San Bartolomé Apóstol 2017 Un montón de piedras dejan de ser simplemente un montón de piedras, en el momento en que un solo hombre las contempla dibujando dentro de sí la imagen de una catedral. (Antoine de Saint Exupéry)
Inquietud de aprender Etimológicamente andragogía hace referencia a antropos (hombre) por contraposición a la pedagogía que hace referencia al paidos (niño). La andragogía adquirió un gran desarrollo hasta los años sesenta pero, después, su excesiva independencia respecto a las teorías generales del aprendizaje y sobre todo su contraposición sistemática a la pedagogía la precipitaron en un aislamiento. Sin embargo, aunque la palabra como tal haya caído en desuso, las aportaciones de todo el movimiento andragógico a la educación de personas adultas han tenido y siguen teniendo una gran trascendencia. La andragogía se definió, en sus orígenes, como una pedagogía invertida. La práctica andragógica era concebida como el reverso de la práctica pedagógica. Hacía referencia permanente a las características de la pedagogía, como teoría y práctica educativa infantil, pero para negarlas en la andragogía como teoría y práctica educativa con personas adultas. Desde la perspectiva de la andragogía son muchas las características que diferencian a los adultos de los jóvenes entre las que podemos destacar las siguientes: · La necesidad innata de saber del ser humano Los adultos tienen la necesidad de saber y quieren además saber por qué han de aprender una cosa antes de emprender un proceso de formación. Un primer paso por lo tanto es la necesaria toma de conciencia que un adulto exige sobre la utilidad, pragmática o poética, de lo que va a aprender. En este un adulto va libremente y quiere saber dónde se mete y para qué. · El autoconcepto del adulto Los adultos se consideran y son responsables de sus propias decisiones en la vida por lo que tienen una profunda necesidad psicológica de ser tratados como personas capaces de autodirigirse en la vida. · La compleja intervención de la experiencia en el aprendizaje adulto. Aprender de la experiencia. Los adultos no solamente tienen más experiencia de vida, sino que tienen también una experiencia de vida diferente. Construyen su futuro con su pasado, con su experiencia y no solamente con el saber académico. De esta forma, muchas veces el pasado agiliza y acelera el aprendizaje porque lo integra en una dinámica de sentido para el interesado, pero otras veces lo puede frenar
porque suele resistirse al cambio y a la integración de nuevas informaciones. · La voluntad de aprender Los adultos asimilan mejor los conocimientos, las competencias, los valores y las actitudes cuando éstas se presentan en un contexto de aplicación a situaciones reales. · La libertad de aprender Los adultos aprenden porque quieren, no por obligación y son mucho más sensibles a motivaciones intrínsecas que a motivaciones extrínsecas. En cualquier caso también son diversos los factores que hacen que las personas tengan inquietud por aprender y
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