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Álvaro Merino: "Educar es abrir espacios de oportunidad, es abrir ventanas a la curiosidad"

Álvaro Merino, experto en talento, destacó la importancia de la educación como herramienta para cultivar la responsabilidad, la valentía, la atención, la humildad y el pensamiento crítico, así como para generar personas que estén conectadas con un propósito vital.

En su intervención ofreció una mirada renovadora sobre la educación y el liderazgo, basada en la creación de oportunidades y el fomento de valores fundamentales. Bajo la premisa de que “educar es abrir ventanas a la curiosidad”, Merino subrayó que la educación debe ser un proceso de desapego, donde el talento individual pueda emerger y proyectarse hacia adelante.

Planteó que se ha producido un cambio de paradigma, el mundo V.U.C.A. (volátil, incierto, complejo y ambigüo) en el que vivíamos hasta hace poco se ha quedado obsoleto y ha aparecido otro mundo -B.A.N.I.(quebradizo, ansioso, no lineal e incompleto), donde todo cambia a mucha velocidad. Necesitamos, por tanto, “entrenar” personas con coraje para enfrentarse al cambio, sabiendo que la dificultad para cambiar no reside en generar hábitos nuevos, sino en acordarse de las cosas que aprendimos por primera vez, y de considerar el error una oportunidad de aprendizaje.

Habló también de la importancia de la atención, y contó los entrenamientos a los que se somete, por ejemplo, a Marta Huerta, primera árbitra española en la segunda división de fútbol, para ilustrar cómo la atención al detalle y el esfuerzo por hacer bien las cosas, fortalecen el carácter y la misión personal.

Nunca te sientas tan grande como para dejar de hacer las cosas pequeñas del día a día

Subrayó el valor fundamental de la humildad a través del ejemplo del equipo de rugby de Nueva Zelanda, los All Blacks. Al final de cada partido, sus jugadores no solo celebran sus logros en el campo, sino que también limpian los vestuarios como un gesto de respeto y humildad. Este tipo de actitudes, señaló Merino, son clave para enseñar que nadie está por encima de las tareas más simples y esenciales. “Nunca te sientas tan grande como para dejar de hacer las cosas pequeñas del día a día”, dijo.

Destacó la necesidad de educar siendo ejemplo. “Debemos preguntarnos qué están viendo las generaciones más jóvenes en nosotros y si nuestras acciones inspiran en ellos el deseo de crecer y contribuir”, e invitó a los educadores a cultivar en sus alumnos la valentía: “Necesitamos -dijo- personas valientes, y la valentía va conectada con algo nuclear: dar confianza”. Les alentó también a cuestionar y transformar las instituciones educativas usando la matriz ERAC (Eliminar, Reducir, Aumentar y Crear), inspirada en el modelo del Circo del Sol, para adaptarse a los retos del presente.

La ponencia tuvo un cierre emotivo con el ejemplo del “tupper de croquetas de una madre”, que simboliza el amor y el cuidado desinteresado. “En un mundo donde todo se mide, creo que las cosas más importantes son las que no se pueden medir”. Este gesto cotidiano refleja la esencia de una educación que conecta con el corazón y trasciende lo inmediato. Para Merino, el éxito en la educación no reside en alcanzar grandes metas, sino en los pequeños actos llenos de propósito y dedicación.

Wakelet

Vídeo a la ponencia completa

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