Suplemento Ni A Palos Numero 253

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A PALOS

EL INTERIOR DEL CONFLICTO Los Desechables, la nueva película de Nicolás Savignone

EL RELATOR DEL PUEBLO

SUPLEMENTO JOVEN Domingo 16 de febrero de 2014 Buenos Aires, Argentina Año 4 Nº253

Futbol para Todos y el blooper de Tinelli

NARRAR LA ECONOMÍA Sueños y pesadillas económicas en la literatura argentina

Además: La maravillosa vida extensa de Aurora Venturini | Consumo personal | La amistad después del hostel


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LA SEMANA

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El miércoles pasado, estudiantes venezolanos encabezaron dos marchas, una oficialista y otra opositora, que derivaron en una jornada violenta con tres muertos y varios heridos y detenidos. Entre las víctimas se encontraba un militante chavista y un estudiante opositor al gobierno de Maduro, quien comparó los disturbios con el golpe de 11 de abril de 2002, que derrocó momentáneamente al entonces presidente Hugo Chávez.

»  EL LUGAR

»  EL OBJETO

»  EL PERSONAJE

»  EL TWEET

Buenos Aires //

Marihuana //

Cortázar //

@bauerbrun

La falta de vacantes y un nuevo capítulo de la debacle de la educación pública porteña: comenzaron a construir aulas de durlock en pasillos de escuelas como el Bernasconi o el Lenguas Vivas, comprometiendo la seguridad y hacinando a los alumnos.

El Partido Obrero se posicionó en contra de la legalización de la marihuana en Uruguay, con argumentos de retaguardia. “La marihuana es una herramienta para embrutecer a la juventud y a la clase obrera uruguaya”. Ni una revolución en la mente te hacen.

El miércoles pasado se cumplieron 30 años de la muerte del escritor. Su amiga, la periodista Cristina Peri Rossi, sorprendió asegurando el autor de Rayuela murió de SIDA contraído en una transfusión

Cerati volvió del coma y Benito intenta explicarle por qué el debate político pasa por Intratables

Silobolsismo

WHISKYPEDIA Contenido [ocultar]

1. Definición 2. Contradicciones 3. Presente y futuro

El silobolsismo es una práctica revolucionaria llevada a cabo por el ruralismo subversivo que, mediante la especulación en el comercio de granos, busca desestabilizar a un gobierno al afectar sus ingresos obtenidos de la venta de soja mediante retenciones a la exportación. Esto a sido la causa de la creación del Frente Silobolsista Carlos Maslatón de Liberación Nacional cuyo lema es “Especulación y Libertad”. El fundamento del silbolsismo se centra en los silobolsas, enormes envases plásticos que se llenan con el cultivo y son emplazados en recónditos espacios en medio de la nada campestre con el objetivo de mantener guardado el producto hasta tanto el precio del mercado internacional sea más rentable, motivo revolucionario si los hay. En ese sentido, los silobolsas son las armas y la razón de ser del silobolsimo, y conforman su bandera tal como las Kalashnikov ilustraban las enseñas de los movimientos revolucionarios y anticolonialistas de antaño.

Contradicciones

Presente y futuro

El silobolsismo, como muchos movimientos revolucionarios, posee contradicciones. Por un lado los silobolsistas plantean es que “si esto sigue así no voy a poder cambiar la 4x4”, en virtud de sus supuestos problemas económicos. Pero su práctica revolucionaria se contradice, ya que pudiendo vender el producto del sudor de la frente de sus trabajadores a un excelente precio prefieren conservarlo “mientras vamos viendo”. Lo que se dice un sacrificio revolucionario que Camilo Cienfuegos envidiaría. A tono con esta práctica, un encumbrado dirigente silobolsista manifestó que “retener exportaciones es sinónimo de libertad”, mientras contaba con su cuentaganado a la veintena de peones de su establecimiento agrícola para poder distribuirles tres chorizos y dos kilos de pan. Es tanta la implicación de estos prohombres (en el sentido macrista de la palabra) que, consultado este dirigente sobre los límites de la acción revolucionaria, contestó guiñando el ojo derecho que “el hambre de nuestros compatriotas es nuestra causa, o consecuencia. No recuerdo bien, voy a chequearlo en Twitter” al tiempo que descorchaba un champagne importado.

Hoy por hoy el silobolsismo está en su apogeo y, tomando el concepto de la guerrilla foquista guevariano, se ha enraizado en varios puntos del vasto campo argentino, donde se puede ver a estos enormes chorizos blancos desafiando el poder político en pos del establishment agrícola representado por la Mesa de Enlace de las entidades agrarias. La resistencia silobolsista amenaza con persistir al grito de "soja sin retenciones o muerte (de otros)". De todas maneras, hay que tener en cuenta que el silobolsismo tiene enemigos poderosos que pueden echar por tierra el esfuerzo revolucionario libertario. En efecto, factores como la humedad, el calor, las ratas o la caída del dólar pueden hacer que más de un silobolsista decaiga en su temperamento de lucha. Lo que no hay que poner en duda es el carácter nacionalista de esta patriada que llevan adelante estos quijotes del monocultivo. Es sabido que se han juramentado seguir adelante hasta conseguir sus fines, que es recuperar la República, aunque no sabemos para quién o quiénes la quieren recuperar, ya que no brindaron más detalles al respecto excusándose en que debían atender el cierre de la Bolsa de Cereales.


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ESTEREOTIPOS

El poema épico de Aurora Venturini

HOY: El que pega el conejo de Playboy en el auto » »Su viejo tenía la silueta de "El Santo" pegada en el 404 Le Mans. » »Su tío, más joven y banana que el viejo, pegó la cara de Roberto Carlos en claro-oscuro. » »Extraña pasar en el auto los cassettes de Camilo Sexto. » »También extraña sacar el pasacassette y guardarlo abajo del asiento. » »Todavía tiene pegada en el vidrio la calcomanía de “No tengo stereo” » »Dice “calcomanías”. » »Si va a la Costa no se olvida de poner en el auto el parasol de Mapfre Aconcagua. » »Es más bien de garpar para ponerla. » »La pone poco, igual. » »Usa gel. » »Puede tener un equipo de audio en el auto cuyo valor duplique al del auto que lo contiene. » »Si es así, es un alto salidor por el barrio con Wissin & Yandel a tope. » »Le parece que está fuerte cualquier mina que usa calzas. » »Es fan de las promotoras (de lo que sea). » »Cree que Arjona es un filósofo que conoce a las mujeres como nadie. » »También pegó una calcomanía del boliche "Chango" de Mar del Tuyú. » »Si hubiera concursos de belleza masculinos saldría detrás del "Mago sin dientes" pero igual se siente irresistible. » »Habla mucho de fierros

Por Mariano Vespa

y de minas. » »Se dice “fierrero” pero no sabe cambiar una goma. » »Toma fernet Vittone. » »Vive con la madre. » »Piensa que "preparado" y "tuneado" es lo mismo. » »Nunca dice "tuneado". » »Cree conocer todos los secretos del mundo femenino. » »Las mujeres que lo conocen no creen lo mismo. » »Se compró una bata roja y negra en Once. » »Curte sex shop en galerías de avenida Santa Fe. » »Su seudónimo en las redes es "Old cazador" o "Viejo lobo de mar". » »Casi un fundador de Badoo, hoy le da al like furioso en Tinder. » »No sabe mucho de fútbol pero es de los que primero cargan a sus amigos cuando sus equipos pierden. » »Todavía juega al Paddle. » »Gastó fortunas en el Mandá Hot al 2020. » »Banca a muerte a Rial. » »Le gustarìa ser amigo de Jacobo Winograd. » »Cuando le cuentan alguna aventura amorosa, él va marcando todos los errores cometidos por "no conocer la mente femenina" » »Sus amigos piensan que es un enfermito y a sus espaldas lo llaman "Alzamendi". » »Tiene mas de tres cuentas en Facebook. Gracias Seba Pizzo, Carlos Daniel Guilman y Eduardo Arturi por los aportes

Estereotipo que viene «La madura que busca levante en internet» Si se te ocurre cómo describirlo, mandá tus ideas a contacto@niapalos.org o vía Twitter a @niapalos así lo publicamos. web

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ruido de fondo | Beatriz Portinari, un documental sobre Aurora Venturini

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Hace poco pudo verse un hangout entre Alice Munro y Margaret Atwood, junto a Joyce Carol Oates, acaso las tres escritoras vivas más importantes. En el video puede verse cómo la claridad del pensamiento no se ve acomplejada por la fragilidad del cuerpo. Munro, reciente ganadora del Nobel, confirmó a sus ochenta y dos años que dejará de escribir. “Está un poco vieja”, sentenció su hija. ¿Qué pensará entonces nuestra Aurora Venturini, que a los noventa y tantos está por publicar Eva: Alfa y Omega, una biografía novelada de su años de amistad y trabajo conjunto con Evita. “Ya en el límite de todas las edades relataré a fondo mi estadía en aquel sitio tan excepcional, cuan horrendo” escribió Aurora en Los Rieles, su último libro. Un accidente domestico la llevo a estar en coma cuatro. Mientras los médicos ya estaban por comenzar los trámites, ella, en un profundo estado de trance, dialogaba con el diablo. No fue su primer contacto con el diablo. Fue una temporada más en el

falsa escuadra

infierno: “sufría cuando invadí de repente el antro, el rumor de huesos quebrados, huesos astillados cuando penetré de un solo bajón al ámbito desconocido”. Peronista y católica, lectora practicante/militante de Dante y de Poe, respeta y teme la figura satánica: “tiene voz gruesa”, aclara. Bajo el seudónimo Beatriz Portinari –musa de Dante-, Aurora ganó el premio Nueva Novela que organizó Página/12 en 2007 a sus ochenta y cinco años. Dos jóvenes realizadores, Fernando Krapp y Agustina Massa se interesaron por Aurora. Primero, le

pidieron que colaborase con un texto para una revista cultural que dirigían. Después le enviaron la propuesta y el guión del documental que se estrena comercialmente esta semana. Aurora está en plena rehabilitación, camina con la ayuda de un andador. Les habla a las arañas. Reflexiona. Notas mentales. No admite pausas. La cámara registra una figura con un aura metafísico. Lucidez extrema. Comenta sus anécdotas con Sartre y Simone de Beauvior, y con Evita, cuando la acompañaba en la Fundación. Dialoga con un padre exorcista. Los testimonios de sus amigas y seguidoras transmiten una profunda admiración. Tiene carácter. Es brava. Se pelea con los directores. Pero nunca deja de escribir. Combate a Satán con gambetas. Le dicta a su secretaria: “descubrí al duende Lionel Messi. ¡Qué adorable criatura!”×

Beatriz Portinari, un documental sobre Aurora Venturini (2013) se estrena el 20 de febrero en el Cine Gaumont. Además el miércoles 19, a las 21:00 hs., se lo proyectará en el Malba en el ciclo de documentales “El escritor oculto”

Hostel La amistad

Por Romina Sánchez Las amistades de hostel comienzan al revés que el común de las amistades, son puro futuro, no tienen pasado. Arrancan en éxtasis, a veces cimentado en el desenfreno del alcohol y, otras tantas, en la predisposición laxa de los días que fisuran la rutina. Son como una instantánea, no se construyen, son una pirámide invertida del afán vincular. Después, el mundo 2.0, con toda su centralidad, muestra su lado amable. Más allá de la economía, siempre me gustó la lógica del hostel. Aunque con los años fui cambiando la mugre por algo de limpieza asegurada y la mezcla indiscriminada de ropa y puchos por el locker, persistí en la búsqueda azarosa de amigos, de aquí de y allá. Y no me equivoqué. La mayoría se deja abrazar por el oleaje dulce y mentiroso del que no se corte, pero yo no, yo tuve suerte. Hice tantos buenos amigos que ya perdí la cuenta. Es lindo perder la cuenta en esas cosas. Hace unos años conocí a una fanática de Abel Pintos que vive bien lejos, por donde están los restos de Perón. Ella sigue al pibe de la sonrisa cálida adonde sea, le falta ser parte de un fans club nomás. Y ahí voy yo, a seguirlo a todas partes, porque también me gusta Abel pero, sobre todo,

porque seguirlo a él es seguirla a ella. Pero nuestra amistad no es solo pop folclórico, también solemos ir a ver a Malena Pichot para después rememorar, mojito mediante, lo mejor de sus monólogos, eso de que Jesús es un zombie y nosotros unos giles que lo seguimos, pura fe muerta viva. En el mientras tanto, amores frustrados, vorágine laboral, años. Y seguimos. Hoy nos tiene mal el Diego gate. Con otra, estamos unidas por el lazo Aerosmith. Fuimos a ver a la banda del Papi Tyler, como le decimos, las veces que vino, pocas pero intensas. Ella es la reina porteña del regateo, más que nada para planificar vacaciones afuera. Tiene unos cuantos años más que yo. Me encanta que comparta su sabiduría conmigo, que no se guarde nada. Otro de los amigos que hice es un metalero amante de las artes marciales, mi principal fuente de bandas under. Y es del oeste. Me supo subir en andas mil veces en recitales, estoico, mis piernas enredadas con sus brazos en un rito de tensión transpirada y remeras negras. Consciente de mi metro y medio, es capaz de alzarme para que disfrute Vilma Palma. Con otros amigos, de años, un día me interné en una estancia de campo en Capilla, Pilar o Areco. Para el caso es

lo mismo. Entre pastelitos y locro, aunque hiciera 30 grados, nos bancamos las piruetas de caballos adiestrados con rigurosidad circense, un museo del verde dudoso, una clase de chacarera. Nos mofamos de nuestra condición de eslabones del propio engorde, víctimas de la puesta en escena campestre. Cuando volvimos a Buenos Aires, estoy segura, abrimos Facebook en simultáneo para ver fotos del viaje iniciático al norte. Hay gente que dice carecer de capacidad para hacerse nuevos amigos. Que las amistades se dan desde chicos, en las molduras del barrio o la escuela, que después la puerta se cierra, con una faja de clausura emocional. A lo sumo, conocidos. Yo, en cambio, creo que hacerse amigos pasadas aquellas etapas, con relaciones de toda la vida a cuestas, es como enamorarse de grande: distinto pero lindo. Y creo que es más sincero: nadie te obliga a no estar solo. Rehusarse me parece una necedad innecesaria, un gesto inmaduro de adultez. Así que en eso estoy, organizando un encuentro con dos contadoras, una con la verborragia de Pinti y la otra con pretensiones de modelaje. Bien distintas entre ellas. Y bien distintas a mí.×


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Nota

de tapa

El orden del discurso La cotización del dólar en la calle, en la tele, en los diarios. ¿Y la cotización de los discursos? Los debates recientes en torno a la economía del país inspiran a revisar algunos pasajes de la historia y de la literatura argentina para tratar de vislumbrar los cruces que se producen entre historia y ficción en el presente. Esteban Echeverría, Mariano Moreno, Roberto Arlt y César Aira brindan algunas pistas sobre la situación del país. ¿Será cuestión de leer la letra chica? Un aporte literario a alguno de los problemas contemporáneos de la Argentina.

Por Juan José Mendoza Cambio. Cambio Dólar, Euro, Real. Cambio. Caminando por la calle la cotización del dólar baja. Y baja en la tele y en las pizarras de los bancos. Y en los diarios, en el súper, en las mesas de los cafés de repente el dólar baja. Baja hasta pulverizarse y disolverse como papel picado sobre la capa asfáltica. Ante el espesor de la historia, el presente se devalúa. U$D, SALE, OFF, barra, signo de porcentaje. ¿No es curioso que para medir la letra argentina haya que mirar la cotización de la moneda extranjera? Y es sorprendente la cantidad de carteles en inglés que hay en las tiendas y negocios. Y de repente el dólar baja. La economía le deja de importar a las personas. Cuando no era la corrida cambiaria era el Alerta Meteorológico. Probabilidad de Chaparrones. La “cortina de fuego”, a la que otros llamaban “medios de comunicación”, se puso muy espesa este verano. ¿Se puede correr esa cortina? En 1838, en vísperas de irse al campo, Esteban Echeverría da instrucciones a sus compañeros de la Asociación de Mayo de cómo debe organizarse el país. La primera

cuestión en que debe centrarse la “Asociación de Jóvenes” es en la opinión pública. Debe bregar por la libertad de prensa, para que la Revolución de Mayo vuelva a levantar su cabeza. Y se hace Echeverría una serie de preguntas que modelan el proyecto de país de aquellos jóvenes: “¿Bajo qué plan deberían organizarse nuestras provincias? ¿Convendría o no establecer municipalidades en ella? ¿Quiénes las compondrían?” En 1838 el país está sumamente dividido. Cualquiera diría que Echeverría está hablando a las paredes, escribiendo en el aire. Las ideas por aquel entonces se dirimen con el reclutamiento de voluntarios en los ejércitos irregulares que se desplazan por los terrenos polvorientos del interior. Que en 1838 un grupo de jóvenes se reúna en un local del bajo a imaginar un país, en una librería, no deja de ser sorprendente. ¿Por qué no soñar, en cambio, con ese destino guerrero que promete la montonera, un destino mucho más noble y brilloso que el que prometen los libros? En la Librería Argentina de Marcos Sastre Echeverría continúa con sus preguntas: “¿Qué autoridad debe revestir un juez? ¿Cuáles deben ser

sus atribuciones? ¿Debe ser un juez independiente o un brazo activo y maléfico de la autoridad?”. Varios indicios llevan a pensar que Echeverría se estaba alimentando de la actualidad. Todos los temas que va enumerando (medios de comunicación, representación política, organización de las fuerzas policiales, importación y exportación, independencia del poder judicial), hacen pensar que Echeverría estaba escribiendo sobre la Argentina de hoy. Y todavía más. Veamos si no el modo en que Echeverría se ocupa de la cuestión económica: “¿Es útil un banco entre nosotros? ¿Qué es el papel moneda? ¿Cuáles son sus efectos y su influjo como medio circulante y resorte para dar fomento a la industria? ¿Y qué es el crédito público? ¿De qué fuente deben salir las rentas del Estado?” Desde el fondo del siglo XIX, como un susurro que nos llega del reverso de la historia, pareciera que Echeverría nos estuviera hablando de algunos episodios de la Argentina actual: las retenciones, la AFIP, el dólar, la Ley de Medios, el Banco Central, las reservas, el peso, la devaluación. Como si el presente fuera el inconsciente aplazado de la historia. ¿Le estaba hablando Echeverría a


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la actualidad de la Argentina o la Argentina tiene una pequeña dificultad para actualizar su agenda? *** La marcha de la historia suele ser lenta. La historia, y nuestra memoria del 2001 todavía está fresca, posee tracción a sangre. La ironía ha querido que Echeverría, además de “fundar” la “literatura argentina” (cosa que en algún momento volverá a discutirse), esboce también las primeras líneas de la Constitución Nacional, poniendo de manifiesto la enorme cuota de ficción de la que la letra argentina parece estar hecha. Es, en efecto, el Dogma Socialista de Echeverría el texto en el que por aquellos años también se inspira un compañero suyo del Salón Literario, Juan B. Alberdi, para redactar las Bases y Puntos de Partida para la Organización Nacional. Los funcionarios del derecho no deberían sorprenderse: ¿Y si la Argentina fue en realidad la imaginación de un literato? ¿Y si no fue El Matadero sino el Dogma Socialista su gran texto, la gran ficción argentina de Echeverría? Michel Foucault hablaba de los “fundadores de discurso”: Marx, Freud, Nietzsche. Que todo lo que se dijo en el siglo XX de algún modo había sido dictado por ellos. Siguiendo el razonamiento, Sarmiento y Borges han sido, para la Argentina, grandes fundadores de discurso. ¿Pero qué pasa con Mariano Moreno, Echeverría? ¿No son también ellos acaso grandes fundadores de discurso, inauguradores de una discursividad que todavía gravita sobre nosotros? Quizá, antes que pensar en los ciclos de la economía argentina inaugurados en el país en 1952 y de los que tanto se habla (el stop & go, las pugnas por el equilibrio de la balanza comercial, el incentivo a la industria y el crecimiento del consumo, la exportación de granos y la devaluación, inflación, recesión, industria liviana, industria pesada, sustitución de importaciones, etc.), quizá, antes que remitirnos a toda esa literatura comercial, tal vez todavía se trate de pensar en ciclos más vastos. Vayamos si no a otra escena, todavía más lejana, que pareciera gravitar con igual energía que la de Echeverría sobre el campo de fuerzas del presente. El 12 de julio de 1810 en la Gaceta de Buenos Aires Mariano Moreno escribe: “Causa ternura el patriotismo con que se esfuerza el Pueblo para socorrer al Erario en los gastos precisos para la expedición a las Provincias. Las clases medianas, los más pobres de la Sociedad, son los primeros que se apresuran a porfía, a consagrar a la Patria una parte de su escasa fortuna." Ya antes, en 1809, Moreno había escrito: “El viajero a quien se instruyese que la verdadera riqueza de esta Provincia consiste en los frutos que produce, se asombraría cuando buscando al labrador por su opulencia, no encontrase sino hombres condenados a morir en la

miseria”. "Háganse cargo [La Real Hacienda, el Cabildo] de aliviar directamente los apuros" -agrega Moreno en Representación de los hacendados-. ¿No se estará refiriendo Mariano Moreno a los latifundistas y a las reservas del Banco Central? Es Mariano Moreno un hombre de pensamientos complejos. Alguien que en 1809 se proclama portavoz de los “condenados a morir en la miseria” y que, al mismo tiempo, se proponía como representante de 20 mil terratenientes ávidos por hacer negocios con Inglaterra. Alguien que defiende el intervencionismo del Estado y que, al mismo tiempo, propaga las ideas del libre comercio. Así se lo hacía saber al Virrey en Representación de los Hacendados, el texto de 1809 en el que Moreno le pide a Cisneros que intervenga en defensa del consumo y del libre comercio con Inglaterra en desmedro del negocio exclusivo con España. Representación de los Hacendados es el informe económico más importante de la época colonial. También es, podría decirse, un texto en el que Moreno ya estaba ensayando respuestas por anticipado para Echeverría. Y Moreno le está advirtiendo al Virrey, en 1809, que sólo las amenazas de las invasiones inglesas pudieron sofocar momentáneamente la “gran causa” que se se está agitando en las Provincias: la Independencia. El texto de Moreno estaba calibrando, de manera inédita, la verdadera correlación de fuerzas de la época. Pero Moreno también parece estar escribiendo para el presente. Hace un compendio del heterodoxo ideario económico de la época. E incluye,

entre las suyas, ideas de Manuel Belgrano, el gran economista de aquel tiempo que, desde 1794, se viene desempeñando como Secretario del Consulado de Comercio de Buenos Aires, una de las instituciones fuertes del Virreinato. Moreno, al igual que Belgrano, cree en la agricultura, en el desarrollo de bienes y en el libre comercio. Digamos que aquel es un buen programa económico para hacer la revolución. Pero contiene, también, todo un paquete de medidas que nuestro presente juzgaría incompatibles. Y al que también, desde luego, podría adherir. *** Hay otras dos escenas, acaso más cercanas, que también nos sugieren otro diálogo con el presente. Una es de 1931, el período de una gran crisis económica internacional. En algunas de las páginas más memorables de Los Lanzallamas Erdosain y El Astrólogo atraviesan Dock Sud. Atraviesan zonas de fábricas y curtiembres. Bares alemanes iluminan la noche. Pasan tranvías. Parece un conurbano del futuro, mucho más moderno que el actual. Y como una utopía, los personajes de Arlt van a encontrarse nada menos que con Severino Di Giovanni. Allí Di Giovanni le da a conocer a Erdosain la improvisada imprenta en la que pretende fabricar dinero. Y también se habla de robar un banco. Erdosain lo prefiere. Prefiere eso antes que colocar billetes falsos. Pero, ¿cómo identificar los billetes falsos de los verdaderos? ¿Y si se descubriera que aun el dinero que se considera ver-

dadero también es falso? A propósito de la función de la economía en la novela de Arlt, Ricardo Piglia ha sugerido que el dinero es el gran novelista del mundo. Porque hay que fabricar ficción y hay que mentir para ganarlo. Y porque en la ficción que el dinero monta se asientan el crimen, la explotación, la traición y la estafa, grandes temas novelescos. El fin último de la sociedad es sostener esa mentira. Y allí Erdosain, en uno de los encuentros entre realidad y ficción más memorables de la literatura argentina, le habla a Di Giovanni sobre los modos más eficaces de desmontar la mentira del dinero: hay que disolver la sociedad, sugiere, hay que matar a las personas. En lugar de usar bombas de gelinita bien se puede usar fosgeno: “una cortinita con olor a madera podrida y las personas, al respirarla, caen como moscas” -dice Erdosain con entusiasmo-. *** Finalmente un relato muy breve, contemporáneo de nosotros, también alimentado de una manera misteriosa por la fábrica de ficción que mueve al presente. Es de César Aira y se llama El carrito (2004). En un supermercado, un changuito de las compras se mueve solo. Termina el día, los empleados y los clientes se van, apagan las luces. El changuito comienza entonces a recorrer los pasillos y las góndolas del supermercado vacío como si se encontrara en su reino. Y es que lo es. El supermercado es su reino. El changuito va moviéndose silencioso por los pasillos como si

se tratara de un laberinto. Pero hay un detalle pequeño, desapercibido, escalofriante: el changuito de las compras pasea entre las góndolas al lento ritmo de un minutero. El carrito de Aira, que podemos leer nosotros como una alegoría del consumo y del libre mercado, o de la super-inflación y los saqueos, etc., ese mismo changuito que aparece como la cifra de todas esas cosas catastróficas, camina sin embargo con la parsimonia incesante de un minutero. “La inflación trabaja las 24 hs. El sueldo se cobra sólo una vez al mes”. “La inflación va por el ascensor y los salarios suben por la escalera”. Pareciera que Aira hubiese escrito su ficción encima de esas frases. Pareciera haber trabajado con aquellas frases como buscando un modo de borrarlas o tacharlas. Y, hacia el final del relato, el carrito de las compras confiesa algo. Habla y dice: “Yo soy el Mal”. Podríamos agregar nosotros una pregunta por aquello que el carrito de Aira transporta. ¿Qué es lo que la literatura puede conocer? ¿Qué es lo que la literatura puede transportar? ¿Y si lo que el carrito transporta son discursos? En un tiempo como el nuestro, marcado por el imperio del relato y los discursos de la historia, discursos como los de Echeverría, Moreno, Arlt viajan hasta nosotros a la velocidad de un minutero. Quizá el futuro sea un deformado regreso del pasado. Como un corazón que incesantemente se contrae y se extiende, se contrae y se extiende, el presente es siempre ese lugar en el que toda la historia de la Argentina, se estremece.×


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Nace con ideas previas, con guiones, cada escena tenía un guión. Lo que se fue haciendo es: yo llevaba el guión a los actores, les proponía la idea, el conflicto, los personajes, ellos se apropiaban de eso, se aprendían ese guión y después les pedía que se olviden de todo. Y nos poníamos a improvisar. Y a partir de ese trabajo, de que ellos empezaran a improvisar y proponer, es como se iba modificando el guión original. Entonces era como un proyecto dinámico de construcción colectiva. Hay algo que yo no quería perder, que era cierta naturalidad y cierta espontaneidad que daba el dispositivo, por eso en muchas de las escenas, a la hora de empezar a filmar, les propuse que se olviden del guión e improvisen. Con lo cual la historia gana en frescura y formalmente se inserta en una búsqueda. Se nota que la cámara tiene que estar atenta a todo lo que va sucediendo, porque no hay una puesta formal clásica.

Nicolás Savignone

«Es una película que me permitió investigar mucho» Nicolás Savignone es cineasta. Su nueva película, Los Desechables, es una obra inquietante, mezcla de taller actoral con experimento psicológico, pensada como un dispositivo que cruza cine y teatro, e indaga en las reacciones posibles ante la desesperación y el desconcierto. Además, Savignone es dramaturgo y psiquiatra e investiga los cruces entre cine, teatro y salud mental tanto en sus obras como en sus talleres y cursos. En 2013 estrenó su primer film, Hospital de Día, un documental nacido del corazón de un taller terapéutico, que retrata la cotidianidad de un grupo de pacientes psiquiátricos en un centro de día. Aprovechando el estreno de Los Desechables, nos juntamos a hablar de sus películas, sus búsquedas y las formas de expresar ese mundo oculto y complejo de la mente y los conflictos.

Por Diego Sánchez Foto: Bernabé Rivarola ¿Cómo nace Los Desechables? La película nace a partir de un taller de entrenamiento para actores y dramaturgos coordinado por Andrea Garrote. El taller es un taller de entrenamiento, tanto actoral como dramatúrgico. O sea que estás todo el tiempo entrenando actoralmente y también escribiendo, viendo, haciendo puestas. Es más que nada es eso, un entrenamiento. Nosotros, como integrantes del taller, vimos una potencialidad interesante en ese dispositivo creativo y es ahí donde me nace la idea de hacer una película, trasladando ese dispositivo al lenguaje cinematográfico. Éramos once compañeros.

Los convoco y empezamos a ensayar por fuera del taller. Estuvimos alrededor de un año y medio ensayando. Y con este mismo dispositivo, de dramaturgia del actor, de llevar una propuesta, una idea, de que eso se vaya nutriendo, de que los personajes lo vayan viviendo y proponiendo, es como nace Los Desechables.

¿Cuáles son las características de ese “dispositivo creativo” del que hablás? Yo como naturalmente me inclino por el cine, mi deseo es hacer películas, y vengo de una formación teatral, más que nada en dramaturgia, lo que a mí me nace como intriga en esta película es ver qué sucedía si trasladaba este dispositivo creativo a lo que era el lenguaje cinematográfico. Y la característica

de ese dispositivo creativo es que el espacio es parte del conflicto, o sea, no es como quizás en un cine más clásico donde uno puede saltar de espacio en espacio y donde el espacio no siempre genera un conflicto, sino que muchas veces es un espacio de transición, a veces hasta un no lugar. En cambio esta propuesta lo que juega es con el hecho de que si yo pongo a los personajes en un espacio, es para que ese espacio y esos personajes entren en una comunión y no nos vamos de ese espacio hasta que no se potencie realmente el conflicto que sucede ahí. Y eso es lo que hace que las escenas se dividan en actos, son actos de quince minutos, uno es de veinte. Es eso: nos quedamos acá y exploramos, investigamos a fondo qué sucede en esta habitación, qué sucede con estos personajes, en este

lugar y en este momento. Esa es la característica.

La película les llevó un año y medio de trabajo, ¿vos trabajaste las escenas a partir de una idea previa y consolidada, o las fuiste trabajando con el devenir de la filmación?

En función de ese tiempo que te llevó hacer la película, contabas que prescindieron del subsidio del INCAA porque les demandaba otra urgencia. Y que les haya tomado un año y medio armar la película resulta interesante porque es un tiempo de producción, de filmación y de maduración del film inusualmente “largo” en comparación con los tiempos habituales del cine. ¿Qué destacas de ese proceso? Yo creo que los tiempos tenían que ver con las características del proyecto, nosotros necesitábamos quizás modos de producción particulares. Si teníamos un trabajo bien aceitado previamente nos iba a facilitar mucho el rodaje. Con lo cual también fue un proceso creativo en el que cada escena iba requiriendo sus tiempos, hay escenas que se cocinaron mucho antes que otras, escenas como “Medio elenco inestable” que encontró un guión y ese guión quedó y ahí no se improvisó más. En cambio la escena “Casa de huéspedes” se siguió improvisando hasta lo último, hasta el minuto de rodaje, inclusive. O sea, cada uno tenía sus particularidades, cada uno tenía su desarrollo. Para mí lo interesante era esta experiencia de nutrirme con los aportes de los actores. También jugar un poco con las convenciones del cine, con las convenciones del teatro, llegar a un límite, conocer dónde está el borde. Tanto la actuación en teatro como la actuación en cine son convenciones, por lo que no hay una

«Hay algo que yo no quería perder, que era cierta naturalidad y cierta espontaneidad que daba el dispositivo, por eso en muchas de las escenas, a la hora de empezar a filmar, les propuse que se olviden del guión e improvisen. Se nota que la cámara tiene que estar atenta a todo lo que va sucediendo, porque no hay una puesta formal clásica.»


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«A mí me interesan más estos lugares límites, bordes, donde uno tiene que hacer un trabajo para identificar qué está sucediendo ahí, que saber si esto es cine, teatro o es psiquiatría. Yo creo que desde el punto de vista creativo eso es más interesante.»

sola forma de actuación, son condiciones de una época, un contexto. Uno ve una película de los '50 y se actúa completamente distinto a lo que se actúa ahora. Entonces también explorar los límites de esas convenciones era algo que me interesaba. Y eso se produce del punto de vista de cada personaje. Por ejemplo, la escena “Fantasma”, el personaje tiene una característica fantasmagórica, entonces todo lo que se narra se narra desde esa incertidumbre, entre lo real y lo fantasmal. En cambio, el personaje de Leo, que es un personaje más pragmático, se narra desde su propio punto de vista, con una pretensión más realista. Entonces eso también me permitió investigar, no sólo dramáticamente, en la construcción del guión, sino también en los géneros, en el punto de vista del trabajo con los actores. Es una película que me permitió investigar mucho. Y toda esta investigación está justificada desde el punto de vista del personaje que se cuenta.

Además de cineasta sos psiquiatra y en tu anterior film, Hospital de Día, también está presente la idea del “taller”. Si Los Desechables

nace de un taller de dramaturgia, Hospital de Día documenta un taller terapéutico con pacientes piquiátricos. ¿Creés que hay un punto de encuentro ahí, te interesa navegar por los cruces entre cine, teatro y psiquiatría? A mí me interesan más estos lugares límites, bordes, donde uno tiene que hacer un trabajo para identificar qué está sucediendo ahí, que saber si esto es cine, teatro o psiquiatría. Yo creo que desde el punto de vista creativo eso es más interesante. Es como mezclar, como tener varias herramientas y elementos y poder conectarlos y ver qué sucede. Pongo el ejemplo clásico de un ascensor, donde hay una caja, una cuerda, y la cuerda ya existía antes, la caja también, pero a alguien se le ocurrió poner todo eso junto y crear el ascensor. Me parece que la creatividad tiene que ver con eso, con agarrar elementos preexistentes y hacer con esa combinatoria el elemento singular y creativo. Yo apuesto un poco a eso.

Fuiste residente durante tres años en el Hospital Álvarez, pero dejaste de ejercer, ¿por qué?

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Yo estuve siempre en conexión con el arte. Durante muchos años coordiné talleres de teatro, de cine, de música. Y en algún un momento la vida me fue direccionando hacia mi parte artística y tuve que tomar la decisión, por lo menos, de no tener más pacientes por la cuestión de que mis tiempos ya no me posibilitaban la responsabilidad que supone tener un paciente a cargo. Entonces fueron decisiones que tuve que ir tomando por cuestiones más que nada pragmáticas. Igualmente sigo conectado con la salud mental desde un aspecto teórico. Tengo una beca de investigación en el IUNA y eso me permite seguir investigando ciertos aspectos teóricos de la salud mental.

¿O sea que en tu caso psiquiatría y cine vinieron casi de la mano, no una antes de la otra? Yo creo que querer contar historias, pensar, imaginar, eso estuvo siempre presente en mí. Era encontrar el cauce, un camino. Y el camino que más me apasionaba era el cine. Luego la pasión por la medicina también estuvo presente, de algún modo está, desde otro punto de vista. Yo siento que Hospital de día fue una película terapéutica en muchos sentidos, fue un modo de acercarme a la salud desde otro lugar, combinando estas inquietudes mías.

?

Primer acto. La imagen de Marcelo Tinelli saliendo de la Casa Rosada despierta un sinfín de suspicacias. A medida que pasa el tiempo, los rumores dejan de lado la fantasía y se concentran en la posibilidad de que Ideas del Sur se haga cargo de la producción de Fútbol para Todos. Como toda noticia que involucra al hombre más popular de la televisión, la propagación mediática se vuelve instantánea. Entonces comienzan las discusiones éticas acerca de si es correcto que el vicepresidente de un club digite el día y la hora en que juegan su equipo y los rivales. Naturalmente, la respuesta debería ser que no. Pero el fútbol es un deporte particular. Y no sólo en nuestro país. ¿Es correcto, por dar un ejemplo, que la final más importante que disputan los clubes de fútbol se dispute en Japón, un país cuyos clubes nunca jugaron ni jugarán esa final? Sí, lamentablemente competencia, pasión y negocios, todo en su medida y armoniosamente, son los vectores éti-

cos que articulan dirección, magnitud y sentido para hacer del fútbol el deporte más lindo del mundo. Descubrirlo en 2014 suena demasiado ingenuo. Pretender algo distinto del fútbol implica pensar en otro deporte. Segundo acto. Cuando trascendieron los rumores sobre las decisiones artísticas la discusión se nacionalizó definitivamente. Es difícil pensar otro país en el que la salida o llegada de relatores a una transmisión de fútbol adquiera un volumen político similar. Algo de eso se explica por la expansión de fronteras que vivieron los periodistas deportivos en los últimos años: Fantino, Vilouta, Varsky, Paolosky, Recondo son algunos ejemplos de periodistas que ignoraron los recorridos trazados por el viejo Macaya Márquez y hoy conducen o panelean en programas de interés general. Como sea, la principal explicación del volumen que adquirió la discusión se encuentra en la propia historia del FPT, en la oportunidad de concebirlo como un derecho, como un servicio. Según los trascendidos, las propuestas de Tinelli no eran

Yo coordinaba talleres para pacientes psiquiátricos y la película nace como un taller terapéutico, con idea de hacer una película pero el objetivo era un taller terapéutico. Y no es algo aislado sino inserto dentro de un dispositivo más grande que era el dispositivo de un hospital de día, inserto en un tratamiento, o sea que yo tenía que supervisar con el grupo de psicólogos, con el grupo de terapia grupal, tenía que hablar con los médicos para ver cómo evolucionaba cada paciente en relación a mi trabajo, ver cómo cada paciente iba adaptándose al dispositivo, su evolución positiva, negativa, o sea haciendo una evaluación profesional de lo que iba aconteciendo. Por eso tiene un fuerte costado terapéutico. Luego, nace la obra artística. Hospital de día juega con este doble objetivo: el objetivo artístico y el objetivo terapéutico.

¿Cómo ves la cuestión de la salud mental en nuestro país? En la Argentina hay una fuerte impronta del psicoanálisis y eso juega un poco a favor de la sobremedicalización de la salud mental. También abre campos de interrogación y de investigación diversos a lo que son las ciencias duras.

«Yo siento que Hospital de día fue una película terapéutica en muchos sentidos, fue un modo de acercarme a la salud desde otro lugar, combinando estas inquietudes mías.»

Cómo se llama la obra?

Por Emiliano Flores

¿Por qué decís que es terapéutica?

nada descabelladas: un refresh estético mínimo y una renovación de parte de la plantilla, lo que incluía borrar a dos de los históricos de las transmisiones deportivas argentinas y algunos de los relatores más comprometidos en la defensa del gobierno. En líneas generales, de lo que se hablaba era de una despolitización. Y la propuesta cayó bien, por eso se trataba de una despolitización auspiciosa, ya que implicaba la conversión definitiva del FPT en un derecho que incluya oficialistas y opositores. Un fútbol para todos. Tercer acto. La llegada de Ideas al FPT era, como todo lo que hace Tinelli fuera de su Bolívar natal, un negocio. Un negocio millonario a costa de un derecho. Tal vez, las palabras de Hebe diciendo que el fútbol, en tanto derecho, no está para hacer negocios hayan sido acertadas. Seguramente, de no haber existido los Schoklender y funcionarios que como mínimo hicieron la vista gorda, hubiesen sonado más ciertas. Así dichas, fueron negocio para Tinelli. Pero como sea, al gobierno ese negocio millonario le resultaba

Entonces ahí me parece que hay un juego que es interesante y que sucede en la Argentina, a diferencia de otros lugares del mundo, en donde un físico decide sobre la salud mental de un paciente, la trabaja desde la biología, desde la física, desde ciencias duras se bajan los tratamientos para salud mental. También somos un país un poco de vanguardia en relación a los tratamientos. Si uno va a España, por ejemplo, es muy raro encontrar lo que es un hospital de día, talleres de arte. La nueva Ley de Salud Mental es vanguardista, es una ley muy positiva. Es una comunidad muy laboriosa, la nuestra. Formás

parte de Ñapango, una productora de contenidos cinematográficos y teatrales. ¿Qué nuevos proyectos tienen en mente?

Ahora estamos con dos proyectos. Uno tiene que ver con abordar la temática de Malvinas. Entonces tenemos una obra de teatro y una película, con la misma temática. La idea es salir este año con la obra de teatro y el próximo año con la película, como haciendo un bloque, dando nuestra opinión en relación con la guerra de Malvinas. Y después tenemos una comedia, con mucha acción, una especie de realismo mágico, que también nos va a llevar mucho tiempo de producción, porque es una comedia muy ambiciosa pero muy divertida.

¿A qué le decís Ni a Palos? A transar con cuestiones que ideológicamente no estoy de acuerdo×

dIARIO DE BICISENDA

medianamente rentable: incorporaba a su arco de alianzas una figura sumamente popular y, de paso, jerarquizaba la pantalla. No prosperó. Cómo se llama la obra. La movida de acercar al uno de Ideas al Fútbol para Todos fue, al menos, imprudente. Quienes descubren que es un hijo orgulloso de la cultura de los ‘90 o alguien que busca hacer negocios, difícilmente la pongan en el corto plazo y hasta podrían morir vírgenes. Tinelli

es eso y ese es su pacto con los televidentes. Pero fue imprudente porque no hay nadie en la televisión argentina que haya terminado tan bien parado después de reírse con -o de- un presidente. Nada hace pensar que la salida del FPT se convierta en una disputa en el largo plazo. Desde su cuenta de twitter @cuervotinelli escribió: Siamo fuori de la Copa jajaja. El tiempo dirá si esa fue su última risa o, si las risas, pueden ser para todos.×


año 4 | nº 253 | 16 de febrero de 2014

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Consumo personal

Asistimos, si es que puede asistirse a algo en este mes claramente expresivo que es diciembre (ese diciembre que se prolonga hasta el punto de sacrificar en su altar a nueve socorristas. Oh! perverso y expresivo diciembre). Asistimos, sepámoslo, a otro intento más de realización de un viejo sueño húmedo de la Argentina. El sueño de la sustitución de la esfera de la producción por parte de la esfera del consumo. En los capítulos anteriores vimos cómo el instrumento recuperado de la negociación paritaria dejó de servir para discutir ganancia para pasar a ser el autódromo de la carrera contra la inflación. Ahora podemos ver cómo la batalla final toma la forma de una litadelazarización total de la Argentina. Cada consumidor es un combatiente de la guerra contra los aumentos de precios. En la esfera del consumo todo precio es político. Responde a una voluntad. Ah, la clase consumidora. Qué clase, mi clase sin clase (como escribió en pleno auge simbólico de la crisis decembrista el inolvidable Nicolás Casullo). La Argentina consumidora contra los molinos de viento trasnacionales, multinacionales, imperiales o sencillamente cipayos que quieren decirle cuánto tiene que pagar: el dólar, la soja, la carne, la nafta. Es más fácil imaginar aquí y ahora una huelga de consumidores que una huelga de trabajadores. La burguesía nacional existe. Ya existe. Vaya si existe. Es la que es. Y está sentada a la orilla del río de soja esperando ver pasar el cadáver de su enemigo. El Estado. En el sueño se habla de todo menos del trabajo y la producción. Pero, al fin y al cabo, el trabajo está. Y por eso quizás habría que empezar por ahí. No por cuanto queremos gastar. Eso ya lo sabemos. Ya lo sabemos que acá nadie va a bancarse sesenta años de superexplotación laboral para que quizás, tal vez, por ahí, en el siglo XXII lleguemos a lo que llegó Corea, con ese sacrificio, en el siglo XXI.

La salidera Minino Garay

Este es un país en el que nos gusta comer asado. Asado. A los argentinos nos gusta emplear cuatro horas y quemar una gran cantidad de madera para embucharnos una de las mejores carnes del mundo. Quieren el lomo a ochenta pesos! le decía Kirchner a De Angelis. Y desde abajo se podría haber escuchado: lo queremos a lo que cueste! Queremos el lomo, no vamos a bajarnos del lomo. Ya sabemos cuanto queremos gastar: mucho. Acá los dólares no se van por sólo por la canaleta del lujo de las clases altas. Se van por las vacaciones a Brasil que quieren todos los que saben u oyeron que en las playas de Brasil no se le pega la arena a los churros y la cerveza se termina antes de calentarse. Se van por esa colita de cuadril al horno que estaba tan rica como hubiera estado en Berlín, pero sin dejar las divisas. Se va por esas zapatillas compradas en la oficina, minimizando la ventana cuando pasa el jefe para maximizarla cuando llega un compañero porque podemos-compartir-el-envío. Queremos ganar mucho para vivir mejor. El problema está en cómo vamos a hacer para ganarlo. Y yo no se escucha a nadie por ahí. A ninguno de los apólogos de la guerra de los precios hablar del viejo problema del valor. A nadie se escucha hablar de cómo vamos a hacer para ganar más. Y ya sabemos lo que pasa cuando al sueño del consumo lo despierta el monstruo de la producción. × (Publicado originalmente en w w w. p a n a m a r e v i s t a . w o r d -

DÁ!

manda tu gacetilla a salidera@niapalos.org

MÚSICA

Por Alejandro Sehtman

¡AGEN

Miércoles 19 - Café Vinilo - Gorriti 3780 - 21 hs Minino Garay es un músico ecléctico, que transita tanto el camino del jazz como la música latinoamericana, sin ningún tipo de prejuicios creativos. El artista cordobés presentará en Buenos Aires su último trabajo discográfico Asado, en el que participan artistas como León Gieco, el Chango Spasiuk, Kevin Johansen y Jairo. Asado explora una de las músicas emblemas de Córdoba: el cuarteto. Garay estará al frente de la batería, acompañado por Álvaro Torres en piano, Zurdo Castagni en guitarra, Martín Rodriguez en bajo, Mintcho Garrammone en guitarra bahiana, Gabriel Corto Juncos en flauta, Fernando Fiszbein en bandoneón y el enorme Facundo Guevara en percusión. Imperdible show de cuarteto-jazz-latin. Reservas a: reservas@cafevinilo.com.ar. $120.

Bolivia vuelve a Argentina para seguir llenando de vida los escenarios porteños. Miss Bolivia es el proyecto musical en donde Paz Ferreyra fusiona cumbia, dancehall, folclore, hip hop, electrónica y otros estilos que hacen de marco para una verborrágica provocación musical. Provoca para incluir, para tolerar y emanciparse. Arrancá el fin de semana bien arriba, con la energía contagiosa de nuestra Miss.

FIESTA Casa Tijuana Lunes 17 - El Emergente - Gallo 333 22 hs Casa Tijuana es una propuesta que engloba todo lo que no te imaginarías en un lunes: música latina, rondas de tequila, DJs y fiesta. La musicalización estará a cargo de Brujito de la Flor, DJ de la escena under. Los tequila están a cargo tuyo, siempre con responsabilidad, pero sobretodo con sal y limón. El Emergente es un lindo bar estilo PH en el corazón de Almagro, a dos cuadras del Abasto. Ideal para una salida de a dos. La entrada es gratuita.

TEATRO Fuerza Bruta - "Wayra Tour"

Las Pelotas Jueves 20 - La Trastienda - Balcarce 460 - 21 hs La mítica banda se presentará en La Trastienda en un show en el que recorrerán clásicos de toda su historia mezclados con temas de sus últimos trabajos en estudio. El grupo liderado por Germán Daffuncchio es uno de los dos conjuntos que nacieron de la separación de la legendaria Sumo de Luca Prodan, en lo que representó una bifurcación que tiene como otro camino a Divididos. Las Pelotas es una de esas bandas imprescindibles para sumergirse a fondo en el rock nacional, su historia y su vigencia.

Domingo 16 - Centro Cultural Recoleta - Junin 1930 - 20 hs Describir a Fuerza Bruta como una simple compañía teatral es quedarse cortos. Este es un grupo de artistas que han transgredido todos los límites teatrales, inclusive los de los escenarios, para innovar en una nueva forma de teatro y danza, que utiliza diversos elementos para ponernos patas arriba como espectadores. En esta oportunidad presentan el Wayra tour que estuvo recorriendo el mundo y hoy recala en Argentina para sorprendernos una vez más. La cita es hoy en el Centro Cultural Recoleta, a la nochecita, para ponerle la frutilla del postre al finde. $140 que lo valen.

ARTES VISUALES Igualdad Cultural - Exposición Martes a Domingo - Casa del Bicentenario - Riobamba 985 - 15 a 21 hs Esta exposición de Igualdad Cultural es la muestra de las 100 obras seleccionadas entre las más de 8 mil presentadas en todo el país. Un jurado compuesto por Andrés Duprat, Fernando Farina, María Isabel de Larrañaga, Alberto Petrina y Daniel Santoro, se ha tomado la titánica tarea de realizar esta selección nacional de obras de arte visual argentino. En el concurso participaron más de 3200 artistas contemporáneos de todo el país. La entrada, como siempre, es gratuita.

Miss Bolivia Viernes 21 - Club Cultural Matienzo Pringles 1249 - 22 hs En el marco de su gira latinoamericana denominada Miau Tour 2014 Miss

Staff Director Federico Scigliano Editor Diego Sanchez

Redactores Pablo Móbili Martín Rodríguez Emiliano Flores Franco Dorio Julián Eyzaguirre Romina Sánchez Diseño original Nizo Mauas

Arte Diego Paladino Fotografía Patrick Haar

Redacción: Amenabar 23 (C1426AYB) Ciudad Autónoma de Buenos Aires Contacto: contacto@niapalos.org Departamento comercial: Tel.: 4776-1779

Internos: 156 y 159 Venta de ejemplares atrasados: Azopardo 455. Tel.: 4342-8476 Impresión: Editorial AMFIN S.A. Paseo Colón 1196. Ciudad Autónoma de Buenos Aires

Distribución en Capital Federal y Gran Buenos Aires:New Site. Baigorri 103, CABA Distribución en el interior: Inter Rev S.R.L. Av. San Martín 3442. Caseros Pcia. de Buenos Aires


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