos, proyectos, trabajos, ejecuciones y portafolios. Se valoran también otros dominios como las habilidades y lo afectivo.
Lo aprendido permanece después de haber sido evaluado.
Se dan a conocer al estudiante los criterios de evaluación antes de ser evaluados por medio de rúbricas.
Es cooperativa, colaborativa y da apoyo. No descalifi ca. Se da confi anza a los alumnos para que desarrollen sus capacidades individuales.
Los profesores y los estudiantes aprenden juntos pero cosas diferentes.
El papel del maestro de la ECA consiste en ser quien ofrece explicaciones, guías o consejos a los alumnos.
ATMÓSFERA O
CULTURA ESCOLAR
¿QUIÉNES APRENDEN?
CENTRADO EN EL APRENDIZAJE
Una primera aclaración respecto del cuadro comparativo es que buena parte de lo propuesto por la ECA se basa en resultados de investigaciones que han tratado de dar respuesta a la interrogante de: ¿cómo aprenden los seres humanos? Lo encontrado contradice la visión tradicional que se tiene sobre la enseñanza, los contenidos, la evaluación y el aprendizaje, como quedó ilustrado en la comparación.
En segundo término, de lo expuesto en el cuadro anterior se desprende que en la ECA tanto el maestro como los contenidos disciplinarios
dejan de ser los protagonistas, el docente dedica menos tiempo a exponer y se concentra en diseñar cuidadosamente experiencias y planear actividades de aprendizaje. Amplía sus estrategias de enseñaza y de evaluación. Su papel consiste en ser alguien que ofrece explicaciones, guías, consejos y anima al estudiante a manejar la ansiedad producida por enfrentarse a situaciones y conocimientos nuevos. Es quien coordina las actividades, dirige las acciones y tiene muy claras las metas que desea alcanzar. Sus formas de evaluación son diferentes, ya que si bien en última instancia debe otorgar una califi cación, esto es menos importante que haber verifi cado continuamente el proceso seguido por el estudiante para aprender y detectar los obstáculos a fi n de ayudar a superarlos. Por eso no le da una califi cación sólo por participar, sino que valora sus trabajos y productos, así como sus habilidades y actitudes. En este sentido, el uso de las rúbricas es de gran ayuda ya que en ellas el docente explicita sus criterios de evaluación y describe las características de lo que considera un trabajo o producto de calidad. Para profundizar sobre este tema se sugiere consultar Carlos.7
El papel de los contenidos también se modifi ca. Ahora no se trata de cubrirlos o terminarlos en el lapso estipulado, sino asegurarse de que sean usados por los estudiantes para enfrentar problemas o situaciones importantes para ellos; ya no son sólo un requisito a cumplir para acreditar o fi nes en sí mismos, sino medios para ayudarlos a comprender de mejor manera el mundo que los rodea; son instrumentos para resolver problemas signifi cativos para su vida presente y futura; son, en suma, apoyos para desarrollar sus potencialidades y crecimiento personal.
Antes de fi nalizar deseamos hacer dos aclaraciones para evitar algunos malentendidos que han surgido sobre lo propuesto por este enfoque. El hecho de decir que el alumno es el protagonista del proceso de aprendizaje no le quita responsabilidad al maestro sobre el acto de enseñanza, no es volverlo invisible ni decirle a sus estudiantes: “Pónganse a construir y cuando terminen de hacerlo me avisan”. Tampoco es caer en el “participacionismo estudiantil”, en la cual su única labor consiste en organizar dinámicas de grupo o trabajos en equipo, donde los estudiantes dedican todo el tiempo de la clase a trabajar febrilmente. Así algunos docentes han entendido que ya no son tradicionalistas si les piden a sus estudiantes que estén en una actividad continua, sin que al parecer queden claras las razones para hacerlo. No confundir medios con fi nes; por supuesto, deseamos la participación del estudiante, pero siempre serán más importante las fi nalidades que usted tiene como docente que los mecanismos empleados para alcanzarlos y así no volver a estos últimos en fi nes en sí mismos.
Otra confusión es asumir que, en esta aproximación, el maestro tiene prohibido exponer o transmitir lo que sabe y por consiguiente, debe abstenerse de proporcionar información o apoyos, “porque está impidiendo el aprendizaje de los alumnos o su creatividad”. No, se trata de que el maestro no dedique 80 o 90% de su clase a exponer, sino que distribuya mejor el tiempo para permitir la plena participación del estudiante en su proceso de adquisición de conocimientos. Lo que este enfoque sugiere es que el maestro realice otras funciones, como preparar materiales, dirigir diversas actividades de enseñanza, ofrecer los documentos o sitios donde puede hallar lo requerido para realizar las tareas encomendadas, ser una fuente de conocimiento para el alumno, guiar y corregir lo que hace y evaluar-
7 Carlos, J.,¿Cómo evaluar competencias educativas? Diseñe instrumentos y métodos psicopedagógicos e caces, Psicom Editores, Bogotá, 2009, consultado en: www. librosdepsicologia.com.
lo de manera integral y justa. El docente es el experto que pone su sapiencia para ayudar al estudiante a lograr la plena adquisición de los complejos contenidos que nuestra época le demanda dominar.
Por eso, una recomendación general cuando utilice una enseñanza centrada en el aprendizaje sería la siguiente:
Tan pronto pueda, ponga al estudiante en contacto con el objeto de aprendizaje deseado, déjelo que practique, se equivoque y tenga dudas, pero apóyelo, sobre todo corrija lo que hace, encamínelo hacia las metas establecidas y verifi que el logro de lo anterior.
Es decir, podemos usar la metáfora de que en cuanto pueda lance al agua al alumno, pero si se está ahogando sáquelo de la alberca.
Para concluir, como decíamos al inicio, adoptar un enfoque de este tipo implica modifi car la visión tradicional de la enseñanza y sobre todo de sus fi nes, ya que las prioridades cambian, el propósito no es tanto que los alumnos dominen el contenido disciplinario, sino vincularlo con sus necesidades e intereses, para convertirlos en conocimientos vitales, que vale la pena adquirir por ser algo que no se va a olvidar una vez acreditado el grado o la materia sino que se va a quedar con él; por ser relevante. Otro de los fi nes que se enfatizan es el de la pertinencia, o buscar que lo enseñado no se derive de caprichos disciplinarios, de presiones políticas e ideológicas, o de modas educativas sino que sea el resultado de haber discutido y refl exionado acerca de qué deben saber nuestros alumnos a fi n de dotarlos de los elementos necesarios para que sean activos constructores del tipo de sociedad democrática que anhelamos y así dar un valor social y ético al conocimiento enseñado.
En resumen, el ECA es una aproximación que pretende constituirse una alternativa para superar los magros resultados educativos de la educación tradicional, que si bien no se duda de sus aportaciones, lo cierto es que sus acciones son claramente insufi cientes para alcanzar las metas educativas que nuestra época demanda. Si seguimos haciendo lo mismo, obtendremos los mismos resultados, por eso hay que dar un giro y poner en prácticas formas diferentes de conducir la enseñanza para dar prioridad a otros aspectos que la investigación psicoeducativa ha demostrado que favorecen el aprendizaje. En educación no hay “panaceas” ni “soluciones mágicas”, pero sí se considera que este enfoque es una mejor opción para alcanzar la meta central de la enseñanza y que le da sentido a todo lo que hacemos: lograr el aprendizaje de los alumnos.
Referencias bibliográfi cas: ANTAKI, I., Manual del ciudadano contemporáneo, Ariel,
México, 2000. CARLOS, J., ¿Cómo evaluar competencias educativas? Diseñe instrumentos y métodos psicopedagógicos efi caces,
Psicom Editores, Bogotá, 2009, consultado en: www. librosdepsicologia.com. HUBA, M. y J. Freed, Learner-center assessment on college campuses. Shifting the focus from teaching to learning,
Allyn & Bacon, Boston, 2000. MEIRIEU, P., En la escuela hoy, Octaedro, Barcelona, 2004. Mellado, V., “La formación y el desarrollo profesional del profesorado de ciencias experimentales”, en COMIE (comp.), Conferencias magistrales, Consejo Mexicano de Investigación Educativa, México, 2009, pp. 141-178.