ENTREVISTA TOMÁS GODOY “MARLONDA”
“40 AÑOS DE PÓLVORA Y FUEGO” Tomás Godoy, más conocido por todos los ilicitanos/as como “Marlonda”, alberga en su espalda más de cuarenta años de historia, anécdotas, éxitos, sufrimientos, satisfacciones y miedos, resumidos en una única noche, la Nit de l`Albà. Este ilicitano “de pura cepa” como él mismo se define, se emociona desde el primer instante cuando se trata de hablar de la Mare de Déu, de cohetes y de pólvora. Responsable de encender la Palmera de la Virgen, en la noche del trece de agosto, ahora ya retirado recuerda esos más de cuarenta años con profundo respeto y un amor inmenso a nuestras tradiciones, a nuestras fiestas y a nuestra patrona. ¿Qué significa para usted la Nit de l´Albà? Bueno, para mí la Alborada siempre ha sido una cosa mía, que yo he vivido y que he llevado siempre, como si fuese mía, con mucho amor propio. Dispare yo o disparen otros la Palmera de la Virgen, en esa noche sigo teniendo el mismo amor propio por la Alborada. ¿Recuerdas esa primera vez que tuviste la oportunidad de dar vida a ese momento tan especial para todos los ilicitanos/as, como es el lanzamiento de la Palmera de la Virgen? Eso hay que estar arriba… (Entre lágrimas). Lo recuerdo con mucho miedo. Yo creo que ese primer año si me pinchan, no sangro, porque tenía mucho miedo, el mismo que tienes todos los años. Esa primera vez estaba asustado porque yo, una persona que empezó de repartidor en la pirotecnia con mi
moto-carro y así pasaban los años, de momento un año dijo el gerente que tenía 2 personas de baja y me dijo, “necesito que nos eches una mano”, y yo le contesté “mira a mí me gusta ver la Alborada en mi casa, con mi familia”. Ellos me lo pidieron solamente para ese año, el subir a encender la Palmera de la Virgen. Recuerdo esa
primera vez porque, como en tantas otras ocasiones después, me tocó ir a cuatro o cinco terrazas, desde la CAM de Reina Victoria, pasando por el banco Hispanoamericano, el banco Popular en la Corredera, la palmera de Martínez Valero… y todo eso corriendo por la calle de un sitio a otro… Accedí a ayudarles ese año y ahí empezó mi trayectoria. Llegó un año en que decidí retirarme, pero el Ayuntamiento me llamó y me pidió que estuviera. Si me llaman, yo voy… ¿Qué siente “Marlonda” en ese instante cuando son las doce de la noche del trece de agosto y todo se queda a oscuras y en silencio a la espera? Son cinco minutos que tienes que estar ahí y el corazón te va muy deprisa. En ese instante es pegarle fuego a la mecha y es como si te dieran un sedante que hace que el cuerpo ya
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