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La Reforma Educativa avanza Figuraciones SER MAESTRO
S
er maestro, no es sólo dar clases. Entender y reflexionar en torno al papel que desempeña cada docente frente a su grupo, es un ejercicio pedagógico que rebasa y por mucho, la supuesta “Reforma Educativa” de Peña Nieto. Como las huellas digitales, cada alumno es distinto. Cada alumno posee un ritmo y estilo de aprendizaje distinto. Cada uno de los alumnos posee una muy particular perspectiva sobre el mundo que le rodea o somete. El universo de cada uno de los alumnos es tan radicalmente opuesto, que el pretender o siquiera intentar englobar su capacidad de reacción a una respuesta única y particular, significa un crimen. Significa discriminar y soslayar su espíritu particular y radical por naturaleza. Significa un desconocimiento profundo del ser humano en su calidad de individuo. Para ello, el maestro debe de estar presto para reconocer y potenciar todas las habilidades y capacidades de cada uno de sus alumnos. Un maestro debe hacer las funciones de detonador de imaginación y creatividad. Que las más profundas emociones de cada uno de los alumnos, se enciendan al entrar en contacto directo con la inventiva y perspectiva del maestro con respecto al mundo, en un acto creativo puro y sincero. En consecuencia es de vital importancia que el maestro frente a grupo, sea un individuo que se reinvente constantemente. Que posea incluso, un mayor número de heterónimos de los cuales gozaba este gran poeta portugués Fernando Pessoa. Incluso me atrevería a agregar que el maestro debe de ser un guerrero a lo Carlos Castaneda; constante, directo y contundente y abierto a las posibilidades planteadas por el universo de cada una de las cosas y circunstancias. Por ello es evidente que la idea que se tiene sobre la escuela debe de transformarse. Ciertamente debe de ser una institución honorable y respetable, pero no por sus grandes procesos burocráticos (pruebas estandarizadas), para gozar de cierta “calidad educativa”. Debe de ser un espacio en donde la creatividad y el ingenio posean un lugar privilegiado. No un lugar en donde el estímulo-castigo-respuesta, predominen. Finalmente el compromiso que se plantea para un maestro dentro de una escuela de tal naturaleza, significa ser versátil y activo a cada momento. Significa estar en contacto directo con diversas fuentes de conocimiento además de un lector mordaz de la realidad cotidiana en sus diversos planteamientos. Todo lo anterior, si lo englobáramos en un sólo concepto, desde mi punto de vista, significa tener vocación. Querer de todo corazón ser maestro. Ricardo Almazán V. glosolalia7@hotmail.com
D
iversos especialistas y profesores de base han venido señalando los elementos que indican el fracaso de esta Reforma Educativa, pero ¿cómo hacerles entender a estos señores funcionarios, por demás leguleyos, que la transformación educativa no está en los escritorios ni se planea sobre las rodillas de quienes intentan imponer su razón por encima de la realidad? ¿Cómo hacerles entender que es el maestro de grupo quien enfrenta día con día la carencia de este sistema educativo? No, no ha sido fácil, ni lo será. La Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE) ha implementado diversas actividades a mencionar: 12 Foros de Análisis, múltiples marchas, toma de casetas, pozos petroleros, cerco al parlamento, bolsa de valores y televisoras, cierre
de carreteras, de aeropuerto y un plantón permanente que continua en el Monumento a la Revolución, todo ello frente a los oídos sordos de esos que quieren imponer su propuesta. Hoy como dice el refrán “después del niño ahogado, quieren tapar el pozo” la SEP convoca a Foros para escuchar la voz de los actores educativos, cuando según éstos, han puesto en marcha la reforma educativa. ¿Para qué entonces escuchar hasta este momento, la opinión de quienes, en todo caso, deberían de ser parte de la construcción de una reforma educativa? Es el profesor de grupo que debe opinar sobre el tema educativo, es a quien le correspondería aportar las prácticas educativas que día con día lleva a cabo, es quien, en los llamados Consejos Técnicos Escolares (CTE), debería de confrontar la realidad, convertir este espacio en un foro de discusión y análisis que permitiera efectivamente construir una propuesta educativa, basada en la experiencias pedagógicas, en los obstáculos presentados con alumnos que son enviados por sus padres a las escuelas, no necesariamente para aprender nuevos conocimientos, sino vistos como un lugar donde el niño está “seguro” y para los alumnos, como un centro de convivencia social entre iguales. De qué sirve seguir analizando los avances de la ruta de mejora en los CTE y las actividades para empezar bien el día, si la dificultad de los alumnos se encuentra en la situación económica, en la problemática familiar (familias separadas) en alto índice de violencia familiar y social, en el desinterés de los padres por atender la problemática escolar de sus hijos y por consecuencia, en el escaso acompañamiento en el desarrollo físico y sicológico de los padres hacia los niños, en la indolencia de algunos docentes por transformar su realidad inmediata, dejando a un lado el con(Sigue en la 3)
“Esto ya se chingó”
L
a expresión anterior es una de las muchas que se escuchan de diferentes maestros de la sección 36. ¿De maestros de grupo? ¿De algunos resentidos? ¿De disidentes? No. Está expresión: “Esto ya se chingo”, se oyó una y otra vez de supervisores, jefes de sector y de los llamados apoyos técnicos (y uno que otro director) durante los últimos días de febrero y los primeros de marzo. Esta expresión fue recurrente y reiterada (bueno hubo otras expresiones más subida de tono y mucho más agresivas y con dedicatoria específica). Sin que nadie preguntará, distintos supervisores señalaban: “esto ya se chingo”, ¿a qué se referían? A que ya nada, ni nadie, va a defender los derechos de los maestros. Y agregaban que “es preferirse irse de una vez”. Otros argumentaban que a poco nadie se ponía a reflexionar por qué más de 10 mil compañeros del Valle de México se han jubilado en los últimos años, en concreto de 2008 para acá, agregamos nosotros. Algunos, con el rostro desencajado, decían ¿para qué sirve ya la sección 36? Otros dijeron que “todo estaba perdido”. “Lo logrado en muchos años se ha esfumado”. ¿Por qué tanta “preocupación” de parte de los que por muchos años fueron privilegiados? Porque los mandaron llamar para que todos los que tuvieran clave de director se les reubicará en una escuela, aquellos que tuvieran clave de supervisor debían de tener una zona,
aquellos que son apoyos técnicos deberán (según les informaron) entrar a una concurso si desean continuar con esa función –aunque ya no estarán en las supervisiones o en las jefaturas de sector, sino que se ubicarán mínimo en dos escuelas por turno- y si no quieren continuar con esa función deberán regresar a grupo. ¡Sopas perico! ¡Ah! Pero los disidentes mentimos, exageramos. “No es cierto todo lo que dicen los democráticos”; “La sección nos va a defender, nos va a proteger”, repetían una y otra vez, algunos de esos mismos que hoy se quejan. Incluso hubo algunos personeros que ayer fueron grandes defensores del SNTE y de la 36 que hoy se quejan amargamente. Lo dijimos en todos los tonos y en todas las formas: la reforma afecta por igual a todos los trabajadores de la educación, a todos, charros o disidentes, estatales o federales, maestros de grupo o directivos, a todos. Aún no terminan los cambios. Ya están publicados en el Diario Oficial los distintos “lineamientos” que aterrizan la mal llamada reforma educativa (varios fueron publicados el 28 de diciembre pasado, sí, el mero día de los inocentes); falta ver cómo queda la llamada “armonización de las leyes estatales”, pero no esperamos nada bueno para nuestros derechos. En fin, por nuestra parte, reafirmamos nuestra disposición a seguir resistiendo y defendiendo nuestros derechos laborales, pero sobre todo defendiendo la escuela pública. Maestros de Primaria de la Región Poniente