CÁNONES DE BELLEZA Y ESTEREOTIPOSI En el libro Survival of the prettiest, escrito por Nancy Etcoff, psicóloga e investigadora en el campo de la percepción de la belleza, el bienestar y los mecanismos cerebrales, se comprende cómo, en sí misma, la búsqueda de la belleza es un placer y una necesidad básica de la humanidad: incluso con mala salud, el individuo no quiere renunciar a cuidar su aspecto externo y se preocupa de él. Etcoff sostiene que nuestra mente no distingue fácilmente la apariencia de la sustancia. En el fondo, son pocas las personas que creen realmente que la relación entre el exterior y el interior es arbitraria o accidental. Desde tiempos inmemoriales, la humanidad ha estado dispuesta a tatuarse, hacerse incisiones, teñirse, arreglarse el pelo y adornarse con cualquier cosa en nombre de la belleza. En la actualidad, incluso nos sometemos a operaciones quirúrgicas por la conquista de un cuerpo y un rostro más proporcionados, jóvenes y atractivos. Cuando miramos a una persona, ya tenemos el estereotipo en mente: calidad de la piel, brillo del cabello, forma del cuerpo, simetría del rostro. En la mente tenemos un modelo de referencia dictado por el curso de la evolución, modelo según el cual una mujer debe tener la cintura estrecha, el pecho lozano, las caderas delicadamente llenas (la típica forma de reloj de arena era considerada la forma ideal femenina) y un rostro con la piel suave, simétrico, con facciones suaves y labios carnosos, para ser considerada sana e ideal para la reproducción a los ojos del hombre. Un hombre debía ser alto, musculoso, con los
E L C O N C E P T O D E B E L L E Z A - 29