YO TAMBIÉN QUIERO SER PAPÁ Por: Dr. José Antonio Rosales, Gineco obstetra, director de CEDIGINE fertilización in vitro
DR. JOSÉ ANTONIO ROSALES
Gineco obstetra, director de CEDIGINE fertilización in vitro
E
Fb: cediginemx Ig: @cediginemx Web: www.cedigine.mx
s común encontrar mucha información acerca de las vicisitudes que sufre una mujer por su deseo de ser madre, cuando enfrenta el fantasma de la infertilidad y encontramos mucha información de apoyo para ellas, siendo este un problema de pareja, en esta reflexión trataremos de conocer los puntos de vista del hombre. Es común, en nuestro medio, que a las niñas se le inculque desde pequeñas el deseo de la maternidad, no siendo esto tan frecuente en el hombre, sin embargo, la mayoría de ellos, en algún momento de su vida, se preguntan cómo será la paternidad, cuál será su desempeño y sus expectativas, tenemos algunas opiniones de padres que se expresan con frases como “educar a sus hijos, para que en un futuro formen una familia y transmitan a sus descendientes cosas buenas, para que traten de ser mejores que uno”, muchos hombres desean la paternidad como una forma de continuidad.
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“Una de las primeras encrucijadas a las que se enfrenta el hombre al plantearse la idea de convertirse en padre es, precisamente, revisar cómo ha visualizado la idea de “ser padre” a lo largo de su vida. En este sentido, es evidente que estas ideas provienen de la figura paterna que él mismo haya tenido; por lo que, desde el punto de vista emocional, está estrechamente ligado a la relación, que tenga o haya tenido, con su padre. A partir de ahí es cuando podrán verse sentimientos y críticas de todo tipo, como pudieran ser admiración, felicidad o incluso miedo, por poder parecerse o no, a su propio padre”. ¿Qué sucede cuando el deseo de la paternidad no puede ser realizado como estaba planeado? El hombre también presenta datos de ansiedad, tristeza y frustración, pero generalmente el hombre tiende a vivir sus dificultades de manera silenciosa, se encierra en si mismo y estos sentimientos se pueden manifestar en forma de ira, resentimiento o frustración, que pueden llevar a pensamientos como que no son suficientemente buenos para su pareja, lo que puede provocar baja autoestima o sufrir enfermedades psicosomáticas, en comparación con los hombres fértiles. Por eso, al iniciar un tratamiento de fertilidad, es necesario centrarnos en ambas partes y dar apoyo psicológico a los dos, lo cual puede favorecer el tratamiento. Por eso es necesario al iniciar un tratamiento de fertilidad centrarnos en ambas partes y dar apoyo psicológico a los dos, lo cual puede favorecer el tratamiento.
