San Bartolomé Apóstol 2017
DESDE EL BURLADERO DEL TIEMPO: Temporada de 1989
inolvidable “Monaguillo” El 5 de marzo de 2016 nos dejaba José Manuel El Monaguillo tras sufrir un gravísimo accidente vascular que le mantendría en estado de coma poco más de un mes. El Monaguillo, de imborrable recuerdo, fue simplemente un hombre bueno y un contumaz aficionado taurino cuya filosofía de vida giró firme y obstinada en torno a la singular cultura de la Tauromaquia. Razón por la que el 25 de agosto, instantes después de iniciarse el paseíllo bajo las cálidas notas del pasodoble Plazas de Almagro, las cuadrillas comandadas por David Fandila El Fandi, Cayetano Rivera Ordóñez y Alberto López Simón se detendrían ceremoniosas frente a la presidencia para ofrendar en su memoria un emotivo minuto de silencio. Una fortísima ovación en su honor precedió a la ruptura de la estirada y marchosa formación. Hace ya un buen puñado de años, en una fría noche del mes de diciembre de 2007, mantuve una amena charla con José Manuel en su bar del Rincón del Monaguillo. Por El 25 de agosto las cuadrillas comandaaquel entonces, José das por David Fandila El Fandi, Cayetano Rivera Ordóñez y Alberto López Simón Manuel Castro Cuadra se detendrían ceremoniosas frente a la era un hombre tre- presidencia para ofrendar un emotivo mendamente feliz. O al minuto de silencio a la memoria del Momenos, esa era la im- naguillo. Una fortísima ovación en su honor precedió a la ruptura de la estirada y presión que trasmitía marchosa formación. a primera vista. A sus cincuenta años, obviando lazos laborales y familiares, este notable aficionado almagreño me confesó que vivía exclusivamente por y para el toro. Juzguen ustedes, en aquel tiempo ejercía como Asesor Técnico Artístico del Coso de la Cuerda, disfrutaba de una pequeña finca con una bonita placita de tientas que le permitía matar el gusanillo de la afición montando fiestas con vaquillas para grupos organizados o en plan privado que es cuando íntimamente solía disfrutar a tope. Además, impartía clases prácticas de toreo de salón en el Taller de Tauromaquia de Almagro creado y organizado por su propia iniciativa y colaboraba en el programa radiofónico taurino De berenjena y oro en Onda Almagro. Amén de frecuentar las plazas de toros en temporada cuando merecía
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la pena y muy especialmente la Maestranza de Sevilla por su feria de abril de la que era cliente fijo desde hacía muchos años. Inigualable. Todo un personaje este Monaguillo. No desvelo nada nuevo si digo que José Manuel, desde hacía más de tres décadas, regentaba un bar de su propiedad conocido, ya se ha dicho, como El Rincón de El Monaguillo. Negocio muy bien llevado que le permitía vivir holgadamente y costearse los demás caprichos. Nadie es perfecto, que diría Juncal, pero él, persona de buen talante y fino humor, también como buen taurino algo picarón y un poco bohemio, a buen seguro que ni envidiaba ni se cambiaba por nadie, particularmente cuando todavía podía saborear y deleitarse pegándole cuatro muletazos a una becerra a pesar de la progresiva torpeza de sus piernas. Otro osado mortal, este Monaguillo, que quedaría envenenado desde muy niño por el temible y seductor virus de la afición a los toros. A lo largo de la entrevista de aquel crudo invierno nos contaba cosas tan apetecibles y sabrosas como estas: Soy aficionado desde que tengo uso de razón. Recuerdo que con tres o cuatro años ya me iba a la plaza con mi tío José Roldán El Sopas y, en las Escuelas Nacionales, di mis primeros muletazos con un periódico en presencia de Don José Manuel Parras un día que fue a sustituir a su padre, Don Antonio Parras, mi maestro de toda la vida. A los once años, justo cuando empecé a trabajar de camarero en el desaparecido bar Ches, comencé a tomarme en serio lo de ser torero. Recuerdo que me iba a entrenar a la plaza de toros del José Manuel Castro Cuadra El Monaguillo, de imSantuario de las borrable recuerdo, fue simplemente un hombre Nieves, con Eduarbueno y un contumaz aficionado taurino cuya do Prieto y también filosofía de vida giró firme y obstinada en torno a con su hermano Ma- la singular cultura de la Tauromaquia.