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Antonio Sánchez Cabañas y sus historias. Por Ángel Bernal Estévez
Antonio Sánchez Cabañas y sus historias
Primera hoja del manuscrito de las Antigüedades de Ciudad Rodrigo
Don Antonio Sánchez Cabañas es para Ciudad Rodrigo un referente obligado. Gracias a él conocemos su historia a través de los manuscritos que nos legó como patrimonio inmaterial de la ciudad.
Antonio Sánchez Cabañas fue un clérigo natural de Cáceres que acabó como capellán prebendado de la catedral de Ciudad Rodrigo, donde pasó la mayor parte de su vida y donde falleció.
Vivió a caballo entre los siglos XVI y XVII, aunque lo poco que se conoce de él tiene que ver con este último siglo que fue cuando vivió en nuestra ciudad y donde escribió sus historias de Ciudad Rodrigo hasta fallecer en el año 1627.
Fue prolijo en escribir sobre Ciudad Rodrigo y muy parco en hablar sobre sí mismo, de ahí que su vida haya sido un enigma sobre la que poco a poco vamos sabiendo algo más.
Su impagable tributo a la ciudad viene de su afición a la historia y de los varios manuscritos que sobre la misma nos dejó. Fue un hombre culto, formado en el arte musical y coral, pero con grandes inquietudes culturales, lo que le llevó a conocer a fondo la historiografía desde la antigüedad hasta sus días, y en sus escritos las citas a celebres historiadores antiguos y contemporáneos y también a algunos fabuladores son constantes.
De sus conocimientos históricos debió venirle su interés por la historia local a la que dedicó muchos años, no solo a partir de bibliografías existentes, también buceó, y mucho, en los archivos, y en ese sentido su contribución a la historia local es fundamental puesto que muchos de los documentos que cita ya no existen, convirtiéndose así sus escritos en verdaderas fuentes de información que de otra manera nos privarían del conocimiento de nuestro pasado; pero también era un hombre curioso y además de los archivos desarrolló un afán viajero que le llevó a visitar lugares y ruinas del término del obispado civitatense, que él menciona y describe de primera mano y nuevamente volvemos a encontrar en ello una importantísima fuente de información, puesto que muchos de esos lugares están a día de hoy desaparecidos, lo que da a sus descripciones un valor incalculable, pues cita lugares concretos, inscripciones epigráficas, referencias y descripciones de imágenes, etc… que nos dan cuenta de una existencia hoy desconocida.
De Sánchez Cabañas solo podemos decir que la ciudad entera con su actual y también con su antiguo término episcopal, está en deuda permanente por su contribución al conocimiento de su pasado, y los historiadores en concreto tenemos en él una fuente imprescindible de consulta para nuestro trabajo. Se puede decir que la historia de Ciudad Rodrigo y su obispado sería otra sin él, y con eso se dice todo.
Pero, ¿cuál fue su contribución a la causa? Se conocía desde el siglo XIX una historia suya, Historia de la muy noble y leal Ciudad Rodrigo…. que los cercanos a la materia conocemos como la edición Verdi por ser éste el editor que la publicó a mediados de ese siglo. Es un libro pequeño, escueto y adaptado, es decir, el editor le dio forma, grafía y texto del siglo XIX sobre un manuscrito (que se desconoce), de principios del siglo XVII, así que lo que leemos en él es una reescritura que en nada invalida el contenido de la misma.
Hace unos años el Centro de Estudios Mirobrigenses publicó otra, la Historia Civitatense, que incluye el texto íntegro y literal de un manuscrito suyo depositado en la biblioteca de la Universidad de Salamanca, pero que además es un tratado porque reconstruye la vida del autor hasta donde se ha podido llegar y analiza su obra cuya trascripción incluye. Es su obra cumbre pues en ella recoge todos los conocimientos acumulados por él durante décadas sobre la historia de la ciudad y de su obispado, aunque curiosamente no aparece el fuero que sí está en la edición Verdi. Con esta salvedad cabe decir que todo el que tenga curiosidad sobre el personaje y sobre la historia de Ciudad Rodrigo, debe consultar este trabajo muy meritorio del Departamento de Historia Medieval de la Universidad de Salamanca y en concreto de dos miembros, el malogrado Ángel Barrios e Iñaki Martín Viso y publicado por el CEM del que eran académicos.
Sin embargo la producción historiográfica de A. Sánchez Cabañas no termina ahí. Contra lo que pudiera parecer existe otra tercera historia, aun manuscrita, sobre la que he tenido la suerte de poder trabajar y que estoy preparando para su futura edición. Esta Historia de las antigüedades de Ciudad Rodrigo, que así lleva por título, se parece más a la edición Verdi que a la Historia Civitatense, sin ser ni la una ni a otra. No sabemos cuándo se escribió, pero incluye informaciones nuevas y una aportación muy relevante, una Historia de las Antigüedades de España, que Barrios y Martín Viso mencionan pero no conocen, que va cosida detrás acompañando a la de Ciudad Rodrigo, historia absolutamente fabulosa, como lo era en esa época acientífica, pero con datos interesante y muy entretenida de leer.
Esta historia aporta algunos datos de interés para cubrir algunas de las muchas lagunas existentes sobre la biografía del autor. Finalmente hay que decir que el manuscrito se encuentra incompleto y hay algunas hojas arrancadas; el original está en Madrid.
Voy ya terminando pero quiero prevenir al lector que las historias de Sánchez Cabañas están escritas según se entendía esta disciplina a comienzos del siglo XVII, que en nada tiene que ver con la historia que se hace en la actualidad. Dicho eso, debo añadir que hay que saber distinguir entre lo que es historia (hechos realmente acontecidos) y todo lo que hay de leyenda en sus trabajos, cosa lógica para la época pues las lagunas se solían cubrir con explicaciones ex maquina.