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Nicolás Verdejo y Juan Belestá. Por Ángel de Luis Calabuig
Nicolás Verdejo y Juan Belestá
Ángel de Luis Calabuig Centro de Estudios Mirobrigenses
Plano nº 1. Plano de la Plaza de Ciudad Rodrigo y del Arrabal, de Nicolás Verdejo y Juan de Belestá.
En numerosas ocasiones habremos visualizado el Plano de la Plaza de Ciudd Rodg con parte de su campaña donde se señalan varias obras para cubrir el Arrabal,1 plano español de 1810, contemporáneo con el sitio de Ciudad Rodrigo por el ejército de Portugal del Mariscal Massena. Son sus autores los ingenieros Nicolás Verdejo y Juan de Belestá2 .
El plano que acompañará a la relación histórica del sitio de Ciudad Rodrigo del general gobernador, Andrés Perez de Herrasti 3 es un plano parejo a éste de Belestá y Verdejo o
1 Biblioteca Virtual de Defensa, Nicolas Verdejo. Archivo General Militar de Segovia. Colección: ES-DFAMD-Signatura: 3ª/3ª/ Legajo 482-Notas: ID_Plan. 8735 www.bibliotecavirtualdefensa.es/BVMDefensa/i18n/consulta/resultados_ocr.cmd?materia_numcontrol=&autor_numcontrol=&id=41&forma=&tipoResultados=BIB&posicion=61 Puede verse también en Fernando Cobos y João Campos. Almeida/Ciudad Rodrigo. La Fortificación de la Raya Central. Consorcio Transfronterizo de Ciudades Amuralladas. 2013. p. 415. 2 Real Academia de la Historia. DB~e (Diccionario Biográfico Español). Véanse Nicolás Verdejo González y Juan Belestá Pared. No confundir este último con Domingo Belestá Pared, también prestigioso Ingeniero Militar, director de la Academia de Matemáticas de Barcelona de 1794 a 1802 (Ver en Horacio Capell, J E Sánchez y O Moncada. De Palas a Minerva). Ambos tienen los mismos apellidos y nacieron en Alicante. 3 El diario del Gobernador en la edición de Julio de Ramón Laca de 1967 no encontramos el plano del sitio. Sí aparece en la edición facsímil del CEM, de 2010, en la p. 104 bis. Tambien en F Cobos y J Campos. p. 417
copia del mismo con la inclusión de los aproches (trincheras y baterías de sitio) realizadas por los franceses para mostrar los ataques que sufrió la plaza. El plano de Belestá y Verdejo es también, en esencia, similar a otros del ejercito francés sin los detalles de los aproches o a otros ingleses referentes al sitio de la reconquista de 1812 y a los inmediatamente Plano nº 2. Plano que acompaña al Diario de Herrasti. posteriores a esa acción. Decimos similares, puesto que no incluyen elementos de fortificación sensiblemente diferentes o proyectos de reforma como por ejemplo sucedió respecto a muchos planos del XVIII, por lo que vemos las murallas, la principal y la falsabraga, con las mismas obras de defensa existentes en ese momento en todos ellos.
Debido a la existencia de varios de esos planos de esa época (del 1810 y 1812) y a que, por nuestra parte siempre lo habíamos visto publicado en una resolución pésima con un tamaño y nitidez que no permitían ver detalle alguno diferente de esos otros que comentamos, no le habíamos prestado la atención adecuada. Tampoco era posible, puesto que como decimos no habíamos tenido la oportunidad de verlo en su claridad y tamaño real que pudiera mostrarnos sus más pequeños detalles.
La publicación del plano de Verdejo y Belestá en la Biblioteca Virtual de Defensa del ministerio del Ejército ha sido un regalo para los ojos y la oportunidad de examinar el contenido y detalles de un plano que merece encontrarse entre los principales que representan el patrimonio y la historia de Ciudad Rodrigo.
Muchas veces hemos recordado los últimos trabajos de reparo y adecuación de las fortificaciones que se llevaron a cabo en Ciudad Rodrigo con ocasión de la Guerra de Independencia. El plano que comentamos casa perfectamente con las relaciones escritas del Diario de Herrasti u otras noticias contemporáneas alusivas a esos trabajos. No en vano está realizado por los ingenieros militares de guarnición en la plaza para luchar contra el ejército imperial.
Juan de Belestá desempeña el cargo o clase de Ingeniero Director, con la graduación de brigadier (equivalente a general de brigada en otras denominaciones o escalas) en el escalafón militar. Nicolás Verdejo desempeña el cargo de Ingeniero del Detalle en la guarnición mirobrigense, y el grado de teniente coronel en el escalafón militar.
Las Ordenanzas de SM para el Servicio de Cuerpo de Ingenieros en Guarnición y Campaña4 establecen las clases de Ingeniero Director, Gefe (sic.), Segundo, Ordinario, Extraordinario y Ayudante de Ingeniero. Además del Ingeniero General a la cabeza del Cuerpo de Ingenieros. Las clases se alcanzarán por los destinos o trabajos encomendados y la graduación por antigüedad o méritos.
Por su destino o comisión encontramos Ingenieros Directores en ejércitos o provincias5; Comandantes en plazas, fronteras, costas, presidios o establecimientos militares; del Detalle o Detall en guarniciones de plazas y demás…Por debajo los ingenieros subalternos se encargarán de los trabajos particulares para los que sean comisionados bajo la supervisión de los mandos descritos.
El Tratado primero, Título octavo, Artículo primero de las Ordenanzas de este Cuerpo publicadas en 17716 dice: … que el Ingeniero Director con algunos Subalternos que le asistan, quedará en la Capital incluido en el Estado Mayor del Exercito; pero à mas de estos, (por razón Plano nº 3. Comparación tres planos de la época (1810 – 1812). de Plaza) havra como en las otras, nombrado para la Guarnicion un numero competente, que dependerá inmediatamente del Governador, siendo Comandante el mas antiguo o de mayor empleo, que recibirá las ordenes en general que distribuya, y el inmediato llevará el por menor o Detalle. Se deduce que al Ingeniero Director Juan de Belestá le correspondería en la guarnición el empleo de Comandante y a Nicolás Verdejo el de Detall. Aunque en el Diario de Herrasti no se cita la clase o patente de este ingeniero, (Nicolás Verdejo) probablemente tendría la clase de Ingeniero Jefe a juzgar por su graduación de teniente coronel.
Sin entrar en demasiadas puntualizaciones correspondería al Ingeniero General del Cuerpo de Ingenieros la graduación de teniente general; a los directores (coroneles en su nombramiento), brigadier (equivalente a general de brigada en escalas actuales), mariscal de campo (general de división en otras escalas) y en algún caso excepcional teniente general; al ingeniero jefe, teniente coronel y coronel; mayor o sargento mayor (comandante) para el ingeniero segundo; capitán para el ingeniero ordinario; teniente para el ingeniero
4 Ordenanza de Carlos III para el Cuerpo de Ingenieros. Biblioteca de santa Cruz de la Universidad de Valladolid. 5 Referidas a otras diferentes a la actual división territorial. Asociados generalmente los estados mayores de las Capitanías Generales. 6 Id nota 3.- Tratado 1º, Título octavo, Artículo 1º
extraordinario; y subteniente para el ayudante de ingeniero (llamado también en algún tiempo delineador).
A Nicolás Verdejo, Ingeniero del Detalle7, le correspondería …llevará la voz del Director o Comandante, de quien recibirá las ordenes peculiares de su encargo, distribuyéndolas en los Ingenieros y empleados; en cuyo concepto, unos, y otros obedecerán puntualmente cuanto les mande de mi servicio… Formará escalas, distribuirá servicios y obras, determinará horarios para inicio, descanso y finalización de trabajos, etc., etc.
Otros ingenieros subalternos si los hubiera en una guarnición se encargarán de trabajos, obras o reparaciones particulares que se determinen. En el sitio de Ciudad Rodrigo no se enumera ningún otro ingeniero, resaltándose en todo caso la escasez de profesionales para acometer las tareas de su competencia.
Estos militares, primero, en su carrera, van obteniendo la clase o el rango de ingeniero que corresponda, generalmente ligado al destino y trabajos a realizar (trabajos de fortificación, puertos, puentes, cartográficos, etc.) y después (generalmente solicitado por el interesado o por méritos de guerra u otros) se recompensa con el grado militar de equivalencia en el escalafón de infantería.
Así como los autores de los proyectos de fortificación mirobrigenses del siglo XVIII son muy conocidos y renombrados con frecuencia, los de 1810 apenas son recordados. La figura sobresaliente del gobernador Pérez de Herrasti desvanece las de sus colaboradores pasando éstos casi inadvertidos. Borrás, Robelin, Courten, Bordick, Canobes, Moreau, D´Frosne, Gaver… son recordados por sus trabajos y planos en Ciudad Rodrigo o en La Concepción de Aldea del Obispo; y en cambio de los gobernadores apenas recordamos nada. Salvo en ocasiones que los mismos ingenieros fueron gobernadores de la plaza, Borrás o Robelin, por ejemplo. Por el contrario, en los prolegómenos del sitio francés de 1810 se diluyen las figuras Plano nº 4. Trazas del Reducto en el Arrabal, entre el de los ingenieros ante la presencia capital Convento de Santo Domingo y el Águeda. del comandante de la plaza y casi nadie recuerda sus nombres. Desempolvar este plano que ahora exponemos nos ayuda a recordar a esos militares, héroes de la campaña napoleónica.
Nicolás Verdejo sufrió heridas de guerra, lo que añade más valor a su figura como héroe del sitio de 1810. Tanto Belestá como Verdejo obtendrían ascensos por méritos de guerra al final de la campaña. Belestá alcanzó la graduación de mariscal de campo y Verdejo la de coronel8 .
7 Id nota 3.- Tratado 2º, Título cuarto, Artículo 20. 8 Gaceta de Madrid. Madrid 15 de enero de 1815. ARTICULO DE OFICIO. Circular del Ministerio de Guerra … ha tenido a bien S.M. promover al empleo de Mariscal de Campo de sus exércitos a … Don ,Juan de Belesta, Director de Ingenieros … Coronel a D. Nicolás Verdejo Ingeniero del detall…
En el plano de la plaza de abril de 1810 se describen las obras a realizar. En el arrabal se pretende marcar un frente defensivo y se proyectan dos reductos de campaña, simplemente de tierra, y estacada en una buena parte de ella, con un perfil muy sencillo de foso y terraplén. Los revellines de san Andrés y del Calvario parecen ya ejecutados. Del convento de la Trinidad aun aparece la planta.
Para la publicación del diario de sitio del general Pérez de Herrasti se edita el conocido plano que acompaña como anexo al relato militar del asedio con las explicaciones precisas para su interpretación. Publicado concluida la contienda hispano-francesa, no muestra los reductos que se proyectaran para el sitio. Deducimos por tanto que no llegaron a ejecutarse. En cuanto a las líneas de defensa del arrabal entre el convento de santo Domingo y el de san Francisco aparecen en todos los planos de la época. Deducimos también que algo se hizo, aunque es bien conocido, que salvo la fuerte resistencia ante los muros de san Francisco y de santa Cruz, no se describe, en los relatos de los sitios, una oposición destacable a la penetración del enemigo en el resto del contorno de la población o del arrabal propiamente dicho. Las estacadas y obras de tierra de las líneas del frente no han dejado rastros de solidez suficiente para mostrar como ejemplo, aunque pueda en algunos parajes intuirse el trazado de esas defensas9 .
Plano nº 5. Puertas de Santiago, La Colada y El Conde.
Además, se puede destacar en el plano, en la muralla principal de la plaza, como interesante por su singularidad, el pequeño detalle de los fosos o fosetes de las puertas del Conde, santiago y La Colada, detalles que no aparecen en otros planos anteriores, del XVIII y que permite concluir la existencia de esos elementos de la fortificación que justifican la existencia de puentes levadizos en la puertas. Otros elementos de la fortificación como los huecos longitudinales en los muros (entre otros menos destacables) por los que debían correr las flechas o cigoñales del sistema de los puentes, que fácilmente podemos contemplar, completan la confirmación de esos elementos. Los trabajos arqueológicos y de restauración de la puerta de santiago en los años 90 del pasado siglo demostraron en ese punto la existencia, forma y características de la entrada fortificada con foso y puente levadizo. Unos planos de detalle de 188110 sobre esos puentes aclaraban los pormenores de esos elementos defensivos. ¿Por qué no aparecen en los planos del XVIII?. Tal vez porque es un detalle muy pequeño que en la escala de
9 Carlos García Medina, gran conocedor de la tradición, rincones y leyendas mirobrigenses, me mostró en alguna ocasión alguno de esos parajes. 10 Fernando Cobos y Joao Campos. Almeida/Ciudad Rodrigo. La Fortificación de la Raya Central. Consorcio Transfronterizo de Ciudades Amuralladas. 2013. pp. 464 y 465.
representación de dichos planos no tiene demasiada trascendencia comparado con otros detalles de mayor significación e interés. El encontrar esos detalles en el plano de Belestá y Verdejo es una sorpresa muy interesante.11
Lo que hasta ahora no sabíamos12, pues apenas alcanzábamos a ver la firma de los autores, podemos disfrutarlo hoy plenamente. Al poder contemplar y valorar su trabajo, los propios autores se nos hacen más familiares o cercanos. Nos apetece hablar de ellos, mostrar sus hazañas y reconocer su valor.
11 Gracias a la estupenda resolución de la publicación digitalizada en la Biblioteca Virtual de Defensa del Ministerio de Defensa se logra atisbar, entre otros, este detalle particular de un gran interés para nosotros. No nos cansaremos de resaltar la importancia que una reproducción de buena resolución tiene en las publicaciones para ver, entender, valorar, evaluar, criticar, en definitiva opinar sobre imágenes como mapas y planos que de otra forma no sirven más que para adorno de un relato en el que el lector no tiene más opción que creer en lo que no vimos. Y sin olvidar la opción de la policromía que da infinitas posibilidades a los sistemas y símbolos de representación gráfica y que en mapas y planos se regula en numerosas ocasiones. A los antiguos les confiere además un halo de elegancia y a veces de obra de arte que se pierde si se hurta el color de las obras que lo tienen y/o lo precisan. 12 No todo el mundo tiene la oportunidad de contemplar los originales de cualesquiera documentos en los archivos. El mundo digital abre otras oportunidades a millones de ciudadanos. La cultura que se apoya en la cultura para ampliar y mejorar los conocimientos debe crecer sobre sí misma y extenderse universalmente. No quisiéramos ser de los que solo escriben por vanidad o escriben para sí mismos, sino para que otros entiendan y disfruten lo que nosotros podamos conocer y aprender también de otros.