TERCERA ÉPOCA | Número. 6

Page 1

MAYO 2022 | NÚMERO 6
Fo to: Archivo Pa labr a

Lecciones de filosofía antigua para la vida moderna

Fernando Lillo Redonet ha escrito un libro formidable El camino del sabio— sobre la imprescindible figura de Séneca, el filósofo romano —estoico de formación—, nacido en Córdoba y quien desafió, a partir de la virtud de sus aforismos, el oro manchado de la realidad. Con el mismo espíritu, el escritor Carlos Mongar hace suya la premisa de Werner Jaeger cuando el filólogo nos dice: “al emplear un término griego para expresar una cosa griega, quiero dar a entender que esta cosa se contempla no con los ojos del hombre moderno, sino con los ojos del hombre griego”, y su entrega es un puntual acercamiento a los orígenes de la filosofía de Occidente, ya que nos lleva a revaluar la costumbre colectiva de la escritura, ante el esplendor ágrafo de Sócrates…

De igual manera, el investigador Fernando Mancillas fundamenta su lectura del estoicismo —en páginas de John Sellars, Lecciones de estoicismo. Filosofía antigua para la vida moderna— partiendo de la Roma de Augusto —emperador que siempre valoró y respetó el mundo griego— y extendiendo su exploración a sus más visibles protagonistas: Séneca, Epicteto o Marco Aurelio.

Sin lugar a dudas, la actualidad de los estoicos es irrefutable: se encuentra más viva que ciertos filósofos que hablan de su muerte.

Las elocuciones de Séneca —como las de Epicteto o Marco Aurelio— guardan la claridad de la contemplación, estilo de observar el mundo que, irremediablemente, muchos oficiosos han perdido ya.

Más de dos mil años después de su muerte, mi apreciado Séneca se nos presenta aún como un maestro de vida:“Concordia parvae res crescunt, discordia maximae dilabuntur”, lo que del latín se extrae: “La concordia hace crecer las cosas pequeñas; con la discordia, las más grandes se vienen abajo”.

Palabra es una revista cultural preocupada por el acontecer que la rodea y antecede, por ello sus temáticas abarcan también la filosofía como literatura y lo moderno como emanación de esta larga tradición.

Bajo el Sol de estas premisas —espíritu en la sangre—resulta innegable observar al mundo grecolatino fundamentar nuestro presente. (R.S.)

Sócrates, el que no escribió / Carlos Mongar pág. 3 y 4

Consideraciones sobre el estoicismo / Fernando Mancillas pág. 5 y & Literatura vestigial bajacaliforniana / Óscar Ángeles Reyes pág. 7

Tres hechos históricos relevantes para Ensenada / Arnulfo Estrada pág. 8, 9 y 10

Postales de una ciudad que ya no existe / Daniel Salinas Basave pág. 11, 12 y 13

Entre el dolor y la nada, elegí a Nacho / Iván Gutiérrez pág. 14 y 15

Temporal: habitada por un lobo / María Lucía Patiño Calderón pág. 16

El apartado rincón de los poetas / José Barbosa pág. 17

Los héroes llevados por sus demonios / Manuel Quintero pág. 18 y 19

Entre la realidad y el deseo / Aracely Jiménez pág. 20

Blas Galindo, un orgulloso músico mexicano / Francisco Moreno pág. 21

Variaciones eclécticas sobre la pasión y la música / Enrique Botello pág. 22 y 23

No encontramos aún la metáfora del silencio / Fernando Reyes Trinid pág. 24

Palabra no responde a colaboraciones no solicitadas ni asume como propias las opiniones de sus colunistas y comentaristas. La opinión de la revista literaria se encuentra reflejada en su editorial.

Todas las imágenes y fotografías que aparecen en la presente edición son utilizadas con fines informativos. El equipo editorial se ha dado a la tarea de indagar los derechos de autor correspondientes o su procedencia, consciente de su obligada autoría. En caso de omitir algún crédito, ofrecemos una disculpa y agradeceremos la información brindada para incluirla en una posterior edición.

raelart@hotmail.com / palabra@elvigia.net

Director General Arturo López Juan

Gerente Administrativo Alfredo Tapia Burgoin

Director Editorial Gerardo Sánchez García

Coordinadora de Publicidad Ma. Del Socorro Encarnación Osuna

Coordinadora de El Vigía Digital Sandra Ibarra Anaya

Editor PALABRA Rael Salvador

Correctores Manuel Quintero José Barbosa

Diseño Editorial Arturo Corpus Fotograf ía Enrique Botello

Colaboradores

Carlos Mongar, Sergio Gómez Montero, Gabriel Trujillo Muñoz, Federico Campbell (†), Daniel Salinas Basave, Leobardo Sarabia Quiroz, Santiago M. Zarria, Arnulfo Estrada R., Manuel Quintero, Enrique Botello, Héctor García M., Óscar Ángeles R., José Barbosa, Fernando Mancillas T., Benjamín Pacheco L., Iliana Hernández P., Olga Aragón, Cony Mollet-Sigüenza, Ruth Gámez, Jazmín Félix, Herandy Rojas, Francisco Moreno, Fernando Reyes Trinid, Alfonso Lorenzana, Joatam de Basabe, Iván Gutiérrez, Rubén Rivera, Lauro Acevedo, Miguel Lozano, Jorge Calderón, Mezli Vega Osorno y María Lucía Patiño Calderón.

Corresponsales en el extranjero

Ferdinando Scianna (Italia); Cony Mollet-Sigüenza (Francia); Ramón Ángel Acevedo, “Rakar” (Chile); Patrick Liotta (Argentina); Héctor García Mejía (Los Ángeles).

Corresponsal en Tijuana

Enrique A. Velasco Santana

Dirección: Av. López Mateos, No. 1875. Ensenada, Baja California. México. Teléfonos para publicidad: 120.55.55, extensión 1023.

2
2022 /
6
Mayo
Número

Sócrates, padre de la filosofía occidental, al parecer, según el canon, nunca escribió sus reflexiones filosóficas; hecho considerado un misterio y que subsistirá para siempre. Sabemos de Sócrates, gracias a testimonios escritos dejados por quienes lo conocieron personalmente y convivieron con él: Platón, Aristófanes, Jenofonte, Aristipo y Antístenes, entre otros. Pero ha sido Platón el hilo conductor o vaso comunicante por el que hemos sabido y conocido a Sócrates como hombre y como amante de la sabiduría (filósofo). Platón nos legó una interpretación escrita de Sócrates en forma de brillante y exquisita obra literaria (los “Diálogos”) con una sólida y sustanciosa estructura filosófica, a la manera como se inició la expresión y reflexión de la Hélade con los pensadores denominados “presocráticos” que, en sentido estricto, deberíamos llamar, según indicó acertadamente Friedrich Nietzsche, “preplatónicos”, dado que la tradición filosófica se funda

con la escritura y Sócrates no escribió. Y por esto mismo, el legado platónico es muy difícil de caracterizar y determinar dónde empieza Sócrates y dónde termina Platón.

“Con el eclipsamiento, decadencia y final del universo de la Hélade, esa praxis filosófica, esa integración y unidad de filosofía/ poesía se perdió para dar paso a una prosa técnica compleja, casi siempre para iniciados y especialistas”

Los pensadores preplatónicos, como Tales de Mileto (considerado por Aristóteles como el primer filósofo por dejar testimonio escrito de su filosofar), Anaximandro, Heráclito, Pitágoras, Parménides, Demócrito y otros no menos importantes, vertieron sus ideas y meditaciones filosóficas en géneros que reconocemos como propiamente literarios, integrando filosofía y poesía. Estos filósofos preplatónicos escribieron sus pensamientos e ideas en poemas, aforismos y diálogos. Como amantes de la sabiduría (filósofos) eran también “Sophistés” (los que sabían decir), el preplátónico era un filósofo poeta; el filosofar de estos amantes de la sabiduría “encontraba” en y con la palabra la forma estética precisa para “comunicar” los múltiples rostros de la realidad que “estructuran” el mun-

do. Con el eclipsamiento, decadencia y final del universo de la Hélade, esa praxis filosófica, esa integración y unidad de filosofía/poesía se perdió para dar paso a una prosa técnica compleja, casi siempre para iniciados y especialistas. Más tarde, bajo los vientos huracanados de la revolución cultural del Romanticismo, el poeta-filósofo alemán Friedrich Hölderlin, caracterizó a estos filósofos de compleja prosa como “filósofos de la letra”, es decir, pensadores que al escribir ya no hacían “sentir” su verdad porque habían perdido la fuerza estética (filosofía/ poesía). “Sócrates, el que no escribió”, con esta cita de Nietzsche como epígrafe a la primera parte de la magna

3
POR CARLOS MONGAR*
SIGNOS A LA DERIVA

“Al parecer Sócrates no escribió porque creía que cada individuo debía activar y perfeccionar sus propias ideas. Esto, considero, no se sostiene ni ante un parvulario”

obra del filósofo francés Jacques Derrida, “De la gramatología”, da inicio una de las más portentosas aventuras del pensamiento humano. Aquí, Derrida realiza una crítica muy similar a la que, en su momento, realizó Friedrich Nietzsche, frente a la metafísica y cultura occidental, con estrategias y argumentos admirables y novedosos. Derrida plantea de manera precisa y sorprendente la represión de la escritura en la filosofía occidental y para convencernos de que la filosofía y el pensamiento occidental en general realmente han manipulado y operado como represores de la escritura, Derrida rastrea detectivescamente en Platón, Rousseau, de Saussure y Hussel, entre otros, los elementos casi imperceptibles, “ocultos”, de esta jerarquización; esto coloca al autor de “De la gramatología”, como un pensador polémico e influyente y, por lo mismo, una de las principales figuras de las corrientes “deconstruccionistas” en el ámbito de la crítica literaria y filosófica universal. Analiza de manera exhaustiva a Rousseau para descubrir y señalar cómo en el discurso de este pensador la escritura es confinada y sentenciada en términos filosóficos, dado que la escritura se considera en él, como un peligro letal de corrupción.

“Sócrates, el que no escribió”; a lo largo de la historia de la filosofía, a excepción de algunos pensadores modernos, como Nietzsche, en primer término, Foucault, Deleuze, Derrida, Onfray, entre otros, no se ha dado mucha importancia a este hecho, pero que masivamente se ha aceptado desde siempre como verdad de perogrullo. “Sócrates, que no escribió”, descubrió el elemen-

to o punto axial que constituiría el motor filosófico de su sistema como inscripción y no como oralidad: “Conócete a ti mismo”; se dice que Sócrates leyó esta frase inscrita en el templo de Delfos; y la frase completa indicaba: “Conócete a ti mismo y conocerás a los demás” Esta imperceptible minucia, “convertida de pronto en asombro –como agudamente señala el filósofo Chileno Mario Villalobos–, es precisamente la pregunta que Jacques Derrida ha enarbolado a la vez como sospecha y programa filosófico, dejando deslizar provocativamente la idea de que tal vez la filosofía no ha sido sino un antiquísimo juego literario-escritural de Occidente, cuyos jugadores, llamados filósofos, no han querido nunca verse a sí mismos ni ante los demás como –¿simples?– literatos o escribanos”. Pero... todo esto ¿no se había ya planteado con anterioridad por escrito; y, al parecer no fue leído y menos escuchado? Quizás, “el más antiguo programa del idealismo alemán” ¿sólo fue el testimonio escritural de un poeta loco: Friedrich Hölderlin y sus amigos Schelling y Hegel? O ¿el grito en el vacío del lenguaje esquizofrénico de la modernidad en ruinas?

Al parecer Sócrates no escribió porque creía que cada individuo debía activar y perfeccionar sus propias ideas. Esto, considero, no se sostiene ni ante un parvulario. Con la escritura, se ha fundado la tradición filosófica y, con ella, se ha constituido la Historia de la filosofía. Se escribe para dejar testimonio de ideas y razonamientos que el pensador/escritor considera importante registrar.

Aún hay muchas preguntas qué plantear y ventilar Se me ocurre una, siniestra y venenosa, de proporciones y consecuencias monstruosas: ¿Y si Sócrates hubiera escrito algunas notas, fragmentos o aforismos de escasas líneas...? Bueno, diría el “coro”, da lo mismo; dejémonos de conjeturas, el legado de Platón acredita a Sócrates como “padre” de la filosofía occidental, lo cual por sus implicaciones epistemológicas, éticas, políticas y demás... Sólo me quedaría decir que, la Historia, así dibujada, sería una irrisión.

mongar66@hotmail.com

*Poeta y ensayista, autor de Fragmentos sin fondo

4
Fo tos: Archivo Pa labr a

Consideraciones sobre el estoicismo

¿Q

ué tal si toda nuestra ansiedad y angustia emocional no sólo dependiera de nuestro entorno social, sino principalmente de nuestra forma de pensar y observar el mundo?, se preguntaba la filosofía estoica.

Ante la eterna insatisfacción existencial del ser humano, tres grandes filósofos de la antigua Roma: Epicteto (Hierápolis 55-Nicópolis,135), Séneca (Corduba, 4 a.C.-Roma, 65 d.C.) y Marco Aurelio (Roma, Italia, 121 d.C.-180 d.C.), acometieron su respuesta en su obra considerando la filosofía como una terapia para nuestra mente, antes de que existiera la psicología como disciplina autónoma.

En esta perspectiva estoica se podría indicar la búsqueda por la posibilidad de una verdadera vida placentera, a través de cuatro vías: 1.- Tratar de ubicar nuestro lugar en el mundo; 2.- Cómo poder afrontar las adversidades en nuestro mundo de la vida; 3.- Cómo controlar nuestros sentimientos y emociones; 4.Cómo guiarnos en nuestras relaciones con los otros.

A fines del siglo I de nuestra era, Epicteto, un antiguo esclavo liberado, afirmaba el rol del filósofo como el de un médico y la escuela donde imparte sus conocimientos, un hospital, un hospital de almas. El alma

considerada, en este sentido como la mente, las creencias y los pensamientos. Por lo tanto, la calidad de vida del ser humano estaría determinada por la atención y el cuidado del alma.

El cuidado del alma significa para los estoicos el desarrollo de cuatro virtudes: 1.- Ser sabio; 2.Ser justo; 3.- Ser valiente; 4.- Ser moderado.

La filosofía-medicina, en esta corriente, nos enseña a vivir en armonía con el mundo externo, natural y social, así como con nuestra propia naturaleza humana.

En el Manual de vida Epicteto establece una distinción entre lo que podemos controlar y lo que no está en nuestras manos controlar Así, nuestros impulsos, deseos y juicios podemos controlarlos. Todo los demás: nuestro cuerpo, nuestras posesiones, nuestro éxito en la vida, nuestra reputación, no puede ser controlada.

Para Epicteto la infelicidad es precisamente la falsa creencia de que podemos controlar aspectos de nuestra vida que rebasan nuestras posibilidades y no podemos controlar. Lo que sí podemos controlar son nuestros juicios, lo que pensamos y evaluamos sobre nuestro acontecer. No deben ser los deseos ni los impulsos lo que esté detrás de nuestro comportamiento, sino

nuestros juicios que nos permitan evaluar si nuestros anhelos son pertinentes o impertinentes en la procura de alcanzarlos.

La premura en nuestros juicios nos conduce al error al no meditar profunda y extensamente la viabilidad de nuestras oportunidades. Nuestra felicidad, para Epicteto, depende completamente de nosotros, al determinar nuestros juicios, por medio de la práctica y la reflexión que nos impida juzgar sin pensar. Ser dueños de nuestros propios juicios nos posibilita la dirección sobre el curso de nuestro devenir Decidir lo que es importante en nuestra vida y lo que no lo es. Qué es lo que debemos desear y lo que es inútil anhelar. De qué manera conducirnos coherentemente en nuestro entorno social.

En consecuencia, si “tu idea del bienestar está ligada a cosas como una relación romántica, una ambición profesional, las posesiones materiales o el aspecto físico, serán otros factores y otras personas, los que manejen a su capricho tu felicidad. Y eso no es muy recomendable. Si crees que tienes control sobre cosas que en realidad no controlas, la frustración y el desengaño están casi garantizados”.

5

Al comprender la filosofía como una práctica diaria y un modo de vivir en sus Meditaciones—, Marco Aurelio considera la naturaleza como un proceso continuo de cambio, donde nada es estable, situaciones en que no podemos hacer nada para evitar, sino aceptar lo que acontece y esforzarnos en lo que sí puede estar bajo nuestro control. Nuestro carácter se beneficiaría si podemos acceder a lo que Zenón denominaba “el plácido fluir de la vida”.

Muchos siglos antes del paradigma de la “inteligencia emocional”, Epicteto y los estoicos consideraban que las emociones no deberían gobernar nuestras vidas. Somos seres humanos acosados permanentemente por nuestras emociones. No vivimos sin ellas. Sin embargo, con nuestros juicios podemos establecer lo que es deseable o no, lo que en nuestro comportamiento es apropiado o no. No otorgarles un sitio prioritario que nos vuelva sus esclavos. Claro, no es sencillo llegar a ello. No obstante, con la reflexión y meditación filosófica señalan los estoicos—, podríamos abrir una brecha en el camino hacia su realización.

En lo que generalmente no se hace, Séneca sugiere no reaccionar impulsivamente ante lo que nos acontece. Es importante la calma y reflexión detenida sobre lo sucedido antes de juzgarlo apresuradamente.

La vida de todo mundo a lo largo del tiempo está llena de contingencias y adversidades. Para los estoicos es menester afrontarlas y resolverlas adecuadamente. Séneca tuvo que lidiar con la muerte de su hijo y de un amigo íntimo, además de un exilio por diez años en Córcega. No obstante, Séneca afirma en su trabajo Sobre la providencia que “no debemos tomar por una desgracia

lo que parece, sino que debemos acogerla como algo beneficioso. Para los buenos, la adversidad es un entrenamiento”. A decir de Sellars “Séneca traza una analogía con un luchador que se beneficia de enfrentarse a rivales duros y que se atrofia y pierde sus habilidades si los desafíos a los que se enfrenta son de poca monta. El luchador sólo pone a prueba su habilidad cuando pelea con un verdadero adversario, y un combate difícil no es más que un entrenamiento para desarrollar sus capacidades. Las adversidades de la vida funcionan de un modo parecido; nos permiten desplegar nuestras virtudes y las curten para que mejoremos”. De manera coincidente Nietzsche (Röcken, Lützen, Alemania,1844-Weimar, Alemania,1900) señaló: “De la escuela de la guerra de la vida: lo que no me mata, me hace más fuerte”. Las innumerables adversidades que se nos presentan en la vida, para Séneca serán oportunidades de aprender algo de nosotros mismos y de perfeccionar nuestro carácter Enfrentar la adversidad será el auspicio de un carácter virtuoso.

Mientras Epicteto acentuaba su atención en torno al control interno en nosotros, Marco Aurelio, en sus Meditaciones dirige su atención hacia lo externo que nos sobrepasa abrumadoramente. Sin embargo, subraya que nuestras decisiones y acciones pueden modificar el curso de los acontecimientos: “El destino actúa a través de nosotros. Nosotros mismos contribuimos al destino y formamos parte del inmenso mundo natural gobernado por él”.

Para Séneca el propósito en el transcurrir de nuestra vida no debe girar en torno a su longevidad, sino a disfrutarla y aprovecharla verdaderamente, en cada

uno de sus momentos. En los estoicos el aprender de la vida, con ella, en ella y por ella, genera entusiasmo y placer en el individuo que sabe apreciarla de manera incomparable. Así concluye: “La naturaleza ha hecho que para vivir bien no haya necesidad de grandes preparativos: cada cual puede hacerse feliz a sí mismo. La importancia de las circunstancias externas es poca y tal que no tiene gran influencia en ninguno de los dos sentidos: ni las favorables encumbran al sabio ni las adversas lo abaten. En efecto, siempre se ha esforzado por depender lo más posible de sí mismo, por esperar de sí mismo todas las satisfacciones”

El retorno autorreflexivo de los estoicos hacia el fortalecimiento del interior de los individuos no implica su aislamiento social, sino por el contrario, a través del control de sus emociones y sentimientos, el cultivo de la virtud y generosidad del carácter, logre la ataraxia y una mejor convivencia en las diversas comunidades que habita.

John Sellars (Farnham, Surrey, Reino Unido, 50 años), es un profesor británico de Filosofía en la Royal Holloway, de la Universidad de Londres, miembro del Wolson College, de Oxford y Visiting Research Fellow, en el King’s College de Londres. Entre sus publicaciones se encuentran: Hellenistic Philosophy, Oxford University Press, 2018, Marcus Aurelius (Philosophy in the Roman World), Routledge, 2021 y Lecciones de epicureísmo. El arte de la felicidad, Taurus, 2021.

John Sellars, Lecciones de estoicismo. Filosofía antigua para la vida moderna, México, Ed. Taurus, 2021.

fernamancillas@yahoo.com

*Profesor-Investigador de la Universidad de Sonora

“El alma considerada, en este sentido, como la mente, las creencias y los pensamientos”

6

Literatura vestigial bajacaliforniana

ué se escribió en Baja California y nunca llegó a los lectores?, o bien, se publicó y por su pobre distribución desapareció. ¿Qué dejó de publicarse por la censura o la autocensura?, ¿qué pasó inadvertido y sencillamente no dejó rastro? —Al paso que voy, mi literatura será algo similar—. Esas obras no publicadas, perdidas o sepultadas por los propios autores, ¿influenciaron a alguna de nuestras estrellas, a alguno de nuestros escritores campeones? Recordemos que la literatura es un juego de influjos, que como ondas gravitacionales afectan a todos; o bien, como una suerte de carambolas que mueven cuerpos e ideas a partir de roces o choques.

Encuentro dos textos motivantes que tocan el tema: Vestigio y especulación, textos anunciados, inacabados y perdidos de la literatura chilena, editado por Nibaldo Acero, Jorge Cáceres y Hugo Herrera Pardo, e Historia de los libros perdidos, ensayo de Giorgio Van Straten.

¿Cómo definir a la literatura vestigial? Van Straten aclara: «Los libros perdidos son aquellos que existieron y ya no existen. No son los libros olvidados que, como sucede a la mayoría de los hombres, desaparecen poco a poco del recuerdo de quien los ha leído (…). Esos libros es posible encontrarlos en algún fondo de biblioteca, y un editor curioso podría reimprimirlos (...). Tampoco son los que nunca nacieron; fueron pensados, ansiados y soñados, pero las circunstancias impidieron escribirlos». Acero, Cáceres y Herrera Pardo, profundizan en los problemas que se presentan en el proceso literario, como sucede en la producción, distribución y circulación de los libros, igual

¿Q«bajo el control de la letra impresa por medio de instituciones ligadas a las diversas formas del poder (…). Se trata de historias y problemáticas segregadas por la “pureza de la idea” o las condiciones técnicas materiales». Para los autores chilenos, una definición concreta de la literatura vestigial abarca libros fragmentados, inacabados y nunca escritos y/o publicados, y de los que se puede encontrar alguna referencia.

Así, resulta al menos tentador preguntarnos sobre aquellos textos fragmentados, inacabados y nunca escritos y/o publicados, es decir, perdidos, que formaron parte de la producción narrativa de nuestros colegas bajacalifornianos o asentados en el territorio norte.

¿Por dónde comenzamos?

El que intente esta obra colosal u absurda deberá conocer abismalmente la literatura que se ha hecho en Baja California, y encontrar aquellas referencias que detonen una investigación más fina. ¿Quién, qué instituciones cuentan con acervos literarios decentes? Desde luego la Universidad Autónoma de Baja California, UABC, Gabriel Trujillo por supuesto, se sabe que el joven Eric Jair Palacio tiene una colección abierta al público, y quizá el mismísimo Rael Salvador; seguramente los señores docentes/ investigadores de Lengua y Literatura Hispanoamericana tendrán sus tesoros guardados, y algunos entusiastas de lo efímero o lo austero, o lo escasamente espectacular Entonces, encontrados estos filones, habrá que leer con la ilusión de los gambusinos y entendernos con los esqueletos petrificados, y evaluar como buenos hombres de ciencia el impacto de los golpes en el aire cálido y en la palabrería de la multitud, y el resultado de la suma de los suspiros.

Quizá lo cierto sea que la fortaleza de una li-

teratura (local o nacional), se mida por el conocimiento de la obra perdurable o perecedera, por lo que circuló o no, por lo que se diseñó y se logró, o no, y a partir de ahí reconocernos en el espejo de la literatura, para entender mejor el horror y la belleza, y también para escribir con la fortaleza posicionarse en la historia de lo contado, pero también de lo extraviado.

Para cerrar, dejo esta referencia parcial que a mí me parece inquietante y hermosa: C. Manta, Indicios, memorias y textos extraviados de la literatura bajacaliforniana, (1977).

todoestodo@gmail.com

*Escritor y biólogo por la UAM

7
“¿Quién, qué instituciones cuentan con acervos literarios decentes?”

TRES HECHOS HISTÓRICOS RELEVANTE PARA ENSENADA

Mayo es un mes para destacar tres de fechas de relevancia histórica en el municipio de Ensenada. La primera de ellas se refiere a la expulsión del invasor estadounidense William Walker, quien fue derrotado por las fuerzas encabezadas por el patriota Juan Antonio María Meléndrez Ceseña; la segunda tiene relación con El Acta de Cabildo donde se establece la data de la fundación de Ensenada, que en estas fechas cumple 140 años; y la tercera se refiere a la Jura de Independencia que se llevó a cabo en la Misión de San Vicente Ferrer y que este próximo 16 de mayo cumplirá 200 años. Los detalles de cada suceso, se describen a continuación.

*

8 de mayo de 1854. Antonio Meléndrez expulsa del país al invasor estadounidense William Walker

El 8 de mayo de 1854, como se ha dicho arriba, es una fecha de relevancia histórica para Ensenada, debido a que el patriota Juan Antonio María Meléndrez Ceseña, expulsó a William Walker, quien había invadido Baja California con fines de anexarla a Estados Unidos, junto a las entidades de Sonora y parte de Sinaloa y Chihuahua.

Breve historia

El 17 de octubre de 1853, un grupo de 45 filibusteros a bordo del bergantín Carolina, salió del puerto de San Francisco, California, con rumbo a Guaymas, Sonora, con el firme propósito de apoderarse de ese estado que,

junto a Baja California, habrían de formar una “República”. El 28 de octubre, llegaron a Cabo San Lucas, y de allí se dirigieron a La Paz, a donde llegaron el 3 de noviembre y tomaron la ciudad; acto seguido, enarbolaron una bandera con tres barras: dos rojas y una blanca con dos estrellas que representaban a Baja California y Sonora. Posteriormente, hicieron la flamante declaración de la nueva “República de Baja California” y William Walker declaró la independencia de Baja California y se autoproclamó como su “presidente”, nombrando a Frederic Emory, Secretario de Estado; a John M. Jarnajin y Howard H. Snow, como secretarios de Guerra y Marina; Charles H. Gilman, como capitán de Batallón; John McKibbin, Timothy Crocker y Samuel Buland, como primero, segundo y tercer teniente, de manera respectiva; William P. Mann, capitán de la Marina; y A. Williams y Jhon Grundall, como primero y segundo tenientes.

Tres días después, se dirigieron a Cabo San Lucas, donde Walker tenía pensado poner la cabecera de la recién declarada “República”, pero allí fue combatido por un grupo de militares y civiles a cargo del teniente Manuel Pineda, quien les provocó algunas bajas. Es entonces cuando los filibusteros se dirigieron a Ensenada, con la misma intención anexionista. Así es como llegaron a esta ciudad un día 28 de noviembre de 1853 para tomar como cuartel a la única casa en pie que había, cuyo propietario era el señor Francisco Xavier Gastélum y su familia, nombrándola como el “Fuerte Mckibbin”, en honor a uno de los filibusteros muertos.

El nombrado “Fuerte McKibbin”, estuvo ubicado justamente en la que hoy es la esquina de las calles Gastélum y Tercera, una esquina de relevante historia para los bajacalifornianos. Desde allí, Walker y sus hombres se dedicaron a saquear los pocos ranchos que había en los alrededores, sembrando el miedo en unos y el descontento en otros, que decidieron hace frente a los invasores, causándoles algunas bajas. En el grupo de los defensores, destacó por su arrojo y valentía el joven Meléndrez, nativo de La Grulla, uno de los primeros sitios saqueados por los invasores.

“Es de justicia mencionar que gran parte del éxito de Meléndrez, es debido al apoyo de los indígenas nativos que entonces eran la población mayoritaria”

Aquí es donde el subjefe político y comandante militar del Partido Norte de la Baja California, el capitán Francisco Castillo Negrete, con el apoyo de Meléndrez, algunos rancheros y nativos de comunidades indígenas voluntarios, decidieron enfrentar a los facinerosos, logrando derrotarlos en varios frentes de batallas llevadas a cabo en diversos sitios como El Ciprés, La Grulla, cañada La Estefana, el Fuerte Mckibbin, y La Calentura, sitio cercano al Valle de La Trinidad donde ocurrió la batalla más importante, debido a que los delincuentes sufrieron algunas bajas, huyendo hacia la frontera con Estados Unidos. En el trayecto conocido como Cueros de Venado, cerca de Tijuana, tuvo lugar la última batalla contra los filibusteros, que huyendo del asedio del patriota Meléndrez y su gente, lograron pasar la frontera un día 8 de mayo de 1854, para no regresar más a territorio mexicano. Estos últimos enfrentamientos, fueron encabezadas por Melén-

8 ACAECIDOS EN MAYO
William Walker, el invasor.

drez, debido a que Castillo se había desanimado por falta de armas para enfrentar a un enemigo más poderoso quien llegó a tener más de 600 efectivos, por lo que se vio obligado a abandonar el terreno de batalla para irse a refugiar a San Diego, California.

Es de justicia mencionar que gran parte del éxito de Meléndrez, es debido al apoyo de los indígenas nativos que entonces eran la población mayoritaria, comparada con la de unos cuantos mestizos que formaban las fuerzas de apoyo en las batallas contra los invasores. Gracias a esos hechos heroicos, aún conservamos esta importante parte de México. De ese tamaño es la figura de Juan Antonio María Meléndrez Ceseña.

*

Los documentos que avalaron la fundación de Ensenada

Como un documento de acreditable valor histórico para Ensenada, es el Acta de Cabildo del X Ayuntamiento, gobierno encabezado por Raúl Ramírez Funcke. En ella se asienta que se trató de una reunión extraor-

dinaria donde se discutieron los documentos que dieron pie a que fuera el 15 de mayo la fecha fundacional de Ensenada. Me refiero al acta del 12 de mayo de 1982, de la que existe un ejemplar original en la colección de mi hermano José Armando Estrada. El acta consta de diez cuartillas, por lo que trataré de extraer lo más relevante y que a continuación transcribo.

El acta

“El Presidente Municipal, Raúl Ramírez Funcke, tomó la palabra para decir que hacía más de un año estaba con la preocupación de encontrar la fecha de fundación de Ensenada”

III.- ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE DOCUMENTOS PÚBLICOS QUE FUNDAMENTAN EL CUMPLIMIENTO DEL PRIMER CENTENARIO DE LA FUNDACIÓN DE ENSENADA, BAJA CALIFORNIA EL DÍA (15) QUINCE DE MAYO DE (1982) MIL NOVECIENTOS OCHENTA Y DOS.DISCUSIÓN SOBRE EL MISMO Y ACUERDO CORRESPONDIENTE.

“En la ciudad de Ensenada, Estado de Baja California, siendo las once horas (11:00) del día doce (12) de mayo de (1982) mil novecientos ochenta y dos, se reunieron en Sesión Extraordinaria y Pública de Cabildo del X Ayuntamiento Constitucional de Ensenada sus integrantes ciudadanos Raúl Ramírez Funcke Presidente Municipal, Síndico José María Rincón del Ángel y Regidores: Liborio Silva Martínez, Arturo Martínez Sáenz, Jesús Moreno García, Alfredo Ibarra Delgadillo, Netzahualcóyotl Flores Vázquez, Victoria Villalobos de León y el suscrito Secretario del Ayuntamiento, bajo el siguiente Orden del Día:

I.- Lista de asistencia y declaración del quórum legal.

II.- Lectura del Acta de la sesión anterior.

El Presidente Municipal, Raúl Ramírez Funcke, tomó la palabra para decir que hacía más de un año estaba con la preocupación de encontrar la fecha de fundación de Ensenada, por lo que tomaba la opinión de los estudiosos de la historia de la comunidad. También mencionó que tuvo como aliados perseverantes a los miembros distinguidos de la Asociación Cultural de Liberales de Ensenada, a quienes agradeció su entusiasmo por haber organizado el “Primer Simposio de Historia Regional”, que con motivo del centenario, celebrará los días 13 al 15 de ese año. Después, pidió al Secretario General del X Ayuntamiento, Lic. Juan Malagamba Moreno, que diera lectura al Oficio Número (12/81/82) que estaba firmado por el Ingeniero Adalberto Walther Meade, Director del Instituto de Geografía e Historia de la Universidad Autónoma de Baja California, fechado el 16 de abril de 1982 y que entre otras cosas dice:

9
Fo tos: Archivo Históric o Manuel González, presidente de México (1880-1884) Fuerte McKibbin.

Señor Raúl Ramírez Funcke, Presidente Municipal, Ensenada, Baja California. Estimado señor Presidente Municipal. Atendiendo a la atenta invitación que se sirvió usted enviarme para exponer los Antecedentes Históricos de Ensenada en la Sala de Cabildo Municipal, con la presencia del ciudadano profesor David Zárate Loperena, en representación de usted y en compañía de diversas personas que tienen a su cargo y se han distinguido en las actividades cívicas y culturales de la comunidad ensenadense, me fue proporcionada la oportunidad de presentar y comentar las copias fotostáticas que se refieren al cambio de la cabecera del Partido Norte del Territorio de la Baja California, del Real del Castillo a la Ensenada de Todos Santos, es decir, al lugar donde hoy tiene asiento la ciudad portuaria de Ensenada. Esta disposición que dio lugar a la fundación misma de Ensenada, fue acordada por el Presidente de la República, General Manuel González, el (13) trece de abril de (1882) mil ochocientos ochenta y dos, y fue complementada oficialmente el día (15) quince de mayo de ese mismo año, en respuesta a la proposición que presentó el Subprefecto del Partido Norte Zeferino Castañeda, al Jefe Político y Comandante Militar del Territorio, General José María Rangel, quien la turnó al Secretario de Gobernación Carlos Díez Gutiérrez, el que a su vez, la presentó en acuerdo presidencial”

Una vez que el Ingeniero Walther Meade expuso algunos aspectos de las actividades políticas y económicas que prevalecían en los tiempos previos al cambio de sede de los poderes a Ensenada, se pasó a dar lectura de los documentos más importantes que avalan la propuesta del mencionado cambio.

*

Bicentenario de la Declaratoria de Independencia en San Vicente, por José Manuel Ruiz

Un 27 de septiembre de 1821 tuvo lugar la consumación de Independencia de México. Es Agustín de Iturbide, quien once años después del Grito de Dolores, se dirigió a los pobladores de la Ciudad de México para informarles que la patria ya es independiente de la Corona Española.

Y, mientras tanto, ¿qué ocurría en Baja California? La península era entonces un lugar alejado de lo que sucedía en el resto del país y todas las noticias llegaban con marcado retraso. Por ese motivo, la Jura de Independencia se llevó a cabo en cuatro diferentes fechas y con varios meses de dilación con respecto a la de la Ciudad de México. La primera vez, tuvo lugar en San José del Cabo, el día 25 de febrero de 1822. Días después, el 7 de marzo se hizo lo mismo en Loreto, y se repitió en el mismo lugar el 7 de julio. En lo que respecta a la parte norte de la península, la Declaratoria de Independencia, tuvo su lectura el 16 de mayo de 1822 en el poblado de San Vicente. El entonces comandante de la frontera de la Antigua California, José Manuel Ruiz, fue quien reunió a los pobladores para dar lectura al siguiente texto:

“José Manuel Ruiz, Teniente de Caballería del Presidio de Loreto y actual Comandante de esta frontera, de la Antigua California, certifica: Que habiendo orden del señor Gobernador Político y Militar don José Arguello, el día 12 del presente mes, en la que me incluía el acta de la Soberana Junta de este Imperio, declaratoria de su Independencia, el Plan de Iguala, el Tratado de Córdoba, el decreto de la Regencia del Imperio Mexicano y Soberana Junta Provisional Gubernativa y copia del acta celebrada en el Presidio de Loreto y para dar cumplimiento y ejecu-

ción a lo dispuesto en la mañana del día 16 del corriente di orden al Sargento y Cabos que a las 10 de la mañana se formase toda la tropa que guarnece esta escolta, y que juntara todo el vecindario en el Cuerpo de Guardia donde estaba la tropa formada sobre las armas, les mandé presentar armas, les hice saber para qué fin fueron convocados y con arreglo al artículo 3º. del Decreto de la Regencia del Imperio y Soberana Junta Provisional Gubernativa, leí al frente de la tropa y vecindario el acta de la Soberana Junta de este Imperio, la declaratoria de Independencia, el Plan de Iguala, el Tratado de Córdoba y el Decreto de la Regencia del Imperio. Concluido este acto y con arreglo al Artículo 2º. del Soberano y citado Decreto, recibí el juramento debido después de bien enterados de su contenido, bajo la fórmula prevenida en el citado artículo al Sargento, Cabos, tropas y vecindario, y todos unánimes respondieron acordes, según la fórmula indicada y concluyendo con una salva, repique de campanas y mucho regocijo y al día siguiente se hizo una solemne función de iglesia con salva triple con que se dio cumplimiento a la soberana orden. San Vicente, 22 de mayo de 1822.- José Manuel Ruiz”.

kumeey@yahoo.com.mx

10
* Cronista oficial de Ensenada. Autor del Diccionario Kiliwa Dibujo de Antonio Meléndrez.Orden del Presidente de México

Postales de una ciudad

que ya no existe

Alguna vez Federico Campbell me dijo que la Tijuana de su literatura es una ciudad que ya no existe, aunque con el paso de los años el escritor de Transpeninsular acabó preguntándose si acaso esa ciudad existió alguna vez o si es una fábula del subconsciente, pura y simple narrativa de ficción creada a posteriori por los recuerdos. Pienso en la urbe de fantasía inventada por Campbell, más parecida a alguna de las Ciudades invisibles de Italo Calvino que a la Tijuana de piedra, cerro y sangre cuyo caos respiramos todos los días.

Tijuana es una ciudad que se devora a sí misma y traga cualquier vestigio de su pasado. En el momento en que esto escribo, no pocos de los símbolos sobrevivientes de la Tijuana retratada por Kingo Nonaka han sido derrumbados en el último lustro. Murió el antiguo Toreo lo mismo que la Puerta México y la cárcel y la comandancia de la calle Ocho. Bajo amenaza sobrevive la Plaza Monumental Playas de Tijuana, el único recinto taurino del mundo ubicado a la orilla del mar y junto a un muro fronterizo. En contraparte, todos los días brotan en las laderas precarias viviendas de lámina y llanta de la misma forma que los baldíos son invadidos por multitudinarios fraccionamientos usureros y las esquinas barriales estrenan Oxxo cada semana.

Más allá de mentirosas nostalgias ante la irrupción de la arquitectura chatarra, intuyo que existe o exist-

ió un espíritu y una esencia irrecuperables en esa Tijuana que nunca viví y que acaso se parezca más a un Macondo o a un Comala que a ese emergente municipio con prisa por deglutir su pasado. Luego caigo en cuenta de que el alma de la ciudad de Campbell vive en cada fotografía de Nonaka.

Irremediablemente recuerdo las palabras de Federico cuando vuelvo a sentarme frente a Genaro Nonaka García y él va abriendo lentamente sus cartapacios. Decenas de fotografías en blanco y negro cubren la superficie de la mesa. El archivo Nonaka en pleno cargado en el maletín de cuero de ese señor, el único de los cinco hijos de Kingo que aún vive, quien ha cumplido ya los 87 años y camina erguido y elegante por las infestadas calles de una ciudad rabiosa donde el crimen ha sentado sus reales. Allí está frente a mí el único vestigio gráfico de una Tijuana que existió hace 90 años y que sin embargo hoy nos resulta casi prehistórica.

La paciencia de Genaro frente a mis mil y una preguntas parece ser

infinita. También su capacidad de narrar la historia o el contexto de cada fotografía.

Pienso una vez más en que cada una de esas fotos puede ser el comienzo de un relato.

Me detengo en las fotografías del ámbito doméstico. Por fortuna, los hijos de Kingo posaron no pocas veces para la Graflex de su padre. En aquellos años una persona todavía podía contar con los dedos las fotografías que le habían tomado en toda su existencia. En estos tiempos un recién nacido es fotografiado unas 50 veces en sus primeros minutos de vida antes de tomar sus primeras gotas de leche materna, y al cumplir su primer mes ya aparece en varios cientos de imágenes que han sido compartidas en las redes sociales, sin embargo, hasta hace no mucho tiempo una persona solía tener una o cuando mucho dos fotos de infancia. Los niños Nonaka García tuvieron la fortuna de tener un padre fotógrafo y por ello su niñez está mucho mejor doc umentada gráficamente que la del promedio de los niños en la década de los años veinte o treinta.

Fo tos: Kingo Nonaka/ Cortesía
11
Al lado de Pancho Villa, Kingo Nonaka en la carreta.

Al ver a los hijos de Kingo reparo en la fuerza del gen oriental. Aunque su madre es mexicana, los rasgos asiáticos se han impuesto en los cinco. Parecen niños japoneses y por la manera de sonreír y mirar, puedo concluir que su infancia fue alegre y que no les faltó el juego y la fantasía.

En la primera foto que tomo en mis manos aparece mi interlocutor, Genaro Nonaka García a la edad de cinco años. Luce un pantalón blanco, tirantes, un suéter rojo con dos rayas horizontales y una boina ladeada. Sus manos están posadas sobre lo que parece ser el manubrio de un monopatín que le ha fabricado su padre. Su sonrisa es franca, despierta. Miro la foto tomada en 1935 y después lo veo sentado frente a mí en esta mañana de 2017 con sus 87 años y al sostenerle la mirada no puedo evitar ser sacudido por el infinito e indescifrable misterio del tiempo y su relatividad. Hay algunas fotos más antiguas de los niños Nonaka tomadas años antes de que naciera su hermanito Genaro. María, Uriel,

Virginia y el pequeño José recién nacido posan sentados en un sillón en el estudio fotográfico que su padre acaba de abrir en la calle Segunda. En el mismo lugar posan los niños Nonaka con su madre para una foto grupal de pasaporte fechada en 1933.

Empiezo a barajar fotos al azar, sin orden cronológico ni temático. El rompecabezas en sepia me arroja beisbolistas, corredores, chicas vestidas como diosas griegas, ritos masónicos, actos políticos y un montón de carros alegóricos.

En el antiguo campo de béisbol de Puerta Blanca aparece el equipo del Quinto Batallón de Infantería listo para enfrentar a la novena del Molino Rojo, centro nocturno propiedad del japonés So Yasuhara, gran promotor de la pelota caliente. Veo a cinco corredores sudorosos posar con una bandera de México al final de la carrera atlética del 16 de septiembre de 1930 y veo no pocos carros alegóricos desfilando por la calle Segunda.

Me detengo en una fotografía donde tres hermosas jóvenes posan con túnicas griegas sobre un carro estilo Ben-Hur formado con figuras de cisnes. El elemento kitch de estampa mitológica es que en la parte alta del carro alegórico aparece el logo tricolor y las siglas del todopoderoso Partido Nacional Revolucionario que junto al PRM, es antecedente directo del PRI.

Una elegante fotografía muestra en primer plano un piso de mármol estilo tablero de ajedrez donde posan trajeados y solemnes los integrantes de la Logia Simbólica Zaragoza del Rito Masónico Escocés, a la que Kingo Nonaka pertenece. Al centro de la foto aparece el policía y escritor Joaquín Aguilar Robles.

La Logia vuelve a aparecer posando frente a una casa de playa en Rosarito a donde han ido a celebrar el solsticio de 1937.

La Asociación Japonesa de Tijuana aparece en no pocas fotografías y por lo que las imágenes revelan, es bastante numerosa. Una foto tomada en abril de 1935 muestra a más de medio centenar de nipones celebrando el cumpleaños del emperador Hirohito. En otra, posan veinte niños de origen japonés, entre ellos los Nonaka García, hijos todos de integrantes de la asociación. También la Asociación China, mucho más numerosa, roba cámara en sus celebraciones de Año Nuevo.

“Pienso en la urbe de fantasía inventada por Campbell, más parecida a alguna de las Ciudades invisibles de Italo Calvino que a la Tijuana de piedra, cerro y sangre cuyo caos respiramos todos los días”

12

El Gremio de Choferes Amarillos de Tijuana, que en 2017 se ha vuelto tristemente célebre por sus recurrentes actos violentos y los métodos gansteriles con que enfrentan a los operadores de Uber u otros competidores, posan en la celebración de su cuarto aniversario en 1926. Todos elegantes, bien peinados, derrochando orgullo gremial.

Petra García y sus hijos posan junto a una recién construida escuela en el entonces lejano poblado de San Antonio de los Buenos. La escuela ha sido gestionada y patrocinada por la Logia Femenina Minerva a la que Petra pertenece. Dado que él está atrás de la Graflex, son poquísimas las fotos que hay de Kingo Nonaka en esa época, pero Genaro Nonaka porta unas cuantas imágenes que revelan cómo era su padre en su etapa de fotógrafo. Kingo parece haber efectuado una suerte de pacto fáustico o pertenecer a la estirpe de Dorian Gray, pues su afilado rostro sigue siendo el de un joven pese a que

“Para Kingo Nonaka su oficio requiere una elevada dosis de formalidad. En realidad, es ésa la característica de la mayoría de los fotógrafos a principios del siglo XX”

ha cumplido cuarenta años de edad. Ya no lleva uniforme de soldado o de enfermero, sino que luce un elegante traje color beige, una corbata perfectamente anudada y un sombrero Panamá que le da un aire de Dandy.

Para Kingo Nonaka su oficio requiere una elevada dosis de formalidad. En realidad, es ésa la característica de la mayoría de los fotógrafos a principios del siglo XX. Las fotos de Kingo o las de los hermanos Casasola los muestran siempre con traje impecable. Aunque su labor implique trabajar al aire libre y sudar bajo un sol picoso, los fotógrafos suelen

anudarse sus corbatas y trabajar con el saco puesto. Aunque cada vez hay menos, aún sobreviven en la Tijuana del siglo XXI viejos fotógrafos hijos de aquella tradición que hoy rondan los 80 años de edad y aún se les ve, siempre de traje y corbata, enfocando con sus viejas cámaras de rollo a jóvenes políticos que podrían ser sus nietos, perdidos entre una horda de veinteañeros reporteros con facha de hípsters que disparan miles de veces sus dispositivos digitales mientras trasmiten en vivo por Facebook y suben sus imágenes a Instagram.

danibasave@hotmail.com

*Ensayista y periodista. Reside en Tijuana desde 1999. Autor de Juglares del Bardo, El lobo en su hora, El samurái de la Graflex.

13
Kingo Nonaka, fotógrafo.

Esto ocurre un sábado 19 de marzo entre las sombras y luces rojizas del Black Box. Nacho Vegas canta con los ojos cerrados, se va dentro de sí para dar vida a la canción. Su traje brilla fastuoso ante el mar de luces que se balancean sobre el escenario, donde sólo él se mueve con la solemnidad de un mago. “Volverás cuando estés limpia y yo, no te haga falta, gritaré lleno de orgullo, tu nombre en el andén…”, corean los seguidores del compositor español en cada esquina del lugar.

El cabello cubre el rostro que guarda ese aire de misterio tan de él, mientras que su voz gruesa nos pone a temblar hasta los huesos: la música es increíble, pero todo fan de Nacho sabe que la fuerza está en la lírica, y cuando te sabes la letra, no hay vuelta atrás.

Hoy Nacho nos conecta, nos hacer sentir el éxtasis que casi olvidamos con la llegada de la pandemia. Nacho observa la frontera, ve que la mayoría del público se aglutina al fondo del área general, y sin previo aviso baja del escenario, atraviesa la zona VIP y se sumerge en el mar de gente para dar inicio a Big Crunch, haciéndose uno con el público.

Durante el resto del concierto habrá otras obras maestras en escena como La gran broma final, La pena o la nada, El Ángel Simón y para un cierre épico, El hombre que casi conoció a Michi Panero. De esa experiencia no quedan muchas letras para compartir, cualquier seguidor de este músico podrá imaginar que escuchar y cantar en vivo los temas favoritos de Nacho fue como salir un rato

del infierno de la precariedad tercermundista y visitar por unos minutos el paraíso. Y si a la ecuación le agregamos cerveza y amigos, la perfección llega a niveles indescriptibles.

Lo que sí es que, al concluir el show, no perdimos la oportunidad de conversar con Nacho, aunque fuera por cinco minutos, elaborando preguntas con el mayor profesionalismo posible tras tantos litros de cerveza y la sangre galopando a mil por hora. De eso salió la siguiente aproximación a uno de los cantautores vivos más impresionantes del siglo XXI.

¿Cómo te sientes? Fue un gran concierto, creo que todos terminamos muy emocionados Fue muy especial. Es la primera vez que veng o a Tijuana, y la verdad el público me sorprendió, por alguna razón pensé que iba a ser un poquito más frío, y todo lo contrario. A los que venimos del oeste de Europa, donde todo está rancio, traemos eso en la cabeza.

“La frontera del muro aquí en Tijuana me recuerda a las fronteras que establecemos en Europa. Los migrantes que son detenidos y enviados a instituciones que en realidad son cárceles encubiertas”. Nacho Vegas.

¿Cómo ves la cuestión de la frontera en Tijuana? Y a la par la frontera aquí, en el concierto. Siento que de alguna manera intentaste trascender esta división públicoespectador cuando empezó Big Crunch y te acercaste con todos los que no estaban en la zona VIP…

La frontera del muro aquí en Tijuana me re-

14
Fo tos: Iván Gu érr ez

cuerda a las fronteras que establecemos en Europa. Los migrantes que son detenidos y enviados a instituciones que en realidad son cárceles encubiertas, donde la gente tiene todavía menos derechos, donde hay violaciones sistemáticas de derechos por parte de policías, funcionarios… hay un rasgo muy institucional que es un problema estructural, sistémico, y que está normalizado. Que haya una ciudad como Tijuana, que vive al lado de un muro, de una forma normal, se me hace increíble. Tenemos que cambiar esas ideas que tienen que ver con el odio, que es de donde viene la exclusión, todos esos asteroides fascistoides que promueven un discurso de odio que tiene que ver con el racismo; normalizarlo es el gran problema.

Y bueno en la vida están presentes todo tipo de divisiones, existe la lucha de clases, y en un concierto yo sé que se pone la cosa de las zonas VIP, pero a mí nunca me ha gustado eso, ahora me lo han vendido aquí, que por el lado de la visibilidad, pero no era así, a la hora he visto que no era la idea, tendría que haber estado toda la gente adelante, y pues me he inclinado por hacer aunque fuera este contacto con la gente que estuvo coreando fuerte cada una de las canciones.

¿Piensas volver a Tijuana, después de esta experiencia?

Si me quieren sí. Ojalá no fuera tan caro, porque hacer gira pues ya ves es viajar, traer la gente, los sueldos. Cuando venimos aquí se disfruta mucho más pero también se trabaja mucho más, pero esperamos volver a venir por acá seguro.

¿Cuál ha sido la canción que más trabajo te ha costado componer?

Oh bueno, hay muchas canciones que me han costado mucho trabajo componer. En este último álbum podría ser El don de la Ternura, precisamente la primera canción que empecé a componer en 2019. No la tenía clara, no pensaba que fuera a ser parte del nuevo álbum, pero luego me atrasé un poco con ella y hasta 2021 la acabé y no me di cuenta de que podía tener un peso específico como lo tiene ahora en este nuevo material.

¿Crees que haya que destruirse para construir grandes relatos?

No, no, no. No necesariamente. ¡Hay que vivir, hay que vivir! Vivir es en cierto modo destruirse un poco, a la par que vivimos nos destruimos un poco, porque al final todos tenemos nuestros dramas, nuestras montañas rusas, y ésa es la materia prima, pero no hay una premisa autodestructiva para escribir canciones, hay que vivir, observar la vida. En los dramas más pequeños, o en apariencia más nimios, hay una canción escondida que tienes que saber ver. Alguna vez me encuentro con cosas, observo esos momentos, pequeñas discusiones o dramas que tiene la gente, situaciones de repente, y allí pienso “esto me está explicando un fragmento de la realidad”, y veo cómo convertirlo en una canción.

Muchos no sabemos qué hacer en este mundo, a veces el capitalismo es tan opresivo que perdemos mucho la esperanza, “está cabrón” decimos por acá, pero luego escuchamos canciones como las tuyas que nos hacen conectar

con una emoción, y esos momentos nos llenan, aunque sea por un momento, con un poco de luz, ¿vale la pena vivir, a pesar de estar tan limitados, tan deprimidos?

No es fácil la respuesta. Yo creo que sí vale la pena, porque… las pequeñas cosas que hagamos, pequeños actos, pueden ser pequeñas revoluciones íntimas o bien movimientos más grandes, pero todo aporta… Ahora mismo el sistema hegemónico está muy afianzado y si queremos ver un cambio en el mundo seguro que tardaremos muchos años en hacerlo, pero creo que vale la pena, porque lo contrario es la resignación, es la postura nihilista que le conviene mucho al sistema, que la gente diga “es que las cosas están tan jodidas que yo no puedo hacer nada por ello y mejor ni lo intento” Es necesario resistirse en la mayor medida que se pueda.

Nos puedes recomendar algún libro, para que quienes te seguimos podamos conectar de alguna manera contigo. Cualquier obra que te guste, o algo que estés leyendo ahora.

Hay una novela de Tom Spanbauer que se llama El hombre que se enamoró de la Luna, es una novela maravillosa, ésa les recomendaría.

Es todo, nos vemos la próxima vez que estés por acá, ¿algún último mensaje?

Nada, agradecer a todos los que vinieron, ¡los abrazo a todos y hasta pronto!

*Periodista, músico y escritor

15
iv4ngutierrez@gmail.com

Temporal: habitada por un lobo

Claudia Calderón es poesía viva, árbol que da la sombra, se enraíza y ofrece su fruto

En las páginas de Temporal: Habitada por un lobo, se describe la crudeza y la fragilidad del ser humano. Sus palabras son evocación al aroma a café y madera. Un rayo de luz que atraviesa la ventana y se posa en sus manos poetas. Poesía que es ritmo y melodía.

Claudia a la luz de la mañana y a la luz de la Luna escribe con todo el cuerpo, con toda el alma, transformando lo cotidiano en un acto significativo de la existencia.

Valiente, describe el terror y el dolor; con su naturaleza amorosa viene a hablarnos de fe y esperanza; con las palabras de la madre cariñosa, la compañera firme. La mujer creadora que nos enseña cómo se vive con todos los sentidos.

Su poesía es verdad que surge del alma para sumergirse en la realidad, y del grito hacer nacer un canto.

Entre líneas encuentro su abrazo cálido, su mirada dulce y sus manos suaves que al tacto me dicen de su presencia infinita en los árboles y en los girasoles.

Este libro es bálsamo para quienes la llevamos en el corazón. Hoy el tejido de sus letras vuela con su espíritu, dejando testimonio de la fortaleza de una mujer que se renueva todos los días. Mujer que vive, escribe y hace retumbar los sentidos.

Y así como adivinando el destino, nos regala el último poema

en este libro que me hace afirmar que mi madre, sin duda, fue poesía hasta el último segundo de su existencia:

“El viento dobló la esquina ahí donde la fe no claudica cada paso va acompañado de un trozo de esperanza.

Con pasión con temor de tantas batallas perdidas, pero con el paso firme ante la vida.

Con la fe arraigada en las heridas, miro a la muerte a los ojos con la frente en alto”.

Claudia Calderón Ruiz (19762022), poema de Temporal.

y escuchar el ritmo paciente de su tambor, hecho con sus manos para rezarle al fuego y alinear el pensamiento con el latido de su corazón.

No existen las palabras que puedan describirla estrictamente, pero en el intento pienso que mi mamá es la raíz de un árbol antiguo que ha visto de cerca cada paso de la humanidad y que su memoria es como una semilla de cacao sutil y amorosa, que queda sembrada para hacer latir con alegría el corazón.

Parte de su modo de ver y sentir la experiencia de la vida se encuentra contenido en el libro Temporal: Habitada por un lobo (PinosAlados Ediciones, 2021).

luciapatino89@gmail.com

*Comenzó sus estudios de guitarra clásica a los seis años. Ha tomado clases magistrales con Leo Brouwer, Alfonso Moreno, Josué Tacoronte y Julio César Oliva

j un libro nuevo, nita, analizando, un mensaje en n el cine.

Leerla me transporta a la calidez de la infancia, las flores sobre la mesa, al calor del horno preparando algún pastel. Ella sentada junto al Sol disfrutando su curiosidad infinita, buscando detalles, una fotografía o en

Mágica mujer que de su cocina, que canta sucede la autoterapia galletas. En ese momento blar la conversación imposible pues a ella respondía cantando frase de alguna canción bailando.

Qué compañía más encontrar una ventana sa y comprender sus cios, compartir su

ue danza al son canta mientras apia de hornear entación resultaba cada pregunta antando con la anción y seguía bonita para tana luminous silenrisa

F ot o: Ar c hi v o f am i lia Ca ld e r ó n

El libro se encuentra disponible en PinosAlados y Secretaría de Cultura de Baja California.
16

El apartado rincón de los poetas

Presentamos aquí, este espacio, El apartado rincón de los poetas, donde habremos de dar a conocer a ustedes algunos nombres y fragmentos del trabajo de aquellos que, en ocasiones, tocados por la suerte de eso que llamamos destino, se regalan gustosos para hacer posible el feliz encuentro del oído y la voz, en la palabra escrita.

A menudo traeremos aquí algunos textos novedosos y poco publicados o inéditos.

Acaso podamos desde esta comedida esfera, apartado recodo, dar un lugar a ese prodigio que sirve para alegrarnos los sentidos en el dulce placer del encuentro con las letras, el poema. Cuando veamos la luz y sintamos el calor habido en la condición más natural de la expresión escrita, cuando entre comas y puntos se vayan acomodando desgranadas para salvar la vida, esa creación que abre e ilumina cuando todo parece cerrado y oscuro, la poesía en las palabras sublimemente dichas.

Los buscaremos, las buscaremos, ayudados en el soporte ambivalente de las nombradas y apeladas redes sociales que ahora tenemos.

De momento presentamos a dos

mb ed Be ne r ro ta li ási o at dh i

bres de dad que Viene a enito Jeedictino, a los 63 odujo en ación de terarias cos que clasicistro

poetas sinaloenses, hombres más de sesenta años de edad publican su primer libro. la memoria el ensayista Benito rónimo Feijoo, monje benedictino, quien comenzó a publicar años de edad, y que introdujo el nivel discursivo la aceptación las formas y estrategias literarias de composición de los clásicos después asumirá el Neoclasicismo español. Autor de Teatro crítico universal, obra publicada hacia 1726.

Juan Andrés Montoya

En su primer libro publicado impreso, Palabras para mirar por dentro —el autor, tiene uno más, inédito, Bestiario regional—, Juan Andrés Montoya (Sinaloa de Leyva, Sinaloa, 4 de noviembre de 1955), nos habla desde los apartados en que divide esta obra para construir ese lirismo que resulta de la lectura de la vida cotidiana y vasta del mundo. Montoya separa su discurso en las “Palabras ocultas” con las que externa el deseo de triturar el aire con los dientes/ y escribir una carta a tus cabellos; “Palabras sueltas” para decir en anafórico recurso en paralelo: era un hombre/ tan grande/ que no cabía en sí mismo/ ni en sus manos/ ni en sus pies/ ni en su cuerpo…; “Palabras escuetas”, Nacer/ es el arte/ de engañar/ a la muerte.

Al final, el poeta nos regala más con tres poemas cortos en esa parte

que nombra “Palabras públicas”, y los versos se suceden unos a otros sucintos, contemplativos: Nada más ven/ uno encima del otro/ y ya dicen/ que son dos. Al final escribe: Ayer te vi en la tarde/ ibas como un cuchillo/ cortando el aire.

Publica por primera vez frisando los setenta años, consciente quizá de que los textos más decantados que los poetas pueden escribir en la vida son los que surgen en el último tercio de la existencia de los hombres.

Román García

Tres silencios marinos y otros poemas es el libro que nos ofrece Román García, poeta nacido en Guasave, Sinaloa, el primero de abril de 1954.

En este libro, nuestro poeta nos habla desde una disposición carmínica cuando nos dice: no vengo a hablar,/ sólo vengo/ a escuchar los silencios/ que duermen entre ruidos. O acaso en una actitud lírica

apostrófica interpela: … Mejor huye de ti,/ de mí, de todos los ruidos/ y silencios del mundo…

El hombre tiene una extensa trayectoria en el entorno cultural del estado de Sinaloa, donde ha sido desde coordinador del Seminario Literario Alfonso Reyes en la Universidad Autónoma de Sinaloa.

Ese cargo lo tuvo también en el Suplemento Cultural La Chalata —durante dos décadas—, y ha sido articulista en periódicos y revistas culturales de ese lugar del país.

Román García canta a partir del dolor, del amor desesperado, y en una forma oximorónica se obliga a hacer hablar al silencio, en un juego permanente del lenguaje desplegado para escribir versos en destellos luminosos: Se fue el reflejo/ acaba de morir/ el viento viejo/ sombra de espejo…” jruiz_barbosa@hotmail.com

*Estudió Lenguas y Literaturas Hispánicas

17
LETRA
LÍQUIDA

CONTRASTE DE LEGADOS

llevados por sus demonios p

Kata ton daimona eay toy es el décimo libro del escritor ensenadense Rael Salvador; reflexión ensayística de una época a través de las referencias literarias que lo marcaron, como fue el caso del poeta y cantante Jim Morrison

“Si escribir de uno mismo crea un espejo en el que otras personas reconocen su propia existencia, podría decir que la lectura no modifica al lector sino que saca lo que hay dentro de él”.

Rael Salvador

En Kata ton daimona eay toy o Recuerdo del héroe llevado por su demonio (2022), del escritor, poeta y docente Rael Salvador (Ensenada, 1963), el lector encontrará una escritura marcada por el tinte sartreano de lo existencial, de agudeza inédita, desenfado estético y bien documentada.

No se trata de una biografía de James Douglas Morrison (8 dic.

Kata ton daimona eay toy / Recuerdo del héroe llevado por su demonio se encuentra a la venta en las librerías de Ensenada: Tecnilibros, Librería Ramírez, Librería “La Nave de Lulio”, así como en los siguientes puntos: Café Guo!, Central Naturista La Milpa, Galería Pérez Meillón, Farmacia San Martín (calle Delante), Musical Time Machine y Rockmanía. Tijuana: Librería El Día.

1943-3 jul. 1971), quien fuera líder de la banda de rock californiana The Doors, sino de la reflexión ensayística de una época a través de las referencias poéticas de Morrison, que a su vez se nutren de la mitología griega, del aporte literario de William Blake (1757-1827), de Aldous Huxley (1894-1963), de la Generación Beat y del pensamiento filosófico existencialista de Jean-Paul Sartre (19051980) y Albert Camus (1913-1960), bases que sustentaron los movimientos contraculturales de las décadas de los años 60 y 70, que exigían un cambio generacional, de pensamiento y que cuestionaban las normas establecidas por la cultura dominante.

El libro conecta principalmente la obra literaria del poeta y cantante de rock, Jim Morrison, con el filme bélico Apocalipsis Ahora (1979) del cineasta Francis Ford Coppola (1939) y la novela El corazón de las tinieblas (1899), de Joseph Conrad (1857-1924), entrelazando temas como el dolor, la injusticia, la libertad y la congruencia con un ideal.

Pero no sólo eso, en la obra el autor

18

Rael Salvador también nos ofrece un compendio de referencias hacia aquellos “héroes” que con su legado contestatario, libertario y poético ya sean filósofos existencialistas, escritores de la Generación Beat, monjes budistas y músicos de rock de los 60 y 70 le han servido como barca para atravesar el serpenteante río de la vida, influyendo y marcando su trayectoria de 36 años en el ejercicio de la lectura, la reflexión y la escritura.

1: “Con la lectura del libro también recorremos el camino escabroso de la insensatez humana y su legado homicida, contraparte fincada en la ambición por el dinero y el poder como valores principales, con la tragedia de la guerra como su máxima representación”

Ahí leemos a Blake, a Sartre, a Nietzche, a Camus, a Kerouac, a Ginsberg, a Tich Nhat Hanh, a Dylan, Hendrix, Janis Joplin y Pink Floyd, entre muchos otros.

En contraste, con la lectura del libro también recorremos el camino escabroso de la insensatez humana y su legado homicida, contraparte fincada en la ambición por el dinero y el poder como valores principales, con la tragedia de la guerra como su máxima representación.

Es así que, en 73 páginas y 16 seg-

mentos ilustrados por el arte visual del fotógrafo Héctor García Mejía (1969) y su “Ruta Morrison” el libro Kata Ton Daimona Eay Toy o Recuerdo del héroe llevado por su demonio ofrece una lectura de temática fuerte pero de estilo ameno, que invita a la reflexión y a recorrer el camino de las referencias en que se sustenta.

Parafraseando al mismo Rael Salvador, cuando el escritor silencia el dolor, la belleza y la muerte, niega interrogantes esenciales de su vida,

perdiendo la oportunidad de obsequiarle al otro, su lector, momentos de coincidencia reflexiva ante la soledad, la desgracia y el hastío.

manoqui.mx@gmail.com

*Periodista cultural, productor audiovisual y músico

Imágenes tomadas del audiovisual Encarnación en el umbral del héroe (Alucinaciones reconstructivas), realizado por Jennyfer de la Cerda, Manuel Quintero y Anand Quintero, inspirado en la lectura de Kata ton daimona eay toy

19

Entre la realidad y el deseo

La decadencia y la contracultura han sido el éxtasis que alimenta a muchos de los “dioses”  contemporáneos, Jim Morrison es uno de ellos. El Rey Lagarto inmerso en el juego de la cultura pop como una de sus íntimas e infinitas estrellas; el autor, Rael Salvador, se  quita la careta o la máscara del ciudadano común para traernos esa imagen para ser, él  también junto a sus lectores, por medio de la palabra, un rockstar; un fuego fatuo y faustoso entre el cielo y el infierno al mismo tiempo.

En la edición de Kata ton daimona eaytoy / Recuerdo del héroe llevado por su demonio, Rael Salvador nos comparte el recuerdo del cantante, filósofo y, sobre todo, espléndido poeta, Jim Morrison. Su obra como integrante de The Doors sigue llegando al público, porque es un canto victorioso, mientras el talento y su inspiración de poeta crece en las aladas páginas del libro.

Sin duda, Morrison es un personaje de culto, igual que, toda proporción guardada, José Vicente Anaya en el ámbito nacional y local. No hay duda de que el rock y su sistema han creado fascinantes personajes, emblemas contraculturales donde la palabra, la imagen y la música, llegan a transformar nuestra realidad porque, ya lo dijo Cernuda, siempre estamos inmersos  entre la realidad y el deseo. Es así como otro poeta nos recuerda que vivimos en medio de esa espantosa realidad. Rock, poesía o peyote: drogas, sexo y rocanrol, la vieja fórmula iniciática para navegar a contracorriente como Morrison, Anaya, Artaud, Hendrix, Joplin, y  toda una inmensa multitud de artistas que lo mismo inician el viaje por medio de la palabra  descentrada —como Morrison o Artaud—, que a través por medio de las medicinitas sagradas. Así Ginsberg o, en nuestro medio fronterizo, José Vicente Anaya.

En fin, recuerdo a José Vicente en La Torre de Lulio hablando de poesía y de música con mi hermano  Agustín Jiménez, disertando de

haikús o hikuris, recordando con sobriedad sus pasos ebrios por esos laberintos del mundo y del sonido, de la contracultura, allí, donde la palabra y las imágenes y la vida se reúnen para perturbarnos y ofrecernos y, tal vez, desentrañar esos misterios del mundo que sólo los dioses, algunas veces, en situaciones limítrofes, logran contemplar.

Rael Salvador nos revive a ese dios-pop en su libro, plasmando poemas, anécdotas y una extraordinaria galería fotográfica —la Ruta Morrison de Héctor García Mejía—, además de invitarnos a ese limbo del cual nadie entra vivo, como el mismo Morrison en sus aullidos nos lo recuerda.

Juguemos con la memoria de los amigos comunes. Ellos que, al relacionar las puertas de la percepción de Blake/Huxley con las puertas de Morrison, encontramos ese puente donde la felicidad es divina —pero también  luciferina— y nos atrapa. Así, como a nuestro querido amigo José Vicente Anaya y a otros tantos amigos más, que en el viaje de la música del rock, del hikuri y de las múltiples  posibilidades de encuentros con el arte nos llevaron a compartir ese ciclo mágico donde la poesía, la música y la bohemia son semillas para una resurrección más, y otra, y otra, y otra más a la que entre el éxtasis y la agonía que la música de Morrison y este libro Kata ton daimona eaytoy / Recuerdo del héroe llevado por su demonio— hoy, por fortuna, nos convoca.

*Propietaria de la librería La Nave de Lulio

-Texto leído en la presentación de Kata ton daimona eaytoy / Recuerdo del héroe llevado por su demonio, de Rael Salvador, el sábado 23 de abril celebrando el Día Internacional del Libro y los Derechos de Autor en la librería La Nave de Lulio.

20
KATA TON DAIMONA EAY TOY
“El rock y su sistema  han creado fascinantes personajes, emblemas contraculturales donde la palabra, la imagen y la música, llegan a transformar nuestra realidad”

“Escuché Sones de Mariachi y el Son de la negra, obras que educaron mi oído para entender que esas piezas tan conocidas tenían un autor”

Uno planea, la vida dispone. Hubo una vez que quise ser músico, hoy escribo. En la década de los noventa me invitaron a organizar y coordinar la fonoteca, biblioteca, hemeroteca, fototeca y los archivos históricos que conformaban el Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de la música “Carlos Chávez” (Cenidim-INBA). Para entonces este Centro se ubicaba sobre la calle Liverpool en la colonia Juárez, a unas cuadras del entrañable Café Gaby’s, refugio de gitanos y españoles exiliados. Mi experiencia como bibliotecario más el corto lapso que estudié violonchelo en la Escuela Superior de Música fueron la pauta para integrarme a un mundo y equipo de trabajo maravilloso, el de la música, la investigación y su historia.

La casona que lo resguardaba perteneció a la élite porfirista, mi oficina estaba en los cuartos traseros, un rincón con pisos, puertas y ventanales de madera, el polvo era parte de las colecciones que ahí cuidábamos y clasificábamos. Música en diversos soportes por doquier, las grabaciones inéditas de Henrietta Yurchenco y Raúl Hellmer, los archivos del investigador y escritor Gerónimo Baqueiro Fóster, Esperanza Pulido, y el acervo de partituras decimonónicas “Sánchez Garza” pasaban por mis manos; era una disección documental de la música mexicana. Ahí entró a mi vida Manuel M. Ponce, Carlos Chávez,

Silvestre Revueltas y Ricardo Castro, Melesio Morales, José Pablo Moncayo y Blas Galindo Dimas, compositores que son parte del bagaje cultural de este maravilloso país.

Gracias a mis colegas Gloria Carmona, Julio Gullco, Eduardo Soto Millán, Aurelio Tello, José Antonio Alcaraz, Ana Lara, Arturo Márquez, Guillermo Contreras y José Antonio Robles tuve la oportunidad de conocer y adentrarme en las obras musicales tanto del siglo XIX como el XX, piezas musicales que enriquecieran mi bagaje personal, mi oído, esa constante sonoridad que escuchaba en ese caserón me regaló una capacidad hoy olvidada por tantos y vasta en algunos: sentir la música.

Este escenario fue donde conocí las obras de Blas Galindo Dimas, compositor mexicano que nutrió la cultura de este hermoso país. Ahí escuché Sones de Mariachi y el Son de la negra, obras que educaron mi oído para entender que esas piezas tan conocidas tenían un autor. Blas Galindo proviene de cepa indígena, su herencia le proveyó de notas naturales, de una mexicanidad auténtica. Su legado es un significativo conjunto de obras musicales, composiciones de las que debemos sentirnos orgullosos y agradecidos, hablan de México, de su historia y su origen. Don Carlos formó parte de la llamada época de oro de la música mexicana. El sincretismo como resultado de la fusión de dos culturas generó la mexicanidad que somos hoy, rindió frutos maravillosos, la música en manos de la comunidad novohispana y posteriormente mexicana dotó de singulares sonoridades y armonías, nuestro país supo y sabe decantar su origen e influencia para que los mexicanos nos apropiemos de auténticas joyas artísticas y culturales; sean estas gastronómicas, dancísticas, de la plástica o el teatro, la música es una singular identidad que nos identifica como nación, pueblo y cultura.

Hace casi tres décadas murió Carlos Blas Galindo, pero nunca se fue, sus obras nos arropan, nos guarecen, nos identifican, son la sangre que corre por las venas de este bello país, son la nota que articula la melodía en la cual todos bailamos, son el Son por el cual elevamos el pecho y erguimos la cabeza para decir: somos mexicanos por tanto que heredamos y hacemos, por naturaleza y raíz.

franciscomorenovaluador@gmail.com

*Crítico de arte y escritor

21 POR FRANCISCO MORENO*

Variaciones eclécticas sobre la pasión y la música

Mi mamá cantaba todo el tiempo. Me cantaba en su regazo “Toronjil de plata”. Me arrullaba para dormir y, mientras hacía los quehaceres de la casa, siempre la escuchaba con una canción de Los Panchos que decía: “¡Ay, amor!, ya no me quieras tanto. ¡Ay, amor!, no sufras más por mí, si nomás puedo causarte llanto. ¡Ay amor!, olvídate de mí…”.

Mi papá era músico, trovador. Desde niño estuve conviviendo con la música. Él tenía la particularidad de dar un carácter muy original a su forma de cantar el flamenco, los tangos, las milongas, los boleros, los sones y muchos más géneros de los que se apropiaba y que su voz transformaba. Era muy complaciente, me gustaba que me cantara “Cerró sus ojitos Cleto” de Chava Flores y “Garufa”, un tango muy divertido de Carlos Gardel.

En la infancia mis hermanas mayores gustaban de la música de los grupos de la época: Los Terrícolas, Los Moonlights, Los Solitarios y una infinidad de bandas que escuchaban en la radio y cuando se presentaban aquí en la ciudad, ellas asistían a los bailes.

La música, cuya letr a es cantada en inglés me llegó por mis vecinos, jóvenes que a principio de los años 70 experimentaban con  sustancia  psicoactivas, tenían unos autos con sonidos increíbles de 8-tracks en los que, a todo volumen, sonaban grupos como los Stones, Creedence, Beatles, etc. Pero esos jóvenes, en las reuniones familiares, bailaban canciones de Mike Laure y sus Cometas. Y cómo olvidar que junto con ellos coreografiábamos la famosa canción “La bala” o “La suegra”

En la secundaria tuve un maestro de música que nos enseñó canciones y nos aleccionó para cantar afinados, entonados… El repertorio era maravilloso; nos acompañaba con un acordeón: “Marcelino pan y vino”, “Al morir la tarde” y muchas otras canciones que todavía recuerdo y canto.

“Hotel California” la escuché por primera vez en la casa de unos vecinos, los hijos de “El In-

dio”, a donde íbamos a jugar por las tardes; ellos tenían vecindad con “El Virote”, un chico mayor que gustaba mucho de la música cantada en inglés, de tal forma que conocían más de esas melodías.

Pero también, en esa época, escuchábamos a Palito Ortega, Leonardo Favio, Leo Dan, Sandro, Raphael; ellos me llevaron a escuchar con más atención a Serrat, Facundo Cabral y Alberto Cortez, que había conocido por mi papá. Aparece en escena Emmanuel y me atrapa, junto con José José y El Puma, a esas fechas empecé a comprar discos y cintas de 8-tracks; las cintas las vendían en una refaccionaria que se llamaba Los Pinos en lo que era El Baratillo, un lugar precursor de lo que ahora son Los Globos.

En la prepa mis intereses musicales se expandieron; es entonces que conozco a Pink Floyd y a The Doors… La música de los ingleses me tr ansporta y me lleva a interesarme mucho en la música clásica; soñaba con verlos en vivo, pero en el desierto central de la península. Jim Morrison, por su parte, me lleva al mundo de la poesía y em-

22

piezo a entender a mi compa Ra l el S l alvaddor Mexicali

Estudié en Mexicali. El gusto musical en esa ciudad es de otro nivel. Siempre pensé que por el ocio obligado del clima extremo escuchaban tanta música, entonces conocí a mi amigo Alberto Alvarado, El Gordo, quien fue mi sensei (maestro) musical; me presentó cualquier cantidad de propuestas musicales en inglés. Entre sus joyas tenía el disco Gaucho de Steely Dan –en ese LP viene “Hey Nineteen”, una pieza musical increíble y que me hizo fan de este grupo, tanto que fui a verlos en vivo a San Diego–.

“Esta reflexión se da a partir de que un amigo publicó una lista radical de sus preferencias musicales y resumir en 10 bandas (todas en ingles) sus gustos y discrepancias con ese –al parecer– único género musical válido”

En ese tiempo pasó algo curioso y agradezco que haya sucedido.

mis venidas desde la universidad a Ensenada, frecuentaba a mis amigos de la prepa, uno de ellos era Victos Ávila y tenía un hermano que

de ellos era Victos Ávila y tenía un hermano que en esa época intentaba ser DJ y entonces conocí a Depeche Mode, The Cure y New Order; lo curioso es que muy pocos de mis amigos se engancharon con esta música, incluso hasta la fecha no les gusta. A mí me prendió y me llevó, por supuesto, a otras variantes que disfruto hasta la fecha.

Conocí a Sabina, a Cecelia Toussaint, Rockdrigo, a Filio, a Aute, a Ríos, Ana Belén, Víctor Manuel, y me han acompañado en los viajes familiares.

Por supuesto que también me he permitido escuchar muchos géneros socialmente “satanizados”, como la banda, el norteño, la ranchera.

El jazz y todos sus subgéneros que no termino descubrir en sus placenteros acordes. El blues con rítmicos lamentos y sus voces, sobre todo las femeninas me cautivan.

uan Gabriel y José Alfredo no pueden faltar en mis playlists Esta reflexión se da a partir de que un amigo, con quien fui a ver el regreso de Roger Waters a San Diego, publicó una lista de sus preferencias musicales. Una lista, al modo de los melómanos radicales al resumir en diez bandas (todas de habla inglesa) sus gustos y discrepancias con ese –al parecer– único género musical válido.

El espacio no me permite seguir. El vasto recorrido musical que he transitado no cabe aquí, pero es nada comparado con toda la música que nunca he escuchado y que seguramente no voy a escuchar.

chocorrol_@hotmail.com

*Fotógrafo y docente de la Facultad de Artes (UABC).

Chayito Valdez y “A la orilla de una playa”; Los asores de Nuevo León y “Lo callaré”; Los Tigres del Norte y “Camelia la texana”… Y la lista puede seguir.
23
Cha Inva pued de d feme Ju m

Francisco Hernández escribe Habla Scardanelli, donde se refiere a una especie de pérdida de la razón del poeta alemán. Antes, Pancho Hernández ya había escrito De cómo Robert Schumann fue vencido por los demonios Después vino Mi vida con la perra, poemario en que declara sin ningún reparo su tendencia a la depresión: “Perra de raza indefinida, reconocible por sus ojos aceitunados y por su nombre (…) al fin peripatética / ronda consultorios psiquiátricos, / talleres literarios / y baños de cantina”.

Hay quienes juegan con Daimon, Tánatos u otras divinidades furiosas y no se queman. Hay quienes pagan en vida el meterse con estas entidades tan irreales y que, sin embargo, han destruido a las más soberbias mentes, recordando el verso de Ginsberg. Muchos aparecen en la historia de la poesía mexicana: López Velarde, Díaz Mirón, Bernardo Couto, Manuel José Othón, Antonio Plaza, Juan de Dios Peza, Manuel Acuña, por mencionar a los clásicos de la bohemia, el desamor, las cuitas, la pobreza, la soledad, el resentimiento, el olvido y el suicidio.

No es el caso del enlistado poético la antología que ahora compilo, No es noche ésta de ahogarse, verso de Sylvia Plath y con un subtítulo: Poemas para no morir (ed. Ameicah, 2022). Fue difícil recopilar estos poemas en un mar de temáticas del desamor, la pena, la decepción, la traición, la melancolía, el sinsentido, el agotamiento anímico, la vacuidad ontológica, la tristeza que mata, el martirio del enojo, el deseo de venganza. Así lo reconocieron varios de estos mismos poetas durante la búsqueda de versos que arrojaran luz en medio de la tiniebla, que rescataran la esperanza, poemas de reconciliación, para resucitar la fe, avivar la esperanza, metáforas de alivio, ablución, claridad, sosiego, paz, calma. Los que aquí regalan sus poemas se salvaron, hasta ahora, del báratro que uno mismo engendra dentro de sí, se sacudieron las amenazas de Tánatos y le dieron una cachetada cariñosa con las manos llenas de poesía, recordaron

No encontramos aún la metáfora del silencio

lo hemos hecho. Pataleado y berreado, eternos infantes. Hoy el dolor y la vergüenza, el miedo y la culpa, el terror, el espanto, la desesperanza, la agonía anímica y la vacuidad adquieren sentido, se trasmutan en silencio, discreta o paulatinamente. Además de adjetivos como triste, oscuro, desolador, solitario, ansioso, abandonado, herido; verbos como volver, buscar, caer, morir, vivir, doler, soñar; sustantivos como infancia, sonrisa, cuerpo, lágrimas, angustia, pena, aire, viento, fuego y tierra, la palabra que más aparece en esta compilación poética es silencio. Por ello abunda aquí el oxímoron, la hipérbole, la sinestesia, el símil, la ironía, pues aún no encontramos la perfecta metáfora del silencio.

que “El arte tiene una función espiritual, abre las mentes y corazones de las personas a las vastas posibilidades de la vida humana”, tal como lo dice Paul Auster. “La poesía es conocimiento, salvación, poder, abandono”, escribe Paz.

“Hay quienes juegan con Daimon, Tánatos u otras divinidades furiosas y no se queman ”

39 poetas desempolvaron las palabras de José Martí: “Yo te quiero,/ verso amigo/ porque cuando siento el pecho/ ya muy cargado y desecho/ parto la carga contigo”.

Con los poemas que aquí presentamos, pretendemos precisamente eso: contemplar, en una puñado de senti-

mientos, sensaciones y experiencias, toda la complejidad y esplendor del alma humana; el grito y el desespero, lo que queda fuera de nuestras manos y voluntad; los claroscuros, laberintos y subibajas del vivir; la luz y las tinieblas de una emoción que aprieta el corazón; la calma y el torbellino de amar, perder a alguien que nos suavizó o desdobló la existencia. Quisiéramos callar esas cosas, acallarlas, encallarlas, quisiéramos olvidarlas, trascenderlas. Decirlas y expresarlas es una forma; hacerlas poesía, otra. Podríamos gritarlas,

Además de poetas, quise invitar gente de cine y teatro, periodistas y cronistas, cuentistas y novelistas, músico y pintores, psicoterapeutas y psiquiatras, locos y cuerdos, trastornados y normales, intensos y moderados. Beatriz Novaro, Verónica Ortiz, Leticia Luna, Mónica Braun, Angélica Santa Olaya, Yelenia Cuervo, Enzia Verduchi, Tanya Cosío, Isolda Dosamantes, Adriana Tafoya, Natalia Toledo, Sergio Alarcón, Jorge Contreras, Arturo Alvar, Jesús Gómez Morán, Mauricio Carrera, Andrés Castuera-Micher, Fernando Rivera Calderón, Alfredo Espinoza, Ernesto Lumbreras y un talentoso cartel conforman este libro, que bien gustará a lectores de poesía como a psicoterapeutas y consultantes.

ferreyes2004@yahoo.com.mx

*Docente, estudió Letras Hispánicas y Psicología

POR FERNANDO REYES TRINID*
24

Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.