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A PALOS SUPLEMENTO JOVEN Domingo 31 agosto de 2014 Buenos Aires, Argentina Año 5 Nº281

Además: Zambayonny y la alegría de los derrotados | The Plasticos: rock británico made in La Plata | 2015, voces y votos | Los poetas visitan a Andrea del Sarto, de Juana Bignozzi | Estereotipos | Whiskypedia | Agenda de la semana


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FUTBOL PARA EXTRATERRESTRES

Perder es otra cosa Por Zambayonny Ilustración: Daniel Caporaletti Parecían idiotas festejando. Llenaban la plaza, se trepaban a los árboles, llevaban a sus hijos felices sobre los hombros para que vieran el espectáculo, agitaban banderas, se rompían la garganta cantando, rojos de alegría, bailando, borrachos, revoleando las camisetas y pegándole al bombo. Daba muchísima bronca porque habían perdido. Las celebraciones de los ganadores quedaban eclipsadas por el desconcierto que provocaba ver festejar a los derrotados con semejante júbilo y además porque en algún punto de su corazón tenían la duda sobre cuál de las dos fiestas era más legítima. Esta historia tiene su origen hace varios años en un pueblo del interior del país donde convivían dos equipos tradicionales: uno rico y otro pobre. El rico contaba entre sus seguidores con los habitantes más pudientes del pueblo y el pobre con los más postergados. Como es natural en cualquier juego donde el dinero influye directamente sobre sus consecuencias, el plantel del club acaudalado poseía jugadores probadamente rendidores y jóvenes promesas que provenían de otras ciudades atraídos por sueldos que no lograrían cobrar en casi ninguna otra liga del interior. Además, para interesar al público, siempre contrataban a algún futbolista de elite ya casi retirado que todavía lograba marcar diferencias en este tipo de campeonatos. El resultado del torneo era universal: siempre ganaban los ricos. Los clásicos eran tan desiguales que los árbitros en lugar de adicionar minutos cortaban antes los partidos. Los demás clubes de la región aceptaban con resignación jugar por el segundo puesto cada torneo. La postal tradicional del pueblo a fin año consistía en pinos enormes con luces navideñas en los jardines de las casas de los ciudadanos más poderosos embanderados con los colores del campeón celebrando un nuevo título que a veces ganaban por muchos puntos de ventaja y otras por muchísimos. Solamente en tres oportunidades el certamen fue conquistado por el club humilde. Las dos primeras sucedieron a principio de siglo cuando el pueblo recién había sido fundado y a los acaudalados les interesaba más apropiarse de los mejores terrenos que el campeonato de fútbol amateur que disputaban los obreros del ferrocarril. La tercera y última vez ocurrió en los años 40 cuando el mejor jugador del pueblo se enamoró de la hija del presidente del equipo pobre y con tal de conquistarla se puso los colores del habitual perdedor y lo sacó campeón de punta a punta aunque no logró el amor de la muchacha, por lo tanto al año siguiente retornó al equipo acomodado y ganó más cam-

peonatos que alegrías. Murió en soledad rodeado de trofeos. Los niños que nacían en el pueblo comprensiblemente optaban por hacerse hinchas del habitual campeón rompiendo, si es que existía, con alguna tradición familiar de simpatizar por el más débil. Cada año una hinchada crecía y la otra se reducía. Durante los años 90 fue la peor etapa para el club que sufrió una crisis institucional sin precedentes que lo dejó casi destruido, al borde de la desaparición y abandonado bajo el remolino de tierra seca que se alzaba sobre su campo de juego desamparado por la pequeña tribuna despintada por el paso de la miseria. En ese período costaba juntar 11 y en más de una oportunidad se jugó con alguno menos. Fue en ese mismo tiempo que quedó viudo Don Virgilio, uno de los personajes más queridos del pueblo, un viejo poeta al que además de sus emotivos textos en rima perfecta se lo reconocía por ser el último hincha vivo de aquel memorable campeonato logrado en el 45. Ya jubilado y profundamente triste por la muerte de su esposa decidió dedicar los últimos años de su vida al club. Se postuló en las elecciones contra nadie y ganó por unanimidad. Ese domingo a la noche juntó en su casa a los jugadores, a sus familiares y a los pocos socios que quedaban para celebrar el triunfo y para contarles una idea loca que se le había ocurrido mientras cerraba el cajón de su esposa y necesitaba sacar su cabeza de ahí.

Neosofismo lanatiano

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El neosofismo lanatiano es una corriente filosófica que oscila en función de los intereses del empresario y showman Jorge Lanata y que se circunscribe a la expresión “el medio (de comunicación) justifica el fin (del gobierno)”. Este paradigma encuentra su basamento en las prácticas de los sofistas de la etapa socrática en la antigua Grecia. Los sofistas eran “mercaderes del saber” que ofrecían sus conocimientos y discursos al mejor postor.

1. Definición

PPT (Platón Para Todos)

2. PPT (Platón Para Todos)

Platón se refirió en sus diálogos a los sofistas criticándolos con dureza y achacándoles prácticas poco decorosas. En el Protágoras, deja constancia de la manera cómo Sócrates aconseja a un amigo diciéndole: “Vas a poner tu alma en manos de un sofista, y apostaré

3. Postulados

Jugar bien y festejar igual. No había nada que perder porque siempre perdían, así que aceptaron de inmediato. Desde ese día el equipo pobre del pueblo empezó a disputar los partidos sin buscar ganar sino proponiéndose jugar lindo y divertirse más allá del resultado. Tiraban constantemente tacos, sombreros, caños, chilenas, rabonas, gambeteaban siempre, probaban disparos al arco tan absurdos como pretenciosos, nunca optaban por el pelotazo, no iban al piso, el arquero improvisaba piruetas, jamás golpeaban al rival, entraban a la cancha cantando y no dejaban de sonreír en ningún momento. Perdían como siempre. Sin embargo el espectáculo que brindaban era tan maravilloso y absurdo que a las pocas semanas los hinchas comenzaron a acercarse a la cancha para observar a este equipo inconcebible que sin pretensiones jugaba a otra cosa. Fecha tras fecha eran cada vez y hasta los sponsors empezaron a mirar con buenos ojos auspiciar su camiseta. El fútbol espectáculo versus el fútbol resultadista se convirtió en un debate más cercano a la poesía que a la razón. Al final de cada encuentro los jugadores se abrazaban entre sí y luego saltaban el alambrado para continuar celebrando con sus enfervorizados simpatizantes ante el estupor de los ganadores. Al final del campeonato copaban la plaza. No había como vencerlos.x

a que no sabes lo qué es un sofista”. Dicen testigos de la época que en ese preciso momento Sócrates tomó el control remoto, puso Periodismo para Todos y agregó: “¿No adviertes, Hipócrates, que el sofista es un mercader de todas las cosas de que se alimenta el alma?”. Tras ello cambió de canal y se puso a ver como preparaban el gyros en Masterchef. Platón le reprocharía a los sofistas el hecho de que sólo difunden mensajes para alcanzar un fin, sin reparar en las exigencias de la moral. Los acusa de ofrecer, según conveniencia, el triunfo para el razonamiento débil, que es Clarín, por sobre el más fuerte, de hacer prevalecer la apariencia por sobre la realidad, de no hiperrecontrachequear las investigaciones periodísticas, y, finalmente, de pagar a los trabajadores de Data54 y Crítica con cheques sin fondos.

Postulados El sofismo tuvo su apogeo en el siglo V, el siglo de oro de la democracia de la polis ate-

niense, conocido también como “la centuria ganada”. Las clases altas que veían socavado su poder frente a este avance democrático, comenzaron a hacer suyas las diatribas de los sofistas entre los que se destacaban Gorgias de Leontini, Trasímaco de Calcedonia, Protágoras de Abdera, entre otros. Estos sofistas formularon postulados que se caracterizaban por los siguientes factores: un convencionalismo y relativismo jurídico por el cual las leyes pueden cambiar mandándole un e-mail al juez Ariel Lijo o al fiscal José María Campagnoli; un oportunismo político, ya que lo que importa no es tanto la verdad como ser persuasivos y elocuentes interviniendo a favor no de las causas más nobles, sino de las más oportunas; un utilitarismo, ya que el discurso tiene como meta conseguir los fines de quien lo utiliza; y por último, cierta frivolidad, porque al desprestigiarse el contenido del discurso se le da cada vez más importancia a la forma, a los adornos, los detalles, la retórica, a decir “boludo” y hacer fuck you.


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ESTEREOTIPOS HOY: El kirchnerista que dice “Berni es mi límite” » »Le dice “Sargento Berni”. » »Fue bonassista. » »Vive en edificio y sobre avenida.

no hay inseguridad”. » »Dice mucho: “En Cuba...” y agrega alguna bondad social (?). » »Es víctorhuguista fracción roja.

» »Tiene buena onda con el portero, uno de los » »Te milita Facebook a pocos con el que pue- lo loco. de hablar de política » »Hace dos semanas en el barrio. que no para de postear a favor de Floren» »Sigue escuchando a cia de la V. Jairo. » »Va los viernes a tomar vino a Los Chisperos. » »Le gusta mucho Gabriela Cerruti. » »Militó diez días en el Partido Solidario de Heller. » »No le gustan los estereotipos de Ni a Palos. » »También cree que Scioli es su límite. » »Se compró el libro de Dante Palma. » »Se compra cualquier libro que recomienda Osvaldo Quiroga. » »Votó a Pino en 2009. » »Militó en Palermo K.

» »No te clava menos de 10 horitas de dorapa en cada Fiesta Patria Popular. » »Aplaude todo. » »Votó a favor de la revocatoria a Macri. » »Banca mucho las jornadas solidarias de Metro. » »Se mandó hacer una remera de Cris Pasión y sólo le duró un lavado.

» »Piensa que no hay que contabilizar la copa de '78. » »Le simpatizan los curas villeros.

Estereotipo que viene «El varón adulto fanático de Casa Chaucha» Si se te ocurre cómo describirlo, mandá tus ideas a contacto@niapalos.org o vía Twitter a @niapalos así lo publicamos. web

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La construcción (Momofuku), de Carlos Godoy

Las manchas del Atlántico Sur Por Nicolás Mavrakis Como escritor, crítico e incluso como interlocutor, Carlos Godoy (Córdoba, 1983) tiene la capacidad de casi nunca permitirse frases, lecturas u opiniones pueriles. Eso presupone que, por un lado, Godoy suele pensar muy bien antes de escribir, leer o decir algo y, por otro, que Godoy no cree que del otro lado, leyendo o escuchando, haya alguien dispuesto a conformarse con puerilidades. Entre tantas sensibilidades y literaturas facebookeras, no es poco. La construcción (Momofuku, 2014) es otra batalla de Godoy contra lo pueril. Desde ahí, de hecho, se puede leer la relación genealógica con los cuentos de Can Solar (2012) y los poemas de Escolástica Peronista Ilustrada (2007). Ubicada en las Islas Malvinas -aunque se las nombre una y otra vez como “las manchas”, en referencia a las reminiscencias de la imagen más famosa del Test de Rorschach-, construida como un documento tríptico y antropológico sobre la sociedad y el estado que intentan habitarlas -entre la segregación geográfica que impone el archipiélago y los rigores de la

naturaleza y su sistema de clases-, la novela repta sobre cada frase y cada palabra hasta transformar sus escenas y personajes en el sustrato mítico de una cultura. En ese sentido, las palabras de Horacio González sobre Escolástica... suenan alrededor de La construcción: “Si la realidad no es dadivosa, ahí está el plano mito-poético para conciliarlo todo con la construcción de un absurdo lírico que alegra el espíritu con el recuerdo infantil de una armonía”. La diferencia es que entre los geólogos que habitan estas islas y tratan de darles sentido no hay “recuerdos infantiles” ni “alegría del espíritu”. Sí hay un eco de beligerancia, más bien plomizo, nunca formalizado en una guerra, pero omnipresente. “Se puede decir que en esa destrucción encontramos cosas que nos estimulan. La pregunta es si la destrucción es algo en sí mismo estimulante o si lo estimulante no es ser esa cosa destruida”, anota en su diario el explorador de estas islas donde el chino Chen Chin Wen enseña a sus alumnos el desapego y un aristócrata colecciona monos que se mueren de frío. A pesar del esfuerzo por completar la taxono-

mía de todo lo existente, sin embargo, “las personas que vienen de afuera por negocios, visitas, investigaciones, vuelven a sus tierras sin saber qué son las manchas; pensando que son algo que está depositado en sus mentes, algo parecido a la memoria”. Con su mezcla de documento histórico y bitácora, La construcción es también una convocatoria a imaginar los modos en que lo espacial y lo humano tienen posibilidades de arraigarse mutuamente. Después de su propia historia y de las que imaginaron Fogwill o Carlos Gamerro, ¿son hoy las Malvinas algo más que una derrota militar y un reclamo poscolonial? En tal caso, y teniendo en mente que “las manchas no son memoria, las manchas son silencio, un oscuro río que no permite ver el fondo”, la pregunta nada pueril es: ¿qué son, qué pueden ser (y para quiénes) las islas del Atlántico Sur?×

Los poetas visitan a Andrea del Sarto (Adriana Hidalgo), de Juana Bignozzi

Exposiciones de un cuadro

» »Ve un Falcon y piensa en la dictadura.

» »Tiene un hijo de 20 » »Tiene un amigo trosque está empezando ko. a ir a las reuniones de » »Se interesó en el coola UMI. perativismo. » »Se fue de vacaciones » »Estuvo muy en contra a Cuba. del enrejado del Par» »Dice mucho: “En Cuba que Centenario.

twitter

ruido de fondo |

Por Sebastián Morfes Hace más de 10 años Juana Bignozzi publicaba Quién hubiera sido pintada, un libro donde reunía poemas sobre pintura. De esa época quedaba pendiente otro que la poeta en sucesivas entrevistas prometió publicar y que sus lectores esperaron hasta ahora que Adriana Hidalgo lista Los poetas visitan a Andrea Del Sarto entre sus novedades. Presentado por un collage simétrico de recortes de imágenes del pintor del quatrocento en portada y una contratapa del poeta Martín Gambarotta, se advierte que estos poemas tienen “lo único que se le debe exigir a una serie de poemas sin incluir los galardones del autor: algo nuevo”. La obra de Bignozzi se fue construyendo y ampliando desde Mujer de cierto orden (1967) leído hoy libro fundamental de la poesía del 60 en el que ya se registra su seca elocuencia, Regreso a la patria (1989) donde se endurece sin perder la ternura, La ley, tu ley, una especie de obra reunida y Alguien tiene que ser después. En esta gruesa línea bibliográfica que trazamos, los libros de Juana estaban armados con poemas cortos que bien podían ser escenas de una voz. En cambio, en

Los poetas visitan… Bignozzi habla y hace hablar a Andrea del Sarto, pintor florentino celebrado como la culminación del renacimiento, sumando varias novedades a su obra. Más escritura sobre su mito familiar, sobre su militancia en aquel Partido Comunista (todavía con el mito de la II guerra) y también crítica a su generación (la del 60) y la poesía que se viene escribiendo desde hace dos décadas. La voz de la poeta, y su obra previa, aparecen en este poema con unas bastardillas recurrentes. En principio en tiempo presente “yo sigo entregada a uno de esos hombres de labios finos que era mi padre” constituyéndola frente una obra: la propia, la de sus contemporáneos. La marca de la patría, segunda parte del libro, se parece más a su anterior Quién hubiera sido pintada. Pero las ondas vibratorias del poema que lo precede renuevan y animan estos versos. El retrato Churchill, la mirada del perro clavada en unos duraznos a medio pelar en el cuadro de Chardin y las piscinas de David Hockney son contados a partir de la culminación y el fin: fantasmas que recorren este libro. Bignozzi, en estos últimos poemas, se enfrenta a sí misma. Y este

gesto, para usar términos de su libro, parecería tener una tradición en la última poesía argentina: Hospital Británico, de Héctor Viel Temperley, Diario del fumigador de guardia, de Arnaldo Calveyra, Diálogos en los patios rojos de Raschella y El jardín de los poetas y Carroña última forma de Leónidas Lamborghini son libros de poetas operando (y autojuzgándose) dentro de su obra. En definitiva, como reconoce Gambarotta en la contratapa, otra vez Bignozzi hizo algo nuevo.×


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Bailando hasta cambiar la piel

Nota

El 27 de agosto de 1984 salió a la calle Soda Stereo, el primer disco del trío formado por Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti. Producido por Federico Moura y acompañado por la sombra dócil de Daniel Melero, el álbum fue una ráfaga de modernidad, la puesta en práctica de esa nueva era que había anticipado Charly García unos meses atrás con su Clics modernos: sintetizadores, raros peinados nuevos y un hedonismo dark y lúdico, mezcla de Roxy Music, The Police y The Cure, para marcar el ritmo del ingreso de la Argentina a la primavera alfonsinista y a ese universo mutante y “dietético” que sobrevino al “fin del régimen”. A 30 años, un recuerdo de los inicios de la revolución stereo: la construcción de un estilo, la búsqueda de la novedad y una aproximación al “cerati-leninismo”

Siempre es hoy Por Sebastián Scigliano No sin malicia, alguna vez el periodista de rock Eduardo Fabregat subrayó que las líneas de guitarra de “Signos” -la canción que da título al tercer trabajo de Soday de “Motorpsico”, ese lamento desangrado y megalómano incluido en el álbum Oktubre, de los Redondos, se parecen. Y sí, hagan caso, escuchen, se parecen. Fabregat sostenía esa vez que los dos discos, Signos y Oktubre, eran los exponentes finales, y claro que los mejores, de la leve brisa dark, o after punk, o como se la quiera llamar, que sopló brevemente por estas tierras a mediados de los ´80, y que hizo mucho más ruido en otros lados del mundo, como en Inglaterra, por ejemplo. Y que eso de que se parecieran las músicas y los estilos de esos dos iconos del bocariverismo rockero demostraba que, como muchas veces, las bandas locales -al menos, esas dos- estaban a la izquierda de sus respectivos públicos, aunque por razones bien distintas. Sirva la parábola, en todo caso, para ilustrar eso que hizo de Soda una eterna novedad: lo intensamente conectado que siempre estuvo con su tiempo, lo que la convierte, acaso, en la banda más contemporánea que alguna vez haya hecho música acá, y de cuyo primer disco se están cumpliendo estos días 30 años. Que fuera un disco justamente de Soda Stereo el emergente

más conspicuo de una moda que azotaba el mundo no sorprende: Soda nació de moda. Acaso su impronta fundamental en el rock argentino haya sido esa, la de sonar, siempre, como había que sonar. Y aquel primer disco, hijo de los aburrimientos burgueses en el departamento de los Cerati, en el que Gustavo jugaba con sus amigos a ponerle letras “musicales” a músicas amables y saltarinas, y que sonaba levemente a Police, a Costello o a Television, fue la patada en la puerta que el grupo necesitaba para entrar en la escena grande de la primavera rockera, aunque no con destino de Amnesty Internacional, sino más bien casi que todo lo contrario: aquel Soda Stereo invitaba a bailar, a saltar, a preguntarse socarronamente por el ascenso social high class (todavía el anglicismo Jet set quería decir algo), a volarse con pastillas, a sacudirse, a mover el esqueleto sin pensar. Y a reírse y burlarse de todo eso, al mismo tiempo. El primero de Soda es un disco de un año de discos: hace algunos meses que La dicha en movimiento, de Los Twist, no para de sonar; ese mismo año, el ´84, Virus edita Relax, con el que Federico sale de su agujero interior, y Los Abuelos de la Nada estrenan Himno de mi corazón, nada menos. Rápidamente, la semilla multicolor que se regaba en las noches del mítico Café Einstein de Omar Chabán da como fruto los jopos altivos que deambulaban por ahí a finales de la dictadura;

y el alfonsinismo los ordena, los procesa en la grilla de la sociedad diversificada y amorosa que dice representar y les da su lugar en la industria, los convierte en la banda de sonido del buen humor y la ligereza. Con la democracia se come, se cura, se educa y también se baila. De todas formas, en el corazón mismo de ese disco Soda -y Gustavo Cerati, vamos, por qué no decirlo- ya cultivan el germen de su evolución: la producción es de Federico Moura, un gurú estilizado y enigmático para los jóvenes sensibles de la época, que le da al espíritu saltimbanqui de Belgrano la cuota necesaria de oscuridad y androginia; y entre sus

éxitos se incluye acaso la que sea la mejor canción del disco, “Trátame suavemente”, escrita por una pieza central de ese momento del rock nacional y de la vida futura de Soda y de Cerati: Daniel Melero. Que el propio Melero haya estado “de casualidad” en la producción de Oktubre que, según Fabregat,

suena como Soda, no hace más que alimentar la leyenda de que, en definitiva, en aquellos años, todos tocaban con todos. Acaso la habilidad mayor de Gustavo Cerati haya sido convertir, cada vez, ese cocktail en novedad, y en llegar a esa novedad, siempre, cinco minutos antes.X

“Aquel Soda Stereo invitaba a bailar, a saltar, a preguntarse socarronamente por el ascenso social high class (todavía el anglicismo Jet set quería decir algo), a volarse con pastillas, a sacudirse, a mover el esqueleto sin pensar. Y a reírse y burlarse de todo eso, al mismo tiempo”


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Un modelo para armar Por Estefanía Iñiguez (@laninasanta) Treinta años después, con el oído hiper acostumbrado a los sonidos extranjerizantes, se puede decir que el primer disco de Soda Stereo no tiene nada del otro mundo: un golpeteo cortante y seco, un rock sintético para mover el cuerpo. Pero imaginate a tu vieja con treinta años menos, imaginate a vos recién nacido o muy lejos de los planes de tus padres, imaginá lo que era la radio en aquel momento, lo que pasaban en la televisión. Imaginá al país con treinta años menos y poné el album debut de Soda Stereo en ese contexto. ¿Podés ver las caras de desconcierto, la mirada incrédula, los oídos sorprendidos? 1984 no tenía destino de ser un año menor, por algo hasta el título de uno de los libros más influyentes del siglo XX lleva su nombre. Pero mientras ese detalle hacía suponer que en 1984 el tipo de sociedad orwelliana descripta en el libro reinaría en el mundo, en Argentina tres chicos sin una ideología muy marcada -no es que haya nada de malo en eso- se las arreglaron para irrumpir en la escena del rock nacional al grito de “¡el régimen se acabó!”, y despabilar sin plegarias a los niños dormidos. Ese disco de los comienzos quedó bastante atrás para lo que luego fue Soda Stereo. Escuchar al Soda de 1984 es como hacer una exca-

vación arqueológica: hay que ir despejando capas de ornamentación hasta llegar al núcleo de una génesis que haya subsistido al paso del tiempo. En un principio, apostaron a una música que propiciaba el baile, la escucha compartida. Pero más allá de los shows multitudinarios que vinieron después –con recital en la Av. 9 de Julio incluido-, muchas de las canciones más emblemáticas de la banda son esas que se aprecian mejor en solitario. Soda Stereo es una banda que invita más a una escucha introspectiva. Y, sin embargo, en su primer disco nada hacía suponer hacia dónde iría la curiosidad musical de sus integrantes, con Gustavo Cerati a la cabeza de la tarea creativa. Lo que sí quedó bien marcado desde un primer momento fue esa búsqueda estética tan característica y novedosa para una banda argentina, y esa mezcla entre rock y pop que les valió una gran popularidad así como también puristas detractores que no estaban de acuerdo con mezclar los dos géneros. Es más, hay tanto universo pop incluido en las letras de esas primeras canciones (jet-set, sobredosis de TV, dietético, vitaminas) que lo que vino después resulta difícil de imaginar. Porque Soda Stereo siempre estuvo asociado a una poesía más oscura o, por lo menos, menos atiborrada de efervescencia adolescente. Una

vez Gustavo Cerati dijo que para escribir las letras de las canciones, solía recurrir a palabras que le transmitieran sensualidad. Hipnotismo de un flagelo dulce, tan dulce; me verás caer como una flecha salvaje; te prefiero fuera de foco, inalcanzable… esos temas que ya tienen status de himno poco se relacionan con el rock saltimbanqui de los primeros tiempos. En ese sentido, el sonido que prevaleció desde el comienzo fue el del único tema que no compusieron ellos: “Trátame suavemente”, de Daniel Melero, contiene en su núcleo la esencia que Soda Stereo convertiría en marca registrada. Pero hay algo más atrapado en los primeros 35 minutos de vida profesional del grupo. Y este condi-

“Escuchar al Soda de 1984 es como hacer una excavación arqueológica: hay que ir despejando capas de ornamentación hasta llegar al núcleo de una génesis que haya subsistido al paso del tiempo” mento, unido a la sensualidad que luego se encargarían de explotar en las letras, conforma una standard de calidad difícil de repetir. La voz de Cerati no es normal. Una voz capaz de transmitir los instintos más bajos y las emociones más profundas, debería ser tenida en cuenta para ingresar al Hall of Fame de todas las voces. Una voz que todo lo que toca lo mejora,

que con apenas un coro embellece hasta a la canción más indie; una voz que logró que Shakira cantara como una persona normal, le dio cuerpo y profundidad a un misil cuyo final alternativo bien pudo haber sido el de explotar adentro del placard y nada más. Sin embargo, treinta años atrás, algo ocurrió. Una extraña sensación, un presentimiento. X

Soviet Stereo Por Bruno Bauer (@bauerbrun) * Atravesé toda la década del ´90, años de pauperización y rock duro, escuchando a Soda Stereo en medio del conurbano. A veces sentí temor; a veces, vergüenza. En algún momento renegué de eso y me deshice de los cedés, tardé en entender que Soda formaba parte de mi educación sentimental y política. Los Redondos grabaron Oktubre, una obra maestra, pero el verdadero bolchevismo lo representa Soda Stereo. Lenin intentó aplicar el marxismo en la Rusia feudal, la empresa de Cerati no fue menos temeraria: traer el pop a esa Argentina post Malvinas de guitarras criollas, voces finitas y tonos menores. Ambos tuvieron un predecesor menos afortunado: Nikolai Chernyshevsky (1828-1889) le demostró a Lenin que en Rusia la lucha debía ser política, no sólo socioeconómica. Virus le señaló a Soda Stereo el camino para romper el derrotismo cultural de 1982: la estrategia de la alegría, la danza y la ironía. Al igual que Zeta Bosio y Gustavo Cerati, el

letrista de Virus, Roberto Jacoby se había formado en el mundo de la publicidad, esa gran cantera cultural que ya nos había dado a Fogwill. Y si Los Pichiciegos anticipaba el final de la dictadura, Cerati cantaba “el régimen se acabó” desde mediados del ´83. Lenin compartía un pasado de lucha con narodnikis, eseritas y mencheviques, hasta que marcó distancia con todos ellos. Soda Stereo compartió escenario con Sumo, Patricio Rey y Los Twist, pero debió romper con ese rock clandestino, populista y romántico. En 1902 Lenin estableció el formato de partido vanguardista centralizado para lograr tomar el poder, en 1985 Cerati decía: “La idea es hacer un producto competitivo en materia de sonido, producción y compositivamente”. Un partido a la izquierda de su sociedad, una banda más moderna que su público. La estrategia de Lenin fue concentrarse en movilizar a la clase obrera y desde allí tejer una alianza con los campesinos rusos. Desde su debut en Pumper Nic, Soda Stereo se asentó como grupo de clase media pero buscó captar a otros sectores

para alcanzar la masividad. En 1992 la remera de Soda se vendía en Los Polvorines. La alianza de clases ya era un hecho. En ese camino, usaron todas las armas de la propaganda: desde las palabras esdrújulas que sostuvieran la prosodia modernista y tecnológica de la época, hasta un tono panfletario de ocasión. Cerati nunca más volvería a cantar “lo que para arriba es excéntrico, para abajo es ridiculez”. Con la fundación del Komintern, los bolcheviques buscaron expandir el comunismo por toda Europa. Las desparejas suertes de Bela Kun, Karl Liebknecht y Antonio Gramsci son el testimonio de ese intento. Soda Stereo también buscó proyectar su música y su estilo por todo el continente, con agentes ineficaces como Caifanes, Aterciopelados o La Ley. El final de Lenin en una silla de ruedas es el de Cerati, comatoso en Fleni. Pero es también el fracaso de un proyecto. El racionalismo leninista fue sustituido por pintorescas versiones del guevarismo, como el Subcomandante Marcos. Mientras tanto, la música popular de calidad se pierde entre el rock chabón y los

charangos y rapeos de los bastardos de Manu Chao. Improvisados y románticos que no buscan conquistar el poder, ni el mercado. Todo esto hoy suena lejano, pero no dejemos que el gulag ni la cabellera de Charly Alberti nos

hagan olvidar de aquel maravilloso sueño de un mundo mejor. X * Dibujante. Autor de Lenin y vos (Ediciones La Parte Maldita). El libro se consigue en matenalmensajero.tiendanube.com


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recupera la esencia británica, cierta melancolía pop desde las melodías, pero sin perder la potencia de las guitarras. Pipi: No es una cosa que uno piensa, es algo natural. Nosotros nos criamos con eso, pero en definitiva terminamos tocando lo que nos gusta.

¿Piensan que la banda ya encontró una personalidad?

The Plasticos

«Hacemos canciones buscando que trasciendan» Se sabe: La Plata es el tablero de juego de una escena con superávit de bandas. Y en ese planetario sobrecargado y repleto de estímulos, aparece The Plasticos. Formado por Leo Road (voz y guitarra), Cristian “Pipi” Sparapani (guitarra), Santiago Garriga (bajo) y Charly Montes (batería), The Plasticos oscila entre melodías templadas y suaves, guitarras en contraste y letras universales que los colocan entre la distorsión y el estilo británico, a la manera de un Blur bonaerense. En esta entrevista hablamos de su último trabajo, el éxito de “No Puedo Dormir”, su paso por los escenarios latinoamericanos, la influencia de Soda, Virus y el cancionero brit, el peso de la Capital y la vitalidad de la escena platense, y la posibilidad siempre libre de poder mutar en cada disco.

Por Patricio Cerminaro En cuestiones de distancia, no es muy difícil darse cuenta que la longitud que se recorre para ir desde un punto A hasta un punto B, es la misma que hace falta atravesar para realizar el recorrido a la inversa. Sin embargo, hay una creencia que rompe esa regla: muchas veces lo que trasciende los límites de la General Paz parece asociarse a un destino común, siempre incierto y muy lejano, en la que todo aquello pertenece, prácticamente por igual y sin distinción, al terreno del poncho, la luz mala y el alfajor a modo de souvenir. Tanto es así, que incluso proponer un viaje a La Plata para algunos suena a una invitación hacia tierras inexploradas,

aún a pesar de la cantidad de bandas que han sacado a pasear a las diagonales por el país. Al ser una ciudad de estudiantes (y nobleza obliga, también de gimnastas), la atmósfera que se respira es la de la juventud y eso, en cualquier lugar del mundo, germina rock. En ese terreno aparece The Plasticos: melodías templadas y suaves, guitarras en contraste y letras universales. Tanto es así, que su primer show fuera de la capital bonaerense no fue en Argentina, sino en Colombia, país al que arribaron a partir del éxito del single “No Puedo Dormir”, hasta el momento, su máximo hit. En 2010 editaron su primer LP, Mundo Plástico, y tres años después publicaron Kilómetros, su más reciente trabajo, en el que encontra-

ron equilibrio y su tan nombrado estilo británico: un Blur borroso (valga la redundancia bilingüe), que por momentos se confunde con Supergrass o con los bombos más bailables de Franz Ferdinand. Fue en 2013 cuando también crearon "Movimiento del Ruido", una plataforma que difunde músicos independientes, no solo argentinos, sino también de toda Latinoamérica y que funciona retroalimentándose con la interacción de las bandas: todo aquel que comparta la cuenta de la agrupación será difundido por la misma. Peleando por un lugar en una ciudad llena de estímulos y competitividad, The Plasticos se mueve por la carretera que prefiere. La distorsión sigue siendo estandarte de un grupo que reflexiona sobre

el terreno fundacional del rock y lo proyecta empaquetado y listo para consumir. En definitiva, plastificado, porque The Plasticos es un producto for export, made in Argentina.

Ustedes afirman que tienen elementos británicos en sus composiciones. ¿Cuáles son esos sonidos que ustedes reconocen como propios del rock inglés? Leo: Me parece que todo lo que tiene que ver con el criterio compositivo o estético se relaciona mucho con el sonido británico, desde los Beatles para acá. También, por supuesto, hay mucho de lo que mamamos en los 80, Soda, Virus. Mundo Plástico, nuestro primer disco, era más dinámico y festivo. Kilómetros, el nuevo, es más cancionero y

Pipi: La banda ha tenido algunos cambios de formación, pero me parece que hoy estamos un 95% maduros en lo que tiene que ver con la música. En el primer disco le vas dando forma a todo lo que tenés y termina en un LP, en el segundo ya estás sobre la canción y ella no te supera. En Mundo Plástico la banda era un trío, después me sumé yo. Con dos guitarras cambia la situación, así que era lógico que hubiera modificaciones en el sonido. Leo: Me parece que en este segundo disco encontramos un asentamiento mucho más importante, llegamos realmente a lo que queremos y no a lo que podemos sonar. Priorizamos la canción por sobre los riffs y descubrimos cuánto da cada uno. Lo que nos gusta es tratar de mutar; el nombre The Plasticos tiene mucho que ver con la cuestión de reciclarse, es por eso que en cada disco tratamos de brindar algo diferente a lo que dimos anteriormente. Seguramente el próximo trabajo va a ser distinto a los dos anteriores. De hecho, acabamos de sacar el segundo disco y ya tenemos material para un tercero. Es lo que nos da la libertad de ser independientes. A nosotros nos fue bastante bien con el tema “No Puedo Dormir” y si estuviéramos en una compañía, todas las canciones tendrían que haber sido de ese estilo. Eso hubiera sido lo más fácil y en un principio queríamos que fuera así, pero después decidimos abrir el juego y surgió Kilómetros.

¿Por qué creen que “No Puedo Dormir” tuvo tanto éxito en Colombia? Leo: Lo que nos decía la gente de allá es que les sorprendía encontrar una banda que canta en español que suena como las bandas británicas del estilo de Franz Ferdinand. Allá las bandas todavía cantan mucho en inglés. En la cuestión musical ser independiente está bueno, pero en este caso es una cagada, porque estamos en tratativas para volver, pero no tenemos dinero para pagarnos los pasajes. Desde Colombia había mucho interés de que vayamos y nosotros teníamos muchas ganas de ir, porque sentíamos que habíamos encontrado un público que realmente valoraba lo que hacíamos. No es que acá no se valorara, pero sentíamos que en La Plata había muchas bandas buenas para pocos lugares y allá focalizaban mucho en nosotros. Pipi: Yo creo que los colombianos


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«Lo que nos gusta es tratar de mutar; el nombre The Plasticos tiene mucho que ver con la cuestión de reciclarse, es por eso que en cada disco tratamos de brindar algo diferente a lo que dimos anteriormente» Leo son muy transparentes. No tienen vergüenza en decirte lo que piensan de tu música. Son muy respetuosos y muy educados. A las 3 de la mañana se corta todo y se va cada uno a su casa.

¿Creen que las bandas nacionales tienen influencias extranjeras o se nutren solamente de sonidos argentinos? Pipi: Yo creo que las bandas que están emergiendo hoy, por prejuicio, no te van a reconocer que escuchan a Fito o a Soda, prefieren decir que escuchan música extranjera. Leo: En La Plata hay una camada de bandas nuevas que están influenciadas por bandas que también son de La Plata y que tocan actualmente. A nosotros nos encanta

ser de ahí, porque es una ciudad de facultades, así que hay muchos estudiantes y eso genera que haya muchas bandas. Así se genera una competencia sana, que exige a todos los grupos. En los bares el 70% del público son músicos, así que la audiencia es muy exigente. Charly: Terminás sintiendo que garpa más ir a ver bandas de La Plata que otras que vienen de otros lados, inclusive las bandas grandes. Leo: En contra tenemos que el mejor grupo de La Plata es el que está último acá. Una banda de cualquier otra parte del país, cuando viene a Capital, está en el mismo lugar que nosotros.

¿Entonces creen que hubieran tenido mejores condiciones siendo de Capital? Leo: Si viviéramos en Capital nos codearíamos con radios o periodistas más importantes, pero no tendríamos el estimulo de tener bandas tan buenas alrededor. De todas formas, nosotros nunca pensamos que el siguiente paso era llegar a Buenos Aires. Yo veo que muchas bandas de La Plata se mueren por llegar a Capital y me parece bárbaro, pero nosotros tenemos los cañones apuntando afuera. Es más, llegamos a Colombia sin tocar en ningún otro lugar del país. Pipi: Hay 60 kilómetros entre La

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Plata y Buenos Aires. Para nosotros es cerca, pero para los capitalinos es lejísimo. La Plata es la capital, pero esto es Buenos Aires, es otra cosa. Leo y yo ya tenemos 20 años tocando y tenemos una experiencia con la que tratamos de minimizar cosas, vemos las cosas de otra manera y ya sabemos a grandes rasgos lo que se viene, podemos anticiparlo. Yo siempre digo que si tenés 10 años con una banda, algo va a pasar. La mayoría empiezan a asomar después de una década tocando. No digo que esa sea la fórmula, pero hay que pelearla. La música algún fruto siempre te da, es un ida y vuelta. Ir a Colombia me da una satisfacción que me da incentivo para hacer otra cosa, es así, eso es lo que mantiene vivo a

«Yo veo que muchas bandas de La Plata se mueren por llegar a Capital y me parece bárbaro, pero nosotros tenemos los cañones apuntando afuera. Es más, llegamos a Colombia sin tocar en ningún otro lugar del país.» Leo

La agenda del Congreso Por Emiliano Flores Para el ciudadano de a pie, tener una agenda no es mucho más que tener un espacio en el cual apuntar las cosas que se proyectan hacer en una determinada fecha. Ir al médico, al gimnasio o al cine, mientras dos actividades no se superpongan en el mismo momento, la cuestión no supone demasiado conflicto. Pero en el campo de la política, la definición de la agenda suele ser un poco más ininteligible que un punteo de acciones en la hoja de un cuaderno. Tener agenda se entiende como crear los escenarios para que actores que detentan una determinada cuota de poder se posicionen a favor o en contra. Pero lo interesante de tener control de la agenda, es la posibilidad de anticiparse a los actores que están a favor si o en contra pero, porque abre lo que Ezra Pound escribe en su poema de reconciliación con Walt Whitman: “que haya comercio entre nosotros”. Si se mira lo sucedido durante el último año, al gobierno le resultó

sumamente esquivo mantener el control de la agenda: en lo que refiere a las alianzas políticas, le surgió un competidor desde adentro de sus filas y se terminó imponiendo en el distrito electoral más importante del país en las elecciones de medio término; se vivió un verano que, merced a la rebelión policial que habilitó saqueos en varias provincias y los cortes de luz durante la ola de calor, aportó las postales apocalípticas en el plano callejero; en el terreno de la economía, asfixiado por falta de dólares, fue obligado a tomar medidas indeseadas como el recorte de subsidios y la devaluación de la moneda un 30% en menos de un mes; en el plano judicial, le tocó asistir nada menos que al procesamiento de su vicepresidente en una causa que, al menos desde el punto de vista estrictamente político, se muestra como irreversible; como si esto fuera poco, el año se completa con un default inducido por un juez neoyorkino con poco consenso internacional. Ahora bien, pese a esta situación, el gobierno privilegió la alianza

con los gobernadores y mantuvo la cohesión del bloque de legisladores del Frente para la Victoria y aliados. También, contradiciendo lo que se planteaba en la mayoría de los análisis, no eligió morir con las botas puestas y cambió. ¿Qué cambió? En principio, parte del gabinete. Pero con el tiempo se pudo ver que las salidas de Abal Medina, Guillermo Moreno y Nilda Garré del poder ejecutivo no fueron un mero cambio de staff: hoy el Jefe de Gabinete brinda conferencias de prensa a diario y se deja ver más ocupado en los problemas micro de la gestión que preocupado por mostrar los logros del pasado reciente; se reformularon las mediciones del Indec reconociendo los índices de

la banda. Un día pasa algo y otro no pasa nada. Yo no estoy todo el día esperando el momento en que pase algo, porque me gusta lo que hago. Leo: Pero sí hay que hacer las cosas bien, para ver si pasa algo. Nosotros hacemos canciones buscando que trasciendan no sólo para nosotros cuatro.

¿Logran sentirse identificados con lo que compone otro integrante de la banda? Pipi: Si llega una canción que no la siento, no la voy a poder tocar, yo toco con sentimiento. Cuando una banda no está conectada con lo que está tocando se nota. Leo: Uno de los temas que elegimos para promocionar el disco nuevo es “Luces” y es un tema de Pipi. Yo le ajironé unas cositas, pero es un tema de él y no importa de quién sea la canción, en definitiva es de The Plasticos. Que compongamos varios abre el juego y hace más jugosa a la banda. El disco anterior era exclusivamente mío, Kilómetros es más interesante por la diversidad.

«Yo creo que las bandas que están emergiendo hoy, por prejuicio, no te van a reconocer que escuchan a Fito o a Soda, prefieren decir que escuchan música extranjera.» Pipi tecnología que teníamos, era algo casero. Pipi: Kilómetros es menos plástico, lo grabamos para que sea completamente diferente al primero, para que suene más humano. Muchas de las cosas las grabamos en vivo, en especial la batería y el bajo.

¿Cual creen que es la mejor época del año para escuchar a la banda? Charly: No se qué época, pero tiene que ser a la noche. Pipi: Para mí el mejor momento es viajando, hay muchas canciones que son viajeras.

¿A que le dicen ni a palos? ¿Encuentran sonidos plásticos en sus canciones? Leo: Yo creo que toda esa cuestión se reflejó en el primer disco, pero no fue adrede, sino más bien fue la consecuencia de la falta de

Leo: Ni a palos a pagar para tocar o para sonar en una radio. Ni a palos pago para que mi música trascienda. Prefiero vivir en la oscuridad absoluta, pero feliz porque no me prostituí vendiendo mi música. X

dIARIO DE BICISENDA

inflación, se alivianaron las trabas a comprar moneda externa, se elevaron las tasas de interés y se implementó un programa de precios de referencia; con el encumbramiento de Berni al frente de la seguridad, quedó de manifiesto que el tema del orden, por espinoso que resulte, es un capital político que el proyecto que encabeza el gobierno no pretende despreciar. Con este panorama, el gobierno se topó con un problema que nunca hubiera elegido pero que terminó de posicionarlo al frente de la agenda. Y encaró la disputa contra los fondos buitre con la determinación que requiere la defensa de los intereses nacionales y la audacia de quien pretende recuperar parte de su capital político. Así,

anunció que llevará al congreso una propuesta que habilite un cambio de sede para poder pagarles a los bonistas que ingresaron al acuerdo. Todos los actores del sistema político deberán decir qué intereses defienden. Pero en su último año al frente de la gestión, el kirchnerismo sabe que recuperar la iniciativa no se logra sólo con el tema de los buitres. Por eso estudia llevar al congreso un paquete de leyes de lo más variado: modificaciones a la ley de Abastecimiento, un proyecto de ley de Defensa del Consumidor, una nueva ley de Hidrocarburos, la reforma del Código Penal -que por estos días termina la ronda de consultas y aportes organizada en Universidades Nacionales de todo el país- y una reforma de la ley de drogas que despenalice la tenencia para consumo y el autocultivo, aparecen como parte de las propuestas. Es posible que alguna no llegue a buen puerto pero algo es seguro: el gobierno retomó el control de la agenda y su intención es que el sistema político se exprese al respecto. Respect. .×


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La salidera

Carabina 30 30 Por Martín Rodríguez El kirchnerismo según varios analistas y consultores promedia más o menos el 30% de los votos. Un piso que se mostró fijo en las malas. En ese juicio, entonces, sólo un candidato químicamente puro garantiza ese desempeño electoral. Al menos la estática del 30 (aunque en elecciones en las que siempre uno del “matrimonio” se puso al frente). Es un razonamiento extraño, antisciolista en concreto, pero dudoso en abstracto. El kirchnerismo valora para las elecciones lo que no valora para la política, al menos eso puede entender el hoy demonizado Martín Insaurralde, alguien que no tenía la máscara de un superhéroe soviético pero que de pronto se reveló frívolo. Ya no es el muchacho en condiciones de cumplir el mandato que Néstor Kirchner le susurró al oído: “tenés que ser nuestro Massa”, ahora es apenas una invención de Tinelli. (A los que les da caspa cómo-Tinellirebaja-la-política, les recomiendo mirar la lista 506 del FPV en la provincia de Buenos Aires del 2009. Primeros cuatro nombres: Néstor Kirchner, Daniel Scioli, Sergio Massa, Nacha Guevara. A veces Tinelli se mete en la política a buscar lo que es suyo.) Las elecciones, qué fiaca. Alguien tiene que buscar los votos, internarse en el bosque, sonreír, sudar, sangrar, y volver con la piel del pueblo, viejo zorro. Una cierta fascinación recorre las redes sociales: la fascinación por la realpolitik. La moda realista por comprender la política trastoca otras valoraciones morales más saludables, porque no es socialmente bueno que el mejor político sea el más hijo de puta, o el más pragmático, o el “genio” que va para donde sopla el viento.

Cultura de poder y cultura militante. Electorabilidad y épica. No es lo mismo un político que un militante. Hay quienes tienen habilidad para juntar votos, quienes saben predicar en el desierto, quienes son de palacio, quienes tienen lengua tribunera. Veamos ejemplos. Pensemos en Ernesto Sanz, hombre clave de ese equilibrio en danza que es el FAUNEN. Pensemos en Miguel Pichetto o Julián Domínguez, dominadores del parlamento romano. ¿Qué imagen nos dan? Hombres de poder, hombres de partido, no los despeina el viento zonda de la gente. O pensemos en un Gabriel Mariotto, Diana Conti. En primer plano: la ideología. Sin embargo, no cosechan votos por más invocación popular que hagan desde sus discursos. Van a ser doce años de gobierno kirchnerista. Gobernar la Argentina encierra un secreto, una habilidad. ¿Virtudes “más allá de la ideología”? Seguramente. Una mano invisible del kirchnerismo unió dos cosas bastante separadas: la minoría ideológica con las mayorías. Unir una agenda de minorías (una suma de partes que nunca hacen al todo: DDHH, matrimonio igualitario, movimientos sociales, Coalición por la ley de radiodifusión) con una mayoría social que –por pereza- siempre se representa conservadora. Alfonsín en 2007 para argumentar a Lavagna dijo su última gran frase política: el hombre sin partido para un partido sin el hombre. Así, puso en escena la “virtud” radical: custodiar el partido, olvidarse de la gente. El peronismo, digamos, es todo al revés. En ese contexto, el kirchnerismo tiene dos versiones: la versión electoral y su gobierno. Cosas que no siempre se parecen tanto. Esa disociación toca su límite.x

¡AGEN

DÁ!

manda tu gacetilla a salidera@niapalos.org

Domingo Pez Palermo Club – Jorge Luis Borges 2454 – CABA – 19 hs La banda de Ariel Minimal y cia, que el año pasado presentó el demoledor Nueva era, viejas mañas, sigue de gira y llega a Palermo Club. En estudio o en vivo, Pez la descose y es otra de las bandas que desde estas páginas te queremos recomendar enfáticamente. Si los conocés, ya lo sabés. Si no lo conocés, aprovechá y andá hoy que no te engañamos. Los acompaña como banda soporte Satan Dealers. Las entradas desde $100 por sistema Ticketek.

SILENCIO! La palabra vuelve a tomarlo todo, el film de Tomás Larrinaga. que, enmascarado como un mash-up sobre poesía oral, teatro y música contemporánea, termina mostrando y desarticulando la máquina que construye al under porteño actual y su crecimiento a gran ritmo en los últimos años. Después de la película, Tomás charlará sobre la realización de su largometraje. Más info en www.anarkocinema.com.ar

Te volviste fanático de House of Cards, contás las horas que faltan para la tercera temporada y soñás con militarle la campaña a Frank Underwood, a quien imaginás como un barón del conurbano perdido en el medio de Washington D.C. Si sos esa clase de enfermo, suponemos que ya sabías que es una remake de una serie británica, basada en una novela de Michael Dobbs. Esa es la propuesta del British Art Centre para todos los jueves de acá al 16 de octubre: ver la versión original que cambia Washington por Londres pero mantiene el suspenso, la rosca y la calidad. Gratis.

Miércoles Año Cortázar

Lunes Le Parc Lumière Malba – Av. Figueroa Alcorta 3415 Una selección de 16 instalaciones lumínicas históricas del gran maestro argentino Julio Le Parc (Mendoza, 1928), pertenecientes a la Colección Daros Latinoamérica de Zurich, Suiza. A sus 86 años, Malba rinde homenaje a uno de los artistas argentinos más importantes del siglo XX, activo protagonista del movimiento óptico y cinético internacional. De miércoles a lunes. Entrada; $50

Museo Nacional de Bellas Artes – Av. Del Libertador 1473 – CABA Esta semana que pasó se cumplieron 100 años del nacimiento de Julio Cortázar y entre la batería de homenajes, se destaca esta doble propuesta del MNBA: las exposiciones “Los otros cielos” y “Los fotógrafos: ventanas a Julio Cortázar”. La primera es un recorrido por la vida y obra de Cortázar a partir de su colección personal de fotos, cartas y películas filmadas en super 8, inéditas en el país. La segunda se propone mostrar su figura según la mirada de aquellos fotógrafos profesionales que lo conocieron personalmente. De martes a domingo. Gratis.

Viernes Ciclo de cine documental. “Juventud, identidad y DD.HH.” Espacio Cultural Nuestro Hijos – Av. Del Libertador 8151 – CABA - 19 hs. Todos los viernes de septiembre se llevará a cabo este ciclo de cine documental + debate en el EcuNHi. Para este primera fecha se proyectará Buen día, día, el film que rastrea la larga y rica historia de Miguel Abuelo, a través de los ojos de su hijo Gato Azul. Del debate posterior participará uno de los realizadores del film, Sergio “Cucho” Constantino. Gratis.

Sábado El Perrodiablo presenta Cacería

Martes SILENCIO! La palabra vuelve a tomarlo todo La Gran Jaime – Tte. Benjamín Matienzo 2424 – CABA – 21 hs. El colectivo No Solo en Cines presenta

Staff Director Federico Scigliano Editor Diego Sanchez

Redactores Pablo Móbili Martín Rodríguez Emiliano Flores Franco Dorio Julián Eyzaguirre Romina Sánchez Diseño original Nizo Mauas

Jueves House of Cards, en su versión original British Art Centre – Suipacha 1333 – CABA – 18 hs

Arte Diego Paladino Fotografía Patrick Haar

Redacción: Amenabar 23 (C1426AYB) Ciudad Autónoma de Buenos Aires Contacto: contacto@niapalos.org Departamento comercial: Tel.: 4776-1779

Zaguán Sur (Zas) – Moreno 2320 – CABA – 22:30 Consejo: lo único que tenés que hacer este sábado es ir hasta el Zaguán a escuchar, ver y sentir -porque la banda te faja- a los platenses de El Perrodiablo que presentan su nuevo disco Cacería. Lo mejor es que las bandas que los acompañan también la rompen y mucho: Bestia Bebé y Los Rusos Hijos de Puta. La entrada vale sólo 50 pe. No se puede pedir más,

Internos: 156 y 159 Venta de ejemplares atrasados: Azopardo 455. Tel.: 4342-8476 Impresión: Editorial AMFIN S.A. Paseo Colón 1196. Ciudad Autónoma de Buenos Aires

Distribución en Capital Federal y Gran Buenos Aires:New Site. Baigorri 103, CABA Distribución en el interior: Inter Rev S.R.L. Av. San Martín 3442. Caseros Pcia. de Buenos Aires


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