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Puebla de Yeltes
Manuel Pérez Benito Agustina Alonso Marcos
INTRODUCCIÓN
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Resulta difícil resumir en unas páginas la historia de Puebla de Yeltes desde las épocas más remotas hasta nuestros días, y máxime la historia de un pueblo cargado de datos, de circunstancias y donde no se ha procedido a realizar un estudio serio y documentado del mismo. Trataré de hacerlo de la forma más sencilla posible, destacando los aspectos más significativos.
SITUACIÓN
Se encuentra geográficamente situado al oeste de la provincia de Salamanca distando 65 km. de la capital. Limita con los pueblos de: Maíllo, Aldehuela de Yeltes, Tamames, Morasverdes, Sepulcro Hilario, las fincas de Zarzoso y Altejos.
El censo de población del año 2006 se fijaba en 204 habitantes.
Hoy cuenta con una población de 150 habitantes.
Tiene una superficie de 37,33 km2. Pertenece a la diócesis de Ciudad Rodrigo.
Tiene un clima continental con inviernos largos y veranos calurosos. No corresponde su clima a las características de clima serrano al no encontrarse en la sierra.
ECONOMÍA
Se basa fundamentalmente en: ganado porcino (raza ibérica), ganado lanar, vacuno, en menor medida agricultura (cereales) y cultivos hortícolas. Muchos de los cultivos que hasta no hace muchos años fueron muy importantes como el del lino, algarrobas, centeno, garbanzos en la actualidad han desaparecido. Confluyen en el pueblo tres ríos: el Yeltes, Altejos y Maillejo. La mayor parte del término se encuentra cubierto de árboles: encinas, fresnos, robles, alisos y monte bajo.
ESCUDO DE PUEBLA DE YELTES
Se aprobó según resolución de 14 de mayo de 1997 de la Diputación Provincial de Salamanca. Escudo en oro con una rueda de molino de gules y una rueda de carro de sinople puestas en faja y sobre ondas de azul y una tea encendida rematando en la parte superior con una corona real española y una rueda de molino. Significado de los símbolos: la corona significa realeza, la rueda de molino hace referencia a los molinos que existían en el pueblo hasta mediados del siglo XX.
La rueda de carro a la forma de transporte en las faenas agrícolas. Las ondas de azul a los ríos. La tea encendida a la labor de los carboneros.
ORIGENES DEL NOMBRE DE PUEBLA DE YELTES
Durante toda la Edad Media hasta el siglo XIX se llamaba Puebla del Campo de Yeltes. Con el paso del tiempo y por abreviar se denominó Puebla de Yeltes.
El término Puebla indica repoblación efectuada en los siglos XI y XII por gentes procedentes de León, Asturias y otros lugares.
El vocablo Yeltes tiene un origen prerromano que tomó del río Yeltes derivado de Heleites, celtas y que en época romana se conservó si bien en la colonización de los romanos el pueblo como tal no existía.
ÉPOCA DE PALEOLÍTICO MEDIO
Según los estudios detallados de Manuel santoja y otros, en la zona de Valgrande existió un área de talla de herramientas y útiles de corte en piedra (hachas, punzones etc.). De las etapas del Paleolítico medio y anteriores. Estamos hablando de hace más de 80.000 años. Algunas de estas herramientas se encuentran depositadas en el museo provincial de Salamanca.
Estos grupos humanos eran cazadores recolectores y ocuparían estas zonas del Yeltes incluida las riberas de los ríos Yeltes y Altejos.
En el término de Puebla de Yeltes no se han encontrado petroglifos (figuras grabadas sobre rocas) por no haber en la zona pizarras ni granitos en capas superficiales que permitieran grabar en ellos. Río abajo en otras zonas de Yeltes que posibilitan estas técnicas de grabado son numerosos los grabados encontrados.
LOS VETONES Y PUEBLA DE YELTES
Eran gentes procedentes de Europa que hacia el siglo V antes de Cristo colonizaron toda la cuenca del río Yeltes. Se asentaron de forma estable, dedicándose al pastoreo trashumante y ciertas formas de agricultura primitiva.
En toda la zona del Yeltes salvo Puebla se encuentran abundantes restos arqueológicos (castros, grabados, verracos, etc.).
Vivian en casas de piedra con cubierta de paja y ramas situadas cerca de ríos o en lugares estratégicos. Yo situo dichos poblados en la zona de Valgrande en la zona de las antiguas pocilgas, utilizadas hasta el siglo XX que tenían una forma circular. Estos pueblos serían los que se encontraron los romanos cuando ocuparon las zonas del Yeltes en el año 193 antes de Cristo.
LA ÉPOCA ROMANA Y PUEBLA DE YELTES
En el siglo II antes de Cristo se produjo la ocupación romana en toda la zona de Ciudad Rodrigo. En este periodo y hasta la desaparición de los romanos, Puebla era una zona de paso con una vía o camino muy importante que partía desde Ciudad Rodrigo hasta la Puebla, aquí se dividía el camino romano en varios ramales: uno que pasaría por el puente más antiguo (aún se conservan restos) siguiendo por el margen derecho del río de Altejos y la Vera del Prado hasta Altejos empalmando con la actual carretera de Vecinos hasta Salamanca. Otro ramal de la vía romana salía a la altura del inicio de la Malpica hasta el
Cabaco (minas romanas) y un tercer ramal conduciría hasta el Maíllo (minas romanas) por la zona de Aguas Calientes (en el Maíllo se dice que existe un puente romano cuestión que se debería estudiar).
En este periodo Puebla de Yeltes no existía como pueblo pues su fundación data de los siglos XII y XIII. Posiblemente habría alguna casa en la parte más antigua del pueblo que es el margen izquierdo nada más pasar el puente medieval.
Hay que aclarar que Altejos fue un núcleo importante siendo cabeza de beneficio eclesiástico perteneciente a Ciudad Rodrigo. En 1750 había una iglesia y varias casas. (El núcleo de Altejos está sin estudiar desde el punto de vista arqueológico).
En Retortillo se ha encontrado una lápida romana con inscripciones que dicen: “Eaco, hijo de Albino cumplió gustosamente el voto de alzar un altar a las aguas Eletesas, de Yeltes” en clara alusión a la importancia del río Yeltes”.
Los romanos muy supersticiosos llamaban al río El Olvido pues creían que al cruzarlo se olvidaban de todo lo que sabían incluso el nombre de sus familiares y el de sus compañeros, entonces un mando militar romano tomó el estandarte y lo cruzó llamando a los soldados romanos por sus nombres, quedando demostrada la falsedad de dicha superchería.
PERIODO DESDE LA DESAPARICIÓN DE LOS ROMANOS HASTA LOS SIGLOS XII Y XIII QUE SE FUNDA EL PUEBLO COMO TAL
Con la desaparición de los romanos la zona entra en un declive, se paralizan las explotaciones mineras del Cabaco y el Maíllo y consecuentemente la vía romana que pasaba por Puebla deja de tener la importancia que había tenido.
En este periodo se distinguen dos etapas: una visigoda con posible núcleo de casas en Altejos o Vera del Prado que iría desde el siglo III al VIII de nuestra era y una segunda desde el siglo VIII con la llegada de los árabes hasta su expulsión y la repoblación de la zona incluida la Puebla siglos XII y XIII.
En el caso de Puebla no hay datos ni restos que atestigüen la presencia árabe cosa que no ocurre con otros pueblos de la zona como La Alberca y pueblos de la sierra.
En una de las batallas contra los moros muere el obispo Hilario y es enterrado en el pueblo que lleva su nombre Sepulcro Hilario (sepulcro del obispo Hilario). Hasta la fecha no se ha encontrado dicho sepulcro.
ORÍGENES DE PUEBLA DE YELTES
El pueblo se funda mediante “Cartas Puebla”, como otros de la zona por mandato de Alfonso VI siglos XII y XIII por gentes procedentes del Reino de León. De este tipo de documentos proviene el nombre de Puebla y Yeltes del río Yeltes. Las “Cartas Puebla” otorgaban tierras y dominios a los nuevos pobladores del lugar bajo la condición de que se asentaran de forma permanente quedando bajo la jurisdicción de una ciudad o pueblo. En el caso de la Puebla la diócesis de Ciudad Rodrigo era quien ordenaba, cobraba impuestos, nombraba curas etc.
El encargado era el Cabildo Catedralicio y dentro de éste se nombraba a un canónigo para tal fin que regía la vida del pueblo. Uno de estos canónigos ya en épocas muy posteriores se encuentra enterrado en la iglesia. La dependencia del pueblo de la diócesis de Ciudad Rodrigo ha llegado hasta nuestros días si bien hoy día solo tiene competencias en materia religiosa.
La repoblación de los pueblos de la zona de la Peña de Francia no tiene nada que ver con la de la Puebla. La Peña de Francia (pueblos) fue repoblada por decisión de Alfonso IX con gentes en su mayoría traídas de Francia de ahí el nombre de Peña de Francia. Son numerosos los apellidos de origen francés en la zona y cuyo origen se remonta a este periodo. Los apellidos de procedencia francesa del pueblo son el resultado de matrimonios con vecinos de los pueblos de la sierra.
En el año 1471 mediante escritura pública del notario don Diego Álvarez, don Francisco Montiel vecino de Ciudad Rodrigo dió en calidad de censo eufiténtico al Concejo y hombres buenos de la Puebla del Campo de Yeltes reunidos bajo el portal de la iglesia (antigua iglesia anterior a la actual) de dicho pueblo todas las heredades, casas, corrales, molinos, linares, prados en que dicho pueblo y su término le pertenecen por título de compra hecha a Juan Hernández Cogorza y sus hermanos vecinos que fueron de san Martín de Castañar y a Pedro García que lo fueron de Serradilla del Arroyo.
Por dicho censo eufiténtico los vecinos pagarían; 1900 maravedíes, una docena de gallinas buenas, un carnero añejo bueno; con la condición que si dejaran de pagar dicho censo tres años seguidos a Francisco Montiel o sus sucesores puedan entrar estos en posesión de dichas heredades.
En una segunda escritura don Francisco Montiel da también en censo eufiténtico perpetuo al pueblo nuevas posesiones que había comprado a Pascual García vecino de Serradilla del Arroyo y que los vecinos de Puebla, deberían pagar anualmente por dicho censo: mil maravedíes, una docena de gallinas, un cabrito, bajo las condiciones del primer censo. Esta segunda escritura se otorgó en Ciudad Rodrigo ante el notario don Diego García de san Pedro que era Escribano Real a fecha de 28 de noviembre de 1471.
El 18 de marzo de 1471 Juan Fernández de Cogorza y su hermana Toribia González ésta con autorización de su marido Juan Sánchez y Marina Gómez hija de Alfonso Sánchez con licencia de su marido Jorge Sánchez vecinos todos ellos de san Martín del Castañar venden a Francisco Montiel vecino de Ciudad Rodrigo todas las posesiones que tenían en Puebla, Francisco Montiel lo compra por 40.000 maravedíes.
En 1471 compró Francisco Montiel por 16.000 maravedíes a Pascual García, Juan García, Pedro García y Marina García vecinos de Serradilla del Arroyo todas las posesiones que estos tenían en Puebla de Yeltes.
En el censo eufiténtico que concede Francisco Montiel a los vecinos de Puebla se hace mención a un molino que él tenía en el pueblo de Morasverdes en el paraje del “roble”.
El 4 de mayo de 1473 Francisco Montiel vende al convento de santa María de Francia (dominicos de la Peña de Francia) todo lo que había dejado a los vecinos de Puebla en censo eufiténtico y cuya renta ascendía a: 3.900 maravedíes, 24 gallinas, un carnero y un cabrito. El Concejo y vecinos de pueblos pasan a pagar la renta a los dominicos de la Peña de Francia. Francisco Montiel hace esta venta a los frailes y dice textualmente: “por las muchas y buenas obras que de vosotros (los frailes) he recibido”.
Así pues tenemos como nuevos propietarios a los dominicos.
Debió suceder que el concejo de la Puebla no cumplió con lo estipulado en el contrato (censo eufiténtico). La razón de cederlo a los frailes se debe a que durante la Edad Media e incluso en nuestros días era muy corriente donar terrenos, posesiones o dinero a comunidades religiosas con la finalidad de asegurar la salvación de sus almas.
En épocas posteriores se produjeron numerosas compras y ventas de terrenos, casas y propiedades hasta llegar al siglo XX.
REDENCIÓN (ANULACIÓN) DEL CENSO EUFITÉNTICO
El día 3 de mayo del año 1949 ante el notario de Ciudad Rodrigo don José Zuñiga Galindo comparecieron: Lázaro Inestal en representación de su madre doña Juana Criado Calama de Mogarraz casada con don José Inestal Hernández, don Lucas Criado Cascón vecino de Mogarraz y por otra parte los vecinos de Puebla de Yeltes: don Esteban Benito García, don Agustín Hernández García casado con doña Angélica Herrero Rodríguez, don Juan Matías Becerro Benito casado con doña Demetria Benito Hernández, don Pedro Benito y Benito, don Juan Manuel Herrero Rodríguez casado con doña Ana María san Juan Pérez todos ellos vecinos del pueblo y actuando como representantes del resto de vecinos de Puebla, acuerdan todas las partes redimir dicho censo.
Los vecinos de Mogarraz lo habían comprado a los dominicos de la Peña de Francia. El concejo del pueblo pagaba hasta la anulación del censo: 76 fanegas de trigo de segunda, dos carneros, 30 gallinas y 90.000 pesetas.
La anulación de dicho censo fue capital a la hora de anular el embargo que por parte de Hacienda se hizo con pública subasta el 15 de marzo de 1967 y que aclararé más adelante.
Conclusión: desde que se estableció el censo eufiténtico el 1471 por parte de don Francisco de Montiel hasta 1949 lo que se vendía o traspasaba era el cobro de rentas. Debieron existir otras tierras, huertos, casas etc., libres de dicho pago de rentas.
IGLESIA, ERMITAS Y CEMENTERIOS
La actual iglesia se construyó hacia la mitad del siglo XVI. Tiene dos naves divididas por un arco bien labrado de granito en forma de herradura. El retablo central mayor es de estilo renacentista estofado y dorado con una talla de san Juan Bautista. Otra imagen del Sagrado Corazón del siglo XX que sustituyó a otra mucho más antigua. En las calles laterales pinturas de santos.
El retablo de la izquierda es de estilo barroco de últimos del siglo XVII o principios del XVIII, con un Cristo Crucificado de la misma época. En la parte superior del mismo retablo imagen de santa Ana. A la derecha del retablo central retablo barroco de la misma época que el anterior con una talla de la Virgen en la parte inferior y otra talla en la parte superior del Niño Jesús de Praga.
En la parte derecha antes de subir al altar retablo renacentista del siglo XVI con talla de san Gil patrón del pueblo. En la parte superior del mismo talla de san Sebastián. En la parte izquierda enfrente del anterior retablo churrigueresco del siglo XVIII con imagen de la Purísima del siglo XX que sustituyó a otra más antigua.
A ambos lados del altar tal como se encuentra en la actualidad (antes estaba adosado al retablo central que se cambió con la reforma de la iglesia en 1976) dos partes del púlpito talladas en granito con figuras decorativas. Estas piedras eran del púlpito que se encontraba debajo del arco central en la parte izquierda y que se desmontaron y colocaron donde se encuentran.
En la nave central lado izquierdo hornacina dentro de la misma pared con talla de la Virgen del siglo XX. Frente a este lado derecho hornacina dentro de la misma pared con imagen de san Isidro Labrador del siglo XX.
Coro de madera de nogal bien labrado con escudos de adorno en los laterales desde el cual se accede al campanario por escalera de caracol labrada en granito.
Artesonado mudéjar tanto en la nave central como en el ábside. La parte más importante de la iglesia es el artesonado que rodea el ábside con figuras en relieve de personajes de la época y que dentro de su estilo es único en Castilla y León, del siglo XVI.
Debajo del coro se encuentra pila bautismal tallada en granito y que fue colocada allí en la reforma de 1976 cuando se suprimió la sala de baptisterio que se encontraba al inicio de la escalera de subida al coro. En esta reforma se suprimió el portalillo que daba acceso a la iglesia que era cerrado con celosía en la parte superior y bancos corridos de ladrillo y cemento. También se suprimió el cuarto que tenía acceso desde el portalillo antes mencionado, con entrada por puerta situada desde el mismo portalillo a la derecha. En dicho cuarto se guardaban imágenes que habían sido sustituidas de retablos y altares como la del Padre Eterno que se encuentra en la actualidad en la ermita del Humilladero, y otros útiles litúrgicos como el catafalco que se utilizaba en los funerales y restos desprendidos de retablos.
Según mi criterio y el de otros autores los artesanos, carpinteros, albañiles que trabajaron en el convento de la casa del Maíllo (dominicos) también lo hicieron en la iglesia de Puebla basándome en: las construcciones de la iglesia y del convento son de los mismos años. Los dominicos en los años de la construcción de la iglesia de Puebla tenían
numerosas propiedades en el pueblo. El artesonado antes mencionado excede con mucho las dimensiones del pueblo en ese momento, resultaría imposible costear por parte de los vecinos semejantes obras lo que puede indicar que fueron los dominicos quienes costearon toda o parte de la obra de la iglesia.
En el suelo del ábside de la iglesia hay varios sepulcros con inscripciones y lápidas una de las cuales corresponde a don Pedro Rodríguez Bogaz que fue canónigo de la catedral de Ciudad Rodrigo y que, en la actualidad, hay una calle en el pueblo con el nombre de calle del canónigo en su memoria.
En el suelo de la nave principal se encuentran los enterramientos que se descubrieron al poner los suelos de terrazo que existen en la actualidad. Hasta el siglo XIX que se prohibió enterrar en las iglesias y se construyeron los cementerios, era el lugar de los enterramientos.
Antes de la iglesia actual existió otra más antigua situada en la explanada de la actual pues ya en el año 1471 se hace mención que el concejo del pueblo y vecinos de Puebla se reunieron en el portalillo de dicha iglesia para firmar con don Francisco de Montiel el censo eufiténtico. Al arreglar y pavimentar dicha explanada se encontraron restos de enterramientos. Materiales de la antigua iglesia se reutilizaron en la actual.
En el año 2009 se procedió a la reparación de los tejados y a la eliminación del cemento que tapaba la fachada del campanario y que se había acondicionado como frontón de juego de pelota. Ha quedado al descubierto una puerta con arco bien labrado así como el tipo de construcción de toda la fachada que es de piedra.
482 ERMITAS Hubo varias, aunque en la actualidad solo se conserva una. Ermita del santo Cristo o del Humilladero: hasta principios del siglo XX se encontraba a las afueras del pueblo, hoy existen varias casas de nueva construcción próximas a ésta. El antiguo cementerio (hoy derruido) de época posterior se encuentra a escasos metros de dicha ermita. Data ésta del año 1730 como figura en el dintel de la puerta. Tiene forma rectangular y está porticada. Tiene un retablo neoclásico del siglo XIX con una talla de Cristo Crucificado de 84 cm. de altura. Una talla de san Agustín de 74 cm. de altura del siglo XVII. En el siglo XVIII ya existían 14 cruces que partían desde la iglesia hasta dicha ermita, dichas cruces eran algunas de granito tanto la base como el resto, otras solamente tenían la base de granito y el resto de madera. En la actualidad se conserva en buen estado la situada delante de la iglesia, las bases y brazos están desperdigados por varios sitios: cementerios, detrás de la iglesia etc... Estas cruces marcaban el camino y las estaciones del Vía Crucis desde la iglesia hasta la ermita. Ermita de san Sebastián: hoy no quedan restos por lo menos visibles. Se encontraba en el alto del lugar del Cotorro y se accedía a ella por la calle de san Sebastián cuyo nombre de dicha calle se debe a la ermita que hoy conserva su nombre, dicho camino o calle partía nada más cruzar el río Yeltes frente al antiguo puente y que en la actualidad es parte de la carretera que conduce al Maíllo. Por algunos indicios, en el campo debió existir otra ermita
de la cual no queda resto alguno lo que hace difícil su localización. Bajo mi punto de vista se debía situar próxima al camino del Cristo que conducía a la ermita del Cristo de la Laguna (Aldehuela de Yeltes) donde acudían en romería con gran devoción los vecinos de Puebla.
CEMENTERIOS
Antes de construir los cementerios los enterramientos se realizaron dentro de la propia iglesia, a últimos del siglo XIX cuando se prohíbe, por cuestiones sanitarias, enterrar en las iglesias. Se construye el cementerio antiguo derribado en el año 2008 y del que solo se conservan algunas piedras. Tenía una puerta labrada en piedra con dos cipreses centenarios. Se ubica a pocos metros de la ermita del Humilladero.
Cementerio nuevo: situado en el Vado próximo al río. Se construyó ya bien entrado el siglo XX y es el que se utiliza en la actualidad.
RÍOS, PUENTES, PONTONES, PASOS DE RÍOS, FUENTES Y POZOS
Río Yeltes: es el río principal. Ocupa el tercer puesto en importancia de la provincia de Salamanca. En invierno arrastra gran cantidad de agua siendo frecuentes grandes crecidas. El origen del nombre de Yeltes es prerromano procediendo según autores de términos Heletesas. Eltesas, Celtas y otros. No está muy claro su significado.
Nace en la Barranca junto a la Peña de Francia en el municipio de El Cabaco, se une al Huebra en el municipio de Yecla de Yeltes, tomando el nombre allí, de Huebra. Desemboca en el río Duero. Tiene una longitud de 116 Km.
No comparto la actual clasificación de ríos y afluentes y que se considere al río Yeltes como afluente del Huebra porque, hasta principios del siglo XX, en cualquier mapa o plano figuraba el Huebra como afluente del Yeltes. Es el que aporta el mayor caudal.
Desde el punto de vista histórico (anterior a los romanos) se denominaba como río principal el Yeltes no el Huebra. Hay estudios históricos y datos que avalan esta cuestión. Esto es algo que se debería modificar a nivel oficial.
Río Altejos: llamado también río Chico. Nace en el municipio de Cereceda pasa por Altejos, desemboca en el río Yeltes justo al pasar el puente medieval.
Río del Maillejo: nace en la falda de la Peña de Francia, pasa por el Maíllo y se une al río Yeltes al pasar el puente del lugar de la Malpica. A este río los lugareños también lo llaman Aguas Calientes.
Regatos: El Bardal, Horcajo, Valfornaquino, Valgrande, El Carrasco, Valdesteban, Valhondo.
PUENTES
Puente medieval o puente viejo: se encuentra situado en el mismo pueblo lo cruza el río de Altejos o río Chico. Tiene dos ojos. Su estructura es de pizarra y argamasa. Su origen es medieval de últimos del siglo XII o principios del XIII. En varias publicaciones y estudios se cataloga como puente romano. Yo lo considero como puente medieval basándome en:
l.- En época romana no existía el pueblo donde se encuentra en la actualidad, luego no había razón para hacer un puente. 2.- El camino o vía romana pasaba por el margen derecho hasta Altejos sin atravesarlo. 3,- La forma ojival que tenía (hoy se encuentra modificado) no corresponde a la construcción de puentes romanos. 4.- La anchura del mismo no es característica romana. 5.- El puente romano estaba situado en el río Yeltes enfrente de la calle de san Sebastián actual carretera del Maíllo (todavía hay restos del mismo).
A pesar de las numerosas crecidas del río que lo cruza, se ha mantenido en buen estado con pocas reparaciones. En el año 2008 se restauró creo que de forma acertada, respetando totalmente sus características iniciales.
En el año 1980 la Diputación Provincial desarrolló un proyecto para derribarlo y construir uno nuevo. A dicho proyecto se opusieron los vecinos consiguiendo que se paralizara dicha obra.
Puente nuevo: situado sobre el río Yeltes a la altura del pueblo. Tiene cinco ojos. Construido en piedra de granito. Data del año 1898. En el Boletín de la Provincia de Salamanca se publicó la licitación de la obra con fecha 25 de diciembre de 1898 con un presupuesto de 23.052 pesetas y un plazo de ejecución de dos años.
Presenta una gran solidez, no ha necesitado de reformas ni reparaciones. Sustituyó al más antiguo situado más abajo de éste.
Antiguo puente romano: situado sobre el río Yeltes permitía el paso del camino romano desde Ciudad Rodrigo, Altejos, Vecinos, Salamanca. Terminaba en la calle de san Sebastián actual carretera del Maíllo.
Se trataba de un puente con machones de piedra y argamasa (se conservan restos), con cubiertas de vigas, ramas y barro. Requería continuas reparaciones debido a las continuas crecidas, se utilizó hasta la construcción del puente nuevo.
Puente de la Malpica: situado sobre el río Maillejo a la altura de la Malpica. Tiene dos ojos: construcción en hormigón en el año 1957 como figura en escrito sobre el mismo.
Puente de Valgrande: reconstruido en la actualidad. Permite el paso sobre el regato de Valgrande actual carretera hacia Morasverdes y antigua vía romana.
Puente del Maillejo: situado en un regato que desemboca en el río del Maillejo. Construido en piedra. Fecha de ejecución principios del siglo XX.
Puente Carretera de Tamames: principios del siglo XX.
Pontones: se trata de piedras de una altura entre 80 cm. y un metro y distantes unas de otras unos 50 cm. Cuya finalidad es cruzar el río a pie.
Éstos se encontraban (todavía hay varios): unos en el río de Altejos pasando el puente medieval a unos 200 m se sigue utilizando. Las características de éstos es la utilización de grandes piedras sin labrar. En mayo de 2009 se ha construido una pasarela de hierro en forma de arco a escasos metros de éstos.
Otros se encontraban sobre el río Yeltes que permitían el paso hasta la calle o camino de san Sebastián (carretera del Maíllo) aguas abajo del puente nuevo. Se conservan varias piedras labradas en granito y otros materiales, el resto ha sido arrastrado por las crecidas.
Otros pontones se encontraban sobre el río Yeltes donde se inicia el camino de Valgrande (carretera de Morasverdes).
Pasos de río para carros y ganado: se trataba de pasos empedrados sobre el lecho de los ríos que impedía que las ruedas de los carros se atascaran. Uno se encontraba (hoy cubierto de cemento sobre el río Altejos) justo al pasar el puente medieval. Otro se situaba sobre el río Yeltes que conducía a la calle o camino de san Sebastián actual carretera del Maíllo.
Otro había en el río Yeltes que desembocaba en el camino de Valgrande (carretera de Morasverdes). Otro sobre el Yeltes al terminar el camino del Vado o del cementerio que conducía al camino de la Aldehuela de Yeltes (hoy no quedan restos).
Manoteras: consistían en dos vigas o troncos de árbol sin labrar en su mayoría una a la altura del hombro y otra por el cual se pisaba, se sujetaban normalmente a dos árboles existentes en las orillas. Una se encontraba a la altura del inicio de la Malpica sobre el Yeltes. Otra en el sitio de la Veguita.
Fuentes, pozos y manantiales: durante los meses más calurosos desaparece la corriente superficial de los ríos quedando los “cahozos” o “cabozo” como popularmente se llaman a los charcos profundos que quedan en ciertos lugares de los ríos, cuando en estos cesa la corriente y que, como consecuencia de las crecidas, durante años el río cavó.
Los habitantes se abastecían en este periodo del agua procedente de las fuentes, pozos y manantiales. Hay que distinguir entre fuente y manantial.
La fuente es un afloramiento de agua donde se encauza el agua y se ha realizado alguna obra de consolidación utilizando materiales muy diversos.
El manantial es un afloramiento de agua sin obras de acondicionamiento.
Fuente llamada Fuente Grande: da nombre a toda la zona donde se encuentra. Daba agua todo el año aunque éste fuera muy caluroso. La corriente procedía de la zona de Aguas Calientes y que cuando se hicieron los pozos disminuyó su caudal al cortar los acuíferos que la alimentaban. Lamentablemente cuando se hizo la
concentración parcelaria se destruyó. Se trataba de una fuente de forma rectangular con unas medidas aproximadas de 3 metros por dos y una altura de paredes de un metro.
Toda ella labrada en piedra de granito. Sus orígenes yo los situó en época romana, pues por allí pasaba un ramal de dicha vía.
Fuente en el río de Altejos (río Chico) situada a unos doscientos metros del puente medieval río arriba. Construida con piedras de río sin labrar.
Fuente margen derecho del río Yeltes a la altura del lugar del Vado. Construida con piedras del río sin labrar.
Fuente de la Vera del Prado situada sobre margen del río de Altejos a la altura de la zona de la Vera del Prado. Se trataba más bien de un manantial sin una estructura muy definida.
Pozos: existían dos tipos de pozos; unos públicos y otros privados. Los públicos podían ser estables (enrollados y con brocal) y los temporales que se hacían sobre el mismo lecho del río cuando éste se secaba y que no estaban enrollados.
Los privados se encontraban unos en los mismos huertos (casi todos ellos los tenían y estaban enrollados y con brocal, muchos de ellos tenían una noria o cigüeñal). Otros se encontraban en las mismas casas (algunos en la misma cocina) o bien en los corrales.
El agua de consumo doméstico se almacenaba en grandes tinajas de barro con tapadera y normalmente un vaso situado encima para beber.
Cuando se dotó de agua corriente al pueblo se colocaron unas fuentes de granito de dos piezas con un grifo, y estaban situadas en bocacalles o lugares estratégicos del pueblo. Con el paso del tiempo los vecinos fueron dotando a las casas de agua corriente y servicios sanitarios.
Presas (“tomas”) para riegos de huertos o molinos: construidas sobre los ríos con piedras, barro y otros materiales. Debían repararse todos los años después de las crecidas. En la actualidad se encuentran fabricadas en hormigón.
Toma o presa de la Veguita: situada en el lugar del mismo nombre facilitaba el riego de los huertos de la Vega de Arriba y de Abajo. Situada sobre el río Yeltes a la altura de la Malpica.
Presa sobre el río Maillejo, una en el Maillejo de arriba que facilitaba el riego de los huertos del mismo nombre y otra sobre el mismo río que posibilitaba el riego de huertos de la Fuente Grande y del Rodeo.
Toma o presa de la Fuente Grande. Situada sobre el río Yeltes a la altura de la Fuente Grande. Tenía dos finalidades; una abastecer de agua al molino y otra para regar los huertos del molino y algunos otros próximos al puente nuevo.
Toma en la zona del Nogal o Pesquera a las afueras del pueblo. Tenía dos finalidades: una dotar de agua al molino de abajo y otra dotar de agua a los huertos de la Pesquera y de la zona del Vado.
Todos los años antes del inicio de la campaña de riegos era necesario “mondar” las cabeceras de las regaderas de los huertos, permitían el paso del agua. Se hacían peonadas (los propietarios de los huertos por donde pasaba el agua tenían la obligación de acudir un día para realizar tareas de limpieza).
Dotación de agua corriente al pueblo: en los años 60 (siglo XX) se procedió a la captación de agua y construcción de depósitos de agua al pueblo. Se hicieron varios sondeos de pozos a la altura del molino sin resultados positivos. Se terminó por captar el agua del propio río mediante zanjas que cruzan el río Yeltes y bombas de elevación de aguas. Con posterioridad se construyeron dos depósitos de almacenamiento. El último sondeo se ubicó aguas abajo del río Yeltes a la altura de Valgrande y en el año 2008 se construyó un deposito nuevo prefabricado en fibra de vidrio en el punto más elevado del lugar del Teso que posibilitara presión suficiente a las casas situadas en las cotas más elevadas del pueblo. (Bajo mi punto de vista una mala planificación de ingeniería hidráulica).
ESCUELAS, AYUNTAMIENTOS, CÁRCEL, CASA DEL CURA, CASA DEL MAESTRO, CONSULTORIO MÉDICO, CORRAL DE CONCEJO
Las escuelas como las conocemos hoy no aparecen hasta el siglo XX. Antes del siglo XIX era el cura o alguien del mismo pueblo quien enseñaba a leer y escribir a una minoría. La mayor parte de los vecinos eran analfabetos.
Las escuelas actuales estaban divididas en escuela de niños y niñas. El actual edificio data de principios del siglo XX. Cuando disminuyó el número de niños pasaron al colegio Agrupado de Tamames.
El Ayuntamiento antiguo se encontraba en la calle del Canónigo y en una dependencia contigua se encontraba la cárcel o calabozo. Éstas dependencias pasaron a ser la vivienda del maestro hasta bien entrado el siglo XX.
En el año 2007 se derriba el Ayuntamiento que estaba junto a la iglesia y se construye uno nuevo, en el año 2009 se encontraba en obras.
La actual casa del cura o casa parroquial situada en la calle de la Pájara se construyó en 1941 con la aportación de vecinos del pueblo. El coste fue de 4.000 pesetas más las peonadas de personas del pueblo. Contribuyeron todos los vecinos de acuerdo a sus posibilidades y recursos económicos.
El consultorio médico se encuentra en la actualidad en las dependencias del nuevo Ayuntamiento próximo a la iglesia.
Corral de Concejo: hoy desaparecido. Situado próximo a las escuelas. Se trataba de una construcción en piedra no labrada de una altura de 2,5 m de forma circular con un diámetro aproximado de 10 metros. Servía para encerrar el ganado que el guarda jurado encontraba en fincas, sembrados, etc. Y que hasta que los propietarios no abonaban la multa correspondiente no podían retirarlos.
ECONOMÍA DEL PUEBLO
Si comparamos el desarrollo económico de la Puebla con otros de su entorno desde la Edad Media hasta nuestros días, podemos afirmar que el pueblo en términos globales ha sido un pueblo “rico”.
Haciendo historia ya en el siglo XV y en épocas anteriores se cita la importancia de los cultivos, la ganadería y la caza como importantes fuentes de riqueza.
Es importante el cultivo del lino (hoy todavía se siguen llamando a ciertas zonas linares) y que se exportaba a Sevilla (posiblemente desde allí hasta otros países) en forma de madejas y paños. Existieron hasta finales del siglo XIX varios telares unos de tipo doméstico para las propias familias y otros dedicados a la exportación.
Existe un estudio detallado en varios trabajos de campo de diversos autores sobre los términos y palabras utilizados sobre las tareas propias de los trabajos del lino, en este sentido es de destacar el estudio del lino realizado por José Luís Puerto en la revista Folklore de la Fundación Joaquín Díaz sobre el cultivo del lino en Puebla. Uno de los últimos telares fue el de Bonifacio El Mantero. Muchos de los tejidos para mantas, lino, tejidos base de bordados de La Alberca, Serradilla del Arroyo y otros pueblos proceden de los telares de Puebla.
En las casas todavía se conservan útiles, tejidos y aperos para su elaboración.
El cultivo del lino decae con la aparición de las fibras sintéticas a principios del siglo XX. Los tipos de tejidos eran principalmente: sayales, jergas, costales, sábanas, sacos, mantas de lana, telas para bordar, etc.
En el año 1770 se sembraban 274 fanegas de lino.
Hasta bien entrado el siglo XX había varios molinos harineros. Uno situado al final de la calle del mismo nombre, hoy en ruinas y otro al final de la Pesquera hoy desaparecido por nuevas edificaciones. Hacia mediados del siglo XX se le incorporó un motor de moler. Como menciono, anteriormente, Puebla tenía varios molinos en la localidad de Morasverdes.
Otros cultivos desde la Edad Media hasta nuestros días han sido: cereales fundamentalmente trigo “barbilla” y “panero” como así se denominaban en el pueblo, y en menor medida la variedad “candeal”. También se cultivaba la cebada para pienso, algo de centeno, algarrobas para pienso de ganado vacuno, garbanzos y muelas. Los cultivos para el consumo: de patatas, fréjoles, tomates, etc. No tenían un valor comercial. El aprovechamiento de las bellotas ocupó y sigue ocupando un valor importante tanto para el ganado de cerda como de ovejas.
La mayor parte de la superficie del término es de arbolado de encinas y en menor medida de roble (zona de la Malpica). De la encina se sacaba la madera de excelente calidad tanto para guisar como para calentarse en la “lumbre” y carbón.
Hoy en la mayor parte de las casas se ha sustituido por butano o por gasoil, ante la dificultad de los trabajos de cortar, podar, acarrear la leña.
La construcción antigua de las casas, de las que, todavía se conservan algunas, eran de adobe y piedra de los ríos, la base de las paredes hasta una altura de dos metros solía ser de piedra y el resto de adobe. Los trabajos de fabricación de adobes requerían cavar tierra arcillosa, cribarla, mezclarla con paja, colocar la masa en moldes, dejar secar al sol y una vez secada la masa de los moldes se podía utilizar para la construcción.
En el pueblo siempre hubo buenos albañiles como se puede comprobar en casas y corrales que se mantienen en pie con más de cien años.
En 1816 Manuel Muriel de Valladolid reclama la propiedad de un molino sito en Puebla y propiedad del Ayuntamiento. Al final se solventa la reclamación con el pago de 7.242 maravedíes al citado Muriel. El asunto era que habiendo vendido el citado molino por parte del Ayuntamiento a Manuel Muriel el Ayuntamiento seguía explotándolo.
Fabricación de quesos: desde la Edad Media se fabricaban quesos de oveja y cabra, tanto para el consumo doméstico como para la venta. En varias casas se conservan mesas, moldes y otros aperos para su elaboración. Se utilizaba como fermento el cuajo de los cabritos.
En 1770 había en el pueblo 3.247 cabezas de ganado lanar, 703 de caprino, 176 de cerda adultos, 4 cabezas de caballar y 31 de asnal. Se sembraban 274 fanegas de lino, 410 de trigo, 261 de centeno, y se dedicaban a pastos (encina y hierba) 2.811.
Se cosechaban 685 fanegas de trigo, 435 fanegas de centeno, 548 arrobas de lino.
En el año 1850 se hacía una valoración de la riqueza del pueblo ascendiendo a 188.570 reales.
En el año 1853 había 2.025 cabezas de ganado lanar, 10 de caballar, 100 cerdos adultos, 74 de caprino, 64 cabezas de vacuno de labor y 56 de vacuno de carne adultos. En este año estaban en pleno funcionamiento dos molinos.
En el año 1920 había un total de cabezas de ganado (global) de 4.610.
En el año 1964 había 292 cabezas de vacuno, 3.380 lanar, 14 mular, 106 asnal, 469 caprino, 13 mulos, 2 yeguas, 81 carros, 63 perros y 90 de cerda adultos.
En el año 1984 había: 26 tractores, 25 sembradoras, 5 trilladoras, 7 cosechadoras.
FRAGUAS, CARPINTERÍAS, PANADERÍAS Y OTRAS INDUSTRIAS
Hasta bien entrado el siglo XX existieron en el pueblo tres fraguas donde se hacían trabajos muy diversos: reparar rejas, azadones, hacer verjas para ventanas, llantas de carros (aro de hierro que rodeaba las ruedas y que se gastaba con facilidad). Existieron varios potros para herrar al ganado, uno de ellos junto al río de Altejos próximo al puente medieval.
Existieron varias carpinterías que realizaban trabajos de sillas, mesas, estantes incluso carros. Varios telares de lana y lino. Varios molinos en funcionamiento hasta mediados del siglo XX. Las panaderías hasta primera década del siglo XX no existían pues cada casa tenía su horno. En el siglo XX se creó la panadería que sigue en la actualidad.
De forma ocasional acudían al pueblo hojalateros que arreglaban cacharros de cocina, faroles o ponían asientos a las sillas entre otros arreglos.
Existieron hasta no hace mucho tiempo tres bares uno de ellos incluía el salón de baile, en la actualidad hay uno en servicio. En épocas más lejanas hubo varias tabernas que hacían las veces de tienda, estancos, etc. El número de “comercios” tiendas fue de tres quedando en la actualidad uno. La elaboración de carbón y cisco de encina ayudó a la economía del pueblo. En el escudo del pueblo figura una tea encendida que hace alusión a su importancia.
DEMOGRAFÍA
La repoblación y asentamiento en los siglos XII y XIII en la Puebla se hizo con unas cuantas familias con no más de 20 habitantes. Durante toda la Edad Media no alcanzó los 100 habitantes. A principios del siglo XIX se produce un aumento notable de población. A mediados del siglo XVIII había un total de 30 casas, con una estimación de 90 habitantes. En 1849 había ya 70 casas con 150 habitantes.
Sebastián Miñano recoge en su Diccionario Geográfico que en 1827 había 76 vecinos y 291 habitantes. Hay que aclarar que en algunos estudios se confunde habitantes con vecinos. Vecinos son los cabeza de familia que suele coincidir con el número de casas y habitantes son todos los que viven en el pueblo.
Por otro lado debemos tener presente que en el siglo XIX cualquier enfermedad o epidemia hacia descender notablemente la población, unido a la alta mortalidad infantil. Hasta últimos del siglo XIX y principios del XX los censos de población no son muy exactos.
LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA CONTRA LOS FRANCESES
Julián Sánchez El Charro en Puebla de Yeltes: nació El Charro en Muñoz de Huebra, localidad próxima a Ciudad Rodrigo, hijo de Lorenzo Sánchez y de Inés Arroyo. Alcanzó mucha popularidad en la lucha de guerrillas contra las tropas de Napoleón. Se sabe que estudio con su tío don Anselmo Sánchez que era cura de Puebla de Yeltes y que El Charro permaneció durante su juventud hasta pasada la adolescencia en Puebla. Aprendió con su tío a leer, escribir, latín, matemáticas y otras materias. Después no quiso seguir otros estudios superiores volviendo a su pueblo, incorporándose a la guerrilla actuando con mucha eficacia contra las tropas invasoras dado el conocimiento que tenía de toda la zona.
En Tamames se libró una batalla muy importante entre tropas españolas y francesas el 18 de octubre de 1809. En esta batalla murieron, según las crónicas, 627 españoles y 1.300 franceses logrando que estos huyeran.
En Puebla se enterraron varios soldados españoles víctimas de la contienda. Los habitantes de Puebla ante los continuos saqueos y dificultades huyeron a los montes de la zona.
Hay que tener presente que Tamames está tan solo a 7 km. Y que el camino que seguían ambos ejércitos hasta Ciudad Rodrigo (plaza capital en la guerra) pasaba por Puebla, actual carretera a Ciudad Rodrigo.
En estos años destruyeron los archivos, escritos y documentos que se encontraban depositados en el Ayuntamiento de Puebla.
COFRADÍA DEL SANTÍSIMO CRISTO DE LA VERACRUZ
Esta cofradía data de la Edad Media, pero debido a la Guerra de la Independencia y el consiguiente saqueo y desaparición de los estatutos fundacionales se volvieron a redactar unos nuevos con las mismas normas de funcionamiento que los primeros.
Se redactan nuevamente en el año 1827. Para la nueva redacción de los mismos se reunieron en cabildo: don Benito Sánchez, Manuel de la Nava, Ventura Boada, Agustín Hernández, Eugenio Estévez, Joaquín Benito, Lorenzo Benito, Lorenzo Sánchez, Eusebio Estévez, y el señor Beneficiado Rector de la parroquia don Anselmo Sánchez como cofrades más antiguos de la cofradía a efectos de renovar y poner en práctica las antiguas normas de funcionamiento de dicha cofradía. Tenían como obligaciones los cofrades: velar los enfermos, asistir a los entierros, enterrar a los muertos, hacer el oficio de muñidor, llevar las andas del difunto.
Celebraban, el Cabildo y los cofrades, el día tres de mayo y el día de Todos los Santos. Estos días recogían las multas de los que no habían cumplido con sus obligaciones, cesaban a los que faltaban a las normas, admitían a nuevos cofrades y trataban otros asuntos de la cofradía.
LOA EN HONOR DE SAN GIL ABAD PATRÓN DE PUEBLA DE YELTES
Las loas son pequeñas obras teatrales que tienen como finalidad ensalzar a la virgen o santos. En cuanto a sus orígenes se encuentran en el siglo XVI y XVII.
Las dos más importantes y que se conservan íntegros los textos son la Loa a san Gil de la Puebla y la de la Alberca a la Asunción de la Virgen que todos los años se representa en dicho pueblo. La Loa a san Gil fue escrita y recogida por un autor anónimo que debió tener sus orígenes en la tradición oral. Se representaba a la puerta de la iglesia el día de la fiesta de san Gil patrón del pueblo después de celebrar la misa.
Los actores eran gentes del mismo pueblo que encarnaban los distintos personajes de la obra. Se construía un escenario y un pequeño decorado. Se representó hasta principios del siglo XX. Los personajes: voz de los cielos (coro) demonio, galán o gracioso, Pascual, gracioso-talego, ángel. El argumento de la obra es similar a la loa de la Alberca. El demonio trata de impedir que se celebre la fiesta de san Gil.
Al final aparece un ángel que vence al demonio. En el fondo se trata de la lucha entre el bien y el mal, encarnados en el ángel y demonio.
FIESTAS DE SAN JUAN
Existe una loa no tan escenificada como la de san Gil con textos y cantos que don Aníbal
Sánchez Fraile recogió en un cancionero y que se titula: A la rama, la rama los mozos iban por la mañana con carros que engalanaban a por leña al monte. A la llegada a la plaza se le recibía con cánticos y danzas. Se hacía una gran hoguera, bailando y cantando alrededor. Se hacía una gran migada de leche de cabra y comida entre los asistentes.
Subasta del aguinaldo, el día de san Antón: se recogía el aguinaldo entre los vecinos del pueblo que en su mayoría eran productos del cerdo y a la puerta de la iglesia se hacía una subasta para sacar dinero para la iglesia. Al final se hacía un convite.
OTROS DATOS Y CURIOSIDADES
Concentración parcelaria: se aprobó por Decreto el 30 de enero de 1969. En el año 1981 estaban elaborados los planos con las parcelas, caminos, etc. En el papel, sin adjudicar las parcelas. Pasarían varios años hasta concluirla. Los títulos de propiedad se dieron en agosto del 2003, si bien se permitió su explotación con anterioridad. Como se ve por las fechas, desde su aprobación hasta que se concluyó, pasaron muchos años debido a las continuas paralizaciones motivadas por recursos, apelaciones que sufrió. La cuestión se zanjó al declararla bien de utilidad pública. Dado los costes elevadísimos de caminos, cunetas, canalizaciones, cantidad de pequeñas tierras que llevaban muchos años sin cultivar resultando muy difícil su identificación, hoy creo que no se harían dichas obras.
Leyenda de que en el pueblo había una posada con tantos pesebres como días tiene el año: me parece un poco exagerado si bien es cierto que una posada con cuadras y pesebres existió en la zona de la Vera del Prado próxima a Altejo desde la antigüedad. En la Puebla existieron posadas hasta el siglo XX pero nunca con estas dimensiones.
Leyenda del tesoro escondido: corrió desde tiempos remotos que en un pedregal de los Reñales Vendidos existía un tesoro guardado dentro de un pellejo y escondido en un pedregal. En muchos pueblos existen también leyendas similares que pueden tener cierta base de realidad, pues era muy corriente esconder cosas de valor ante invasiones, guerras y requisas. Animo a que alguien dé con él y nos cuente que es lo que encontró, cosa difícil por cierto, pues lo normal es no decir nada a nadie salvo que alguien sepa del descubrimiento.
SUBASTA DEL PUEBLO
El 15 de marzo de 1967 se anuncia en el B.O.P. la subasta de 135 fincas rusticas con un total de 2.582 hectáreas en el término de Puebla de Yeltes por débitos a la Hacienda Pública por un total de 44.000 pts. Esta noticia dio pie para que varios diarios a nivel nacional y provincial publicaran artículos y comentarios. La razón de dicha subasta es que los recibos de contribución rústica venían a nombre de un solo titular y no de forma nominal a cada propietario.
Se paralizó dicho proceso al demostrar, mediante documentos, que existían escrituras públicas de cada propietario desde antes de 1949 y que dichas fincas no eran comunales.