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“En el camino se acomodan las calabazas”
E 2018 año electoral: Año de promesas
E
ste año será utilizado para los fines electoreros por todos aquellos que contienden por la presidencia de la república, gubernaturas o curules. Los programas sociales son una de las promesas de mayor importancia para funcionarios, que al servicio del gobierno se encuentran, ofertados por el candidato oficial para la compra del voto. Promesas como todos los años electoreros NO PARAN. Promesas que aun “cuando la firmen ante notario”, como el slogan de Peña, NO SE CUMPLEN. Promesas, siempre promesas, a cambio dádivas a los trabajadores que siguen fielmente lo que sus jefes y representantes sindicales charros les requieren, su voto y tres más por lo menos, para conseguir la plaza, basificación, más horas, tiempo extra, material de construcción (para los damnificados de los sismos), inclusión en programas sociales, tarjetas rosas y un sin fin etc. Todo es válido; hasta la guerra sucia en los medios de desinformación para meter miedo y señalar que “si votas por ya sabes quién” estaremos en “desastre como en Venezuela”. Como si nuestra realidad fuera como el país de las maravillas. Si creyéramos lo que dicen sobre ese país diríamos, NO estaremos como aquel país, ¡¡ya estamos y hasta peor!! Aun sin votar por los actuales contendientes.
n el momento en que se esté distribuyendo este número del Sin recreo, se habrán realizado Asambleas Delegacionales y el Congreso de la Sección 36 para elegir delegados que asistan al Nacional. Sin ser una orden -en el Magisterio Democrático del Valle de México (MDVM) no hay ordenes- pues cada compañero en su delegación sindical tiene la posibilidad de flexibilizar la táctica, se propuso no participar en este evento por ser espurio de origen. No participar para no convalidar una farsa de congreso. No participar para no ser comparsa de ninguno de los dos grupos de charros que se disputan el control de la sección. Charros “institucionales” y charros “disidentes” son y representan lo mismo: corrupción, malversación de cuotas sindicales, aprovechamiento de la representación sindical para imponer directivos. Ambos grupos avalaron la reforma a la ley del ISSSTE en 2007, dejando sin una jubilación y pensión digna a las nuevas generaciones de maestros, y en general a
los trabajadores de la educación. Es más, combatieron al Magisterio Democrático del Valle de México diciendo que estábamos mintiendo y que la ley era “buena” y “preservaba nuestros derechos”. Llamaron a no ampararse y a elegir el llamado “bono de pensión”. Si miles de trabajadores aún podrán gozar de una pensión (solidaria) es gracias a la lucha que dimos en 2007 y 2008 y que llamamos a no elegir ninguna opción o bien quedarse en el llamado “decimo transitorio”. Ambos grupos de charros, que hoy se desgarran las vestiduras llamándose “democráticos” (¿?), nos tildaron de alarmistas, de locos, incluso de mentirosos. El tiempo nos ha dado la razón. Los nuevos maestros van directamente al “bono de pensión” y tendrán –tienen- que ahorrar 35 o más años para obtener una pensión de miseria.
Ambos son hijos putativos de Elba Esther Gordillo Morales. Unos y otros apoyaron el enriquecimiento ilícito de esta señora a niveles inconcebibles (Sigue en la 2
50 ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN DE LA TELESECUNDARIA 09
Mientras esa guerra electoral desmedidamente se desarrolla; acá abajo, en la escuela, en el trabajo, en la colonia; la presión es mucha y la solución no se vislumbra. La guerra es a diario, en cada momento, en cada lugar. En la escuela los tiempos son acelerados hay que estar en largas sesiones de Consejo Técnico Escolar (CTE), fortaleciendo las actividades de la Ruta de Mejora que se han trazado. Entregando planeaciones y proyectos para la recuperación de alumnos no aprobados, evaluación de apenas 6 semanas en cada bimestre, proyectando actividades para la sana convivencia, elaboración de textos, comprensión lectora y cálculo mental para erradicar los fatídicos resultados de PLANEA donde se destaca que el 73.9 % de alumnos de secundaria se encuentran en el nivel I y II de Lenguaje y Comunicación, mientras (Sigue en la 2
LA SEGUNDA MUERTE DE MISAEL NÚÑEZ ACOSTA Luis Hernández Navarro
U
n puño izquierdo en alto y cuatro rostros emergen de un mapa de la República Mexicana. De izquierda a derecha y de arriba abajo los profesores Arturo Gámiz, Genaro Vázquez Rojas, Lucio Cabañas y Misael Núñez Acosta miran un horizonte diferente. Abajo, como si se tratara de la base de una pirámide que sostiene el país, aparece el acrónimo de la organización a la que representa el emblema: CNTE. Ese es el escudo de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación. Los cuatro educadores a los que la coordinadora honra en su enseña fueron maestros rurales revolucionarios y organizadores populares comprometidos
a fondo con las luchas por la liberación nacional. Todos dieron su vida por la causa en la que creían. Son su fuente de inspiración. Curiosamente, sólo uno fue fundador de la CNTE: Misael, hijo de una familia de campesinos pobres de religión pentecostal, estudiante en las normales rurales de Mexe y Tenería, y, al mismo tiempo, asesor de sindicatos obreros independientes, organizador de uniones de colonos, director de escuela y líder magisterial democrático. A Misael lo mataron el 30 de enero de 1981. Eran cerca de las siete de la tarde cuando tres pistoleros a sueldo se estacionaron frente al local en que maestros y colonos realizaban una asamblea en Tulpetlac. Iban a bordo de
un Chrysler LeBaron. Cuando reconocieron a Misael, le vaciaron el cargador de una Colt .45. Cuatro disparos le robaron la vida, a escasos 100 metros de la escuela primaria Héroes de Churubusco. Sus asesinos materiales, los pistoleros (dos de ellos ex agentes judiciales del estado de México), Rufino Vences Peña, Jorge Mejía Pizaña y Joel Vences Hernández, confesaron que fueron contratados por Clemente Villegas, jefe de una banda de porros y secretario particular de Ramón Martínez Martín, en esa época secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). El día de su asesinato, Misael Núñez preparaba con padres de familia y
colonos el estallido de una suspensión indefinida de labores del magisterio del estado de México, inscrita en un paro nacional. Una de las principales afectadas por su labor era Elba Esther Gordillo, la cacique sindical de los trabajadores de la educación en la entidad. Designada por Carlos Jonguitud para dirigir la sección 36 durante el periodo 1977-1980, saltó de allí a la dirección nacional del gremio. Como señora feudal, dejó a cargo de su dominio a Leonardo Rodríguez, un oscuro personaje cuya única cualidad visible era la de ser incondicional de la maestra y servirle de chofer. Desde entonces, la sombra del homicidio ha perseguido a la chiapaneca. En 2002, Carlos Jonguitud (Sigue en la 4)