El enigma de la belleza femenina Muchas mentes de la humanidad, desde Platón hasta Michelangelo, desde Sócrates hasta Petrarca, desde Rafael hasta William Shakespeare, lucharon por contestar a la pregunta: ¿en qué consiste o cuál es el enigma de la belleza femenina? Se esconde quizás en la sonrisa de Mona Lisa o quizás en las irrepetibles únicas y divinas curvas de Venus de Milo, o quizás o en su mirada inocente y triste, en la belleza de su semblante celestial; ¿o en la humildad y el sufrimiento de los ojos de La Madonna Sixtina? Pero, aunque el hombre ha volado a las estrellas, aunque esté adivinando los misterios y las profundidades del universo, a esa pregunta los hombres todavía no saben contestar. Alzo mi copa por el enorme, sagrado y no adivinado enigma. ¡Por el eterno enigma de la belleza femenina!
22