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Cambio permanente. Dominga Alija
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Para mí es un año perdido, no vivido, sin actividades de ningún tipo para mayores, sin viajes ni reuniones… ¡ni un simple cumpleaños! Ha sido penoso, sin fiestas para jóvenes, sin bares en parte. Un caos.
CAMBIO PERMANENTE
DOMINGA ALIJA
Un año más me pongo a comunicar con las personas que lean nuestra revista Hacendera, para recordar nuestra situación en el pueblo.
El pasado y cruel año desde el 14 de marzo hasta el 26 de abril, todos confi nados, a partir de ahí, salieron los niños y los deportistas a la calle, en mayo la gente joven y los mayores en casa hasta el 10 de junio de 2020. Posteriormente se fue relajando el confi namiento poco a poco, pero con la orden de llevar mascarilla; norma que se ha ido relajando y, salvo excepciones, ya no es obligatoria. Para mí es un año perdido, no vivido, sin actividades de ningún tipo para mayores, sin viajes ni reuniones… ¡ni un simple cumpleaños! Ha sido penoso, sin fi estas para jóvenes, sin bares en parte. Un caos. Por fi n, este 2021, parece haber traído un poco de esperanza, aunque aún no hay reuniones de comunidad, ya se junta uno un poco, aunque sea para tomar el sol o dar un paseo, ir a misa, que aunque para la gente joven no le parezca necesario, en los tiempos que
vivimos, para la gente de mi edad, es algo que nos socializa, porque al menos vemos a la gente y pedimos a San Isidro que bendiga el campo para que la gente de Valcabado tenga un buen porvenir, porque si funciona el campo lo harán el resto de actividades. También le pedimos a Santiago Apóstol, nuestro patrón (este es año santo compostelano, que es cuando toca después de once años; el último fue en 2010, pero por el COVID, la Iglesia que está en todo, lo trasladó para 2022). A ver si en este año podemos sacar al Santo en procesión porque si no en dos años encerrado le va a entrar la carcoma, como al retablo, y no es justo. Siguiendo con tema iglesia, nuestro principal monumento, espero que el año que viene tengamos restaurado el artesonado y el portal de la iglesia, que nos consta que se lleva desde antes de la pandemia gestionando, pero el COVID lo ha trastocado todo. Cambiando de tema quiero hablar sobre la vacunación, que al fi n nos ha dado esperanzas a todos. La misma comenzó el 27 de diciembre de 2020. A día de hoy todos los mayores de 70 años estamos vacunados y cuando se publique la revista serán muchísimos más. Así ya podremos ir a la iglesia no solo a entierros, sino también a bautizos y bodas, que ya toca. Nos moriremos porque es ley de vida, ¡pero de COVID NO! Aún recuerdo el Roscón de Reyes con el que nos obsequió la Junta Vecinal las Navidades negras de 2020, fue un detalle especial que yo como todos agradecí, porque todos teníamos falta de algún tipo de estímulo, y aunque no tuviera un premio de 10.000Ð como el de Conrado, yo estoy sumamente agradecida (sembré el haba y me nació, que más puedo pedir). Gracias por todo. Espero que Santiago se celebre con un poco de dignidad si la situación lo permite, que a todos nos hace falta un poco de estímulo para seguir adelante, y ya que parece que este año vamos teniendo un poco más de libertad y como dicen algunos políticos, pues ya podemos ir de cañas, a los toros o a pasear al río. Algo es algo. Gracias a la Junta Vecinal por lo que hace y a la Asociación Ave Fénix (ojalá ya nos cobre la cuota de este año, será señal de que las cosas se van normalizando) y ya se pueda seguir haciendo alguna representación teatral y otras ac-
tividades. Se echa mucho de menos, la Cultura ayuda a vivir con los buenos ratos que proporciona. Yo con mis cosas agradeciendo a todos los que se ocupan del pueblo y sus gentes, así Valcabado no será un pueblo vaciado como otros. No quiero olvidarme de la Junta de la Unidad que por las mismas circunstancias no ha podido hacer nada, pero como a esta Asociación pertenecen personas mayores que estamos todos vacunados ya se podrá poner en marcha cuando lo decidan las autoridades. Ellas también nos perdonaron la cuota este año. Ánimo a todos y que nos podamos juntar para celebrar nuestras cosas, eso será buena señal. A las personas que van a zumba, enhorabuena, ellas han sido valientes y me alegro por la unión. Lo siento por los que nos han dejado y felicidades para los nuevos padres. Aquí me despido, un abrazo para todos los vecinos de mi querido pueblo.