Protos Un brindis por la Ribera mar 2020

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Tatiana Ciobu - Girnet

Un brindis por la ribera del Duero

EL VINO SE HACE GRANDE CUANDO SE COMPARTE.


© Todos los derechos reservados. Producción: Editorial MIC ISBN: 978-17-11726144


Prólogo El vino se hace grande cuando se comparte. El gran vino no es alimento sino celebración. Probablemente todos sabemos eso, pero en nuestra Europa occidental parece que lo olvidamos, hacemos del vino un compañero y un vehículo de los momentos convividos con otras gentes, pero es compañero callado, al que no reconocemos su protagonismo. Abrimos una botella, en el mejor de los casos brindamos una vez, y luego continuamos nuestra comida y nuestra charla bebiendo cada uno de su copa como bien le parece. No siempre fue así. Parece que las prisas y el pragmatismo nos hacen obviar el protocolo, la conveniencia de recordar el valor del vino. Hacemos como esas parejas que no se dicen que se aman en años porque ya se sabe que se aman. Cuando se va hacia Oriente, la cultura se mantiene más fina, menos apresurada. El vino se bebe en compañía y para celebrar esa compañía, como nosotros, pero ademá se recuerda a cada momento. No se bebe sin brindar, y cada brindis

debe ir acompañado de una expresión que recuerde el valor de ese momento compartido. Es bella cosa que aquél que te ama también te diga que te ama. No hace daño y da mucho bien. Mi apreciada Tatiana es experta de España y de los vinos españoles, nos conoce bien. Pero no pierde por ello su esencia cultural, y sabe recordarnos que la magia del vino no está solamente en sus aromas y sabores, ni tampoco en sus orígenes y hacedores, sino que se realiza en plenitud cuando se bebe, cuando es la excusa para compartir. Tatiana nos escribe sobre el brindis, el momento último en que el vino alcanza su destino más noble. Me parece bello. Me atrevo a decir que esa copa que bebimos sin recordar en voz alta, mirando a la cara a nuestros convivios, para que la bebimos, es copa que vale menos. Con un poco de suerte, Tatiana, convencerás a algunos lectores que uno no sabe de vino si no sabe brindarlo, ofrecerlo, compartirlo. A mí ya me tienes convencido. Pedro Ballesteros Primer Máster of Wine español



Situada en la comunidad autónoma de Castilla y León, la denominación de origen Ribera del Duero abarca unos 100 núcleos de población extendidos a lo largo de una franja vitícola de unos 115 kms de longitud, que alcanza 35 kms de anchura en su parte más extensa y sólo 6 kms en las zonas más cerradas, ocupando alrededor de 3.000 km² de las provincias de Burgos, Valladolid, Soria y algo de la provincia de Segovia.



Índice Brindis 11 Presentación la cata vertical

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Diviértete así

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En el Cáucaso

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Sentimientos humanos

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Queridas mujeres

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Todo y nada

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¡ Por lo mejor !

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La Musa – Miss Perfección

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El enigma de la belleza femenina

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Somos amigos

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Querido amigo, compañero

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El creador

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Parábola sobre Alejandro Magno

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Amor y la amistad

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Viaje a la bodega más grande del mundo 29 La Casa y la Felicidad

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El Amor de la Mujer Joven

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Parábola sobre la Pobreza y la Riqueza

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El maestro

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Tres invitadas

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El Primer Ángel

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Bibliografía

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Agradecimientos

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rigen del brindis Un brindis por la vida. ¿Os habéis preguntado alguna vez cuál es el origen del brindis y si éste formaba parte de algún ritual especial? En la Antigua Grecia era habitual que los hombres que se marchaban a la guerra derramasen vino sobre el altar o la tierra como ofrenda a los dioses antes de partir hacia la batalla. Aunque lo recordamos más en época de los romanos, los griegos fueron los primeros que llevaron a la práctica el brindis. Cuando se celebraba un gran banquete, los anfitriones alzaban sus copas y bebían ellos primero para demostrar así a sus comensales que el vino no contenía veneno alguno, práctica habitual por aquellos tiempos para asesinar al enemigo. Después se procedía a hacer el gesto del brindis, chocando unas copas con otras, lo que hacía que el vino de unas se mezclara con el de las otras, otra muestra más de que el vino no estaba envenenado, pues al final todos terminaban bebiendo el mismo líquido sellando así la amistad y confianza entre todos ellos. Sin embargo, hay otra versión sobre el gesto del brindis. Esta lo sitúa en el siglo XVI, cuando en 1.527 el ejército alemán de Carlos V entra en Roma y se alza con la ciudad. Para conmemorar esta victoria, se cuenta que los militares germanos llenaron sus copas de vino, las alzaron al frente de Carlos V y pronunciaron la frase “bring dir’s” – en castellano, yo te la ofrezco, celebrando la batalla ganada. De este modo, este ritual ha llegado hasta nuestros días popularizándose en cualquier encuentro, almuerzo o cena, como demostración de fraternidad entre todos los que brindan con sus copas. Ahora se suelen alzar las copas al centro, decir unas palabras que justifiquen el brindis, chocarlas entre sí y beber. ¡Así que brindemos! Como dicen en nuestra tierra: Para arriba, para abajo, para el centro, ¡y para dentro! Y ojo, que los supersticiosos aseguran que trae mala suerte brindar con agua…

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Presentación

La cata vertical Saber beber es saber vivir, dicen los franceses. Quería compartir con todos ustedes este tramo de mi camino en el que pongo fin a una bellísima etapa de mi vida y empiezo otra. Ha sido como una cata vertical de casi 20 años. Es algo tan fascinante como mi primera cata del Tokay por el Danubio, en el barco, viendo el Budapest nocturno, o cuando uno distrae las horas sentado en una mesa y comienza con un vino del año 68, luego continúa con otro del 77 y así hasta llegar a nuestros días. ¡Qué cosas! Algo así ocurrió el día que hicimos la primera cata vertical en Georgia, rodeada de amigos, ver los kveri, los viñedos, ver la pasión de todas aquellas personas implicadas en este mundo, a las cuales no les importaba hacer kilómetros, pasar horas en los aeropuertos, dormir en los aviones, pero estar ahí, sentir la magia. Siempre he vivido en tierra de buenos vinos, rodeada de viñedos que varían de color en cada estación del año. Y sin saber por qué, me vengo a una de las zonas con los vinos más afamados de España, a la milla de Oro. Cosas del destino. Vengo de Moldavia, tierra de gladiadores y donde está la bodega más grande del mundo. Se llama “Mileștii Mici”, situada en las cercanías de Chisinau, la capital de Moldavia. Allí se almacenan más de dos millones de botellas. Es una antigua cantera de piedra caliza realizada hace varios siglos. Se trata de una bodega con un subterráneo de 200 kilómetros, de los cuales 55 están en uso. La reina Isabel de Inglaterra, conoce bien nuestros vinos, le encantan. ¡Y de momento es la reina más longeva! Mi infancia ha estado rodeada de viñedos de más de 50–80 años, mis abuelos, mis padres, toda mi familia ha hecho vino durante su vida. Para el consumo propio, para los amigos, para las fiestas. De pequeña me tocaba ir con la garrafa a buscar el vino a la bodega, abría el grifo y esperaba hasta que

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se llenaba. Ahora se llama decantador y antes todos tenían una garrafa de cristal o de barro. Me gustaba el olor y, sobre todo, cuando mi padre me daba a probar el mosto, cuando picaba en la lengua. Todavía veo el color y percibo aquel aroma a ciruela, higos, frutos del bosque, arándanos, moras. Un rojo intenso, color granate. La vendimia y la elaboración eran un reencuentro con toda la familia. Durante la vendimia en Moldavia, por supuesto siempre manual, los hombres traían y prensaban la uva, las mujeres cocinaban. Luego se hacía una gran mesa, se hablaba, se reía, se contaban cosas, chistes. Se comían productos típicos: bors, sarmale, placinte1. De igual manera se hacían las casas, se reunía toda la familia, se hacían los ladrillos de adobe y participaban todos. Después una fiesta, comida, buen vino, se hacían muchas bromas. Y por supuesto no hay mesa sin un brindis, sin un deseo, sin un cuento o algo para celebrar o agradecer la hospitalidad y el esfuerzo de los anfitriones, de la gente que ha vendimiado, que ha preparado los platos y la mesa, que ha mimado cada detalle. Me gusta mucho esta tradición. Espero que no se pierda. Quizás sea por esta mezcla de las tres culturas que llevamos en la sangre: la griega, la turca y la eslava. Durante los años de estudio en la Universidad de Chisinau, dos meses, septiembre y octubre, los pasábamos en el campo recogiendo uvas, hasta que se nos congelaban las manos, pero había que apoyar al Estado, formábamos parte de la URSS y estábamos construyendo el comunismo. Septiembre era algo especial, y cuando llegué a España, me faltaba aquel septiembre, aquella agitación y magia, me faltaban las viñas, la agitación y las risas durante la vendimia, el primer mosto. Hasta que volví a mi mundo. Tardé casi 20 años. Esta pasión por ver y sentir cómo se hace este elixir de los dioses, volver a recoger la uva, pisarla, tocarla, catar el primer mosto. Lo importante es volver, no importa si es tarde.

Platos típicos de Moldavia parecidos a empanada, sopa con carne y repollo, rollitos de parra rellenos de carne y arroz, platos que no faltan en ninguna fiesta.

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Mi primera cata por el Danubio, mi primera bodega, la primera feria, la primera experiencia, presentar la actividad “Enólogo por un día” en el stand de Castilla y León. Tenía nervios y muchos… Llegué a pensar... ¿quién soy yo para hacer esto, si cualquiera podría hacerlo mejor que yo…? Hasta hoy me acuerdo. Un compañero, Martín, me preguntó: ¿Qué vas a presentar? –Le dije: La actividad “Enólogo por un día” y es la primera vez, tengo muchos nervios. –Lo vas a hacer muy bien –me dijo. Así fue. Salí eufórica. La gente se iba feliz, es lo que más me gusta, ver a la gente cómo disfruta y que se vaya radiante después de cada visita. Me pasa lo mismo hoy día, mirar la cara de la gente, sentir la felicidad y el agradecimiento en sus miradas, me emociona y me reconforta. También me acordé de las palabras de mi amiga, Sonia, la gallega: “¡Éste es tu mundo Tati!”. Me acordé de todos, de todos los otoños en la vendimia, de mi tierra llena de viñedos de mi casa rodeada de hermosas viñas. Es curioso, el primer borrador de mi pequeña obra lo he impreso en septiembre, justo con la vendimia, así que es de la añada 2019, intensa y potente. Yo creo que es realmente la piel... la piel de la uva que me hace ser quien soy. ¿Sabéis cuál es el mejor vino? El que se comparte. Yo os invito a empezar a catar... estos brindis juntos. ¡Salud!

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¡Diviértete así! ¡Diviértete así, como si nadie te estuviera viendo! ¡Ten amigos, como si nadie te hubiera traicionado nunca! ¡Ama, como si nadie y nunca te hubiera hecho daño! ¡Vive, como si de repente en la tierra hubiera llegado el paraíso! ¡Levántate por la mañana, sonríe a este mundo y entonces el mundo sin falta te va a sonreír a ti! ¡Por nosotros!

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En el Cáucaso En el Cáucaso existe una creencia. El tiempo que tú estés con tus amigos sentado en una mesa, Dios no lo computa, no lo va a tener en cuenta como tu edad. Por eso, propongo un brindis, ¡por nuestros encuentros, por todos nosotros, queridos amigos y por nuestra juventud!

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Sentimientos humanos Existe una leyenda… Hace mucho, mucho tiempo, en una isla, vivían los sentimientos. Un día la isla comenzó a hundirse en el océano. Los primeros que montaron en el barco fueron el Miedo y la Prudencia, y detrás de ellos, otros barcos comenzaron a izar sus velas. Solamente el Amor no tenía barco para marcharse. Se acercó al barco de la Avaricia, pero ella le contestó: –En mi barco hay tantas joyas y oro que tú ya no tienes sitio. Del barco de la Tristeza se oyó una voz que le dijo: –Perdona Amor, estoy tan triste hoy, que quiero estar sola. –Vas a romper la armonía de mi alma –le contestó el Orgullo. En el barco de la Alegría, la música estaba tan alta que sus palabras nadie las oyó. El Amor ya estaba desesperado, pero de repente se oyó una voz. –Siéntate en mi barco, te llevo yo –EL Amor se dio la vuelta y vio a un hombre mayor y con muchas canas. Cuando ya llegaron a la orilla y bajó del barco, el Amor se dio cuenta de que no le preguntó su nombre y no le agradeció. Entonces le preguntó a la Sabiduría: –¿Quién era? La Sabiduría le miró un largo rato y luego miró también al barco que se alejaba, y contestó: –Era el Tiempo. –Pero... ¿Por qué me salvó? –preguntó de nuevo el Amor. –Te salvó porque solamente el Tiempo entiende qué significa para nosotros el AMOR.

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Queridas mujeres Si usted hubiera vivido en el siglo XIII, todas las victorias de los torneos de caballería habrían sido dedicadas a usted. En el siglo XIV el insuperable Dante Alighieri habría dedicado los versos de la DIVINA COMEDIA especialmente a usted: “Aquella que mueve el sol y las estrellas”. No hay duda de que usted habría inspirado a los artistas del renacimiento del siglo XV o de que habría sonreído enigmáticamente en una imagen del gran Leonardo da Vinci en el siglo XVI. En el siglo XVII los hombres habrían dado todo para recoger su pañuelo de batista caído durante el baile del vals o de la mazurca. Si hubiera sido una mujer del siglo XVIII, los más grandes poetas de la época le habrían dedicado a usted las estrofas, los poemas, las baladas y las elegías. En el siglo XIX el genio de Beethoven habría dedicado su fa mosa sonata CLARO DE LUNA especialmente a usted, y no a Giulietta Guicciardi. Usted ha sido regalada al mundo por el siglo XX. ¿Qué podría hacer un hombre del siglo XXI por usted? Nombrar una estrella en el cielo o un pico de la montaña en la Tierra en honor a usted, pero además puede, como en otros tiempos, arrodillarse y rezar por usted: -¡Eres la mujer más perfecta del mundo!

¡Y esta es la plegaria más maravillosa de cualquier siglo! ¡Por las queridas mujeres!

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Todo y Nada Querido amigo, ¡Te deseo dos cosas en la vida! Todo… Y Nada. Todo lo que tú deseas y Nada que te pueda ofender

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¡Por lo mejor!

No bebas agua, si tienes la posibilidad de tomar vino. No bebas vino si tienes la posibilidad de tomar un buen vino. No bebas un buen vino si tienes la posibilidad de tomar un muy buen vino. Y lo más importante: brindo y alzo mi copa para que todos los presentes tengan la posibilidad de tomar y disfrutar de este vino. Brindemos por el equilibrio y la elegancia de este vino.

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La Musa A mí me parece que las letras de amor más maravillosas han sido escritas por la escritora rusa Ana Gorenko. Pero todo el mundo la conoce por el seudónimo Anna Achmatova. Las novelas de glamur más notables los ha escrito Aurore-Lucille Dupin, conocida por su seudónimo George Sand. Los mejores papeles en el cine han sido interpretados por Norma Jeane Baker, más conocida por su nombre artístico Marilyn Monroe. Hoy levanto mi copa por una mujer, que está aquí presente y que se esconde bajo el seudónimo de “Miss perfección”. ¡Por nuestra hermosa y maravillosa...! Cuando en la noche oscura espero su llegada, Se me antoja que todo pende de un hilo. ¿Qué valen los honores, la libertad incluso, cuando ella acude presta y toca el caramillo? Mira, ¡ahí viene! Ella se echa a un lado el velo. Y se me queda mirando larga y fijamente. Yo digo: “¿Has sido tú la que le dictó a Dante las páginas sobre el infierno?” Y ella responde: “Yo soy aquella”.

(Anna Achmatova)

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El enigma de la belleza femenina Muchas mentes de la humanidad, desde Platón hasta Michelangelo, desde Sócrates hasta Petrarca, desde Rafael hasta William Shakespeare, lucharon por contestar a la pregunta: ¿en qué consiste o cuál es el enigma de la belleza femenina? Se esconde quizás en la sonrisa de Mona Lisa o quizás en las irrepetibles únicas y divinas curvas de Venus de Milo, o quizás o en su mirada inocente y triste, en la belleza de su semblante celestial; ¿o en la humildad y el sufrimiento de los ojos de La Madonna Sixtina? Pero, aunque el hombre ha volado a las estrellas, aunque esté adivinando los misterios y las profundidades del universo, a esa pregunta los hombres todavía no saben contestar. Alzo mi copa por el enorme, sagrado y no adivinado enigma. ¡Por el eterno enigma de la belleza femenina!

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Somos amigos Esto no es un cuento, sino un incidente real, contado por mi amigo, un médico sueco, Olaf Nilson, quien estaba en Vietnam como miembro de la Cruz Roja durante la guerra. No se sabe dónde apuntaban los morteros, pero los proyectiles estadounidenses alcanzaron el orfanato de un pequeño pueblo, del cual se encargaba un grupo de misioneros. Todos los misioneros y dos niños murieron de inmediato. Además, varios niños resultaron heridos, entre ellos una niña de ocho años. Los aldeanos pidieron ayuda médica a un pueblo vecino donde había un contacto por radio con la Cruz Roja. Por fin llegaron el médico Olaf y la enfermera. Afirmaron que el estado de la chica era crítico. Si no se tomaban medidas urgentes ella moriría del shock y por pérdida de sangre. Para la transfusión de sangre se necesitaba urgentemente un donante con el mismo grupo de sangre que la niña. Después de un análisis rápido el médico descubrió que ninguno de los adultos era apropiado, pero algunos huérfanos, que no habían resultado heridos, tenían el grupo sanguíneo necesario. El médico Olaf hablaba el idioma vietnamita mezclado con inglés y la enfermera sabía un poco de francés. Hablando con esta mezcla de idiomas, ayudándose con gestos, trataron de explicar a los niños asustados que, si ellos no donaban su sangre, la niña sin duda moriría. Entonces preguntaron quién quería ayudar. En lugar de responder, los niños abrieron sus ojos y quedaron en silencio. Hubo varios momentos tensos, hasta que, por fin, se levantó una pequeña mano temblorosa, luego la bajó rápidamente y la levantó de nuevo. -Gracias -dijo la enfermera en francés- ¿Cómo te llamas? -Jan -contestó el chico. Rápidamente le pusieron a Jan en el sillón, le aplicaron el alcohol a la mano y le colocaron la aguja en la vena. Durante

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este procedimiento Jan se quedó quieto, en silencio. Pero, un momento después, sollozó abruptamente cubriéndose rápidamente la cara con la mano libre. –¿Te duele, Jan? –preguntó el médico. Jan sacudió la cabeza, pero después de unos segundos sollozó de nuevo y otra vez trató de contener su llanto. El médico preguntó otra vez si le dolía, pero Jan de nuevo negó con la cabeza. Pronto los sollozos poco frecuentes se transformaron en un constante llanto silencioso. El chico cerró los ojos y puso su puño en la boca para contener el llanto. El médico empezó a preocuparse, algo estaba mal. En este momento apareció la enfermera local a tiempo para ayudar. Cuando vio al niño llorando, rápidamente le preguntó algo en el idioma vietnamita, lo escuchó y le respondió para calmarle. En el mismo momento el niño dejó de llorar y miró inquisitivamente a la vietnamita. Ella le asintió con la cabeza y la expresión de alivio apareció en su cara. Levantando los ojos, la enfermera dijo en voz baja a los suecos: –El niño pensó que iba a morir, no le entendió, pensaba que usted le había pedido que diera toda su sangre para que la niña pudiera vivir. –Pero, ¿por qué accedió a eso? –preguntó el médico. La vietnamita repitió la pregunta al niño y él solo dijo: –Pero... si somos amigos...

Ahora, cuando alguien habla sobre la amistad, no me recuerda las fiestas alegres, cuando los hombres se juran lealtad eterna con la tercera copa, me recuerda mas bien la diminuta mano temblorosa del chico vietnamita dispuesto a dar su pequeña vida por la gran sensación cuyo nombre es: ¡AMISTAD!

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¡Querido amigo, compañero, cumpleañero! Como escribió el escritor americano Edward Bock: “La verdadera vida del hombre empieza a los 50 años. A estos años el hombre posee lo que realmente son los verdaderos logros, adquiere aquello que puede dar a los demás. Él sabe algo que se puede enseñar, borra allí donde se puede construir”. Brindemos y alzo esta copa por la verdadera vida en la que entra hoy nuestro amigo. Por cierto, en su 80 cumpleaños a Winston Churchill se le acercó un periodista y le preguntó: -Tendré el permiso de sacarle una foto cuando Ud. cumpla 100 años? A lo que Winston Churchill- le contestó: - En este caso joven, Ud. tendrá que cuidar mucho de su salud durante estos 20 años. ¡Quiero decirte... que estoy dispuesta a cuidar mucho de mi salud durante estos 50 años, para tener la posibilidad de poder felicitarte en tu centenario! ¡Feliz Cumpleaños Amigo!

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Parábola - en la tienda de Dios - el Creador En la tienda donde el vendedor era el mismo Creador, ha entrado un hombre y preguntó qué se vendía o se podía comprar en la tienda. -Todo - contestaron. -El hombre se alegró muchísimo. -Entonces póngame por favor Salud, Felicidad, Bienestar, Amor, Éxito y Riquezas. -Un momento - le contestó el Creador y desapareció. En breve regresó con una pequeña caja. -¿Qué...? ¿Está todo aquí? - se asombró el hombre. -¿Pero acaso tu no sabías que yo solamente vendo semillas? - le sonrió el Creador. Siembra las mejores semillas , con mimo y amor y haz brotar lo mejor de ti. ¡Brindemos para que logremos sacar la mejor versión de cada uno de nosotros!

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Parábola sobre Alejandro Magno Alejandro Magno2, el rey de Macedonia, se puso gravemente enfermo durante una de sus caminatas. Tenía un amigo que era médico. Sólo en él confiaba Alejandro y cada noche tomaba una copa de vino después del paseo. Una vez el comandante recibió una nota, la cual decía que el médico quería envenenarlo. Por la noche, sin decir nada, con una mano le dio a su amigo la nota, y con la otra tomó la copa y bebió todo… –Oh, Alejandro, gran rey –exclamó el médico después de leer la nota. –Tal cosa terrible está escrita aquí, ¿cómo pudiste tomarte la copa? A lo que Alejandro Magno respondió: –Mejor morir que dudar de tus amigos.

¡Así que vamos a beber por el hecho de que no daríamos a los amigos una razón para dudar de nuestra amistad!

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Rey de Macedonia, Hegemón de Grecia, Faraón de Egipto, Gran rey de Media y Persia.

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El Amor y la Amistad Se encontraron el Amor y la Amistad un día. El Amor preguntó a la Amistad: ¿Por qué en el mundo existes tú si me tienen a mí? La amistad contestó: Para dejar una sonrisa allí donde tú dejas lágrimas. Brindemos entonces, ¿por el Amor o por la Amistad?

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Viaje a la bodega más grande del mundo La ciudad subterránea. La bodega Cricova se halla a 80 metros de profundidad. Para ver la bodega se entra en coche, es un laberinto de 120 kilómetros de longitud, tiene capacidad para 350 millones de litros. Las calles llevan los nombres de las variedades de uva: pinotnoir, feteasca, cabernet… Es una antigua cantera de piedra caliza que sirvió para la construcción de la capital, la ciudad de Chisinau. No en vano se le llama cariñosamente “el pequeño París”. Moldavia es un país ideal para la viticultura, se encuentra en el mismo paralelo que la famosa región vinícola de Borgoña (Francia). Fueron los griegos los que introdujeron la vid en la zona en el año 300 antes de nuestra era. En la bodega hay varios salones de degustación. El mayor se llama Presidencial, tiene una mesa de roble macizo y 65 sillas a juego. En la era soviética, se utilizaba para banquetes oficiales. Hoy en día también se celebran algunos actos. Está también el salón de banquetes “Mar Sarmático”. Su mayor atractivo es el techo, donde se ven claramente fósiles de crustáceos y otras especies acuáticas. Moldavia ocupó antaño el fondo del mar Sarmático. Otro salón es el salón “Yuri Gagarin”, en honor al primer cosmonauta soviético que voló al cosmos. En su carta de agradecimiento, Yuri Gagarin escribió: “tardé menos en volar al cosmos que en salir de la bodega, incluso hasta el más exigente entendido de vinos encontraría en Cricova un vino de su agrado”. En tiempos de la URSS, los espumosos se denominaban “champán soviético”, y pocos sabían que se elaboraban en Moldavia. La bodega alberga más de un millón de botellas de vino de reserva.

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La Casa Y La Felicidad Una vez la Felicidad entró en una casa que estaba al lado de un bosque. En la casa estaba encendida la chimenea, al lado jugaban los niños. El dueño de la casa estaba sentado en una gran butaca de cuero. Al lado, su esposa estaba cosiendo, cubierta por una manta de lana. A la Felicidad le gustó tanto esta escena idílica, que se dirigió al hombre: –Quiero cumplir cualquier deseo tuyo –le dijo la Felicidad. El hombre lo pensó un poco y contestó: –Te lo agradezco Felicidad, pero no necesito nada. Entonces, la Felicidad se dirigió a la mujer: –Y tú, ¿qué es lo que quieres? –Ella miró a su marido, al hombre que quería, a los niños que estaban jugando a sus pies, percibió el ambiente confortable y tranquilo que reinaba en su casa y contestó: –Gracias Felicidad, pero yo, ya lo tengo todo. A los niños la Felicidad no les preguntó nada, ya estaba todo claro. Ya estaba a punto de salir, pero justo en la puerta la Felicidad se dio la vuelta, miró la casa llena de Calor, Amor y Armonía y dijo: – Permítanme que me quede para siempre en vuestra casa. –¡Brindemos por la Felicidad!

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El amor de la mujer joven El amor de la mujer joven es como un vino joven, ligero y seductor, embriagador, con colores vivos y brillantes, con aromas florales – rosa y jazmín, o aromas frutales como fresa, frambuesa o piña. El amor de una mujer madura es como un gran reserva: Potente y carnoso, sedoso e intenso, con un buque increíble donde se percibe la grosella y la cereza bien madura, embriagador y fascinante, con una gran variedad de matices. ¡Todas las mujeres son maravillosas! ¡Brindemos por todas estas maravillosas mujeres!

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Parábola sobre la Pobreza y la Riqueza Una vez vinieron a casa de un hombre la Riqueza y la Pobreza y le preguntaron: – Dinos, ¿quién de nosotras es más guapa? El hombre se asustó y pensó: “Si voy a decir que la Pobreza es más guapa, la Riqueza se va a enfadar y se marchará, y si digo que la Riqueza está genial, la Pobreza se va a enfadar conmigo y me atormentará. El hombre lo pensó un poco y luego dijo: –Cuando estáis así quietas, no puedo decidir. Pasead de un lado a otro. Empezaron la Pobreza y la Riquezaa pasear acá y allá. El hombre las examinó un rato a ambas y luego dijo: – Tú Pobreza, estás muy guapa de espaldas, cuando te marchas. Pero, tú Riqueza, simplemente eres maravillosa cuando llegas. ¡Brindemos pues amigos, por este extraordinario momento, cuando llega la Riqueza!

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El maestro Una vez que visité al gran profesor de artes marciales orientales observé cómo un alumno europeo le preguntó: –Maestro, soy campeón en boxeo francés. -¿Qué más podría enseñarme Ud.? El viejo maestro se quedó callado un rato, luego sonrió y le dijo: –Imagínate que, al pasear por la ciudad, accidentalmente deambulas por las calles donde te esperan varios matones, que sueñan con robarte y romperte las costillas. Pues mira, yo te guiaré para que tú aprendas a no pasear por estas calles. ¡Brindemos por la maestría de nuestro jefe, el que nos enseña a esquivar las calles peligrosas!

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Tres invitadas En una encrucijada, al lado del bosque en una casa, vivía el guardabosque, con su mujer y su hija. Un día alguien llamó a la puerta. La mujer la abrió. En el portal vio a tres damas, cubiertas sus caras con un velo. –Nosotras –dijo una de ellas–, somos la Buena Suerte, la Riqueza y el Amor. Vosotros solamente podréis dejar pasar en vuestra casa a una de nosotras. –Decidid vosotros a quién vais a dejar pasar. La mujer volvió a entrar en casa y contó todo a su marido y a la hija. –Yo –dijo la mujer–, dejaría entrar en casa a la Buena Suerte. Gracias a ella nuestros asuntos cambiarían a mejor, y nos iría bien. –No –dijo el guardabosques–, tendríamos que esperar demasiado, hasta que todo se arregle. Estamos atravesando momentos difíciles, vamos a invitar mejor a la Riqueza –ella va a resolver todos nuestros problemas–. –Por favor –imploró la hija–, dejemos que pase al Amor. Llevo tanto tiempo queriendo conocerla... La madre y el padre se reunieron y decidieron hacer caso a la hija. La mujer del forestal abrió la puerta y declaró a las damas la decisión de ellos. –Hemos elegido al Amor –dijo ella. El Amor entró por la puerta. Pero, detrás de ella, cogidas de la mano entraron la Riqueza y la Buena Suerte. –¡Brindemos por el Amor que tiene el poder de traer consigo tanto a la Riqueza como a la Buena Suerte!

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El primer Ángel Antes de su nacimiento el niño preguntó al Creador. –No sé por qué voy a este mundo. -¿Qué debo hacer? El Señor le contestó: –Te voy a regalar un Ángel, él siempre a va estar a tu lado y te lo va a explicar todo. –Pero, ¿cómo le voy a entender? Yo no sé hablar su idioma. –El Ángel te va enseñar su idioma. Él va a cuidar de ti, y va a protegerte de todos los problemas. –¿Cómo voy a vivir en este mundo nuevo y desconocido? –Tu Ángel te guiará y te lo dirá todo. –Y, ¿cómo se llama mi Ángel? –Tu Ángel tiene muchos nombres. Pero tú, lo vas a llamar “Mamá”. ¡Por el Ángel divino! ¡Por la madre!

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La Novia

Esta historia sucedió en Hamburgo. A principio del s.XIX un joven de 17 años estaba enamorado de una bella joven. Pero la suerte quiso que ella prefiriera a otro, rico, noble y respetable. El joven era pianista y compositor. Se acercaba la fecha del enlace. De repente el joven recibe la invitación a la ceremonia matrimonial de la joven que amaba, pero, en calidad de invitado. Por supuesto que él estaba afligido por la elección de ella. Pero, queriéndola más que la vida, no quiso impedir su felicidad y decidió hacerle un regalo, y que fuera como un recuerdo de él y de su amor hacia ella. Mirando la humilde habitación que alquilaba –convenciéndose una vez más que solamente tenía en ella un viejo piano, el joven decidió regalar a su amada una composición musical, que simbolizara todo su Amor, Pasión así como su Dolor. Plasmó en ella el Alma entero y la Armonía de sus sentimientos. Y el amor creó el Milagro. La música que creó fue un hermoso regalo, y no solamente para la joven, sino también para todas las mujeres que visten de blanco. Por cierto, el joven se llamaba Félix y su apellido era Mendelson. Brindemos... ¡Por el Amor!

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Bibliografía П. Дуганов: Степ от Дуганова. Кишинёв, 2015

Este libro fue terminado en septiembre 2019 cuando terminó la vendimia.

Agradecimientos: A mis padres por su Amor. A Sergio y Valeria por su amor y su apoyo incondicional, a Irene por su sonrisa. A Sonia y Martín por su apoyo. A Yulia y Almudena por contagiarme otra vez de su magia y acelerar mi vuelta a este mundo, a Misa por sus maravillosos platos. A los compañeros del viaje a Georgia. A Pedro por su pasión, apoyo y rapidez. Muchas gracias.

98valladolid@gmail.com Agradezco mucho las críticas, las positivas, y sobre todo las negativas–constructivas, que nos ayudan a mejorar.

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Tatiana Ciobu Girnet Doctora en Lingüística Española por la Universidad de Valladolid (2003). Finaliza su Licenciatura en Filología Hispánica y Francesa en la Universidad de Estado “V.I. Lenin” de Chisinau (Moldavia), donde trabajó como profesora de español, en la misma cátedra donde finalizó sus estudios. En el año 2000 viaja a España para finalizar su tesis doctoral. Licenciada en Traducción e interpretación, finaliza también el Máster Universitario en Turismo (Valladolid, 2004). Su infancia la pasó entre los viñedos familiares. Tras 20 años dedicados a su familia y a los idiomas vuelve a su origen. Actualmente es guía oficial de Castilla y León, especialidad enoturismo. Vive en Valladolid, y trabaja en el departamento de Enoturismo de bodegas “PROTOS”, en el pleno corazón de la milla de oro.

De la misma autora son las siguientes publicaciones : “Interacción comunicativa y debate político”- Congreso Internacional de Lingüística. Lugo. (España). 2001 “Sustitutos emotivos: eufemismos en español y rumano”-XXIII Congreso Internacional de Lingüística y Filología Románica. Salamanca. 2001 “Intrebari care nu intreaba in structura discursului politic”- Anale Stiintifice, Chisinau.


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