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Hay VIDA más allá de los peces y los corales

acuariofilia: otros habitantes

Otros habitantes del acuario

La elección de las especies que van a poblar un acuario suele depender de la experiencia del cliente. Los neófitos responden más a su impulso, mientras que los experimentados las seleccionan en función del tipo de acuario que desean recrear. Los invertebrados no pueden faltar en algunos tipos, pero es preciso asesorar con profesionalidad.

Hay vida más allá de los peces y los corales

Los invertebrados llenan de vida y complementan los acuarios. En esta ocasión hablaremos de las gambitas del acuario marino de arrecife.

Alejandro Martín Ríos Centro Veterinario AZUREUS

El acuario marino nunca es el mismo si le faltan los invertebrados que le dan vida: caracoles, gambas, anémonas, can- grejos hermitaños… Todos estos anima- les son un buen complemento para casi cualquier acuario marino, son una fuen- te de entretenimiento importante para los propietarios de los acuarios y para la tienda pueden ser una fuente de in- gresos interesante que muchas veces no está bien explotada.

Hoy nos centraremos en hablar de las gambas del acuario marino de arrecife. Existe cierto temor por tenerlas en las tiendas no especializadas en marino, pues son más delicadas que la mayoría de los peces, pero teniéndolas en bue- nas condiciones, son unos animales más que robustos.

Entre las especies más comunes que podemos encontrar para ofrecer al afi- cionado, destacan las Lysmatas, las del género Thor y las Stenopus. Obviamen- te hay toda una variedad más amplia, como las del género Rhinochocinethes, las Hymenocerca o las Enoplometopus. Pero para empezar a ofrecer al aficiona- do novel o que empieza con “algo más” en el marino, recomendaría ahondar en el género Lysmata sobre todo.

Todos estos invertebrados van a nece- sitar aguas muy bien cicladas y de va- lores en el agua similares a los de un acuario de arrecife (pH 8.2-8.4, kH 7-10, amonio y nitritos indetectables y valores

Alimentando gambas

Las gambas que citamos en este artículo son omnívoras y semicarroñeras oportunistas. No es necesaria una alimentación específica para ellas, pues se alimentan bien con la comida de los corales y de los peces. No obstante, si se busca que los colores de los animales resalten y tengan un color muy intenso, es mejor darles regularmente alimentos con altos contenidos de fito y zooplancton. Alimentos tipo Masstick y otros similares que hay en el mercado son la mejor opción para darlos fácilmente y sin complicaciones. La ventaja de este tipo de alimentación sobre el congelado es que poluciona mucho menos el agua y tarda más en degradarse.

de nitratos preferiblemente por debajo de 20 ppm) para que crezcan sanas y fuertes. Los valores de calcio, magnesio y otros minerales son importantes, pero toleran un amplio margen (si se mantienen corales en el acuario creciendo correctamente, las gambas generalmente se desarrollarán muy bien).

Stenopus hispidus o gamba boxeadora

La más resistente de todas las gambas comunes para marino es Stenopus hispidus o gamba boxeadora. Es la más dura con diferencia y la que más se suele ver en los comercios. El problema: en espacios reducidos puede volverse agresiva hacia otros invertebrados si pasa hambre. Por esta razón, pese a que es muy vistosa, normalmente en nuestra tienda es la última recomendación para quienes quieren iniciarse con las gambitas, pues meter una

Las gambitas Lysmata debelius tienen un color rojo escarlata espectacular que resaltará sobre todo lo que tenga alrededor.

en el acuario significa muchas veces resignarse a no poder tener otras especies más vivarachas y con mayor interacción con el dueño y los otros habitantes del acuario.

Lysmata amboinensis o camarón limpiador del Pacífico

Lysmata amboinensis o camarón limpiador del Pacífico (para la mayoría de los clientes: “la del atleti”) es un pequeño camarón limpiador que se alimenta de restos muertos de tejidos de la piel de los peces y de pequeños restos de comida del acuario. En la tienda no hay mejor reclamo para su venta que meter la mano en el acuario donde estén expuestos con un poco de artemia o Masstick y se volverán locas comiendo directamente de los dedos. Los clientes lo aprecian mucho porque permiten un mayor contacto con los habitantes de su acuario y querrán disponer de ellas en casa.

Las amboinensis tienen la ventaja de ser muy tolerantes entre ellas, pudiendo llegar a tener una por cada 25-30 litros (y si están bien alimentadas, pueden congregarse más sin problemas). Interactúan mucho con su entorno (y por ende con su cuidador), no atacan a ningún otro habitante del acuario (solo a gambitas mucho más pequeñas si tienen hambre) y una vez acostumbradas son muy resistentes.

Las gambas son más delicadas que la mayoría de los peces, pero teniéndolas en buenas condiciones son unos animales más que robustos.

Lysmata debelius o camarón limpiador escarlata

Lysmata debelius o camarón limpiador escarlata (para los clientes principiantes:

“la gamba flamenca de lunares”) es sin

Aclimatación: un periodo delicado

Uno de los periodos más delicados de las gambas es la aclimatación a un nuevo sistema. Se recomienda una hora de aclimatación por cada punto de diferencia de salinidad. Esto es: si las gambas vienen a 1.027 de salinidad y nuestro sistema está a 1.025, es recomendable una aclimatación de 2 horas – y mejor si se realiza con gotero o similar -. En los primeros pedidos de gambas que se realicen es muy recomendable medir los valores del agua de origen. Incluso podríamos pedir al distribuidor que nos cargue una bolsa solo con agua del sistema con poco volumen. Así podremos medir parámetros como pH, nitratos y fosfatos, además de salinidad, con el fin de saber la calidad de agua de las instalaciones del importador e intentar imitarlas en la tienda para tener pocos problemas en la aclimatación.

Lysmata wundermaniii es un animal más esquivo y pequeño que sus parientes, que se dejará ver sobre todo en las horas de menos luz.

duda de las más bellas que podemos tener en los acuarios. No es tan extrovertida como la amboinensis y en muchos acuarios tiende a estar escondida gran parte del día. Esto es importante remarcarlo de cara al cliente, pues será una de las principales quejas una vez comprada: “se deja ver poco”. Para animarla a salir, nada mejor que pequeñas porciones de comida.

Lysmata seticaudata o wundermanii

Estas gambitas también podemos encontrarlas con facilidad en los distribuidores y con precio inferior a cualquiera de las anteriores. No obstante, recomendamos su venta como ayuda para combatir ciertas plagas en el acuario (plagas de Aiptasias por ejemplo), pero no para su venta como animal ornamental. ¿Por qué? Porque pasan el 99 % del tiempo escondidas entre la roca (y bien escondidas) y solo salen cuando acuden a por el alimento. En cuanto haya peces en el acuario no se dejarán ver y solo saldrán de sus escondites por la noche.

Asesorar correctamente

Muy importante: si vas a empezar a mantener y vender animales de los que hablamos en este artículo, no los vendas a clientes nóveles hasta que no sepas que su acuario está perfecto para introducirlas. ¿Por qué? Veamos dos situaciones: • Un cliente descontento

Porque si a un cliente de marino su preciosa (y no barata) gambita marina se le muere en cuanto la mete en el acuario, no querrá volver a saber de ellas ni en pintura. Si se sabe que el acuario no está maduro, es preferible recomendar al cliente que espere un tiempo antes de llevársela, hasta confirmar que el agua de su acuario

La gamba boxeadora (Stenopus hispidus) suele ser menos tolerante y algo más agresiva que otras gambitas disponibles, aunque es de las más resistentes que se pueden tener en el acuario.

timsimages.uk/shutterstock.com es apta. Si no, dejaremos de tener un cliente potencial en el futuro para estos invertebrados y solo se ganarán la fama de “delicadas” que en muchos sitios ya tienen (injustificadamente).

Las gambitas amboinensis son muy tolerantes entre ellas.

• Un cliente satisfecho

Sin embargo, un cliente contento con las gambas será un cliente dispuesto a llevarse más. Recordemos que en un acuario de 100 litros tranquilamente pueden mantenerse dos o tres Lysmata amboinensis y una Lysmata debelius sin ningún problema, además de otros cuantos invertebrados más. Y los clientes vendrán encantados a por esa comida que a sus gambas les vuelve locas. Además quedarán fascinados viendo cómo los peces se quedan atontados y casi inmovilizados cuando las gambas trabajan sobre su piel para quitar los restos de tejido muertos que puedan encontrar sobre ellos.

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