H
ace 50 años, lo que todos conocemos como el destino más importante del país y el Caribe, no existía. Los que toman el bulevar turístico y se trasladan a uno de los múltiples hoteles que hay en la zona, ni se imaginan las circunstancias en que se desarrolló la zona más pujante del país. Nadie imagina el sudor y los obstáculos que se tuvieron que pasar, para convertir a Punta Cana en lo que es hoy en día. Su historia de éxito, es el resultado de trabajar sin prisa, pero sin pausa, como dice su Presidente, Frank Rainieri, y preservar con la mirada puesta en el futuro, siguiendo los principios y siempre comprometi-
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dos con la sociedad que tanto apoyo les ha brindado. “Cuando iniciamos PUNTACANA, imaginamos más. Tuvimos un sueño de desarrollar un destino remoto, aislado y paradisiaco rincón de nuestra isla, con la visión de crear una comunidad turística que respetara la naturaleza e impulsará la responsabilidad social, mientras proveía a los visitantes, con una experiencia vacacional única; hoy, esto es una hermosa realidad”, nos dice. Cuando se comenzó el desarrollo de esta zona en 1971, era conocida como Yauya o Punta Borrachón, y fueron precisamente ellos quienes la nombraron Punta Cana, para que sonase más comercial. Iniciaron con un hotel de 20
habitaciones, y ahí construyeron también las primeras viviendas para sus colaboradores y un primer acueducto. Así fue que arrancó Punta Cana, que está hoy convertida en una auténtica marca país, con más de 40 mil habitaciones hoteleras, y recibiendo al año más de 8 millones de turistas a través del aeropuerto de Punta Cana. “Podríamos escribir miles de páginas acerca de la historia de cómo se convirtió un lugar completamente perdido en nuestra geografía nacional, en el principal polo de desarrollo del país y la zona turística líder en el Caribe, pero prefiero compartir lo que para mí es imprescindible en el éxito empresarial: la responsabilidad social,” nos dice Rainieri.