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Claves de la receta electrónica o eReceta

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Guía de servicios

Guía de servicios

El empleo de las nuevas tecnologías en la emisión de recetas conlleva una optimización de los recursos del veterinario, ya que ofrece una mayor agilidad, inmediatez y sencillez en los procesos de prescripción, que se traducen en una mejora global de la asistencia sanitaria veterinaria ofrecida a los clientes del centro.

Dr. Alfredo Fernández Álvarez

Director de Relaciones Institucionales ICV Evidensia Iberia

Introducción: la prescripción veterinaria

Uno de los actos más importantes y que tienen una mayor trascendencia para los veterinarios especialistas en medicina y cirugía animal es la prescripción de medicamentos mediante la emisión de las recetas veterinarias. Es un proceso que realizamos de forma regular a lo largo de nuestra actividad profesional. Por su parte, la receta es el resultado final de un protocolo de trabajo riguroso efectuado por el veterinario, que le permitirá pautar un

Además de los posibles efectos indeseados sobre los pacientes, el uso de medicamentos veterinarios puede tener más repercusiones que afectan a la salud pública y/o al medio ambiente. Por ejemplo, deficiencias en el uso de antimicrobianos pueden dar lugar a la resistencia de determinados microorganismos, que pueden ser transferidos desde los animales a las personas (zoonosis) y crear graves situaciones sanitarias.

El empleo de las nuevas tecnologías en los procesos de prescripción veterinarios supone un gran avance y presenta una multitud de beneficios tanto para el veterinario como para sus pacientes. Estos procedimientos deben ajustarse al marco deontológico veterinario, así como al actual marco legal vigente.

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La receta electrónica o eReceta es un documento veterinario en el que se incorpora un conjunto de datos relativos a la prescripción de medicamentos en modo electrónico, que corresponden a los expuestos para el formato convencional o escrito y al que se le asocian otros datos, conocidos como firma electrónica, que tienen como finalidad la identificación del facultativo firmante.

tratamiento médico frente a una dolencia determinada.

La prescripción de medicamentos veterinarios es un acto complejo. En la ella confluyen diversos aspectos: científicos, éticos y legales. En el momento de la emisión de una receta veterinaria se pautará una serie de principios activos con propiedades terapéuticas de diversa naturaleza que modificará las funciones bioquímicas y biológicas del animal al que se le ha administrado, con la finalidad de alcanzar un resultado terapéutico, es decir, su curación.

Este acto puede tener unas repercusiones indeseadas y trascendentes para nuestros pacientes, pues el empleo de estas sustancias representa una serie de riesgos médicos adicionales que pueden llegar a causar distintos tipos de trastornos o efectos adversos que, en el peor de los casos, pueden conllevar la muerte.

La receta electrónica veterinaria o eReceta

Las recetas veterinarias, tanto en prescripciones ordinarias como excepcionales, deben contener en su estructura una serie de datos básicos o mínimos para que sean consideradas válidas. Adicionalmente, pueden tener diferentes formatos: • Clásico, cuando se presenta como un documento en papel escrito con todas las exigencias legales propias (contenido, estructura, número de copias, etc.). • Electrónico, conocido como la receta electrónica o “eReceta”.

La receta electrónica o eReceta es un documento veterinario en el que se incorpora un conjunto de datos relativos a la prescripción de medicamentos en modo electrónico, que corresponden a los expuestos para el formato convencional o escrito y al que se le asocian otros datos,

TippaPatt/shutterstock.com conocidos como firma electrónica, que tienen como finalidad la identificación del facultativo firmante. Por su parte, la firma electrónica está representada por un conjunto de datos electrónicos (no símbolos, sellos o grafías) que sirven para identificar al veterinario firmante de una eReceta, permitiendo acreditar su identidad y validando el contenido del mensaje, es decir, de la receta. Es una técnica para identificar al firmante de un documento electrónico que, en este caso particular, es la receta veterinaria.

Las recetas electrónicas suponen una ventaja incuestionable para el veterinario y una mejora de la calidad de sus prestaciones y servicios. La receta convencional o tradicional en papel requiere un proceso relativamente complejo, pues demanda la elaboración o adquisición de los talonarios de recetas veterinarias, la cumplimentación mediante la prescripción del veterinario, la realización de la firma manuscrita junto con la aplicación del sello veterinario correspondiente, la entrega de la receta al cliente/paciente para que acuda con ella a la oficina de farmacia para su dispensalabores. El veterinario puede emitir por medios digitales recetas electrónicas que pueden ser dispensadas desde cualquier farmacia, sin necesidad de presentar la receta físicamente, lo que facilita el proceso de prescripción y simplifica todos los elementos de custodia, es decir, contribuye con el cumplimiento de las obligaciones y deberes del veterinario en materia de responsabilidad profesional de una forma más sencilla.

La firma electrónica

La firma electrónica debe cumplir una serie de requisitos para dotarla de los elementos de seguridad que permitan garantizar las actuaciones veterinarias en relación con la emisión de las recetas electrónicas. Los sistemas de firma electrónica deben ajustarse a nuestro marco legal, concretamente a la Ley 59/2003, de 19 de diciembre, de firma electrónica, que trata de fomentar la incorporación de las nuevas tecnologías de seguridad en las comunicaciones electrónicas en la actividad de las empresas, los ciudadanos y las administraciones públicas.

Para ello, debe garantizar diversos aspectos esenciales en las comunicaciones telemáticas: • La integridad de los datos originales que han conformado el contenido del documento, que no pueden ser modificados una vez que la firma verificada sea por el destinatario. • La autenticidad o garantía de que el firmante del documento electrónico está identificado mediante el certificado emitido por el prestador de los servicios de certificación. • El no repudio, es decir, la firma está asociada unívocamente a la clave privada del firmante por lo que, mediante el uso de la clave, la firma puede ser atribuida directamente a él. • La confidencialidad.

La receta electrónica o eReceta ahorra el papeleo, facilita el proceso de prescripción y simplifica todos los elementos de custodia, es decir, contribuye con el cumplimiento de las obligaciones y deberes del veterinario en materia de responsabilidad profesiona de una forma más sencilla.

ción, la recepción de la receta en el centro dispensador y la firma manuscrita del dispensador, la llevanza del libro de tratamientos (en el caso de los ganaderos) y la custodia de las copias correspondientes de las recetas emitidas (veterinario, dispensador y clientes).

Frente a todo este proceso de gestión, la eReceta o receta electrónica representa una optimización de los recursos del veterinario, ya que ofrece una mayor agilidad, inmediatez y sencillez en los procesos de prescripción, que se traducen en una mejora global de la asistencia sanitaria veterinaria ofrecida. La receta electrónica permite al facultativo evitar el uso del papel en la prescripción y, al mismo tiempo, le dota de todas las ventajas que ofrece la digitalización, simplificando sus

La receta electrónica, técnicamente, requiere que el veterinario disponga de un certificado electrónico de firma digital que acredite su identidad y la validez y legalidad de la receta emitida. El certificado electrónico se vincula a la filiación del facultativo prescriptor y a un número de registro en el ámbito nacional, garantizando las medidas de seguridad y trazabilidad de sus prescripciones.

Aspectos positivos de la eReceta

La receta electrónica supone un avance en todo lo relativo a los procesos de transición digital, ya que permite crear una herramienta que mejora aspectos cotidianos de las obligaciones y deberes del veterinario en materia de medicamentos (ver cuadro). medios electrónicos correctos) y el Reglamento 910/2014 de la Unión Europea sobre la identificación electrónica en el mercado interior (que da validez a la firma electrónica reconocida en transacciones con otros países de la UE). Por todo ello, es necesario que cada veterinario prescriptor tenga un certificado electrónico de firma digital que acredite su identidad y la validez y legalidad de la receta electrónica.

La receta electrónica supone un avance en los procesos de transición digital de la actividad veterinaria, así como un elemento esencial en la sostenibilidad de las prácticas profesionales y en la lucha contra el cambio climático, ya que su empleo reduce notablemente la huella de carbono al optimizar las prácticas profesionales.

Ventajas de la receta electrónica en la clínica diaria

• Mejora el control del veterinario sobre las prescripciones médicas. • Incrementa la calidad de las prestaciones veterinarias, optimizando su actividad. • Ofrece al veterinario una mayor versatilidad en la emisión de recetas. • Amplía las garantías de trazabilidad de los fármacos. • Asegura el cumplimento de los deberes y obligaciones legales de los veterinarios en materia de medicamentos. • Otorga una mayor agilidad a la cadena de prescripción, al establecer sistemas de interconexión sumamente eficaces. • Mejora la relación con el centro de dispensación. • Contribuye a mejorar el uso de medicamentos veterinarios en el ámbito de la prescripción y dispensación. • Adecúa los elementos de responsabilidad profesional del veterinario en materia de medicamentos. • Reduce el impacto medioambiental, potenciando los modelos de sostenibilidad de los centros veterinarios.

La receta electrónica, técnicamente, requiere que el veterinario disponga de un certificado electrónico de firma digital que acredite su identidad y la validez y legalidad de la receta emitida.

Sin duda, una de las mejoras más sustanciales que ofrece el sistema electrónico de emisión de recetas es la mejora de todo el proceso que supone la gestión administrativa de las recetas, ya que facilita su emisión y almacenamiento. Al mismo tiempo, contribuye a potenciar la comunicación interna entre el veterinario y el resto de los agentes que participan en la cadena del medicamento veterinario, interactuando sobre el resto de los agentes (los dispensadoras comerciales, los farmacéuticos y los titulares de explotaciones ganaderas).

De esta forma se garantiza, en su máxima expresión, la trazabilidad en la gestión y aplicación de un medicamento, y se incrementa la seguridad en relación con todos los aspectos farmacológicos que tanto influyen en la salud pública, la salud animal, las resistencias antimicrobianas y la seguridad alimentaria. La constancia de documentos y actuaciones en un archivo electrónico permite ofrecer una información puntual, inmediata, ágil y totalmente actualizada sobre la prescripción de medicamentos veterinarios a todos los agentes implicados, circunstancia que es mucho más difícil con los formatos tradicionales en papel.

La eReceta permite una mayor versatilidad en la actividad del veterinario. La posibilidad de emitir las recetas electrónicas mediante distintos dispositivos (ordenadores, tabletas o móviles) confiere al veterinario una mayor capacidad en la prescripción. Por ello, los sistemas de recetas electrónicas deben cumplir con el margo legal vigente, concretamente con la Ley de Firma Electrónica 59/2003 (cuyo artículo 3 otorga valor probatorio legal a los documentos electrónicos firmados por

Consejo General de Colegios Veterinarios de España: Prescrivet

Como hemos visto, la receta electrónica agiliza el proceso manual que un veterinario debe seguir a la hora de emitir sus recetas en formato de papel, y la custodia de dicha documentación durante el tiempo que marca la legislación actual.

El Consejo General de Colegios Veterinarios de España está tratando de incentivar todos los procesos relativos a la transición digital de los veterinarios. Un ejemplo claro es el desarrollo de todos los aspectos relacionados con el fomento del empleo de la receta electrónica, ya que su uso supone una mejora sustancial con respecto a los formatos convencionales en papel: mejora sus consideraciones legales (libros de registro de entrada y salida de medicamentos, gestión de recetas, elementos de dispensación, etc.), facilita el desarrollo de su elaboración y emisión, aporta rapidez y agilidad a la conformación de las recetas, ofrece sencillez a su realización con una importante reducción de los tiempos y, con todo ello, mejora la rentabilidad económica de los procesos cotidianos del veterinario.

Así, la Organización Colegial Española lanzó una plataforma conocida como Prescrivet, que fue especialmente diseñada para la gestión de la receta electrónica veterinaria por parte de todos los agentes activos que pueden relacionarse en su actividad profesional con ella: veterinarios, dispensadores comerciales, oficinas de farmacia, clientes, ganaderos, etc. Se trata de una solución tecnológica altamente particular o privado para agilizar las prescripciones de los medicamentos de uso más común y frecuente en los distintos dispositivos; acceso histórico a las recetas emitidas por el veterinario y su filtrado por diversos campos; mantener el registro de prescripciones ordinarias y excepcionales; aportar estudios estadísticos sobre históricos de recetas y tratamientos veterinarios; contribuye a mejorar la gestión del botiquín particular de cada veterinario controlando sus entradas y salidas de forma precisa; trabajar simultáneamente con distintos veterinarios pertenecientes a mismos equipos profesionales; acceso a documentos legales de las recetas electrónicas empleadas en formato PDF; conexión directa con farmacovigilancia a través de una plataforma propia que permite comunicar cualquier incidencia derivada del uso de medicamentos; o, entre otras, compartir operatividad con archivos Excel que se deseen incluir para mejorar la operatividad de desarrollo de las recetas veterinarias.

eficiente para la gestión de las recetas, que permite en todo momento adecuar las prácticas del veterinario al marco legal vigente de forma segura y eficaz.

Adicionalmente, esta plataforma ofrece una mayor variedad de funcionalidades al veterinario clínico para agilizar una gran parte de la labor no clínica, también, de forma electrónica. En este sentido, resultan especialmente interesantes y útiles algunas funciones incluidas en estos sistemas, como la creación de protocolos, la inclusión de los datos de los clientes, las notificaciones medicamentosas, las especificaciones de uso de antimicrobianos, etc.

En el caso concreto de la plataforma Prescrivet, se dispone de algunas funcionalidades para facilitar las tareas diarias del veterinario: incorpora un vademécum actualizado desde el sistema Nomenclator de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios, que permite buscar los medicamentos más adecuados para cada prescripción (principios activos, laboratorio fabricante, vías de administra-

La receta electrónica supone un avance en los procesos de transición digital de la actividad veterinaria, así como un elemento esencial en la sostenibilidad de las prácticas profesionales y en la lucha contra el cambio climático, ya que su empleo reduce notablemente la huella de carbono al optimizar las prácticas profesionales.

ción, pauta posológica, especies animales, etc.); acceso directo a la ficha técnica de cada medicamento presente en el vademécum con la finalidad de completar el conocimiento de cada prescripción (interacciones con otros medicamentos, tiempos de espera, contraindicaciones, efectos adversos, precauciones de uso, etc.); posibilidad de gestionar un vademécum

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Conclusión

El uso de las recetas electrónicas representa un avance tecnológico que mejora la actividad profesional del veterinario en materia de responsabilidad derivada del uso de medicamentos. La prescripción es una tarea cotidiana de los veterinarios, por lo que la integración de procesos de transformación digital a este nivel representa una mejora sustancial de la actividad veterinaria, que requiere disponer de un certificado de firma electrónica.

Las recetas electrónicas mejoran todos los procesos de relación entre los veterinarios y los medicamentos que demandan para el desarrollo de su actividad, suponiendo mejoras a todos los niveles: calidad de las prestaciones, uso responsable y prudente de los medicamentos, gestión de registros propios de medicamentos, trazabilidad de los principios activos, seguridad y salud pública e, incluso, sostenibilidad medioambiental al reducir la huella de carbono.

Las nuevas exigencias administrativas, tanto de la Administración Central como de las Administraciones Autonómicas, están integradas en este tipo de plataformas, contribuyendo con el veterinario al correcto cumplimiento del marco legal (Programa PRAM del MAPA).

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