Comienza un nuevo año y muchísimas nuevas oportunidades de escribir una nueva historia. Cada año trae consigo infinitas posibilidades, independientemente de nuestras circunstancias un nuevo año debe ser afrontado con mucha fe. Este inicio de año para mí fue muy difícil, muy complicado: pasé el 31 de diciembre en el hospital con mi hija, inicié el año con un tamal en un cuarto de hospital junto a ella y mi esposo, luego a los 11 días murió mi papá; un inicio de año que haría pensar a cualquiera que es presagio del resto del año. Sin embargo, para mi forma de pensar, lo peor ya pasó y el resto del año será increíble. Es que no puedo empezar algo nuevo sin una buena expectativa, sin fe... si no me predispondría a esperar lo peor y entonces así sería. Los noticieros, los periódicos, las “Guate bolas” ; nos anuncian un año extremadamente duro; pero quién realmente puede saber qué va a suceder aparte de Dios mismo... y quién en su sano juicio espera lo peor antes de ni siquiera comenzarlo. N