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Una nueva era en la alimentación de nuestros compañeros de 4 patas La capacidad de adaptación es uno de los activos más importantes de las empresas de nuestro sector, donde diferenciarse es cada vez más importante. Todos, a lo largo de nuestras vidas, experimentamos continuos procesos de transformación en casi todos nuestros hábitos. También, cómo no, en la forma de relacionarnos con ELLOS. Sí, ELLOS con mayúsculas, son nuestros perros y gatos. ELLOS que hace mucho tiempo perdieron su libertad para ponerse a nuestro servicio y que, como premio a su entrega y fidelidad, hoy, son uno más en nuestras familias. Ocupar este lugar, a nuestro lado, ha implicado también para ELLOS grandes cambios, lo cual ha permitido el desarrollo de una gran industria dedicada a sus cuidados.
Fuente de salud y bienestar Proporcionarles alimento es una de nuestras responsabilidades ineludibles cuando decidimos compartir nuestra vida con alguno de ELLOS. Pero, mientras el foco está puesto en los grandes sectores de la economía, pasa desapercibida la evolución de mercados que, si bien por su dimensión no parecen tan clave, sí contribuyen a recordarnos que un proyecto empresarial puede ser un maravilloso vehículo para aportar “valores” (no solo valor monetario) a nuestra sociedad. Los primeros alimentos industriales en forma de granulados dieron paso a la, posiblemente, mayor revolución acontecida en esta industria: la utilización de la extrusión, allá por los años 60-70, lo que significó un salto sin precedentes en los procesos y en la calidad de los productos obtenidos. A partir de aquel momento, el mercado de alimentos para perros y gatos tomó otras dimensiones y no ha dejado de evolucionar. Empresas como la nuestra, desde su inicio, hemos puesto todo nuestro empeño en convertir la nutrición en la mayor fuente de salud y bienestar para ELLOS. Ya no se trata solo de “darles de comer”, sino de cubrir todas sus necesidades nutritivas. Nuestra industria vive hoy un entorno competitivo intenso en el que diferenciarse es cada vez más importante, pero también más difícil. Con la concentración de producción, distribución, comercio y demás
operadores, las líneas entre diferentes canales, categorías y segmentos se van borrando y nos obliga a reinventarnos constantemente.
La innovación es clave
Ana Chinarro Directora General de Dingonatura y miembro de la Junta Directiva de AEDPAC
Hoy, más que nunca, la capacidad de adaptación es uno de los activos más importantes de las empresas de nuestro sector. Nuestros clientes ya no esperan solo “producto”, sino también “servicio” y “compromiso social”. Para ello, apoyamos nuestro proyecto en una constante innovación. Pero la innovación no reside solo en el portfolio de productos. Innovamos, también, cuando establecemos una alianza con un laboratorio de humana para desarrollar una nueva categoría de productos. O cuando desarrollamos un modelo de negocio exclusivo para el canal veterinario con una gama definida por ellos mismos y una plataforma digital de apoyo que proporciona asistencia técnica y un ecommerce propio. Innovamos también cuando abrimos otros canales de distribución. Y, por supuesto, es innovación participar en hacer realidad proyectos pioneros como el primer Centro de Nutrición Clínica y formación para veterinarios y propietarios. Personalmente, me siento afortunada de vivir en primera persona esta evolución de nuestra industria y orgullosa de formar parte de un proyecto con esta enorme vocación de innovación.
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