elCaribe

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Cultura

Las fronteras imaginarias en el Caribe

Suicidio del general Arturo R. Espaillat

El papa Francisco y las familias

Zona

de esta semana al 56 aniversario, el pasado día 27, de la muerte del general Arturo R. Espaillat. P.7

Monseñor de la Rosa y Carpio narra ocho expresiones del Pontífice que él recoge en su libro “Así lo dijo el papa sobre las familias”. P.9

Anfiteatro La Dramática: un chavón en Santo Domingo

Se trata de la Plaza Juan Pablo Duarte, la cual pasó recientemente por un proceso de remozamiento para su rescate y así se volviera a convertir en un lugar referente de turismo y cultura en este municipio.

Milly Reyes, encargada de la Plaza Juan Pablo Duarte, donde se encuentra el Anfiteatro La Dramática, habló en un recorrido con elCaribe sobre la historia detrás de este espacio, que funge como un homenaje al padre de la patria y que alberga 39 bustos con rostros de personajes de la historia, que al igual que él, fueron partícipes de la independencia nacional.

Al visitar el lugar una gigantesca estatua de Juan Pablo Duarte y una inmensa bandera nacional saludan a sus visitantes que vienen desde la dirección este al centro de la ciudad.

“Este busto de Juan Pablo Duarte es el más grande que se le haya construido en su honor y fue donado por el gobierno de Estados Unidos en el marco del centenario de su natalicio”.

Al continuar el recorrido por las escalinatas de este gran espacio, podemos encontrar el Anfiteatro La Dramática. Un tesoro en Santo Domingo Este que pocos han descubierto.

PATRIA URBÁEZ purbaez@elcaribe.com.do

Fotos: Félix de la cruz

Desde el año 1976 en el municipio de Santo Domingo Este habita un espacio de impresionante arquitectura que combina cultura, historia y turismo en un solo lugar.

Legado

Queremos dejar un legado en una ciudad, creativa y turística, que la gente pueda venir a conocer SDE y que no seamos solo el otro lado”

Se trata de un escenario construido en piedras, que guarda un parecido con el Anfiteatro de Altos de Chavón, por su arquitectura. Sin embargo el de Santo Domingo fue inaugurado algunos años antes, específicamente en 1977.

En este espacio todo está conectado, desde el hecho de que se trate de un teatro, así como su nombre y las estatuas que se encuentran en el lugar. l

La Plaza Juan Pablo Duarte rinde tributo a quienes trabajaron para lograr la independencia nacional
La investigadora Ana Elvira Cervera divide cinco espacios de la región del Caribe a los cuales les describe su correspondiente frontera. P.6 Retro dedica su entrega Anfiteatro La Dramática honra a personalidades involucradas en la independencia nacional.
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elCaribe, SÁBADO 30 DE SEPTIEMBRE DE 2023 elcaribe.com.do Busto de Juan Pablo Duarte.

historia de la medicina

La oftalmología en 1822

salón de la fauna

de personas con elevada preparación académica o profesional. La parte haitiana de la isla vivía un proceso similar, pues tras el triunfo de la revolución haitiana, emigraron todos los profesionales preparados y literalmente Haití se quedó sin médicos.

Tras la invasión haitiana a nuestro país, el presidente haitiano Jean Pierre Boyer procedió a enviar médicos haitianos y a establecer las normas de vida y salud de Haití en la parte española. Durante esta ocupación, que se prolongó desde el 1822 al 1844, se registra un oscuro período en el desarrollo de la Medicina por la falta de recursos. Se intentó reabrir la Universidad de Santo Tomás, pero luego de unos meses fue ocupada por el Ejército haitiano y clausurada. Sin embargo, existen de este período algunas referencias.

El 12 de mayo del 1826 se fija la tarifa que regía el quehacer médico en Santo Domingo. Se cobraba un pago de 0.50 centavos por consulta diurna; en esta tarifa se mencionan cirugías oftalmológicas que no se detallan y a las que no se les pone precio. No sabemos si esto se debe a que nadie las hacía o por lo escasas que eran, pues anteriormente estas cirugías se negociaban directamente entre médico y paciente.

La farmacopea y la legislación médica de esa época eran decididamente francesas por su relación con Haití. En 1830 en el recetario del Médico Jefe del Hospital Militar de Santo Domingo, apare-

cía el colirio Lanfranc, que debe ser una adaptación francesa del colirio de Lanfranco. Se cree que fue ideado por el célebre cirujano

nocemos la fórmula de este colirio:

vino blanco: 1 libra, agua de llantén neral de arsénico y azufre de color alimonado que también se usaba en tintorería): 2 dracmas, cardenillo: 1 dracma, mirra 2 escrúpulos y de aloe, otros 2 escrúpulos. También encontramos referencia al colirio Vitasol y a la tisana de Simaruba, para el tratamiento de afecciones oculares.

En esa época se usaba para las enfermedades de los ojos el “ungüento precioso de Alexandro” y el “agua maravillosa de Vicsana”. Ambos productos gozaban de fama por su eficacia, según una nota aparecida en 1830 que transcribimos: “Mañana y tarde se meten los ojos en el agua maravillosa. Los resultados no se harán esperar. El ungüento se usará en los casos más malos, tales como los que están cubiertos de fuertes excrecencias de carne y pus y masas de humor, como telas, etc. Que se fijan en ese órgano a causa de diversas enfermedades. Estos ojos se curarán colocando en la noche un poco del ungüento de Alexandro y guardándolo toda la noche, y usándolo dos o tres horas en el día. No deben los pacientes inquietarse por la rubicundez que se desarrolla en sus ojos durante el tratamiento de 3 o 4 días”. “El comandante Vicsana recibía continuamente testimonios de la eficacia de sus remedios que estaban a la venta en Puerto Príncipe en 1829. El coronel Moriste que padecía desde 1812 de una excreción a causa de un balazo, esperaba un feliz resultado por el uso de esta agua maravillosa de Vicsana”.

Solo el Hospital Militar, el Hospital de Bari, estaba activo en esos años y allí se veían todos los pacientes que requerían atenciones oculares. l DR.

Hugo Beras

Vamo a montai bicicleta

Manque no hay ni un carril

Venimo to dei mandril

Sin duda, somo toj atleta

La mía e de manigueta

Y a prueba de carro e concho

Voladora dei ventiocho

Yipeta y también patana

Que comen en su palangana

Y encima le dan bicocho.

Pa’ bicicleta montai

No hay que mirai pa’ Europa

Ei viento puallá va en popa

Y aquí un berenjenai

Quite ei concho mi compai

Y ponga guaga decente

No e pa’ vaca, e pa’ gente

Deje ei peinao e comunión

Holanda ej otra nación

Sin chofere comegente.

l JOSÉ MERCADER

2 Cultura elCaribe, SÁBADO 30 DE SEPTIEMBRE DE 2023 elcaribe.com.do
(DÉCIMA CIBAEÑA)

elCaribe, SÁBADO 30 DE SEPTIEMBRE DE 2023 elcaribe.com.do

El rescate de un lugar patrimonio de SDE

“El Anfiteatro se llama La Dramática por Juan Pablo Duarte. Una de las sociedades culturales creadas por el patricio era La Dramática. Cuando era joven, Duarte utilizaba el teatro para instruir a la gente sobre sus deseos de independencia sin que los haitianos se dieran cuenta y por esa razón el anfiteatro lleva este nombre”, explicó Reyes a elCaribe

Bustos

La línea de 39 bustos, tallados en mármol, está compuesta por los rostros de personalidades que formaban parte de diversos grupos independentistas, entre ellos la trinitaria, que tuvo como propulsor a la patria Juan Pablo Duarte, cuyo busto se encuentra en el centro.

Las demás estatuas son en honor a Francisco del Rosario Sánchez, Matías Ramón Mella, Josefa Pérez de la Paz, María Trinidad Sánchez, Gaspar Hernández, José María Imbert, Vicente Celestino Duarte, Antonio Duverjé Duval, Manuel Jiménez, José Joaquín Puello, Eusebio Puello y Castro, Benito Gonzales, Juan Alejandro Acosta, Pedro Antonio Bobea, Juan Nepomuceno, Feliz María Ruiz, Gabino Puello, Francisco Salcedo, Juan Isidro Pérez, Felipe Alfau B., Jacinto de la Concha, Félix María del Monte, José María Serra, Epifanio Bill, Joaquín Montolio.

Remozamiento

Con el paso de los años desde su construcción, este espacio se fue dejando en el olvido hasta ser completamente abandonado, según señaló Reyes durante el recorrido. Hasta que esta nueva gestión asumiera y visualizara el potencial que tenía el espacio.

Es por ello que en 2021, el Ayuntamiento de Santo Domingo Este, decide iniciar un plan de remozamiento para el rescate de este y otros espacios.

“Esto estaba echado a perder. Cuando el alcalde Manuel Jiménez asume, inicia un proceso de remozamiento, en el que se gastaron unos 8 millones ya que se tuvo que sacar toneladas de basura. Esto no se veía, no había luces, se tuvo que dar mantenimiento a los bustos, algo muy delicado porque es mármol y se hicieron los baños, las garitas de los seguridad”, explica.

Al igual que esta plaza, también están siendo intervenidos el Faro a Colón, el Monumento a la Caña, el Cachón de la

Rubia, la Ermita del Rosario, y el Parque de la Mujer, ubicados en diferentes puntos dentro del municipio.

“A través de nuestros espacios queremos promover nuestra cultura pero que también internacionalmente que cuando la gente venda a la República Dominicana quieran conocer los atractivos de Santo Domingo Este, que la gente también piense en los 3 Ojos, en la Plaza Juan Pablo Duarte, en el Monumento a la Caña, en el Faro a Colón, y tener todos esos monumentos remozados y aptos para cuando nuestro público tanto nacional como el internacional lleguen, puedan sentirse cómodos y seguros”.

Seguridad y disfrute

Tras su intervención de rescate, se busca que esta sea una plaza patrimonial de Santo Domingo Este para el disfrute de sus visitantes, es por ello que también se ha tomado en cuenta el tema de la seguridad.

Además de ser una zona vigilada las 24 horas, está puesta a la disposición de los munícipes que quieran realizar actividades dentro del disfrute sano.

“Es una zona segura, las 24 horas hay seguridad. Todo el que quiera promover una actividad sana y cultural este espacio está a su disposición, sin costo alguno, sólo deben comunicarse con el Ayuntamiento. Se hacen cumpleaños, bodas, graduaciones, festivales, pasadías, actividades de la iglesia. Está presto para cualquier evento social o un día familiar”. Incluso está presto para grabación de videos musicales y sesiones de foto.

“Básicamente lo que quiere el alcalde es dejar un legado de una ciudad aparte de creativa, turística, que la gente pueda venir a conocer SDE, que no seamos solo el otro lado como la gente se dice, sino que seamos un punto de encuentro y referencia también”. l

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Cultura
Bandera nacional hondea en Plaza Duarte. Busto a José María Imbert. Busto a Francisco Saviñón.Busto a Concepción Bona. Son 39 los bustos de mármol que honran a todos los que participaron en diversos movimientos independentistas. La Plaza Duarte y el Anfiteatro fueron remozados en 2021. El Anfiteatro de Chavón fue inaugurado en 1977. <VIENE DE LA PORTADA

4 Cultura

En este pueblo no hay ladrones (2)

El salón de billar no era un simple salón de billar. Era un centro de recreo, el club social, el mentidero donde la gente se enteraba de todas las noticias y chismes. Además parecía ser el único lugar del pueblo en el que había una radio. Allí se congregaba la gente todas las noches para escuchar «la transmisión radial del campeonato de béisbol». No había nada más importante en el pueblo que la transmisión del juego y el billar. Y el billar estaba ahora inutilizado. Faltaban las bolas blancas y una roja. La roja no tenía mayor importancia, se hubiera podido jugar sin ella. Pero las blancas son imprescindibles. La bola blanca, la que llamamos mingo, es la que se golpea con el taco, la que choca con las demás y las mete en las troneras, en esos agujeros que se encuentran en las bandas y esquinas de las afelpadas mesas de billar.

«Un grupo de hombres jugó a las cartas en la mañana y antes del almuerzo hubo una afluencia momentánea. Pero era evidente que el establecimiento había perdido su atractivo. Sólo al anochecer, cuando empezaba la transmisión del béisbol, recobraba un poco de su antigua animación».

El salón de billar ahora languidecía y el lánguido pueblo empezaba a relanguidecer con el billar. Mejor hubiera sido que hubiera cogido fuego la iglesia.

Ana, la mujer de Dámaso, sale en busca de noticias y la noticia está en todas partes, pasa de boca en boca, se transforma y se deforma. Se enriquece con nuevas pinceladas.Todo el mundo tiene algo que decir y lo dice sin tapujos. La vida del pueblo, un pueblo de carne y hueso, empieza desfilar ante nuestros ojos.

«No se hablaba de nada distinto en el pueblo. Ana tuvo que escuchar varias veces, en versiones diferentes y contradictorias, los pormenores del mismo episodio. Cuando acabó de repartir la ropa, en vez de ir al mercado como todos los sábados, fue directamente a la plaza.

»No encontró frente al salón de billar tanta gente como imaginaba. Algunos hombres conversaban a la sombra de los almendros. Los sirios habían guardado sus trapos de colores para almorzar, y los almacenes parecían cabecear bajo los toldos de lona. Un hombre dormía desparramado en un mecedor, con la boca y las piernas y los brazos abiertos, en la sala del hotel. Todo estaba paralizado en el calor de las doce.

»Ana siguió de largo por el salón de billar, y al pasar por el solar baldío situado frente al puerto se encontró con la multitud. Entonces recordó algo que Dámaso le había contado, que todo el mundo sabia pero que sólo los clientes del establecimiento podían tener presente: la puerta posterior del salón de billar daba al solar baldío. Un momento después, protegiéndose el vientre con los brazos, se encontró confundida con la multitud, los ojos fijos en la puerta violada. El candado estaba intacto, pero una de las argollas había sido arrancada como una muela. Ana contempló por un momento los estragos de aquel trabajo solitario y modesto, y pensó en, su marido con un sentimiento de piedad.

»—¿Quién fue?

No se atrevió a mirar en torno suyo.

»—No se sabe —le respondieron—. Dicen que fue un forastero.

»—Tuvo que ser —dijo una mujer a sus espaldas—. En este pueblo no hay ladrones. Todo el mundo conoce a todo el mundo.

»Ana volvió la cabeza.

»—Así es —dijo sonriendo. Estaba empapada en sudor. A su lado había un hombre muy viejo con arrugas profundas en la nuca.

»—¿Cargaron con todo? —preguntó ella.

»—Doscientos pesos y las bolas de billar —dijo el viejo. La examinó con una atención fuera de lugar—. Dentro de poco habrá que dormir con los ojos abiertos.

»Ana apartó la mirada».

«En este pueblo no hay ladrones», había dicho alguien, el culpable tenía que ser alguien de fuera, un forastero, y si era un negro, mejor. De hecho, ya había un sospechoso. El mismo «Dámaso pensó en el forastero que no había visto nunca y por un instante sospechó de él con una convicción sincera».

Al negro lo encontraron en el cine mientras Dámaso veía una película de Cantinflas y se llevó tremendo susto:

«De pronto, las imágenes de la pantalla palidecieron y hubo un estrépito en el fondo de la platea. En la claridad repentina, Dámaso se sintió descubierto y señalado, y trató de correr. Pero en seguida vio al público de la platea, paralizado, y a un agente de la policía, el cinturón enrollado en la mano, que golpeaba rabiosamente a un hombre con la pesada hebilla de cobre. Era un negro monumental. Las mujeres empezaron a gritar, y el agente que golpeaba al negro empezó a gritar por encima de los gritos de las mujeres: “¡Ratero! ¡Ratero!”. El negro se rodó por entre el reguero de sillas, perseguido por dos agentes que lo golpearon en los riñones hasta que pudieron trabarlo por la espalda. Luego el que lo había azotado le amarró los codos por detrás con la correa y los tres lo empujaron hacia la puerta. Las cosas sucedieron con tanta rapidez, que Dámaso sólo comprendió lo ocurrido cuando el negro pasó junto a él, con la camisa rota y la cara embadurnada de un amasijo de polvo, sudor y sangre, sollozando: “Asesinos, asesinos”. Después encendieron las luces y se reanudó la película».

El negro no tenía nada que ver con el robo y la policía lo sabía y lo sabía una prostituta con la que Dámaso se había acostado. Sólo Dámaso, al parecer, alberga ciertas dudas:

«—Todo el mundo se va para el puerto —dijo.

»Dámaso tuvo la sensación de no haber dormido más de una hora en toda la noche.

»—¿A qué?

»—A ver al negro que se robó las bolas —dijo ella—. Hoy se lo llevan.

»Dámaso encendió un cigarrillo.

»—Pobre hombre —suspiró la muchacha.

»—Pobre por qué —dijo Dámaso—. Nadie lo obligó a ser ratero.

»La muchacha pensó un momento con la cabeza apoyada en su pecho. Dijo en voz muy baja:

»—No fue él.

»—Quién dijo.

»—Yo lo sé —dijo ella—. La noche que se metieron en el salón de billar el negro estaba con Gloria, y pasó todo el día siguiente en su cuarto hasta por la noche. Después vinieron diciendo que lo habían cogido en el cine.

»—Gloria se lo puede decir a la policía.

»—El negro se lo dijo —dijo ella—. El alcalde vino donde Gloria, volteó el cuarto al derecho y al revés, y dijo que la iba a llevar a la cárcel por cómplice. Al fin se arregló por veinte pesos.»

Al negro se lo llevaron en una lancha con «las muñecas amarradas a la espalda con una soga (…), sin camisa, el labio inferior partido y una ceja hinchada, como un boxeador». Lo subieron al techo de la lancha, «amarrado de pies y manos a un tambor de petróleo». Sólo conservaba intacta su dignidad, «una dignidad pasiva».

«—Pobre hombre —murmuró Ana.

»—Criminales —dijo alguien cerca de ella—. Un ser humano no puede aguantar tanto sol.

»Dámaso localizó la voz en una mujer extraordinariamente gorda, y empezó a moverse hacia la plaza.

»—Hablas mucho —susurró al oído de Ana—. Lo único que falta es que te pongas a gritar el cuento.»

La policía sabía que no era culpable, pero el negro tenía la culpa escrita en el color, había nacido culpable de ser negro. l

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SÁBADO 30 DE SEPTIEMBRE DE 2023

elCaribe, SÁBADO 30 DE SEPTIEMBRE DE 2023 elcaribe.com.do

Apuntes de infraestructura

Luz y sombra

nos significó una renuncia al ajeno y distante paraíso del Romanticismo pictórico europeo. Una dimisión que, a la vez, encarnaba un desafío, la vecindad de un abismo. Colmar la paleta de temblores amarillos y verdes y rojos, de sonoridades de azul rotundo y de evanescencias de azul etéreo representaba en aquellos días iniciáticos una mordida al fruto del árbol del bien y del mal.

Revelar nuestra luz, y el color como hidalguía y corporeidad de esa luz, asentó los cimientos de una proeza. Heroicidad aquella que abrió los ojos de Yoryi, de Suro, de Hernández Ortega, de Eligio Pichardo, de Clara Ledesma. Y que repercutió luego en los cánones europeos de Gausachs, Vela Zanetti, Hausdorf, Lothar y Fulop.

Quienes accedan al documental ‘La República del Color’, tanto como al libro admirable de Danilo de los Santos (con el mismo nombre e “inspirado en el film de Héctor M. Valdez”), han de surgir repletos de un ilusionado entusiasmo. Lo que fuera mi emoción, en pocas palabras.

Eternidad de la sombra

Hace más de 25 años que presenté una de las publicaciones de Bernardo Vega. Era aquel un volumen contentivo de relatos de viajeros (glosados por Bernardo) quienes caminaron nuestro territorio entre 1850 y 1929. Me arriesgo a imaginar (por doctrina y por reverencia a Charles Darwin) que el dominicano de hoy no es enteramente igual a ese individuo que, con sorpresa no exenta de desprecio, describían los viajeros-turistas citados en aquel libro remoto.

Nada es igual después de Tomás Alva Edison y de Steve Jobs. No lo dudo. En algo habremos cambiado. Digamos que en la metamorfosis del instrumental. Motocicletas en lugar de asnos y mulos, celulares que invalidan el código Morse, jerga selvática que injuria el benigno fluir del castellano viejo. No mucho más de ahí, probablemente.

PEDRO DELGADO MALAGÓN pedrodelgado8@gmail.com

Hágase la luz

El regalo de unos apreciados amigos me acercó a La República del Color: un documental sobre las peripecias del matiz (por más de un siglo) en la pintura dominicana. Héctor M. Valdez dirigió la obra, apoyada en una idea de Héctor Ulises Montás y articulada según libreto de la poetisa y dramaturga Chiqui Vicioso.

A través de discursos individuales y en coloquios de vivísima sabiduría, el tema lo despliegan pintores, críticos de arte y coleccionistas. En la búsqueda de entornos y raíces vitales, la indagatoria de Héctor Valdez lo lleva a París (en pos de Chassériau, acaso el virginal Adán de esta travesía), a la Barcelona de Gausachs y Colson, a Santiago de Compostela (en el camino de Granell)…

Aquí, tras el rastro de testimonios del color, la cámara se cuela en iglesias, en monumentos y en espacios instituciona-

les. En estos fotogramas he visto a Orlando Menicucci conversar con Rafi Vásquez acerca de la pintura europea de los siglos XVIII y XIX; a Marianne de Tolentino y a Danilo de los Santos hablar de Yoryi Morel y Darío Suro; a ‘Papo’ Peña Defilló evocar a Celeste Woss y Gil, a Gausachs y a Vela Zanetti. Todo aquello, además de envolverme la cámara de Frankie Báez en paisajes inusitados, colosales y de hermosura alarmante.

Dijo Goethe: “Los colores son los actos de la luz, sus actos y sus padecimientos”. La luz vive y padece: es cierto. El hallazgo de la luz en los pintores dominica-

Cabrían entonces, de un modo u otro, las interrogantes: ¿de qué nos sirven esos saltos milagrosos en la evolución de los artefactos? ¿Cómo y hacia qué rumbo se orientó nuestro discernimiento vital en los últimos cien años? ¿Qué rasgos nuevos, qué inéditos valores esenciales afloran en el discurso actual del dominicano intermedio, omnipresente en la tenebrosa y fútil espesura de las ‘redes sociales’? ¿En qué terreno o, acaso, en qué baratijas hemos humanamente mejorado?

No creo tener respuestas benévolas ante enigmas de esa talla. Sólo sé que las nociones básicas que acerca de nosotros mismos proclamamos (los imaginarios delirantes, las quiméricas ilusiones creadas en torno a la existencia y a la médula de nuestro cuerpo social) chocan con la realidad, o quizá escapen aturdidas ante su propia inanidad.

¿Que nuestra gran tragedia como país empieza desde cuando aprendimos a tocar el bongó? ¿Que dentro de la escala de los seres humanos hay muchos que suponen que nosotros no vamos más allá del alcance de un plato de sancocho? Eran así las preguntas que, setenta años atrás, se hacía el magno poeta Franklin Mieses Burgos. Y son las mismas que alguien podrá formularse hoy, ante el patético ‘hic et nunc’ de nuestro persistente rezago. l

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Cultura
Hágase la luz (Dario Suro, Caballos bajo la lluvia, 1941). Eternidad de la sombra.

Caribe: frontera imaginada

Hablar de fronteras es un tema incómodo para la piel. En el prefacio de El infinito viajar (2005) Claudio Magris apunta que hay que traspasar las fronteras, amarlas por lo que definen en la realidad y en lo individual, pues dan cuerpo a lo indistinto, pero, el mismo autor apunta, no podemos idolatrarlas, pues pueden transformarse en ídolos que exigen sacrificios de sangre.

Al intentar describir las fronteras encontramos frente a nosotros una avalancha de historias que no terminan de ser contadas por los discursos oficiales, de procesos discursivos que se traslapan o contraponen dando pie a una simultaneidad de sucesos que se alimentan de susceptibilidades, triunfos, pérdidas, acuerdos internacionales, rencores añejos y, por supuesto, sangre.

Mirando el espacio Caribe desde sus frontera nacionales todo parece ser tan diferente, pero en el fondo ha guardado tantas conexiones que estas mismas terminan por irradiarse continuamente desde ese epicentro comercial que alguna vez llamaron “El ombligo del mundo”. De este modo, tanto las personas como las naciones construyen sus espacios de acción a través de fronteras flexibles y porosas que separan y unen, al mismo tiempo, bloques de tierra que comparten una naturaleza histórica liminal. Estos espacios son al mismo tiempo formas de nombrarse y heridas del pasado. Por poner un ejemplo de lo anterior podemos referir, por un lado, la frontera México-Honduras Británica, que a partir del tratado SpencerMariscal del 8 de julio de 1893 acordaría el inicio de lo que luego sería el novel Belice, y, por el otro, podemos referir la frontera Haití-República Dominicana, en donde aquel octubre de 1937, durante la matanza del perejil, los ídolos nacionales exigieron sangre.

Comúnmente, las fronteras se entienden como marcadores básicos de identidad. Su poder connotativo está dado a partir de las creencias y mitos políticos que se construyen sobre la unidad de la gente que conforma la comunidad o sobre la “natural” unidad del territorio (Anderson, 1998). Sin embargo, es importante aclarar que nada hay de natural en una frontera, esta es un término del discurso que adquiere espacialidad y capilaridad a partir y en relación con un grupo humano diferenciado que se aglutina bajo un mito de unidad dado en términos arbitrarios, por tanto, cualquier mito de unidad puede ser modificado, transformado o creado durante periodos beligerantes, y oficializado en periodos de negociación diplomática.

Al ser la frontera un término del discurso, su poder referencial está dado a

partir de la suma de los tres niveles que menciona Foucher para la producción del límite: lo real, lo simbólico y lo imaginado. Estos niveles dan como resultado el ya mencionado mito de unidad el cual aglutina una comunidad imaginada volviéndola algo tangible en la medida que homogeniza la diversidad que contiene. Cada uno de estos niveles: el real, el simbólico y el imaginado, representa la afirmación de una postura discursiva que va adquiriendo consistencia física a medida que se desarrolla la identidad de una región. Esta región surge como la evolución de una metáfora espacial que se complejiza hasta encajar en un trazo topográfico.

Pero pongámonos los lentes de la escala geográfica y abandonemos la linea fronteriza nacional para observar el espacio Caribe como una macroregión que engloba islas, fragmentos de continente, archipiélagos, penínsulas, bajos, playas, y demás accidentes geográficos que poco pueden ser delimitados de manera estable. En esta escala, ¿Cuál es la frontera del Caribe? Creo que no existe, pues se diluye. Pero si es que existe, esta parece ser más un sentimiento o una experiencia que una linea defensiva.

El Caribe es un territorio imagina-

do, producto de la prolífera pluma de sus “descubridores” europeos pues con la exploración del espacio, el territorio fue producido hasta adquirir dimensiones simbólicas que ofrecieron referentes identitarios concretos que, posteriormente, se tradujeron en metáforas espaciales en los mapas. Con el paso del tiempo estas metáforas espaciales adquirieron un punto de referencia en el espacio físico visibilizándose en el paisaje cotidiano en el que contantemente observamos imágenes reiterativas de áreas blancas, playas desiertas, palmeras borrachas de sol y sujetos fuertes y viriles que inducen a la locura y el desenfreno salvaje. A veces pareciera que las y los caribeños somos la fantasía de otros, de otras, de los otros.

Esta suma de rasgos comunes, construidos y atribuidos a un mismo escenario es lo que constituye la identidad geográfica de una región, ya que es el referente sobre el que se funda el mito de unidad que la mantiene cohesionada. Al ser un término construido, el concepto Caribe está cargado de historicidad. Su nacimiento estuvo dado a partir de las experiencias particulares de los llamados descubridores quienes mediaron su discurso por la repetición ru-

tinaria de las prácticas anteriores de los habitantes nativos, esto hizo que toda la experiencia “descubrimiento-colonia”, con sus al menos tres siglos de particularismos (XVI-XIX), se condensara en una sola palabra: “Caribe”, la cual tiene su génesis en una época posterior al primer contacto americano.

En la palabra misma “Caribe” se almacena y naturaliza la huella implacable del pasado en el lenguaje, su interpretación, luego entonces, no refiere una única acepción, por el contrario, existen al menos cinco tendencias para entenderla como región que consideran aspectos diferentes para su aplicación: 1) el Caribe insular o etno-histórico, 2) el Caribe geopolítico, 3) el Gran Caribe o Cuenca del Caribe, 4) Caribe cultural o AfroAmérica central y 5) el Caribe continental, pero cada uno de estos espacios exhibe cotidianamente sus fronteras y, en ellas, despliega los orgullos y miedos de sus habitantes. Parafraseando a Ortelius es posible decir que los mapas son los ojos de la historia, en ellos la linea antecedió al límite y, a partir de ahí, nació la frontera, huella indiscutible del poder. Es por ello que, desde el Caribe, hacemos historia para el futuro, con plena conciencia del pasado. l

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Cultura
ANA ELVIRA CERVERA. UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL. MÉXICO. ana.cervera@upnmda.edu.mx.

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zona retro

Suicidio del general (R) Arturo R. Espaillat: El trágico final de un militar trujillista

de hacía ya un tiempo, luego de haber sufrido un accidente automovilístico en Portugal.

Espaillat apretó el gatillo en su habitación mientras aguardaba a que su esposa, Ligia Fernández, le terminara de servir el almuerzo. El exmilitar tenía un revolver Enriquillo, calibre 38, que fue entregado al Escuadrón contra Homicidios de la Policía Nacional.

El general Arturo R. Espaillat fue secretario de Estado de Seguridad del régimen trujillista, subsecretario de las Fuerzas Armadas, cónsul en la ciudad de New York y mayor general del Ejército dominicano.

Al conmemorarse el 56 aniversario, este 27 de septiembre, de la muerte de una de las figuras militares más prominentes e importantes en la Era de Trujillo, la Zona Retro, esta semana, rememora la vida y muerte del general Espaillat, conocido por ocupar altos cargos durante el régimen trujillista, y por ser un estratega y militar destacado.

Antecedentes

Arturo Rafael Espaillat Rodríguez, también conocido como “Navajita”, era el nombre completo del general. Había nacido en La Vega el 10 de febrero de 1921. En ese momento, fue el único militar en nuestras Fuerzas Armadas que se graduó en West Point a la edad de 22 años. Fue un estratega y experto en inteligencia militar.

Debido a su sólida preparación militar, Navajita llegó a ser general y se desempeñó como Jefe de los Servicios Secretos y de Inteligencia durante el régimen del dictador Rafael Leónidas Trujillo.

Además de estos cargos, logró ocupar otros durante el régimen trujillista, como secretario de seguridad del régimen y subsecretario. En cierto momento, también fue cónsul en la ciudad de Nueva York.

Incursión en el Ejercito Dominicano Gracias a las amplias conexiones que su padre, el doctor Rafael Espaillat de la Mota, había establecido al ocupar cargos importantes en el gobierno, como el consulado de Nueva York en 1930 y también la Secretaría de Salud y Relaciones Exteriores, pudo asegurar una beca para su hijo Arturo, quien tenía un destacado historial académico. Esta beca le brindó la oportunidad de ingresar a la Academia Militar de West Point, donde no solo desarrolló una impresionante carrera militar, sino que también estableció relaciones con futuros líderes de alto rango en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y otras naciones.

Más adelante, después de completar sus estudios, Arturo se unió al Ejército Dominicano y obtuvo el apodo de “Navajita” o “la Gillette” debido a su disciplina militar rigurosa y altamente exigente. A medida que se convirtió en uno de los hombres respetados por Trujillo, infundió temor y posiblemente envidia en otros.

Momento de la tragedia

El 27 de Septiembre de 1967 se suicidó en el apartamento donde vivía en la calle Hermanos Deligne 25, bajos, de esta

ciudad capital, tenía 46 años a la hora de su fallecimiento.

Según las informaciones compartidas en el periódico El Caribe, el general murió después de dispararse un tiro en la cabeza que le destrozó la masa encefálica.

En ese momento eran desconocidas las causas que guiaron al general a tomar esa determinación, sin embargo, se presumió que lo había hecho motivado por su estado de salud. Se había dicho que se encontraba en estado semiparalítico des-

En declaraciones a la Policía, su esposa comentó que Espaillat se encontraba recluido en casa desde hacía un tiempo por quebrantos de salud, que al parecer fueron el detonante de la situación. Agregó también que “todo sucedió repentinamente, pues como a la una de la tarde le serví una sopa, dejándolo en su habitación tomándosela, mientras fui por el resto de la comida”.

Continuó diciéndole a la policía “mientras me encontraba en la cocina, escuché un disparo y nunca pensé que sería Arturo dándose un balazo, pero cuando entré a la habitación y lo encontré herido, bañado en sangre me llené de angustia y dolor”.

Según dijo, sus hijos se encontraban en sus trabajos al momento del hecho. Indicó también que su esposo tenía la costumbre de guardar su arma debajo de la almohada.

El coronel Juan Bautista Germán del Villar, jefe del Escuadrón Contra Homicidios, informó que el revólver de la víctima fue ocupado con cuatro cápsulas y el casquillo disparado. Pero no ofreció detalles de si estaba amparada bajo licencia legal.

Reacción de los vecinos

Vecinos del sector informaron que la esposa al mirar herido a su esposo se volvió casi loca, razón por la cual, algunas personas ligadas a esa familia fueron las que tomaron el cuerpo del general y lo trasladaron al hospital militar Enrique W. Lithgow Ceara en un intento por salvarle la vida.

Sin embargo, algunas personas en la escena dijeron que era remota la posibilidad que se salvara porque el balazo le desbarató el rostro casi por completo.

En el hospital militar se le negó la entrada a la prensa, los oficiales tenían la orden de no dejar entrar a nadie sin previa autorización de la Jefatura del Ejército o de la Secretaría de las Fuerzas Armadas.

Todo terminó

Según los médicos que lo atendieron en el hospital, la bala penetró por encima de la nariz. Del mismo modo, señalaron que en un intento por salvarle la vida realizaron una traqueotomía, pero los esfuerzos fueron infructuosos, debido a que la herida era mortal. Pereció a las cuatro y ocho minutos.

Indicaron que murió a consecuencia de una hemorragia interna que le causó la bala al internarse por la región frontal con pérdida de masa encefálica. l

7 Cultura
LENIN RAMOS lramos@elcaribe.com.do General Arturo R. Espaillat. OGM Titular de la nota publicada en el periódico El Caribe el 27 de septiembre de 1967, tras confirmar la tragedia. OGM
OGM Central de Datos

Antón Chéjov, un estudiante con gente difícil

EEl joven Antón Pávlovich Chéjov cenaba callado, casi mudo, temía que al masticar el pollo con papas y, al tragar, el sonido gutural, cuando bajaba por su garganta, fuera oída por su padre, Pável Yegoróvich, y se molestara. No se atrevía a mirar por encima de la línea que bordeaba la mesa, como horizonte.

Su madre, Yevguéniya Yakovlevna servía la sopa con un cucharón o cuchara salsera, de manera tal que no cayera ni una sola gota. Su hermana y hermanos, menores todos, ni siquiera se atrevían a saborear a plenitud aquella receta que olía y sabía exquisitamente.

El terror instalado desde la tosca figura paterna, desde su mirada fulminante, desde el ambiente creado por su odiosa imposición y presencia sucia, como si fuera una sala de tortura o un cuarto de interrogatorio nazi.

Ese día, un Viernes Santo, Antón anunció que partiría a Moscú, a la universidad. La prolongada pausa, después de esta declaración, se eternizó esperando la respuesta del padre.

Pável se limpió el hocico con el hombro izquierdo, tosió como para dejar la boca libre y poder decir: te puedes ir, hijo, te daré 10 kópecks. Yerguéniya se atrevió a decir que con eso no le daba más que para el tren, que el niño necesitaba unas botas nuevas, un pantalón, una gorra y libros.

La furia de Pável, contrariado, lo levantó de la silla, dio un puñetazo en la mesa que hizo que la sopa lloviera hacia arriba y apagara el velón del lado de la sopera.

-Este muchacho, más hijo de Rasputin y del demonio que mío, quiere mi ruina. Ustedes todos son unos parásitos. Y tú, mujer, eres la culpable por estar contándole cuentecitos y llenándole la cabeza de fantasías inútiles.

-El muchacho va a ser médico, lo quieras tú o no. Respondió la madre recogiendo los platos y dándole la espalda rumbo a la cocina.

Antón la siguió mientras el ogro seguía:

—¡Cójanlo todo! —gritó con voz alterada—. ¡Desplúmenme! ¡Agarren todo! ¡Ahóguenme!

Se apartó bruscamente de la mesa, se agarró la cabeza con las manos y, dando zapatazos, empezó a recorrer el comedor.

—¡Quítenme hasta la última camisa! —gritaba con voz aguda—. ¡Exprímanme lo poco que me queda! ¡Róbenme! ¡Estrangúlenme!

El estudiante se ruborizó y bajó los ojos. Ya no podía seguir comiendo. La madre, que en veinticinco años no había llegado a acostumbrarse al difícil carácter de su marido, se encogió y empezó a balbucear unas palabras para justificarse. En su consumido rostro de pájaro, siempre obtuso y asustado, apareció una expresión de sorpresa y de torpe miedo. Los pequeños y la hija mayor, una ado-

lescente de rostro pálido y feo, dejaron las cucharas y quedaron petrificados.

Antón, decidido, se dirigió al campo por el camino fangoso. El viento y el frio lo golpeaban y eso le hizo pensar que algo parecido habían vivido Iván el Terrible y Pedro el Grande.

Se topó entonces con Vasilisa y Lukerya, madre e hija viudas. Cuando hicieron un alto se sentaron alrededor de un fuego. Antón aprovechó para contarle la historia de Pedro, en los Evangelios, y su negación de Jesús. El llanto de Pedro frente a los obreros, al final de su tercera mentira, contagió a las dos mujeres. El joven estudiante, frente a una tormenta de nieve que se aproximaba, decidió regresar a su casa.

—Escuche… Necesito hablar con usted seriamente… Sí, seriamente… Siempre le he respetado y… y nunca me había decidido a hablarle en este tono, pero su conducta… su última acción…

El padre miraba por la ventana y callaba. El estudiante, como si meditara las palabras, se secó la frente y prosiguió, con profunda agitación:

—No pasa hora de comer ni de tomar el té sin que arme usted un escándalo. Su pan se nos queda a todos atravesado en la garganta… Nada hay más ofensivo ni más humillante que echar en cara un trozo de pan… Aunque sea usted el padre, nadie, ni Dios ni la naturaleza, le ha dado derecho a ofender tan gravemente ni a humillar a los demás, a descargar sobre los más débiles su mal humor. Usted ha destrozado a mi madre, la ha privado de toda personalidad, a mi hermana la tiene sometida sin remisión, y en cuanto a mí…

—No es cosa tuya darme lecciones — replicó el padre.

—¡Sí, es cosa mía! ¡De mí, puede usted burlarse cuanto quiera, pero a la madre, déjela en paz! ¡No le permitiré que maltrate a mi madre! —continuó el estudiante, lanzando chispas por los ojos—. Está usted consentido, porque aún nadie se ha atrevido a llevarle la contraria. Ante usted hemos temblado, hemos enmudecido, pero ¡ahora se acabó! ¡Es usted un grosero, un mal educado! Un grosero… ¿comprende? ¡Es usted grosero, duro y de duro corazón! ¡Ni los muzhiks pueden soportarle!

Después de algunos años, en el 1884, se graduó de médico con el dinero insuficien-

te del padre más otro ganado publicando relatos humorísticos cortos, bajo el seudónimo de Antosha Chejonté, como para burlarse de los escritores franceses de moda y de los afrancesados de Moscú.

Se estableció en Voskresenck, Zvenígorod y Bákino como si fuera exactamente el Doc Martin Ellingham del pueblito de Portwenn, Reino Unido y con un poder como si ejerciera en Macondo.

Su fama de escritor le exigía más tiempo.

Cuando Tolstoi escribió Anna Karénina él no pudo resistir y escribió “La Dama del Perrito”. Tampoco pudo desconocer y desligarse del juicio al militar francés Alfred Dreyfus cuya defensa llevaba Zola, solo.

Su mayor enemigo le tocó la puerta, el mismo día que su hijo de seis años murió, para que fuera a atender urgentemente a su esposa que se moría. Él y su esposa estaban destrozados.

-Perdone, pero no puedo ir. Hace cinco minutos… que se ha muerto mi hijo.

Después de mucho discutir cedió y se fue hasta la mansión de Aboguin, este descubre que todo fue un teatro de su mujer para alejarlo y escaparse con Aleksandr Pápchinski Semiónovich, su mejor amigo.

El doctor regresó, el cochero llevaba el carruaje a gran velocidad.

Aboguin quedó repitiendo como loco:

-¡Se ha ido! ¡Me ha engañado! ¿Por qué me ha mentido de este modo? ¡Dios mío! ¿Por qué este truco sucio de truhán, por qué este diabólico juego de serpiente?

¿Qué le he hecho yo? Si más que amigo era mi hermano, si arriesgué mi vida para salvarlo con un pasaporte falso y guardándole las armas en mi casa, a él y su grupo de anarquista.

En “El cobarde” termina con “…qué fácil es vencer al débil en este mundo. Que quizás resuma su obra al denunciar el poder de los poderosos que solo poseían riquezas desde el analfabetismo y la misoginia.

En 1904, Antón fue vencido por la tuberculosis. No había remedio que lo salvara. Su esposa Olga, actriz de teatro y mística pensó que 44 años no era mucho, que su vida continuaría por algún lugar. Ese mismo año, nació Tomás Hernández Franco. l

8 Cultura elCaribe, SÁBADO 30 DE SEPTIEMBRE DE 2023 elcaribe.com.do
JOSÉ MERCADER Y CHÉJOV 666mercader@gmail.com Anton Chekjov por Mercader. Retrato de Chejov por Ozip Braz 1898. F.E. Niño campesino (Vanka Zhúkov) por Nikolái Chéjov (hermano de Antón). F.E. Libro de Chéjov. F.E.

Certifico y doy fe

Así lo dijo el papa sobre las familias

7- Cuidado con la colonización ideológica en las familias

Introducción

Tengo tres libros escritos con el título “Así lo dijo el Papa Francisco”: “Así lo dijo el Papa sobre diferentes temas”, “Así lo dijo el Papa a los sacerdotes”, “Así lo dijo el Papa sobre el maligno”. Hoy les traigo el tema “Así lo dijo el Papa sobre las familias”. Solo son textos del año 2015. En otras ocasiones recogemos los de otros años. Aquí tienen ocho textos solo de ese año.

1- Paz en la familia

“¿Tú no estás bien con esto? ¡Haz la paz! En tu casa, ¡haz la paz! En tu comunidad, ¡haz la paz! En tu trabajo, haz la paz! Obras de paz, de reconciliación y fraternidad. Cada uno de nosotros debe cumplir gestos de fraternidad hacia su prójimo especialmente hacia quienes están extenuados por tensiones familiares o disidencias de diversa índole” (Palabras previas al rezo del ángelus, 4 de enero 2015).

2- María siempre presente en las familias

“La Virgen permanece siempre con vosotros. Ella es la madre de todo hogar, de toda familia herida, de todos los que están tratando de volver a una existencia pacífica. Hoy le damos las gracias por haber protegido a la población de Sri Lanka de tantos peligros pasados y presentes. María nunca olvida a sus hijos en esta isla resplandeciente. Al igual que nunca se apartó del lado de su Hijo en la cruz, así nunca se aparta de sus hijos que sufren”.

3- Soñar con la familia

“Las Escrituras rara vez hablan de San José, pero cuando lo hacen, a menudo lo encuentran descansando, mientras un ángel le revela la voluntad de Dios en sueños. En el pasaje del Evangelio que acabamos de escuchar, nos encontramos con José que descansa no una vez sino dos veces. Esta noche me gustaría descansar en el Señor con todos vosotros, y reflexionar sobre el don de la familia”.

“Me gusta mucho esto de soñar en una familia. Toda mamá y todo papá soñó a su hijo durante nueve meses. ¿Es verdad o no?”

“Soñar cómo será el hijo. No es posible una familia sin soñar. Cuando en una familia se pierde la capacidad de soñar, de amar, esta energía de soñar se pierde, por eso les recomiendo que en la noche

cuando hagan el examen de consciencia, también se hagan esta pregunta: ¿hoy soñé con el futuro de mis hijos, hoy soñé con el amor de mi esposo o esposa, soñé con la historia de mis abuelos? Es muy importante soñar, no pierdan esta capacidad de soñar”.

“Y también cuántas dificultades en la vida del matrimonio se solucionan si nos tomamos un espacio de sueño, reflexión. Si nos detenemos y pensamos en el cónyuge o la cónyuge y soñamos en las cosa buenas que tienen. Por eso es muy importante recuperar la ilusión. Nunca dejen de ser novios” (Encuentro de las familias en Filipinas, 16 de enero 2015).

4- Construyan la familia

“José fue elegido por Dios para ser el padre putativo de Jesús y el esposo de María. Como cristianos, también vosotros estáis llamados, al igual que José, a construir un hogar para Jesús. Le preparáis un hogar en vuestros corazones, vuestras familias, vuestras parroquias y comunidades”. “Para oír y aceptar la llamada de Dios, y preparar una casa para Jesús, debéis ser capaces de descansar en el Señor. Debéis dedicar tiempo cada día a la oración. Es posible que me digáis: Santo Padre, yo quiero orar, pero tengo mucho trabajo. Tengo que cuidar de mis hijos; además están las tareas del hogar; estoy muy cansado incluso para dormir bien. Y seguramente es así, pero si no oramos, no conoceremos la cosa más importante de todas: la voluntad de Dios sobre nosotros. Y a pesar de toda nuestra actividad y ajetreo, sin la oración, lograremos muy poco” (Encuentro de las familias en Filipinas, 16 de enero 2015).

5- La Familia descansa también en la oración

“Descansar en la oración es especialmente importante para las familias.

Donde primero aprendemos a orar es en la familia.

No olviden, cuando la familia reza unida, permanece unida.

Allí conseguimos conocer a Dios, crecer como hombres y mujeres de fe, vernos como miembros de la gran familia de Dios, la Iglesia. En la familia aprendemos a amar, a perdonar, a ser generosos y abiertos, no cerrados y egoístas.

Aprendemos a ir más allá de nuestras propias necesidades, para encontrar a los demás y compartir nuestras vidas con ellos. Por eso es tan importante rezar en familia. Es muy importante. Por eso las familias son tan importantes en el plan de Dios sobre la Iglesia” (Encuentro de las familias en Filipinas, 16 de enero 2015).

6- La fe nos lleva a la acción desde la familia

“La fe no nos aleja del mundo, sino que nos introduce más profundamente en él con la fuerza de la oración. Cada uno de nosotros tiene un papel especial que desempeñar en la preparación de la venida del reino de Dios a nuestro mundo.

Del mismo modo que el don de la Sagrada Familia fue confiado a San José, así a nosotros se nos ha confiado el don de la familia y su lugar en el plan de Dios.

Lo mismo que con San José. El regalo de la Sagrada Familia le fue dado para que lo llevara adelante. A mí también porque soy hijo de una familia y nos entregan el plan de Dios para llevarlo adelante.

El ángel del Señor le reveló a José los peligros que amenazaban a Jesús y María, obligándolos a huir a Egipto y luego a instalarse en Nazaret. Así también, en nuestro tiempo, Dios nos llama a reconocer los peligros que amenazan a nuestras familias para protegerlas de cualquier daño” (Encuentro de las familias en Filipinas, 16 de enero 2015).

“Estén atentos a la nueva colonización ideológica. Existen colonizaciones ideológicas que buscan destruir la familia. No nacen del sueño, de la oración, de la misión que Dios nos da. Vienen de afuera, porque eso digo que son colonizaciones. No perdamos la libertad de la misión de la familia. Y así como nuestros pueblos en un momento de su historia llegaron a la madurez de decirle no a cualquier colonización política, como familia tenemos que ser muy sagaces, hábiles y fuertes para decir no a cualquier intento de colonización ideológica sobre la familia.

Y pedirle a San José que es amigo del ángel para que nos diga cuándo podemos decir si y cuando podemos decir no” (Encuentro de las familias en Filipinas, 16 de enero 2015).

8- Las dificultades que sufre la familia

“Las dificultades que hoy pesan sobre la vida familiar son muchas. Aquí, en las Filipinas, multitud de familias siguen sufriendo los efectos de los desastres naturales. La situación económica ha provocado la separación de las familias a causa de la migración y la búsqueda de empleo, y los problemas financieros gravan sobre muchos hogares.

Si, por un lado, demasiadas personas viven en pobreza extrema, otras, en cambio, están atrapadas por el materialismo y un estilo de vida que destruye la vida familiar y las más elementales exigencias de la moral cristiana. Esas son las colonizaciones ideológicas.

La familia se ve también amenazada por el creciente intento, por parte de algunos, de redefinir la institución misma del matrimonio, guiados por el relativismo, la cultura de lo efímero, la falta de apertura a la vida.

Pienso en el Beato Pablo VI. En un momento donde se le proponía el problema del crecimiento de la población tuvo la valentía de defender la apertura a la vida y la familia. El sabía las dificultades que había en cada familia, por eso en su carta encíclica (Humana Vitae) era tan misericordioso por sus casos particulares y pidió a los confesores que fueran muy misericordiosos con estos casos. Pero el vio más allá y vio a los pueblos de la tierra y vio esta amenaza de destrucción de la familia. Pablo VI era valiente, un buen pastor y alerto a sus ovejas de los lobos que venían, que desde el cielo nos bendiga esta tarde” (Encuentro de las familias en Filipinas, 16 de enero 2015).

Conclusión

CERTIFICO que los textos citados sobre “Así lo dijo el Papa sobre las familias” son citas textuales y literales.

DOY FE en Santiago de los Caballeros a los veintinueve (29) días del mes de septiembre del año del Señor dos mil veintitrés (2023). l

9 Cultura
elCaribe, SÁBADO 30 DE SEPTIEMBRE DE 2023 elcaribe.com.do RAMÓN DE LA ROSA Y CARPIO ARZOBISPO DE SANTIAGO

En el vibrante mundo del arte contemporáneo de la República Dominicana, una alianza ha cobrado vida. Geo Ripley, un maestro del arte que ha conquistado escenarios internacionales, se une a la Galería Estévez, que ha sido un faro para las artes visuales en el país bajo las riendas de Allan Estévez. Juntos,

l Geo, ¿cómo esta alianza con la Galería Estévez influye en la forma en que su arte llegue a nuevos públicos?

l Esta alianza con la Galería Estévez es una oportunidad para expandir mi obra y llevarla a un público más amplio. La galería tiene una experiencia sólida en la promoción del arte dominicano contemporáneo, y juntos estamos explorando nuevas formas de presentar mi trabajo, tanto en la República Dominicana como en el extranjero. Estamos abriendo puertas a audiencias que quizás nunca hubieran experimentado mi arte de otra manera.

l Allan, ¿cómo describirías la importancia de esta colaboración con Geo Ripley en el contexto del arte dominicano contemporáneo?

l La colaboración con Geo es un hito en nuestra trayectoria como galería. Él es un artista excepcional, cuyo trabajo deja una marca indeleble en el arte dominicano y más allá. Representar su obra es un honor y una responsabilidad que asumimos con pasión. Creemos que esta alianza es una oportunidad única para enriquecer el panorama del arte contemporáneo en el país y fortalecer nuestra posición como una galería de vanguardia.

l ¿Cómo ha influido esta pasión en tu obra a lo largo de los años?

l Mi interés en lo antropológico y en la esencia humana ha sido una fuente inagotable de inspiración. Desde mi perspectiva, todas las culturas comparten un vínculo espiritual, y esta conexión ha sido el motor detrás de mi trabajo. Me obsesioné con la idea de que el espíritu y el alma surgieron cuando nuestros antepasados transformaron la materia en objetos punzantes o cortantes. Esta idea, aunque puede parecer abstracta, ha sido una constante en mi proceso creativo.

l Tu obra se caracteriza por el gesto y el signo, ¿cómo desarrollas esta técnica y cómo se relaciona con tu búsqueda de lo ancestral?

l El gesto y el signo son fundamentales en mi obra. Mi pintura se ha convertido en una forma de comunicación que trasciende las palabras. Esta técnica se desarrolló a través de una profunda exploración de la antropología y la espiritualidad. Leyendo a autores como Levi-Strauss y Mircea Eliade, me sumergí en las técnicas arcaicas del éxtasis místico. Trabajando incansablemente, a menudo durante horas en la noche, experimenté momentos de inspiración en los que el gesto surgía de forma espontánea. Ese proceso de agotamiento físico y creativo me llevó a desarrollar mi estilo gestual, caligráfico y automático, que se convirtió en una manifestación de lo ancestral en mi obra.

escriben un nuevo capítulo en la historia del arte dominicano contemporáneo, que fusiona la visión audaz de Ripley con la experiencia galerística de Estévez. Ripley, nacido en Caracas, Venezuela, es un artista cuya obra trasciende las fronteras geográficas y culturales. Hijo de exiliados dominicanos, forjó

una carrera artística que lo llevó a estudiar artes plásticas en la UASD y luego un postgrado en la Academia de Bellas Artes de Roma. A lo largo de su carrera, ha fusionado elementos mágicos y simbólicos de diversas culturas, incluidas las africanas, precolombinas, antillanas y latinoamericanas.

Convenio

Esta alianza con la Galería Estévez es una oportunidad emocionante para expandir mi obra y llevarla a un público más amplio”.

Gratitud

Mi capacidad para entrar en espacios sagrados y conectarme con personas de diversas culturas ha sido una experiencia transformadora”.

l Hablando de tus experiencias más allá del arte, mencionaste tu habilidad para entrar en espacios sagrados en diferentes partes del mundo, ¿cómo ha influido esto en tu arte?

l Mi capacidad para entrar en espacios sagrados y conectarme con personas de diversas culturas ha sido una experiencia transformadora. Me ha permitido ver la esencia humana como un hilo que une a todas las etnias, más allá de las diferencias superficiales. A través de esta interacción, puedo ser testigo de cómo mi obra refleja y se relaciona con las manifestaciones de otras culturas. Me hacen sentir parte de su ser y su sentir, lo que enriquece mi comprensión de la humanidad en su conjunto.

l Geo, ¿cómo esta colaboración con la Galería Estévez amplía las fronteras de tu expresión artística?

l Esta colaboración abre puertas a nuevas posibilidades para mi expresión artística. No solo estamos explorando diferentes formas de presentar mis instalaciones y performances, sino que también estamos repensando cómo el público interactúa con mi obra. Estamos creando experiencias que desafían las expectativas tradicionales del arte, permitiendo al público sumergirse aun más en mi visión artística. l Allan, como galerista, ¿cuáles son las metas y aspiraciones que tiene para esta colaboración con Geo Ripley?

l Nuestra meta es llevar el arte de Geo Ripley a nuevas alturas y asegurarnos de que su legado perdure. Planeamos organizar exposiciones innovadoras, tanto en la República Dominicana como en el extranjero, que destaquen su obra y su influencia en el arte contemporáneo. También estamos comprometidos en fortalecer la relación entre el arte y la comunidad, promoviendo la apreciación del arte contemporáneo entre las generaciones más jóvenes.

l Geo, ¿qué mensaje esperas transmitir a través de esta colaboración y cómo esta alianza impactará en la escena artística dominicana?

l A través de esta colaboración, espero transmitir la importancia de la creatividad y la exploración en el arte contemporáneo. Quiero inspirar a otros artistas a atreverse a romper barreras y a abrazar su visión única. Creo que esta alianza contribuirá a enriquecer la escena artística dominicana al traer nuevas perspectivas y experiencias al público local. Queremos que el arte sea accesible y emocionante para todos. l Allan, como galerista, ¿cómo te gustaría que el público perciba esta colaboración entre ustedes?

l Queremos que el público perciba esta colaboración como un hito significativo en el arte dominicano contemporáneo. Esperamos que inspire a otros a explorar nuevas formas de colaboración y expresión artística. Además, deseamos que el público sienta la pasión y el compromiso que tenemos por presentar el trabajo excepcional de Geo y por enriquecer la experiencia artística en la República Dominicana. Esta colaboración promete llevar el arte contemporáneo dominicano a nuevas alturas y dejar una huella duradera en el corazón de la comunidad artística y cultural del país. l

10 Cultura elCaribe, SÁBADO 30 DE SEPTIEMBRE DE 2023 elcaribe.com.do
“Estamos escribiendo un nuevo capítulo en la historia del arte dominicano”
FOTO: FUENTE EXTERNA El maestro del arte Geo Ripley y el galerista Allan Estévez.

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