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CLÍNICA DÍA A DÍA
Manejo de heridas, cura húmeda y vendajes: caso clínico Este caso clínico es un buen ejemplo de la utilidad de la cura húmeda en el manejo de heridas y la importancia del cuidado de los vendajes para asegurar la buena evolución de las lesiones.
Begoña Gutiérrez Houghton ATV en Clínica Veterinaria La Heredad, Avenida del mirón 35, Arucas, Las Palmas de Gran Canaria Imágenes cedidas por la autora
Roco es un Bull Terrier geriátrico con pioderma profunda, que es una infección cutánea que alcanza la dermis profunda hasta el panículo adiposo, provocando celulitis1. Sus propietarios acuden a consulta porque tiene un bulto en la extremidad posterior derecha, en la zona lateral del metatarso, de 2x2,5 cm. Se le realiza una punción con aguja fina (PAF) en la que se observa contenido quístico y queratina. Unos meses después, el bulto sigue del mismo tamaño y se realiza una biopsia. El resultado es un hamartoma fibroanexal con proceso inflamatorio asociado. Estos nódulos fibrosos benignos también pueden producirse secundarios a una lesión y pueden ser múltiples. Tienden a desarrollarse en áreas de irritación crónica o traumatismo repetido, posiblemente por autotraumatismo en esta localización. Al haber poca grasa subcutánea en los dedos, se exponen a traumatismos que dan lugar a la rotura de masas quísticas con celulitis debido a la liberación de su contenido al estroma2. El tratamiento indicado es la resección quirúrgica completa y se remite a otro centro para la cirugía. Una vez operado se le aplica un vendaje, pero la propietaria no sabe cómo manejar la cura, por eso es tan importante dar la información sobre todo el proceso, incluyendo las complicaciones que se pueden dar en la evolución de la lesión.
Hay que tener en cuenta que no todos los productos para desinfección y limpieza de la piel son adecuados para tratar una herida. No se deberían usar desinfectantes como el alcohol (que no debe aplicarse bajo ningún concepto sobre una lesión), agua oxigenada o povidona yodada, ya que queman los bordes de la herida y el tejido de granulación; o clorhexidina, que además retrasa la cicatrización. Cuando no haya otra opción que usar agua oxigenada para los abscesos, es importante limpiar después con abundante suero para que los restos del agua oxigenada desaparezcan.
Caso clínico Exploración física El paciente acude a consulta para realizar las curas de la herida. A medida que se retira el vendaje, se observa cómo las capas del vendaje
Consideraciones generales La aplicación de vendajes sobre heridas es una práctica habitual como elemento de protección para impedir el contacto directo de la herida con el exterior y evitar autoagresiones e infecciones. La cura húmeda mantendrá las condiciones óptimas de humedad, oxigenación y temperatura que facilitarán y acelerarán el proceso de reparación3. ateuves
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Figura 1. Primera cura.