Primitivo Fernandez, Balance 2020/21 de ANIERAC

Primitivo Fernández, director de ANIERAC (Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles)

“EL NUTRISCORE ES UN SISTEMA QUE LLEVA A UNA CLASIFICACIÓN INJUSTA PARA LOS ACEITES DE OLIVA”

¿Cuál es el Balance 2020/21 de ANIERAC donde las salidas de aceite de oliva caen en conjunto un 6,61 %?

Efectivamente los miembros de ANIERAC pusieron en el mercado interior en la pasada campaña 320 millones de litros. Algo más de 22,5 millones de litros menos que en la campaña anterior. Sin duda hay que destacar 2 factores que explican este descenso, el repunte de los precios en origen y las grandes limitaciones que arrastró la hostelería y que no llegaron a ser compensadas por el aumento en los hogares.

Aún así y con estas notables incidencias se sigue poniendo de manifiesto que el mercado de los aceites de oliva es un mercado maduro.

Hay noticias que de manera recurrente saltan a los medios de comunicación (ej.: estudio de la OCU “Pureza al Alza”) dónde se sugieren «engaños» al no corresponderse el etiquetado con las categorías comerciales. ¿Es así? ¿Hay fraude al consumidor? En caso negativo, perjudica de manera importante a la imagen del producto. ¿Qué se puede hacer?

Rechazamos de una manera tajante y perfectamente justificada esa calificación de engaños que se utiliza en este estudio. Además de las incidencias que han tenido los elaboradores del estudio, que en nuestra opinión invalida sus conclusiones, hay una cuestión de fondo y es nuestra vieja queja de la variabilidad en los resultados de la cata y la inseguridad que supone su aplicación. Y además y esto también es muy importante utilizar términos como “engaño” e incluso “fraude” nos parece inconveniente y, sobre todo, injus-

to. Estamos hablando de diferencias de criterio entre los catadores en la aplicación de un método subjetivo que es absolutamente singular, no hay otro alimento en Europa y en el mundo sujeto a la cata.

Respondiendo concretamente a su pregunta, no hay fraude al consumidor y efectivamente el tratamiento que se da en los medios a estos resultados tan discutibles de la cata, perjudica a la imagen del producto, a las empresas y por supuesto a los consumidores. En conclusión, a toda la cadena de valor.

La última pregunta que me hacen es muy interesante y necesitaría mucho espacio, pero de una manera resumida desde el sector y con un consenso alcanzado dentro de la Interprofesional del Aceite de Oliva Español hemos propuesto que mientras no encontremos alternativas científicas fiables al panel test, se instrumenten mecanismos oficiales que analicen y caten los aceites antes de ponerlos en el mercado y que el industrial lo comercialice de acuerdo con la categoría comercial que resulte de ese control oficial previo.

La propuesta que ofrece muchas garantías contempla que los criterios analíticos y la valoración de cata sean más exigentes que los límites establecidos en el estándar de las normas europeas y que tras cumplir estos criterios, los resultados sean válidos durante 1 año. Nuevamente para aumentar las garantías, durante ese año el control oficial puede verificar la trazabilidad y la genuinidad de los aceites.

«No hay fraude al consumidor y efectivamente el tratamiento que se da en los medios a estos resultados tan discutibles de la cata, perjudica a la imagen del producto, a las empresas y por supuesto a los consumidores»

¿Hay alternativas al Panel Test?

Bueno, hay proyectos de investigación que son alentadores, pero exigen un trabajo asiduo que aún no han terminado.

En otros países también están desarrollando investigaciones, pero aquí en España creo que tenemos el proyecto más avanzado con un trabajo entorno a la determinación de los compuestos volátiles que estamos desarrollando a propuesta de la Interprofesional del Aceite de Oliva Español con la colaboración, en el marco de un convenio.

¿Hay avances en la actualidad en la búsqueda de métodos científicos que superen la subjetividad de la cata?

(Si unís esta pregunta con la anterior, creo que ya os he respondido)

Se considera desde ANIERAC a Nutriscore (en caso de clasificación justa para el aceite de oliva) una herramienta útil de venta y de información al consumidor?

El Nutriscore es un sistema que estamos discutiendo porque hoy con las premisas que aplica lleva a una clasificación injusta para los aceites de oliva. Hay consenso entre las instituciones públicas, la propia industria alimentaria y los consumidores en que la información obligatoria sobre las características nutricionales de los alimentos no es fácil de entender, de ahí la necesidad de buscar una información más rápida y sencilla. Nutriscore es una de las posibles respuestas. En Europa hay al menos otros 2 modelos que persiguen el mismo objetivo pero ninguno acaba de responder satisfactoriamente. Esperamos que en breve la Comisión Europea cumpla con su compromiso y presente una propuesta científica que responda de la mejor manera posible. El trabajo del sector del aceite de oliva va a ser fundamental para resaltar lo que la ciencia ya ha determinado que en el ámbito de los aceites y grasas, que no hay que olvidar su imprescindible aportación en la dieta, los aceites de oliva son con diferencia los más saludables.

¿Cual es en su opinión la evolución del producto y de la Industria en los próximos años?

Nuestra ambición es conseguir un aumento generalizado del consumo de todas y cada una de las categorías comerciales y estamos convencidos de que podemos lograrlo porque tenemos argumentos sólidos: sus bondades nutricionales y saludables, sus características de sabor que realzan a cualquier alimento al que acompañan y probablemente en el futuro añadiremos el valor de un sistema productivo que tiene una notable aportación en la sostenibilidad medioambiental.