8*
MI MÁLAGA BELLA
~ Mi Málaga Bella ~
Por Juan M. Díaz Romero
Los Romanos
Se conoce como Conquista de Hispania al periodo histórico comprendido entre el desembarco romano en Ampurias (218 a. C.) y la conclusión de la conquista romana de la Península Ibérica por César Augusto (19 a. C.), así como a los hechos históricos que conforman dicho periodo.
Como potencia comercial en el Mediterráneo occidental, Cartago ampliaba sus intereses hasta la isla de Sicilia y el sur de Italia, lo que pronto resultó muy molesto para el incipiente poder que surgía desde Roma. Finalmente, este conflicto de intereses económicos desembocaron en las llamadas Guerras Púnicas, de las cuales la primera de ellas no terminó sino en un inestable armisticio, habiendo generado una animadversión entre ambas culturas que conduciría a la Segunda Guerra Púnica, la cual terminaría 12 años más tarde con el dominio efectivo de Roma sobre el levante y el sur peninsular. A pesar de haberse impuesto sobre la potencia rival del Mediterráneo, Roma todavía tardaría dos siglos en dominar por completo la Península Ibérica, ganándose con su política expansionista la enemistad de la práctica totalidad de los pueblos del interior. Tras años de cruentas guerras, los pueblos autóctonos de Hispania fueron finalmente aplastados por el rodillo militar y cultural romano, desapareciendo en este proceso de choque cultural, aunque no sin antes dejar el indeleble ejemplo de la resistencia feroz ante un enemigo muy superior. Desde 197 a. C. la parte de la Península Ibérica sometida a Roma quedó dividida en dos provincias: la Citerior, al Norte (la futura Tarraconense, con Tarraco por capital), y la Ulterior (al Sur), con capital en Córdoba. El gobierno de estas dos provincias correspondería a dos procónsules, llamados también pretores.Acueducto de Segovia.
Ya el mismo 197 a. C. la provincia Citerior fue escenario de la rebelión de los pueblos íberos e ilergetes. La provincia Ulterior, tras la rebelión de los turdetanos, escapó del control de Roma, muriendo su gobernador. Roma hubo de enviar en 195 a. C. al cónsul Marco Catón, quien cuando llegó a Hispania encontró toda la provincia Citerior en rebeldía, con las fuerzas romanas controlando sólo algunas ciudades fortificadas. Catón venció a los rebeldes en el verano de este mismo año y recobró la provincia. Actuó con decisión, venció a los sublevados y vendió a los cautivos como esclavos. Todos los indígenas de la provincia fueron desarmados. Catón regresó a Roma con un triunfo otorgado por el Senado y un enorme botín de guerra consistente en más de once mil kilos de plata, más de 600 kg de oro, 123.000 denarios y 540.000 monedas de plata, todo ello arrebatado a los pueblos hispánicos en sus acciones militares. Los romanos nos dejaron en la península ibérica un enorme legado de construcciones muy relevantes en todos los sentidos, las leyes actuales se rigen todavía de este legado de sabiduría, y casi todas las palabras romanas fueron adaptadas al castellano y siguen existiendo sus términos en la actualidad, construyeron cantidad de calzadas romanas por toda España, que son hoy los cimientos ocultos por el alquitrán y asfalto de las principales vías de hoy. En la pintura, construcción de una vía romana tal como se hizo en aquellos tiempos, y en los años 60 cuando se empedraba algunas calles de Málaga se empleo el mismo procedimiento.
J.M.D.R.
Puente romano en Córdoba.