TRUJILLO Fiestas Patronales 2018
SALUDA DEL ALCALDE Alberto Casero Ávila
S
iempre he pensado que las fiestas son, simplemente para disfrutarlas. Hay tiempo antes para hablar de ellas, de sus mejoras, de cómo involucrar cada vez más al vecindario, de cómo generar nuevas actividades que satisfagan a todos los públicos, de cómo conciliar diversión y descanso. Una vez el chupinazo ha estallado llega el momento de vivirlas con entusiasmo, sin más, que no es poco.
quienes aquí vivimos hacia el hermoso lugar en el que nos ha tocado vivir, con un ansia de mejora permanente que es seña de identidad y motor de la construcción colectiva de la ciudad. Estas fiestas 2018 han comenzado siendo las del acuerdo, que es una aspiración compartida; ahora toca convertirlas en las del encuentro y la diversión, las de la participación y las de la concordia. Cada cual las vivirá desde la procesión, desde debajo de un gigante, desde los actos festivos y protocolarios, desde el madrugón para la diana, desde las umbrías de la plaza de toros en las capea, desde las verbenas y conciertos, desde el escenario del Castillo, desde la hospitalidad hacia quienes nos visiten y desde las reuniones con personas queridas; para equipo de gobierno sobre todo, desde el apoyo a las personas más desfavorecidas que quizá hoy no encuentren todavía motivos para sentirse alegres y a quienes nunca olvidamos. Y yo las viviré desde la calle, que es el escenario natural, con las peñas, con la música, en los bares y terrazas, con quienes las pueblan y les dan sentido.
Nuestras fiestas son un conjunto de actividades, de trabajo previo, pero sobre todo de sentimientos compartidos. Es clave contar con las ideas y propuestas de sus protagonistas directos, porque pensamos que las fiestas son muy importantes, para Trujillo y sus gentes. Somos conscientes de que siendo, como son, atractivas a día de hoy, tienen un enorme margen de mejora que nos proponemos explorar y al que en absoluto renunciamos. Las fiestas están en los desvelos de quienes estamos llamados a definir el rumbo de la ciudad, pero es labor de todas y todos llevarlo a cabo para que seamos capaces de mejorarlas de verdad. Las fiestas son esa semana de encuentro con los de casa, con los de casa, que viven fuera, con las de fuera que aquí se sienten como en casa, y con quienes, en general, vienen a disfrutar aportando su alegría y aprendiendo de la nuestra. Son un parón imprescindible de apenas una semana, en esta ajetreada vida que todos llevamos. Un parón en el que merece la pena no olvidarse de los problemas, pero sí aparcarlos siquiera un rato, para buscar ese hilo de optimismo que nos devuelva a la realidad con renovadas energías y nos permita evaluar el futuro inmediato con una perspectiva diferente. Y todo para seguir creando ciudad, una ciudad que históricamente ha basado su energía en el entendimiento, en el alto nivel de adhesión que tenemos
Y a eso mismo invito a todos los trujillanos y trujillanas, porque en cada uno de estos lugares espero encontrarme con todos ellos y desde esa cercanía empezar a tejer la confianza suficiente para hacer de Trujillo una ciudad cada día mejor, hoy disfrutando, mañana trabajando, siempre compartiendo. Porque disfrutar también es necesario para alcanzar esos grandes objetivos que nos hemos propuesto y que son los que resumen ese Trujillo del cambio con la que tan ilusionados estamos. Felices fiestas. Viva Trujillo. Viva la Virgen de la Victoria
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