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cualquier crisis: también, el COVID-19
LA COMUNICACIÓN, IMPRESCINDIBLE PARA AFRONTAR CON GARANTÍAS CUALQUIER CRISIS: TAMBIÉN, EL COVID-19
Jamás hubiésemos pensado que las consecuencias que traería la pandemia por COVID-19, como el confinamiento domiciliario, la casi paralización de la economía o las medidas de protección sanitaria y distanciamiento social, provocarían unos cambios tan relevantes y novedosos; y en tan corto período de tiempo, en nuestra forma de aprender, de trabajar, de disfrutar el ocio e incluso de relacionarnos.
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Estos cambios también han afectado, y mucho, al trabajo y la gestión que se realiza en las administraciones públicas. Tanto al trabajo interno como al que afecta directamente a los ciudadanos, especialmente a la comunicación y la atención presencial. El Ayuntamiento de Totana no ha estado al margen de este contexto mundial, como no podría ser de otra manera.
Nos hemos enfrentando a la mayor disrupción en las administraciones públicas en décadas, y en la práctica ha supuesto la implantación e impulso definitivo de la administración electrónica y de las nuevas formas de comunicarnos y relacionarnos.
La comunicación con los ciudadanos fue siempre imprescindible para afrontar con garantías cualquier situación de crisis en nuestro entorno, haciéndolo de forma transparente, cercana y con vocación de servicio público.
La información es un derecho constitucional en cualquier democracia; y desde el comienzo se presentó como una actividad esencial en esta crisis social y sanitaria por el COVID-19. El coronavirus también se frenó intentando combatir la desinformación (bulos y fakenews); con una comunicación veraz, profesional, rigurosa y comprometida con la salud pública y con exclusiva vocación de servicio público y al servicio del interés común general.
Los medios de comunicación fueron uno de los sectores esenciales cuando entraron en vigor las restricciones a la actividad no esencial para tratar de contener la expansión del coronavirus, al mismo nivel que los profesionales de la cadena de abastecimiento y los centros de producción de bienes y servicios de primera ne-
cesidad, personal sanitario y de emergencias, transportistas, repartidores o cajeros de supermercado…
Fueron canales indispensables y correas de transmisión de las fuentes oficiales, actuando con respeto a los derechos individuales de las personas y de los protagonistas que estuvieron en primera línea en la lucha contra la pandemia.
En esta crisis, el municipio ha demostrado ser una entidad relacional, una organización siempre en contacto con la ciudadanía en momentos tan complicados, comunicando permanentemente por el bien común y el interés general.
La administración más cercana a los ciudadanos, el ayuntamiento, ha sido protagonista y fuente de acción de lo que motivaba a los usuarios y ciudadanos en un momento confuso de tormenta de mensajes e ideas llegados desde diferentes fuentes, medios y administraciones. Muchas veces de forma desordenada y confusa.
El liderazgo del ayuntamiento en este complicado contexto comunicativo intentó promover una mayor cercanía y un horizonte seguro de esperanza en la siempre compleja relación administración-administrados.
La comunicación local se planteó, en las primeras semanas y meses de la crisis por la pandemia, en una estrategia de proximidad puesta al servicio de los intereses de la comunidad. En ese sentido, los medios cercanos fueron considerados como mecanismos perfectos para conocer acerca de las restricciones, medidas y evolución de la pandemia en este municipio.
El Ayuntamiento de Totana trabajó para ser protagonista en virtud de una serie de pautas de comportamiento institucional y comunicativo de sus responsables que debían de ser referencia nítida sobre el modo de proceder en el comienzo de la crisis y en los meses sucesivos.
Pasadas las primeras semanas de confinamiento, los vecinos no solo necesitaron recibir información sino también comunicar sus experiencias, vivencias y sensaciones en una coyuntura tan extraordinaria como inusual para muchas generaciones de ciudadanos. Para lo que se abrieron canales de comunicación. Las condiciones de excepción de esta coyuntura y de los ciudadanos obligaron a las administraciones a multiplicar sus esfuerzos, herramientas y procedimientos; enfrentándonos a audiencias ávidas de información de servicio público, con hábitos y preferencias distintas, y con un volumen informativo sobredimensionado por las numerosas novedades diarias y semanales que marcaba la pandemia.
Esta crisis también ha servido, dentro de los retos y desafíos que tenemos por delante en las administraciones públicas en los próximos años, para comprender que tenemos ante sí la necesidad de diseñar e implantar nuevas estrategias y modelos que nos permitan dar respuesta a las necesidades de la ciudadanía.
Para poder afrontar estos retos necesitamos de todas las herramientas y estrategias puestas a nuestro alcance, incluida también la comunicación para interactuar más y mejor con nuestros conciudadanos.
Gregorio J. Asensio Báidez
Periodista Ayuntamiento de Totana