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Juan Vilar, liderazgo internacional

“Es necesaria una renovación del sector en todas sus disposiciones”

¿Qué diferencia existe entre Portugal y España desde el punto de vista del sector?

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Nos encontramos ante dos modelos distintos de olivicultura, la portuguesa, es más moderna, más temprana, con unas explotaciones de mayor tamaño, más producción, y un modo de recolección mecanizado que imprime más dinamismo al sector. Todo ello conlleva una dificultad de manejo, requiriendo personal y profesionales más formados y experimentados, unas almazaras con una mayor dotación de medios, pues entra más aceituna en menor espacio de tiempo, y con un comportamiento distinto desde la perspectiva de la molturación, y en definitiva, nos encontramos ante dos categorías distintas de olivicultura y por ende de ámbito de elaboración y procesado de aceituna y obtención de aceite de oliva; pero no solo ocurre entre España y Portugal, esto también sucede en la zona de Huelva y Sevilla, y sobre todo en Extremadura. Dentro de la península ibérica, estas zonas serían las que ostentan una más avanzada olivicultura y un modo de procesado de aceituna más innovador; sin embargo, el resto de España y Portugal, lo hacen de un modo más tradicional, todo ello tiene sus efectos, sobre todo en la renta neta de la olivicultura, en la sofisticación del empleado, así como, en los medios y recursos para poder llevar a cabo las actividades de cultivo y extracción.

Su labor como consultor estratégico internacional ha incrementado en los últimos años. ¿Qué país o qué países son los más complejos para trabajar?

Depende de muchos factores, actualmente se produce aceite de oliva en 66 países, y se consumen en 198, es mucho más sencillo trabajar en un país no familiarizado con el cultivo, resulta más difícil encontrar la oportunidad, pero están abiertos a evolucionar, innovar, crear, y por consiguiente, a tratar la actividad con una perspectiva dinámica y avanzada, todo ello facilita el poder mejorar competitivamente, tanto la explotación, como la industria de procesado. En los países tradicionales se es mucho más reticente a prosperar, se es menos paciente con la valoración de las iniciativas y emprendimientos, y no se es nada disruptivo, ello a la postre creará dos sectores completamente distintos dentro de un mismo entorno, el autosuficiente y sostenible desde el punto de vista económico, y el dependiente y necesitado de ingresos colaterales a la actividad principal para que sea rentable. Es necesaria una renovación del sector en todos sus órdenes, cuya mejora afecte de forma positiva al emprendimiento, iniciativa, y ganas de innovar y mejorar. Sin lugar a dudas, durante los próximos años, la innovación se centrará en la revolución varietal, esto dificultará aún más la sostenibilidad económica, y por ende la competitividad del olivar más extensivo que no innove y se diferencie.

¿España se está quedando atrás en liderazgo oleícola internacional?

España tiene las personas más formadas en el ámbito de la olivicultura y el procesado del fruto, produce entre los mejores aceites del planeta, y además es el catalizador de la olivicultura internacional, sin hablar de que realmente es la despensa oleícola del mundo; no obstante, debería de ser más cauta y responsable, y catalizar todo lo que en el ámbito de la promoción y consumo se está desenvolviendo en el mercado internacional de intercambio de aceites de oliva. En mi opinión, ha de coordinar el consumo en los tres grupos de países consumidores, de los 198, se dividen en tres clústeres, los solo consumidores, los consumidores, y muy pequeños productores, liderados por Estados Unidos y Brasil, y el resto

Juan Vilar Hernández, analista oleícola

internacional, consultor estratégico y profesor de la Universidad de Jaén, es uno de los principales actores del sector oleícola internacional y ojo avizor de un sector que reconoce necesita una renovación.

de los países grandes productores y consumidores. El modo en que en mayor medida se ayuda a los distintos tipos de olivicultura es potenciando la demanda, y el mayor trabajo se ha de hacer expandiendo los mercados de los países consumidores y consumidores pequeños productores, pero sin olvidar los grandes productores, pues el exceso de cada uno de estos países que el mercado interno de ellos no consume, incide, y condiciona en la salida de nuestros aceites al extranjero. También es importante la imagen del producto en términos de calidad, seguridad alimentaria y trazabilidad, en este caso el propio sector ha de gestionar y garantizar los mínimos estándares.

«Es necesaria una renovación del sector en todos sus órdenes, cuya mejora afecte de forma positiva al emprendimiento, iniciativa, y ganas de innovar y mejorar.»

España aún tiene que realizar algunos cambios desde el olivar hasta las almazaras y comercialización ¿Cómo tiene que ser el cambio para seguir trabajando ese liderazgo?

Gradual. España debe, en primer lugar, innovar en sus campos para que, desde el origen en términos de calidad, eficiencia, eficacia, y competitividad se tengan los más sostenibles olivares del planeta, modernizando donde sea posible, diferenciando y singularizando, donde no lo sea. En términos de procesado se han de optimizar los recursos obteniendo los mejores aceites, y la mayor calidad posible, siendo en todo caso condescendiente con el medio ambiente, biodiversidad y sostenibilidad, practicando lo que se ha venido a definir como economía esférica, y por último, como hemos mencionado anteriormente ha de liderar la promoción del producto de forma coordinada con los demás países grandes productores en todo el planeta, garantizando la calidad del producto desde su origen.

¿El sector del olivar es cortoplacista? Si la PAC dejara de existir, ¿Sería la ruina y el despoblamiento de las zonas rurales?

Todo lo contrario, el olivar no cambia en cortos periodos de tiempo, ni tan siquiera los ciclos de precios son inferiores o iguales al año, es un sector muy dinámico, que está en plena ebullición. Tengamos en cuenta que hace 40 años no había ni un olivar moderno en el planeta, que contaba con 7 millones de hectáreas de olivar, y hoy en día, son 11,5 millones de hectáreas, y más del 40 por ciento del aceite de oliva elaborado en el mundo procede de olivar moderno. Todo cambia, y además, la velocidad de transformación es cada vez mayor, así como los requerimientos de la actividad, cada campaña se endurecen las condiciones, y esto hemos de ponerlo de manifiesto, o innovas por iniciativa propia, o resultará más difícil encontrar la disrupción, eso es una máxima del análisis de conducta. Con respecto a la PAC, debe de quedar para aquellos más de 3 millones de hectáreas de olivar que en la UE son no modernizables, y que requiere, por la idiosincrasia del olivar, la zona de ubicación, el entorno, u otras circunstancias, de una ayuda que fomente la fijación poblacional, su valorización medioambiental, la protección de la biodiversidad y la sostenibilidad, y lo más importante, el mantenimiento de un cultivo que frena la erosión y la desertización. La PAC ha de ser exclusiva para un determinado tipo de olivares, con unas características e idiosincrasia que los hagan merecedores de ese soporte.

Desde la creación de su empresa ¿Qué proyectos son los qué mejores recuerdos les trae?

En esta vida hay diferentes etapas vitales que abarcan también las distintas evoluciones profesionales, desde hace cinco años emprendí, primero solo y tras ello con mi equipo humano esta aventura, y me siento satisfecho, no obstante no es sencillo abrirse camino en el mercado; aunque por el portfolio de productos y servicios que ofrecemos, experiencia y conocimiento que ostentamos, la evolución está siendo satisfactoria, y contamos con el honor de tener de los partners más adecuados del sector de la olivicultura, y algunos otros de diversos sectores como la almendricultura, etc. Trabajamos en lo más amplio de la transversalidad de la economía, colaboramos en la toma de decisiones de instituciones y empresas, a través de conocimiento, experiencia y estrategia, por todo el planeta.

En cuanto a los proyectos, el más llamativo, buscar entre los cinco contienes, y las más de 4,5 millones de explotaciones de olivar, las 10 más grandes del planeta, aquello nos gustó mucho y disfrutamos. Pero todos los proyectos en los que estamos son enriquecedores, por supuesto que sí, cada uno por su naturaleza y características.

Por último ¿Nos puede hablar de su equipo? ¿Se siente un líder en el sector oleícola internacional?

Somos un equipo multidisciplinar de nueve personas con un alto grado formativo, y elevado nivel de experiencia, aunque esto jamás es suficiente, y hemos de estar en constante proceso de reciclado, estamos desde juristas, ingenieros, economistas, etc. más mujeres que hombres, y entregados e implicados por las necesidades de nuestros partners. Ellos son la esencia y el secreto de nuestra evolución.

Con respecto a la segunda pregunta, me siento muy bien con lo que hacemos, cómo lo hacemos, y de sus resultados, aunque a veces no es sencillo, en definitiva por ahora, profesional y personalmente satisfecho, y además en equilibrio familiar por estar mucho más cerca que antes de mi mujer e hijos.

BMC ABONADORAS CON TECNOLOGÍA RENTABLE

En noviembre del año 2020 la tonelada de urea cotizaba a 343 euros/tonelada en cambio hoy esta misma tonelada de este fertilizante nitrogenado se cotiza a 652 €/Tm, una subida del 90% en solo una campaña.

¿Qué puede hacer un olivicultor cuando el precio de la urea se dispara casi un 100%?

No abonar y reducir los costes de la explotación cruzando los dedos para que la cosecha de aceitunas sea suficiente para cubrir los costes del trabajo de todo un año, abonar igual esperando obtener una buena producción y que el aumento de los precios del aceite le permitan obtener un margen digno para que la explotación sea rentable o invertir en tecnología para que cada kilo de urea aplicado vaya directamente al árbol y sea productivo. Desde BMC tenemos claro que la tercera opción es la acertada, y con esa idea trabajamos día a día fabricando abonadoras y desarrollando tecnologías que ayuden al agricultor a mejorar la rentabilidad de su explotación aprovechando cada euro invertido en fertilizante y convertirlo en aceite de la máxima calidad. Por eso hemos incorporado en nuestras maquinas elementos como el localizador doble para evitar tirar abono en el centro de la calle donde no le llega alimento al árbol, y sensores electrónicos que permiten aplicar el abono en las proximidades del tronco del árbol facilitando así su rápida absorción y reduciendo las pérdidas de abono por lixiviación. En BMC Agrícola somos especialista en la fabricación de abonadoras que proporcionen una solución para el abonado para cada cliente adaptada a sus necesidades ofreciendo una calidad excepcional, la tecnología más innovadora y siempre a un precio muy competitivo.

www.bmc-agricola.es

 691 559433

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