elCaribe, SÁBADO 23 DE MARZO DE 2024 elcaribe.com.do
Un tribunal para defender la democracia
El investigador Wilson Enrique Genao Núñez hace un análisis del libro de la historiadora Mukien Sang Ben sobre el Tribunal Constitucional. P.6
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El investigador Wilson Enrique Genao Núñez hace un análisis del libro de la historiadora Mukien Sang Ben sobre el Tribunal Constitucional. P.6
Monseñor Ramón de la Rosa y Carpio detalla las características de los días de la Semana Santa desde el Domingo de Ramos al de Resurrección. P.9
La escritora Edna Pepén, en una entrevista con la sección Cultura, refiere que todavía es un tema tabú hablar de libros y negocios . P.10
En esta primera etapa, Casa Vieja fue habilitada como espacio de exposiciones de arte y celebraciones culturales para fortalecer los valores nacionales
Casa Vieja 1923 abrió sus puertas en noviembre de 2023 como una iniciativa de la familia Pantaleón Pantaleón para conmemorar el centenario de su construcción.
Esta residencia fue el hogar de los esposos Manuel Pantaleón (Ney) y Virgen
Mena, quienes se casaron en 1923 y la habitaron durante toda su vida. La idea detrás de Casa Vieja es promover la recuperación, valorización y conservación del patrimonio familiar natural y cultural de la comunidad rural Conuco, Salcedo, y de la provincia Hermanas Mirabal, y compartirlo con el público en general para que estas acciones se puedan replicar en otras comunidades del país. Además, proponer programas de desarrollo y difusión de espacios ru-
Casa Vieja no se cataloga estrictamente como un museo, sino como un espacio dedicado a preservar el patrimonio cultural y natural, así como promover actividades educativas y comunitarias”.
rales sostenibles en los ámbitos ambientales, económico y sociocultural.
Los hermanos Rafael Nicolás, Lourdes Cecilia, Natividad (Naty) y Ramón Manuel Pantaleón, nietos maternos de Ney y Virgen decidieron conjugar sus talentos para celebrar su historia familiar y crear un espacio de respeto y armonía con la naturaleza, donde reine la creatividad y el arte en honor a sus raíces y valores familiares arraigados en la tierra.
En ese sentido explicaron que aunque están en sus comienzos, uno de los aportes de esta casa a la sociedad es que ofrece un espacio libre, donde se puede desarrollar la creatividad por el bien común, y cuyo porcentaje de los beneficios de las exposiciones que allí se realizan es destinado al centro de educación integral Hogar Virgen de Lourdes de Conuco, fundada en 1984 en Ojo de Agua, Salcedo, con el propósito de brindar oportunidades educativas a jóvenes con dificultades económicas y de ubicación en zonas rurales con escaso acceso a la educación.
“Esta iniciativa de nuestra abuela paterna Francisca González de Pantaleón y de nuestras tías Josefina y Eva Pantaleón funcionó en dos hogares en Ojo de Agua y Conuco hasta 1992, cuando se estableció definitivamente en esta última comunidad. Se trata de una institución sin fines de lucro, respaldada por personas generosas a las que llamamos colaboradoras que ofrecen apoyo profesional y económico”, resaltaron los hermanos Pantaleón. Asimismo, afirmaron que en la actualidad se reúnen en honor a Nuestra Señora de Lourdes, el domingo más cercano al once de febrero. l
MARÍA E. PÉREZ ROQUE meperez@elcaribe.com.do Casa Vieja 1923 está abierta fines de semana y ofrece servicios previamente concertados de martes a viernes. FUENTE EXTERNAzo #33, Rodríguez Estalot en la ca y Federico Lavandier tenían sus consultorios en la calle Hostos
mente. El doctor Juan B. Ruiz en la calle Duarte #38, el doctor Paulino
des 67, el doctor Carlos Regús en la
nales contaban con lo requisitos para ejercer.
Estaban listados los doctores Ramón Báez, padre e hijo, en la calle Duarte número 20. El doctor Arístides Fiallo Cabral en la calle 19 de marzo 74, el doctor Pedro de Marchena en la Arzobispo Meriño 12, el doctor Rodolfo Coiscou en la calle Isabel la Católica 32 y su hermano el doctor Barón Coiscou en la Arzobispo Nouel 52. Asi mismo los doctores Octavio del Pozo, en la Isabel la Católica 4, Fernando Defilló en la calle Duarte 58, Antonio Elmudesi en la Arzobispo Nouel 7 y en esa misma calle en el Número 40 el doctor José Román y Armando Ortiz en la calle Separación 33. Los doctores Salvador Gautier y Heriberto Valdez estaba registrados en San Carlos, en la calle 27 de febrero, números 31 y 34.
Los doctores Luis Beras en la Duarte 25, Fernando Figueredo en la Santo Tomás 59, Otilio Meléndez en la Isabel la Católica 100, Bienvenido García en la Padre Billini 10, Parmenio Troncoso en la Santo Tomás 6, Jacinto Mañón en la 19 de marzo 28 y Humberto Senior en la calle Mercedes 59. El doctor Alejo Martínez tenía su consultorio en el Hospital Militar, en la entonces calle Colón #4 y el doctor Manuel Perdomo en el Hospital Padre Billini.
Seguimos con el listado de los doctores Alcides García en la Arzobispo Nouel #38, Edmundo Lluberes en la 19 de mar-
bral en la calle Santomé 90 y el doctor Héctor Read en la calle Padre Billini 20. Esos eran los médicos en la ciudad de Santo Domingo y su distribución en las diferentes calles y sectores.
En cuanto a las farmacias había varias de las principales en ese tiempo que se encontraban en la calle Separación, hoy Calle El Conde. En esa calle estaban las farmacias El Conde, Mercedes, legalidad, San José, Central, La Salud, Nueva, Cruz Roja y la farmacia 4 de las Droguerías de Santo Domingo. En la calle Isabel la Católica estaban las farmacias Frances, Serrato, Lourdes, Cohén y una sucursal de Las Droguerías de Santo Domingo, sociedad anónima. Había más farmacias distribuidas por la ciudad pero nos llama la atención esa empresa llamada Las droguerías de Santo Domingo que contaba con 4 sucursales en la ciudad. El concepto de las sucursales vino junto con los médicos militares que ocupaban la ciudad durante ese período de intervención militar norteamericana y era parte de la estrategia de los invasores para implementar las medicinas y patentados norteamericanos para desplazar los productos franceses.
Por otro lado solo aparecían en ese listado 4 clínicas, a saber, la del doctor Antonio Elmudesi, la del doctor Octavio del Pozo, la clínica Evangélica que se encontraba en la 19 de marzo 80 y que daría lugar al Hospital Internacional y la clínica del doctor Figueredo en la calle Santomé. l DR. HERBERT STERN
(DÉCIMA CIBAEÑA)
Ya tiene, ei vecinito paí
Un nuevo premiei minitro Acaba de pasai loj filtro Incluyendo ei “perejí” Poique no lo puso Haití Eso viene de maj lejo Lo vi yo con catalejo Para entendei la cuestión Noj traen un campeón Campeón pa’ loj pendejo.
Boisvert va a oiganizai
Muy pronto laj eleicione
Que anunciarán en cancione
¿Quién será que va votai?
¡Tremendo berenjenai!
Pue ya ni Kenia loj saiva
Ni con fuigone de jaiva
Pue lo de Baibiquiú ej ei pollo
Éi dice que saca del hoyo
Con mucho tiro y sin paila.
l JOSÉ MERCADER
Programas
Casa Vieja no se cataloga estrictamente como un museo, sino como un espacio dedicado a la preservación del patrimonio cultural y natural, así como a la promoción de actividades educativas y comunitarias, explicaron los hermanos Pantaleón, quienes agregaron que en esta primera etapa fue habilitada como espacio de exposiciones de arte y celebraciones culturales que fortalezcan los valores nacionales.
“En Casa Vieja 1923 realizamos exposiciones fotográficas con temas culturales y ambientales que sirven como oportunidades para educar y motivar a jóvenes de la provincia Hermanas Mirabal y de todo el país a valorizar nuestra identidad cultural y a la conservación de nuestras especies endémicas”, manifestaron los hermanos Pantaleón.
Dentro de las actividades que se han llevado a cabo destacaron la celebración del centenario de la casa, de la mano de las exposiciones fotográficas “Mariposas de la Patria” del fotógrafo José M. Pantaleón y “Carnaval Dominicano: Los colores de nuestra identidad”, del también fotógrafo de carnaval dominicano Mariano Hernández, entre otro eventos.
Según explicaron, en estos 4 meses de fundación, Casa Vieja ha recibido más de 500 visitantes entre fotógrafos, ambientalistas, estudiantes, investigadores, folcloristas, autoridades culturales, entre otras personas identificadas y comprometidas con el rescate de los recursos y valores comunitarios y culturales.
“Todas las acciones que emprende y emprenderá Casa Vieja tienen esencialmente un componente educativo, por ello su relación con los centros de educación, tanto públicos como privados son una prioridad”, afirmaron los hermanos Pantaleón, y testificaron que “nos proyectamos como un espacio que agrega valor a estas instituciones educativas, donde grupos de estudiantes de diferentes edades puedan reforzar conocimientos en agroecología, patrimonio cultural y ambiental y fortalezcan su compromiso con nuestros valores comunitarios y nacionales.
Asimismo, añadieron que contemplan iniciar actividades educativas de reconexión con la naturaleza, orientadas a jóvenes y niños; además de temas de bienestar físico y mental con talleres y conversatorios sobre alimentación saluda-
ble y técnicas para la práctica de yoga.
Breve historia de la familia Pantaleón Pantaleón
En la perspectiva histórica, a mediados del siglo XVIII se documenta que un hombre de nacionalidad canaria y una mujer taína establecieron una relación que dio como resultado el nacimiento del primer Pantaleón conocido en el país: Manuel Santamaría Pantaleón, un mestizo. Posteriormente él contrajo matrimonio con Cayetana del Villar, hija de una mujer taína, y en 1786 tuvo a su hijo Bernardo Pantaleón del Villar, conocido como Nando.
En 1807, a los 21 años, éste contrajo matrimonio con María Tejada, según los registros de los “Documentos Eclesiásticos de Santo Domingo”, ubicados en La Vega. Su residencia se registró cerca del Camino Real entre Rincón de Macorís y Moca, entre los ríos Cenoví, Platanar y Arroyo Caña. La pareja fundó la Comunidad de Conuco, que en lengua taína significa “huerto o labranza”.
De la unión de Nando y María nacieron 10 hijos, 6 mujeres y 4 hombres, incluyendo a Faustino Pantaleón Tejada, tatarabuelo de Rafael Nicolás, Lourdes Cecilia, Naty y Ramón Manuel Pantaleón, quien contrajo matrimonio con Manuela María.
Esta pareja también tuvo 10 hijos, 6 hembras y 4 varones, entre ellos los bis-
abuelos Faustino Valerio y Pedro Pantaleón María. En la década de 1890, Faustino Valerio Pantaleón María (Papá Vale) se casó con Juana Pio de la Cruz (Mamá Pio) con la que procreó a 7 hijos, 4 mujeres y 2 hombres, incluyendo al abuelo Manuel (Ney Pantaleón) y Faustino Valerio (Tino). A pesar de la prematura muerte de Tino, los dos hermanos criaron a sus hijos en estrecha proximidad, generando la impresión de una familia unida. Tras enviudar tempranamente, Mamá Pio, bisabuela de los hijos de Vir-
PRIORIDADES
Ideas y aspiraciones
A pesar de contar con diversas ideas y aspiraciones, Casa Vieja prioriza aquellas actividades y proyectos que mejor se alineen con sus valores, ideales, objetivos y necesidades actuales del área. En los próximos meses proyectan trabajar en un huerto casero orgánico, con hierbas aromáticas y vegetales para consumo, y como herramienta de enseñanza a los visitantes. Además, esperan incluir tardes de jazz, mercaditos sostenibles y de antigüedades, exposiciones de arte, café-bistró bohemio, entre otras actividades.
gencita Pantaleón, recibió apoyo de Ney, quien construyó su casa frente a la de ella para ayudar en la crianza de la familia. Al unirse en matrimonio con María Virgen Mena Pantaleón, Ney y Virgen fueron bendecidos con 6 hijos, compuestos por 2 varones y 4 mujeres, entre los cuales se destacan el tío Manuel y nuestra madre Virgencita, quien trabajó por muchos años como educadora en la escuela y el liceo de la comunidad. Estos decidieron establecer sus hogares en el mismo entorno que los vio crecer, donde han sido testigos del crecimiento de sus hijos y nietos. l
De acuerdo con la versión de Mark Twain, en los primeros días Adán no se sentía cómodo con la presencia de la nueva criatura. Ni siquiera sabía que él se llamaba Adán y ella Eva porque fue la nueva criatura, el animal nuevo, el que comenzó a ponerle nombre a las cosas. Lo peor es que aparte de no saber el nombre de la criatura, Adán tampoco había escuchado al parecer el sonido de la palabra, ni siquiera el nombre de la palabra palabra porque nunca había escuchado la voz humana hasta que ella por primera vez abrió la boca:
“Esta nueva criatura con el pelo largo anda todo el día por medio. La tengo siempre alrededor mío y siguiéndome. Me gustaría que no abriera la boca, pues habla hasta por los codos. Esto puede parecer una forma vulgar de expresarse, una difamación, pero no se trata de nada de eso. Hasta ahora nunca he oído la voz humana, y todo sonido nuevo y extraño que penetra en la solemne quietud de estas dormidas soledades hiere mis oídos y me suena como una nota falsa. Y este nuevo sonido se percibe tan cerca de mí..., junto a mi hombro, a mi oído, primero a un lado y luego al otro, cuando yo estaba acostumbrado hasta ahora a los sonidos más o menos lejanos”.
De manera que Adán estaba desconcertado. Esa extraña innovación lo estaba sacando de sus casillas. Él estaba acostumbrado a hacer lo que hacían los habitantes de Macondo cuando “el mundo era tan reciente que muchas cosas carecían de nombre, y para nombrarlas había que señalarlas con el dedo”. La nueva criatura le ponía nombre a todas las cosas y además se los cambiaba.
“El poner nombres a las cosas sigue su curso inexorable pese a mis esfuerzos. Yo tenía un nombre muy adecuado para esta propiedad, un nombre musical y bonito: Jardín del Edén. En privado, sigo llamándolo así, pero no ya en público. La nueva criatura dice que esto está formado exclusivamente por bosques, rocas y paisajes y que, por consiguiente, no tiene la menor semejanza con un jardín. Por tanto, sin consultarme, lo ha rebautizado con el nombre de Parque de las Cataratas del Niágara. Algo bastante arbitrario, por cierto, en mi opinión. Y ha puesto un letrero: No Pisar el Césped. Mi vida no es tan feliz como solía”.
“La nueva criatura come demasiada fruta. Es probable que pronto nos empiece a faltar. De nuevo con el dichoso ‘nos’. Es una palabra suya; pero ahora mía también, después de tanto oírla. Esta maña-
na hay mucha niebla. Yo no salgo cuando la hay. La nueva criatura, sí. Sale haga el tiempo que haga y anda con los pies todos embarrados. Y habla. ¡Qué agradable y tranquilo era esto, en otros tiempos...!”
Con el debido respeto que le tengo, no me explico porque Mark Twain sitúa el paraíso terrenal en un ambiente tan frío y tan hostil y donde tan pocas frutas podían prosperar. Todos los datos conocidos hasta ahora dan por supuesto que debía encontrarse en algún lugar más cálido y hospitalario de Mesopotamia, por ejemplo, no en la gélida frontera de Estados Unidos y Canadá. La misma arca de Noé encalló en un lugar no muy lejano de Mesopotamia, en lo que es hoy la frontera entre Turquía, Armenia, Irán y Azerbaiyán, allí donde se erige a 5.000 metros de altura el histórico y mal llamado monte Ararat.
Si el arca se encontró allí, el paraíso no podía estar tan lejos, a menos que el arca no le diera la vuelta al mundo, pero tampoco resultaría tan extraño. Del diluvio hay constancia en viejas tablillas de Sumeria, en los libros de las principales religiones celestiales, en México y Australia, en la China y en la India… Vamos pues a con-
una grande, refinada y noble educación. (…) Yo le he aconsejado que se mantenga alejada del árbol, a lo cual ella me ha respondido que no piensa hacer tal cosa”.
Adán tiene miedo. Piensa en emigrar, pero cuando se decide ya es demasiado tarde:
“Una hora después de la salida del sol, mientras cabalgaba por un llano florido donde había pastando, retozando o jugueteando, miles de animales, según su costumbre, estalló de repente una tempestad de espantosos ruidos, y en cosa de un instante todo el llano fue un frenético revuelo y todas las bestias se pusieron a despedazarse unas a otras. Entonces comprendí qué significaba aquello: Eva había comido de aquella fruta y la muerte había hecho aparición en el mundo... Los tigres se comieron a mi caballo, haciendo caso omiso de mis palabras cuando yo les ordené que dejaran de hacerlo, y me habrían devorado incluso a mí de haber seguido allí un momento más..., cosa que no hice, sino que me alejé a toda prisa... Encontré este sitio, fuera del Jardín, y he vivido con bastante comodidad durante unos pocos días, pero finalmente Eva ha logrado dar conmigo”.
cederle a Mark Twain el crédito de la duda y dejemos mientras tanto el paraíso en las cercanías de las cataratas del Niágara. El hecho es que Adán se sentía muy a su gusto en su paraíso personal hasta que llegó la nueva criatura, el animal nuevo, y empezó a importunarlo, a buscarle el lado, a tratar de hacer amistad con él. En principio, Adán sentía por ella el mismo sentimiento de rechazo que los niños por las niñas a cierta edad. Es comprensible. Adán nunca había había visto una mujer y no sospechaba los placeres intelectuales y espirituales que podía proporcionarle, aparte de sus utilidades prácticas. Ignoraba por completo lo que se estaba perdiendo, pero la nueva criatura no dejaba de insistir. Adán trataba de distanciarse en la medida de lo posible. Algo le decía o quizás sospechaba por instinto que la nueva criatura podía traerle problemas. Era demasiado curiosa y demasiado amistosa. Se hizo amiga de un lobo que la acompañaba a todas partes y después de una serpiente que hablaba.
“Dice que la serpiente le aconseja probar la fruta de aquel árbol y que ello tendrá como consecuencia que adquiramos
“Y no sólo ha dado conmigo, sino que ha llamado al paraje Tonawanda; dice que parece Tonawanda. De hecho, no lamento que haya venido, pues no hay mucho que comer aquí, y ella se trajo algunas de sus manzanas. Me he visto obligado a comérmelas, de tanta hambre como tenía... Aunque he contravenido mis principios, he podido comprobar que éstos sirven de bien poco cuando uno está hambriento. Eva llegó cubierta de ramas y un montón de hojas, y al preguntarle yo qué era lo que se proponía con semejantes tonterías y con arrancárselas y arrojarlas al suelo, ella se rio entre dientes y se sonrojó. Yo nunca había visto reír ni ruborizarse a nadie antes, y su actitud me pareció impropia y estúpida. Me dijo que no tardaría en comprenderlo. Y así fue. Pese al hambre que sentía, dejé la manzana a medio comer — por cierto, la mejor que había probado nunca, dado lo tardío de la estación— y me cubrí con las ramas y hojas desechadas y acto seguido le hablé no sin cierta severidad, ordenándole que fuera y consiguiera otras y no diera semejante espectáculo. Ella así lo hizo, tras lo cual nos acercamos sigilosamente hasta donde había tenido lugar la lucha entre las bestias salvajes y recogimos varias pieles. Yo le dije a Eva que uniera varias de ellas, para confeccionarnos así un par de trajes adecuados para presentarnos en los actos públicos. Es cierto que una indumentaria semejante resulta incómoda, pero es elegante, lo cual es lo principal en cuestión de vestimenta... Advierto que Eva resulta muy buena compañera. Comprendo que me sentiría solo y deprimido sin ella ahora que he perdido todos mis bienes. Otra cosa: Eva dice que ha sido dispuesto que, a partir de ahora, trabajemos para ganarnos nuestro sustento. Eva resultará útil. Yo supervisaré el trabajo”. (Mark Twain, “Diarios de Adán y Eva”, https://repositorio.utb.edu.co/bitstream/ handle/20.500.12585/9408/El%20diario%20de%20Adan%20y%20Eva. pdf?sequence=1). l
https://nuevotallerdeletras.blogspot.com/ Amazon.com: Pedro Conde Sturla: Books, Biography, Blog, Audiobooks, Kindle http://www.amazon.com/-/e/B01E60S6Z0.
PEDRO DELGADO MALAGÓN pedrodelgado8@gmail.com
En Santorín, rozando las islas sumergidas, escuchando tocar una flauta entre las piedras pómez, clavó mi mano en la regla una flecha súbitamente lanzada de los confines de una juventud desvanecida.
Giorgios SEFERIS (1900-1971)
Fernand Braudel postula una nueva historia, diferente a la historia convencional. Será una perspectiva alejada de las tradiciones decimonónicas, con sustento en la comprensión de los ciclos largos y en una mayor atención a las estructuras económicas, a los vastos conglomerados culturales, a los flujos demográficos y a la geografía. Al distinguir entre el tiempo corto y la larga duración, Braudel se apoya en la noción de estructura a modo de herramienta analítica. Él dirá: “Una estructura es una organización, una coherencia, unas relaciones suficientemente fijas entre realidades y masas sociales. [..] indudablemente un ensamblaje, una arquitectura; pero más aún, una realidad que el tiempo tarda enormemente en desgastar. Y transformar”.
La Segunda Guerra Mundial influyó en el pensamiento de Braudel al inspirarle su más grande aporte: el concepto de las tres duraciones aplicable al estudio de las metamorfosis históricas. En el ‘tiempo largo’, con la velocidad más lenta, los cambios duran milenios para construir “una historia casi inmóvil del hombre en sus relaciones con el medio que le rodea”. El ‘tiempo medio’ fluye con cadencia de siglos, en los que cambian los rasgos superficiales de un proceso. aunque dejando pistas visibles que identifican su naturaleza primigenia. Y el ‘tiempo corto’, de cambios acelerados (en meses, días, segundos), de muy difícil comprensión y registro, cual fugitivo y “efímero polvo de la Historia”… (PDM)
Roma acoge e incorpora la civilización helenística Fernand Braudel
La helenización de Roma había empezado hacía siglos y el griego se estaba convirtiendo poco a poco en el segundo idioma de los hom-
bres cultivados, como el francés en la Europa de la Ilustración, ¡con la diferencia de que la primacía del griego durará muchos siglos, y no uno solo..! La lección de los griegos tenía tanta altura que el alumno no era capaz de superar al maestro, ni siquiera de alcanzarlo. Es así desgraciadamente para la ciencia, que se quedará en el punto en que la dejó Grecia. También lo es más o menos para la filosofía, orgullo del pensamiento griego.
Roma asimilará lentamente sus lecciones, no sin protestar. La Roma oficial incluso expulsará en muchas ocasiones a los filósofos. Sin embargo, protegidos por algunas grandes familias, acabarán implantando en Roma algo del pensamiento griego nacido de los años tormentosos que vinieron tras la muerte de Alejandro (323). Sin embargo, si bien en Roma el epicureísmo inspira a Lucrecio (9955 a. C), si el estoicismo está llamado a ocupar una gran posición que culminará con Marco Aurelio, ¿podemos hablar de una filosofía latina original? Los historiadores de la filosofía lo niegan todos a una, cazando ferozmente el plagio en la obra de Cicerón o de Séneca.
El arte griego, que sólo había llegado a Roma indirectamente, a través de Etruria o de Campania, es un verdadero descubrimiento en el siglo III, tras la toma de las ciudades de Sicilia, las campañas de Oriente y la decisiva reducción de Grecia a la condición de provincia romana (146 a.C). Entonces, con la ayuda de la riqueza y el lujo, Grecia, donde sólo la filosofía había llegado a las familias patricias, transforma de golpe el arte mismo de vivir en Roma. Los artistas griegos o del Oriente griego afluyen y entran al servicio de una clientela rica bastante mal informada, pero con un esnobismo que la lleva a coleccionar, sin enterarse mucho, las obras de arte para decorar casas y villas. Con el apetito de una civilización que está en la infancia, Roma se lo traga todo como viene: las grandes composiciones históricas de Pérgamo, las chucherías o el barroco desatado de Alejandría, la frialdad del neoaticismo, e incluso las mejores obras de arte del antiguo clasicismo griego.
Originales y copias (fabricadas en Atenas para Occidente a un ritmo industrial) afluyen hacia Italia, amontonándose en los anticuarios. Cicerón pide “bajorrelieves para su villa de Túsculo” a su riquísimo amigo Ático que, desde Atenas, envía a Pompeya estatuas destinadas a su teatro, el primer teatro de piedra construido en Roma (55 a. C). Unos años más tarde, cuando se reconstruye el templo de Apolo a comienzos de la época de Augusto, se hace sobre un modelo helenístico y las estatuas y pinturas famosas que se amontonan, todas ellas griegas, lo convierten en un verdadero museo.
Las originalidades romanas No hay civilización que pueda vivir úni-
camente del bien ajeno. Cuando se convierte en la capital de un helenismo dispuesto a propagarse y que imita con pasión, Roma ya es una sociedad anclada en sus tradiciones. Aunque haya renegado de ellas para desesperación de Catón, sigue guiada por gustos antiguos que la dirigen hacia opciones cuyo significado será patente antes o después, cuando su admiración por Grecia ya no esté teñida con el sentimiento de su propia inferioridad. Además, también hay exigencias. Después de Actium, hay que reconstruir, construir, ocuparse de lo más urgente, terminar una obra para empezar otra.
Roma ve afluir hacia ella una población creciente, sin proporción alguna con la de las ciudades griegas, salvo Alejandría. El urbanismo plantea sus problemas. No es de extrañar que sea en la arquitectura donde Roma afirme antes su personalidad. Sila, Pompeyo, César, Augusto, tuvieron que ponerse manos a la obra. Agripa rehace las canalizaciones de la ciudad; Augusto construye tres o cuatro nuevos acueductos, añade al foro de César un nuevo foro separado por un muro del barrio de la Subura, en el Esquilmo, donde viven los mimos, los gladiadores, los ganapanes y los miserables. Con ello, separa la ciudad oficial, revestida de mármol (novedad del siglo II a. C, tomada de los griegos, que se desarrolla con la explotación de las canteras de Carrara) de la ciudad piojosa, construida a la antigua, con madera y adobe, donde se producen incendios continuamente. Luego vendrán innumerables construcciones: foros, basílicas, termas, teatros, circos, templos, palacios, e incluso casas de vecindad de varios pisos.
La arquitectura romana acepta y adapta todos los medios y elementos conocidos. Las columnas dóricas, jónicas, corintias, se utilizan modificadas: la dórica, simplificada y sobre un pedestal, se convierte en el orden llamado toscano; el orden llamado compuesto combina la hoja de acanto corintia y las volutas jónicas. Sin embargo, lo más poderoso que tiene la arquitectura romana se debe al arte funcional de los ingenieros. Favorecido por el uso del hormigón, crea maravillosos puentes y acueductos, multiplica los arcos, las cúpulas, las bóvedas de medio punto y las bóvedas de arista, libera al arquitecto de la esclavitud de las columnas o pilares importantes, permite los amplios volúmenes interiores que necesita la masa de usuarios. Así se crea, por su propia necesidad, el estilo grandioso de Roma.
El Coliseo, comenzado por Vespasiano y terminado por su hijo Domiciano, es un buen símbolo de ello. Se trata de un récord no superado: mide 188 m por 156 y 527 de contorno; la altura del muro exterior es de 48 m y podía añadirse un piso de madera; 50 a 80.000 espectadores podían acomodarse alrededor de
la inmensa arena de 80 m por 54. Su nombre le venía del Coloso, estatua de Nerón de más de 30 m de altura, amodo de dios solar.
En el campo de la pintura y la escultura, el arte romano se libera lentamente de sus modas helénicas. Los artistas griegos son demasiado numerosos para que el gusto local surja con rapidez. Es más fácil advertirlo fuera de Roma. Efectivamente, existe un arte popular —R. Bianchi Bandinelli lo califica de “plebeyo”—, un arte que no es romano, sin más, sino más bien del sur de Italia y que será uno de los rasgos originales de Roma. Es un arte recio, realista, cerca de las cosas y de los seres, si quisiéramos forzar las comparaciones; un poco como el arte francés del Loira cuando se le compara con el ejemplo prestigioso y culto del Renacimiento italiano.
Un arte local irá ocupando su lugar poco a poco, como si tomara la revancha contra la influencia extranjera, pero será un proceso lento y comedido. Así nacerá un arte compuesto, el primer estilo “romano” del que tenemos un ejemplo precoz en las esculturas del altar de Domicio Enobarbo (entre el 115 y el 70 a. C). Sin embargo, el arte oficial de Roma conservará durante tiempo la huella extranjera. No olvidemos que el Laoconte del museo Vaticano, obra de escultores de Rodas, suscitó la inmensa admiración de los romanos, empezando por Plinio el Viejo. El retrato de Augusto llamado de Porta Prima coloca curiosamente la cabeza y la coraza del emperador sobre el cuerpo griego del Doriforo de Policleto.
En el arte privado del retrato reconocemos el arte romano por excelencia. A menudo se ha relacionado con los orígenes etruscos de Roma, y es verdad que un cierto verismo anima las estatuas de terracota o de bronce de la antigua Etruria. Sin embargo, se relaciona con mayor seguridad con la tradición romana del ius imaginis, privilegio de las familias patricias. Polibio relató con detalle el espectáculo, extraño para sus ojos, de los funerales de la nobilitas y el papel que desempeña la imago, máscara de cera que las grandes familias conservan de cada uno de sus muertos, de acuerdo con una tradición relacionada con el culto a los antepasados. Estas máscaras frágiles de cera, moldeadas sobre el rostro del difunto, dejarán paso a bustos de piedra o de bronce, cuyo realismo seguirá siendo extraordinario. La influencia helenística añadirá a veces una nota pretenciosa, pero el retrato romano, tallado o pintado, conservará de su tradición más antigua una gran fuerza expresiva, y siempre una relativa sobriedad. En todo caso, en tiempos de Augusto, la oposición entre su belleza sencilla y los virtuosismos de un arte oficial, bajo el signo de la imitación, es flagrante.
Hará falta tiempo para que el arte imperial deje de ser un “préstamo cultural, para convertirse en un alimento asimilado y transformado en una nueva cultura”. Otra novedad: la confesión (¿es una confesión?) de las atrocidades cometidas, además de la entrada en escena de los pequeños actores de una inmensa aventura: soldados, cocheros; pontoneros... Por primera vez, se honra al héroe anónimo. l
PROFESOR INVESTIGADOR
CENTRO DE ESTUDIOS CARIBEÑOS wilsongenao@pucmm.edu.do
El Tribunal Constitucional de la República Dominicana es un órgano creado por la Constitución del 2010. En su artículo 184, la Constitución estableció que “Habrá un Tribunal Constitucional para garantizar la supremacía de la Constitución, la defensa del orden constitucional y la protección de los derechos fundamentales”. Afirmó que “sus decisiones son definitivas e irrevocables y constituyen precedentes vinculantes para los poderes públicos y todos los órganos del Estado y gozará de autonomía administrativa y presupuestaria”.
Sus atribuciones aparecen en el artículo 185 estableciendo que es competente para “conocer en única instancia las acciones directas de inconstitucionalidad contra las leyes, decretos, reglamentos, resoluciones y ordenanzas, a instancia del Presidente de la República, de una tercera parte de los miembros del Senado o de la Cámara de Diputados y de cualquier persona con interés legítimo y jurídicamente protegido”. Además, “el control preventivo de los tratados internacionales antes de su ratificación por el órgano legislativo, los conflictos de competencia entre los poderes públicos, a instancia de uno de sus titulares y cualquier otra materia que disponga la ley”.
En el año 2011 se promulgó la Ley 13711 Orgánica del Tribunal Constitucional y de los procedimientos constitucionales y en diciembre del mismo año, fueron juramentados sus primeros trece jueces. El accionar del Tribunal es abordado por la destacada historiadora Dra. Mukien Adriana Sang Ben en su obra más reciente publicada en 2023 bajo el título “Un Tribunal Constitucional para la democracia: 12 Años de Historia 2011-2023”.
Este libro se suma a la amplia y diversa obra de investigación de la Dra. Mukien que en los últimos años ha publicado Pensando el Caribe, 2016; Volviendo al Caribe, 2020; La mujer china: del dolor a la esperanza, 2021; La presencia china en el Gran Caribe: Ayer y hoy (Coordinadora y autora de un capítulo), 2022 y La migración china en República Dominicana 1961-2018, 2022.
El libro escrito con rigurosidad académica y con una prosa fluida, está compuesto de cinco capítulos, con unas palabras de presentación del pasado presidente del Tribunal Constitucional, magistrado Dr. Milton Ray Guevara y una introducción en la que Sang Ben define la obra como “una mezcla de historia y memoria, unidas por un hilo conductor: plasmar los 12 años de intenso trabajo del Tribunal Constitucional de la República Dominicana” (p.11).
La democracia y la constitución es analizada en el capítulo I titulado “La creación del Tribunal Constitucional en República Dominicana. Debates y conflictos”. Describe la democracia “como el sistema o régimen político que limita el poder para preservar los derechos y libertades de la ciudadanía”, y la Constitución “como la norma suprema del Estado que recoge los principios fundamentales de la democracia, que consagra esos derechos y libertades, regula el funcionamiento de las instituciones y el ejercicio de las autoridades electas y designada” (p. 22). Las páginas siguientes la dedica a explicar los debates generados en el proceso de reforma constitucional del 2010 y sobre la institución que debía ser el garante de la Constitución. El capítulo II titulado “El despegue. 2012-2014” inicia con una reflexión sobre el Tribunal Constitucional dominicano comparado con otras experiencias.
Describe sus inicios hasta establecerse en el local que albergaba al Instituto Nacional de Estabilización de Precios (INESPRE) en agosto de 2012. Explica el proceso de organización interna, la creación de las comisiones operativas con el objetivo de viabilizar la labor jurisdiccional y las acciones formativas realizadas. Analiza el Plan Estratégico Institucional 20132016, destacando como ejes estratégicos “consolidar el fortalecimiento institucional, adecuar la prestación de los servicios que brinda el Tribunal Constitucional y fortalecer la gestión jurisdiccional” (p. 167). Destaca dos sentencias y el impacto generado: 168-13 y la 256-14 y cierra con un anexo ilustrativo de las diversas actividades y tareas realizadas por los jueces durante los años 2013 y 2014. El proceso de evolución del Tribunal en los ámbitos jurisdiccional y administrativo lo trabaja en el tercer capítulo titulado “La consolidación. 2015-2020”.
Destaca el plan estratégico diseñado, la ampliación de su labor editorial y la firma de acuerdos interinstitucionales. Resalta la primera renovación de los jueces en sustitución de los que fueron escogidos para el período 2011-2017. Los cuatro nuevos jueces fueron juramentados en 2018, año en que también se destaca la obtención de la certificación ISO 9001:2015 otorgada por la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR). Cierra con el impacto del COVID-19 y la aprobación de tres cátedras con el propósito de crear una cultura constitucional en la ciudadanía.
El capítulo IV titulado “Fin de una etapa. Los nuevos retos. 2020-2023” empieza con la valoración del trabajo realizado entre 2011-2021 así como las sentencias más relevantes. Subraya el proceso de renovación y la escogencia de cuatro nuevos jueces en sustitución de aquellos que habían culminado su mandato luego de cumplir sus 9 años de gestión en 2020. Los cuatro nuevos jueces fueron juramentados en 2021, año en que también se evaluaron los resultados del plan de trabajo, los proyectos concretados, las decisiones relevantes en materia jurisdiccional y la consolidación de la estructura organizativa. Resalta la intensificación de los vínculos internacionales y un recuento de las actividades más relevantes del 2022. Del 2023 aborda la enseñanza de la Constitución en las Instituciones de Educación Superior, la reorganización de la estructura funcional del Centro de Estudios Constitucionales. Cierra destacando la finalización en 2023 del mandato de los cinco jueces electos por 12 años y con un interesante listado de las publicaciones en el período 2012-2023.
El capítulo V “La historia del Tribunal contada por sus actores” narra las vivencias de los magistrados Milton Ray Guevara, Ana Isabel Bonilla, Leyda Margarita Piña, Hermógenes Acosta, Víctor Joaquín Castellanos, Rafael Díaz Filpo, Katia Miguelina Jiménez, Justo Pedro Castellanos, Lino Vásquez, Alba Beard, Ulises Bonnelly, Domingo Gil, Jottin Cury David y al licenciado Julio José Rojas Báez y la doctora Belén del Toro quienes son parte viva de la historia del Tribunal. Sang Ben destaca que a través de estas entrevistas “podemos conocer algunos protagonistas de la historia del tribunal histórico, sus experiencias, aspiraciones, dificultades, logros y retos” (p.14).
Ciertamente la obra sustentada en una amplia documentación que incluye sentencias, memorias anuales, discursos de rendición de cuentas, publicaciones del Tribunal constituye un valioso aporte al estudio del órgano supremo de interpretación y control de la constitucionalidad y a la vez ofrece una rica documentación como anexo en algunos capítulos que son útiles para recordar la historia y para quienes deseen seguir estudiando el tema. l
Centro estudios caribeños. PUCMM. Connected Worlds: The Caribbean, Origin of Modern World. “This project has received funding from the European Union´s Horizon 2020 research and innovation programme under the Marie Sklodowska Curie grant agreement Nº 823846. Dirigido por Consuelo Naranjo Orovio desde el Instituto de Historia-CSIC”.
Un total de 14 prisioneros resultaron heridos, y de ellos perdieron la vida
Leónidas Valdez y Luis Pérez Almánzar
Un camión tanque de Los Bomberos a su salida del penal de La Victoria, luego de sofocar el siniestro. OGM
SERGIA MERCADO smercado@elcaribe.com.do
En la entrega de esta semana, Zona Retro trae un recuento de un incendio sucedido en la cárcel de La Victoria en febrero de 1979, a propósito del incendio que se produjo la tarde del lunes 25 del mes en curso, en ese penal, en la que han muerto hasta el momento 13 personas.
Génesis del hecho
Documentos periodísticos de la fecha reseñan que el incendio se produjo el sábado 10 de febrero de 1979, a las 8:00 de la mañana, cuando uno de los reos de esa cárcel incendiara la celda número dos en protesta por la disposición del procurador general de la República, Caonabo Fernández Naranjo, de trasladar dos presos de esa penitenciaría a la cárcel de San Pedro de Macorís.
Estos reclusos que serían trasladados figuran como Luis Peguero Santana y Ramón Disla Quezada, este último era señalado como el autor intelectual del atentado. Explica un recorte de periódico de la fecha (febrero de 1979), que estos individuos habían iniciado con el plan del incendio y dejaron encargado al también, prisionero, José Peña Hernández para ejecutarlo.
Tras darse a conocer el traslado de Peguero Santana y Disla Quezada, el reo Peña Hernández, condenado a 10 años de trabajos públicos, comenzó una protesta con el argumento de que estos privados de libertad eran sus amigos y que se quedaría solo si eran movidos.
De esta manera, Peña Hernández continuó con su maquiavélico plan, y roció tinte en la celda número dos provocando que ésta se incendiara. Después de iniciarse el fuego, Peña Her-
Ambulancias usadas por las autoridades de la cárcel de La Victoria para el traslado de los presos que resultaron heridos con quemaduras tras el incendio. OGM
nández mantuvo la puerta de la celda cerrada para impedir la salida de sus compañeros, lo que les causó graves quemaduras en la piel.
Dado el acontecimiento, se presentó al lugar, el procurador general de la República, Caonabo Fernández Naranjo, quien explicaba a los periodistas que cubrían el incidente, que alguien había introducido a la celda una botella de “Tinner o thinner”, (“es una mezcla de disolventes orgánicos derivados del petróleo que se utiliza para diluir sustancias no solubles en agua. También se conoce como diluyente, disolvente, adelgazador o rebajador de pinturas”), utilizada por Peña Hernández para incendiar el recinto, la misma fue lanzada desde afuera hacia dentro de la celda.
Pese al motín e incendio que provocaron estos reclusos, Luis Peguero Santana y Ramón Disla Quezada, acusados de “agitación” en el penal, fueron trasladados a la cárcel de San Pedro de Macorís.
Los reclusos heridos
Un total de 14 prisioneros resultaron heridos, y de ellos perdieron la vida Leónidas Valdez y Luis Pérez Almánzar. Valdez y Pérez Almánzar, habían presentado quemaduras de primero, segundo y tercer grado. Valdez, de 28 años, falleció el 13 de febrero de 1979, tres días después del incendio, en la sala de cuidados intensivos del hospital Luis E. Aybar. Mientras que el mismo día del siniestro perdió la vida el reo Luis Pérez Almánzar en el hospital Moscoso Puello.
En cuanto a daños materiales, unas 30 camas y colchones quedaron destruidos, así como parte de la celda número dos, en la zona denominada “Vietnam”, en la Penitenciaría Nacional La Victoria, según explicaba Fernández Naranjo a la prensa.
Los demás once presidiarios resultaron con quemaduras leves y principios
de asfixias. Los que sufrieron quemaduras fueron Ramón Heredia Almonte, Manuel Antonio Medina, Marcelino Javier de la Cruz, Jesús María de la Cruz y Bienvenido Antonio Tapia.
Mientras que los asfixiados fueron Pino García, Rafael Alejandro Báez, Rafael Pérez Rosario, Hoguis Méndez, Antonio Tejada y Eladio Antonio Hernández.
El procurador aprovechó la ocasión para informarle a la prensa que Peña Hernandez había sido “trasladado de distintas cárceles del país por su mal comportamiento donde quiera que ha estado guardando prisión”.
Reseña un recorte de periódico, que gracias al trabajo y esfuerzo de la brigada del Cuerpo de Bomberos de Santo Domingo, el fuego en el penal fue extinguido, quienes tardaron aproximadamente una hora y media en la operación.
Producto al acto cometido por Peña Hernández, cientos de reclusos intentaron lincharlo, pero agentes de la Policía que prestaban servicio en el penal lo evitaron. Peña Hernández era sacado de la celda junto a los lesionados, que fueron transportados a los hospitales en vehículos de policía.
José Peña Hernández sería sometido a la justicia
La prensa de febrero de 1979 reseña que Peña Hernández sería sometido a la justicia y que este podría recibir una pena de 30 años de trabajos públicos por el hecho cometido. La información fue dada a conocer por el procurador general de la República, Caonabo Fernández Naranjo, quien dijo que había solicitado al fiscal del Distrito Nacional, Julio Ibarra Ríos, poner “en movimiento la acción pública” para juzgar al recluso que originó un fuego en la cárcel de La Victoria.
Fernández Naranjo, dijo que “el motín fue preparado y dejado para que Peña lo ejecutara”. l
Hay, en Antón (en ruso AHTOH), una supuesta sencillez que habría que comparar con un baño en un hoyo de un lago, luego de romper el hielo con un hacha.
Es muy difícil entender sus personajes “sencillos” que no se descifran a simple vista. La institución del matrimonio no se puede ver desde el punto de vista bíblico y por eso, quizás, nos presenta tantas situaciones de adulterio, que más que “engaño”, parecen ser cosas de adultos.
El laberinto en sombras por el que transita Chéjov va desvelando “la pérdida” hasta construirle un monumento gigantesco a la “soledad”, esa compañía que a todo ser humano acompaña, redundando en la redundancia.
Pávlovich Chéjov, que es médico, conoce el ser humano, no solo cada nervio, músculo o hueso, más bien los gestos que provocan y que hacen que cada uno, en vida, se diferencie de otro… algo parecido a la huella digital que descubrió el inglés Francis Galton y que el policía francés Alphonse Bertillon aplicó para atrapar ladrones y asesinos, mucho antes de cuando Cuca Bailaba.
Aunque no se puede predecir y menos adivinar, Chéjov desnuda la condición humana, aquella que André Malraux, Ministro de Cultura de Charles de Gaulle, intentó describir, luego de su visita por Indochina y su prisión en Saigón por el año 1924, justo cuando Horacio inauguraba su gobierno.
A Chéjov no se le escapa nada en sus narraciones: los animales (perros y gatos), los curas, guardias y policías, campesinos, ladrones, maestros, niños, burócratas, locos, explotadores… todos ellos le ofrecen el material que necesita para contar cualquier hecho “banal”.
Porque en realidad lo que hace este escritor es, sencillamente, contar cualquier situación como lo hacen los chismosos cuando alguien los visita y se va. Lo despotrican a espalda, de arriba abajo sin esperar siquiera que el visitante haya puesto su último pie en la carroza que lo aleje.
Las descripciones de Chejov, Tolstoi,
Dostoievski, Gogol, Gorki, podrían parecer cuentos de entretenimiento y, los historiadores que así piensan, han cometido un tremendo error al ignorarlos. En esos cuentos está la esencia del pueblo ruso, su cultura, su identidad, su patriotismo y la explicación de casi todos los hechos históricos. Con Carlos Ruiz Zafón se aprende más de la Guerra “Civil” Española que en cualquier manualito repleto de datos secos, manipulados y poblados de gatos de cinco patas.
Se casó con Olga Knipper en el 1901 quien lo acompañó hasta su muerte, muy prematura en el 1904. Ella, actriz de teatro, no pudo conseguir mejor pareja que Antón con quien discutía sobre literatura, teatro, política, como hacen las parejas unidas.
Chéjov, que tiene que trancarse, refugiándose del frío, semanas, meses, “mata el tiempo” escribiendo sus “chismes” que convierte en obras literarias donde el género humano, sus caprichos, ambiciones, mentiras, vanidades, allantes, poses, malabares de supervivencia, falsedades, maldades y bondades, son el eje central. Su honestidad y franqueza con los que enfrenta las situaciones, expone la existencia humana, hacen que su obra
nos toque profundamente.
No puede ser de otro modo porque su uso de la ironía y el humor es quizás la clave para amarrarnos en sus cortos cuentos, muchas veces brevísimos, como en “Fracaso” que apenas tiene dos páginas y media, donde nos cuenta el complot del matrimonio de Péplov y Petrovna para atrapar al maestro Schupkin en el momento en que empezara a hablar de sentimientos, para irrumpir con “el certificado” y darle la bendición y así engancharlo a su hija, jamona, Natáshenka. Al final, cuando los sorprenden besándose, arman un alboroto de felicitaciones. Solo que Petrovna, la madre, se equivoca de “certificado” lo que anula el compromiso y la sorpresa.
“Enemigos” pone en una situación difícil al doctor Kirflov que acaba de perder, apenas hace cinco minutos, a su niño de 6 años, cuando lo visita Aboguin, quien ha viajado horas en coche para que este vaya a ver a su “esposa gravemente enferma”.
“…-Perdone, pero no puedo ir. Hace cinco minutos… que se ha muerto mi hijo (…) ¿qué he de hacer? Juzgue usted mismo, ¿a quién puedo recurrir? Aparte de usted, aquí no hay otro médico…”
Después de varias páginas, el doctor cede, pero cuando llegan a la casa, Aboguin grita:
“…-¡Me ha engañado! ¡Se ha ido! ¡Ha fingido estar enferma y me ha mandado a por el doctor solo para huir con ese payaso de Pápchinski!...” Los maravillosos cuernos desde que el mundo es mundo fruto de la miseria humana.
“Kashtanka” es uno de mis preferidos, no solo por la magia de lo bien narrado, sino por la relación de ternura de un niño con su perrita, la que se pierde y va a parar a un domador de circo que la recoge y le cambia el nombre.
Kashtanka ahora se llama Maja y le enseñan todas esas ridiculeces de los circos que más que entrenamiento y enseñanza, resulta ser un maltrato animal. ¿A quién se le ocurre que un perro tenga que sumar, multiplicar o sacar la raíz cuadrada frente a un público? ¿O que un tigre tenga que saltar y pasar por un aro en llamas?
El asunto es que el niño va con su padre al circo y allí la reconocen y la llaman. La perrita abandona su número y se escapa con sus verdaderos amos.
Antón Chéjov nació un año antes que, aquí, Santana convirtiera la recién declarada República Dominicana en provincia de España y murió un año antes de que Mon Cáceres iniciara su periodo de gobierno al inicio del siglo antepasado.
Hoy día, la estupidez humana, esa que aparece en las penumbras de tantas de sus narraciones y que se apodera y llega al cenit de los pueblos, borrachos de ignorancia, prohíbe que se lea, como en aquella época en que la Policía tocaba la puerta donde yo vivía en Santiago. Buscaban a Negro Veras. Por suerte que Plutarco, su amigo, había enterrado dos cajas de libros prohibidos: “El libro rojo” de Mao, “El capital” de Marx, “Al pie del patíbulo” de Julius Fucik, “Así se templó el acero” de Nikolái Ostrovski, “La madre” de Gorki, “Anna Karenina” de Tolstoi, una colección de cuentos cortos de Chéjov, “Los tres mosqueteros” de Alejandro Dumas, “Los miserables” de Víctor Hugo, “El hombre mediocre” de José Ingenieros, Poemas de Bécquer, tres o cuatro novelitas de vaqueros en caso de que fueran confundidas por obras subversivas, y otras que se convirtieron en cenizas de la sombra… las cenizas del Ave Fénix. l
Introducción
CCada día de la Semana Santa tiene su propio valor y su propio mensaje y cada uno es ocasión propicia para revisar o profundizar la propia vida a luz de los hechos que los marcan: los detalles de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Allí la existencia, agitada y cambiante, encuentra el asidero, que le marca el camino, con aplicaciones concretas y circunstanciales, de los valores permanentes. Se puede afirmar que aquel que no se pare a reflexionar en algún momento de su año y tenga, de alguna manera, su Semana Santa ande sin rumbo o por un camino equivocado.
1-Domingo de Ramos
El Domingo de Ramos recoge, de manera sintética, el drama de Jesucristo y de todo ser humano: la gloria y el sufrimiento, el éxito y la derrota, la aclamación popular y la persecución.
Por eso la participación en la celebración litúrgica de la Iglesia en este día hace bien: es actualizar el drama de Jesucristo, unirse a él, participar de él para actualizar el drama de la propia vida, iluminarlo y encontrarle una vía de liberación.
De ahí que siempre se leerá y meditará con provecho el profundo contraste existente entre la entrada triunfal de Jesucristo en Jerusalén un domingo, aclamado por la multitud, y el rechazo y condena a muerte en la misma ciudad, el viernes siguiente.
El dramático contraste lo recoge el evangelista Mateo –escenas, por otra parte, vividas en carne propia por él y de las que es testigo ocular – en sus capítulos 21, 1-11 (la entrada triunfal) y 26-27 (la pasión y muerte).
2-Lunes Santo
El drama de Jesucristo se coloca ahora dentro de los propios discípulos de Jesús: uno de ellos empieza a entrar en escena, aparte de las autoridades judías. Los evangelistas recordaron muy bien el día y el siguiente episodio (Juan 12, 1-11) lo colocan precisamente el Lunes Santo:
“Seis días antes de la Pascua, fue Jesús a Betania, donde vivía Lázaro, a quien había resucitado de entre los muertos. Allí le ofrecieron una cena: Marta servía y Lázaro era uno de los que estaban
con él a la mesa. María tomó una libra de perfume de nardo, auténtico y costoso, le ungió a Jesús los pies y se los enjugó con su cabellera. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume. Judas Iscariote, uno de los discípulos, el que lo iba a entregar, dice:
- ¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios para dárselos a los pobres? (Esto lo dijo no porque le importasen los pobres, sino porque era un ladrón; y como tenía la bolsa llevaba lo que iban echando)”.
3-Martes Santo
Ya el Salmo 40 (anterior a Cristo) había recogido el clamor doloroso de la traición del amigo: “Mis adversarios se reúnen a murmurar contra mí, hacen cálculos siniestros: “Padece un mal sin remedio, se acostó para no levantarse”. Incluso mi amigo, de quien yo me fiaba, que compartía mi pan, es el primero en traicionarme”.
El Martes Santo, en la Liturgia de la Iglesia, queda marcado por el drama humano de la traición del amigo, escena de siempre, de ayer y de hoy (Juan 13, 21-33):
“Jesús, profundamente conmovido dijo: “Les aseguro que uno de vosotros me va a entregar”. Los discípulos se miraron unos a otros, perplejos, por no saber de quién lo decía.
Juan le preguntó: ¿Quién es, Señor?”. “Aquel a quien yo le dé este trozo de pan untado”.
Lo dio a un amigo, a Judas, de quien se fiaba, con quien compartía su pan. Él era el primero en traicionarlo.
4-Miércoles Santo
El Miércoles Santo está marcado por la conspiración, la intriga, la corrupción, el sufrimiento causado por estas realidades, la conciencia de que el final está cerca (Mateo 26, 14-25):
“Uno de los doce, llamado Judas Iscariote, fue a los sumos sacerdotes y les propuso: “¿Qué estáis dispuestos a darme si os lo entrego?
Ellos se ajustaron con él en treinta monedas. Y desde entonces andaba buscando ocasión propicia para entregarlo”.
Los demás discípulos, mientras tanto, se acercaron a Jesús y le preguntaron: “¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua?”
Él contestó: “Id a casa de Fulano y decidle: El Maestro dice: mi momento está cerca; deseo celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos”.
5-Jueves Santo
El Jueves Santo es un día intenso, pletórico de acontecimientos claves que marcan, definitivamente, la historia de la humanidad. Es un día, por otra parte, lleno de emociones: Es la última cena terrena de Jesucristo; lava los pies a los discípulos, como un sirviente más; instituye la Eucaristía (la Misa), como memorial perpetuo de este día; hace a sus apóstoles sacerdotes: “hagan esto en memoria mía”; da su mandamiento del amor: “amaos los unos a los otros como yo os he amado”; tiene una larga oración pública, delante de sus discípulos conocida como su “oración sacerdotal” (Juan 17); ora de nuevo en el huerto de los Olivos, dejando estampada esta célebre frase: “Padre, si es posible pase de mí este cáliz, pero no se haga mi voluntad sino la tuya”; es la noche del beso traidor de Judas y de su apresamiento como un malhechor; Pedro, el hombre de su confianza, le niega y los demás apóstoles lo abandonan; es llevado y traído de un tribunal a otro, escupido, golpeado, burlado, coronado de espinas; pasa la noche en la cárcel.
Cualquier ser humano se siente bien en el Jueves Santo e identificado con él, porque ese día, tan intenso, resume muchos de los días de nuestra vida.
6-Viernes Santo
El Viernes Santo habla por sí solo: crucifixión y muerte de nuestro Señor Jesucristo. Un día para reflexiones sin fin. Siempre será útil y valdrá la pena detenerse a leer y meditar cualquiera de los cuatro relatos de los evangelistas acerca de este acontecimiento decisivo de la humanidad: Mateo, caps. 26 y 27; Marcos, caps. 14-15; Lucas, caps. 22 y 23; Juan,
caps. 18 y 19.
Dentro de esos relatos cabe notar, “las 7 últimas palabras de Jesús”, tan célebres y tan comentadas cada año con acertadas actualizaciones.
7-Sábado Santo
El Sábado Santo es el día del estupor y del asombro. Lo sucedido en Jerusalén es tan grave y dramático, que uno queda desconcertado y no sabe qué hacer. No hay más remedio que guardar silencio. La Iglesia lo llama “día alitúrgico”: día sin ninguna acción litúrgica oficial. Todavía hoy los cristianos viven ese día como en “desconcierto”, sin saber qué hacer en él. Apenas aciertan a reposar en él, a estar tranquilos y a orar de manera individual.
8-Domingo de Resurrección
Sin Domingo de Resurrección la Semana Santa es una sinfonía inconclusa, una obra dramática sin final, una historia humana cerrada en el Viernes Santo y el dolor, sin esperanzas de victoria sobre el mal y la muerte. Este es el día más importante de la Semana Mayor del año, día de gozo, de júbilo, de cantos.
“Este es el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro gozo”, canta el Salmo 117 y con él toda la Iglesia:
Ha resucitado, el Señor. Aleluya. ¿Por qué buscáis entre los muertos, a quien vive por los siglos? Cristo ha triunfado, ha resucitado, y nosotros con él. ¡Felicidades, hermanos!
Los relatos de la Resurrección motivan, entusiasman, dan vida: Mateo, cap. 28; Marcos, cap. 16; Lucas, cap. 24; Juan, caps. 20-21; Pablo, I carta a los Corintios, cap. 15.
CERTIFICO que he buscado en mi trabajo CADA DÍA DE LA SEMANA SANTA hacer un resumen, lo más completo posible, de los hechos históricos acontecidos en ella.
DOY FE en Santiago de los Caballeros a los veintitrés (23) días del mes de marzo del año del Señor dos mil veinticuatro (2024). l
Si Edna Pepén pudiera cambiar algo en apoyo a los nuevos escritores “cambiaría la forma en que se plantea la figura del escritor”, pues si algo aprendió de su mentora Keila González es “que un libro es solo el comienzo de algo más grande, si se está dispuesto
a aprovechar la oportunidad de compartirlo y los nuevos autores deben estar conscientes de todo el potencial que su talento tiene para sus vidas”. En ese sentido, opinó que aún es un tema tabú hablar de “libros” y “negocios” en el mismo contexto y que le gus-
taría aportar informaciones realistas sobre el proceso desde la República Dominicana. Entre sus libros más vendidos está “Nada estándar, el arte de ser diferente”, el primero publicado, seguido de Sora (2022) y Mirai (2023), y la secuela de Sora.
“Me satisface la reacción de cada lector al introducirse en la historia”MARÍA E. PÉREZ ROQUE
FOTO: FUENTE EXTERNA
l ¿Cuál es el género de tu preferencia y por qué?
l Me inclino por la narrativa. Me emociona que el lector pueda introducirse en la historia a través del narrador y las acciones de los personajes como lo hice mientras la escribía, actuando e imaginando cada escena como si la observara en vivo. Me gusta la oportunidad que tengo de explorar con el tipo de narrador, dependiendo de la temática de la historia y cómo deseo que el lector se identifique e interprete las circunstancias.
l ¿Cuándo escribiste tu primer libro y de que se trató?
l Mi primera obra publicada fue el cuento “Mi patria perdida-encontrada” del libro recopilatorio “Compilación de cuentos escolares: ¡Obras galardonadas del primer concurso nacional de cuentos “¡Que viva mi patria!”, sobre un joven que viaja al pasado, y cambia su perspectiva en cuanto a su dominicanidad, pero mi primer libro publicado en solitario fue “Nada estándar: el arte de ser diferente” en 2020. Este libro cuenta mi historia hasta ese punto de mi vida, en forma de novela donde se expresa el anhelo de una joven de tratar de encajar dentro de las expectativas y los estándares sociales preconcebidos, mientras intenta descifrar la persona extraordinaria que en su interior esperaba florecer.
l ¿Como escritora, qué ha sido lo más satisfactorio que has tenido?
l La reacción de cada lector al introducirse en la historia. He concebido que estos relatos se desarrollen en la República Dominicana con personajes que tienen situaciones y cultura diferentes. Pero en nuestro país, por lo que recibir la retro de las personas en cuanto a sus impresiones, quien es su personaje favorito y como imaginaron todo lo acontecido, me llena de satisfacción. Me enorgullece transportarlos a un lugar diferente al de su realidad, donde su situación actual es la de imaginar la de un tercero.
l ¿Algún escritor que haya influenciado en tu literatura?
l Gabriel García Márquez. Me demostró que no es necesario escribir como “la norma manda”. Se debe explorar, sa-
Desde sus años de adolescencia, Edna Pepén escribe y comparte algunos escritos a través de varias plataformas de publicación.
Me gustaría ser un ejemplo de que la cultura dominicana tiene representantes jóvenes que desean enaltecerla, a través de esta rama”.
Estaré eternamente agradecida con mi mentora Keila González y su equipo de Bienetre por haberme guiado en el camino con tanta dedicación”.
car al lector de su zona de confort y utilizar lo conocido, como por ejemplo, las ciudades que nos han marcado para que el lector también nos conozca a través de lo que se detalla y se expresa.
l ¿Un escritor debe ser sentimental?
l Debe tener cierto grado de “sentimentalismo” para expresar lo bello y lo desagradable, pero en mi caso, acudo más a la “empatía”. Trato de colocarme en el lugar del personaje mientras transita el suceso, actúo la escena, de ser necesario. Si logro “ser” esa persona, lograré transmitir mejor al lector a través del texto.
l ¿Cómo consideras que debe ser el papel que le atañe a la cultura?
l Como un actuante o ejemplo de que la escritura no necesariamente viene de la sabiduría, no tenemos que esperar a la edad para tener algo que contar. Me gus-
taría ser un ejemplo de que la cultura dominicana tiene representantes jóvenes que desean enaltecerla a través de esta rama.
l ¿La cultura puede aportar algo a los cambios que están viviendo las sociedades?
l Como la cultura es un conjunto de creencias y valores compartidos por un grupo de individuos, al agregar actividades edificantes de disfrute y desarrollo colectivo, definitivamente aporta a los cambios que vivimos como sociedad. Abre un mundo de posibilidades al permitir que el individuo pueda escoger basado en lo que ama y puede desarrollar de la comunidad donde reside. Entrega un sentido de pertenencia que le permite agregar su esencia como granito de arena para un bien común.
l ¿Has pensado en escribir tu biografía en un futuro?
l Nada estándar está basado en mi vida hasta ese punto y no descarto que, en el futuro, con todo lo que he aprendido de este sector y del arte de las letras, escriba una secuela para que ayude a otros jóvenes autores que como yo en su momento, iniciarán sin tener idea del sector, más allá de escribir. Estaré eternamente agradecida con mi mentora Keila González Báez y su equipo de Bienetre por haberme guiado en el camino con tanta dedicación. Me gustaría aportar a otros jóvenes, como ellos me aportaron a mí, a través de una actividad que amo: escribir. l ¿Qué otras actividades culturales realizas y cuáles son tus proyectos? l Cuando la oportunidad se presenta, suelo compartir tips e informaciones en modo taller de mi proceso creativo y productivo, tanto en mis redes como en eventos donde desarrollo el papel de invitada. Uno de esos talleres es “¡Vamo’ a esto!: Mantente productivo mientras escribes tu libro”, el cual presenté en la actividad BookCamp A90D, celebrado por la editorial Bienetre y en el marco de la Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2022. Actualmente, tengo en agenda la siguiente parte de la saga “Sora” y otras dos novelas que tengo escritas, pero en reestructuración. También me encuentro trabajando en otro medio para compartir contenido relacionado a lo que hago y donde el usuario pueda encontrar todo en un mismo lugar y de la manera más digerible posible para el lector. l