Fantasía
Mi-
SOLIDARIDAD Y CIVILIDAD P
alabras que adquieren sentido cuando el pueblo mexicano, se desborda en apoyo con víveres y para la remoción de escombros que resultaron de la tragedia por la que atraviesa nuestro México lindo y que “herido”. Herido de muerte. La experiencia obtenida a lo largo de 32 años, en la Ciudad de México, desde que ocurrió el terremoto del 85, hizo posible que las pérdidas humanas fueran menores a las de aquel año. No ha sido fácil volver a enfrentar una tragedia de esa magnitud, no obstante la llamada sociedad civil cobra vida el 7 de septiembre cuando un sismo de 8.2 con epicentro en Chiapas causa graves daños, sobre todo en la zona del Istmo de Oaxaca. Son miles de voluntarios que se ofrecen para el traslado de víveres y remoción escombros. Son, además, los maestros de la sección 22 de la CNTE (y miembros de organizaciones sociales) quien se colocan a la cabeza de la organización, incluso antes de que el gobierno hiciera acto de presencia y de forma oportunista, se tomaran la foto en recorridos de moto-taxi, como lo hizo Aurelio Nuño. Apenas doce días habían transcurrido, cuando otro
terremoto de 7.1 causa severos daños en la Ciudad de México, Morelos, Puebla y Estado de México. Nuevamente ríos de gentes, pero sobre todo de jóvenes, caminaron por las calles para ofrecer ayuda y rescatar a personas atrapadas en los escombros utilizando sus manos, brazos, picos, palas y botes. Otros más colocaban centros de acopio. Familias que elaboraban comida para acercarla a los rescatistas y damnificados. Verdaderos ríos de personas transitaban y hacían fila en espera de que se les asignara una brigada de apoyo en las zonas que se requirieran. Incluso rebasando las medidas oficialistas que buscaban inhibir la participación de la gente, o confrontando físicamente la cerrazón de las autoridades, marina y ejército, que se negaban a seguir buscando personas, decididos también a reemplazar a los rescatistas. La expresión máxima de la solidaridad, la clase de civismo que trasciende de las aulas a la práctica, el accionar de esa sociedad civil que permanece viva y activa para los momentos de desastre. Esa sociedad organizada en brigadas de personas adultas que eran rebasados en mucho por un torrente de jóvenes dis-
LA RUTA JURÍDICA DE LA CNTE Víctor Rodríguez *
L
lueve a cántaros y el aire azota al territorio nacional con ciclones y mareas que inundan y destruyen las casas de los más pobres entre los pobres. A la vez furioso y violento EHÉCATL azota las Antillas, México y el vecino país del norte, sin respetar jerarquías ni abolengos.
Para colmo el 7 y 19 de septiembre próximo pasado, GEA-TONANTZIN se anima a danzar al ritmo de sismos y réplicas que horrorizan y estremecen a los mortales; principalmente a los parias que hacinados en multifamiliares de mala muerte y chozas de cartón padecen los estragos del actual régimen neoliberal. El cual daña más que ciclones y temblores. Paradójicamente hoy, igual o peor que hace 32 años la improvisación, la indolencia, la corrupción y la rapiña de los gobernantes sigue siguiendo la constante. A la vez que la solidaridad y el valor popular resurge de nuevo. Principalmente de los jóvenes que espontáneamente inundaron las calles rebosando solidaridad y ternura. Juventud divino tesoro. En tanto, la resistencia de la CNTE no decae; pues necios y empedernidos los maestros disidentes mantienen sus acciones combativas variando la táctica, en el marco de una estrategia consecuente. De tal forma que a diferencia del 2013, en que correcta o incorrectamente, dependiendo del enfoque con el cual se vea, dejamos correr el proceso jurídico privilegiando la ruta política lo cual nos arrojó 586 cesados. (Sigue en la 2)
(Sigue en la 3)
puestos a todo con tal de brindar apoyo; dónde por supuesto, se encontraban los maestros democráticos de la CNTE. Sociedad organizada que ha tenido la oportunidad de ser testigo de la lentitud en el actuar de los gobernantes, en el oportunismo de funcionarios, en el agandalle de quienes se apropian de los víveres que las familias entregan para los damnificados, de quienes juegan con sus sentimientos manejando la información (Sigue en la 3)