Sin recreo 204

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Cuando el pueblo se levanta A

penas iniciado el año, miles de ciudadanos en todo el territorio nacional tomaron las calles para repudiar el aumento a la gasolina. En algunos casos, las acciones fueron más organizadas y trascendieron a la toma de gasolineras, ductos petroleros y oficinas gubernamentales. El pueblo organizado no se dejó intimidar por la política represora del gobierno que intento justificar su intervención con los grupos de infiltrados que actuaron como saqueadores de comercios. Las protestas del pueblo organizado hicieron posible que los gobiernos federal y estatal, así como los legisladores anunciaran reducciones a los gastos del erario público e incluso suspendieran el segundo aumento a los energéticos. No conformes con esos paliativos, gobierno y empresarios intentaron aprovechar el descontento y la zozobra del pueblo, cual cortina de humo, frente a las medidas racistas del magnate fascista Trump para azuzar un falso nacionalismo; llamando a cerrar filas en torno a la posición blandengue y cobarde de Peña Nieto ante la abierta amenaza del gobierno de norteamericano de levantar un muro fronterizo pagado por los mexicanos, cobrar impuestos a las empresas que produzcan en México y deseen exportar a EU y la deportación de miles de connacionales que se encuentran en aquel país. Nadie menos calificado moralmente

La madre de todas las batallas (Extracto) “Si fuéramos capaces de unirnos… Qué hermoso y qué cercano sería el futuro” . Che

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archas, mítines, encapsulamientos, barricadas, masacres, balazos, garrotazos, pedradas, cohetones, bombas molotov, gases, bloqueos carreteros, toma de autopistas, Casetas, Bancos, Bolsa de Valores y gasolineras fue la constante durante el reciente paro magisterial de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE). Durante 120 días transitamos por una etapa de resistencia civil nunca vista después de la Revolución Mexicana. Encarcelamientos, caravanas, asesinatos y despidos inéditos en la historia reciente, fueron el pan de cada día. La nuestra fue la resistencia más importante en los últimos 50 años. “La madre de todas las batallas” la adjetivo así, porque estuvieron, y están, en riesgo la estabilidad laboral de l@s maestr@s y la educación pública de la sociedad mexicana. Justamente, durante cuatro meses, una y otra vez David enfrentó a Goliat. Ellos con escudos, toletes, gases lacrimógenos y armas de uso exclusivo del Ejército. Nosotros con la razón en ciernes y escudos de pancartas, volantes y sobre todo el corazón palpitante de amor por la justicia. Tiernamente la solidaridad de la población fue incondicional. El punto álgido a nuestro favor se coronó con la toma de las líneas férreas en Michoacán; del tramo carretero de la Pochota en Chiapas; con los bloqueos relámpagos en el D.F. El despertar del gigante en Nuevo León y otros tantos brotes espontáneos. Nochixtlán fue el golpe demoledor contra la razón y crimen de lesa humanidad aún impune. A pesar de ello, con diversos matices entre contingentes chicos, grandes y medianos, el mundo supo del valor y arrojo del magisterio democrático mexicano. Lugar: el lado izquierdo del

como este gobierno vende patrias, los medios de comunicación o la clase pudiente que han impulsado una descarada explotación de los trabajadores mexicanos con las grandes trasnacionales quienes saquean al país devastando las riquezas naturales, o como los grandes comerciantes exportadores de productos del campo que envían al extranjero, haciendo el negocio de sus vidas con el sudor y la sangre de los jornaleros que explotan, para llamar ahora a la “defensa de la patria” y simulado un nacionalismo al ultranza . Las marchas del 12 de febrero, convo-

cadas por empresarios, Mexicanos Primero, Miranda de Wallace, el rector de la UNAM y algunos politólogos, quienes días atrás exigían al gobierno que regulara las justas manifestaciones de organizaciones sociales y sindicales, por la defensa de sus derechos: Fracasaron, fracasaron en su intento por manipular la molestia de la ciudadanía, pese al contubernio de los poderes fácticos, pues éstas no tienen el alcance esperado además de su incapacidad para evitar que los asistentes gritaran consignas en contra del gobierno y el repudio por algunos de los convocantes. La acción asumida por las diversas manifestaciones no han sido de gratis, es el aprendizaje que han asimilado en la resistencia del magisterio democrático

nacional, aglutinado en la CNTE y más organizaciones, es por el hartazgo de la manipulación, por el descaro al saqueo de la que son responsables gobiernos, funcionarios públicos y el mismo crimen organizado. El pueblo ya no es el mismo, ha aprendido a organizar su descontento, a exigir a sus gobernantes el cumplimiento a sus demandas, a identificar los intentos de manipulación de poderes fácticos, gobierno, medios de comunicación y empresarios. Ha aprendido que solo con la unidad y la protesta callejera lograra detener todo intento de saqueo, de impunidad, de violación a sus derechos. Hacer de las consignas: “Ni una lucha aislada más” y “cuando el pueblo se levante por pan, libertad y tierra. Temblaran los poderosos de la costa hasta la sierra”, una realidad, materializada en la Unidad de todas las fuerzas democrática, políticas, sindicales y sociales; hará posible -como dicen los zapatistas- que “retiemble en su centro la tierra”. Maestra Gloria Ángeles, Neza

pecho. Territorio: México todo. Para el Magisterio Mexiquense contra la Reforma Educativa (MMCRE-CNTE), el encapsulamiento sobre Av. Zaragoza y el traslado forzoso por los granaderos del Metro Gómez Farías a la Ciudadela, fue su modesta contribución -más notoria- en ésta etapa. Aunque estuvimos presente en toda la jornada. Tres ejes alentaron la resistencia épica: la abrogación de la Reforma Educativa, el Proyecto Pedagógico Alternativo y la reparación de daños producto de la reforma de marras. Tres rutas específicas encausaron nuestros pasos: la política, la pedagógica y la jurídica. La epopeya se inscribe en el marasmo de la clase política subsumida en un mundo de descrédito, corrupción, opacidad, impunidad y cinismo. ¿Fallamos?, ¿triunfamos?, ¿nos derrotaron?, ¿tenemos esperanza?, ¿qué hacer? Son interrogantes que rondan la mente de los inquietos y preocupan a más de cuatro. Unos buscando culpables; otros para justificarse con la historia. Aun así, los guerreros de la esperanza aunque con ideas divergentes pero nunca antagónicos y siempre reflexivos; miramos nuestro andar entre el acierto y el error; la derrota y la victoria; donde siniestra se desliza la incertidumbre. En este mirar-nos y reconocer-nos; deslizo la tinta sin triunfalismos, derrotismos ni señalamientos aunque parezca lo contrario. Intento hacerlo desde la objetividad y autocrítica propia de la camaradería. Desde luego desde la crítica, crítica; jamás desde la descalificación, denuestos, insidia y calumnia. Nunca desde el reproche ni el resentimiento. Pues creo necesario hacerlo ante la satanización del movimiento por la prensa vendida y por la incomprensión de quienes se sienten la razón absoluta. De equivocarme: la historia me absolverá. Dos retos otean el horizonte: La ruta de la iniciativa ciudadana impuesta por el gobierno por un lado. Y por otro, la perspectiva electoral del neozapatismo. Tácticas que pueden catapultar nuestras fuerzas para remontar el reflujo; o fracturar a la CNTE y a la izquierda. Una por la aparente contradicción con los principios magisteriales. La otra, por la viabilidad o no de los procesos electorales. (Sigue en la 2)

La iniciativa ciudadana sobre educación Lev M. Velázquez Barriga *

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unos cuantos días de que los diferentes órdenes de gobierno celebraran el centenario de la Constitución de 1917 exaltando sus alcances contemporáneos, en medio de múltiples protestas, denuncias sociales y el descontento generalizado por los cambios sistemáticos que ha tenido nuestra Carta Magna hasta perder su espíritu originario y extinguir derechos fundamentales de la sociedad, la CNTE presentó ante el Senado una iniciativa de ley ciudadana y popular para revertir la última reforma hecha al artículo tercero. No obstante que en el centro de la rebelión ciudadana está la legítima inconformidad por el aumento a los precios de los combustibles y sus consecuencias en el encarecimiento de la vida, por el impacto negativo que representan de manera inmediata y cotidiana en la economía familiar, la iniciativa de ley para reformar la reforma educativa fue respaldada por más de medio millón de firmas, superando cinco veces el requisito que la legislación exige para aceptarla. Más allá de las incertidumbres generadas al canalizar la lucha popular a través de las instancias del régimen, la CNTE logra colocar de nueva cuenta el tema educativo y del respeto a los derechos laborales en la agenda nacional, abriéndose paso en el Poder Legislativo como un interlocutor que ha reconocido ciertos fracasos de la reforma educativa y la voluntad de cambiar su cuerpo constitucional, al que por años se había considerado intocable. Esto debe entenderse en su justa dimensión, después de seis meses de recesada la huelga magisterial que cimbró las bases de la gobernabilidad, periodo en el que el Ejecutivo cerró los espacios de diálogo y buscó por todos los medios a su alcance desprestigiar y neutralizar las demandas de la Coordinadora. La iniciativa de ley pone de manifiesto ante la ciudadanía y el gobierno que los maestros disidentes tienen voluntad de diálogo. Son, además de protesta, propuesta e inteligencia colectiva capaz de hacer efectivo el ejercicio ciudadano de la democracia, de construir desde la soberanía popular oposición al proyecto de reformas neoliberales a través de una alternativa que, además de educacional, tiene como horizonte la emancipación social, frente a un gobierno que está entregando la soberanía nacional a los organismos de la globalización y al avance neofascista de la política invasiva del vecino país del norte. Esta iniciativa devuelve a la Constitución el debate cultural, ético, social y pedagógico, infectado por el virus empresarial que se incubó desde hace más de 30 años hasta aparecer con toda su enfermedad en la reforma educativa de 1993. Calidad (industrial) y competencias han querido borrar de la historia de los debates en torno al artículo tercero conceptos como gratuidad y laicidad, o los de educación pública, científica, socialista, nacionalista y democrática. Su eje transversal es la “dignidad humana”. Desde ahí se entreteje una educación que no se limita al desarrollo de competencias laborales, sino que permita la plenitud del ser en el máximo de sus múltiples potencialidades. El con(Sigue en la 4)


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