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Gabriel García de Oro: "Estamos hechos de historias"

La ponencia de este “contador de historias” fue una llamada a la educación desde el corazón, enfatizando el rol del educador como guía que ayuda a cada alumno a escribir su propia historia y a vencer sus desafíos en el viaje del héroe. Animó a recuperar el relato, conscientes de que “estamos hechos de historias”, y de que las historias tienen el poder de conectar emocionalmente con el otro, con los alumnos.

García de Oro invitó en su ponencia a explorar la esencia del rol del educador, presentándolo como una figura fundamental en el viaje del héroe que cada alumno emprende. Con una narrativa cargada de sensibilidad y profundidad, compartió la importancia de “acompañar a nuestros alumnos en la construcción de sus propias historias” y ofreció una reflexión sobre el poder transformador de las historias en el ámbito educativo.

La ponencia se inició con un cuento que atrapó a los presentes en la magia de las narraciones. Describió cómo las historias cautivan nuestra atención, movilizan nuestras emociones y, en última instancia, nos transforman. Recordó que biológicamente estamos diseñados para responder a las historias: generan en nosotros cortisol, dopamina y oxitocina, tres neuroquímicos esenciales para la atención, la motivación y la conexión emocional. Con esta introducción, estableció una premisa esencial: si queremos que nuestros alumnos se comprometan con su propio aprendizaje, debemos contar historias y saber en qué momento de su narrativa emocional se encuentran cada uno de ellos.

Subrayó que los educadores son figuras que se entrelazan en las historias personales de sus alumnos, especialmente en sus emociones. Recurrió a un cuento sobre la tristeza y el enfado, dos emociones que a menudo se confunden y que ilustran cómo la falta de autocomprensión emocional puede dificultar la conexión entre los individuos. Contar historias es clave para comprender el contexto emocional en que se encuentran los alumnos, lo cual ayuda a los docentes a empatizar y guiar de forma más efectiva.

El verdadero poder de las historias es conectar emocionalmente con los demás

En el núcleo de la ponencia, introdujo el concepto del “Viaje del Héroe” de Joseph Campbell, aplicándolo al contexto educativo. Según su visión, cada alumno es el héroe de su propia historia, y los educadores juegan un papel fundamental como guías y mentores en este proceso de descubrimiento y crecimiento. Los alumnos deben enfrentarse a sus “dragones” -sus miedos y desafíos internos-, y los docentes deben ayudarlos a encontrarse con ellos y superarlos en el momento y lugar adecuado, desde la paciencia y el acompañamiento.

Para concluir, recurrió a una historia sobre una joven jardinera que ofreció una semilla en lugar de una flor en un concurso de jardinería. Esta semilla simbolizaba el compromiso de cuidar, nutrir y guiar un proceso de crecimiento, lleno de amor y dedicación, hasta ver florecer algo hermoso. La metáfora sirvió para destacar que en el centro de la labor educativa se encuentran el amor, la paciencia y la dedicación. El verdadero éxito del educador es lograr que cada alumno florezca a su propio ritmo y descubra su potencial único. La ponencia cerró con una invitación a “reclamar el poder de las historias” y a valorar el amor como el pilar fundamental en la educación, ya que este es el que les permitirá acompañar y guiar a sus alumnos en su propio viaje de crecimiento y autodescubrimiento.

Wakelet

Vídeo completo de la ponencia

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