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Pregonero del Bolsín Taurino Mirobrigense
JOSÉ CARLOS ARÉVALO
PREGONERO DEL BOLSÍN TAURINO MIROBRIGENSE
El Bolsín Taurino Mirobrigense, reunido en Junta General Ordinaria, el día 27 de septiembre de 2018, por unanimidad de todos sus componentes, se acordó nombrar Pregonero del Bolsín Taurino Mirobrigense 2019 a don José Carlos Arévalo, (Madrid 1941), periodista y escritor.
Actividades de carácter taurino:
En 1960 publica artículos sobre la Tauromaquia en las Revistas Triunfo y El Ruedo.
En 1989 funda y dirige la revista Toros 92.
En 1991 dirige la revista El Toreo.
En 1992 funda y dirige la revista 6Toros6 asociada en 1997 a la revista mejicana Campo Bravo.
Actualmente colabora en la revista Cuadernos de Tauromaquia.
Asimismo, ha sido redactor, crítico teatral y corresponsal de Cambio 16 en París, director de Política Internacional nombrado en 1981 y de la revista Teleradio, colaborando en publicaciones como la Estafeta Literaria, Documentos Cinematográficos, La Actualidad Española o Triunfo.
Publicaciones de temática taurina:
Paquirri (Espasa-Calpe) en colaboración con José Antonio del Moral.
Repoker y La Guerra Secreta. (Espasa-Calpe).
El enigma de Curro Romero.
La Tauromaquia de José Maria Manzanares. (Akal) con José Antonio del Moral.
Antoñete el Arte de Torear. (Akal).
El misterio taurino. (Ed. del Cruce)).
El secreto de Armillita. (Fundación Marrón. Méjico).
Vida y Lidia del toro bravo. (ANG Mexico).
Actualmente prepara el ensayo El Ecosistema de la Tauromaquia.
El pregón del Bolsin Taurino Mirobrigense se celebrará el día 28 de febrero de 2019 a las 20:00 horas en el Teatro Nuevo Fernando Arrabal de Ciudad Rodrigo. La presentación será realizada por don Miguel Cid Cebrián, Patriarca del Bolsín. La entrada será libre hasta completar el aforo.
PREMIO BOLSÍN TAURINO MIROBRIGENSE POR SU LABOR
EN LA TAUROMAQUIA A SANTIAGO MARTÍN EL VITI
En esta tercera edición del Premio Bolsín Taurino a la labor en la tauromaquia, el galardonado ha sido don Santiago Martín Sánchez El Viti la figura más relevante de la torería charra de todos los tiempos.
La persona de don Santiago, aúna de forma conjunta las cualidades de torero y señor. Sus orígenes humildes le forjaron una personalidad seria y sobria, que le potenciaron la fuerte condición de artista que llevaba dentro. Una condición que salió a la luz, ayudando a su padre, carretero de oficio. El pequeño Santiago se daba buena mañana a la hora de “pintar” los carros como último remate a la hora de entregarlos a los labradores de la Gudina que los habían encargado al señor José, su padre. De sus manos quedaron estampadas en aquellos aperos de labranza, figuras del sol, la luna, cruces, sembradores y como no… toros y toreros. Ahí empezaba a impregnar de belleza todo lo que hacía. El trabajo, la dedicación y el esfuerzo continuado ante las dificultades, han sido las claves fundamentales de su vida. Machando el hierro, unas veces caliente y otras frio de la vida, como aprendió a hacer con su padre y sus hermanos en la fragua del taller de carros.
Figura reconocida durante toda su carrera profesional y durante toda su vida.
Sus comienzos toreros se le hicieron largos, pues desde que toreó con una manta en el matadero de su pueblo, una vaca del carnicero Pepiño, hasta que en un día de su cumpleaños triunfó clamorosamente en la plaza de Las Ventas; pasó media docena de largos años. Había contado con ayudas importantes. Fundamental fue la del ganadero Manuel Francisco Garzón de Pozos de Hinojo que junto a su hijo Juan Andrés, hicieron que Santiago fuera El Viti siempre fue centro del cartel estelar de la brillante etapa uno más en aquella casa. Conocida taurina de los años sesenta. Con él, Paco Camino y Diego Puerta. es la anécdota de que ante una decepción novilleril de Santiago se acercó por Pozos para recoger sus cosas y abandonar la aventura. Ante lo cual escuchó: “Si no eres torero serás tractorista, pero de esta casa no te vas”. Decisiva y duradera fue la aparición de Florentino Díaz Flores, su apoderado en la mayor parte de su etapa profesional.
La grave cogida en Ceret (Francia) casi le cuesta la amputación de su brazo izquierdo. Sin embargo le trajo una eterna amistad con el doctor Epeldegui, quien al reconstruirle el codo, facilitó aquellos naturales semicirculares tan llenos de clase, temple y verdad.
Ahí está la gran clave de El Viti, como torero y como persona: de un brazo en proceso de gangrena, a fuerza de superación no sólo preservó el miembro; sino que lo hizo pieza clave en su toreo. Esa misma razón, los ahíncos por superarse, encontramos a la hora de contemplar como un novillero rudo y acamperado se convirtió en todo un maestro lleno de majeza y torería.
Su carrera como matador de toros estuvo adobada por la superación y el triunfo. Nunca quiso vivir de rentas, cada triunfo buscaba una ratificación. Y cada fracaso, una superación que le hacía anunciarse con Victorinos o Miuras, o pedir torear “a destiempo” para poder atender al aficionado. Prueba de ello es que en la Feria de Salamanca de 1970, tras no rodar las cosas en las dos tardes que estaba anunciado, sustituyó a un compañero herido en la corrida concurso. Una figura consagrada pidiendo una oportunidad…
Fue figura consagrada desde que tomó la alternativa hasta que se retiró en Valladolid, en septiembre de 1979. Triunfó en todas las plazas de España, Francia y América. En el Nuevo Mundo toreó más de doscientas tardes, ganándose la veneración de todos los aficionados. El perfeccionamiento del toreo anterior a su generación de toreros hizo que de los tendidos los aficionados exclamasen: “¡toreas mejor que nadie y que nunca!” En la plaza y en la calle, su seriedad siempre fue una garantía. Una seriedad que le hizo capaz de liderar un solido equipo en su cuadrilla durante tantos años, siempre estuvo rodeado de personas de gran talla humana y profesional, sirvan de ejemplo el picador Epifanio Rubio El Mozo, los banderilleros Pinturas y Chaves Flores, o Miguel, su mozo de espadas.
Su última etapa en activo contó con la importante compañía de Manuel Cisneros, el cultísimo aragonés que representaba a la Casa Balaña, apoderados de El Viti. La gran confianza que Manolo, con su discreción, humildad, eficacia y sabiduría se ganó de Santiago, dejó una importante semilla en el maestro que a día de hoy sigue agrandándose. Tener la suerte de escucharle y sentir que habla un sabio, es todo uno.
Por el toreo lo ha dado todo en todas las épocas de su vida, la conjunción de torería y señorío siempre han sacado lo mejor, de tanto bueno como tiene don Santiago Martin El Viti. Por eso el Bolsín Taurino Mirobrigense se siente agradecido todo lo que ha hecho por el toreo y por la sociedad, sin perder de vista su gran ayuda y compromiso con el Bolsín y con la Ciudad de Ciudad Rodrigo. Por eso nunca dejaremos de decir.
Muchas gracias don Santiago.