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s u m a r i o / S ta f f Año 6, Número 58, Abril 2015 Guatemala, Centroamérica
Director General Alexis Canahui alexis.canahui@revistaactitud.com Editor General Elder Canahui elder.canahui@revistaactitud.com Administración Carol Castillo carol.castillo@revistaactitud.com Jefa de Redacción Fabiola Enriquez fabiola.enriquez@editorialveraz.com Diseño Gráfico Elder Canahui edicion@revistaactitud.com Fotografía Eduardo Quintero industriacreativa@gmail.com Publicidad Guatemala Rodolfo Canahui rodolfo.canahui@editorialveraz.com Guatemala Mauricio Mendoza mauricio.mendoza@revistaactitud.com Miami Roxana Brolo roxana.brolo@revistaactitud.com Suscripciones Roxana Pineda roxana.pineda@editorialveraz.com Relaciones Publicas Beatriz Rivera beatriz.rivera@editorialveraz.com
Perfil
José Ordoñez Página 26
Redes Sociales Marleny Corleto edicion@revistaactitud.com Impresión Mayaprin Consejo Editorial
Portada
Cromwell Cuestas Página 32 Reportaje
Historias de Inspiración Página 38 Extractos
Alexis Canahui Lic. Mario Búcaro Lic. Rogelio Carranza Pastor Eduardo Quintero Diego Salazar Tania Villela Juan Carlos Sasbín Contacto 502-2450-2128 comentarios@revistaactitud.com www.revistaactitud.com Alianzas Estrategicas:
Cerca de la Gente Página 56
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CARTA DEL DIRECTOR
Por: Alexis Canahuí
Fe y Confianza
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omo comprenderán soy fan de las revistas. En los comienzos de nuestro emprendimiento, cuando estábamos por cumplir un año, en un momento decisivo en el que atravesaba por dificultades económicas, fui a un supermercado y tomé varias revistas para ojearlas, mientras mi esposa, Carol, hacia las compras. Cuando nos acercábamos a la caja me apresuré a llegar al segmento “citas citables” de la revista Selecciones, y leí la siguiente frase que me erizó la piel; “Creer en ti, este es el secreto, aun cuando estaba en el orfanato, cuando buscaba comida en la calle, incluso entonces creía que era el actor más grande del mundo” Charles Chaplin. Este personaje del siglo XX, hijo de una mujer esquizofrénica y un padre alcohólico que murió cuando él tenía tan solo 12 años, vivió pobremente en un orfanato donde lo azotaron y humillaron. No obstante llegó a ser la persona más conocida del mundo desde 1917 hasta mediados de los años 30, gracias a su personaje en el cine mudo; Charlot. A los 28 años era uno de los
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primeros actores millonarios del cine norte americano. Un crítico escribió de él; llevó más alegrías y más risas que nadie a mayor número de personas en todo el mundo. Somos consecuencia de lo que creemos; si creemos que somos los mejores en lo que hacemos, probablemente lo seremos; si confiamos en nuestras capacidades, eventualmente lograremos todo lo que nos propongamos. “La confianza en nosotros mismos es el primer paso al éxito, también el segundo y el tercero. En realidad debemos caminar con esta confianza si queremos llegar lejos” Ralph Waldo Emerson. ¿Hasta dónde quieres llegar?, eso dependerá de cuanto confíes en ti mismo. Acostumbramos a decir; querer es poder, pero, ¿cuántas cosas hemos querido sin tener resultado alguno? Hace mucho tiempo cambié este paradigma, mi nuevo pensamiento fue Creer es Poder, basándome en la biblia, que dice: todo es posible si puedes Creer. Creer es quizá una las cosas más difíciles, hemos ejercitado nuestros sentidos para tocar el presente, pero creer es la capacidad de tocar las cosas que aún no existen.
Cuando Roger Bannister en 1954 corrió una milla en menos de 4 minutos y sobrevivió, el mito se había roto. Hasta ese entonces, durante medio siglo se había creído que era imposible lograr esa marca, algunos doctores habían diagnosticado que era posible que el corazón explotara. El director de los juegos olímpicos dijo: “romper el récord de correr una milla en menos de 4 minutos sencillamente no es posible”.
Habrá momentos en tu vida donde tu incredulidad no podrá crecer más, porque habrá llegado el momento de ser más grande que ella. El éxito suele funcionar como un resorte comprimido; cuando la incertidumbre presione en contra, habrá una reacción denominada “fe”, la cual precipita los éxitos y promueve a las personas menos aptas. En mi caso, tenía todas las razones del mundo para creer que no podría lograrlo, pero me negue a creerlo.
Esta era considerada una de las grandes fronteras del atletismo; “el muro”, lo llamaban algunos, pero después de que Bannister lograra romper este record, sólo 46 días después, el australiano John Landy le arrebataba la marca, y en los 6 meses siguientes tres personas más lo hicieron, porque había descubierto que no era imposible. Pero, durante 50 años nadie lo logró, y la razón era simple; nadie creía que podía hacerlo hasta que alguien creyó en sí mismo.
El éxito tiene un secreto, (si es que acaso existe uno), un detonador que ha sido el causante que muchos hombres llegasen a triunfar en sus decisiones es la perseverancia; como dice Napoleón Hill “El fracaso nunca triunfa sobre la persistencia”. El éxito no responde a un simple deseo, responde a planes definidos que son apoyados por deseos concretos, alcanzados a través de constante perseverancia y fe en nosotros mismos.
Algo similar sucedió el 29 de mayo de 1953. Edmund Hillary se convirtió oficialmente en el primer hombre en coronar la cima del Monte Everest. Antes de su éxito en la montaña más alta del mundo, Edmund realizó otra expedición en la que no solo fracasó en llegar a la cima del Everest, sino también perdió a uno de los miembros de su equipo; un fracaso que hubiera sido suficiente para desvanecer la perseverancia de cualquiera. Pero Edmund Hillary no era un hombre cualquiera. Al regresar a Londres le tenían preparada una conferencia de prensa en la que hablaría delante de una gran audiencia. Justamente detrás de la plataforma había una foto grande del Monte Everest; Hillary, en medio de una serie de preguntas volteó hacia la foto y exclamó: “Monte Everest, tú nos has vencido; pero volveré y yo te venceré, porque tú no puedes hacerte más grande, pero yo sí”. Esto es confianza, lo dijo John D. Rockefeller en una frase; “a menos que creas en ti mismo, nadie lo hará; éste es el consejo que conduce al éxito”.
Fe es el conocimiento de lo que no se tiene, creer en lo que podemos llegar a ser, confiar en nuestras capacidades para lograr grandes hazañas. Empezar de cero un negocio es un acto de fe, una acción de plena confianza, así que creamos en todo lo que podemos llegar a ser. Charly CWhaplin tuvo fe y creyó en sus capacidades. Edmund Hillary fue el primero en conquistar la cima del Everest gracias a que no se rindió. Bannister conquistó el récord al que llamó “el milagro de la milla”; ellos cambiaron el rumbo de la historia y lograron perpetuar sus nombres.
Alexis Canahuí
Director General / Revista actitud
@alexiscanahui
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re g la s de v ida
«Después de los cuarenta años la verdadera cara la tenemos en la nuca, mirando desesperadamente para atrás» Julio Cortázar, escritor argentino.
«Morir por una religión es más simple que vivirla con plenitud» Jorge Luis Borges, escritor y critico literario argentino.
«De todos los animales de la creación, el hombre es el único que bebe sin tener sed, come sin tener hambre y habla sin tener nada que decir» John Steinbeck, escritor estadounidense, ganador del premio Nobel de Literatura
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«Un escritor no escoge sus temas, son los temas quienes le escogen» Mario Vargas Llosa, escritor, politico y periodista peruano, naturalizado español
«Lo bello del desierto es que en algún lugar esconde un pozo» Antoine de Saint-Exupéry, escritor y aviador frances, autor del principito.
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a p u n te s p a s torale s
“Casualidades” que llamo
milagros
Por: Cecilia de Caballeros Pastores de Ministerios El Shaddai
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ue en el año 1973 cuando a través de una serie de “casualidades”, -que en lo personal yo prefiero llamarles milagros-, Dios nos lleva hasta un auditórium con once mil personas llenas de fe y esperanza. Nosotros no conocíamos nada acerca de Dios; pero en ese lugar lo conocimos. Ese día, la reunión dio inicio con un bellísimo coro que incluía a cien personas cantándole a Dios majestuosas alabanzas. Luego Kathryn Kuhlman inició a compartir la Palabra de Dios, sus primeras palabras suenan aún en mis oídos al día de hoy: “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy y por los siglos.” Este pasaje ha marcado mi vida desde la primera vez que lo escuché en aquella Cruzada a la cual asistimos mi mamá, mi hermano y yo. El Jesucristo de hoy, es el mismo que el de los tiempos de la Biblia; Él es el mismo hoy que el que era cuando el mundo se creó. Él anduvo haciendo el bien y sanando a todos los que estaban enfermos y oprimidos del alma. ¿Qué hizo Él en los tiempos de la Biblia? Sanó a los enfermos, levantó a los muertos, perdonó pecados y libertó a los oprimidos. La evangelista Kuhlman también repetía una y otra vez el pasaje de Romanos 2:11 que nos recuerda que, Dios no hace acepción de personas. Para Él, todos somos iguales, Él
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envió a su único hijo a morir por todos nosotros y vino a esta tierra a demostrar ese amor. Él perdonó a los pecadores, (1 Timoteo. 1:12-14). Pablo es un perfecto ejemplo de esto. Él dice: “Habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador, fui recibido a misericordia… La gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús”. Hoy Él sigue siendo el mismo y nos perdona a nosotros así como perdonó a Pablo. “Porque el hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido”. Su poder y Su ministerio son los mismos, no cambian, y así como la Biblia narra que anduvo con personas, así mismo está con nosotros hoy; para sanar, para libertar, para perdonar y para ayudar. Él sigue siendo el mismo, su compasión no ha cambiado; el que bendijo al pobre y perdonó a pecadores sigue siendo nuestro Salvador hoy. Las personas también son las mismas, la gente es gente, siguen siendo iguales y tienen las mismas necesidades. Las personas venían a Cristo para recibir misericordia. Tú puedes venir a Él para recibir es misma misericordia. En tiempos de la Biblia sus promesas fueron cumplidas; hoy también sus promesas se cumplen. Si los paralíticos se levantaban sanos cuando Él hablaba, los paralíticos o cualquier persona enferma puede ser sanada hoy
también por el Poder de Su palabra. Marcos 2:9-12 dice: “¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda? Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico) A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa. Entonces él se levantó en seguida, y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: nunca hemos visto tal cosa.” Muchos hemos sido testigos de personas que han sido transformadas por Dios, de pecadores a hijos perdonados y salvos por su misericordia, de enfermos a sanos, de oprimidos por el enemigo, a una vida de libertad en Cristo Jesús. Ese día en la Cruzada de Sanidades con la hermana Kathryn Kuhlman, Dios nos
vio a nosotros con misericordia (así como a otras miles de personas que estaban allí), tocó nuestro corazón y nos llamó a ser parte de Su familia. Hoy recuerdo ese día con gran emoción, porque vi cómo Dios sanaba, libertaba, levantaba a enfermos de sillas de ruedas, paralíticos de camillas y sobre todo, vi cómo sanó a mi mamá de artritis deformante. Todos los exámenes médicos y todas las predicciones de los doctores fueron anulados por aquel que no cambia; Jesucristo. Así como aquel día, hoy y por los siglos, Dios seguirá siendo Dios de amor, Dios que sana, que liberta, que tiene misericordia. Él es el Dios de milagros. Te motivo a que le conozcas, y creas en Él, para recibir un toque de su amor, ya sea por una situación personal o de alguien a quien tú conoces que sabes que necesita un milagro.
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moving church
La historia de un joven emprendedor Un jóven que creció sin padre, envuelto en un mundo de drogas y pandillas, bajo la responsabilidad de 3 hermanos, con apenas 12 años; Alexis Canahui enfrentó el mundo real. De niño, como voceador del desaparecido periódico El Gráfico, y de una variada gama de «profesiones» se las ingenio para sacar a su familia adelante. Hoy dirige este importante medio de comunicación que usted tiene en sus manos: Revista actitud. Esta fue una de las variadas historias que el pastor René Batz ha presentado a la audiencia del canal NTV en el programa «Conversando con el Pastor René Batz». Un programa que ha retado a los Guatemaltecos a vivir conforme a los principios que un día recibimos. Sin duda un reto que ha sabido enfrentar ya que se presenta en prime time (9:00 pm) todos los jueves.
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20 años de Rey de las Naciones Recientemente la Iglesia Rey de las Naciones celebró 20 años de haber sido fundada por el pastor Robin García desde que el Señor depositara en su corazón el deseo de predicar su palabra. La inauguración del evento estuvo a cargo del Consejo Apostólico de Guatemala, además, durante el evento se contó con la participación de pastores invitados como: el apóstol Efraín Avelar, de Misión Bethania en Quetzaltenango; el profeta Jaime García, de Rey de las Naciones en Estados Unidos; el evangelista español Epi Limiñana, entre muchos otros invitados. Durante el evento varios mensajes fueron expuestos por los predicadores, pero la mayor atención se centró en el mensaje de la sanidad y la salvación.
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L i b ro s
La fe que no se debilita Por: Luís Ángel Díaz
Presidente de Sociedad Misionera Global, evangelista y autor de la Biblia del Pescador
«Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo casi de 100 años), o la esterilidad de la matriz de Sara.» –Romanos 4:19
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na vez que el pecado incursiona en la realidad humana, notamos una tendencia general al desorden, a la destrucción y al deterioro. La Biblia nos revela con claridad que la consecuencia inevitable del pecado es la muerte. Esta tendencia, entonces, es parte del proceso de muerte en que se encuentra el ser humano a causa del pecado. En el aspecto social, esta inclinación negativa se observa de manera acentuada. En raras ocasiones oímos de disminución en la incidencia de laguna lacra social. En realidad, sucede lo opuesto. No existe una tendencia natural al desarrollo. Es importante observar la dimensión espiritual y analizar cómo esta tendencia negativa puede afectar nuestra fe. Consientes de esta inclinación, no debemos abandonar nuestra vida en manos del azar. Como colaboradores del Espíritu Santo, trabajamos en el desarrollo y diseño de nuestra vida. Esto supone una ocupación responsable en lo que somos y deseamos llegar a ser. Cultivar una buena
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relación cotidiana con el Señor debe ser una prioridad en la vida de los cristianos que anhelan una autentica prosperidad. Nada ocurre de manera automática en la vida cristiana. No podemos esperar que el crecimiento y el avance se produzcan espontáneamente solo porque seamos creyentes. Quien piensa de esa manera pronto sufrirá desaliento y desánimo. Como el caso de Abraham debemos evitar que nuestra fe se debilite. Si no lo atendemos de manera apropiada, como el que amorosamente cuida un jardín, pronto observaremos que las hojas comenzarán a caer y no llegará el fruto esperado. No hay una razón buena o justificable para debilitarnos en la fe. Algunos usan ciertas circunstancias como excusa cuando se les pregunta acerca de su fe debilitada, pero tenemos que sopesar los argumentos de cada situación con lo que dice la Palabra de Dios, y entonces juzgar que pesa más. Sin duda descubriremos este secreto: no importa lo que vean los ojos. Por encima de todo, “sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso” (Romanos 3:4) Consideramos la experiencia de otros que estuvieron en situaciones similares o peores a las nuestras y no se debilitaron en la fe. ¿Hasta cuándo debemos tener fe? Hasta llegar a ser lo que Dios ha establecido. La meta la establece el Señor, y nosotros, y la mediocridad no es parte del plan para Sus hijos. De modo que al movernos con fe, lo hacemos en un marco de excelencia, procurando siempre lo óptimo, que es la voluntad de Dios. La fe no se detiene antes de alcanzar la meta. El que desmaya en el momento más oscuro, tal vez se rinda solo segundos antes de que comience la aurora. Si alguien pregunta: “¿Hasta cuándo tendrás fe?”, conteste: “¡Hasta que llegue la respuesta!”. “El que se desmaya en el momento más oscuro, tal vez se rinda solo segundos antes de que comience la aurora”. Extraído del Libro: Secretos de una Fe
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