elCaribe, SÁBADO 23 DE NOVIEMBRE DE 2024 elcaribe.com.do
Homo sapiens, destinado a ser su propio Dios
Jorge García comparte las principales ideas que desarrolla Yuval Noha Harari en su obra “Homo Sapiens, de animales a dioses”. P.6
Zona industrial para San Pedro de Macorís
En esta entrega de Zona Retro viajamos al 25 de noviembre de 1973, cuando quedó inaugurada la zona franca industrial en “La Sultana del Este”. P.7
“La literatura es un lugar para ser libre”
José Arias, periodista, escritor y retratista literario de la Zona Colonial, habla sobre el proceso creativo y la importancia de ser sobre todo un buen lector. P.10
Tamboril de ayer y de siempre
Una exposición de fotos tomadas por Francisco Rodríguez invita a viajar al pasado
JOSÉ MERCADER 666mercader@gmail.com
El título de ese artículo corresponde al mismo que lleva una exposición fotográfica realizada en el marco de las fiestas patronales del Tamboril de San Rafael Arcángel, esfuerzo del Centro Cultural & Museo Horacio Vásquez con el patrocinio de la Alcaldía. La muestra cuenta de más de 350 tomas, cuyo autor, en su mayoría, es Francisco Rodríguez, que se fue de Moca “porque ya había muchos que hacían lo mismo”, incluidos los de cajón, especializados en 2x2 para cédula y pasaporte. Recogió sus motetes y cogió el tren que lo dejó a tres casas de la Estación Tamboril y que sería su estudio con el que se ganó la vida y la de su familia, incluyendo a Teo, perdón, a Antony, y Juan Camarita. Sin darse cuenta reseñaba gráficamente la memoria del pueblo que él eligió. Solo el negocio de Ramoncito Amaro lo separaba, un bar que no cerraba sus puertas en un “vaivén con las olas del mar” desde una vellonera de cinco cheles. Francisco tenía cara de obispo-español-arrepentido-después-que-una-jovenviuda-le-confesara-sus-pecados, amable, parsimonioso y con una sangre fría para dispararle a cualquiera, a boquejarro, con su Reflex de doble cañón. Don francisco no tenía tapujos a la hora de sugerirle a cualquier sarataco de Seboruco que se pusiera el saco que era talla única y que le servía a cualquiera, aunque le quedara grande o chiquito, y que vigilaba el estudio, hasta los días “de fiesta de guardar”. Ese espacio era modesto, con cortina y todo, por donde desfiló la población completa, que presentó allí su antropología que caracteriza a los tamborileños con “un no sé qué” que los destaca, y un “trasendimiento” que va más allá de la picardía. l
Francisco Rodríguez. F.E.
historia de la medicina
Paludismo en 1922
salón de la fauna
bana, es necesaria una acción
quitos los lugares y sitios que
vas. Sobre este particular y como medio de ilustración, me es grato transcribir el artículo intitulado
dad y considera que es solo la mitad de los casos ocurridos. Como se verá, esta enfermedad causa numerosas víctimas en el país, y una acción enérgica será tomada por esta secretaría en este año. Como se sabe, el mosquito es el transmisor de este terrible mal y una guerra sin cuartel a esos dípteros de acuerdo con las disposiciones del Codigo Sanitario en vigor. Los mayores números de casos observados han sido en Barahona, con 1444 y en La Romana, con 932. Esto parece ser debido a los grandes desmontes que sobre terrenos pantanosos se efectúan en esos lugares, en los cuales precisamente estan ubicadas las granes factorías de azúcar del país”.
Continuaba el reporte: “Los esfuerzos de este departamento se dirijirán al que estas centrales provean a los trabajodores y peones que residan cerca de los lugares en donde se realizan estos trabajos, con la cantidad de quinina necesaria para que esta sea usada de manera preventiva. Además hay que recomendar a estas centrales el drenaje conveniente de sus terrenos. Habrá tambien que instruir al público por medio de los oficiales de sanidad acerca de las medidas que debe tomar cada individuo para resguardarse de las picaduras del mosquito, así como los medios para evitar la propagación de estos en estanques y lagunas y la necesidad de que estas sean inmunizadas covenientemente.”
Lo que puede hacer el agricultor para evitar la malaria, fruto de la observación del doctor Ezdorf, uno de los profesores más doctos de la oficina de Sanidad de los Estados Unidos de América”. En su trabajo señalaba que hay solo dos principios que tienen que ser entendidos y aceptados porque sobre ellos se basan las medidas para evitar la malaria. En primer lugar, que la malaria o paludismo se contrae solo por medio de la picada de un mosquito especial y en segundo lugar que el hombre infecta al mosquito y el mosquito, luego infecta al hombre. Era muy importante hacer estas aclaraciones para que la población entendiera que ni el agua ni el aire ni los alimentos podían contagiar la enfermedad.
Seguía explicando: “Que la malaria es una enfermedad que se debe a un parásito que habita en las células rojas de la sangre humana. Este parásito es un animalito y en esto se diferencia de los gérmenes que causan la fiebre tifoidea, la difteria y la tuberculosis. Por tanto para evitar la malaria se debe evitar la picada del mosquito. Ese mosquito pica en cualquier momento entre la puesta del sol y la aurora, aunque puede picar durante el día en sitio oscuros. El uso de cortinas, mamparas de tela de alambre y mosquiteros son recomendados para evitar estas picaduras”.
Estas medidas, explicadas en un lenguaje sencillo son siempre importantes y actuales para la población. La salud es un esfuerzo de las autoridades y de las comunidades.l DR. HERBERT STERN
Yordy Cabrera
(DÉCIMA CIBAEÑA)
Todavía no han probao
Que se usara caballín
Tampoco que le dién un chin
De sutancia o de melao
“Loj muchacho tan fajao”
E lo que dice Cabrera
“Mi ecuela no e de carrera”
Tampoco ej un hipódromo
Ello sueñan con aeródromo
Pa’ dirse para allá afuera.
Cabrera ta sometido
Poi la mueite e pelotero
Dicen le inyeitán veneno
Y que no fue muy poquito
La familia ta quei grito
Ante esa baibaridá
La Juticia tan enredá
Pa’ resoivei ei problema
E muy caliente ei tema
Queremo to’ la veidá.
l JOSÉ MERCADER
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Tamboril en fotos en blanco y negro
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La impresión que se llevaban, cuando Teo les prestaba el peine, o les agarraba la cabeza entre la quijá y el occipital para darles el encuadre de una tres-cuarto, que “de perfil se ve muy narizú” y de frente “asusta”, cuando en verdad quienes se asustaban eran ellos como si fueran, en fila india, a vacunarse con el Dr. Frankenstein o con Ana, la mujer de Bolívar en el cruce que lleva su nombre.
El resultado fue que casi todo el mundo quedó inmortalizado en los archivos de Francisco, ordenado alfabéticamente, con fecha y todo, y que terminó en un caos al final, cuando los sístoles se detuvieron. Sí, por supuesto, también los diástoles. Suerte que existe el rescato divino.
Pero no solo quedaron aquellos rostros de gente común, trabajadora, luchadora, también quedaron inmóviles en el tiempo los chulos, maipiolos, vendedores, tineyer, tabaqueros, pulperos, prostitutas, policías, carniceros, panaderos, niños en primera comunión, guayaeros, limpiabotas, dulceros, choferes, “forasteros” de Don Pedro, la Cacata, Arroyo del Toro, Pedro García, Amaceyes, Canca, el Parque con su laurel y su busto del Jefe, los desfiles escolares del Día de la Raza con uniformes de guardia y presididos por el inmancable “Batón Ballet” y su monótona tonada de “se murió papá”. También aquella Iglesia que no se ha movido, por más temblores de tierra que hayan sacudido al pueblo, sigue como símbolo perenne y recuerdo de las primeras celebraciones religiosas, con sus padres inolvidables que hablaban en latín y que la Fe traducía al cibaeño, para el perfecto rebaño del Señor: monseñor
Polanco Brito, el padre Flores, el padre Eustaquio, el padre Disla con sus monaguillos y sacristanes.
Nos dejó Francisco el recuerdo imperecedero del poeta y director de la Sergio A. Hernández, don Juan Collado, doña Fredé, Fausto Germosén, doña Clota, Mariluz, doña Rosario, Dulce Capellán y tantos educadores que fueron las simientes de aquella “Pajisa Aldea”.
Quedaron las huellas de su cámara: Francisquito La Perra de Los Rieles, alma alegre de las patronales de antaño; Vickiana, Juan Polanco con su esposa Lola y su hijo Víctor, los deportistas Potolo, Martha, el Tule, Alejandro Taveras, Democles amigo del pobre y del rico (me-
nos de Lantigua que le quiere dar un tumbe frente a frente a su casa) con cara y pescuezo nada que ver con un camello y orgullo del basket, tan bueno o mejor que Michael Jordan; el profesor Marcano,
Minga Colón de Pontezuela, Aura la del Correo, Bolívar Capellán, Carlos José Rosario aparece besándole la mano al papa para convertirse en el único fritío que ha visitado Roma (foto que no es de Francisco R.); Nunilo el mecánico, Momo Abreu, Tony Gómez, Publio Polanco y su dama la China, el Club Primavera, nostalgia y émulo del Centro de Recreo de Santiago; la farmacia La Fe de Víctor y Ninón Hernández, la bomba Texaco frente al Parque, la tienda de Bololo con su surtido que iba desde un jalao, un guayo, un aparejo de burro, un molenillo, unas guaimamas, unos blúmen de fuerte azul… hasta un musú “pa’ quitaise la cota”. Narciso Rodríguez no aparece porque le tenía miedo a la cámara, ni Tony Capellán ni Frank Marino Hernández porque juraron por la bandera de la Capital y se olvidaron de sus raíces. Total… Misas, bodas, cumpleaños, lluvias torrenciales, “ríos hondos”, accidentes como cuando el camión del Ayuntamiento se volcó y quedó patas arriba y Cuso salió ileso; carnavales, días patrióticos, torneos deportivos de los volibolistas que arrasaban, procesiones que pedían a San Caralampio y a la Virgen de los Encaramaos que detengan la sequía… todos los captó Francisco en un abrir y cerrar del obturador de su cámara que era como su tercer ojo y que iba con él “parribabajo” como su sombra.
La colección de fotografías expuestas, ahora en el Museo de Horacio y en la Biblioteca Tomás Hernández Franco, sigue todo el mes de noviembre.
El legado de Francisco Rodríguez es inmenso y, gracias a él, especialista en congelar el tiempo, podemos hacer un viaje al pasado y conocer a aquellos que forjaron el orgullo de toda una colectividad. l
Altagracia Jiménez. F. E.
Vickiana. F. E.
Marcano. F. E.
Hija de Sergio Santana. F. E.
Nunilo. F. E.
Primera escuela de Tamboril. F. E.
Tomás Hernández Franco. F. E.
Parroquia San Rafael. F. E.
Casa de Horacio Vásquez antes de ser Museo.
Francisquito la Perra. F. E.
Capilla Santa Ana. F. E.
Juan Polanco, Víctor y Lola. F. E.
Desfile en la av. Altagracia. F. E.
VIENE DE LA PORTADA
4 Cultura
La perfección del egoísmo
PEDRO CONDE STURLA pinchepedro65@yahoo.es
Decía Graham Green, o uno de sus personajes, que la indiferencia es la «perfección del egoísmo». Con unos siete siglos de anterioridad, en la Comedia de Dante Alighieri los indiferentes van al Infierno, los que no hicieron mal ni bien por cobardía, los que vivieron sin gloria y sin infamia, los ignaros, los flojos, los indolentes y cobardes.
Dante oye sus gritos en el Canto III, después de trasponer la puerta de entrada al Infierno, y se le ponen los pelos de punta. Entonces se dirige al poeta Virgilio que es su guía:
«“Maestro, qué es lo que yo escucho, / y quién son éstos que el dolor abate?”»
«Y él me repuso: “Esta mísera suerte/ tienen las tristes almas de esas gentes / que vivieron sin gloria y sin infamia…”»
Sobre este tema de la indiferencia y el egoísmo hay un famoso y polémico poema que se supone es de la autoría de un pastor alemán llamado Martin Niemöller y que también se atribuye, posiblemente por error, a otro alemán y contemporáneo, el dramaturgo y poeta Bertolt Brecht
La versión de Niemöler es la siguiente
«Primero vinieron por los socialistas, y yo no dije nada, porque yo no era socialista.
Luego vinieron por los sindicalistas, y yo no dije nada, porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los judíos, y yo no dije nada, porque yo no era judío.
Luego vinieron por mí, y no quedó nadie para hablar por mí».
La versión de Brecht es más detallada, pero apenas difiere en cuanto a contenido:
«Primero se llevaron a los judíos, pero a mí no me importó porque yo no lo era.
Luego arrestaron a los comunistas, pero como yo no era comunista, tampoco me importó.
Más adelante detuvieron a los obreros, pero como no era obrero, tampoco me importó.
Luego detuvieron a los estudiantes, pero como yo no era estudiante, tampoco me importó.
Finalmente detuvieron a los curas, pero como yo no era religioso, tampoco me importó.
Ahora me llevan a mí, pero ya es tarde». Como no hay nuevo ni único bajo el sol, el tema de la indiferencia y el egoísmo se repite incesante a través de la historia. Nicholas Welles decía: «Los héroes nacen de la indiferencia humana ante el sufrimiento ajeno».Martin Luther King
afirmaba: «Lo preocupante no es la perversidad de los malvados sino la indiferencia de los buenos». Para Jorge González Moore «La indiferencia es el apoyo silencioso a favor de la injusticia».
En definitiva, el tema de la indiferencia no deja a todos indiferentes. Hay un famoso escrito, un cuentecillo, sobre la pasividad y la indiferencia que suele producir en los espíritus sensibles un impacto emocional:
«Una mañana mientras paseaba por la playa vi a lo lejos una figura que se movía de manera extraña como si estuviera bailando. Al acercarme vi que era un niño que se dedicaba a coger estrellas de mar de la orilla y lanzarlas otra vez al mar.
Le pregunté que estaba haciendo.
-Le dije: Pero esto que haces no tiene sentido, primero es su destino, morirán y serán alimento para otros animales y además hay miles de estrellas en esta playa, nunca tendrás tiempo de salvarlas a todas.
Me miró fijamente , cogió una estrella de mar de la arena, la lanzó con fuerza por encima de las olas y exclamó: – Para las que se salven sí… tiene sentido.
Me marché un tanto desconcertado, no podía explicarme una conducta así. Esa noche no dormí bien, soñé con el niño y las estrellas de mar por encima de las olas.
A la mañana siguiente corrí a la playa, busqué al niño y le ayudé a salvar estrellas».
Igualmente famoso, y deliciosamente sutil, es el cuento del iglú
«De repente un iglú apareció en medio de la calle. Al principio la gente se mostró interesada y quería saber de qué se tratara, tenía miedo, tenía curiosidad. Pero cuando vieron que ese objeto no constituía ningún peligro, dejaron que su vida siguiera tan tranquila como siempre. Solo un niño se preguntaba si podía haber alguien allí, alguien que necesita-
ra ayuda, pero al expresar su preocupación le dijeron que no tenía que preocuparse de nada, porque de nada había que preocuparse».
Uno de los textos más celebrados, el texto que nunca puede faltar cuando se habla de egoísmo e indiferencia, es la muy conocida y recomendable fábula del ratón y la ratonera. Una fábula que está animada del mismo espíritu de los textos de Niemöler y Brecht y dice un poco lo mismo de otra manera. Una admonición a los indiferentes, a todos los que se consideran a salvo de las desgracias que suceden a los demás.
«Un ratón, mirando por un agujero en la pared, ve a un granjero y a su esposa abriendo un paquete. Sintió emoción imaginando qué podría ser lo que contenía.
Quedó aterrorizado cuando descubrió que era una ratonera.
Fue corriendo al patio de la granja a advertir a todos: ¡Hay una ratonera en la casa, una ratonera en la casa!
La gallina que estaba cacareando y escarbando, levanto la cabeza y dijo:
– Discúlpeme Señor Ratón. Yo entiendo que es un gran problema para usted, mas no me perjudica en nada, a mí no me incomoda.
El ratón fue hasta el cordero y le dice: ¡Hay una ratonera en la casa, una ratonera!
– Discúlpeme Señor Ratón, pero no hay nada que yo pueda hacer, solamente pedir por usted. Quédese tranquilo que será recordado en mis oraciones.
El ratón se dirigió entonces a la vaca, y la vaca le dijo:
– Pero, ¿acaso yo estoy en peligro? Pienso que no… es más, estoy segura de que no. Entonces el ratón volvió a la casa preocupado y abatido para encarar a la ratonera del granjero.
Aquella noche se oyó un gran barullo, como el de una ratonera atrapando a su víctima. La mujer del granjero corrió pa-
ra ver lo que había atrapado. En la oscuridad, ella no vio que la ratonera atrapó la cola de una cobra venenosa. La cobra mordió a la mujer.
El granjero la llevó inmediatamente al hospital. Ella volvió con fiebre. Todo el mundo sabe que para alimentar alguien con fiebre, no existe nada mejor que una sopa.
El granjero agarró su hacha y fue a buscar el ingrediente principal: la gallina. Como la enfermedad de la mujer continuaba, los amigos y vecinos fueron a visitarla. Para alimentarlos, el granjero mató el cordero. Pero la mujer no se curó y acabó muriendo.
Y el granjero entonces vendió la vaca al matadero para cubrir los gastos del funeral.
El ratón pensaba: si por lo menos me hubieran escuchado, si hubieran entendido que el problema que es mío hoy, mañana puede ser de ustedes.
MORALEJA: la próxima vez que escuches que alguien tiene un problema y creas que como no es tuyo no le debes prestar atención… Tendrías que pensarlo dos veces.
Piensa bien antes de decir: “No es mi problema”.
A este respecto, también se me ocurre pensar, por ejemplo (sólo por ejemplo), que en lo que el hacha va y viene (en lo que las bombas van y vienen y ante la indiferencia de gran parte de la prensa internacional), los israelíes y su aliado imperial siguen matando de hambre y de sed y por falta de medicinas a dos millones y medio de palestinos que viven en un infierno dantesco bajo los escombros de la ciudades destruidas. l
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Apuntes de infraestructura
Fidelio y Arístides en el Teatro de Bellas Artes
PEDRO DELGADO MALAGÓN pedrodelgado8@gmail.com
El proemio
Fue la vida de Arístides Incháustegui (1938-2017) una silenciosa, prolongada y áspera batalla. Contra un solo adversario: la rusticidad osada y el secular vulgarismo de nuestro paisaje y de nuestros paisanos. ¿Sus insólitas armas?: la indagatoria del acto histórico y el estímulo de la sensibilidad social mediante el trato con las expresiones más insignes del arte.
En 1987, Arístides proyectó el montaje de ‘Fidelio’, la magna ópera única de Ludwig Van Beethoven. Karl Popper había dicho: “No hay obra más conmovedora que Fidelio, ni más emocionante expresión de la fe de un hombre, de sus esperanzas, de sus secretos sueños y de su heroica lucha contra la desesperación”.
La ‘mise en scéne’ de Fidelio se realizaría a modo de concierto, sin los detalles habituales del cuadro operático y sólo en el marco de una sobria escenografía de Cristian Martínez Villanueva. Arístides haría de Florestán. Escribí entonces un comentario en torno a esta presentación en el teatro del Palacio de Bellas Artes.
Que aquellas frases (ya encanecidas, arrugadas) sirvan para evocar al amigo desaparecido y, a la vez, como el adiós a un año compasivo.
El escenario
Es 1804 y usted ha viajado a Dresde para asistir al estreno de la ópera ‘Léonore’ de Ferdinando Paër. Ahora se intenta repetir el triunfo alcanzado seis años antes por Pierre Gaveaux. Como en aquella ocasión, está de por medio el libreto de Jean Nicolas Bouilly: ‘Léonore ou L’Amour Conjugal’. Seres comunes y personajes de clase alta se mezclan en este trasiego de felicidad postergada, donde el heroísmo de los hombres desplaza a los dioses antiguos. La trama de ‘Léonore’ es melodramática y doliente. Se trata de un reo político, Florestán, que Pizarro, el gobernador de una fortaleza, quiere hacer morir de hambre en el calabozo. Todos creen, excepto su esposa Léonore, que el preso ha muerto. Disfrazada de mancebo y bajo el nombre de Fidelio, Léonore logra ser admitida como sirviente por el carcelero Rocco. Pizarro está impaciente por liquidar a su rehén. Al ver que el hambre no produce el efecto deseado, el gobernador dispone la ejecución de Florestán. Ordena a Rocco
Integrantes de la compañía Ópera Dominicana, creada por Arístides Incháustegui en 1974. F.E.
Boceto del diseño de escenografía realizado por Cristian Martínez Villanueva para el montaje de la ópera Fidelio de Beethoven, bajo la dirección de Arístides Incháustegui, en Bellas Artes (1987). F.E.
que cave una fosa donde el prisionero será enterrado dentro de unas horas. Fidelio colabora en la triste tarea. Aparece el cruel Pizarro. Encadenado, el prisionero se levanta, reconoce a su verdugo y lo inquiere. Pizarro avanza hacia él con un puñal en la mano. Léonore, que ha sacado una pistola del pecho, se interpone entre los dos hombres y amenaza con el arma a Pizarro. El gobernador, asustado, retrocede.
Se escucha entonces el sonido de un clarín, señal convenida para bajar el puente levadizo del castillo. Es la llegada de Fernando, el ministro. Al no poder consumar el crimen, Pizarro escapa. Está salvado el prisionero. El pueblo celebra la fidelidad y el júbilo de Léonore.
El drama humano, en este punto, adquiere relieve de ‘fait historique’, como había señalado Gaveaux. Esa noche, la música de Paër le resultará especialmente donosa y exultante. Concluye la función. Al salir del teatro, usted escucha cuando aquella figura desaliñada y brusca le habla al compositor, al maestro Ferdinando Paër. “Me gustó tanto su ópera que desearía ponerle otra música”, espeta el hombre. Ahora usted no comprende el desapacible humor de este individuo, la íntima razón para actuar de este personaje ancho y fiero, con algo más de treinta años y la indócil melena de león hundida en su espalda inmensa.
Aún no acaba usted de entender si está en presencia de un bromista o de un díscolo. Por el momento, no supondrá siquiera que se trata del enamorado de Leonor
von Breuning y Magdalena Willman. De aquel que le dedica la sonata ‘Claro de Luna’ a Giulietta Guicciardi, una quinceañera que lo hará pensar en el suicidio. A usted jamás le cruzará por la cabeza la idea de que tal esperpento sea Ludwig Van Beethoven.
Aunque tampoco él podría imaginar que esta noche, de la tersa banalidad que propone la ‘Léonore’ de Boully surgirá la más dolorosa de sus espinas; aquella que lo obligará a un angustioso y lacerante tormento: la creación de ‘Fidelio’, su tres veces resucitada ópera única.
Ahora es cuestión de anticipar que, un año después de la noche en Dresde, el primer “Fidelio” fracasará rotundamente. Todos apreciarán la obra como excesivamente prolongada y monótona. Beethoven la reducirá de tres a sólo dos actos en la versión de 1806. Pero el nuevo drama saldrá de la escena después de cuatro funciones. Se trata de presumir que la tercera versión no aparecerá sino hasta 1814, y que entonces ya no habrá más rechazos. Que este último ‘Fidelio’ ascenderá -solitario, sin sus antecesores- al Olimpo operático. Habrá que entender la necesidad de estos tres nacimientos: tres ‘Fidelio’ con cuatro oberturas, a la manera de quien irradia cuatro conciencias emancipadas de un cuerpo único.
El ‘Fidelio-Léonore’ de Beethoven (cual Orfeo, aunque sin su dionisíaca ambivalencia) descenderá al infierno, a la cárcel, a la región de las tinieblas. Implorará al destino aquel favor excepcional: la devolución de su amor, el regreso a la luz de aquella sombra preterida: la recuperación definitiva de su ‘Florestán-Eurídice’. Ellaél no podrá, como en el mito judaico de la mujer de Lot, mirar hacia atrás en la salida del infierno. El remordimiento perverso y la insaciable inconstancia hicieron girar la cabeza de Orfeo. Léonore, en cambio, vencerá el maleficio. Su pasión, carente de toda trivialidad, está dignificada por la pureza. Léonore alcanza el milagro: las tinieblas le devuelven a Florestán.
Desde aquella noche de 1804, sin discernirlo, en cada feminidad buscará Beethoven una Léonore que lo recobre del presidio de la soledad creadora. Alguien que le permita renacer en esa “imposible felicidad que viene de fuera” y lo rescate del abismo de su sordera aborrecible. Pero ninguna de las mujeres por él conocidas — sólo, quizá, Josefina von Brunswick, la ‘amada inmortal’— intentaría salvarlo del infierno de su vida tempestuosa. Y será tarde cuando él entienda de qué modo ellas (Magdalena Willman, Giulietta Guicciardi, María Erdody, Teresa Malfatti, Amelia Sebald), como Orfeo a Eurídice, lo han condenado para siempre a las tinieblas. De qué forma, igual que las Ménades a Orfeo, ellas despedazarán su alma sin misericordia alguna. Tampoco Beethoven supondrá que veintitrés años después, a las cinco y cuarto de la tarde vienesa, en medio de una tormenta, delirando, elevará su puño al cielo y dejará escapar la vida. Usted, así, revivirá esa noche en Dresde, cuando ha soñado ir al estreno de la ‘Léonore’ de Ferdinando Paër, en el momento en que observa al individuo macizo y brusco que habla con Paër. A ese sujeto con la arisca melena de león hundida en la espalda. A ese hombre con la mirada como dos voces muertas sembradas en la cara... l
Ludwig van Beethoven (1770-1827). F.E.
Arístides Incháustegui (1938-2017). F.E.
6 Cultura
Sapiens: La historia que nos hizo “dioses”
JORGE MIGUEL GARCÍA
DOCTORANDO jorge.garcia@hogarescuela.do
“Tres revoluciones importantes conformaron el curso de la historia: la revolución cognitiva marcó el inicio de la historia hace 70.000 años. La revolución agrícola la aceleró hace 12.000 años. La revolución científica, que se puso en marcha hace solo 500 años, bien pudiera poner fin a la historia e iniciar algo completamente diferente”. De este modo comienza Yuval Noah Harari su obra “De animales a dioses. Breve historia de la humanidad”.
El autor intenta responder a la cuestión de cómo estas revoluciones afectaron a las multiespecies que componen el mundo. Harari recurre a varias disciplinas como la biología, la antropología, la historia y la filosofía para contestar a la cuestión planteada. En todo el texto, adopta una postura reflexiva sobre el significado del ser humano, su impacto en la construcción social y el futuro que le depara.
La revolución cognitiva instauró el domino del Homo sapiens sobre las demás multiespecies, incluyendo a los neandertales y los Homo erectus. El advenimiento de esta revolución facilitó a los sapiens no solo mejorar la inteligencia técnica, sino también desarrollar el lenguaje simbólico y la habilidad para crear y compartir ficciones. En la creación de ficciones, la cooperación se utilizó como recurso mitológico y promulgación de leyes que dieron forma a las estructuras sociales.
Adopta la noción de “ficciones compartidas” para formar un conjunto matemático en el que las religiones, las doctrinas políticas y el dios dinero permitieron el dominio planetario del Homo sapiens. El dominio no solo impactó a las especies distintas a sí, sino también sobre sus homólogos. En sentido ontológico, estas ficciones no son reales, pero pueden servir como recurso para moldear el comportamiento humano y las instituciones sociales. Esta noción concuerda con las ideas de Nietzsche y Foucault, para quienes ese tipo de narrativas pueden crear realidades sociales y edificar estructuras de poder.
Según Harari la imaginación de realidades ficticias fundamentó la supervivencia, el éxito y la unificación del Homo sapiens. Esta idea puede que revele el sentido del conocimiento. Sin embargo, ¿está el mundo construido sobre ficciones como sugiere Harari? La respuesta genera desconfianza sobre la verdad objetiva, puesto que la destreza humana en cuanto crear y compartir ficciones, muestra puntos antagónicos que acogen otras posibilidades
FUENTE: YNHARARI.COM
para analizar la fortaleza y la debilidad. Las mismas ficciones que han unificado la raza humana promueven conflictos bélicos, intolerancia y explotación de las especies, a la que no escapa el hombre.
¿Constituye la revolución agrícola un avance o una trampa en la historia del Sapiens? Se ha repetido por décadas que la revolución agrícola representó el progreso para la especie humana; sin embargo, Harari la concibe como “el mayor fraude de la historia”. Valida el impacto de la agricultura en la producción de alimentos, pero a la vez, redujo la calidad de vida, dado que los agricultores no sólo estaban sometidos a más horas de trabajo, sino que se alimentaban menos y, por ende, estaban expuestos a contraer enfermedades.
sino que generó un nuevo estilo de esclavitud, donde las personas tenían que trabajar más, y el salario era la no complacencia.
La revolución industrial, por su parte, marcó un cambio en la estructura económica y social del mundo. La maquinización y la sobreproducción provocaron cambios drásticos en la vida de las personas. Harari reconoce los avances tecnológicos y la mejora en la calidad de vida que introdujo este proceso, pero también la posiciona como un aspecto alienante que condicionó el entorno natural y las necesidades biológicas del ser humano.
La noción de alienación que evoca Harari encaja en la filosofía marxista. Para el marxismo, el capitalismo industrial surte un efecto alienante con alta repercusión en la vida del trabajador respecto a su trabajo. Harari amplía la visión marxista indicando que la industrialización masifica la productividad hasta despojar la conexión entre el ser humano y la naturaleza que le acoge. La alienación a la que alude Harari posiciona al ser humano al servicio de la tecnología y no al revés.
Esta visión en la que la tecnología domina a la especie humana, introduce la reflexión ética en la idea progreso tecnológico. ¿Están las máquinas usurpando nuestra humanidad? Parece que delegarles roles humanos humaniza las máquinas y deshumaniza al ser humano. Bernard Stiegler advierte sobre el impacto de la tecnología en la pérdida de la autonomía y la capacidad crítica de los humanos.
De ser posible la advertencia de Stiegles, ¿cuál es el futuro de la humanidad? ¿El camino apunta a convertirnos en dioses o en máquinas? Harari insinúa que la humanidad se encamina hacia la cúspide de la revolución biotecnológica. La ingeniería genética, la inteligencia artificial y la neurociencia hacen pensar que el reemplazo del Homo sapiens está cerca de la especie poshumana. Esta nueva especie amenaza la identidad humana y el significado de la vida, siempre que en la manipulación genética no intervenga la mano de la ética.
La noción de progreso de Harari es similar a la idea de progreso de Rousseau. Tanto la idea de civilización como la agricultura produjeron desigualdades y opresión. Harari, igual que Rousseau, señala que el ser humano, en su anhelo por someter al mundo, cedió la libertad natural para convertirse en esclavo de sí mismo.
En su visión el trigo es el artífice de la domesticación humana. Esta ironía entra en tensión con la idea de que el hombre es el amo y señor del planeta. La personificación del trigo concuerda con la advertencia heideggeriana, en la que la modernidad postula que tanto el hombre como la naturaleza son recursos disponibles para la explotación. Desde este punto de vista, la agricultura no alcanzó liberar a la humanidad,
Intelectuales como Nick Bostrom y Ray Kurzweil, plantean que la tecnología es la ranura con que puede erradicarse la limitación biológica, el argumento apunta hacia una trascendencia de la finitud. Harari es más comedido que Bostrom y Kurzweil. Apoya los avances tecnológicos que aportan mejoras, pero critica que traen desigualdades y dominación. El futuro de la humanidad, por tanto, puede estar compuesto por dioses tecnológicos y humanos normales.
La obra trasciende la visión simple de una crónica histórica de la humanidad. Pues convida a encontrar su significado, a identificar el poder de las ficciones y a reflexionar sobre los desafíos éticos a los que se enfrenta el ser humano del futuro. La idea de progreso aguanta el telescopio de la crítica. ¿El ser humano ha sido dueño de su destino o moldeado por nuestras creaciones? l
Centro estudios caribeños. PUCMM.
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Central de Datos
zona retro
La zona industrial de San Pedro de Macorís, la segunda en crearse en el país
Fue inaugurada el 25 de noviembre de 1973 en un acto encabezado por el entonces presidente Joaquín Balaguer y por el vicepresidente, Carlos Rafael Goico Morales
SERGIA MERCADO smercado@elcaribe.com.do
Una de las fuentes generadoras de divisas en República Dominicana son las zonas francas, actividad manufacturera que se ha consolidado como una importante herramienta de desarrollo económico en esta parte de la isla, según informa una publicación de enero de este año en la página web del Consejo Nacional de Zonas Francas de Exportación (CNZFE).
En ocasión de cumplirse el próximo lunes 25 de noviembre, 51 años de la creación del segundo parque industrial construido en la nación, en esta semana Zona Retro presenta una breve reseña histórica de esta zona franca.
De acuerdo al sitio web del CNZFE, este tipo de empresas en el país tuvo su comienzo en el año 1969 con la instalación de una zona franca en La Romana, promovida por la empresa trasnacional Gulf and Western Americas Corporation.
Años más tarde, se crea el segundo parque industrial en la provincia San Pedro de Macorís, “La Sultana del Este” a un costo de RD$1,229,606, con capacidad para 18 naves para alojar a siete empresas en la primera etapa.
Esta zona franca fue inaugurada el 25 de noviembre de 1973 en un acto encabezado por el entonces presidente de la República, Joaquín Balaguer y por el vicepresidente, Carlos Rafael Goico Morales, acompañados de otros altos funcionarios del Gobier-
El simbólico corte de cinta que abrió oficialmente las instalaciones del nuevo parque industrial estuvo a cargo de la gobernadora provincial, Victoria Casanova de Harting y del director del CFI, Eudoro Sánchez y Sánchez. OGM
no. La bendición del acto estuvo a cargo del padre Gumersindo de Granda, párroco de una iglesia de esa ciudad.
El corte simbólico de la cinta que mar-
presidente de la República, Joaquín
y el vicepresidente, Carlos Rafael Goico Morales, acompañados de altos funcionarios del Gobierno durante el acto ceremonial de inauguración de la zona franca.
có la apertura oficial de las instalaciones fue realizado por la gobernadora provincial, Victoria Casanova de Harting y por el director de la Corporación de Fomento Industrial (CFI), Eudoro Sánchez y Sánchez.
La obra fue levantada en un terreno de 300 metros cuadrados que comprendía calles, aceras y contenes, los cuales fueron donados por el Consejo Estatal de Azúcar (CEA), estaba ubicada al este de la ciudad de San Pedro de Macorís.
Se estimaba que las industrias instaladas hasta ese momento en el lugar generarían cerca de mil empleos.
Primeras empresas en el parque industrial
Entre las empresas instaladas en el parque industrial figuran Greenlaw, que se dedicaría a preparar concentrados de frutas criollas, y empleaba aproximadamente a 70 obreros; Hanes Panamá, esta fabricaría ropa de mujer y utilizaría 200 operarios.
También se instaló la industria Cepeda Hermanos, que se encargaría de hacer chaquetas para hombres con un personal de 80 obreros; Metalúrgica Universal prepararía piezas de hierro fundido con 40 empleados; la Manufacturera Borinqueña haría ropa de mujer con 200 obreros.
Igualmente se instalaron en esa zona franca, Productos del País, que envasarían comestibles en fundas de polietileno y la empresa Pennweavw Mills, que fabricaría textiles con 300 operarios.
Sánchez y Sánchez
El director de la Corporación de Fomento Industrial (CFI), Eudoro Sánchez y Sánchez durante su discurso inaugural señaló que San Pedro de Macorís se convertiría “en una verdadera ciudad industrial que dará cabida a por lo menos 80 industrias que proporcionarán trabajo a unas 10,000 personas”.
Asimismo, informó en su alocución que la entidad que dirige había recibido 290 solicitudes para la instalación de nuevas empresas extranjeras.
El funcionario afirmó además que la “CFI está convencida de que las zonas francas industriales contribuyen decisivamente a la solución del problema del desempleo”, al tiempo que explicó que “por su efecto multiplicador, benefician a sectores importantes de las economías regionales”.
Sánchez y Sánchez informó que se construirían otras cuatro zonas francas en el país en las provincias de San Cristóbal, La vega y Barahona, así como en Haina. En ese entonces también estaban en proceso de construcción otras en Santiago y Puerto Plata.
Tras finalizar el acto ceremonial, el presidente Balaguer realizó un recorrido por las instalaciones del nuevo parque industrial que tenía la capacidad para instalar hasta 80 industrias manufactureras. l
El
Balaguer
OGM
Vista de las instalaciones de la zona franca industrial de San Pedro de Macorís inaugurada el 25 de noviembre de 1973. OGM
Otro ángulo de la zona industrial de San Pedro de Macorís. OGM
Vista panorámica de la Zona Franca de San Pedro de Macorís OGM
8 Cultura
crítica arte
LILIAN CARRASCO
lilycarrascor@hotmail.com
“Marejada”
de Luis Muñoz, a medio siglo de producción visual II
Desde hace años, Luis Muñoz se encuentra radicado en Berna, Suiza, pero con fuertes raíces en la República Dominicana, por medio de sus piezas lleva al espectador a un viaje introspectivo a través de sus paisajes acuáticos, donde el agua y los peces se convierten en metáforas del alma y de la nostalgia por su tierra. En las obras que integran Marejada, el mar no es solo un escenario, sino una entidad viva que habla, que palpita con las emociones con que han sido creadas.
Un aspecto notable de su obra es su habilidad para captar la interacción entre el consciente y el inconsciente. Muñoz no solo retrata el mar físico, sino que
crítica
ETZEL BÁEZ etzelbaez@gmail.com
el libro
parece pintar sus sueños, sus reflexiones sobre la vida y el tiempo. Este diálogo entre el “ser y no ser”, como él lo describe, encuentra en la exposición una coherencia narrativa que invita al espectador a sumergirse en el flujo de la vida misma.
Si asumimos “marejada” como concepto, nos adentramos en un fenómeno que ocurre en el mar cuando se generan grandes olas o un fuerte movimiento del agua debido a factores como el viento, las corrientes oceánicas, o la presión atmosférica… El término también puede tener un sentido metafórico, refiriéndose a una “oleada” de emociones, ideas, o eventos que se presentan de forma repentina e intensa, tal como las olas que vienen en serie y con fuerza durante una marejada en el mar. En este contexto, la palabra es utilizada a menudo para describir situaciones de cambio o turbulencia.
Así las cosas, Marejada, en tanto título de la exposición, deviene revelador: pues se convierte en referencia directa de ambas acepciones desde ese mar Caribe que es protagonista en la obra de Luis Muñoz, donde su lar nativo siempre está expuesto, aludiendo igualmente a la metáfora de los ciclos emocionales que ha atravesado a lo largo de su carrera. Continuará. l
cine
Saving private Ryan (1998)
En términos artísticos, es un tipo de filme que punteó una vía diferente a los filmes de guerra de gran presupuesto en EE. UU. Sinopsis: Segunda Guerra Mundial, 1944. Tras el desembarco de los aliados en Normandía, a un grupo de soldados americanos se le encomienda una peligrosa misión: poner a salvo al soldado James Ryan. Los hombres de la patrulla del capitán John Miller deben arriesgar sus vidas para encontrar a este soldado, cuyos tres hermanos han muerto en la guerra. Lo único que se sabe del soldado Ryan es que se lanzó con su escuadrón de paracaidistas detrás de las líneas enemigas. Pues bien, luego nos enteramos de que se trata de soldados judíos tal cual el presidente Eisenhower. La narrativa se embarca en mostrar el show de horrores que son las guerras y la falta de toda lógica por su contradicción con el sentido de convivencia que debe primar en el mundo. No obstante, toma muy en cuenta los postulados de imagen en los que afinca la idea fake de que USA solita ganó la guerra. De pasada mencionamos qué hizo el Ejército Rojo en el Fren-
te Oriental, desde Rusia, para ganar la guerra: derrotó a 607 divisiones de las Wehrmacht; en el Frente Oriental murieron el 73% de los soldados alemanes, el 70% de sus aviones fueron destruidos, el 75% de sus tanques y el 74% de la artillería. Murieron 27 millones de soviéticos para lograrlo, todo para que Hollywood se jacte hasta hoy de que su ejército fue el gran vencedor de los nazis. —Y es lo que vemos en una miniserie rusa del 1972: Osvobozhdenie (Liberation). Pero lo interesante de este formidable filme es que el hecho de recibir una misión muy personal, privada (un símil para revelar metas encubiertas estadounidenses), de salvar a un tal Ryan es que ya vemos que nadie está con el supremo ideal de limpiar el mundo del fascismo. Están allí para cumplir con un deber y salir con vida. Esta es la gran dimensión humana de Saving Private Ryan: Un oficial que se esconde de su tropa para llorar de impotencia, un soldado cuyo miedo paralizante hace que mueran varios de sus compañeros, otro soldado cuya compasión al salvar a un niño lleva a que lo maten. Y así es como aprenden que la guerra no permite sentimientos. Se trata, además, de cuestiones tales como la pérdida y el luto que lacera familias. l
HHHHH GÉNERO: Drama bélico . DURACIÓN: 170 minutos
FRANK NÚÑEZ fnunez01@gmail.com
Feria macorisana a don José Hazim
Recordar al educador y filántropo petromacorisano, doctor José Hazim Azar, dedicándole la Séptima Feria del Libro de Escritores de San Pedro de Macorís, bajo el liderazgo de la gestora cultural Aurelia Castillo, es una iniciativa que honra a quienes la hacen realidad en la Sultana del Este entre los días 19 y 22 de este memorable mes de noviembre, con la que se cierra una temporada con eventos similares en San Rafael del Yuma y el Gran Santo Domingo. La feria macorisana, con Francia como país invitado, nos traslada al Salón de Actos de la Universidad Central del Este (UCE) en abril del 1981, en el recibimiento a los nuevos estudiantes de Comunicación Social, carrera que gozaba de un especial interés del rector y fundador de la academia, a quien todos llamábamos con respecto y admiración “Don José Hazim”.
En la exquisita reunión se encontraban frente a los “aspirantes a periodistas”, intelectuales de la categoría del poeta chileno Alberto Baeza Flores, el psiquiatra y escritor Antonio Zaglul, el laureado poeta y periodista Freddy Gatón Arce, junto al director de la escuela de Comunicación, Rodolfo Coiscou Weber, su hijo Rodolfito, y los profesores Don Francisco Comarasamy, su hijo Roosevelt, Lipe Collado, Carías Dominici, Adriano de la Cruz y Troadio de los Santos, entre otras lumbreras de la enseñanza.
José Emilio Rodríguez Jiménez, procedente de Jicomé, Santiago, se encontraba entre los estudiantes, destacándose por su mayoría de edad y porte militar, lo que confirmamos en la medida que fue ascendiendo de mayor, teniente coronel, coronel y finalmente general de brigada, llegando a comandar la jefatura policial de la misma provincia oriental donde estudiamos.
A quienes creemos en la grandeza humana, esa manera de vivir de hombres como don José, cuyas anécdotas nos llueven en la memoria, nos regocija la dedicatoria de la séptima feria macorisana. Felicitaciones a la Coalición Cultural y Literaria de San Pedro de Macorís y al Comité Permanente, al Instituto Internacional de Investigación y Gestión Cultural, Red Trabajadores de la Cultura y Fundación Humano. l
desde mi ventana
SANTIAGO ALMADA
salmada@elcaribe.com.do o
Iniciando la iniciación inicial
L
a expresión vicios de redacción no se refiere a un redactor, periodista o escritor que se droga o se emborracha para escribir (hay algunos que sí), sino al mal uso del lenguaje.
El verbo iniciar, (una epidemia en este país donde nada empieza ni comienza, sino que todo inicia) no puede usarse sin un sujeto expreso o tácito que realice la acción de iniciar, él inició, Marcos inició, se inició. Sucede lo mismo con los verbos aplicar, entrenar y destacar. Un equipo o un deportista no entrenan, sino que se entrenan, porque cuando alguien entrena está entrenando a otro, cuando alguien destaca, está destacando algo externo, una modelo no destaca en la alfombra roja, sino que se destaca.
Estos vicios llenan páginas y avisos publicitarios, lo que denota además del desconocimiento del idioma español tan rico en sinónimos, una pobreza de vocabulario que no puede atribuirse sino a la falta de lectura, y una persona cuya misión es escribir, nunca podrá hacerlo bien si no lee. En una columna anterior ya hablamos de los gerundios, y cuando se encuentran titulares como “Preparando el proceso electoral” dan ganas de preguntar si el profesor de redacción del periodista fue Tarzán o Toro Sentado (Tarzán cruzando selva, Toro sentado matando carapálida). Un periodista español inventó el término “archisílabo” para referirse a otro vicio; usar términos que pueden parecer profundos, pero se usan mal, así; en lugar de análisis los dominicanos se hacen analíticas, en lugar de afrontar problemas enfrentan problemáticas, en lugar de descacharrar hacen descacharralizaciones… y paramos ahí.
Una función implícita de la prensa escrita es servir de modelo de redacción ante sus lectores, sobre todo si tenemos en cuenta que muchos de ellos son estudiantes que se informan a través de los periódicos, y podrían tomar como referente equivocado muchas expresiones incorrectas que aparecen en los textos. Cierto es que muchos errores no son de exclusiva responsabilidad del periodista, porque cada texto pasa por varias miradas, incluida la del corrector de estilo, pero nada es más lamentable que la repetición casi infinita del mismo término, muestra de pobreza lingüística, de escasa formación y de un paupérrimo nivel de lectura. l
CERTIFICO Y DOY FE
Los pobres y la pobreza en mis escritos
RAMÓN DE LA ROSA Y CARPIO
ARZOBISPO DE SANTIAGO
Introducción
Repasando mis “Un Momento”, encontré estos temas sobre “los pobres” y “la pobreza”. Les invito a ustedes también a repasarlos conmigo.
1- Desde los pobres
“Con la entrada de Jesucristo en la historia, la humanidad cobró plena conciencia del valor y dignidad de todo hombre. Desde entonces, todo pensador o filósofo o activista preocupado por el ser humano vive, fundamentalmente, de ese capítulo del pensamiento cristiano y es su heredero.
Para Jesucristo y para todo humanista –usando una expresión nuestra– todo hombre puede ser llamado con todo derecho “don”. Es un apelativo que demuestra su dignidad de persona humana.
El pobre siente, piensa y así lo dice en sus refranes y lo canta en sus coplas que él no es “don”.
“Don” es el que tiene dinero. Cuando yo tenía dinero, me llamaban Don Tomá y ahora como no tengo me llaman Tomá na má.
No basta una charla o un diálogo para hacer descubrir a los campesinos, a los obreros o a los marginados su sentido de igualdad frente a todos los hombres.
Las actitudes de sus conciudadanos, los golpes de la vida, la cola que deban hacer en la fila; mientras, un recién llegado es llevado inmediata y caprichosamente a la cabeza, les hacen sentir que no son nadie. “Cuando tenga dinero, entonces, seré don”.
Recuerde la cara de tristeza de aquel anciano dominicano, que anhela el respeto y la reverencia que merecen sus años y sus trabajos, cuando exclama: “Me dicen tú y no usted porque soy pobre”.
“El pobre no es gente”, sigue diciendo el refranero y repitiendo al hombre y a la mujer del pueblo. El pobre nada puede, es el significado hondo y doliente de ese refrán. “El arrancao no e gente”, “el que nada tiene nada vale” volverá a afirmar el refranero popular, insistiendo con esos nuevos refranes, en sus sentimientos más profundos. Todos los caminos parecen cerrados:
El “apurao” no va pa’ parte y si sale no va lejos, puede ser que halle posada pero no encuentra acotejo.
Se puede ayudar a los pobres a tomar conciencia de su valor como personas y de la fuerza existente en ellos para superar sus males por la reflexión, el diálogo, la discusión, y tomando actitudes de respeto hacia ellos.
No bastan, sin embargo, las reflexiones y cambios de actitudes. Es necesario cambiar también las estructuras que mantienen las desigualdades y las faltas de respeto a la persona humana.
Tampoco bastan los solos cambios en
las estructuras económicas, un llegar a decir “todos somos don porque todos tenemos dinero”.
La grandeza del ser humano está en su persona misma, no en su tener.
Se impone una acción combinada de cambios o actualización de mentalidades, actitudes y estructuras.
Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.”
2- Evaluación de la pobreza “Sobre la pobreza de un país y de sus pobres se pueden dar datos y números. Es una evaluación. Una manera de conocerla y de medirla. También la simple observación nos arroja una visión de los niveles de pobreza, aunque no podamos cuantificarla.
Sobre la lucha contra la pobreza un gobierno puede ofrecer datos y números acerca de sus acciones para combatirla. También los encuestadores tienen sus maneras de medirla. De todas maneras, los mejores indicadores para evaluar la pobreza y la lucha contra ella es fijarse en las siete áreas siguientes. A veces basta la simple observación para darse cuenta de cómo andan las cosas.
Educación. En esta área uno puede preguntarse: ¿Cuál es la calidad de la educación? ¿Cuántos realmente van a la escuela? ¿Qué está haciendo efectivamente el gobierno en el campo educativo, sobre todo en la educación básica? ¿Qué se invierte del presupuesto en educación?
Salud. ¿Cómo están nuestros hospitales: sus instalaciones, sus instrumentos y sus servicios médicos? ¿Qué ha hecho efectivamente el Gobierno en el campo
de la salud pública?
Alimentación. ¿Hay producción suficiente de alimentos? ¿Qué sobre los precios? ¿Los puede la gente adquirir con cierta facilidad?
El medio ambiente. La basura, la contaminación, los recursos naturales, ¿qué se observa sobre ellos?
Empleo. ¿Hay empleos suficientes? ¿Hay estabilidad en los trabajos?
Las viviendas. ¿Cómo vive la gente en nuestros barrios? ¿Hay realmente viviendas suficientes al alcance de los obreros?
Los servicios. ¿Qué de las calles, de la energía eléctrica, del agua corriente? ¿Qué del hábitat, del entorno general en el que se desenvuelve el diario vivir?
Son simples preguntas alrededor de unos indicadores básicos para medir el mínimum de calidad de vida humanamente digno. Se pueden poner otras. Pero ellas ayudan a hacer una evaluación de la pobreza del país y de los progresos que se tienen en la lucha contra la misma, por simple observación, aunque no se les haya medido con números y datos precisos.
Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.”
Conclusión
CERTIFICO que los contenidos de este trabajo fueron extraídos de mis libros “Antes de Un Momento” y “Más allá de Un Momento”.
DOY FE en Santiago de los Caballeros a los veintidós (22) días del mes de noviembre del año del Señor dos mil veinticuatro (2024). l
José Arias
ESCRITOR, PERIODISTA Y BOHEMIO
Aunque él se define como un simple aprendiz de escritor, su dominio del arte de escribir es suficientemente amplio como para crear relatos breves, trazar descripciones certeras de la cotidianidad dominicana con un poco de poesía en cada uno de sus tex-
tos y, al mismo tiempo, imprimir en cada uno de sus escritos un mensaje que ronda entre el descreimiento y la desesperanza, pero con una belleza que se pudiera comparar con los colores salvajes, los aromas penetrantes y todo aquello que la realidad y la ruti-
na tienen de común y al mismo tiempo de extraordinario, como lo demuestra en su libro Marginalia, donde la Zona Colonial es un protagonista más de muchos episodios, junto a los personajes melancólicos que la transitan a diario.
“La literatura es un lugar para ser libre y verse como uno es”
SANTIAGO ALMADA
FOTO: SERVIDA
l ¿Cómo fue tu educación?
l La escuela primaria la hice en Santiago, en una escuelita hogar que era una especie de orfanato, manejado por una tía plítica, que había sido maestra en la época de Trujillo, yo tenía que ser el “niño modelo” que supiera más, que pudiera lucirse. Ahí me envió mi familia, ella era muy rigurosa y adepta al “viejo método pedagógico” de enseñar con golpes, una vez me prohibió que me disfrazara de diablo cojuelo y saliera a la calle con los otros chicos, pero yo no le hice caso, así que me dio una paliza (una pela) de la que todavía me acuerdo. El bachillerato lo cursé en la escuela Aurora Tavárez Belliard, en Santo Domingo, un colegio que también era de una tía política mía y estudié Comunicación Social en la Universidad Católica Santo Domingo, también hice un curso técnico en el Instituto Dominicano de Periodismo que estaba en el Conde. Yo entré al periodismo por vocación sino más bien por necesidad, para sobrevivir. l ¿Cómo fueron tus comienzos en el periodismo?
l Mi papá, Fermín Arias Belliard, fue el creador de Con Pique y Sin Pique, un brevísimo radioteatro a través del prestigioso Noticiario Popular, interpretado por las voces más portentosas de la radio en los 70 y 80: Pedro Pérez Vargas, Fernando Valerio, Reynaldo Balcácer, Jorge Herrera y Wilfredo Alemany. Él me puso a trabajar con él en eso, yo tomaba los cables (noticias) de las teletipos, los “aplatanaba” un poco y luego se los enviaba a la cadena de radio para que los leyeran. La emisión era al mediodía y a las seis de la tarde. Trabajé en varios periódicos de donde fui cancelado, la mayoría de ellos, pero en otros me fue mejor. Fui reportero, me tocó cubrir el Senado y la Cámara de Diputados, ser reportero en aquella época, imagino que ahora también, “era una vaina”, era muy difícil, y más en aquella época cuando no existían los celulares ni las redes sociales ni nada de eso, a veces me tocaba cubrir una huelga en Bayaguana, por ejemplo, y después volver a la redacción
Un acto de valentía
Yo no me siento escritor en sentido estricto, porque me parece que ser escritor es un acto de valentía en un mundo que lee cada vez menos”
y terminar de escribir todas mis crónicas, era un trabajo matador. l ¿Cómo fueron tus primeros acercamientos con la literatura?
l Mi padre era un lector de los autores del “Boom”, esos latinoamericanos que se hicieron universales en los años setenta, Cortázar, Juan Rulfo, García Márquez, de hecho, escribió una novela que es como una parodia de Cien años de soledad, que se titula “500 años de Zoquetá” que tenía un carácter costumbrista y describía en realidad a Moca. Yo en mi adolescencia, y también en mi juventud, me tomaba prestados esos libros de su biblioteca, porque él nunca me los pasaba ni me incentivó a leer, yo descubrí el
placer de la lectura a través de los paquitos, de la revistita Selecciones del Reader’s Digest, y eso me llevó después a descubrir los libros de esos autores que te decía, entre esos también figura Vargas Llosa, Carlos Fuentes, y ahora que ya soy un lector formado me interesa la literatura más contemporánea. El problema de este país es que la gran mayoría de la gente lee muy poco, no hay bibliotecas públicas, los libros son caros, los que podemos considerarnos lectores seguramente somos muy pocos.
l ¿Cuándo comienzas a escribir tus primeros textos literarios?
l Mis primeros escritos son bastante recientes, yo no me siento escritor en el sentido estricto de la palabra, porque me parece que ser escritor es una especie de atrevimiento, un acto de valentía, sobre todo en este mundo actual que lee cada vez menos, comencé escribiendo misceláneas, fragmentos de poemas, descripciones breves, y las fui reuniendo en un solo cuerpo. Fue un editor que leyó ese conjunto de cosas el que me animó a reunirlas en forma de libro, enton-
ces tuve que seleccionar algunas, porque son muchas, porque además todo es difícil en una ciudad donde no se puede caminar, salvo en los parques o en la Zona Colonial, donde hay que salir todos los días a trabajar para sobrevivir o malvivir, uno siempre se hace un espacio para escribir, pero cuesta mucho realmente. Ahora que ya le tomé el gusto estoy trabajando en una novela, y espero que esto sí tenga un carácter más estructurado, más definido.
l ¿Qué es para ti la literatura?
l Para mí es como si fuera un lugar para la libertad, y para conocerte o más bien para descubrirte a ti mismo, para encontrar cosas que estaban dentro de ti, incluso sin que tú mismo lo supieras antes de haberte puesto a escribir, cuando te pones a teclear te salen cosas que tú crees que vienen de fuera de ti, pero cuando te pones a inventar una historia, cada personaje que inventas tiene siempre un poco de ti, y es como un gran viaje que te lleva a sumergirte en una fascinante aventura. Cuando yo empiezo a escribir se me va el miedo a la página en blanco, y lo que sale puede tomar varias horas, pero después voy seleccionando párrafos… l ¿Cómo es tu método de trabajo?
l Además de escribir lo que me corresponde en mi área ocupacional, yo trabajo en un ministerio, para lo que es literario hago un esquemita, pero también me inspiro mucho en imágenes que voy tomando, uso mucho la fotografía, además, sobre todo para una columna que tengo y que se llama Crónicas de la bohemia, que es un retrato de fragmentos y retazos de la cotidianidad de Santo Domingo y sobre todo de la Zona Colonial.
l ¿Qué les dirías a los jóvenes que están empezando en el periodismo y dan sus primeros pasos en la literatura?
l No solamente que lean mucho, sino también que se formen y se informen, que vean buenas películas de grandes directores de cine, y sobre todo que no se queden con lo primero que les sale, sino que corrijan y que se dediquen a mejorar todo lo que puedan antes de considerarlo un producto terminado, pero también que recuerden que no se puede ser un buen escritor sin antes ser un buen lector, y que suelten las redes sociales, porque casi siempre son veneno puro.l