Queridas amigas, ha llegado la época más linda del año. Definitivamente las luces, la comida, las reuniones con amigos, familiares y los regalos son un gran atractivo de esta fecha… sin embargo para mí es una fecha de esperanza, de amor y de paz. Me recuerda el insondable amor de nuestro Padre Celestial, al enviar a su único hijo, Jesús, para ser un salvador. Me recuerda que es una época de muchos milagros, familias re-unidas, que dejan las rencillas atrás y se unen a festejar con vistas a un futuro mejor. Una época que se presta para dar y compartir, para darse la chance de salir de tu zona de comodidad y ayudar al necesitado. Realmente amo esta época por todo lo que conlleva, y aunque mis hijos tuvieron que arrastrarme para hacer el árbol de Navidad, al ir poniendo mis adornos en él, y recordar en qué año había comprado cada uno de los detalles que le colocamos, empecé a emocionarme… y me dí cuenta que Dios ha sido tan fiel en mi vida, y que tengo tanto que agradecer.
Mi mayor deseo