SUPLEMENTO JOVEN DE TIEMPO ARGENTINO Domingo 6 de octubre de 2013 Buenos Aires, Argentina Año 4 Nº234
A PALOS
Una Juvenilia para el siglo XXI Paseos mediáticos, la discusión postergada por un nuevo secundario y el estreno de un documental: lo que habita detrás de las tomas a los colegios
Megan Boyle, directora de Mumblecore “El MDMA y la tecnología están ahí. Es como la ropa en el placard” REOTiPOS, la Además: La semana, la mala leche , fronteras, trasvasamiento, ESTE salidera, D.R.E.A , whiskypedia, tumor gráfico y falsa escuadra
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LA foto
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El lunes pasado, luego de que la oposición republicana no permitiera aprobar el presupuesto, el gobierno de Barack Obama colgó el cartel de “cerrado”. El llamado “shutdown”, el primero en 17 años, implicó el cese de la mayoría de las funciones administrativas, suspender casi 800.000 empleos públicos y cerrar edificios, museos y monumentos como la Estatua de la Libertad. Grietas por todos lados.
» EL LUGAR
» EL OBJETO
» EL PERSONAJE
» EL TWEET
Monumental //
Papel //
Nalbandian //
@Ernestou
Nuevo Superclásico con mucho picante. A la ausencia de los hinchas de Boca -vetados por la prohibición de público visitante- se le suma el arbitraje de Germán Delfino, el enemigo íntimo de Ramón.
En medio de viejas tensiones que afloran, luego de que Uruguay autorizara a Botnia a aumentar su producción, Cristina se mostró sonriente con Mujica en la inauguración de un nuevo barco de Buquebús. Que el papel no tape el bosque.
David sorprendió -o no tanto- y anunció el fin de su carrera como tenista. Emblema de la Davis, para muchos marca el fin de la Legión y el inicio de una nueva era en el tenis argentino. Desde acá te saludamos, gordo genio.
El rugby es un deporte de quince contra quince donde siempre pierden Los Pumas
Shutdown manía
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La shutdown manía es un término que se utilizó durante el 2013 para describir el intenso frenesí por la situación ocurrida en los Estados Unidos luego de que el Congreso no tratara el presupuesto del año y se produjera el shutdown, es decir, el cierre temporal de todos los servicios no esenciales del gobierno norteamericano.
Orígenes 1. Definición 2. Orígenes 3. Desembarco en la Argentina 4. Teoría del shutdown
El shutdown es una situación de la política norteamericana en la que el Congreso no llega a un acuerdo para la aprobación de los fondos necesarios para el funcionamiento operativo del gobierno. Los servicios básicos de gobierno se mantienen garantizados, mientras el resto de los considerados “no esenciales” quedan suspendidos hasta que el Congreso llegue a un acuerdo.
Desembarco en la Argentina La repercusión mundial de las dificultades que trajo el shutdown al gobierno norteamericano no se hicieron esperar en la Argentina, donde su interés creció hasta convertirse en una manía. Los medios periodísticos se hicieron eco de la cuestión y elogiaron el sistema de interrupción, en desmedro del argentino, donde, de no mediar acuerdo se continúa con el presupuesto asignado el año anterior. Las ventajas de un sistema como el norteame-
ricano, aseguraron, vendría del lado de las discusiones y la necesidad de llegar a un consenso con todas las fuerzas políticas representadas en el poder legislativo, mientras las desventajas vendrían por el lado del poder de paralizar la agenda, el gobierno y el trabajo de millones de personas que dependen de ese presupuesto, aunque esto no lo aseguraron tanto.
Teoría del shutdown Repentinamente, el shutdown se convirtió en una herramienta que la oposición argentina consideró fundamental para el desarrollo del sistema democrático. Los intelectuales de la oposición expresaron la necesidad de contar con esta herramienta para el desarrollo de una república institucionalmente sana. De esta manera, además del control del Poder Judicial y los mecanismos del Legislativo, la shutdown manía derivó en la urgencia por contar con una herramienta que permita desfinanciar al Poder Ejecutivo, para evitar los desbandes populistas.
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3 Pechear. intr. Acción derivada de "ser un pecho frío". Apichonar, arrugar, tirarse abajo. // Para el diario Financial Times, Sergio "+@" Massa es la "estrella emergente de la política argentina". Qué loco que sea tapa de diario hasta en yankilandia, si acá no para de pechearla; no emite palabra ni declaración, e igual es noticia en todos los medios // -¿Cómo le fue al Narigón la otra noche con la minita? Se lo veía a pleno al muy talibán. -Un desastre, no sabés cómo la pecheó. La mina lo apuró para irse juntos y se le cruzaron las cables y le tiró la negativa. -Naaaah, ¿el Narigón? No puede ser, es el optimista del encare. -Y bueno, pero vos sabes que aunque aquella feroz sección de testosteronas en que las hormonas formaron parte del bello arte del beso al cuello que le puso el sello que aquella noche después del coche todo iba a ser fenomenal, nadie es perfecto... Y al Narigón le ganó la ley de gravedad.
ESTEREOTIPOS HOY: El que odia el colegio Nacional Buenos Aires » »No entró al Buenos Aires y fue a un colegio de mierda, que también odia. » »Aunque defenestra públicamente a los estudiantes y graduados del Nacional, muere de ganas de que sus hijos hagan el ingreso. » »Es "Pelle-friendly". » »Cree que la gente del Pellegrini es más piola, más humilde y menos paqueta que la del Nacional, pero no conoce a nadie del Pelle. » »Nunca entendió del todo si el Nacional es una escuela pública que depende del Gobierno de la Ciudad, del Gobierno Nacional o de la UBA. » »Si es egresado del "Colegio", niega su procedencia académica, trata de comerse todas las "s" posibles y cuando puede reivindica al peronismo como "el hecho maldito del colegio burgués". » »Banca a Rucci, por Twitter y a 40 años de su muerte. » »Es el progre anti progre. » »Se inventó un fanatismo por un club del ascenso. » »Ama a Feinmann "irónicamente".
el programa de Fantino cree que debería ir a 678.
» »Dice que extraña a Hadad aunque cree que los tacheros que escuchan Radio 10 son todos fachos. » »También odia a los tacheros. » »Odia que le digan el “Colegio”. » »"Irónicamente" se entusiasmó con las fotos de los skinheads en la puerta del "Colegio". » »Cuando era estudiante iba al Parque Rivadavia a comprar libros de Saramago y se asustaba cuando pasaba por el puesto del gordo Franze.
» »Odia la "alta alcurnia" del colegio pero aprendió a declinar verbos en latín en Puán. » »También odia a Puan. » »Tiene una madre alfonsinista de quien heredó cierta culpa. » »Lamenta, en secreto, que sus padres no hayan sido más exigentes en su educación.
» »Por supuesto no aclara que es “Edu” porque para él Feinmann es uno solo. » »En el peor de los casos “consume irónicamente” a Feinmann via Duro de Domar o Malena Pichot.
» »Cuando puede aprovecha para argumentar que #ElPelotudoDeNik también fue al “Colegio”.
» »Después de su paso por
Estereotipo que viene "El fanático de fantino" Si se te ocurre cómo describirlo, mandá tus ideas a contacto@niapalos.org o vía Twitter a @niapalos así lo publicamos.
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TUMOR GRÁFICO
» »Es antiintelectual pero estudió en Puan.
» »Alcanzó el súmmun de odio cuando conoció una chica del Colegio que juntaba firmas para que venga a Argentina Belle & Sebastian.
Gatillar. tr. Incurrir en erogaciones dinerarias de montos elevados. // -Qué goma que no podemos ir al superclásico de visitantes... Quiero verlo a Román en vivo y en directo pintarle la cara a las gallinas. -Sí un bajón. Igual el limado del Vasco se gatilló terribles 2000 pé para ir camuflado y verlo igual. -Ah noooo, eso es traición, es de muy pecho frío ir a verlo rodeado de gallinas. // Eh, Ricki Fort, gatillate unos don perignones para los pibes que tenemos sed, pedazo de gato obtuso!
» »Le cuesta un poco más bancar a Doman.
@niapalos niapalos
falsa escuadra | Por Romina Sánchez
Mi Volver al futuro Pibes como él eran inalcanzables, estaban impregnados de esa distancia que solo imponen los hermosos y los hijos de puta, una distancia paradójicamente viciada de cercanía y de realismo. Pibes como él eran, en ese sentido, más lejanos que los de la tele o el cine, un DiCaprio en Titanic, con el que podíamos soñar nuestra propia rosa púrpura del Cairo, eso, soñar. Siempre soñar. Al muchacho en cuestión le decían Chucky, porque parecía un muñeco: de diabólico no tenía nada. Era petiso, algo fornido, blanco como Andrea del Boca y tenía unos ojos celestes tan cristalinos que parecían de agua. Una amiga novió un tiempito con él. Para mí era una suerte de ídola, una de las pocas a la que los chicos más grandes, los que incluso coqueteaban con el rugby, le hacían caso. Era linda y parecía de tercero cuando recién estrenaba banco en secundaria. A los 14 ya fumaba sin ahogarse y puteaba con naturalidad. Sabía jugar de grande. En cambio, en la tropa todavía lamentábamos las Barbies que ya no tendríamos, éramos tan nenas como nenes eran nuestros compañeros. Aun así, yo me hacía tiempo para mirar chicos, el Nacional de Merlo tenía para todos los gustos,
era como una heladería nueva, pero estaban todos allá, tan arriba, tan ocupados en otras, que ni lugar para la fantasía había. Sola e inestable, era una hoja al viento. Y eso que me gustaban varios. Como esos viejos -sobre todo tus propios viejos- que siempre te verán como la nena que parecía Mafalda, por las preguntas pero más por la melena, cuesta salirse de la matriz de las primeras imágenes, de esa época, que siguen como recuerdos íntegros, vívidos. Esa matriz moldea cualquier foto, cualquier idea posterior, nos pone un tierno collar de ahorque hacia esos primeros años de intento de dejar atrás las seños y la escondida. Cuesta, así, imaginarse a aquella gente como padres, profesionales, feos cuando fueron preciosos y preciosos cuando fueron feos, pensarlos vivos, pensarlos muertos, cuesta hacer una lectura diacrónica de la metamorfosis ajena. Si hasta cuesta asumir que pasados los treinta ya empiezan a aflorar como peces muertos esas mañas del cuerpo y de la mente de la herencia. Solo hay una idea borrosa, de las caras y de las trayectorias, hay una especie de perfil como esos perfiles que hace la ciencia para proyectar el futuro fisonómico. Hay hipótesis vagas.
Estaba presenciando un simulacro de juicio oral histórico en unas de las escuelas. Estaba entretenida con Illia, Onganía, el desfile de testigos, una fiscal que parecía fiscal de verdad salvo por la impericia para caminar tacos. Hasta que convocan a declarar a Agustín Tosco. Tosco era Chucky. Quedé desencajada como un payaso sin risa. No entendía qué hacía ahí, ante el micrófono, vistiendo Grafa azul, representando al sindicalista. No sé cómo hablaba Tosco, pero Chucky no le hacía honor literal al apellido: actuaba exacta, delicada, convincentemente. No temblaba de sudor ni sobreactuaba bigotes de fibrón. Era un grande haciendo de grande. Volví a los 90 y vi que la cara de Chucky, sus mohines, su altura, su voz, eran los mismos. La única diferencia, unas pocas arrugas, algo menos de pelo. Adulto con rasgos de nene. No quise saber qué había sido de su vida, romper esa magia de traer inesperadamente el pasado al presente, una cachetada de juguete, mi pequeño Volver al futuro. Pero no aguanté. Supe que es profesor, milita en la UCR y es candidato a consejero escolar. Con eso, volví a meter las patas en el barro de mi presente. Pero no del todo: sigo sin saber su nombre.×
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Por Celeste Orozco
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l día que se escribió esta nota se reanudaban las clases en 14 secundarios porteños que estuvieron tomados por sus estudiantes durante casi dos semanas. La medida, acordada en asamblea por representantes de los distintos colegios, cuestiona la forma en que la ciudad de Buenos Aires planea adaptarse a la reforma educativa propuesta por el Ministerio de Educación de la Nación –la Ley de Educación Nacional, sancionada en 2006 y con fecha límite de aplicación en 2016–, que en las instituciones porteñas supone un cambio curricular que reduciría las orientaciones de 150 a 10, además de una menor carga horaria en materias como Historia, Geografía y Filosofía. La implementación comenzaría como experiencia piloto el año que viene, en varios colegios, y los estudiantes no quieren que avance. El reclamo tiene su historia. El año pasado hubo más de 50 tomas por el mismo motivo: exigir a los gobiernos “tener una participación resolutiva y vinculante en el armado de esos nuevos planes de estudio”, según explicó Matías Delgado como representante del Mariano Acosta.
Toma sí, toma no Lo que pasó durante lo que duró el conflicto fue que la discusión sobre las tomas en sí mismas, y no sobre sus razones, ganó protagonismo a partir de la cobertura que dieron los medios y a un desafortunado suceso aislado protagonizado por cinco alumnos del Colegio Nacional Buenos Aires que pintaron la histórica Iglesia San Ignacio de Loyola, vecina de la institución, con consig-
nas anticlericales. Así, mientras los estudiantes que bancaban la toma defendían la medida diciendo que luego de año y medio de buscar respuestas por la vía institucional, sin éxito, tuvieron que mediatizar el tema, en los programas de debate se resucitaba la idea de que tomar una colegio es un acto de mala conducta y que los chicos deberían estar en la escuela estudiando. A raíz de estas interpretaciones, el escritor Martín Kohan, padre de un alumno del Nacional, escribió una columna en Perfil.com que interpelaba “a que cada cual se pregunte por el enano Feinmann que tal vez pueda estar llevando adentro.” “¿Qué sentido tiene, para el caso, mandarlos “a estudiar”, sin preocuparse de veras por saber qué es lo que van a estudiar y de qué manera van a estudiarlo?”, analizaba. Kohan fue, por esto, invitado a polemizar al programa de Feinmann. No se mencionó en televisión pero en el mismo artículo, a la vez que criticaba la determinación de las asambleas estudiantiles “por excesiva y por impaciente”, el escritor le dio la palabra a varios de los representantes de los estudiantes en lucha. Ese día hubo otros tres convocados al programa y, por supuesto que leyéndolo en la clave del show televisivo, lo que aconteció vale como muestra de cierto estado de cosas. En el piso estaba Pablo Neirotti, representando al Centro de Estudiantes del CNBA, buscando centrar el debate en el reclamo puntual que es ser incluidos en la discusión: “En el siglo XXI que no estemos hablando de ámbitos democráticos en donde todas las partes de la comunidad son escuchadas, me parece que es algo reaccionario”. El día de la asamblea, Pablo votó en
Tomar en serio
Nota de tapa
Un nuevo episodio de tomas estudiantiles, con epicentro en el Colegio Nacional de Buenos Aires, volvió a poner en escena las peleas, reclamos y visiones contrapuestas respecto a la educación media en la ciudad. Show televisivo, críticas, derechos a una mejor educación, cierto agotamiento de la herramienta de acción, crisis de la educación pública y hasta llamadas de atención para una medida que al tiempo que ilumina el conflicto parece ocultar sus bordes y principales perjudicados, son algunas de las aristas que emergieron en estos días. Levantadas las tomas y firmada la paz, fuimos a ver el campo de batalla “más allá del Nacional de Buenos Aires”: padres, alumnos y la directora de La Toma, un documental que retrata las tomas de 2010 y que se estrena por estos días, analizan cuál es el verdadero eje de debate y hacia dónde debería ir la educación secundaria en el siglo XXI. Modernidad, juventud y el ahora. contra de la toma, lo dijo por televisión, pero se presentó a explicar las razones de la mayoría. A su lado hay una mamá que si bien es presentada como “madre a favor de las tomas”, explica más de una vez que tampoco acordó con la medida, pero como la toma era un hecho, los padres buscaron la manera de acompañar la decisión de sus hijos: “Estamos de acuerdo en que no pueden avanzar con una ley sin incluir a los mayores involucrados”. Por último, al lado de Kohan estaba Gustavo Bazzan, padre y periodista de Clarín, acusando a las asambleas y a las tomas de ser “ilegales”. Para completar el cuadro, lo que podría terminar de dibujar cuáles fueron los términos del debate son otras voces que aparecieron por internet y que también tuvieron cir-
culación y repercusiones: la voz de algunos ex alumnos del Nacional. Eugenio Monjeau escribió en el sitio TP que “las tomas son privatistas, porque llevan a que la población desconfíe de las instituciones educativas públicas y elija mandar a sus hijos a escuelas privadas”. A pesar de cierto catálogo de gestualidades liberales, no estuvo mal poner sobre la mesa que los conflictos podrían terminar siendo funcionales al éxodo hacia la educación privada. Por otro lado, Facundo Falduto publicó en la revista digital Paco un texto donde las tomas aparecen como “la posibilidad a la aventura misteriosa del Colegio de noche, el sexo opuesto en los recovecos de los claustros o abajo de la escalera, y recorrer los rincones prohibidos de día”.
Jóvenes de ayer y hoy En medio de una ensalada mediática que pareciera tener como protagonistas a los estudiantes del Nacional (que, hay que decirlo, no están directamente involucrados con la reforma, porque su colegio depende de la Universidad de Buenos Aires), Ni a Palos consultó al historiador y docente Fabio Wasserman, también padre de dos hijos en la escuela pública, quien asegura que hay dos grandes reduccionismos: “Uno es suponer que el problema es en la Ciudad y el otro que el problema es del Nacional y el Pellegrini. En los medios están absolutamente invisibilizadas las otras escuelas, que son las afectadas”. Con respecto a las tomas, Wasserman cree que el problema
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Colegio adentro
fue que dejaron a la reformulación de los planes de estudio en un segundo plano. Con tremenda confusión generalizada se desvía el debate de la verdadera cuestión de fondo: “Cómo queremos que sea la escuela secundaria. Cómo se adapta a los jóvenes de hoy que son muy distintos a los de cuando se pensó la Escuela Media”, explica. Desde fines del siglo XIX, la educación estuvo en manos del Estado Nacional y apuntaba a la homogeneización: de Ushuaia a La Quiaca todos estudiaban lo mismo. Durante la década del 90, con la Ley Federal cada jurisdicción pasó a hacerse cargo de la Educación en las provincias, pero en la ciudad quedó el modelo viejo. La nueva reforma, además de hacer obligatoria la escuela secundaria (lo que supone que ya no forma elites sino que
debería formar mayorías sociales), propone algo intermedio en cuanto a la administración del conocimiento. Si bien la Educación sigue en manos de las jurisdicciones, hay ciertos acuerdos en el Consejo Federal de Educación, como son las 10 modalidades, que servirían entre otras cosas para validar los títulos en todo el país. “Para la Ciudad de Buenos Aires quizás 10 es poco”, reflexiona Wasserman, “y es algo tan importante que no debería salir sin un mínimo consenso. Yo creo que lo más coherente sería parar la pelota y establecer algún cronograma que involucre a todos los actores. Trabajar hacia adentro de las comunidades educativas. Porque modificar la escuela secundaria no es algo que tenga que ser producto de una gestión. Es algo que se piensa hacia el futuro”.
A tiempo para continuar la discusión y sumarle contenido pertinente, el 24 de octubre se estrena en cines La Toma, un documental filmado en 2010 que registra la vida dentro del Colegio Nicolás Avellaneda. Retrata al movimiento estudiantil con sus debates internos y sus contradicciones, a la vez que deja ver la participación de las autoridades y los docentes, a veces explícita, en relación a la formación ciudadana –política– que quieren transmitir a los estudiantes. Así, en la película se ve a toda la comunidad educativa, si bien con diferencias, tratando de tirar para el mismo lado. “Bienvenida por ver, escuchar y transmitir sin histeria una historia que sólo conocemos por titulares sesgados y declaraciones esperpénticas de comentaristas televisivos”, escribió sobre la película el periodista Marcelo Panozzo. Y no puede tener más razón. La cinta es el resultado de 70 horas de material grabado durante un año dentro de la escuela y sirve como ejemplo del profundo proceso que se dio y se sigue dando en muchas otras. “Si bien las discusiones en la película son diferentes, porque en aquel momento las tomas comenzaron por el deterioro edilicio, me parece que los chicos se están haciendo cargo y llevando adelante, con sus ensayos y errores, una discusión que debería preocu-
par a todos los adultos: qué pasa con la educación pública y qué cosas debemos hacer para que no se siga destruyendo. En cierto sentido, mi película habla de grietas que los chicos están poniendo en evidencia”, dice la directora del documental, Sandra Gugliotta.
El futuro (llegó hace rato) De cara a esas fisuras en lo público, que empiezan en goteras y pizarrones rotos, pero termina en una reducción de orientaciones con las que los jóvenes no se sienten representados, queda claro que hacia el interior del movimiento estudiantil todos coinciden en la necesidad de repensar la escuela secundaria y de ser escuchados en ese proceso. “El tema fundamental son las currículas, que en todas las escuelas se plantea distinto, porque suponen también una reforma edilicia y una actualización en tecnologías que en este momento, con el recorte presupuestario del macrismo, nos obliga a ir a la educación privada si querés contar con ciertos conocimientos necesarios para el mercado laboral”, explica Ivanna Watnik, del Comercial 22. Pero el conflicto también podría leerse más allá de lo técnico. Con esta nueva ley, los estudiantes pasan de ser sujetos de tutela a sujetos de derecho, y es como nuevos sujetos políticos que reclaman formar parte de las discusiones que
los involucran. Cómo va a acompañar la escuela el voto a los 16 años es otra de las aristas que habría que considerar a la hora de pensar la nueva secundaria. Todo esto implica un cambio en la percepción que los adultos –autoridades, docentes, padres– tienen del que está sentado en el aula. Y además, ya no es solo la clase media la que accede al colegio: ahora deben ir todos. Y ya no son los estudiantes de los 90 que, dado el espíritu de la época, denostaban la política. Los que van al colegio hoy por hoy podrían, incluso, ser segunda generación de nacidos en democracia. Levantada la toma y garantizada la vuelta a clases, el plan de lucha de los estudiantes para los próximos días incluye desde acercamientos a los vecinos para explicar las razones del conflicto hasta cortes de calles y movilizaciones para conseguir finalmente una reunión con Bullrich o incluso con Alberto Sileoni, para presentarles sus propuestas. Desde el Ministerio de Educación de la Nación se planteó: “Lo que queremos es que haya clases y que los estudiantes sean escuchados, ya que abogamos por su participación en los debates de los programas”, según manifestó el ministro. Planteadas las reglas del juego y las voluntades de todos, en los próximos días sabremos si el acuerdo avanza. ×
Padres y alumnos / Visiones de las tomas / La venganza de los skinheads
Por las ramas Por Emiliano Flores “Las visiones ocurren en momentos de asombro o fascinación con algún tema”, dice amalita39, usuaria de Yahoo! Respuestas, una red social algo postergada y verdaderamente alucinante. “Muchos no creen porque, en general, suceden en momentos en que la persona se encuentra sola”, agrega, seguramente, animando a que los usuarios califiquen su respuesta con un excelente. Debe ser cierto, aunque en mi caso siempre creí que una visión me iba a encontrar en casa, solo, sentado, leyendo la Rolling Stone o alguna otra revista, con la puerta del baño abierta, como corresponde a este tipo de situaciones. Pero no, me encontró en una noche destemplada y ventosa, prácticamente solo, pedaleando por la bicisenda y reflexionando sobre la capacidad de asombro que, claro, está en niveles altísimos. Tanto, que en este preciso instante me encuentro fascinado de cómo el viento, así de frío, después de un rato de pegar en la cara, tiene un efecto que se
siente tan sólido como anestésico. Confieso que me confunde un poco si esta capacidad de asombro es algo mío, personal, o si, en realidad, se trata de algo más social, como la manifestación más cabal de que los argentinos asistimos, sin darnos cuenta, a una fantinización del cuerpo social tan intensa que nos hace, ante las cuestiones más obvias, reaccionar diciendo “pará, pará que anoto”, y haciendo el acting de quien toma nota, repite, “vos decís que hay empresarios buenos y hay empresarios malos, cómo es eso, contame”. Lo cierto es que la relativa soledad que regala la bicisenda a esa hora de la noche, la elevada capacidad de asombro y el efecto relajante del viento sobre la cara, generaron las condiciones objetivas para que se aparezca ante mí una imagen que casualmente remitía a uno de los temas de la semana: la toma de los colegios secundarios. Sería bastante simple decir que la imagen que se me hizo presente era la de la mística de los estudiantes, muchachos y muchachas de entre 15 y 17 años,
durmiendo en el piso, haciendo su primera experiencia política, colectiva, contra el poder representado en este caso por las autoridades a nivel general. Pero estuvo lejos. También estuvo lejos la imagen de Gustavo Bazzan, uno de los padres del Buenos Aires que narró, con limitados argumentos, sus peripecias en una asamblea en la que propuso la moción de levantar la toma, para votar en la más absoluta soledad, gesto que demuestra, no sólo que esa soledad desapasionada puede generar tanta o más mística que la de los pibes morando durante días en el colegio “en defensa de la educación pública”, sino también, que en esa empatía con los medios, se esconde la consagración definitiva de un prototipo de hombre que llevaba años en gestación. Ese que, conservando ciertas marcas juveniles, aunque pase los cuarenta, se aleja del bronceado caribeño y las prendas Siamo Fuori que lo podrían confundir con un ex deportista para inclinarse por un look más cercano al winloser: profesional, tímido, sofisticado, pero
no para impresionar sino para reivindicar el aura de quien hace del consumo sustentable de las ofertas de Garbarino, una causa de vida. En fin, regresando a la visión, tampoco estuvo vinculada a los destrozos que un puñado de muchachos “de espaldas al movimiento estudiantil”, vale aclarar, le propinaron a la Iglesia San Ignacio de Loyola. Lamentablemente, la visión me remitió a una de las imágenes más patéticas que dejó la toma: la de los ultranacionalistas católicos que se hicieron presentes con voluntad de hacer
justicia frente a la profanación de la Iglesia. ¿Será esa aparición la manifestación de un mensaje? Probablemente no. ¿Será, la imagen de los fachos, el reflejo de una toma que no termina de irse por las ramas? ¿o es, simplemente, el mecanismo de una sociedad hipermediatizada que ante cada acontecimiento social encuentra la posibilidad de exponer, de forma descontrolada, lo enrevesado de sus expresiones? No sé, mi paseo va llegando a su fin y sería bueno que coma algo antes de seguir yéndome por las ramas.×
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Por Diego Sánchez ¿Cómo surge la idea de hacer Mumblecore? Cuando Tao (Lin) y yo empezamos a salir, nos filmábamos mucho con nuestras Macbooks, sólo para tener ese material de recuerdo. Llegamos a filmar como 200 horas. Y de repente nos pareció que podía estar bueno editar esas imágenes y armar nuestra tercera película (Boyle y Lin filmaron, además de Mumblecore, los films MDMA y Beve Zeva), contando la historia de nuestra relación, de cómo fue sucediendo. Originalmente lo que queríamos era que todas las películas sean sobre nosotros drogándonos. Con MDMA, cocaína, heroína, todo eso. Pero después fuimos a Las Vegas y conocimos a Beve Zeva y hablamos de cómo todas las películas tratan básicamente sobre un sólo tema. Así que decidimos hacer un película sobre el MDMA, otra sobre Beve Zeva y esta tercera sobre nosotros, sobre nuestra relación.
¿Cómo describirías a la película? Es la historia de una pareja. Empieza con nosotros dos todavía sin estar de novios, conociéndonos, y avanza hasta nuestro casamiento en Las Vegas. Ese sería el “tema”: el desarrollo de una relación romántica.
¿Cuál es el criterio de edición que utilizaron? Teniendo en cuenta que partieron de un archivo de 200 horas, ¿cómo seleccionaron las imágenes y los momentos? Yo recordaba algunas cosas de las que habíamos filmado. Imágenes de nosotros hablando, caminando, teniendo ciertos diálogos. Me acordaba de una vez que veníamos caminando y Tao dice: “me gustaría tener una esposa”. Todo eso lo tenía en la memoria. Así que fuimos seleccionando desde ahí. Yo quería que las escenas fuesen cortas, me parecía que eso iba a ser más interesante. Teníamos un montón de material y queríamos que fuese divertido. Tao y yo en algún punto somos los dos socialmente ineptos, entonces teníamos un montón de escenas
«Cuando Tao Lin y yo empezamos a salir, nos filmábamos mucho con nuestras Macbooks, sólo para tener ese material de recuerdo. Llegamos a filmar como 200 horas. Y de repente nos pareció que podía estar bueno editar esas imágenes y armar una película de nuestra relación»
Megan Boyle
«Mumblecore es la historia de una pareja» Megan Boyle y Tao Lin son dos jóvenes escritores y también las nuevas estrellas del llamado “Alt Lit”, un género formado por autores nacidos en los 80, y que parecen reinventar el clásico minimalismo norteamericano a partir de las lógicas del blog, las redes sociales, las drogas y ese multiverso nunca bien definido de “las nuevas tecnologías”. En 2011, esta pareja realizó su tercer film a partir de grabaciones caseras, en las que se los ve conversando, comiendo, reseñando libros o haciendo el amor, en un recorrido que empieza en las primeras citas románticas y termina con un casamiento en Las Vegas. Bautizada Mumblecore, en alusión a una nueva generación de films independientes, de escaso presupuesto y erigidos sobre destellos de una cotidianidad despojada, la película se proyecta por primera vez en Buenos Aires por estos días. Megan Boyle viajó para presentarla -y también presentar su libro Antología de entradas inéditas del blog de un empleado mexicano de panda express- y con ella nos juntamos en un coqueto hotel de San Telmo para conversar sobre el film, el MDMA, los blogs, la intimidad, la nueva literatura y la posibilidad de un arte tan narcisista, preciso, sincero e intrascendente como el mejor tuit. y momentos divertidos a raíz de eso.
El nombre del film remite a un género cinematográfico. ¿Cómo te sentís con términos como “mumblecore” o “alt lit”?
¿Creés que son etiquetas que te representan a vos y a lo que hacés o son categorías que se imponen de afuera? La verdad no pensamos mucho en esas cosas cuando hicimos las películas. No pensamos cómo
serían, en qué categoría podrían entrar. La manera en que las armamos fue: “bueno, hagamos una película sobre una droga, hagamos una película sobre una persona”. Y esta era una película sobre nosotros que nos parecía
que tenía el estilo “mumblecore”. Las películas “mumblecore” no suelen decir muchas cosas, no suele pasar mucho, son películas sobre gente interactuando, hechas con muy poco presupuesto. Nuestra película, en realidad,
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abarca muchas cosas, porque son diferentes escenas de la relación entre Tao y yo. Pero nos parecía que tenía el estilo “mumblecore” y por eso elegimos ese nombre.
«Nunca me sentí parte de ningún grupo en particular. A veces me siento un poco alienada por toda esa gente que se identifica como parte de la Alt Lit o algo así, y que dice “sí, yo formo parte de este grupo” y cosas por el estilo. Nunca me gustó sentirme parte de todo eso»
Siguiendo un poco lo anterior, ¿cuando escribís, cuando posteás, cuando hacés algo como Mumblecore te imaginás interviniendo en algo, ya sea la literatura, el cine, o simplemente lo concebís como un canal de expresión? Yo me mantengo un poco afuera de todo eso. Nunca pensé demasiado en pertenecer a algún grupo. Nunca me sentí parte de ningún grupo en particular en toda mi vida. A veces me siento un poco alienada por toda esa gente que se identifica como parte de la Alt Lit o algo así, y que dice “sí, yo formo parte de este grupo” y cosas por el estilo. Nunca me gustó sentirme parte de todo eso. No tengo nada en contra de la Alt Lit o del mumblecore, no pienso mal de esos conceptos. Simplemente no me siento representada.
mis pensamientos, para evitar malentendidos. Porque a veces siento que me cuesta comunicarme, que no sé expresarme como quisiera, que hay tantas cosas que puedo pensar pero no sé cómo llamar. Suelo pensar mucho más rápido de lo que puedo hablar. Y está bien. En ese sentido siempre me pareció llamativo que la gente tuviera tanto miedo a perder la intimidad, a custodiar tanto su privacidad.
Tu productora se llama MDMA Films, una de tus películas se llama MDMA. ¿Cuál es tu relación con esa droga en particular?
¿Cómo te ves en el mediano plazo? ¿Te ves como una escritora o una cineasta consagrada a su oficio, establecida como tal, o como alguien que simplemente produce y hace cosas?
Consumí MDMA unas treinta veces en mi vida. Y simplemente nos pareció que podía ser un tema bueno para una película. Con respecto a la productora, Tao y yo tratábamos de pensar en un nombre para ponerle. Y nuestra primer idea fue llamarla Depleted Serotonin Levels (algo así como “reducción de los niveles de serotonina”) porque es así como te sentís en el bajón. Pero después pensamos que sería más divertido, más simple, más minimalista llamarla simplemente MDMA Films. Era un nombre más apropiado para una empresa.
Cuando era más chica me acuerdo que podía imaginarme claramente dónde iba a estar dentro de un año, o dentro dos o tres. Pero ahora no. Ahora trato de pensar y quedo completamente en blanco, no tengo la menor idea. De verdad no lo sé. Es una sensación un poco aterradora pero también bastante interesante. Está todo bien si termino trabajando en un almacén o haciendo películas o las dos cosas.
¿Qué vino primero en tu vida la tecnología o el arte? Es decir, ¿llegaste a la literatura y luego a internet, o primero llegaste a internet y desde ahí te acercaste al arte? Siempre me gustó leer, desde que era muy chica. E internet fue algo que “sucedió” cuando tenía unos, no sé, 12, 13 años. Siempre me gustó navegar y usar internet desde que tenía esa edad. O sea que no fue una cosa o la otra. Creo que siempre estuvieron juntas.
¿Ves algún tipo de relación entre la droga y la tecnología en tus obras? ¿Quizás como formas posibles de modificar la percepción de las cosas o de catalizar estados de ánimo? Creo que los dos son elementos de la vida, que están ahí, elementos que pueden ser poderosos. Nunca pensé en hacer algo así como una declaración o un manifiesto respecto a las drogas o respecto a la tecnología. Pero sí son dos cosas que están muy presentes en mi vida. Están ahí, como
Mumblecore se podrá ver el próximo sábado 12 de octubre en dos funciones (15:30 y 18 hs.) en Fundación Proa, Av. Pedro de Mendoza 1929 mi ropa en el placard.
El escritor Noah Cicero contó que buscaba un nombre para esta nueva generación de autores y ensayó varias definiciones como “Generación-delMensaje-de-Texto”, “Generación-de-Universitarios-SinTrabajo”, “Generación-iPod” o “Generación-Irónica”, entre otras. ¿Vos te sentís parte de una “generación”?
En algún punto es igual a lo que te decía antes de los géneros o los movimientos. No me veo en esos lugares. Es como la gente que me ve y ve que tengo el pelo colorado y dice “Ah, ella es pelirroja”. Es un tipo de generalización. “Ah, ella escribe cosas así entonces es parte de tal cosa”. Es parecido. La verdad yo no me siento y digo “oh, quiero ser parte de esta generación”. Pero entiendo esas definiciones y lo que quieren decir.
Mumblecore es también una película que trabaja sobre la intimidad. Y la intimidad es también algo que la era digital vino a poner en problemas. La gente comparte su vida cotidiana, algunos viven paranoicos por ella. ¿Cuál es tu relación con la intimidad? Siempre pensé que me gustaría que todo el mundo supiera todo de mí, que la gente pudiera ver
«Siempre me gustó leer, desde que era muy chica. E internet fue algo que “sucedió” cuando tenía unos, no sé, 12, 13 años. Siempre me gustó navegar y usar internet desde que tenía esa edad. O sea que no fue una cosa o la otra. Creo que siempre estuvieron juntas»
¿Cómo te acercás a los libros, a las películas? ¿Consumís lo que producen tus contemporáneos, los clásicos, rastreás lo que encontrás en Google o en blogs? Encontré muchas cosas que me gustaron cuando comencé a meterme en internet. Tao tenía un blog que se llamaba reader-ofdepressing-books (lector de libros deprimentes) donde conocí a Kurt Vonnegut, Tom Robbins, Albert Camus y cosas por el estilo. Ahí fui encontré a mis autores favoritos como Lorrie Moore, Raymond Carver, cosas quizás más realistas. De David Foster Wallace no leí La Broma Infinita, leí las primeras diez páginas en la app de Kindle de mi teléfono, aunque no parecía algo que pudiera hacer desde el celular. Pero me gustan sus relatos y ensayos. Me gustan muchos autores jóvenes. Me gustan cosas que leo sueltas, cosas en internet o en la calle. Ayer estaba yendo a mi departamento y vi un cartel en una pizzería que decía “Sexy Ass Pizza” y pensé: “cómo me gustaría poder escribir cosas como esa”. ×
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año 4 | nº 234 | 6 de octubre de 2013
La salidera
30 años de todos
DÁ!
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Por Martín Rodríguez La mesa está servida. La torta está en la mesa. Enciendan las velas. Tres deseos. Los 30 años de democracia pueden tener cien abordajes, pero me gustaría empezar por una primera forma de organizar esa línea de tiempo: ¿la transición terminó? ¿Cuándo terminó? De la masa densa de imágenes podemos desprender distintas escenas que organizan el desarme del Estado heredado en 1983. Un Estado vencedor en el campo militar sucio, un Estado vencedor en el replanteo de una nueva sociabilidad, porque la dictadura ganó la guerra sucia y produjo cambios estructurales y culturales para los tiempos que venían. Cambió la estructura económica aunque tuvo una economía que los hizo colapsar políticamente. Fue la última dictadura, tal vez, también, porque fue la peor de todas, capaz de operar cambios en la estructura social y productiva que la hicieran no sólo última, sino también definitiva. El teatro militar dejó decorados y patrullas perdidas de un orden que creían “perdido”, como los carapintadas. Veamos las tres escenas que desmontaron ese teatro. Escena 1: un secretario de juzgado en la audiencia del 22 de abril de 1985 dice “señores de pie”, y la antigua junta militar que gobernó el país a partir de 1976 se pone de pie y comienza a ser juzgada por la justicia civil. Escena 2: el 31 de agosto de 1994 el gobierno de Carlos Saúl Menem decreta el fin del Servicio Militar Obligatorio. Significado por el asesinato del soldado Omar Carrasco, puso fin a un servicio iniciado en 1901 con una concepción que iba a cruzar el siglo 20: la nación en armas. El fin del ciudadano – soldado en el fin de la colimba. Escena 3: el 24 de marzo de 2004, en las galerías del Colegio militar el entonces presidente Néstor Kirchner ordena “bajar” el cuadro de los dictadores Jorge Rafael Videla y Reynaldo Bignone. Habían vuelto los juicios. Una década separa a cada una de las escenas. Los tres hechos asumen un eje: el modo de desarmar el Partido Militar y el modo de administrar la justicia sobre los delitos de lesa humanidad. No se trata
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de tapar las contradicciones de esas presidencias: ni los “retrocesos” judiciales del alfonsinismo ni la política de pacificación vía indultos de Menem. Pero existió una progresividad que ayudó a configurar las condiciones ideales para una de las aspiraciones democráticas: juzgar esos delitos. Ese proceso –hoy visto- parece natural, inevitable, y sin embargo, se sabe que a las condiciones objetivas deben plegarse condiciones subjetivas. Hay un “pasamanos” entre las gestiones, más invisible que los discursos fundacionalistas con los que cada presidencia lotea su parcela de la historia. La relación del Estado con las Fuerzas Armadas, con la Iglesia, con la sociedad (y sus derechos civiles) es inevitablemente progresista. Cada gobierno, a su modo, corrió para el lado de la luz, “aún sin querer”. Pero en el campo de la economía, de una economía siempre en vaivén o tambaleante, sería difícil determinar la precisión de esa “transición”. Diríamos que en la década kirchnerista hubo una decisión y una posibilidad (¡un contexto!) para reequilibrar la relación de economía y Estado, ergo, de economía y política. Democratizar la sociedad no es un camino lineal: sacar el Estado de encima o ponerlo encima. Depende. Construir laicidad. Separar la Iglesia del Estado. Garantizar derechos universales. Regular el mercado. Cimentar un “clima de negocios”. Cuidar a los pobres. Empresas mixtas. Etc. Estado sí o Estado no, es el modo de caer en la trampa liberal; la que construye una ideología “estatista” a su medida. Hay un rezo reconfortante que dice “todo el mercado que se pueda, todo el Estado que sea necesario”. Pero esa didáctica supone una buena conciencia y sabemos que los grandotes de la economía muchas veces prefieren atajos, no esperan la aspiración social de un mercado lo más amplio e inclusivo posible. La materia del alfonsinismo y su evangelio laico en el desierto tuvo un nombre: Sociedad & Estado. Aprobada con 7. Argentina tiene otra en la evolución de su CBC: Democracia & Mercado. Chupate esa mandarina. ×
lo Arbolito, un poco de Onda Vaga te hace bailar y pasar una buena noche de parranda. Es a las 23hs y es gratarola. Fijate, quizás querés ir a tomar un helado a Volta, zapallo/a.
Fiesta Lunes Otra Vez Todos los lunes - Uniclub - Guardia Vieja 3360 No hay chances que ésta (no ésta, ésssta) agenda cultural se mantenga en los márgenes de salida del fin de semana. Sabemos que eso lo hacen los frívolos o los ingleses o Itaí Hagman. Es por eso que te proponemos que el lunes te descoques y el martes vayas como puedas a laburar. El lunes 8, por sólo 30 pe, en el Uniclub podés enfiestarte con los Djs Axe y Villa Diamante (conocido por quienes asistimos a las fiestas populares en Plaza de Mayo). Además tenés el show en vivo de Mintcho Garrammone que hace "musiquita linda", ¿Qué mas podés pedir, Claudio?. Arranca la semana en el Abasto, papá de Dios.
Teatro
La Delio Valdéz y Luis Ornelas
Cine 4ta edición del Festival CineMigrante 8 al 16 de octubre – CC de la Cooperación, Cine Gaumont, CCEBA Florida ¿Sale cine? ¿Sale cine del raro? ¿Te cansaste de Hollywood? Entonces sale FestivalCineMigrante, un clásico que llega a su cuarta edición con una selección de más de 80 películas, conferencias, mesas de debate e intervenciones urbanas. Este año, además, el festival suma la sección Interculturalidad en la Música, curada por el legendario líder de Negu Gorriak, Fermín Muguruza. Pelis de todo el mundo, para todos los gustos y como para salir un poco de la cartelera habitual. El programa lo encontrás en www.cinemigrante.org
Bogado & Los Venticalores
Usted está aquí Todos los Martes y Miércoles – Ciudad Cultural Konex - Sarmiento 3131 "Llega al escenario del Konex, Usted Está Aquí, un evento que invita a reflexionar sobre quienes somos y las infinitas posibilidades que tenemos de ser." Guau, re diver. Muchachos, no se queden con esa venta que es la que está circulando por todos los medios (DEL UNIVERSO) porque la posta es que ésta obra es mucho más simple que esa cursileada. Si querés flashear con el teatro y divertirte como Riquelme con Yepes, andá que la vas a pasar joya. Ya la interacción con la puesta en escena marca la diferencia con el resto de los planes teatrales. Sale 80 pe, un poco saladix pero si podés pagarlo es MUY recomendable.
Staff Director Federico Scigliano Editor Diego Sanchez
Redactores Martín Rodríguez Zappa Emiliano Flores Benito Messina Tomás Aguerre Salvador Salinas Franco Dorio
Viernes 11 – Ciudad Cultural Konex Sarmiento 3131 Y finalmente llegamos al viernes y claramente volvimos al Konex porque no hay nada mejor que ese patio inmenso abierto, el calor en la cabeza y las piernas descontroladas. Señores y señoras, La Delio Valdéz nuevamente en el barrio del Abasto y solo a 40 pé. No solo eso, un acordeón violento acompaña esta velada. El crack de la cumbia Luis Ornelas estará tocando con los muchachos de La Delio. ¿Querías cumbia? Tomá.
Música Luz buena pa todos los jueves de la vida
Viernes 11 – Paseo La Plaza – Corrientes 1660 Bogado & Los venticalores presenta su primer disco “Parte del alma” con músicos invitados, stand up y pintura en vivo. “Es una obra romántica en un contexto postmoderno”, expresa la banda que dice que su disco “busca rescatar y valorar emociones, palabras y acciones como el amor, la risa, el placer, la pasión, la sensibilidad que parecen olvidados y son fundamentales para vivir, para ser humanos y no volvernos máquinas”. Habrá que ver. Las entradas están entre $50 y $40
Todos los jueves hasta el jueves 5 de Diciembre - Ladran Sancho - Guardia Vieja 3811 Seguimos con los planes de jueves porque sabemos que sos un/a pirata bárbaro/a y que te cabe caer de la gaita a la oficina el viernes. Además de arte y escabio te proponemos que te vayas para Almagro y disfrutes de este ciclo musical auspiciado por Luz Buena. Ésta banda que tiene un esti-
Laila Manubes Paz Julián Eyzaguirre Diseño original Nizo Mauas Arte Diego Paladino Fotografía Patrick Haar
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