Suplemento Ni A Palos Numero 260

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A PALOS

La vida breve A 20 años de la muerte de Kurt Cobain, un recorrido por la vida del hombre que fundó una generación

SUPLEMENTO JOVEN Domingo 6 de abril de 2014 Buenos Aires, Argentina Año 4 Nº260

linchamientos Apuntes sobre violencia, sociedad y Estado

Seba De Caro

Cine, series y ansiedad

Además: Zambayonny, el hijo del Prode | Cómo ganarle el Mundial a Brasil | El eterno debate por la despenalización | Muerte y transfiguración del Colegio Guido Spano


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FUTBOL PARA EXTRATERRESTRES

A fuerza de fracasos Por Zambayonny Ilustración: Daniel Caporaletti En el invierno de 1973 mis viejos ganaron el Prode y con la plata que obtuvieron compraron algo muy específico que tiene directa relación con que yo esté escribiendo ahora mismo sobre fútbol. Siempre sobrevoló esa historia en la familia como algo más bien pintoresco que no se sabía si era cierta pero que yo solía contar como una curiosidad en cualquier conversación relacionada con la timba. Recién esta semana me propuse reconstruir parte de esa leyenda casera pese a que pasaron demasiados años y el tiempo se fue encargando de la tarea que mejor sabe hacer: confundir las cosas. Vayamos por partes dijo el reducidor. La tentación que sienten algunos por anticiparse a los acontecimientos es una condena insoportable para quién comparte la visión de un partido de fútbol con ellos y debe oírles sus continuas predicciones sobre lo que va a ocurrir en el encuentro: "En esta nos embocan, me la veo venir", "Van a cobrar un penal para ellos vas a ver", "Al 5 lo van a terminar echando, te lo digo yo", "Entra este pibe y hace el gol, lo sentí". Obviamente casi nunca aciertan porque el fútbol les toma el pelo a estas personas y entonces se ven obligados a mejorar, no tanto sus predicciones, sino el modo disimulado de expresarlas para que se conviertan en amplificados y vitoreados logros si se concretan o para que pasen olímpicamente desapercibidas si fallan. Sin embargo algunos relatores y comentaristas depuraron aún más esta técnica. Se trata de aquellos que buscan el reconocimiento que se les suele negar profesionalmente a través de la adivinación del nombre del jugador que va a patear el tiro libre o del que va a ser reemplazado. Por tal motivo disparan de manera disimulada premoniciones futbolísticas que se contradicen entre sí asegurándose de ese modo algún acierto que luego no subrayan demasiado, un poco para demostrar que están acostumbrados a acertar y otro poco para que no se revisen mucho sus otros dichos.

Por último, dentro de esta fauna de pitonisos sin carnet, me llena de ternura el que infatigablemente le expresa profecías a su mujer durante el partido pese a que ella no está mirando la pantalla, ni le gusta el fútbol, ni registra absolutamente nada de lo que él le diga. Hoy hay muchas maneras de sacarle rédito económico a las corazonadas futboleras, pero antes solamente existía el Prode. La semana pasada cuando le pedí a mi viejo por teléfono que me narrara cómo fue verdaderamente que ganaron el Prode, me comenzó a contar los detalles de aquella tarde en la que un equipo mendocino debía empatarle a Cipoletti para que alcancemos los puntos necesarios en la boleta. -No, viejo -lo interrumpí-, esa fue la segunda vez que ganaron el Prode. Yo quiero que me cuentes la primera... la de 1973. Y también si es cierto lo que se dice que compraron con lo que ganaron. Se quedó por unos segundos en silencio del otro lado de la línea y enseguida me explicó más o menos lo mismo que me había dicho mi vieja un par de horas antes. -Ah no, de esa vez no me acuerdo casi nada... Así es, mis viejos ganaron el Prode dos veces y siempre fuimos pobres.

Majulismo

WHISKYPEDIA

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El majulismo es un paradigma de la Comunicación Social que tiene como base aseverar hechos y análisis sobre la base de potenciales y argumentos de supuestos especialistas asesores de algún personaje trascendente. En círculos coloquiales el majulismo es definido como vender humo pero sin la viveza ni el carisma de Ricardo Caruso Lombardi, sino con el estilo de un Matías Alé. El origen del majulismo deviene del nombre del más ferviente practicante de esta corriente comunicacional: Luis Majul. Este entrevistador enrulado ha dado su nombre involuntariamente, ya que esto fue obra del senador Aníbal Fernández, quien esgrimió ante el propio Luis que lo que hacía el diputado Sergio Tomás Massa al realizar declaraciones sobre el anteproyecto para reformar el Código Penal era hablar sin saber definiendo esto, acto seguido, como majulismo.

Historia 1. Definición 2. Historia 3. Influencia

El majulismo, como se desprende del análisis del párrafo anterior, no se genera con Majul, sino que proviene de tiempos anteriores. Especialistas han hallado atisbos de majulismo en programas de Mauro Viale, por ejemplo. También en el ámbito deportivo-farandulesco se hallaron restos de majulismo, como en

De todos modos le pedí que hiciera un esfuerzo y que me mandara un texto con lo que se acordara de aquella primera vez. Lo hizo al día siguiente: "Al principio de los setenta todo el mundo jugaba al Prode, hacía poco que Manrique lo había impuesto y la mayoría buscábamos una fórmula que nos permitiera obtener la mayor cantidad de aciertos con el menor gasto posible. Parecíamos alquimistas en largas discusiones con los compañeros de la empresa tratando de descubrir el secreto, pero lo más que lográbamos, gracias a la revista Goles, era una conjunción de tres tarjetas con dos dobles, la más barata, que nos aseguraba dos puntos. Sin embargo no sabíamos en qué tarjeta se concretarían por lo tanto la tarea posterior era combinarlas con otras que tuvieran la misma técnica o más dobles o hasta triples, aunque para eso teníamos que reconciliarnos con empresas de la competencia porque la base ya no alcanzaba para semejante emprendimiento. Resultado final: los alquimistas estuvimos más cerca. Posteriormente, a fuerza de fracasos, sólo el paraguayo Negrete lo logró y se convirtió en el sueño americano criollo como Palito Ortega o Fangio. Entonces siguiendo su ejemplo volvimos a jugar una sola tarjeta por integrante de la familia como quien compra una billete de lotería sin muchas esperanzas hasta que un domingo cualquiera, después de palpitar los partidos por radio, nos dimos cuenta con incredulidad y asombro que habíamos alcanzado 12 puntos y eso tenía premio. Como hasta el día siguiente no se sabría cuántos ganadores había para cada puntaje se podía fantasear con un montón de posibilidades. Sin embargo el lunes se acabaron los sueños. Una gran cantidad de apostadores habían jugado exactamente lo mismo que nosotros haciendo que las ilusiones se esfumaran en un instante: la tarjeta con 12 aciertos pagaba, plata de hoy, unos $500. Ese martes fuimos con tu madre hasta la sede de la Lotería en la calle Santiago del Estero a cobrar lo poco que nos correspondía. Desde ahí caminamos algunas cuadras y con el dinero obtenido compramos el moisés para vos, que estabas a punto de nacer..."x

los shows de Alejandro Fantino, Mariana Fabbiani y Santiago del Moro. Sin embargo, lo que logró Majul fue darle un rostro a esa forma de hacer periodismo (por llamarlo de alguna manera). Expresiones y latiguillos como “no lo dijo yo, eh, lo dice un especialista” (del cual no sabe el nombre); “yo no sé de esto, pero es lo que se dice”; o el mirthalegrandismo “la gente por la calle me dice que…” han hecho del majulismo una práctica recurrente que excede a su máximo exponente.

Influencia El majulismo ha trascendido la escena de los programas desinformativos y de entretenimientos y ha ganado el espacio público. En ese sentido, se ha transformado en un elemento del discurso de algunos políticos. Cómo una extensión del homo videns de Giovanni Sartori, que postula la necesidad del hombre de exponerse a la imagen televisiva, el majulismo ha desarrollado gérmenes en la esfera política generando un “homo chácharis”. El término chácharis fue tomado de la célebre frase “basta de cháchara”, espetada por el entonces senador Vicente Leónidas Saadi al también por entonces canciller Dante Caputo en un debate televisivo sobre las medidas diplomáticas a seguir respecto del conflicto con Chile por el Canal del Beagle.

El homo chácharis tiene como referencia actual al citado Sergio Tomás Massa, pero también caracteriza a otros personajes políticos que no pueden mantener la boca cerrada ante la consulta de TN, como por ejemplo Fernando Ezequiel Solanas Pacheco, conocido en el ámbito progre como Pino; Carlos Melconián; Patricia Bullrich; entre otros. Cabe aclarar que se exceptúa al radicalismo, ya que sus referentes no suelen hablar sin saber, sino que hablan sin hacer. A pesar de haber dado sobradas muestras durante la campaña para las elecciones 2013 de hacer del majulismo extremo su discurso, Massa se ha transformado en el Majul de la política debido, tal como señaló el senador del bozo ultrapiloso Fernández, a sus dichos respecto del anteproyecto para la reforma del Código Penal, fundamentando su conocimiento en su recientemente obtenido título de abogado. Obviamente que para que haya un majulismo efectivo tiene que haber personas susceptibles de ser majulizadas, no solo desde lo meramente comunicacional, sino desde lo político. Y en la Argentina hay un espectro de la población que, mientras se queja de que sus impuestos se van por la canaleta de la Asignación Universal por Hijo, se relame y deshace en elogios respecto de países como Alemania o Suecia, sin percatarse de los impuestos que hay que pagar allí.


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ESTEREOTIPOS

Por Tomás Aguerre

encíclica papal “Evangeli Gaudium”. »»Antes no sabia que existían las encíclicas papales. »»Se compró la Rolling Stone con la tapa de Francisco. »»Piensa que Francisco va a decir “todo bien con el porro”. »»Ahora piensa que Flores es un barrio de culto. »»Entró a la Catedral, por la que paso mil veces y nunca se le ocurrió entrar. »»No quiere morirse sin conocer Roma. »»Cuando habla con su gente sobre la elección del Papa dice “siempre le tuve fe”. »»Piensa que cualquier mensaje del Papa está dirigido a la Argentina, »»Comenzó a ejercitar para peregrinar a Luján. »»Ahora se jacta con todos de sus “tres largos días como boy scout”. »»Obviamente lo sigue por Twitter. »»Buscó un rosario que le regalaron en la comunión y lo colgó en la cama. »»Con la excusa de la austeridad jamás gasta un peso. »»Usa camisa y pantalón de vestir siempre. »»Usa cremas anti-edad. »»Se la rebusca para nombrarlo en todas las charlas. »»Toma te. »»Cada vez que se despide dice “recen por mí”.

Gracias a Nicolás Moretti, Maria Noelia Bencivenga, Javier Argiz y Alejandra Masi por los aportes

Estereotipo que viene «El que organiza las despedidas de soltero» Si se te ocurre cómo describirlo, mandá tus ideas a contacto@niapalos.org o vía Twitter a @niapalos así lo publicamos. web

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Cómo ganarle el mundial a Brasil

Gente que mira fútbol

HOY: El fanático del Papa Francisco »»Intentó volver a misa. »»Duró 15 minutos. »»Le dice "la orga" a la Iglesia. »»Es el progre antiprogre. »»Escondió su ejemplar de El silencio de Verbitsky atrás de la biblioteca. »»Repuso una Biblia con hojas arrancadas para fumar, de sus épocas de pecador. »»Le dice Su Santidad. »»Cuando Benedicto declaraba en contra del matrimonio gay decía que era un facho. »»Cuando lo dice Francisco dice: "Y qué querés, tiene que laburar de Papa". »»Por supuesto ese argumento no califica, luego, para el resto de los presidentes del mundo, gremialistas u otros dirigentes. »»Muere por una foto en el corralito con Francisco. »»Tiene imanes con la foto de Francisco en la heladera. »»Es el que dice mucho la palabra "rosca" y "derpo". »»Ahora las mezcló con lo eclesial y dice "derpo papal" o "rosca vaticana". »»Se vio Los Borgias de un saque, su sentencia es que "alta rosca vaticana en la orga". »»Si es peronista dice: “metimos uno en el Vaticano, papá” »»Si no lo es dice: “de chicos todos nos mandamos cagadas” »»Se hizo socio de San Lorenzo. »»Esta convencido de que durante su papado San Lorenzo ganara la Libertadores. »»Se bajó por internet la

ruido de fondo |

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Difícil resumir de qué se trata un libro que contiene trece cuentos de distintos autores, todos ellos muy diferentes entre sí, aunque con una temática única: el fútbol. Con una particularidad: no es el clásico libro que corre en la tradición de literatura futbolera que viene de Soriano, Fontanarrosa, Dolina y Sacheri. Si están todos ellos dando vueltas en espíritu, en cuerpo hay un resultado diferente. Y es un resultado, arriesgo, conscientemente buscado y posible por una cuestión generacional. Es conscientemente buscado porque Cómo ganarle el Mundial a Brasil corre un riesgo necesario a la literatura: se hace cargo de su tiempo. Sus compiladores y autores, Lucio Ferreira y José Santamarina, asumen esa tradición existente, explicitándola para dejar en claro rupturas y continuidades: “Uf, cuentos de fútbol. Se me viene la voz de Alejandro Apo”, dice uno de ellos en el prólogo. Si el desafío, entonces, fuera resumir los trece cuentos en un “de qué se trata el libro”, apostaríamos por reducir a una frase injusta con algunos de los cuentos y justos con

el espíritu de la obra. Diríamos que se trata de un libro sobre gente que mira fútbol. Nada más y nada menos. Cómo ganarle… abre la puerta a una literatura sobre fútbol con historias de ahora, con gente mirando fútbol por la televisión, aún cuando sus cuentos no refieran todos a ese acto específico. Es un libro sobre las formas de consumir el fútbol, un libro que resuelve bien, pareja y sin refregártelo por la cara, esa tensión entre romanticismo y negocio. Sí, hay un negocio en el fútbol. Sí, hay romanticismo en el fútbol. Decíamos que era una apuesta que, se nota, es generacional. Sus autores comparten un mundo de sentido común -referencias al Fútbol Para Todos, a las redes, a Messi, nuestro tiempo contemporáneo- que forman, más que una dispersión de cuentos inconexos, un bloque de signficados sobre un acontecimiento que está por ocurrir: nada menos que el Mundial. Quienes, confundidos, busquen en el título alguna clave sobre cómo debilitar a la selección brasileña en el junio próximo, deberán recordar la frase de Homero sobre Cómo matar a un ruiseñor: “no me dio nin-

guna idea sobre cómo matar ruiseñores. Claro que me enseñó a no juzgar a un hombre por el color de piel, pero, ¿de qué me sirve eso?” Posiblemente Cómo ganarle el Mundial a Brasil no nos enseñe específicamente sobre qué banda recostar el ataque argentino, o las debilidades tácticas de Bosnia para el debut. Sí, en cambio, nos enseñe a juzgarnos a nosotros, los normales que la publicidad desconoce, los que no vamos a armar una carroza para tratar de llegar a Brasil, los que vamos a mandarnos mails para ver dónde lo vemos por la tele.×

falsa escuadra

Guido Spano, de poesía y lucha Por Romina Sánchez AunqueCorría el 31 de diciembre, su calor tan tropical, cuando los vecinos de Billinghurst 1355 notaron que el viejo edificio de la cuadra, ese del toldito azul de bienvenida, estaba siendo vaciado, camión de mudanza mediante, repleto: puro papel y banco de escuela. En el Guido Spano, histórico colegio de Palermo, fundado en 1922, se había cobrado la matrícula para el ciclo lectivo 2014 a gran parte del alumnado hasta casi fin de año. Si bien era un secreto a voces la desprolijidad administrativa de la empresa, toda una marca en la gestión de la institución, nada –¿o todo?– indicaba que las cosas cambiarían. Hasta que llegó el camión. “Yo me fui el ultimo día de clases con mis horarios para el 2015, pensando que en febrero volvería a tomar examen. Hasta que cerraron el colegio, estando en pie, y a la mayoría nos agarró de vacaciones”, cuenta Javier Lamónica, profesor de historia, presidente de la cooperativa que actualmente conduce el Nuevo Colegio Guido Spano, cuyo logo ya se acostumbró a sumar los pinitos típicos del cooperativismo. Javier estaba en Valeria del Mar con su familia y tuvo que volver casi de urgencia a enfrentar su futuro laboral y el porvenir educativo de casi 300 chicos. En esos

días, su nena aprendió a saludar a papá cuando salía en tele. “Mauricio Sánchez era uno de los dueños, quien además figuraba como representante legal del colegio. A fin de año cerraron la institución y despidieron a muchas personas, pero incumplieron con el pago de diciembre y las indemnizaciones”, relata María Fernanda Benítez, secretaria general del Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop). Y agrega: “No quedaba clara la relación entre el representante legal y el propietario del edificio. Las sospechas se orientan hacia la anuencia entre ambas partes, hacia un negocio fraudulento seguramente”. Es que, como suele suceder en estos casos, el fantasma del lucro inmobiliario asusta antes de aparecer. Y Marcial Costoya, profesor de historia y tutor, hoy secretario de la cooperativa, lo grafica: “Si el colegio deja cien mil y una torre un millón, es lógica la salida…para la mirada empresarial”. Fueron los vecinos, muchos padres y muchos alumnos del Guido Spano, los que impidieron el 31 de diciembre que el camión de mudanza se llevara documentación de la escuela, todo tras la orden de desalojo por un litigio entre dos sociedades anónimas que hizo que, finalmente, a fin de año, la empresa que alquilaba el inmueble comunicara

el cierre. La entonces abogada del Guido Spano, Andrea Cruz, fue quien dio la noticia el 2 de enero: "El edificio fue vendido hace cinco años"; también dijo que la sociedad anónima dueña del colegio siguió alquilando el inmueble hasta que venció el contrato. "No hubo otra alternativa, se buscó otro lugar en la zona y lamentablemente no se encontró uno para abrir el colegio en otro lugar", justificó en tal ocasión. Entonces, con el apoyo del barrio y de la comunidad educativa, en Billinghurt 1355 empezaron a coquetear con la idea de la cooperativa. A todo o nada. Y la concretaron. Una semana después, toda una proeza, el Guido Spano se constituyó en cooperativa. El 30 del mismo mes se firmó un contrato de locación por 6 años con los dueños del edificio, y el 14 de febrero la Justicia levantó la clausura y entregó las llaves del inmueble a la nueva conducción del colegio. En el medio, hubo reuniones, asambleas y mucho asesoramiento y capacitación en ese proceso de pasar de ser empleados a dueños de su propio destino. Ahora, a un mes del comienzo de clases en la nueva etapa, con más de 300 alumnos, se proyecta impregnar la pedagogía de principios cooperativistas: pasar de enseñar a acompañar a aprender. Y a aprender.×


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Atrápame si puedes

Nota

El 8 de abril de 1994, el líder de Nirvana, Kurt Cobain, fue hallado muerto en Seattle. Su suicidio tuvo un efecto paradójico: fue su forma de sacarse de encima el lastre de un mundo que halló en él una voz generacional, y al mismo tiempo lo consagró como el héroe post punk de una juventud caldeada en el desencanto, el consumismo, las imágenes de MTV y los balbuceos de un rock camino a su tercera edad. Ahora, en los mismos días en que la policía de Seattle reveló fotografías de la escena del suicidio, recordamos los 20 años sin Cobain con un paseo por su obra, su legado y su importancia para aquella juventud maravillosa criada bajo el soundtrack de la convertibilidad.

Por Estefanía Iñiguez Co-conductora de “Gordas Putas”, viernes de 17 a 19 por ciclopradio.com.ar Se cumplen 20 años de la muerte de Kurt Cobain. Justo cuando la policía de Seattle dio a conocer fotografías inéditas de la escena del suicidio, un nuevo aniversario nos viene a recordar que hace 20 años comenzó el principio del resto de nuestras vidas. Pero ¿qué nos dicen esas imágenes? ¿De qué están hablando? El líder de Nirvana puso punto final a su vida y, con ello, toda una generación tuvo que salir a enfrentar la realidad, o a huir de ella para siempre.

La banda de sonido de una generación Los años '90 fueron particularmente fructíferos para la apatía. Un joven transitando su adolescencia por aquellos años tenía la excusa perfecta para sentirse una mierda. Además del desgano propio de la edad y de lo difícil que ya de por sí significa entrar en la adultez, los '90 venían impresos con el slogan “No Future” tan propio de fines de milenio. Eso daba por resultado que a esa generación se la llamara “Generación X”, que era lo mismo que decir “ente”, “signo de pregunta” o “nada”. Entonces, ¿qué sentido tenía todo? Pero además estaba gestándose un tipo de sociedad que viviría todas sus emociones, sus dichas y sus

desencantos, a través de un novedoso y cada vez más pujante acceso al consumo. Claro que, como suele suceder, las mieles de ese acceso estaban destinadas a unos pocos. Si a principios de los '90 vivías en Aberdeen, una ciudad de apenas 16 mil habitantes en la costa Oeste de EE.UU., con una tasa de desempleo preocupante y cuya actividad principal era la industria maderera, probablemente tu futuro no gozaba de la mejor expectativa. A eso hay que sumarle haber nacido en el seno de lo que parecía una familia de lo más normal, ser el primogénito y recibir luego la bendición de una hermanita, transitar una infancia feliz llena de alegría hasta que el divorcio de tus padres convierte tu vida en un tormento. Así fueron para Kurt Cobain sus primeros años de vida, según la biografía Heavier than Heaven de Charles Cross, editada en 2001. En ese libro, Cross relata que tal vez la primera decisión consciente de Kurt fue elegir una guitarra en lugar de una bicicleta. Y, muy po-

siblemente, la segunda haya sido querer irse de la casa de su madre para vivir con su papá. A medida que Kurt iba creciendo, sin saberlo, estaba delineando el sentir de toda una generación. Ir en busca permanente del reconocimiento y del amor de sus padres fue el motor que siempre lo guió, y no conseguirlo o al menos no de la manera que él quería, le provocaba un resentimiento tan profundo que con esas dos herramientas forjó su carácter. Cada nueva desilusión lo llevaba a refugiarse en sí mismo, utilizando la música, el dibujo o la escritura como únicas vías de escape. El quiebre en la relación con sus padres lo terminó dejando sin techo, yirando en casas de parientes o amigos, que al ver que Kurt no cambiaba de actitud e incluso llegaba a tornarse hostil, lo terminaban echando. Esa es la historia del líder de una generación que sólo él podía representar tan cabalmente. ¿Cuál era el mensaje de las letras de Nirvana? ¿A quién le hablaba Kurt cuando decía “soy peor en lo

“En tres años Cobain se hizo famoso, adicto a la heroína, se casó con Courtney Love, tuvo una hija y se suicidó. Fue una vida que duró lo mismo que un fósforo tarda en apagarse, pero a la vez, ese fósforo ansioso por consumirse rápido sirvió para iluminar a toda una generación que también buscaba quemarse lo antes posible.”

que hago mejor, y por este don me siento bendecido”? Seguramente a él mismo. Pero también a miles de pibes que sentian como él, y que encima no tenían la oportunidad de hacerse famosos por eso.

Missing person La fama repentina que alcanzó Nirvana en todo el mundo con el lanzamiento de su segundo disco Nervermind (1991) no sólo los llevó de gira a lugares insólitos y frente a estadios repletos de gente (tocaron en Argentina en el '92), sino que también lo puso a Kurt a pensar acerca de si todo lo que siempre había soñado, ahora que lo había conseguido, no era más que basura. Ingresar en la industria de la música a tan gran escala puede confundir a cualquiera, sobre todo

a un chico que desde que nació estuvo queriendo llamar la atención para rechazarla luego. En el documental Las últimas 48 horas de Kurt Cobain, que se puede ver en YouTube, aparece el testimonio de Tracey, su novia de antes de saltar a la fama, que cuenta que en tres años -el mismo período de tiempo que ellos compartieron- él se hizo famoso, adicto a la heroína, se casó con Courtney Love, tuvo una hija y se suicidó. Fue una vida que duró lo mismo que un fósforo tarda en apagarse, pero a la vez, ese fósforo ansioso por consumirse rápido sirvió para iluminar a toda una generación que también buscaba quemarse lo antes posible. Los últimos días de Kurt Cobain están representados en clave ficcional en la película Last Days de Gus


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Van Sant que se estrenó en 2005. Si bien al día de hoy nadie pudo determinar con precisión la fecha exacta de su muerte, porque el cadáver de Kurt fue encontrado el 8 de abril de 1994 por un electricista que entró al domicilio del cantante en Seattle para hacer una instalación, se estima que el 5 de abril Kurt se pegó un tiro en la sien con una escopeta que había comprado días atrás, antes de internarse fugazmente en la clínica de rehabilitación Exodus, en California. Luego de escapar de esa clínica a fines de marzo, adonde ingresó sin estar muy convencido pero porque su esposa Courtney, los miembros de la banda y jefes de la discográfica le pusieron un ultimátum para que se desintoxique y así poder continuar con la gira, el paradero de Cobain fue reportado como desaparecido y hasta Love contrató a un detective para que lo encuentre. Es curioso que habiendo estado el detective en la misma casa donde lo hallaron sin vida días después, no lo haya visto. Pero eso no quiere decir que Kurt permane-

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ció escondido. Esos primeros días de abril estuvo deambulando por las calles de Seattle, hay testigos que dicen haberlo visto en un bar una madrugada, aunque tal vez su mente ya estuviera muy lejos de todo lo que lo rodeaba. También sigue siendo un misterio si el suicidio realmente existió o si alguien pagó para matarlo. La autopsia arrojó que en su cuerpo había una dosis de heroína tres veces superior que la que cualquier cuerpo humano podía aguantar, y por eso suena raro que él mismo haya apretado el gatillo, ya que no estaba ni por asomo consciente para poder hacerlo. Todas las sospechas enseguida recayeron sobre Courtney Love, la Yoko Ono de los Nirvana. Además se cree que la nota de despedida fue adulterada para que, justamente, sonara a una carta de suicidio. El 10 de abril de 1994 Courtney citó a los seguidores de Nirvana en un parque y leyó para todos esa última carta, convirtiéndose así en la portavoz, heredera y desdichada viuda del grunge.

Fotos encontradas Duff McKagan, ex bajista de Guns N' Roses y testigo ocasional de los últimos días con vida de Kurt, dice que no es de extrañar que una persona acostumbrada a no tener nada y que de repente se hizo millonaria con la música, continúe con ese estilo de vida despojado y caótico, porque es lo que conoce. Las fotos que recientemente salieron a la luz sobre la casa que compartían Courtney y Kurt y la escena donde encontraron el cadáver, muestran un nivel de descontrol tan auténtico y voraz que si hay algo que no se les puede achacar como representantes de un movimiento es que lo suyo haya sido nada más que una pose. En tiempos donde el rock parece estar completamente atrapado por esa maquinaria que termina escupiendo bandas como si salieran de una cinta de producción fordista, estas fotos hablan de que hubo una pieza de ese sistema que se salió de la matrix. A tal punto que el misterio que todavía rodea a su muerte 20 años después, parece pensado para que nunca puedan atraparlo.X

Un héroe te acompaña siempre Por Alfredo Jaramillo Poeta y cantante de Hijo de la Recesión No puedo recordar exactamente el momento en que me enteré de la muerte de Kurt Cobain, pero sí me acuerdo que fue un funeral masivo: las calles empezaron a poblarse de remeras con la cara del último santo en entrar al Club de los 27, acompañada por los años de nacimiento y muerte, “1967-1994”. Aparecía habitualmente en esa foto con pelo corto y ojos delineados, y a veces también de perfil, con pelo largo y el cardigan beige que usó en el Unplugged (todos quisimos tener un cardigan así en los años sucesivos). Creo que fue y será la única persona capaz de inspirar a que una remera se transforme en un obituario. Una de las que usaban esas remeras era una chica más grande que yo, descuidada y hermosa –de esas que en el secundario usaba las medias de lycra rotas y tenía las uñas descascaradas-; formaba parte del círculo de tiza teenager del pueblo en el que yo vivía entonces. Y me acuerdo que la mayoría de las veces que la vi estaba llorando, con el rimmel corrido y entregada a los brazos de chicos que parecían peligrosos, con su remera de Cobain. Su mala reputación estaba agravada por el hecho de que sus padres estaban separados. Para mí era un descubrimiento y no podía dejar de pensar en eso cada vez que la veía: ¿los padres se pueden separar? Deseaba entrar a su casa para ver cómo vivían con su mamá, si había un lavarropas oxidado adentro del living, esas cosas. Kurt redimió la abulia de nuestra generación. Le dio consuelo a las frustraciones de los hijos de familias disfuncionales, entregándoles belleza verdadera en un mundo artifical. Los noventa parecían una década tan brillante, con tantos bienes nuevos y cosas para comprar, hasta que murió Kurt.

Todos los que estaban quedándose afuera de la euforia generacional, los que no encajaban en ninguna parte, ahora tenían un Santo al que poder rezarle. Es loco, pienso ahora, que haya tantos mensajes cifrados en sus discos. Seis meses después de que en Argentina se sancionara la ley de Convertibilidad, Nirvana sacaba Nevermind. En la tapa un bebé perseguía un billete de un dólar; nuestros padres acá intentaban hacer lo mismo. La denuncia de Nirvana fue inútil, y el final fue amargo

para todos. No me gusta quedarme con esa imagen del Kurt abatido por la existencia disparándose un tiro en su casa de Seattle. Debe ser porque en la mayor parte de los videos que vi y en las entrevistas que daba siempre estaba haciendo chistes y chicaneando a todos. Como en esa tapa de Rolling Stone donde apareció con la remera “Las revistas corporativas todavía apestan”. ¿Quién estaba deprimido? Nosotros quizá sí, pero Kurt estaba dando una lucha. Estaba enojado y

quería pelear. Ahora disfruto mucho de ver las fotos de Kurt con su hijita, Frances Bean. “Porotito”, le puso de segundo nombre. Disfruto mucho esas fotos porque es el Kurt con el que más me identifico ahora, mientras acuno a mi propio hijo. Lo veo ahí sonriente, sabiendo que se va a pegar un tiro en un par de meses, y es inevitable sentirse un poco triste. Los estudiantes del Mayo Francés decían: “Paren el mundo, me quiero bajar”. Kurt no gastó saliva: se bajó directamente. X


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«No faltan películas, lo que falta es gente que sepa mirar. Y se va perdiendo esa capacidad porque cada vez hay más cosas dedicadas a estimular la ansiedad. La gente ve las películas para saber el final.»

Sebastián De Caro

«Me indigna mucho más la inteligencia chota que una competencia de baile» En algún pasaje de la charla, que con su verborragia y expresividad es prácticamente un monólogo, Sebastián De Caro confiesa "en un momento sos el grasa de los finos y el fino de los grasas, no sos nunca de ningún lugar". Es que el actual co-conductor de Gente Sexy (Rock & Pop), formó parte de Todos Contra Juan, "el programa más canchero de la televisión", según él, pero también fue panelista de Gran Hermano. Si bien vio más de 70 veces las películas de Star Wars, eso es apenas lo más superficial de la mente de un De Caro que, con diferencia de pocos meses, estrenó 20000 Besos, la película que dirige, y publicó Las Nuevas Aventuras de un Biólogo Recién Recibido, su primera novela. En su oficina, el autor de Mi Método habla de su paso por la televisión, su obra, los nerds en Argentina y expresa lo que sería casi un manifiesto sobre las series y cómo se ven las películas en el siglo XXI.

Por Patricio Cerminaro Ya pasaron varios meses desde el lanzamiento de 20000 besos, habiéndola visto en frío, ¿estás contento con el resultado final? Sí, es muy difícil que uno no esté contento con una película que hizo, yo creo que cualquier director del mundo aprendió algo con todas sus películas. Es como que un tipo diga que un hijo le salió feo, yo no conozco a nadie que haya dicho eso. Es una película que de alguna

manera tiene que ver con uno, ¿quién va a decir lo contrario?

¿Sentís que te representa? Sí, las películas siempre te representan, sino no las podés hacer. Si hiciste algo que no te representa en lo más mínimo, entonces no sé qué hiciste. Es como cuando te dicen "¿hay algo de vos en ese personaje?" y, sí, primero que nada tiene la cara, la altura, el cuerpo del que lo interpreta. No hay manera de que no haya nada, de alguna manera te representa, es una obviedad, tiene

que representarte.

En Mi Método hay muchas referencias a situaciones de películas que te han influenciado en tu vida. ¿Crees que faltan películas que inspiren a la vida real? No, creo que lo que pasa es que cada vez somos más pelotudos como espectadores. Hay un bombardeo bastante poco feliz de parte de los medios y la gente que recomienda cosas que hace que perdamos el paladar. Es como comer mierda todos los días, después no distinguís

lo que es un plato bueno de un plato malo. No faltan películas, lo que falta es gente que sepa mirar y se va perdiendo esa capacidad porque cada vez hay más cosas dedicadas a estimular la ansiedad. La gente ve las películas para saber el final. Es una pelotudez eso, es como empezar una conversación para terminarla. La película es una experiencia de tránsito y el final está enterrado al principio, como dice David Mamet. Cualquier tipo más o menos despierto se da cuenta el final de cualquier cosa ni bien em-

pieza. Breaking Bad se sabía cómo terminaba al final del primer capítulo: ¿lo agarran?, ¿no lo agarran?, ¿de qué se muere? ¿Me estás jodiendo? ¿Siete años voy a esperar para saber eso? No hay nada que cuente Breaking Bad que una película no pueda contar en una hora y media. Me podés decir que está bien hecha y es cierto, pero, ¿siete años para saber qué pasa? Andá a cagar. Aparte, terminó y a todos les chupa un huevo, ya hay 50 series más. Es descartable, una hamburguesa; la más rica del mundo, pero nunca más te haces un asado. Antes que ver Breaking Bad me veo Taxi Driver, dura una hora y media, la puedo ver 15 veces en mi vida y me deja algo, es una obra acabada y completa, no una especulación a través del tiempo para ver si matamos a un personaje o no. Estamos perdiendo mucho culturalmente, entonces la gente no sabe ver. Hay una estructura cocainómana dramática: cada 5 minutos una escena importante o una información que queda colgada. Te terminas desacostumbrando a algo distinto, te atrofia la capacidad de discernir. Entonces decís "Sí, esto es lo mejor", sí, es la mejor hamburguesa, pero no tiene el nivel de puesta de cámara de ninguna película de Sergio Leone, ni de Paul Thomas Anderson o de Scorsese. Es la mejor hamburguesa y si vos no te das cuenta de eso, cuando vienen y te hacen un plato elaborado ya perdiste la capacidad de entenderlo, ese es el problema que estamos teniendo. Más que películas, falta gente que sepa ver, cada vez se sabe menos ver. No hay relectura y eso implica que el libro ya lo tenés y no te lo pueden vender de nuevo. La relectura no es negocio para el sistema, el negocio es que vos vayas atrás de la zanahoria nueva. La onda ahora es House Of Cards, pero en siete años la gente se olvida. Ya se olvidaron de Breaking Bad. ¿Te la verías toda de nuevo?, ¿mirarías doscientos capítulos sabiendo el final, que se terminó en 40 minutos? Por eso a mí la única serie que me gusta es Girls, porque no toma al espectador como rehén, no está construida con intrigas y peripecias, es una serie corta, menos ansiosa.

¿Y por qué Girls no tiene la popularidad de Breaking Bad? Porque la grasa saturada tiene más popularidad que comer una ensala-


6 de abril de 2014 | año 4 | nº 260

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«No hay nada que cuente Breaking Bad que una película no pueda contar en una hora y media. Me podés decir que está bien hecha y es cierto, pero, ¿siete años para saber qué pasa? Andá a cagar. Aparte, terminó y a todos les chupa un huevo, ya hay 50 series más. Es descartable, una hamburguesa; la más rica del mundo, pero nunca más te haces un asado.»

da, está hecha para generarte adicción. Otra cosa más: la gente dice "la vi". Sí, pero de un torrent choto, con una calidad pixeladísima. La fotografía no importa, el sonido no importa, los subtítulos con delay tampoco. Importa verlo, saber qué pasa. Por eso Gravedad es una película importante, porque en el cine no se aprecia igual que en tu casa y un montón de tarados andan diciendo por ahí "che, que aburrida la película, pasa muy poco" y para mi es una de las pocas películas que plantean una experiencia que es intransmisible salvo que la veas como se debe ver. Ya no importa cómo se ven las cosas, importa verlas. Es lo mismo que cuando te preguntan "¿te la cogiste?", no importa si amás a la mina, si estás enamorado. Esto es un "¿te la cogiste?" y entonces estamos mal. Todo está reducido a un evento puntual y en este caso es "lo vi", no importa cómo. Somos espectadores muy boludos, hay una fábrica de hacer boludos en serie que terminan viendo la misma serie que ve Santo Biassati, una serie que no sectoriza, que no divide las

aguas. Un tipo sale con una mina y le dice "bajé el último capítulo de Dexter", no le dice "vamos al Malba a ver una de Cronenberg". Dexter lo ve Biassati, mi vieja, alguien que está leyendo esto. No nos divide, es para todos y lo que está hecho para todo el mundo la mayor cantidad de veces es una poronga. Es una necesidad de mercado, no artística, un productor piensa "que esta película sea para todos", un artista no.

Sin embargo, alguien que está leyendo esto, si tiene ciertos prejuicios, podría decir que te contradecís, ya que trabajaste en Gran Hermano

y mucha gente eso lo ve mal. ¿Vos tenías prejuicios cuando entraste al programa? Sí, claro que tenía que prejuicios. Igualmente, el que piensa que soy un boludo por haber entrado a Gran Hermano es un pelotudo. Pero me vengo con lo mismo, fue un gran filtro para pelotudos. Yo tengo en claro porqué lo hice y no fue por la guita, no era económicamente la gloria, para nada, era muy standard. Pero, tenía dos cosas buenas. La primera era poder dejar en evidencia a alguien peor que un adversario estético/ideológico. Era una especie de grupo de falsa salida que queda cerca de uno, mucho más prejuicioso, que cree que no se puede nombrar a Renoir estando en Gran Hermano. Entonces estaba bueno sacarse de encima a esos pelotudos haciendo algo que los despegue de uno. Es muy fácil decir "a mí lo que me enoja de la televisión argentina son los programas de chimentos". Yo estoy más enojado con los programas supuestamente inteligentes, porque los de chimentos a mí no me tocan. Mi adversario no es ese, sino la ilusión de movimiento, el cine aparente-

«Los vivillos de la radio, la televisión y la prensa me parece que instalan ideas mucho más dañinas que los que dicen "tal se puso de novio con tal", y hacer Gran Hermano era un poco quedar separado de ese grupo. Entonces fue divertido, uno de los trabajos donde mejor la pasé en mi vida.»

El año del caballo Por Emiliano Flores El 2 de enero a las 22 horas, cuando las predicciones del año de la serpiente del horóscopo chino comenzaban a dejar lugar a las del año del caballo, Canal 9 puso al aire el primer capítulo de la serie Pablo Escobar, el Patrón del Mal. En algún sentido fue una apuesta y salió bien porque el resultado superó sus expectativas. Desconozco cuánto fue su rating en los primeros capítulos, pero en poco tiempo, sucedió un fenómeno de características que no se registraban desde Montecristo, un amor y una venganza: la empatía de una tira televisiva con un fenómeno político que experimenta la época. En aquél momento, el de los nietos recuperados y los derechos humanos; aquí y ahora, el uso de drogas y el narcotráfico. En ambos casos hubo estímulos externos: en el primero, la decisión de lo más alto del poder político de hacer justicia con los crímenes cometidos por el Estado durante la dictadura, sumado a un movimiento que había

trabajado mucho para construir consenso en torno a los derechos humanos; en el otro, mucho menos épico, la balacera sufrida en el domicilio del gobernador Bonfatti y el asesinato de dos colombianos en la bicisenda de Palermo. Lo cierto es que a partir de todo esto, el debate sobre drogas y narcotráfico se convirtió en un tópico televisivo. Naturalmente, a medida que los televidentes se sintieron en la obligación de tomar una posición respecto al tema, el debate ganó masividad en detrimento del contenido. El desmembramiento que le propuso Intratables, programa en el que todos los panelistas desbarrancaron parejo -con la sorprendente excepción de Facundo Pastor, que aportó lo mínimo de cordura para no salir a comprar una escopeta-, volvió imposible la idea que el debate pueda ser reemprendido desde la dirigencia política. Mucho menos a partir de lo sucedido con la reforma del código penal. Sin embargo, el lunes pasado fue retomado por la propia presidenta. Lo hizo después de un acto en el que

mente intelectual, el escritor elitista y choto al que no lo lee nadie y cree que está tratando de verdades universales. Los que separan la cultura de la gente elevándola a una situación de aparente asepsia donde no puede llegar nada, eso es un adversario para mí. Me indigna mucho más la inteligencia chota que una competencia de baile. Los vivillos de la radio, la televisión y la prensa me parece que instalan ideas mucho más dañinas que los que dicen "tal se puso de novio con tal", y hacer Gran Hermano era un poco quedar separado de ese grupo. Entonces fue divertido, uno de los trabajos donde mejor la pasé en mi vida.

Había un contraste grande entre tus intervenciones y las de otros panelistas, ¿No era un poco chocante? Sí, pero, repito, para mi hay más contraste con gente con la que podría asociarme. Y hay otra realidad, yo hice el programa más canchero de la televisión, Todos Contra Juan. No lo veía nadie, maestro, y lo hicimos en Telefé. ¿Y cuando le das el programa canchero, lleno de referencias, dónde está toda la gente que quiere salvar a la Argentina? Hice el programa que yo vería, pusimos todas las referencias, una pelea de sables, no lo vio nadie. Gran Hermano lo veía el país, yo estuve en los dos programas. ¿Qué sirve más, meterse en GH y recitar el teorema de incompletitud de Gödel, como en alguna edición, o hacer Todos Contra Juan y que no lo ve nadie? No lo sé.

¿Por qué crees que en los últimos años se produjo una suerte de avanzada de los nerds? Yo no sé qué es un nerd en la Argentina hoy. No sé si es un tipo que le gusta Batman, uno que desarma computadoras con los ojos cerrados o si es un genio de la matemática. Es muy amplio. Yo lo que creo es que hay una especie de moda del consumo pop, pero es lo más frívolo en lo que uno se puede quedar. Nadie habla de Stevenson y La Isla del Tesoro o del Estudio en escarlata de Sherlock Holmes. Ahora jugas a la Play, te gusta El Imperio Contraataca y sos un nerd. A mí no me parece que Star Wars sea una gran película, ni mucho menos. Tiene varios agujeros, la vi de chico y me gusta, pero en mi casa prefiero ver 50 películas antes que verla de nuevo. Tal vez trasciende eso porque es lo más simpático y coloquial, tengo un afecto, el afecto que tiene uno por la nostalgia y lo que lo formó de chico, pero disfruto más con otras cosas. A veces algunas chicas me dicen “ay, me vas a matar, no vi La guerra de las galaxias”, no, la verdad que no, lejos de matarte estoy. Entiendo el folklore, pero no le voy a vender a nadie que Star Wars es la maravilla aristotélica por excelencia. Me parece una película totalmente anticinematográfica en más de un sentido. Por supuesto que es divertida, entretenida y tiene cosas bien hechas, pero dejémonos de joder con las grandes obras maestras del cine.

¿A qué le decís ni a palos? Ehhhhh… A la coliflor, ponele. X

dIARIO DE BICISENDA anunció la construcción de Centros Preventivos Locales de las Adicciones en todo el país. Esta iniciativa viene en línea con otras medidas recientes, como quitarle a la Sedronar la función de combate al narcotráfico para que se enfoque en el desarrollo de políticas para los usuarios de drogas, o la implementación de un protocolo para los agentes de las fuerzas de seguridad federales, que frente a un caso de alteración psíquica o intoxicación, deben dar intervención a personal de salud sin apelar a detenciones forzadas. Sumadas, constituyen un paso adelante en la comprensión del consumo como una cuestión de salud y no de seguridad. Lo cierto es que, lamentablemente, la mayoría de las iniciativas que marchan en esa dirección quedan en la nada en la medida que sigue vigente la ley que persigue a los consumidores. Según estadísticas de la Procunar (Procuraduría de Narcocriminalidad), de 24.599 investigaciones abiertas por año por infracción a la ley de drogas, 9414 son por consumo personal.

Equivale al 38% de las causas y, para dimensionar a cuántos le puede cagar la vida, supera a un usuario detenido por hora. Nunca está de más recordarlo, el principal problema de salud y seguridad que enfrentan los usuarios de drogas es la policía. Ahora bien, nada hacía suponer que este podía ser el año para discutir la despenalización del consumo. Pero el lunes pasado, en el patio de la Rosada, Cristina dejó entrever las próximas intenciones: "hoy se está discutiendo en el mundo cómo abor-

darlo de una forma distinta y yo creo que nosotros también tenemos que discutirlo”, dijo escoltada por jóvenes representantes del oficialismo y de otros sectores políticos. El tiempo dirá si es posible avanzar en el sentido que lo hizo Uruguay. Mientras tanto, el año del caballo de madera, ese que recuerda al que usaron los griegos para meterse en la fortaleza de Troya, comienza como anunciaban las predicciones: al galope y con un cura y un milico defendiendo la discusión que brindó el país vecino. .×


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El Estado es el otro Por Martín Rodríguez Hay Moncloa. Todos piden más Estado: los que piden seguridad, los que piden trabajo en blanco, los que piden más impuestos, los que piden menos impuestos, los que piden dólares, los que piden 82 % móvil, y así. Dicen Estado pero dicen muchas cosas a la vez. O como el círculo de fuego del viejo 8N: piden que venga el Estado para sacarles el Estado de encima. Porque nadie, a su modo, pide “menos Estado”. Hablemos de los linchamientos. Hay dos discursos: 1) ese momento ideal para el buen samaritano: mira a una parte de la sociedad como un conjunto de pequeños Ku Klux Klanes. Gente blanca sobre un “negro”. Todo simplificado hasta el punto de sólo estar cómodo con el culo en los prejuicios (mientras los hechos de estos días dan cuenta de algo más enmarañado); 2) ese discurso culposo de no cargarle nunca la cuenta a nadie, así como habló Massa: hay linchamiento porque hay Estado ausente. O sea: pedir siempre más Estado, nunca pedir “más Sociedad”. Cristina respondió, pero subrayó esa línea al decir, junto al cura del SEDRONAR: acá estamos, incluiremos. En ambos discursos el Estado siempre es el otro, eso otro que en su ausencia es capaz de exculparnos de cualquier acto, porque, en definitiva, así parece, todo es acción sobre “el terreno vacío del Estado”, y el acto social sólo contiene la ausencia estatal. Para Massa el Estado podría ser a través de las cámaras un gran ojo que nos ve. Para Cristina a través de las políticas públicas un abrazo franciscano que no nos deja solos. Y esos dos ideales nos subrayan otro ideal imposible: que un individuo pueda “ser” el Estado democrático cuando ocurre un delito. ¿O no es eso una sociedad civil, en parte? Pedir Estado parece declarar la inocencia social. O sea, ¿la sociedad tiene valores que sólo el Estado garantiza? ¿Pero en cada ausencia del Estado no hay una ausencia de la sociedad? Los vecinos/testigos de un robo también pueden actuar como la “civilización que falta” frente al hurto, y no como la barbarie que late bajo el piso civil. Decir eso no es progresismo, entendido para la chacota. Decir eso es tratar de poner un grado cero, un punto de partida.

El Estado es una campera: de un lado corderito, del otro lado piel de lobo. El debate político parece ser entre darla vuelta para uno u otro lado. Mientras, esa sobredimensión del Estado hace a una ciudadanía débil: no esperar nada de nadie, total, el brazo que no doy, lo tiene que dar el Estado. Es una sobredimensión que nace de las mismas fuerzas políticas que sobre-ofertan las capacidades estatales. Por cada “más Estado” un “más Sociedad” también. Y yo haría una remera como las de la ecología (save the wales) pero al revés: No salvemos a la sociedad. Nueva ecología para un mundo mejor. Massa acentúa su reclamo de “mano dura”, como si dijera: es mano dura estatal o es mano dura social. Ustedes elijan. Pretendiendo subrayar en el linchamiento la prolongación del “hombre común”, como el protagonista de Un día de furia, que aguanta y aguanta hasta que no, y ese día tiene su bate de beisbol en la mano. El hombre es el lobo del Estado. Cualquier discurso de mano dura desprende la convicción de que “la gente es violenta”. Dijo estos días el sociólogo Gabriel Kessler: “no es normal pegarle entre muchos a uno”. Y decir esto no es negar el derecho a defenderse. En las redes sociales hay un tic anti progresista: oponer “la calle”, cierto realismo sucio, a la oración bien pensante. Pero: no son “normales” los que entre muchos le pegan a uno. Mientras escribo, leo que ya surgió un colectivo de abogados garantistas anti-linchamiento. Velocidad de cualquier business simbólico. Los progresistas lo sabemos: juntarnos es al pedo. Infiltrados, mejor. La transformación progresista esconde una cartilla de cambios a espaldas de la sociedad. Porque el buen izquierdista nunca plebiscita todas sus ideas. Los argentinos somos 40 millones de de todo un poco. Y con miles de hijos de puta también. Un viejo amigo me lo grabó en el bocho: la clase política está a la izquierda de la sociedad. Lo creo (con las excepciones que vengan al caso), y prefiero mil veces a la clase política que al periodismo. Empecemos de nuevo. Vida de David Moreyra: joven argentino en el “país de la inclusión”, roba, huye, lo pescan; la turba lo mata; la familia dona sus órganos. x

¡AGEN

La salidera

DÁ!

manda tu gacetilla a salidera@niapalos.org

DOMINGO 6 Guns N' Roses Estadio Ferrocarril Oeste – Av. Avellaneda 1240 – 21 hs. Tenés más de 30. Tu primer cd fue Use your Illusion. Compraste a cinco pesos The Spaghetti Incident? en un Musimundo de Flores. Te sabés el paso de “Sweet child o mine”, como el goma de Peter. Viste trescientas veces Terminator 2. Usaste pantalones de cuero que te hacían parecer Pocho La Pantera tras una transfusión de sangre. Bueno, claramente esta es una fecha para vos. Los Guns vuelven a la Argentina y aunque no es ni por asomo la banda completa, al menos sigue ahí el viejo y querido y más que nada viejo Axl Rose, una leyenda viva que viene a exigirse la voz a este país donde reventó todo allá por los tempranos noventa. Las entradas por TuEntrada.com

a 20hs Según estudios de la Universidad de Niapalooza en Masachusset, una de las fuentes más importantes de conocimiento del mundo moderno son las figuritas coleccionables. Sí, doña. Las figuritas con las cuales su hijo jugaba a la tapadita, la volteada y todo tipo nombres ridículos y sugestivos. Bueno, si usted es un nostálgico y sabe que todos sus álbumes terminaron en la hoguera junto a sus disfraces de titanes en el ring, durante todo abril va a poder visitar la muestra de figuritas argentinas que reúne calcos increíbles. Otra cosa gratis y entretenida que le ofrece La Salidera de Ni a Palos.

MIERCOLES 9 Club del Lobo con Damas Gratis Niceto Club - Niceto Vega 5510 21hs Ya ahorraste bastante lunes y martes, ahora jugate un poquito. Además, cómo no jugarse si toca Damas Gratis en Niceto. Con 60 pesos entras, con 100 la pasas bien, con 150 pe sos vos. Date un gustito que te está yendo bien y salí con los pibes que hay mucho por lo cual festejar. Ah, acordare que después hay fiesta.

LUNES 7 Evita inédita. Fotografías (1946-1952) Biblioteca Nacional - Agüero 2502 10 a 18hs Empieza la semana y lo último que querés hacer es moverte. Sin embargo, querido lector, la Biblioteca Nacional te ofrece una muestra inédita de 17 fotos de nuestra querida Evita. Sea del palo o no seguramente usted es bien chusma y le interesan los retratos de la gente importante. Es por eso que gratarola usted puede pasar un gran lunes y cambiar el inicio de su semana. Volvió y además de ser millones, es fotones.

MARTES 8 Figuritas argentinas 1920-1990 Palais de Glace - Posadas 1725 - 12

Staff Director Federico Scigliano Editor Diego Sanchez

Redactores Pablo Móbili Martín Rodríguez Emiliano Flores Franco Dorio Julián Eyzaguirre Romina Sánchez Diseño original Nizo Mauas

es hasta el lunes de la semana que viene, mejor. Gran bailongo tendremos este jueves cuando se presente Chico Trujillo y las Kumbia Queers en el famoso boliche de Palermo. Anote. No es la misma movida que Pablito Lescano y su organo, Chico Trujillo proveniente de Chile fusiona cumbia, bolero, ska, reggae y rock mientras que las muchachas de Kumbia Queers mezclan Punk, pop y claro, CUMBIA. Super recomendable. 100 pe en la tapuer. Nos vemos ahí.

VIERNES 11 La Vela Puerca en Buenos Aires Mandarine Park - Acceso Punta Carrasco - Desde las 17hs Supongamos que no fuiste a ninguno de los eventos antes mencionados porque estabas muy ocupado tratando de liberar la patria. Bueno, es viernes, podes descansar un poquito sin dormirte en los laureles. La Vela vuelve y nosotros ya los conocemos hace rato. Sabemos que hacen un gran show, que suenan muy bien y que sus recitales siempre son una fiesta. Otra vez te tenés que poner y esta vez vamos a coincidir con ustedes con que es un poco excesivo. 200 pesos la entrada. Vo fijate.

JUEVES 10 Y VIERNES 11 Chico Trujillo + Kumbia Queers Niceto Club - Niceto Vega 5510 20hs ¿Cuantas veces repetiste el lugar de reviente dos días seguidos? Ésta es una gran ocasión, doña. Vamos a seguir escuchando cumbia y si

Arte Diego Paladino Fotografía Patrick Haar

Redacción: Amenabar 23 (C1426AYB) Ciudad Autónoma de Buenos Aires Contacto: contacto@niapalos.org Departamento comercial: Tel.: 4776-1779

Internos: 156 y 159 Venta de ejemplares atrasados: Azopardo 455. Tel.: 4342-8476 Impresión: Editorial AMFIN S.A. Paseo Colón 1196. Ciudad Autónoma de Buenos Aires

Distribución en Capital Federal y Gran Buenos Aires:New Site. Baigorri 103, CABA Distribución en el interior: Inter Rev S.R.L. Av. San Martín 3442. Caseros Pcia. de Buenos Aires


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