Queridas amigas, que bueno encontrarnos nuevamente una edición más, definitivamente es un privilegio que tomes unos minutos para leer estas palabras...
Vivimos a mil por hora, corremos de un lugar a otro de forma automática, tratando de hacer tanto a la vez, en la cultura de lo instantáneo y tratando de estar en “todo”, que a veces siento que no estamos en nada. A veces sólo tenemos que parar y respirar profundo. A ver, respira... profundo y exhala.... Siente que estás viva, escucha tu corazón latir, acabas de saborear el regalo más básico e increíble de Dios, la vida!
Es increíble cómo se nos olvida disfrutar de ese regalo y simplemente empezamos a funcionar en automático y comenzamos a correr otra vez... Tragamos la comida sin saborearla, platicamos con personas sin escucharlas, sin mirarlas, llenamos la agenda con actividades como si fuera un cartón de bingo y vivimos sin sentir emociones...
Te has detenido a sentir el sol en tu rostro, saborear una taza de café despacio, ¿has o