Cultura elCaribe, SÁBADO 20 DE ENERO DE 2024
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El monte Rushmore no parió un ratón Jefferson fue el tercer presidente de los Estados Unidos de América, pero su accionar para forjar la nación fue imprescindible JOSÉ MERCADER 666mercader@gmail.com
C
uando vi el Monte Rushmore quedé sumamente impresionado y aunque le pregunté a la señora que vigilaba la entrada del parque, no conseguí saber nada. Lo más probable es que mi inglés de Inglaterra con acento cibaeño impidiera llenar mis curiosidades. ¿A quién se le ocurrió hacer aquella gigantesca obra de arte? Eso mismo me preguntó Kristine Nilssen de Suecia y Martine la francesita, acompañantes en nuestra ruta como estudiantes becados por el AFS (American Field Service) hacia California. El Mount Rushmore es en realidad el Black Hill donde se refugió un batallón que después de cuquiar a los indios, salieron en desbandada hasta esa colina, aunque en vano. En 1868 el Gobierno y los indios habían firmado un tratado para que los territorios al oeste del Missouri no fueran invadidos. Esa era la Great Sioux Reservation que dejó de serlo cuando se corrió el rumor de que allí había oro. El primero en invadir fue el propio general Custer de la 7ª. Caballería y allí se dio la batalla de the Little bighorn que contaba con 208 oficiales y soldados, más 142 conducidos por Reno, ciento y pico a las órdenes de Benteen, 50 del capitán McDougall y 84 soldados bajo las órdenes de Mathey del lado del General Custer, los que perecieron todos bajo el ataque de más de 1800 bravos bajo la dirección de Crazy Horse y Sitting Bull.
Gutzon. POR MERCADER
Un abogado viajero, sin ninguna importancia, pasó por el lugar y al no recibir respuesta sobre el nombre de la loma rocosa les dijo que no importaba, que “de ahora en adelante se llamará Rushmore”, su apellido. Lo insólito, como para que lo reseñe Robert Ripley en su “Believe or not”, es que el trabajo titánico que le llevó a John Gutzon Borglum desde el 4 de octubre de 1927 al final de sus días en 1941, no sea lo que identificara el cuarteto de esculturas que hizo.
La idea final que se aceptó fue la propuesta por el historiador Doane Robinson en 1923. Desde mucho antes se pretendía hacer un monumento de esa talla a Washington y a Lincoln. Cuando se aprobó el monumento tardó en arrancar por un inconveniente de mucha importancia. El escultor elegido había ingresado justamente ese año como uno de los seis caballeros del Imperial Koullium del desacreditado Ku Klux Klan. Gutzon logró unas cuantas
maniobras entre las que se cuenta la realización de algunas esculturas de Lincoln, el padre de la abolición de la esclavitud, para presentarse como candidato a la obra. Aunque Gutzon había estudiado en el San Francisco Art Institut, esta no era una gran escuela de arte para esa época. Su formación en París, en la prestigiosa Academia Julián, por donde pasaron muchos grandes maestros de la historia del arte, sí le dio las herramientas como para aceptar y lograr el desafío del Rushmore. El escultor hizo intentos de incluir al General Robert Lee quien fue el derrotado en la Guerra de Secesión por el Norte al mando de Ulises Grant. Al final se acordó esculpir cuatro cabezas sin Lee: Washington, Lincoln, Jefferson y Roosevelt. Washington es considerado el padre de la Patria Americana luego de independizarse de Inglaterra y quien inició la nación en sus 13 colonias al este del continente. Fue el primer presidente coincidiendo con la fecha de la Revolución Francesa de la que se inspiraron con la influencia del General Thomas Jefferson, otra de las cabezas de la escultura. Washington duró del 1789 al 89 y aunque tuvo como vicepresidente a John Adams, que luego se convirtió en su sucesor, este no aparece en la obra. Jefferson fue el tercer presidente, pero su accionar para forjar la nación fue imprescindible. Lincoln fue el presidente de la unidad cuando los grandes propietarios de fincas del sur, repletas de esclavos, se negaron a que se les liberara y querían separar los estados sureños. l CONTINÚA EN LA PÁGINA 3